La
clase de entrenamiento deportivo como eslabón fundamental del proceso de
formación y preparación del deportista
Para comenzar, se dejará establecido que este proceso es ante todo pedagógico,
con un alto componente biológico, que refleja en los atletas el logro de
transformaciones morfofuncionales y psicosociales.
Romero y Ruiz (1998) plantean: “Los resultados logrados por el deporte cubano
en el ámbito nacional e internacional son el resultado de una óptima
regulación de los componentes de la carga. Los entrenadores cubanos tienen una
vasta experiencia en la conducción de la clase de entrenamiento, sin embargo,
se impone la actualización que permita normar la estructura intrínseca de las
diferentes partes que integran la unidad o clase de entrenamiento, a fin de
enriquecer los conocimientos sobre ella, porque en última instancia, la
clase de entrenamiento es el documento-acción principal de la organización
del proceso de entrenamiento”.
La clase de entrenamiento deportivo, también conocida como unidad de
entrenamiento o sesión de entrenamiento; independientemente de la terminología
actual empleada, no se puede pasar por alto que si se pretende rescatar la
orientación didáctico-pedagógica de esta estructura hay que verla desde las
dimensiones de la Didáctica General, que según Álvarez (1999) “…es la
ciencia que estudia el proceso docente-educativo, es decir, que mientras la
Pedagogía estudia todo tipo de proceso formativo en sus distintas
manifestaciones, la didáctica atiende sólo al proceso más sistémico,
organizado y eficiente, que se ejecuta sobre fundamentos teóricos y por
personal profesional especializado: los profesores”.
De esa forma, particularizar en su esencia dentro del campo del deporte, se
parte de que en la clase de entrenamiento deportivo de desarrolla un proceso
docente-educativo (PDE), caracterizado, entre otros aspectos, por la relación
de los componentes de dicho proceso; el problema, el objeto, el objetivo, el
contenido, el método, las formas de enseñanza, los medios de enseñanza y el
resultado.
Las Indicaciones Metodológicas del Presidente del Instituto Nacional de
Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), del curso 2010-2011, (2010),
se inician con una introducción que plantea: “El INDER se mantiene entre los
organismos formadores y atiende dos líneas principales: La formación de
atletas y la del personal docente para el sistema deportivo”.
Por lo tanto hablando de “proceso formativo” o “influencia educativa”,
como no hacerlo desde la ciencia que rige estos procesos; La Pedagogía, ya que
el estudio y aplicación de las leyes de esta nos permite dirigir
científicamente la formación, o lo que es lo mismo; la educación, la
instrucción y el desarrollo de los atletas, para alcanzar altos niveles de
calidad y excelencia.
Las clases de entrenamiento pueden ser de preparación física, de preparación
técnica, de preparación táctica, de preparación teórica y mixta. La
generalidad de los entrenadores utiliza la forma mixta; ahora bien, todas las
formas o tipos de clases conllevan la preparación del hombre para la vida.
La
clase de entrenamiento deportivo. Relaciones y estructura
Para poder establecer una posición que sea coherente con la tesis planteada, en
lo relacionado fundamentalmente con el carácter netamente pedagógico del
proceso de entrenamiento deportivo (PED), se hace necesario un punto de partida,
por lo que se retomarán criterios científicos de autores dedicados a estos
temas.
Álvarez (1999) plantea: “El mecanismo que de modo sistémico se
propone para la formación de las nuevas generaciones es el proceso
docente-educativo (PDE), objeto este que se conforma como resultado de
sistematizar el conjunto de elementos, presentes en dicho objeto, que garantiza
la resolución del problema, o encargo social: la necesidad que tiene la
sociedad de preparar, de un modo eficiente, a sus ciudadanos (…), por último
el objetivo, que es el componente del PDE que expresa la configuración
que este debe adoptar, para satisfacer la necesidad de los sujetos que
intervienen en el medio externo y que por tanto resuelve el problema”
Este argumento nos sitúa ante la primera relación dentro del proceso de la
clase de entrenamiento deportivo: relación problema-objeto-objetivo.
