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E inicio3. 3. El entrenamiento de la técnica
El entrenamiento de la técnica en el baloncesto se realizará mediante un proceso planificado y sistemático deben procurarse experiencias motrices que se acoplarán con una imaginación motriz (imagen del movimiento); una adecuada disposición para aprender (motivación) y un cúmulo de informaciones (retroalimentación)) que permitirán una automatización óptima del gesto deportivo. Este programa motor tendrá como objetivo principal la obtención de la máxima capacidad coordinativa.3. 4. La imagen del movimiento
En ésta, el deportista reúne toda la información referente a la realización del movimiento, tanto externa como propia, que le permita una valor efectivo preciso. En el proceso de formar esta imagen el entrenador debe tener en cuenta:
- Como medios auxiliares se utilizan películas, fotogramas y descripciones verbales, pero la mejor fuente de información es la "propia ejecución";
- Todo tipo de representación y descripción de la técnica es una reducción de la realidad, con la consiguiente pérdida informativa.
- Para conseguir relacionar la información extrínseca, la ejecución y la percepción subjetiva del movimiento, se debe procurar la reelaboración consciente de la experiencia motora (videos, información del entrenador);
- El desarrollo de la imagen del movimiento se relaciona con la capacidad de percibir no solo la propia ejecución, sino también la de evaluar todo elemento motor y concluir en un razonamiento.
- La descripción inicial de la estructura básica del movimiento ayuda para hacer más efectivo el proceso.
- Según Bauer (1980), el ritmo es un facto fundamental para la fijación de la técnica.
4. 1. Aspectos metodológicos que hacen a la enseñanza de las técnicas deportivas
Así como analizamos desde el punto de vista de la biomecánica la estructura de las técnicas deportivas, considero importante realizar un ligero repaso a algunos aspectos metodológicos que tienen que ver con las distintas concepciones que existen en la actualidad sobre cómo abordar la enseñanza de la técnica deportiva en los deportes de conjunto.Según Blázquez Sánchez, en los métodos tradicionales el privilegio otorgado a la técnica y al entrenador como poseedor del saber, otorga a la explicación y a la demostración un papel clave, como veremos más adelante en el planteo de Nordland sobre la enseñanza del lanzamiento del tiro libre en el baloncesto.
La idea del modelo a imitar que juega el profesor o entrenador ha presidido y preside la formación básica de los cuadros técnicos en el deporte. En efecto, la convicción de que los alumnos aprenden por imitación ha llevado a que el docente deba ser un perfecto demostrador de manera que transmita una imagen perfecta (Nordland). Así, la información adecuada corresponde a la técnica perfectamente ejecutada.
Bonnet argumenta varias razones para justificar la inadecuación de la explicación y la demostración en el principiante (Bonnet, 1983):
- "La visualización de la demostración del otro y/o escuchar las descripciones técnicas no puede traducirse en realización concreta".
- "El niño/a no ha progresado copiando el gesto demostrado o expuesto por el adulto, sino por la reorganización de su bagaje motor".
- "La hipótesis de una transición directa de lo visual al acto pretendido constituye, para los debutantes, una especulación propia de las concepciones empíricas".
Según Blázquez Sánchez, el acondicionamiento del medio, el diseño de situaciones pedagógicas que promuevan determinadas respuestas es una excelente estrategia de estimulación para los aprendizajes.Otro aspecto importante a tener en cuenta en lo que hace a la fijación de una técnica tiene que ver con la repetición. El método tradicional busca lograr el desarrollo de estereotipos, es decir, automatismos que permitan un nivel máximo de economía y eficacia. Estas repeticiones se efectúan con el objeto de imitar o lograr aproximarse en la medida de lo posible a la técnica exacta o al modelo perfecto del deporte de elite. Bajo la creencia que las técnicas son idénticas y que se ejecutan siempre de la misma manera, pretenden conseguir que los debutantes las adquieran de forma mimética.
Los métodos activos consideran imposible que una respuesta se repita dos veces de la misma manera. De hecho, numerosos estudios biomecánicos y funcionales han constatado que es imposible encontrar dos gestualidades idénticas, ni siquiera realizadas por la misma persona. Por lo tanto, la repetición exacta de un gesto es imposible.
Según Riera J. (1989) "... el niño no ha aprendido nuevos movimientos, sino a coordinarlos adecuadamente en función de las exigencias del entorno". En ese contexto parece más adecuado procurar situaciones diversas que favorezcan las respuestas adecuadas en entornos diferentes, que respuestas únicas difícilmente repetibles en la realidad.
