La clasificación deportiva en el atletismo juvenil cubano | |||
Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Profesor Titular del Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo de La Habana, Cuba. Profesor Principal de la Maestría Profesional en Atletismo y de la Mención Atletismo de la Maestría en Metodología del Entrenamiento Deportivo. Licenciado en Cultura Física y profesor de Educación Física, Especialista en Atletismo. |
Edgardo Romero Frómeta lpacios@infomed.sld.cu (Cuba) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 57 - Febrero de 2003 |
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Introducción
Desde tiempos inmemoriales casi todas las acciones del hombre han estado ligadas al movimiento. El atletismo, con sus actividades naturales como son el correr, saltar y lanzar, probablemente lo inició en las actividades competitivas, en el afán de obtener mayores productos de la caza... y las hazañas físicas comenzaron a ser rectoras en su empeño por superar a otros hombres, surgiendo así, con el decursar del tiempo y el desarrollo tecnológico, las marcas deportivas.
¿Cómo imaginar a Donovan Bailey con sus 9.84 segundos electrónicos en 100 m en Atlanta '1996 competir con Thomas Burke en Atenas '1896, con sus 12,2 segundos manuales en 100 m, a 100 años de diferencia, para ganarle 2.56 segundos en tiempo y entrar a la meta aproximadamente 30 m antes? Es una constante en el hombre la lucha incesantemente para demostrar su superioridad sobre otros hombres y el deporte no ha escapado a esa lucha. En la práctica es muy sencillo determinar cuáles son los deportistas relevantes, pues ellos marchan a la cabeza. Sin embargo, en Cuba existían dificultades al pretender clasificar el desempeño de miles de practicantes juveniles, que realizan este deporte. A juicio del autor esas dificultades estaban íntimamente asociadas con la inexistencia de una clasificación que normara el rendimiento deportivo de los atletas juveniles de este deporte.
La práctica común en el atletismo cubano ha estado centrada en determinar la clasificación deportiva por el orden en que culminan los atletas en las competencias, ya que ella define quién es el primer lugar, el segundo o el octavo. ¿Pero realmente ese orden determina sus perspectivas futuras? Así tenemos, que a la par de la perseverancia de los entrenadores por romper un récord y clasificar para las diferentes competencias internacionales, crece otra, que es el poder definir los niveles competitivos de los atletas bajo su formación, mientras transitan por el proceso de entrenamiento a largo plazo.
Le resulta claro al autor, que la inexistencia de una clasificación del desempeño deportivo, restringe la definición de una estrategia acorde con las debilidades y fortalezas que tienen lugar en cada una de las disciplinas atléticas, pues es muy complicado no sólo definir los niveles de la reserva, sino también la calidad de la matrícula en los centros deportivos juveniles del país.
Esta es una de las limitaciones que pueden afectar la organización racional del atletismo juvenil cubano, pues las investigaciones han demostrado que “existen ideas acerca de que los altos éxitos deportivos en la edad infantil y juvenil son una garantía rigurosa de elevados éxitos deportivos en el futuro…se demuestra que uno o dos años después de haberse rebasado la edad juvenil, entre los 25 mejores predominan los deportistas que a la edad juvenil no habían figurado entre los diez mejores”1.
Se considera, en el plano metrológico, que en la práctica deportiva se emplean como criterios de control los resultados de las competencias y los indicadores que caracterizan las particularidades de la actividad competitiva para cada deporte en concreto, los cuales son complementados con tests de control diversos.
La actividad competitiva, fundamenta Zasiorski V.M (1989), representa una competencia organizada bajo determinadas reglas, con el objetivo de revelar y comparar objetivamente la maestría deportiva. La efectividad de la actividad competitiva se evalúa por el resultado mostrado en las competencias o por el grado de cercanía al resultado previsto.
