|
|
---|---|
Metodología observacional. Análisis cuantitativo y cualitativo |
|
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 56 - Enero de 2003 |
2 / 3
En estas 9 categorías la abreviatura nos indica en primer lugar, con la letra “B” que nos referimos al bloqueo, luego otra letra, “I”, “D” o “T”, en función de si el bloque es individual, doble o triple, respectivamente, seguidamente el número de la zona en la que se produce el mismo, y por último, un segundo número que nos indica el grado de apertura que exponemos y explicamos a continuación:
Consideramos que el éxito en el bloqueo radica en que el balón proveniente del remate del jugador del equipo contrario, no pase la red y llegue a nuestro campo, o que llegue controlado de la mejor forma posible, después del impacto en nuestro bloqueo. Los matices son:
Éxito y punto directo: El bloqueo se realiza, el balón no pasa a nuestro campo y el rechace hace que este impacte contra el suelo del equipo contrario sin que ningún otro jugador contacte con él, lo cual significa un punto para el marcador de mi equipo.
Éxito y sigue el juego: El bloqueo se realiza, el balón impacta en él y el mismo continua hacia nuestro campo de forma contralada, prosiguiendo el juego por parte de nuestro equipo.
Éxito y punto para mi equipo por error del contrario: El bloqueo se realiza y el balón proveniente del remate del jugador del equipo contrario o sale fuera de los límites establecidos en el reglamento (incluye el tocar varilla), o se estrella con la red o por cometer alguna falta al reglamento, lo cual significa un punto para el marcador de mi equipo.
No éxito y sigue el juego: El bloqueo se realiza y no se consigue ni interceptar el balón, ni evitar que el mismo pase a nuestro campo y el juego continua.
No éxito y punto para el equipo contrario por error de mi equipo: El bloqueo se realiza, no se intercepta el balón, ni se evita que el mismo pase a nuestro campo, ni se continua el juego, por la consecución de un error por parte de mi equipo en la ejecución del mismo (falta al reglamento, rechace de nuestro bloqueo fuera) o en la acción técnica inmediatamente posterior a la ejecución del bloqueo (defensa del remate).
En estas 7 categorías la abreviatura nos indica en primer lugar, con la letra “F” que nos referimos a la finta, seguidamente el número de la zona a la que va dirigida dicho finta y por último, un segundo número que nos indica el grado de apertura que exponemos y explicamos a continuación:
Consideramos que el éxito en la finta radica en que el balón pase al campo contrario y se consiga punto para el marcador de nuestro equipo. Los matices son:
Éxito y punto directo: La finta se realiza y el balón toca suelo del equipo contrario, sin que ningún jugador de este equipo tome contacto con el mismo, lo cual significa un punto para el marcador de mi equipo.
Éxito y punto para mi equipo por error del contrario: La finta se realiza y se produce un error en la defensa que propicia que el balón tome contacto con el suelo, que el rechace de su bloqueo salga fuera de los límites establecidos o que algunos de sus jugadores comentan faltas al reglamento, lo cual significa un punto para el marcador de mi equipo. Aunque en primera instancia la finta no es exitosa, luego debido al error contrario se convierte debido a la consecución del punto.
No éxito y sigue el juego: La finta se realiza, el balón pasa al campo contrario, es defendido y el juego continua.
No éxito y punto para el contrario por error de mi equipo: La finta se realiza, pero esta o se estrella en la red, o sale fuera sin que lo toque jugadores del equipo contrario (incluye el tocar varilla), lo cual significa un punto para el marcador del equipo contrario.
El REGISTRO se realizó en la temporada 2000/01, el 30 de Abril del 2.001 desde las 18:00 a 20:03 de la tarde en el pabellón polideportivo Cruz de Piedra de Las Palmas de Gran Canaria. Se filmó, con los materiales ya indicados, un partido del Campeonato de Canarias de Voleibol correspondiente a la fase de clasificación para el Campeonato de España, perteneciente a la categoría juvenil masculina, entre el C. V. Guaguas Las Palmas y el C.V. Arona de Tenerife.
4. Resultados y análisis de los datos obtenidos3.1. Resultados
En una primera aproximación los datos que obtenemos, después del registro en función de nuestro sistema categorial, los reflejamos en tablas por sets, presentando a continuación el ejemplo del primer set del partido:
Nos damos cuenta de la cantidad de datos que podemos llegar a poseer, sin llegar aún al estudio en función de los grados de apertura, aunque ya en esta primera aproximación apreciamos como en las tablas podemos mostrar todas las acciones realizadas por cada equipo en cada set, además de estar secuenciadas dentro del mismo y secuenciadas con respecto al equipo rival.