Para el aprendizaje de toda técnica deportiva, es muy importante un aspecto que es la corrección de errores en el aprendizaje. Las concepciones tradicionales analizan las respuestas o comportamientos inadaptados relacionándolos con la técnica. Es así como aparecen los errores, los defectos, las faltas que deben desaparecer para dejar paso a las correctas ejecuciones.
Blázquez Sánchez sostiene que "... en las concepciones activas, los errores son la consecuencia de la manera como el deportista es capaz de resolver y de dar soluciones al problema motor planteado. El error así comprendido, no es algo deleznable que hay que evitar a toda costa, sino la manifestación de los recursos que el principiante dispone y utiliza para enfrentarse a determinadas situaciones motrices".
En cualquiera de las dos concepciones hay un común denominador: las formas no adecuadas de solucionar los problemas motores no deben permanecer sino evolucionar.
Por otra parte, Cohen Grinvald sostiene que "... la enseñanza de la técnica dentro de la sesión de entrenamiento es una carga muy fuerte para el sistema nervioso central que debe percibir, decodificar, pensar, almacenar, enviar impulsos eléctricos a la musculatura, referencias y otras órdenes..."; carga que se verá incrementada notablemente por tener que manipular un elemento en el aprendizaje de la técnica, que supera las capacidades actuales del deportista.
Es inevitable que se produzcan fallos durante el aprendizaje de las técnicas deportivas, pero hay que considerar la diferencia existente entre los fallos y la técnica aún no formada; los fallos resultan de una ejecución defectuosa, mientras que la segunda sería la falta de amplitud en el movimiento previo al lanzamiento del balón.
Es muy importante no permitir al jugador el aprendizaje de fallos, y es condición previa para una corrección eficaz analizar la cadena causal y determinar con exactitud el punto dañado (por ejemplo: incorrecta ubicación del codo y/o toma del balón). Una de las maneras de evitar este aprendizaje por fallos será el uso de un balón acorde a las posibilidades morfo - funcionales del deportista.
Si tenemos en cuenta que, según referencias científicas actuales, el sistema nervioso central, acusa antes el cansancio que el resto de los sistemas metabólicos o cardiovascular, vegetativo, muscular, etc.; podemos hablar de un cansancio central previo al periférico, como consecuencia de la actividad motriz. Este cansancio se verá incrementado por el uso de un balón superior en tamaño y peso a las posibilidades del deportista, haciendo antieconómico el proceso de aprendizaje y fijación de la técnica.
Cohen Grinvald habla de la existencia de "... diferentes tipos de fatiga: fatiga motriz (de tipo coordinativa), fatiga mental o motivacional, fatiga músculo - esquelética, y fatiga sensorial o perceptiva."; las cuales se verán incrementadas por el uso de un implemento incorrecto para las posibilidades del jugador.
Otros autores, como Welford, han distinguido en la ejecución de una acción motriz a tres mecanismos sucesivos y fuertemente interrelacionados: "... el primero de ellos es el mecanismo perceptivo, cuya función es responder: ¿qué pasa?, a través de los órganos sensoriales, proporcionando información al organismo sobre el entorno y el propio sujeto. El segundo mecanismo corresponde al mecanismo de decisión, que responde a la pregunta de: ¿qué hacer?, escogiendo entre todas las soluciones y respuestas disponibles la más adecuada para cada circunstancia concreta. El último, corresponde al tercer mecanismo, el de la ejecución, que responde al: ¿cómo hacerlo?, y tiene la responsabilidad de la respuesta motriz.". Estos tres mecanismos aportarán una información incorrecta al sistema nervioso central, desde el aspecto de la fijación de una huella del movimiento correcta, ya que al utilizar un medio inadecuado, la misma se realizará en forma inapropiada.
Es importante señalar, en el proceso de enseñanza de las destrezas del baloncesto, que la fase de ejecución donde se produce el aprendizaje técnico se haya estabilizado, previo al desarrollo perceptivo motriz. La finalidad de este proceso es que el mecanismo decisional de esta manera podrá focalizar toda su atención en el pensamiento táctico sin preocuparse por la ejecución del movimiento que ya debe estar automatizada. Aquí nos encontramos con dos problemas: el no poder centrar la atención en los aspectos tácticos del juego por una mala técnica (producto del inadecuado tipo de balón que utiliza), y la fijación de una técnica incorrecta que producirá insatisfacción por los bajos porcentajes de conversión, la cual será luego, muy difícil de corregir.
