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    Otro aspecto que se desprende de casos como el TKD y el WS, y del cual podríamos discutir mucho es referente a esta cuestión: tanto en el caso del TKD, donde su creador dirige la Federación “disidente” o “no oficial”, o del WS, donde luego de la revolución de Mao se cerraron todos los Templos, prohibieron gran parte de manifestaciones culturales y los monjes tuvieron que emigrar, a Taiwán por ejemplo, donde si se mantuvo la tradición... ¿podemos decir que la verdad/calidad/conocimiento/maestría se encuentra 100% en el ámbito reconocido oficialmente?. Mi reflexión apunta a tener una visión más amplia que aquella que descarta como mentira o invento a toda aquella disciplina no reconocida oficialmente o a Maestros sin diplomas, cuando todos sabemos que el fenómeno Federativo es reciente y hablamos de disciplinas con siglos de historia.

    Volviendo a las Disciplinas en camino Olímpico, demás está decir que todas ellas tienen paralelamente sus corrientes no deportivas, incluso dentro de aquellas que nacieron con objetivos netamente deportivos hay Asociaciones y/o Profesores que pregonan una visión más cercana al contenido de las Artes que le dieron origen

    Como expuse con anterioridad, estas nuevas disciplinas que nacieron a partir de un AM, las Escuelas que fueron especializándose, desarrollando un contenido deportivo, y aquellas que solo se dedican a la defensa personal, quedaron dentro del concepto original de Arte Marcial. Las preguntas están planteadas: ¿Son también Artes Marciales o deberíamos denominarlas con otros términos?, ¿Se debería dividir el concepto de AM cómo en la actualidad lo está el concepto de Deporte? Estas dos preguntas puede que sean fáciles de responder para quienes estén ajenos al ámbito del AM, pero para quienes estamos “dentro” significa reconocer aspectos de las diferentes disciplinas que muchas veces se perciben, erróneamente creo yo, como desprestigiantes.

    El ejemplo mas claro es el de las disciplinas de nueva creación, con contenido y objetivos puramente deportivos, que se presentan como Artes Marciales; como si el sólo hecho de decir “hacemos un deporte de contacto o marcial” no fuese tan convincente o importante, o a apelar al concepto social, cada vez más diluido, de que el Arte Marcial implica un desarrollo que va mas allá de lo meramente físico, aprovechándose de él.

Disciplinas asociadas técnicamente

    A partir del paso a Occidente estos cambios se sucedieron muy rápidamente y fue a partir de la década del 70 donde el auge del Arte Marcial llegó al máximo y la cantidad de Estilos y modalidades deportivas se multiplicó, juntamente con la cantidad de Asociaciones y Federaciones.

    Como expuse anteriormente esta multiplicación estaba dada por diferentes circunstancias, que para detallarlas de forma más sintética las ejemplificaré:

    Un Instructor quiere “deportivizar” el Estilo que practica, y su Maestro, o las autoridades del Estilo, pretenden continuar por el camino tradicional ajeno a lo competitivo. Consecuencia: el Instructor se separa, acomodando el programa a lo que pretendía y modificando el nombre de la Disciplina. Ha nacido una nueva Disciplina deportiva que muchas veces no es diferenciada correctamente de la original.

    Por diferentes circunstancias una persona estudia varios años dos o más Estilos, los domina y organiza un programa teniendo en cuenta la suma de lo que ha hecho y así nace una nueva Escuela.

    Practicantes o instructores de un Arte Marcial crean una modalidad netamente deportiva utilizando algunas técnicas de sus disciplinas de origen, e incluso tomando otras de otros deportes de contacto dando origen a un nuevo deporte. Un ejemplo claro de este grupo es el Full Contact, creado por practicantes de Karate y tomando la técnica de manos del Boxeo inglés.

    Un país crea, a partir de Artes Marciales o sistemas de lucha autóctonos, una modalidad deportiva para trascender a nivel mundial y conseguir el objetivo máximo de incluirlo en el programa Olímpico.

    A partir de una persona que selecciona técnicas de diferentes artes y deportes de contacto para desarrollar un sistema de defensa personal utilizado en fuerzas de seguridad o ejércitos. Después se va extendiendo y pasa a sumarse a las disciplinas que tratamos. Un ejemplo claro de este caso es el Krav Magá del ejército israelí.

