Peligros de la actividad física con niños en el trópico |
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Profesores Departamento de Acción Física Humana Universidad de Caldas (Colombia) |
Santiago Ramos Bermúdez Javier Taborda Chaurra sanramos@yahoo.com |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 54 - Noviembre de 2002 |
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Introducción
Un verdadero atentado contra la salud de los niños representa realizar las clases de Educación Física y las actividades deportivas en condiciones de elevado calor y humedad o bien elevaciones considerables sobre el nivel del mar, en el trópico. En Colombia como en los demás países situados en el trópico o cerca de él, los niños que viven a menos de 1.000 msnm se ven obligados a realizar actividades físicas en condiciones que combinan temperaturas elevadas (por encima de 30ºC) con elevada humedad del aire (sobre 85%), condiciones en las cuales realizar actividades intensas es peligroso, poco eficaz e indudablemente irresponsable. Al otro extremo, los niños residentes en altitudes mayores a 2.500 msnm también están expuestos a las condiciones extremas del medio.
Unido a estos factores de riesgo, algunos profesores y entrenadores prohíben a sus alumnos la ingesta de líquidos durante las prácticas, tachándola de “flojera, cobardía” y adjetivos similares. También amparados en la peligrosa combinación de autoridad-ignorancia, llegan a obligar a niños enfermos, en estados agudos de enfermedades infecciosas, a realizar las prácticas de educación física o deporte, con lo que fácilmente llevan a patologías mucho más graves que las preexistentes.
La exposición prolongada al sol durante la infancia puede aumentar el riesgo de cáncer de piel y el envejecimiento causado por el sol sobre la piel (20). La incidencia de esta enfermedad mortal es creciente en los asentamientos de montaña y ladera, principalmente en personas de piel blanca. En el trópico el sol incide más verticalmente y prácticamente durante todo el año, aumentando considerablemente la exposición a las radiaciones ultravioletas.
Fisiología del ejercicio en calorDurante la actividad física, el ejercicio físico y el deporte, los músculos aumentan la producción de calor, cuyo exceso debe ser disipado para evitar el sobrecalentamiento del núcleo central del cuerpo (10) con los peligros de choque calórico y muerte. El organismo pierde calor de diferentes formas, tendiendo siempre hacia la homeostasis, puesto que la vida solo es posible dentro de unos márgenes relativamente estrechos de varios parámetros (temperatura corporal y del ambiente, acidez interna). El calor corporal, cuando la temperatura ambiente es inferior a la corporal se pierde por radiación y conducción (70%), evaporación del sudor (27%), respiración (2%) micción y defecación (1%) (12)
Al disminuir el volumen circulatorio total se produce sed y disminuye la sudoración para mantener la presión arterial, lo cual reduce aún más la posibilidad de perder el calor excedente.
En adición a esto, los niños tienen algunas diferencias en sus respuestas fisiológicas al ejercicio en calor, por ejemplo, la velocidad de transpiración por metro cuadrado de piel y la velocidad de transpiración por glándula son más bajas, el calor metabólico de la locomoción, la cantidad de glándulas sudoríparas activadas por el calor y el flujo sanguíneo a la piel son más altas, el tiempo de tolerancia al ejercicio es más corto, la aclimatación al calor es más lenta y el aumento de la temperatura central por deshidratación es más rápida (3).
Esta combinación de respuestas hace que, en general, el niño tolere peor el aumento de la temperatura central por ejercicio en medio cálido. Adicionalmente, entre más pequeño sea el niño, mayor es el exceso de producción de calor, pudiendo ser del 25 al 30% más en un niño de ocho años que en un adulto. Además, la temperatura a la cual se activa el mecanismo de transpiración es mayor en el niño, haciéndole perder tiempo importante para empezar a regular la temperatura por este mecanismo. (3).
Consideración especial merecen los niños con sobrepeso u obesidad, pues la capa aislante (grasa) que los rodea empeora su situación, aumentando rápidamente su temperatura rectal y frecuencia cardiaca (2); además debido a que su capacidad aeróbica es menor (3, 13), cuando son obligados a trabajar al mismo ritmo de sus compañeros más delgados, su esfuerzo es mayor, aumentando aún más la producción de calor (2).
Regulación de la temperatura en media y alta montañaEn las montañas, la temperara disminuye a razón de 1ºC por cada 200 m. de elevación. La presión parcial del oxígeno va disminuyendo en proporción con la presión atmosférica total, lo que determina una disminución gradual de la capacidad para realizar esfuerzos aeróbicos. Mientras que al nivel del mar la presión atmosférica total es de 760 mmHg., a 2000 m.s.n.m. es de 596, a 3000 es 526 y a 4000 es 462.
Adicionalmente, el aire más seco elimina rápidamente agua a través de la respiración. Esta combinación de factores hace que la deshidratación se presente rápidamente, propiciada por poca sensación de sed debida al frío.