Cohen Grinvald señala como causas importantes de los fallos en el aprendizaje de las técnicas deportivas a las siguientes: "... Interpretación inequívoca de las sensaciones motrices; se tiene una imagen inexacta y defectuosa del movimiento; cualidades motoras insuficientes; disminución de la concentración como consecuencia del cansancio, fatiga motriz, motivacional, sensorial y/o músculo - esquelética.". Considero que a esta amplia reseña de aspectos que producen fallos en el dominio de las técnicas, se le debe incluir el uso de implementos inadecuados con relación a las posibilidades morfológicas y funcionales del deportista, lo cual será punto de partida de muchos de los aspectos que Cohen Grinvald señala como productores de fallos.
Grosser y Tusker sostienen que los aspectos a considerar a la hora de corregir los fallos serán los siguientes:
- Que el jugador sepa que ha hecho mal y por qué, conociendo cómo se realiza el movimiento correcto;
- Simultáneamente con la corrección de fallos mejora la imagen del movimiento, la formación de la percepción y la visión motriz;
- Siempre se debe corregir un solo fallo a la vez, los cuales deben ser tratados de uno a uno;
- Priorizar la corrección de fallos principales a los secundarios, como también los graves a los leves;
- Los fallos debidos a condiciones motoras insuficientes deben mejorarse una vez que se hayan estructurado correctamente las capacidades coordinativas y/o condicionales correspondientes.
Siguiendo con la idea de esta investigación, considero que dentro de los aspectos a tener en cuenta sobre el origen de los fallos en la fijación de una técnica deportiva, no puede estar ausente un análisis sobre los medios que se utilizan para producir la misma. Es más, en muchos casos, con sólo corregir este aspecto, se logrará una rápida mejora en los puntos señalados por Grosser y Tusker.5. El sistema de aprendizaje de las praxis, según Jean Le Bouch
La preocupación por el gesto mecánicamente eficaz relega a un segundo plano el carácter expresivo del movimiento y el aprendizaje motor adquiere, la mayoría de las veces, la forma de una mecanización que convierte al cuerpo en un extraño para la propia persona. Esta forma de alienación es la consecuencia lógica del pensamiento dualista.Cualquiera sea el ámbito en el cual se ejercite, la mayoría de las veces, durante el aprendizaje motor, se homologa al cuerpo como un instrumento cuya regulación se realiza mediante intervención desde el exterior.
En el plano técnico, el entrenamiento intenta resolver dos problemas:
- El montaje de estereotipias motrices, que consiste en dotar al sujeto de respuestas satisfactorias teniendo en cuenta las situaciones de utilización analizadas objetivamente desde un punto de vista llamado "científico", que hace abstracción de las variaciones individuales.
- El ajuste de esas estereotipias a las situaciones reales vividas por el sujeto y que tienen siempre cierto coeficiente de indeterminación.
Naturalmente es con este segundo problema con el que tropieza el método de entrenamiento. Dos medios se pueden intentar para evitar inadaptaciones: estandarizar y fijar las situaciones al máximo, o bien, resolver el problema de una hipotética transferencia.Le Bouch destaca que: "...La perfección del automatismo no reside en el invariable eslabonamiento de las acciones musculares sino, por el contrario, en sus posibilidades de reorganización en todos los instantes de la ejecución y en el curso de las ejecuciones sucesivas".
Considero que es muy importante conocer las distintas fases en la adquisición de información en relación con la respuesta motriz, que propone Le Bouch, ya que en ellas se vislumbran las etapas que sigue todo nuevo aprendizaje.
Le Bouch distingue tres etapas:
- La fase exploratoria global durante la cual el sujeto se pone en contacto con el problema a resolver.
- La fase de disociación. Durante la primera fase el movimiento es difuso, las acciones motrices son imprecisas e implican numerosas contracciones inútiles, incluso contrarias al buen éxito. Durante la fase de disociación, el proceso de control y de inhibición actuará con el fin de seleccionar las contracciones eficaces. En esta fase, se fijará progresivamente el hábito motor.
- La fase de estabilización durante la cual los componentes del hábito motor acaban de automatizarse. Ese nuevo automatismo será aplicado inconscientemente en actividades ulteriores y en nuevos aprendizajes.