Más adelante expresa los componentes del proceso docente-educativo y su relación,
planteando que; “La caracterización analítica del objeto se precisa
en un conjunto de componentes, a saber: el problema, como la situación de la
realidad que genera una necesidad en el sujeto que se relaciona con el mismo; el
objeto, aquella parte de la realidad portadora del problema docente; el
objetivo, como propósito o aspiración a alcanzar en el proceso; el contenido,
como cultura a apropiarse por el estudiante; el método, como modo de
desarrollar el proceso; la forma, como organización espacio-temporal del
proceso; el medio, como objetos con ayuda de los cuales se ejecuta el proceso; y
el resultado, como nivel alcanzado” (Figura 2), dando lugar a la segunda
relación: objetivo-contenido-método.
Según Oroceno (2004), la Teoría y Metodología del Entrenamiento Deportivo es
una rama de la Didáctica General y se constituye en la Didáctica Especial del
Entrenamiento que es como más apropiado podría llamársele, y citando a
Fuentes, cuando expresa: ‘En el caso de la Didáctica, el objeto lo
constituyen los procesos docentes educativos que se desarrollan’.
Continúa Oroceno; “A partir de lo anterior nace la interrogante de, ¿cuál
sería el objeto particular de la Didáctica del Entrenamiento? Dado lo ya
analizado, es el entrenamiento deportivo, que como objeto de una
didáctica especial posee sus configuraciones, funciones, dimensiones y
eslabones que contribuyen a identificarlo y que constituyen las categorías de
la ciencia”.
Hasta aquí un acercamiento a las bases científico-pedagógicas, para dejar
sentado que el proceso de entrenamiento deportivo (PED) es a su vez un proceso
docente educativo (PDE), siendo esta la relación de mayor fortaleza.
Adentrándonos más en los procesos esenciales del entrenamiento deportivo, no
podemos pasar por alto estudiar la célula básica de los procesos antes
mencionados; la clase de entrenamiento deportivo, pero a la luz de la Ley
básica del entrenamiento deportivo, o bioadaptación.
Para el análisis retomaremos la segunda relación planteada, o sea la relación
entre los componentes del PDE; el problema, el objeto, el objetivo, el
contenido, el método, la forma, los medios, y el resultado (evaluación), pero
con la particularidad propia del entrenamiento deportivo de considerar la
carga de entrenamiento como un componente clave dentro del proceso, que
deberá agregársele, estableciendo una tercera relación: relación
objetivo-contenido - (carga) - método.
Y no sería adecuado en esta tercera relación, al introducir el elemento “carga”,
dejarlo de manera ingenua al criterio empírico de que a mayor carga más
rendimiento. Este componente tan importante pasa por los complejos procesos de
adaptación del organismo de los seres humanos, según expresa Forteza (1997),
“Sabemos que la adaptación es una posibilidad que tiene el organismo para
sobrevivir. El mecanismo de adaptación fundamenta su acción en el fenómeno de
la homeostasis. Este fenómeno a su vez se basa en tratar de mantener el
equilibrio en el funcionamiento del organismo en cualquier circunstancia, a
través del equilibrio entre los procesos de síntesis y degeneración”.
Oroceno (2004), citando a Forteza plantea: “En la actividad física el
cumplimiento de una tarea motriz con su consiguiente carga de trabajo, significa
la interrupción de la homeostasis aumentando los procesos catabólicos o
degenerativos, los cuales se mantendrán hasta que dure la influencia de la
carga, casi de forma inmediata el organismo responderá a la agresión con un
aumento de los procesos constitutivos, generativos o anabólicos que estarían
encaminados a la recuperación del individuo. Estos procesos recuperatorios que
suceden al ser interrumpida la homeostasis, no solo procuran volver al punto de
partida ante el esfuerzo, sino más bien, tienden a sobrepasar los niveles
iniciales de capacidad, lo que parece ser una predisposición del organismo ante
una nueva agresión, fenómeno que todos conocemos con el nombre de
supercompensación”.
