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Historia y reflexiones sobre el arte marcial

   
Lic. en Educación Física
5o Tuán de Arte Marcial Chino
 
 
Héctor P. Fariña López
hectormara@mundo-r.com
(España)
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002

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Introducción

    Desde los orígenes de la humanidad, el hombre luchó contra el hombre, inventó armas y pensó estrategias para la lucha, ya sea individual o en ejércitos. La preparación física y el entrenamiento quedaron plasmados en la historia; espartanos, atenienses, egipcios, babilonios. La Biblia nos cuenta las epopeyas del pueblo judío y sus guerras, la Ilíada, la Enéida, pero aun ya antes de la historia, en la prehistoria, es por demás conocido por los vestigios que el pasado nos ha legado, que los hombres preparaban sus armas y entrenaban para el combate.

    Pero a pesar de que existieran luchas con y sin armas, a pesar de que existieran sistemas de ataque y defensa, no podríamos decir que ya existía un Arte Marcial tal cual nosotros lo entendemos. Cada pueblo, en sus orígenes y en sus territorios, creó un sistema de defensa y ataque, pero no por eso este sistema estaba necesariamente unido a una filosofía de vida, de paz, con todo lo que ésta abarca.

    Sin despreciar la posibilidad de que hubiera existido primero en otro sitio, podemos rastrear su origen en Asia, en la zona del Tíbet, con una gran influencia de dos culturas como son la India y la China.

    Si bien podemos decir que cada una de dichas culturas ya tenia sus sistemas de lucha autóctono, es en China donde las leyendas nos hablan del origen del Arte Marcial en el Templo SHAO LIN (pequeño bosquecillo o bosque de árboles pequeños). Este se halla situado en la montaña Song, partido de Ten Fon, en la provincia de Honnan. Fue construido por el Emperador Shiao Wen de la dinastía Wei para un monje hindú.

    Cuenta la historia que en el año 527 d. C. Llegó a China un Monje hindú llamado BODIDARMA a quien los chinos llamaron DA MO. Este gran sabio budista consigue la estima del emperador Wen quien, como hemos dicho antes construye el templo Shao Lin para enseñar y divulgar el budismo. BODIDARMA también es considerado el patriarca del Budismo Zen (Chan).

    Un día, DA MO notó que los monjes del templo estaban muy débiles y se quedaban dormidos durante la meditación, entonces ordenó que hicieran ejercicio todas las mañanas. Como vemos, al principio solo fueron ejercicios para fortalecerse físicamente, luego fueron asimilando los movimientos de los animales en lucha, como el Dragón, Tigre, Leopardo, Serpiente y Grulla. Recién entonces se convirtió en un arte de ataque y defensa, basado en solo 18 movimientos llamados “TZ PA LOHAN SO” que significa “las 18 manos del monje”.

    No obstante este relato, que es ya tradicional entre los Artistas Marciales y que se ha transmitido con ciertos matices, de Maestros a Discípulos a lo largo del tiempo, se sabe que anteriormente, en la dinastía Han, hace 2100 años, Wua Tuo, un famoso cirujano que ya en aquella época realizaba operaciones craneanas, creó un método de gimnasia llamado “El juego de los cinco animales”; estos eran: el Tigre, Ciervo, Oso, Mono y Pájaro, creados en el seno de la filosofía Taoísta, que quizá haya tenido cierta influencia en la creación posterior del trabajo desarrollado en Shao Lin ya que este templo es la cuna del Budismo Chan (Zen, en Japonés) que es la unión del Budismo (Mahayana) con el Taoísmo, predominante en China en esa época. Cabe destacar que dentro del Taoísmo también se originaron y desarrollaron muchas prácticas relacionadas con la salud como la Acupuntura, el denominado “yoga chino” que es una gimnasia terapéutica, y también aspectos referentes a la nutrición y las relaciones sexuales, es decir que se ocupó de todo aspecto que consideraron determinante para alcanzar la longevidad. Todos estos aspectos luego formaron parte del Arte Marcial, y son incluso anteriores al Shao Lin, pero fue éste el que por su filosofía y por lo famoso de sus técnicas se extendió al resto de Asia, por ello se lo toma como la cuna del Arte Marcial en su conjunto.

    Podemos ver como la creación, y luego la extensión y difusión que tuvo en toda Asia el Arte Marcial está directamente relacionada con la extensión del Budismo Zen, fácilmente comprobable por los nombres de las disciplinas que incluso llegaron a nuestros días. El “Do” en Japón o Corea y el “Dao” y “Do” en Vietnam es el “Tao” Chino, lo que hace referencia al aspecto filosófico de su origen y que sería parte de su contenido: Karate Do, Tang Su Do, Tae Kwon Do, Ju-Do, Sipalki Do, Viet Vo Dao, Qwan Ki Do, etc.

