Vol. 29 Núm. 311 (2024)

Jugar en paz, jugar en equipo
El deporte constituye un lenguaje universal que todos podemos entender e interpretar ante acciones que producen un sinfín de emociones positivas, que se comparten en comunidad. Sin embargo, como reflejo de la sociedad, no está exento de la discriminación y esto se percibe en una multitud de situaciones. En las últimas semanas, Vinicius Jr., jugador del Real Madrid que es víctima de insultos racistas por parte de aficionados en forma persistente, con sus denuncias ha visibilizado el problema en los debates públicos.
Es posible construir un entorno sin violencias, más justo e inclusivo, y en este sentido, en distintos centros educativos y deportivos existen programas que fomentan el respeto a la diversidad, la inclusión y la no discriminación, tanto para los jugadores, entrenadores, árbitros, dirigentes, padres y el público en general. Es esencial un rol activo de las federaciones en el sentido de establecer políticas claras contra la discriminación, implementando protocolos y procedimientos de denuncia y sanción. A la vez los Estados deben fortalecer las leyes y regulaciones, asegurando su efectiva aplicación y condena a los infractores, y estas acciones deben ser acompañadas por los medios de comunicación promoviendo una narrativa que evite el lenguaje racista, sexista u homofóbico.
Hacer frente a estos desafíos permite imaginar todo lo que el deporte puede aportar para construir una sociedad más justa, más inclusiva, más solidaria, privilegiando el diálogo y la colaboración entre los diferentes actores.
Tulio Guterman, Director - Abril de 2024

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