Todo atleta sometido a cargas de entrenamiento recibe la influencia externa de
factores que si no están bien dosificados, podrían convertirse en agresiones
que atentarían contra su desarrollo sostenible, y un factor esencial es el descanso,
por lo que aparece una cuarta relación de obligado estudio: la relación
trabajo-descanso.
Especificando en el aspecto relacionado con la preparación del deportista, se
conoce que ésta se compone de cinco aspectos o tipos de preparaciones;
preparación física (general y especial), preparación técnica, preparación
táctica, preparación teórica y preparación psicológica, pero también se
conoce que estas preparaciones son muy genéricas, por lo que se hace necesario direccionar
la preparación hacia aquellos aspectos que caracterizan a los deportes y que se
pueden controlar de manera específica, brindando la información real de la
situación de la preparación por direcciones del entrenamiento o del
rendimiento.
Las direcciones del entrenamiento son los aspectos que orientarán el sentido de
la preparación del deportista, que señalan no sólo el contenido de
entrenamiento, sino además, relacionan dos categorías básicas del mismo:
carga (dosificación) y el método, dando lugar a una quinta relación: relación
dirección-carga (dosificación)-método.
Para una mejor comprensión de esta relación, dentro del esquema de la clase de
entrenamiento deportivo (Figura 1), se descompone como sigue:
Figura
1. Relación dirección-carga (dosificación)-método en el esquema de la
clase
Continuando con el objetivo fundamental de este análisis, se tocará otro
aspecto, no menos importante, es la relación entre las diferentes partes de la
clase de entrenamiento deportivo, o relación metodológica, en un orden lógico
de sistematización y profundidad (Figura 2), tomando como base el criterio de
Oroceno (2004)
Figura
2. Relación metodológica de las partes de la clase
|
Parte
inicial o preparatoria
Parte
principal
Parte
final |
Desde
lo:
Didáctico-metodológico,
Psicológico
y
Fisiológico. |
La carga como elemento distintivo
de la clase de entrenamiento deportivo
Retomando la categoría carga, es bueno recordar lo planteado por Collazo
y Betancourt (2006): “La carga constituye la categoría fundamental del
entrenamiento deportivo siendo realizada a través de acciones motrices (los
ejercicios físicos) con un objetivo determinado”.
“Bajo el concepto de carga se entiende la medida fisiológica de la
solicitación del organismo provocada por un esfuerzo físico y expresado en
este, en forma de reacciones funcionales concretas de una cierta duración y
profundidad”.
Para Matveiev (1977), citado por Barrios y Ranzola (1998), plantea que la carga
es la respuesta orgánica a un trabajo físico realizado, por lo que algunos
consideran esta actividad como carga física y al efecto que produce en el
organismo del atleta como carga biológica, y continúan citando al clásico al
plantear, entonces existe una carga externa y una interna.
Para continuar el análisis de la carga, ampliaremos sobre la Ley de la
Bioadaptación o ley básica del entrenamiento, referido al síndrome general de
adaptación, conocido también como Ley de Seyle, planteada por Forteza (1998),
“Hans Seyle, endocrinólogo, señaló que frente a cualquier agente
agresor al organismo, se producen simultáneamente una serie de reacciones
típicas, en función del estímulo agresor, y otras reacciones atípicas
(siempre las mismas), independientemente de la naturaleza de los estímulos.
“Este conjunto de manifestaciones atípicas los denominó síndrome general de
adaptación (SGA) o síndrome de estrés”.
Las reacciones del organismo ante una carga dependen de: el nivel de rendimiento
individual, el estado funcional temporal del deportista, el clima, la altura con
relación al mar, etc.
Diversos sistemas de principios han abordado y abordan, hoy día en la
literatura especializada, las regularidades y tendencias de la carga pero
lamentablemente no existe a nivel internacional un consenso al respecto, cada
autor que haya abordado esta problemática del entrenamiento expone sus
criterios y opiniones.