El frío, por otra parte, provoca vasoconstricción periférica, en un intento del organismo de disminuir las pérdidas de calor a través de la piel. La sangre, que ha disminuido en su volumen, se torna más espesa (viscosa), lo que unido a la vasoconstricción periférica dificulta la nutrición de algunas zonas más alejadas del núcleo y expuestas al aire, como nariz, orejas y dedos de las manos. Los dedos de los pies, si bien suelen estar abrigados, si llegan a mojarse quedarán gravemente expuestos a sufrir los rigores de la hipotermia, pudiendo llegar al congelamiento.
La deshidratación en la altitud se debe casi exclusivamente a la pérdida de agua, siendo mínima la disminución de electrolitos.
Efectos de la deshidratación sobre la capacidad de rendimientoEl volumen del líquido extracelular está regulado principalmente por el sodio (Na+) en las bajas altitudes, y los mecanismos que lo controlan son los encargados de mantener el líquido extracelular. Pérdidas importantes de agua, por encima del 2% del peso corporal determinan una disminución de la capacidad funcional; cuando llegan al 5% producen el agotamiento (incapacidad de seguir realizando actividad física), y si llegan al 7% pueden producir choque calórico y muerte. Un estudio con corredores mostró que una deshidratación del 2% inducida por diuréticos produjo una disminución del 6 a 7% en la velocidad de carrera (17). Cada litro de agua perdida por sudor puede causar un incremento en la frecuencia cardiaca de 8 p/min, una disminución de 1 litro de gasto cardíaco y un aumento de 0,3ºC. en la temperatura corporal (6).
La disminución de la capacidad de rendimiento físico es resultado de la incapacidad del sistema cardiovascular de mantener el mismo gasto cardíaco (14), debido a la disminución del volumen sanguíneo y un menor llenado ventricular de tal magnitud que no es posible compensarlo con el aumento de la frecuencia cardiaca (15)
El síncope de calor se presenta con desmayo, precedido por mareo, lo cual ocurre cuando la persona permanece mucho tiempo de pie en un ambiente caluroso y la sangre se acumula en las piernas y la piel, disminuyendo la presión arterial haciendo que llegue poco oxígeno al cerebro. (29) El agotamiento por calor determina la incapacidad para seguir activo y puede acompañarse de calambres y fatiga extrema. El golpe de calor es mucho más severo y puede ser mortal, se caracteriza por desorientación, agotamiento, piel seca, y pérdida de la conciencia (20).
Efectos de la combinación de calor excesivo y humedadEl estrés por calor ambiental es resultado de la combinación de la temperatura del aire, la velocidad del viento, la humedad relativa y la radiación solar (2). El Colegio Americano de Medicina del deporte (ACSM) ha establecido unos niveles de riesgo para la Temperatura de Globo y Bulbo Húmedo (WBGT), siendo muy alto cuando es mayor de 28º C.; entre 23º C. y 28º C. el riesgo el alto; entre 18º C. y 23º C. el riesgo es moderado y por debajo de 18ºC. es bajo, para adultos corredores vestidos con camiseta, pantaloneta y zapatos de carrera (16).
En un ambiente cálido, la mayor carga de pérdida de calor la asume la evaporación del sudor, pudiéndose perder 0.6 kcal por cada gramo de agua evaporada. Sin embargo cuando aumenta la producción de sudor por el ejercicio físico, entra a jugar papel importante la humedad del aire circundante, pues si ésta es elevada, es decir está más saturada de agua que lo normal, recibirá una menor cantidad de humedad proveniente del sudor del sujeto acalorado. De manera que al realizar ejercicio en ambiente cálido y húmedo aumenta notablemente la temperatura corporal y las posibilidades de contrarrestarlo por medio de la sudoración disminuyen. La reposición de líquidos durante el ejercicio
La importancia de la adecuada reposición de líquidos durante el ejercicio físico tienen tres componentes: promoción de la salud, seguridad y rendimiento físico óptimo.
Un aspecto fundamental es la educación para que los niños residentes en climas cálidos y húmedos aprendan a hidratarse adecuadamente antes, durante y después de las actividades física.
En las alturas, es también importante educar a los niños para que se hidraten, independientemente de la baja sensación de sed, algunas veces asociada con el frío.
Si el líquido es solamente agua, diluirá rápidamente el sodio plasmático disminuyendo la sensación de sed, aun sin haber completado la rehidratación. Por tal razón es preferible agregarle una pequeña cantidad de sal y de carbohidratos. El ejercicio en altitudes medias y altas
Las personas aclimatadas a las alturas poseen niveles aumentados de hematocrito y hemoglobina, que les permiten un mayor transporte de oxígeno a los tejidos. No obstante, la capacidad de realizar esfuerzos intensos y prolongados puede verse afectada, por lo que es necesario regular la duración e intensidad del esfuerzo.
La disminución del grosor de la capa de atmósfera que está sobre sus cabezas, hace que los rayos ultravioletas del sol sean más fuertes y produzcan quemaduras en menor tiempo, lo que obliga a utilizar gorras o pañoletas y camisetas de manga media o larga. Esto se ve agravado cuando los residentes en alturas son de piel blanca, lo cual les confiere una menor capacidad de adaptación (bronceado), siendo peores las quemaduras y mayor el efecto acumulativo que suele desembocar en cáncer de piel, principalmente en nariz, orejas, cuello y hombros.
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