Cuando destacamos que el automatismo será aplicado en forma inconsciente, es para destacar y reafirmar nuestras hipótesis: Si la técnica se fija en forma incorrecta por el uso de un implemento inadecuado, esta técnica incorrecta será la que el jugador mantenga durante toda su vida como jugador. O visto desde otro punto de vista, el motivo de los bajos porcentajes de los jugadores del seleccionado nacional puede ser consecuencia de haber fijado un automatismo con un implemento inadecuado, el cual ahora se repite en forma inconsciente.Es importante volver a señalar algunos aspectos que tienen que ver con la fijación del gesto técnico como un automatismo, para conocer aún más los problemas que presentará al deportista el luego intentar corregir una técnica incorrecta.
El proceso de aprendizaje encuentra su expresión final en la automatización del acto que lo va a convertir en casi por completo independiente del control superior, lo cual implica la fijación de un nuevo esquema de actividad nerviosa en cuya organización interna la conciencia no debe intervenir. Durante el aprendizaje, la corteza debe, pues, apoyarse normalmente en las estructuras subcorticales y liberarse cada vez más de los detalles de la ejecución. La intervención de la corteza en los detalles de ejecución de un automatismo estabilizado es causa de torpezas.
Sabemos que los resultados del aprendizaje varían según su modo de adquisición. Cuando se adquiere un nuevo automatismo como consecuencia de un aprendizaje, aquél se estabiliza por medio de la repetición y la conciencia no interviene más que en su organización interna. Según Le Bouch: "...El automatismo que se fija mediante el entrenamiento posee un carácter rígido..."; por lo tanto, si la técnica se fija mediante un entrenamiento basado en la repetición con la utilización de un medio inadecuado, adquirirá las características de ser un automatismo rígido, lo que se verá agravado a la hora de querer corregir dicho movimiento.
Le Bouch afirma que: "...El tipo de aprendizaje por el preconizado facilita la actuación de los automatismos liberados y plásticos. No obstante, permanecen bajo la dependencia de la vigilancia cortical en la medida en que la internalización y la representación mental han sido los medios de adquisición. Ese control flexible permite modificar de manera permanente algunos detalles de ejecución, en función de las condiciones variables de realización".
Podríamos, entonces, realizar el proceso de aprendizaje de la técnica de lanzamiento de tiros libres con distintos balones de diferentes pesos y circunferencias, con el objetivo, según la visión de Le Bouch, de conseguir un automatismo flexible, el cual se realizaría correctamente, desde el punto de vista técnico, con cualquier tipo de balón. Pero no estaría considerando la relación morfo - funcional existente entre el tamaño de la pinza digital del atleta y las dimensiones del balón a utilizar.
Es importante realizar en una etapa el aprendizaje con las condiciones señaladas por Le Bouch, pero considero que cuando se busca pasar de la técnica general a la fijación de una técnica específica como automatismo, esta debe ser entrenada con el medio más apto para su realización, teniendo en cuenta las características morfo - funcionales del atleta.
Análisis kinesiológico del lanzamiento
El lanzamiento es una capacidad funcional del sistema humano y de sistemas afines, donde con mayor apreciación podemos definir el rendimiento asociado a la integración de las capacidades de los segmentos.Según Hernández Corvo: "...Los lanzamientos se pueden clasificar u organizar atendiendo a características o particularidades diversas: según la longitud de los mismos, su modo de terminación, la velocidad (la participación de una o las dos extremidades superiores), la participación del tronco en el lanzamiento, etc."
En general, encontramos actividades o fases de movimientos que pueden ser valorados como expresiones de lanzamientos, por ejemplo, los pasos y tiros al aro en el baloncesto; éstos, en verdad, los consideramos como una combinación entre empuje y lanzamiento.
Hernández Corvo señala que: "...si atendemos al tamaño del balón y las condiciones reales de la realización, se asemeja mucho más a una impulsión que a un lanzamiento, pero, por las posibilidades de la traslación, que representan factores de aceleración extra, se les puede enmarcar dentro de los lanzamientos...". Cosa que sabemos no ocurre en el lanzamiento de tiros libres, sino en los lanzamientos de bandeja.
Los tiros en suspensión con una mano, después de una corta carrera de impulsos y obstáculos (los sujetos contrarios y del mismo equipo), junto con los lanzamientos de tiros libres, rememoran mucho las impulsiones de la bala. Según Hernández Corvo: "...En los tiros por falta, las acciones de la mano, asemejan extraordinariamente a las de impulsión."
La participación del tronco es decisiva en todo tipo de lanzamiento o impulsión de un implemento. Las extremidades no podrían por sí solas resolver la complejidad de un lanzamiento.
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