Desarrollo de las habilidades de lucha en el ámbito escolar. Una propuesta para primaria a través del karate |
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Facultad de Ciencias de la Educación Universidad de Granada (España) |
Carlos Rueda, David Cabello Francisco Ruiz y Juan Torres dcabello@ugr.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 57 - Febrero de 2003 |
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1. Introducción
El desarrollo de las habilidades de lucha, y en especial el kárate, en la etapa de Primaria tiene sentido desde el punto de vista de la conexión que encontramos con los elementos del currículum propuesto por la CECJA. En esta dirección vemos la relación que existe con los bloques de Conocimiento y Desarrollo Corporal (particularmente expresión y comunicación), el Juego y Salud Corporal. (CECJA, 1992)
El kárate es un recurso muy motivante para nuestros alumnos, que nos permite el empleo del juego como vehículo conductor en el aprendizaje y como modelo alternativo a la metodología tradicional de enseñanza en las habilidades de lucha (Párraga y Morago, 2000).
También apuntábamos la conexión existente entre las habilidades de lucha y los contenidos del núcleo de Conocimiento y Desarrollo Corporal. Dentro de este núcleo se encuentra más específicamente en el bloque de Expresión y Comunicación Corporal debido al empleo del cuerpo como un medio de comunicación y como instrumento expresivo en sí mismo.
Hemos hablado principalmente de la conexión con los núcleos de contenido que podemos desarrollar a través de las habilidades de lucha. Pero además, el trabajo del Kárate nos induce inevitablemente a hacer mención de los temas transversales que se recogen dentro de la misma propuesta: educación para la paz, moral y cívica, coeducación y educación para la salud. (Romero y Cepero, 2002; CECJA, 1992).
Las habilidades de lucha han sido tradicionalmente excluidas de la etapa de educación Primaria debido a la forma en que podían generan conductas agresivas y/o violentas dentro del aula (González y Sancho, 2000). Por tanto, nuestra propuesta no sólo debe estar enfocada al desarrollo de contenidos conceptuales y procedimentales, sino sobre todo, y especialmente, el trabajo de aspectos actitudinales que generen en nuestros alumnos actitudes de respeto y tolerancia.
Conectando con la propuesta curricular, debemos propiciar en nuestros alumnos un aprendizaje significativo (CECJA, 1989). Así pues, no creemos conveniente el empleo de la metodología que tradicionalmente se ha empleado en la enseñanza de las habilidades de lucha, basada en la instrucción y el mando directo (Párraga y Morago, 2000 y Terry, 2000). Proponemos una combinación de métodos (indagación, creatividad, ...) que busquen la participación significativa y la implicación activa de los alumnos en la construcción de su propio conocimiento. Sin olvidar el empleo del juego como procedimiento principal en esta tarea.
El trabajo de las habilidades de lucha favorecerá igualmente al desarrollo de las capacidades físicas (flexibilidad, resistencia y fuerza) y coordinativas. El kárate es un deporte que requiere en sí de este tipo de capacidades, pero no debemos olvidar que nos moveremos en el plano de la iniciación deportiva; por tanto no debemos profundizar en estos aspectos.
Por último, apuntar que debemos procurar el desarrollo del mayor número de experiencias motrices (sin pretender llegar a la especialización), de modo que generemos un amplio bagaje motor para un organismo en pleno proceso de maduración y desarrollo.
1.1. Conexión con los objetivos generales de la etapa de primaria:
Conocer y apreciar el propio cuerpo y contribuir a su desarrollo, adoptando hábitos de salud y bienestar, y valorando las repercusiones de determinadas conductas sobre la salud y la calidad de vida.
Actuar con autonomía en las actividades habituales y en las relaciones de grupo, desarrollando las posibilidades de tomar iniciativas y establecer relaciones afectivas.
Colaborar en la planificación y realización de actividades de grupo, aceptar las normas y reglas que democráticamente se establezcan, respetando los diferentes puntos de vista y asumiendo las responsabilidades que correspondan.
1.2. Relación con los objetivos específicos del área de educación física:
Conocer y valorar su cuerpo y la cantidad física como medio de exploración y disfrute de sus posibilidades motrices, de relación con los demás y como recurso para organizar el tiempo libre.
Dosificar el esfuerzo en función de sus posibilidades y de la naturaleza de la tarea.