3.2. Análisis de los datos obtenidosA raíz de los datos obtenidos, y sin llegar a un nivel de concreción estadístico no demasiado elevado, podemos llegar a obtener, gracias a la estructura categorial desarrollada por nosotros, datos referidos no sólo al aspecto cuantitativo de las acciones, sino además datos referidos al aspecto cualitativo de las mismas, es decir, a la eficacia de las acciones de cara a la consecución del éxito deportivo.
Es por ello, que podemos llegar a estudiar cada una de las acciones por separado en función del grado de apertura de cada categoría, con el fin de obtener datos de cada equipo referidos a la eficacia de las acciones.
Antes de comenzar la presentación de datos hay que aclarar que en las tablas cada número que aparece cuantificando una acción concreta (ej: S12) no sigue una secuenciación, sino que se coloca el grado de apertura según vaya apareciendo en el registro de las acciones del equipo, y por tanto, cada carácter que aparezca significara una unidad (ej: 2, 3, 2, 3, 4, 4, 3, 2, total=8).
Con estos datos podemos obtener firmes referencias susceptibles de ser comparadas entre ambos equipos, con el único fin de poder dar razones tangibles al éxito o fracaso de nuestro equipo, o simplemente para justificar la mejora o no en la eficacia de las acciones realizadas. Es en este apartado donde nos daremos cuenta de los fallos y aciertos cometidos por ambos equipos en cada uno de los sets, pudiendo analizar las acciones que hay que mejorar, o al contrario, las acciones que siendo suficientemente eficaces, habrá que prestarles un poco menos de atención en los entrenamientos para suplir otros defectos. Es por esta razón por la que exponemos un ejemplo de cómo serían estas tablas de resultados en función de los grados de apertura, además de cuantificar las acciones, por sets, obtenidas del análisis cuidadoso de los primeros datos de nuestro registro observacional.
SAQUES: Los resultados obtenidos en el primer set de cada equipo son los siguientes:
REMATES: Los resultados obtenidos en el primer set de cada equipo son los siguientes:
BLOQUEOS: Los resultados obtenidos en el primer set de cada equipo son los siguientes:
FINTAS: Los resultados obtenidos en el primer set de cada equipo son los siguientes:
Sólo hemos representado a modo de ejemplo los resultados referidos al primer set referido a cada una de las acciones técnicas, para mostrar como sería en cada uno de los sets de todo el partido.
Gracias a estos resultados podremos analizar cuales son las acciones más eficaces, como ha sido la eficacia en cada una de las acciones y en cada zona del campo, etc..., en fin, podremos obtener datos suficientes que nos aporten referencias para poder saber hacia donde deben dirigirse nuestros entrenamientos, claro está, en función también de mi rival. Pero sin duda, y pasando a un nivel de concreción mayor, los datos globales del partido serán los mejores indicadores para ofrecernos ayudas en la planificación de los entrenamientos de nuestro equipo y para conocer las estrategias y forma de jugar de nuestros adversarios.
El ANÁLISIS DE LOS DATOS GLOBALES DEL PARTIDO de cada equipo, nos servirá de gran ayuda, no sólo a la hora de preparar a nuestro equipo para las competiciones venideras, sino también para analizar cuidadosamente a los futuros equipos rivales con el fin de poder saber de antemano cuales son sus preferencias de juego. Las preferencias de los equipos contrarios deberemos entenderlas como los hábitos de juego de un equipo, es decir, analizar por que zona ataca más, donde falla más el bloqueo, cuales son los saques que más utilizan, en que acciones son más eficaces, etc... A fin de cuentas, podremos obtener un patrón de mi equipo, que me ayudará a la hora de planificar y realizar los entrenamientos y un patrón de mis futuros rivales gracias al cual podré preparar mejor los enfrentamientos, o por lo menos, con una cierta ventaja, ventaja que sin duda puede que sea la que marque el éxito o fracaso de mi equipo. En este sentido, este sistema categorial responde claramente a este propósito.
A continuación analizamos los datos globales del partido por equipo, teniendo en cuenta que el partido lo gano el C.V. ARONA por tres sets a dos. Es por ello que analizaremos sólo los datos del equipo ganador del partido a modo de ejemplo.
C.V. ARONAEl número total de acciones categorizadas realizadas ha sido de 374 acciones.
