Vol. 26 Núm. 281 (2021)
Deporte y salud ambiental
Existe una verdad, casi indiscutida, que afirma que la actividad física y el deporte son necesarios, casi diría imprescindibles para alcanzar y mantener una buena salud. Pero no es así en todos los casos. Son muchas las situaciones en las cuales la imperiosa necesidad del triunfo en el alto rendimiento atenta contra la salud al punto tal que el cuerpo es exigido con altos niveles de riesgo para la integridad de los y las deportistas. A la vez, un exceso de ejercicio físico puede ser muy nocivo.
Son innegables los beneficios de estas prácticas cuando se realizan de manera voluntaria, con criterios educativos, recreativos o terapéuticos con la debida orientación y asesoramiento profesional. Pero actualmente se afirma que lo que concebimos como salud y enfermedad no es meramente de orden médico o biológico sino que está determinado por proceso sociales y por lo tanto, políticos.
En este sentido, para alcanzar una condición saludable se deben tener en cuenta múltiples factores. Tanto el ambiente físico como el social que nos rodea son determinantes en nuestro bienestar. Atender al ejercicio pleno de derechos sin discriminación, a las condiciones sanitarias, el acceso al agua potable, a los alimentos libres de tóxicos, a la disponibilidad de tiempo libre, a las actividades y relaciones laborales y a los vínculos emocionales con otras personas o grupos, permite una mirada más abarcadora y compleja a tener siempre presente.
Tulio Guterman, Director - Octubre de 2021
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