    A continuación doy el ejemplo de dos modalidades de “creación”, muy comunes por desgracia, que por circunstancias obvias prefiero discriminar:

    Practicantes con incompletos o escasos conocimientos de un Arte, que perciben un buen negocio, deciden separarse y cambiar el nombre a lo que hacen. En general se autodenominan “escuelas tradicionales de arte marcial” ya que no hay forma de control, y rara vez se dedican al ámbito deportivo (porque requiere confrontación de niveles), salvo que hayan crecido lo suficiente en número como para organizar sus propios torneos con sus propias reglas.

    Personas con cierto carisma que a partir de conocimientos adquiridos por libros, “maestros secretos” y copiar movimientos de diferentes fuentes, crean escuelas con características similares al anterior grupo.

    También hay algunas disciplinas de características relativamente diferentes ya que su origen es occidental o no está muy claro. Una es el Savate o Boxeo Francés, disciplina que nació como sistema de defensa y ahora se desarrolla deportivamente casi exclusivamente en ese país con un reglamento similar al Kick Boxing. A pesar de la similitud de las técnicas de pateo con las de origen oriental, solo en algunos libros reconocen cierta posibilidad de influencia oriental cuando los mercaderes visitaban oriente en épocas coloniales, pero los franceses la presentan como una disciplina autóctona. Tuvo influencias del Boxeo inglés y del Judo más recientemente (1960), también contiene entrenamientos con bastón (La canne) que se extendió a partir de la prohibición de portación de espada. Su forma actual data de fines del siglo XIX y se le atribuye a Joseph Charlemont.

    La otra es la Capoeira (vocablo Tupi-Guaraní), que sí tiene origen en Brasil en la época de la esclavitud. Tiene características diferenciales como la música y las acrobacias ya que buscaban disimular los movimientos de defensa dentro de las danzas y al estar muchas veces esposados se caracterizaban por realizarse apoyando las manos en el suelo. Se ha extendido mucho y tiene también dos corrientes, una que la presenta como un “arte marcial” (que he encontrado en Argentina) con énfasis en las técnicas de defensa y ataque, y otra como un legado cultural, artístico, con énfasis en el ritmo y su unión con el rico bagaje acrobático, que he visto en España (Mestre China en Barcelona, por ejemplo) y otros Mestres de Europa. A su vez dentro de estas corrientes existen dos técnicas: “Angola” con movimientos muy bajos al ras del suelo y la “Regional”. A pesar de la denominación de “Angola” no hay signos de un origen africano, salvo de ritmos e instrumentos.

    Podríamos nombrar una tercera disciplina, el Sambo, deporte nacional de la ex URSS que al parecer tiene su origen en la lucha mongola, con un reglamento similar al Judo con variación en las puntuaciones, donde el objetivo es la inmovilización del contrincante y las técnicas de mayor puntaje son las llaves a los brazos.

    Hay que tener en cuenta que en todos estos grupos existe la creación de Asociaciones y Federaciones con la consecuente “oficialización”, tanto para las que desarrollan una disciplina, deportiva o no, con nivel como para los que lamentablemente no tienen un nivel docente ni técnico adecuado. Incluso me atrevería a decir que quienes buscan con mayor decisión la creación y manejo de estos “entes reguladores” son aquellos que están en este último grupo, ya que sólo les queda ese camino para lograr un prestigio personal que les es imposible alcanzar por medio de sus pobres conocimientos.

    Como vemos, la mayor parte de estas circunstancias se dividen entre escuelas que avanzan por el camino deportivo, otras que se crean especialmente con este objetivo y las que son creadas con dudoso y limitado origen. Esto origina la proliferación de disciplinas que denomino “asociadas técnicamente” con el Arte Marcial ya que el aspecto visible de todas ellas son precisamente las técnicas, que incluso en las modalidades netamente deportivas, tanto descendientes de una disciplina en especial como las de nueva creación, se basan en movimientos similares. Por lo tanto quien no es un experto en el tema observa movimientos de ataque y defensa que ante su similitud llevan a pensar que todas estas manifestaciones sólo se diferencian entre si por el color de sus trajes o el país de origen. Incluso la proliferación de torneos “Open” fomenta esto, ya que al ser un reglamento con bastantes limitaciones sólo existen diferencias técnicas entre los competidores que pueden ser percibidas por un entendido, y pareciera que todos “practican lo mismo, con diferente nombre”.

