Vol. 27 Núm. 294 (2022)
Fútbol, Sedes y Derechos
Es evidente que el Mundial de Fútbol que se inicia este mes en Qatar se va a realizar en un contexto de intolerancia y discriminación. Entre otras controversias, se estima que murieron miles de migrantes en condiciones de trabajo cercanos a la esclavitud en la construcción de estadios fastuosos y otras instalaciones; las leyes locales someten y controlan a las mujeres, y hay condenas de cárcel para personas LGBTI. Además, nadie niega que la designación de la sede fue producto de uno de los más lamentables episodios de corrupción de los que participaron varios miembros de la FIFA.
Ante este panorama, han habido reclamos y protestas simbólicas, como la de los franceses -actuales campeones- que no van a instalar pantallas gigantes en lugares públicos durante los partidos. La misma FIFA hoy está siendo presionada por asociaciones nacionales, patrocinadores, ex jugadores, líderes sociales y una parte de los aficionados, a crear un fondo para compensar a las familias por daños y muertes. Si estos dirigentes codiciosos y que solo aspiran a obtener ganancias fabulosas, hubieran observado en estos años, además del avance de las obras, quienes y en qué condiciones realizaban los trabajos seguramente hoy no estaríamos frente a este trágico panorama.
Con la misma intensidad como gritamos los goles, debe ser el reclamo para que se incluyan en las agendas para los próximos Mundiales de Fútbol, Juegos Olímpicos y otros, estándares y protocolos que deben ser aceptados por cada una de las sedes, que respeten derechos humanos fundamentales. Así, el fútbol y otros deportes serán visibilizados como espacios donde la sociedad global festeje la convivencia sin discriminación, con equidad y respeto a la diversidad.
Tulio Guterman, Director - Noviembre de 2022