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Gran victoria del checo Sebrle, campeón olímpico de la especialidad. Se mostró fuerte, potente, veloz y aún bastante resistente. Sin embargo recién en las últimas dos disciplinas de esta agotadora competencia de dos días pudo tomar la punta. Ello se debió a su eficaz desempeño en el lanzamiento de la jabalina: 71.18m. Sebrle totalizó finalmente con un excelente puntaje de 8676 puntos y, quién diría, el representante de Jamaica Maurice Smith obtuvo la medalla de plata con récord nacional para su nación: 8644 puntos. Luego de terminada la prueba final de los 1500 metros, todos se abrazaron y felicitaron efusivamente, demostrando que estos dos días de duras competencias lo que se logró fue incrementar la amistad entre ellos. Esto se llama Fair Play o Juego Limpio. Resultado final:
Carrera disputada tácticamente con el único objetivo a lograr las medallas; no se buscaron grandes registros cronométricos. Es por dicho motivo que durante gran parte de la competencia el pelotón se mantuvo bastante compacto, teniendo a la local Fukushi al frente y bajo el intenso aplauso del público. Esto se mantuvo con estas características durante dos kilómetros, después de lo cual fue la africana Cheruiyot, de Kenia, la que pasó a comandar la carrera. El pasaje sobre los tres mil metros fue de 9:11.99, es decir, bastante lento para fondistas de ese nivel. De esta forma se entra a la última vuelta de pista y la etíope Defar sale como una bala a comandar las acciones. El sprint fue durante toda la vuelta, perseguida por Cheruiyot. De esta forma Defar entra a la recta final, amplía incluso su ventaja y cruza victoriosa la meta final. Los seis primeros puestos fueron ocupados por corredoras oriundas de Africa, dado que la representante de Turquía, Elvan Abeylegesse es oriunda también de Etiopía. Recién aparecen dos fondistas extra africanas mediante dos rubias de los Estados Unidos en el séptimo y octavo lugar. El suscrito cronometró la vuelta final en 59.4. Resultado final:
El equipo de los Estados Unidos se mostró como favorito para llevarse la medalla de oro. Pero no le fue nada fácil dada la seria oposición que le presentaron las jamaiquinas. Hasta el relevo entre Barber y Edwards estaba todo bien, puesto que la recta final la tuvo a su cargo Torri Edwards. Esta recibió el testimonio con unos dos metros de ventaja, lo que suponía mantener dicha ventaja dada su calidad como velocista. Pero la caribeña Veronica Campbell se le venía encima a medida que transcurría el cierre de la carrera, de tal forma, apenas tres centécimas fue la diferencia final entre ambos equipos. La norteamericanas establecieron el mejor registro mundial del año (WL), las de Jamaica la mejor marca del año para su nación, y las belgas nada menos que el récord nacional (NR). Resultado final:
Después de los reiterados fracasos que han tenido los norteamericanos tanto en Campeonatos Mundiales como también en Juegos Olímpicos, finalmente hicieron las cosas como corresponde, sobre todo en lo concerniente a los "pases" y ello les dio finalmente el triunfo en este Mundial de Osaka. Establecieron inclusive el mejor registro mundial del año mediante excelentes 37.78 segundos para la distancia. El equipo de Jamaica, al igual que en el caso de las damas, estableció un nuevo Récord Nacional mientras que los japoneses hicieron récord asiático. Hay que destacar la buena actuación del equipo de Brasil, el cual obtuvo la cuarta colocación. ¡Felicitaciones a los brasileños! Resultado final:
El saltador norteamericano Brad Walker, el cual ya tenía un registro de 6 metros, fue el que se llevó la medalla de oro. La victoria fue por "intento" dado que oportunamente pasó la varilla a 5.86 metros en su primer salto, mientras que su escolta, el francés Mesnil, necesitó uno más. El rendimiento fue bastante positivo puesto que ocho saltadores pasaron los 5.81 metros. Hay que destacar la actuación del brasileño Fábio Gomes Da Silva, el cual fue décimo con un buen registro de 5.76 metros. De todas maneras nos viene a la memoria ese famoso ucraniano que fue Sergei Bubka: 6.14 metros. Realmente se está muy lejos. Resultado final:
Gran victoria del australiano Nathan Deakes en esta agotadora disciplina atlética, el cual corrió de forma sumamente inteligente, pasando al frente en el momento justo y ponerse los 50 kilómetros "en el bolsillo". La prueba se llevó a cabo con 30° C, a lo cual hay que agregar que no había nubes y el sol pegaba desde tempranas horas de la mañana con todo su potencial. Esto hizo colapsar a muchos marchistas, los cuales tuvieron que ser sacados en camilla; no había agua que alcanzara, ni los distintos puestos con regaderas especiales que habían sido puestos en lugares claves por el comité organizador de este mundial. Los atletas manoteaban a cada momento los envases preparados con determinados líquidos y también a la enorme cantidad de esponjas empapadas que estaban a su disposición. Pero ello no bastaba, el calor llegó a ser hasta insoportable. Por ello es llamativo el hecho de haberse logrado excelentes guarismos, puesto que 12 marchistas bajaron las cuatro horas. El segundo lugar fue ocupado por el francés Yohan Diniz, mientras que el italiano Schwazer el tercer puesto. Aquí se hace necesario comparar la expresión emotiva entre el australiano y el italiano. El primero de ellos ya al entrar a la recta final se dio cuenta que tenía la victoria delante de sí, y que ya nadie se la podía arrebatar. Por ello hizo los últimos metros visiblemente emocionado, en el límite de llanto. Pero por el otro lado Schwazer lo hizo bastante enojado, casi fuera de sí. Luego de cruzar la meta manifestó que había cometido un serio error táctico, dado que había comenzado la carrera demasiado lento y empezó su levantada muy tarde. Pero aquí viene un hecho insólito. El marchista japonés Yuki Yamazaki estuvo largo tiempo metido en el pelotón delantero. Luego comenzó a retrasarse hasta caer al quinto puesto sobre los 40 kilómetros. Se le veía muy agotado, pero con gran espíritu de lucha lograba superarse para no abandonar la carrera. Después de todo pertenecía a una nación que en la II Guerra Mundial empleaba los pilotos kamikases que se inmolaban contra los buques norteamericanos. En este punto hay que aclarar que la competencia se disputaba sobre un circuito establecido cerca del estadio, y la fila de competidores y rezagados se había extendido de tal forma, que los vanguardistas lograban alcanzar o sacar una o más vueltas a los rezagados. El japonés marchaba a unos 8 minutos detrás del australiano y ya había perdido una vuelta con relación a los punteros. Cuando los primeros completaron su recorrido en los circuitos, el juez encargado de tal instancia los hacía entrar al estadio: primero Deakes, luego Diniz, Schazer, etc. Cuando unos minutos más tarde el nipón pasó por delante del portón de entrada y tenía que seguir todavía una vuelta más para completar el circuito que le faltaba, el juez por equivocación le señala que tenía que entrar al estadio y completar ahí la vuelta final. De esta forma Yamazaki entra delante de su público y visiblemente agotado cruza la meta. A los pocos instantes le avisan que tendría que haber dado otra vuelta más al circuito y por lo tanto había hecho un recorrido menor. Por este hecho fue descalificado. Pero la equivocación fue del juez, el cual le señaló que tenía que entrar al máximo coliseo deportivo. ¿Quién tuvo, entonces, la culpa de semejante error? ¿Quién puede reparar esto? Nos imaginamos el estado de ánimo de este joven después de haber hecho semejante esfuerzo, que había dado prácticamente las últimas gotas de energía para representar a su país. Si por un penal mal cobrado nos sentimos indignados, ¡qué se puede decir de una situación como esta!
Lecturas: Educación Física y Deportes |