Los saques representan el 26 % de las acciones totales realizadas durante todo el partido. Analizando los saques por zonas obtenemos que el 39 % se dirigen hacia zona 5, el 28 % hacia zona 6, el 23 % hacia zona 1, el 6 % de los saques o no han pasado la red o han salido fuera de los límites espaciales marcados en el reglamento de competición, el 2 % hacia zona 4, y por último, el 1 % hacia zona 3. En este caso, todas las zonas, menos la zona 2, han sido las utilizadas para realizar los saques, lo que nos muestra una idea mucho más imaginativa y abierta de este equipo para crear juego diferente, distinto y sorpresivo ante el rival, lo que consigue evitar el acomodamiento del contrario a la hora de recibir los saques.
En función del grado de apertura obtenemos que el 89 % de los saques siguieron con el juego, es decir, se saca y se sigue el juego, el 4 % de los saques fueron puntos para nuestro equipo debido a errores cometidos por el contrario, el 1 % fueron puntos directos para nuestro equipo, y por último, el 6 % de los saques fueron regalos de puntos para el equipo contrario, un total de 6 puntos en todo el partido, menos de la mitad que el equipo contrario. En este caso un 1 % de los saques (un saque) fueron puntos directos para este equipo y un 4 % (cuatro saques) fueron puntos para este equipo por errores del equipo contrario. La zona 5 se demuestra como la más eficaz para conseguir puntos, tanto puntos directos como puntos por errores cometidos por el equipo rival.
Los remates representan el 33 % de las acciones totales realizadas durante todo el partido. Analizando los remates por zonas obtenemos que el 54 % se realizan desde la zona 4, el 26 % desde la zona 2, el 11 % desde la zona 3, el 5 % desde la zona 1, y por último, el 5 % desde la zona 6. La zona 4 ha sido la zona atacante por excelencia de este equipo, como hemos podido comprobar, aunque todas las zonas, excepto la zona 5, han tenido participación atacante en el transcurso del partido, y más aún, en comparación el equipo contrario. Pero, ¿es también la más efectiva?
En función del grado de apertura obtenemos que sobre el total de remates que se realizaron por zona 1 (6), obtenemos que un 0 % fueron puntos directos, un 17 % fueron puntos para el equipo por errores del contrario, un 33 % no tuvieron éxito pero continuaron con el juego, y por último, un 50 % fueron puntos para el equipo contrario por errores cometidos por el equipo. En cuanto al total de remates que ser realizaron por zona 2 (32), obtenemos que un 6 % fueron puntos directos, un 19 % fueron puntos para el equipo por errores del contrario, un 44 % no tuvieron éxito pero continuaron con el juego, y por último, un 31 % fueron puntos para el equipo contrario por errores cometidos por el equipo. En la zona 3 (14) obtenemos que un 14 % fueron puntos directos, un 43 % fueron puntos para el equipo por errores del contrario, un 21 % no tuvieron éxito pero continuaron con el juego, y por último, un 21 % fueron puntos para el equipo contrario por errores cometidos por el equipo. Por la zona por donde más ha atacado este equipo, zona 4 (67), obtenemos que un 10 % fueron puntos directos, un 28 % fueron puntos para el equipo por errores del contrario, un 43 % no tuvieron éxito pero continuaron con el juego, y por último, un 18 % fueron puntos para el equipo contrario por errores cometidos por el equipo. En la zona 6 (6) obtenemos que un 17 % fueron puntos directos, un 33 % fueron puntos para el equipo por errores del contrario, un 50 % no tuvieron éxito pero continuaron con el juego, y por último, un 0 % fueron puntos para el equipo contrario por errores cometidos por el equipo.
Hemos podido comprobar que la zona 4 con 26 remates, que han propiciado puntos para el equipo, ha demostrado ser la zona más efectiva del equipo seguida de la zona 2 y la zona 6 con 8 remates cada una, la zona 6 con 3 remates, y al fin, la zona 1 con 1 remate. En el número total de remates de todo el partido obtenemos que un 37 % (46) han permitido sumar puntos al marcador de este equipo, ya sea a través de puntos directos (10 %, 12 remates) o gracias errores cometidos por el contrario (27 %, 34 remates), mientras que, un 41 % (51) han sido remates sin éxito pero con los que se ha continuado el juego, y por último, un 22 % (28) que han sido remates que han propiciado la consecución de puntos para el equipo contrario por los errores cometidos por este equipo.
Un dato curioso que se produce, es que a pesar de que ambos equipos tienen porcentajes similares en lo que respecta a los puntos conseguidos por remates directos y por errores del contrario, y teniendo en cuenta, que este equipo ha realizado menos remates que el equipo contrario, sin embargo, es este equipo el que gana el partido, aunque está claro, esta no es la única acción a través de la cual podemos conseguir puntos, pero si es cierto que es la principal y más importante, a la que mayor atención debemos prestar, y en la que es de especial interés mejorar su eficacia.
Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 8 · Nº 56 | sigue Ü |