    Como vimos, las Escuelas y Estilos han evolucionado y en múltiples casos han dado origen a disciplinas que sólo mantienen un pequeño puñado de movimientos en común con sus disciplinas de origen, pero con CONTENIDOS Y OBJETIVOS muy diferentes entre sí.

    Independientemente de cómo se decida denominar y diferenciar a todas estas manifestaciones originadas en el Arte Marcial, creo firmemente que estas deben ser conocidas en sus aspectos básicos por los profesionales de la Educación Física, ya que estamos hablando de una cantidad enorme de disciplinas con cientos de millones de practicantes en todo el mundo, que van desde aquellas que son caminos de superación personal y creación artística, hasta aquellos que buscan en el deporte los valores que este puede ofrecer dependiendo de cuál de sus tres caminos se transite.

Beneficios y contraindicaciones de la Práctica del Arte Marcial y Deportes asociados.

    Por regla general, si estamos hablando de Arte Marcial o de deporte, esto debería ser sinónimos de salud, aunque veremos que no es siempre así. Tanto uno como otro depende altamente la de la capacitación de quien lo transmita. En el caso de los deportes derivados del AM entran los mismos principios que se observan en el deporte en general, donde la limitación de movimiento a un reducido grupo músculo-esquelético, limitados gestos técnicos producto del reglamento y la especialización, sumados a la exigencia del alto rendimiento hace que hablemos de patologías asociadas más comúnmente a esas actividades.

    En el caso del AM no nos encontramos con esta particularidad ya que técnicamente se utiliza todo el cuerpo, con trabajo muscular repartido entre flexores (trabajo de cuerpo a cuerpo) como extensores (golpes y patadas), ambas piernas y brazos por igual, es muy difícil distinguir si un artista marcial experimentado es diestro o zurdo, además al no haber reglamento, presión de rendimiento y resultados la especialización no es tan limitada.

    Con respecto al Arte Marcial ya vimos que abarca todos los aspectos que influyen en la salud, desde la nutrición hasta la gimnasia terapéutica y que uno de sus objetivos prioritarios es la consecución de un estado de salud permanente, pero es en lo técnico donde encontramos movimientos que pueden traer consecuencias negativas. Esto se puede dar por varias razones, por una mala transmisión de Maestros a discípulos, por exagerar estos movimientos o técnicas para darle entidad a un Estilo, por copiar prácticas de otros Estilos sin los conocimientos adecuados o porque muchas veces se primaba un entrenamiento extremo ya que de ello dependía la vida. En la actualidad los podemos encontrar y dividir en:

• Ejercicios antiguos que se fueron heredando, que tenían como objetivo poner a prueba la voluntad del practicante.

• Ejercicios que buscaban endurecer ciertas partes del cuerpo para utilizarlas como armas.

• Movimientos o posiciones habituales en Oriente que, para el occidental medio, pueden resultar traumáticas.

• Técnicas de golpeo o pateo realizadas al aire con la tensión característica de un gran numero de disciplinas, que producen microtraumatismos articulares.

• En el ámbito deportivo: Movimientos creados para la espectacularidad deportiva que sobrecargan ciertas articulaciones, sobre todo del tren inferior y lesiones asociadas a los reglamentos de combate.

    La detección de estos movimientos, muchas veces heredados de los comienzos de la disciplina, requiere de conocimientos fisiológicos, biomecánicos y de entrenamiento deportivo que son el ámbito de conocimiento del Profesional de la Educación Física, al cual deberían recurrir, según mi opinión, las Asociaciones y Federaciones relacionadas con las Artes Marciales y disciplinas asociadas para la formación de sus instructores. Eso sí, requiere que esos profesionales de la Educación Física conozcan las características de estas disciplinas, lo cual todavía está lejos de ocurrir ya que no existe dentro del programa de la carrera, asignaturas, seminarios, etc. que den a conocer este inmenso ámbito del que estamos hablando, y por otro lado que los responsables de la Federación/Escuela/Estilo permitan esos cambios a pesar de que sean aspectos diferenciales de sus sistemas.