La elaboración de una clasificación del rendimiento deportivo parte de la consideración, de que el atleta siempre tendrá en mente un objetivo final, como razón de ser culminante del entrenamiento a largo plazo, sin embargo, tendrá también objetivos parciales, asociados con los diferentes niveles de las categorías deportivas y con los ritmos de crecimiento de las marcas, que deberá alcanzar en las diferentes etapas de ese proceso. La lucha por la consecución de esos objetivos es parte de la formación que debe recibir el deportista para alcanzar sus aspiraciones, de acuerdo con la autovaloración que él realiza de su actuación.
En Cuba también se ha venido confrontando esa dificultad y con el objetivo de clasificar el rendimiento deportivo de los practicantes juveniles del atletismo competitivo cubano, se realizó el estudio con una muestra de 6637 atletas juveniles, de los cuales 3744 se corresponden con las mejores marcas del mundo del período 1995-1997 y los 2893 restantes están asociados con los mejores resultados juveniles del ranking nacional cubano de similar período.
Los MÉTODOS utilizados en el desarrollo de la investigación estuvieron determinados por el objetivo general. Se emplearon, de forma dominante, el análisis de fuentes documentales y la estadística descriptiva e inferencial, mediante el empleo de la combinación de la Distancia de Mahalanobis para el promedio las 10 mejores marcas con los percentiles que regulan las normas, en dependencia del protagonismo deportivo.
Los resultadosLos fundamentos científicos de la investigación se sustentan, en que dentro de los objetivos del control integral del deportista, el registro de las particularidades de la actividad competitiva constituye una parte muy importante de ese control. En ese sentido, los indicadores del control integral dependen del objetivo que se trace y están íntimamente asociados con la necesidad de la evaluación multilateral del nivel de preparación del deportista y la existencia de un mínimo de pruebas que permita obtener la información suficiente.
En correspondencia con el objetivo, en la investigación se determinan dos niveles competitivos: uno internacional y el otro nacional, para sentar las bases del establecimiento de los niveles de la reserva del país. Para ello fueron establecidas 5 categorías deportivas que se definen de la forma siguiente:
Atleta Juvenil Internacional de Clase A.
Atleta Juvenil Internacional de Clase B.
Atleta Juvenil Nacional de I Categoría.
Atleta Juvenil Nacional de II Categoría.
Atleta Juvenil Nacional de III Categoría.
Para ser merecedor de una de esas categorías, el atleta debe realizar una de las marcas que se norman en las tablas No.1 y No.2.
En igual sentido, se consideró que la actuación relevante de un atleta juvenil cubano en la arena competitiva internacional, lo hace acreedor de una categoría deportiva, cumpla o no la marca que se norman en las tablas referidas.
En correspondencia con la actuación destacada en competencias internacionales, se norman los siguientes requerimientos:
A un atleta juvenil cubano, independientemente de la marca que realice, le será otorgada la categoría deportiva de Atleta Juvenil Internacional de clase A si cumple, al menos, uno de los siguientes requerimientos:
Es finalista del Campeonato Mundial Juvenil de Atletismo.
Está ubicado entre los 50 mejores juveniles del mundo en el año.
Es finalista de los Juegos Panamericanos.
Tabla No.1: Normas de clasificación de los atletas juveniles en el atletismo cubano. Sexo femenino.
En ese mismo sentido, a todo atleta juvenil cubano, independientemente de la marca que realice, le será otorgada la categoría competitiva de Atleta Juvenil Internacional de Clase B si cumple el requisito de ser medallista en unos Juegos Centroamericanos.
En correspondencia con lo explicado, el atleta juvenil puede acceder a una categoría de nivel internacional si cumple una marca dada o si realiza una actuación relevante en una competencia internacional, considerando el lugar que obtiene en esa competencia.
En el proyecto se vinculan los resultados deportivos de los atletas cubanos y la estimulación moral, con distintivos, característicos para cada categoría deportiva.
Tabla No.2: Normas de clasificación de los atletas juveniles en el atletismo cubano. Sexo masculino.
La clasificación está concebida, para que cada cuatro años, al comenzar el nuevo ciclo olímpico, se haga vigente una nueva, según los resultados mostrados por los atletas en Las Olimpíadas del 2001-2004 y posteriores.
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