La lista sería muy larga, por lo que solo se mencionarán algunos principios
enunciados por un grupo de autores, citados por Collazo y Betancourt (2006):
-
Principio
del aumento progresivo y máximo de las cargas. (Matveiev, 1977)
-
Principio
de lo gradual. (Ozolin, 1970)
-
Principio
de incremento de la carga física. (Harre, 1973)
-
Principio
del incremento progresivo de las cargas. (Hahn, 1987)
-
Principio
de la sobrecarga. (Volkov y Menshikov, 1990)
-
Principio
de la alternancia reguladora entre los diferentes elementos del
entrenamiento (Collazo, 2006).
En la bibliografía consultada, también muchos autores coinciden en los
componentes de la carga; como se puede constatar no existen grandes diferencias
en cuanto a definición; tanto la intensidad, el volumen y la densidad del
entrenamiento aparecen como denominador común en estas definiciones.
A manera de resumen parcial se acepta que la carga de entrenamiento, en el
conocimiento acumulado hasta ahora, presenta elementos relevantes, a saber:
La carga externa que recibe el organismo humano, no es suficiente para producir
la adaptación al entrenamiento deportivo, es necesario una sobrecarga,
caracterizada por un aumento de las intensidades y complejidades de dichas
cargas.
La bioadaptación se produce cuando la carga es repetida continuamente lo que
implica, además, que a medida que transcurre la vida del deportista se hace
necesario el aumento de la cantidad y calidad de la preparación.
La relación más importante que se establece entre los componentes de la carga
es entre el trabajo y el descanso, ella garantiza, en primer lugar el uso
eficiente de la energía y a largo plazo una preparación sostenible del
deportista.
Para aplicar la carga consecuentemente hay que tener en cuenta las
características individuales de los atletas; su nivel de adaptación (de
entrenamiento), edad, sexo, nivel de capacidades físicas y experiencia motriz.
Además del gasto energético que exige el deporte competitivo o el
entrenamiento (aerobio, anaerobio o mixto).
Los componentes de la carga más utilizados en la clase de entrenamiento
deportivo son: Duración: tiempo que dura el estímulo. Volumen:
cantidad de trabajo realizado. Intensidad: grado o fuerza del estímulo. Densidad:
relación temporal trabajo-descanso.
No se encontraron referencias relacionadas con la forma en la que se deben
compaginar los componentes de la carga dentro de la dosificación de la clase de
entrenamiento deportivo, por lo que se plantea que la misma debe ser dosificada
por sus componentes fundamentales (Figura 3), los que deberán quedar
explícitos, por ejemplo:
Figura
3. Componentes de la carga en la dosificación de la clase de entrenamiento
deportivo
Esta interrelación estará condicionada por diferentes factores a considerar,
como son:
-
Determinación y formulación del objetivo adecuado.
-
Calcular el tipo de descanso según el criterio de duración (corto, medio y
largo), el gasto energético y los métodos empleados (descanso
compensatorio y con deuda).
-
Compaginar la duración con el tiempo real.
-
Selección del método adecuado.
-
Definir las magnitudes o unidades de medida a utilizar para el volumen.
-
Tener en cuenta los procedimientos organizativos.
-
Conocer las direcciones determinantes y condicionantes del rendimiento del
deporte elegido.
Para
la dosificación de la técnica y la táctica hay que tener presente lo
siguiente:
La
dosificación para la técnica está condicionada a varios factores,
fundamentalmente al nivel de asimilación y a la etapa de preparación; si el
nivel es reproductivo es menos intenso que si fuera un nivel productivo o
creativo, igual sucede al encontrarnos en una etapa de preparación general o
cercana a la competencia. No es lo mismo el ritmo de ejecución cuando aprenden
elementos aislados que cuando se combinan y perfeccionan.
Igual
sucede con la táctica; los parámetros varían a medida que nos acercamos a la
competencia.
En
ambos casos la relación trabajo-descanso, el volumen y la intensidad estarán
en función de las necesidades del montaje de las acciones y de la asimilación
de los contenidos por parte de los atletas.
Cuando
la exigencia del trabajo técnico o táctico es baja, el parámetro más
importante es la duración; cuando demande una alta exigencia (intensidad),
entonces se planifican las cargas igual que para la preparación física.