    Un punto aparte lo requiere la práctica de combate donde se suelen lesionar muchos practicantes, tanto en Artes Marciales como en Deportes de Contacto. Al igual que las diferencias técnicas expresadas, existen obvias diferencias en la práctica de combate, sobre todo en el terreno deportivo donde existen multitud de reglamentos. El combate, tanto en el AM como en los DDC, es la cristalización del entrenamiento, en donde se busca aplicar lo entrenado y en donde se aprende a conocer y dominar aspectos de nuestro carácter. LA PRÁCTICA DE COMBATE DEBE SER, COMO PRIMER PUNTO, CONSECUENTE CON EL OBJETIVO Y CONTENIDO DE LA DISCIPLINA. Es necesario como lo es el juego en situaciones reales para cualquier deporte. Digo esto porque existen disciplinas que no realizan esta práctica con variadas y ocurrentes excusas, como por ejemplo una que me dijo un profesor italiano 5o Dan, cuando participé invitado a su seminario dictado en Bogotá -“El objetivo del combate, para nosotros, es matar, por lo tanto no podemos practicarlo por obvias razones...” (¿?). Particularmente creo que sólo disfrazan una práctica de pobre nivel ya que sería como ir a aprender tenis y nunca jugar un partido.

    Las mayores posibilidades de lesión surgen cuando el sistema de práctica de combate, con o sin protecciones, no concuerda con lo que se practica en las clases diarias, por lo tanto si el bagaje técnico no es el suficiente para manejar esta situación o su entrenamiento no está bien dirigido, cuando se tenga que detener un golpe del compañero no será efectivo el bloqueo o desplazamiento, y cuando se ataque no se tendrá el control necesario para cuidarlo, esto fomenta la inseguridad psicológica y la pérdida de control de la situación: todo ello resulta en salir lastimado gran número de clases. A aspectos técnicos debemos sumar los actitudinales, ya que nos podemos encontrar con profesores que fomentan la agresividad en esta situación con las obvias consecuencias. Por regla general recomiendo que si ven prácticas de combate donde la actitud es agresiva y/o se observan muchos golpes recibidos por los participantes, están frente a una disciplina de pobre calidad, independientemente de ser deportiva o no.

    Así como el aspecto “externo” tiene este extremo negativo, así también lo tiene el aspecto “interno” con escuelas que funcionan con características similares a las sectas, aprovechando la confianza que uno deposita en su maestro buscando crecimiento personal.

    Como vemos, el Arte Marcial y las disciplinas asociadas pueden ir desde caminos únicos de desarrollo de nuestras capacidades hasta caminos donde los resultados pueden ser, cuanto menos, decepcionantes. Lo único que puede inclinar la balanza hacia el encuentro de Disciplinas con nivel es el conocimiento que nos permita reconocerlas y no estar en manos de la suerte cuando decidimos ir al gimnasio que tenemos más cerca.

Notas

1. "No está en absoluto demostrado que este deporte tenga algo que ver con los modos anteriores de hacer deporte, por lo tanto, más bien parece un producto característico de la sociedad industrial" (Revista “Apunts, Educación Física y Deportes” Nº 37, INEFC - Generalitat de Catalunya).

2. No en el estricto sentido de la palabra, sino como una concepción idealista y cierta supresión del placer inmediato para aspirar a un bien superior.

Bibliografía consultada

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Publicaciones especializadas en Artes Marciales

• Argentina: Yudo Karate, Guía de Artes Marciales, Satori, Disciplina Marcial, Taekwondo Kung Fu Karate Fuerza y Poder, Kumgang, Defensa Personal y Artes Marciales, Mundo Marcial, Dojo Internacional, Sendero Artes Marciales, Sensei, Supervivencia & Aventura, Kung Fu, Cultura Marcial, Yoga Integral & Artes Corporales, Karate Fuerza y Poder, Magazine de las Artes Marciales.

• Brasil: Kiai, Corpo em Açao.

• Chile: Hombre y Artes Marciales.

• Colombia: Décimo Dan.

• España: Cinturón Negro, El Budoka, Dojo.

• Francia: Karate.

Otras publicaciones

• Enciclopedia Multimedia Microsoft Encarta 99.

• Goldenstein, J.V. Programas de la Escuela Shao Lin Lao Hu. Bs. As., 1980 - Pontevedra (España), 1995.

• Gillet, B. Historia del Deporte. Editorial OIKOS-TAU, España.

• Revista Apunts, Educación Física y Deportes, No 37, INEFC - Generalitat de Catalunya.

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