Adoptar hábitos de higiene, de alimentación, posturales y de ejercicio físico que incidan positivamente sobre la salud y la calidad de vida.
2. Aspectos generales de la enseñanza de los deportes de lucha.
Proceso de enseñanza táctica basado en la transferencia constructivista horizontal. (Contreras, De la Torre y Velázquez, 2001)
Emplearemos un modelo de enseñanza basado en un modelo constructivista horizontal de transferencia, es decir, desde el análisis de las estructuras comunes de los principios tácticos en diversas modalidades de lucha, recogemos una parte general que pretende generar un aprendizaje de fundamentos y conductas tácticas básicas comunes a distintas modalidades.
Reflexión crítica sobre la metodología tradicional empleada.
Tradicionalmente se ha desarrollado el empleo de técnicas instructivas que abogaban por el empleo del mando directo, donde el alumno reproducía sistemáticamente los conocimientos aportados por el profesor. Tal vez sea esta otra razón por la cual los fundamentos de las habilidades de lucha no hayan sido incluidos en la programación de aula de diversos docentes.
Empleo del juego como alternativa a la metodología tradicional.
El juego constituye en sí un factor motivante y un elemento recreativo y lúdico muy elevado. Por ello, debemos emplearlo como el procedimiento principal en las actividades de aprendizaje.
Conceptos de flexibilidad motriz y creatividad (Méndez, 1998).
No pretendemos que el desarrollo de las habilidades de lucha conduzca a una minuciosa ejecución técnica de sus gestos. Importa el movimiento en sí; por ello, buscamos que sea el alumno quien indague en las posibilidades de ejecución y realización.
Factores psicológicos: autoestima, confianza, importancia de la autorregulación psíquica, relajación, atención selectiva, ...
No debemos olvidar que junto a los factores físicos se agrupan factores psicológicos de especial atención en estas edades. Debemos estimular en los alumnos actitudes que desarrollen autoestima, confianza en sí mismos, una atención selectiva, relajación, ...
Feedback.
Considerado como uno de los aspectos esenciales en la puesta en práctica de la propuesta. El docente debe ser en primer término quien suministre una retroalimentación positiva sobre la práctica que más tarde, y como complemento a los factores psicológicos, deberá ser desarrollado por el alumno: que el propio alumno valore su conducta.
Capacidades necesarias: capacidades físicas y capacidades coordinativas.
Como apuntábamos, las habilidades de lucha no requieren del amplio desarrollo de estas capacidades. Sin embargo si debemos considerar un nivel mínimo en torno a capacidades como: control y conocimiento del cuerpo, equilibrio y estabilidad corporal, tono muscular, velocidad segmentaria, tiempo de reacción, amplitud de movimiento (elasticidad muscular y movilidad articular), coordinación dinámico general, óculo manual y óculo pédica, estructuración espacio-temporal, ... (Párraga y Morago, 2000).
Ampliación del bagaje motor; experiencias motrices.
Uno de los objetivos básicos que se pretenden es desarrollar en el alumno un gran abanico de posibilidades motrices que repercutan en la formación de su esquema corporal y que se transfieran a todos aquellos aspectos de la vida cotidiana en que sean necesarios.
Procesos de tratamiento de la información: situaciones sociomotrices que se generan.
Las habilidades de lucha en sí generan numerosas situaciones sociomotrices en las que intervienen los procesos de recepción de la información, elaboración de la respuesta y ejecución. Por tanto, debemos prestar especial atención de modo que el alumno sea capaz de ajustar la respuesta a la situación con presteza.
Comunicación interna (¿cómo soy?, ¿cómo estoy? y ¿cómo mejoro?) y contracomunicación. Planteamiento investigativo.
En conexión con el apartado anterior. No debemos centrarnos solamente en el desarrollo de los aspectos externos de esta comunicación: comunicación con el oponente (contracomunicación), sino que deberemos propiciar el análisis de sus acciones, fomentando el desarrollo de sensaciones propioceptivas e interoceptivas.
3. Las habilidades de lucha en el ejemplo del kárate.3.1. Técnicas ofensivas.
Oi-zuki: ataque básico de puño. La colocación de las piernas es la misma que en la guardia. El brazo igual a la pierna adelantada está totalmente extendido, con el puño cerrado y la palma orientada hacia abajo. El otro brazo queda totalmente flexionado y pegado al cuerpo lateralmente a la altura de la cintura, con el puño cerrado y la palma orientada hacia arriba.
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