     Lao Tsé, patriarca del Taoísmo, a quien se le atribuye la autoría del Tao Te King, el libro sobre esta filosofía que sorprende por encerrar gran cantidad de conceptos en su corta extensión, influyendo notablemente al pueblo chino y determinante en la formación del Zen.

    La transformación en un sistema de ataque y defensa fue, en el Shao Lin, mucho después de la muerte de DA MO. Por eso es probable que el Shao Lin Chen (puño Shao Lin) no empezara con DA MO, y es seguro que el Arte Marcial Chino (WU SHU) no deriva de las formas de combate hindúes. En este punto es en donde hay ciertas diferencias según las fuentes, unos dicen que Da Mo ya era conocedor de las técnicas hindúes y las introduce en Shao Lin y otros que él crea el método de defensa después de meditar de cara a un muro durante nueve años. Particularmente adhiero a la primera versión de las tres, no sólo por ser la que también llega a mí por mi Maestro, sino porque veo más lógica la progresión de un sistema de gimnasia que luego deviene en método de combate cuando el templo, al hacerse famoso e ir acumulando riquezas empieza a ser blanco de robos, que la teoría de la iluminación o el dominio de técnicas en una época donde no se tienen constancia de que los monjes las practicasen o necesitasen.

    El templo Shao Lin se destacó por su Arte Marcial y esto comenzó a fines de la dinastía Suei, cuando la corte estaba en decadencia e imposibilitada para combatir a los bandidos, entonces los monjes del templo tuvieron que defenderse solos, cuando el templo fue saqueado e incendiado.

    En el año 600, surge una disputa entre el emperador Tang Tai Chong y el caudillo Wen Tsi Chun; en esa ocasión los monjes Chi Chao, Huei Yang y Tang Chen apoyaron al emperador y sus tropas, bajo tan importante dirección, le dieron el triunfo. En agradecimiento el emperador reconstruyó sus templos.

    En el Shao Lin además del arte de usar los puños (Chen Shu), el arma que más se destacó fue el palo ya que era un elemento común para sus labores y en la lucha por el emperador lo emplearon como arma principal y, según su forma y empleo se lo denominaba: Gran Tridente, Pequeño Tridente, Palo Defensor, Saeta, etc.

    El Arte Marcial chino comenzó en épocas remotas, hace mas de 2500 años se hace referencia de su práctica en escritos del Emperador Amarillo en el seno de la filosofía Taoísta. Es anterior a la gran muralla. La práctica de este arte se conoció con el nombre de Chuen Shu o Wu Shu. Shao Lin es una de sus variantes que debido a su profundidad y simplicidad fue acrecentando su número de discípulos de tal manera que llegó a ser la escuela principal junto a la de origen taoísta Wu Tang.

    Estas dos cunas filosóficas del Arte Marcial se diferenciaban también técnicamente ya que las técnicas de defensa se iban desarrollando a partir de los conceptos filosóficos que manejaban. Por ejemplo en el taoísmo primó el concepto de la longevidad y del Ying-Yang que básicamente desecha el uso de la fuerza contra fuerza (lo flexible vence a lo rígido y fuerte), es decir que todas las técnicas respondían al concepto de que a la fuerza de una agresión se debía responder con movimientos que no se opongan a ésta sino que la redireccionen y la vuelvan contra el agresor, esto sigue siendo en la actualidad un concepto poco practicado por el grado de dominio del arte que requiere.

    En el Budismo, en contraposición, considera al cuerpo como una “cáscara” que contiene lo verdaderamente importante, por lo tanto las prácticas llegaron a ser de una dureza extrema, que se puede comprobar en las imágenes extendidas del Templo Shao Lin donde se aprecia las huellas dejadas por los monjes en la piedra. También los monjes budistas tienen prohibido matar a cualquier ser viviente (obviamente son vegetarianos) por lo tanto ante un enfrentamiento, muchas veces elegían morir antes de matar al oponente. Estas diferencias hicieron que se cree otra división, errónea en parte, que habla de “Escuelas Duras o Externas” refiriéndose a las de origen Budista y “Blandas o Internas” a las Taoístas. Digo errónea porque parecería que unas tienen trabajo “interno” y otras no lo cual es falso, y además en ambas los Maestros de nivel buscaban combinar el “Ying-Yang” en el combate, se podría decir que llegan a lo mismo por diferentes caminos.

    Además de estas dos vertientes filosóficas donde nació el Arte Marcial, y que con el tiempo se influenciaron entre sí, existe otra característica que marcó la extensión por Asia, referente al aspecto técnico. Los templos Shao Lin se fueron extendiendo por el territorio chino, adaptándose a las características de la zona, tanto topográfica como social, de lo cual surgen dos divisiones importantes: Shao Lin Norte y Sur, división que da el río Yang-Tse. El primero se desarrolló en zonas de montaña, grandes espacios y una tipología del habitante del lugar que destacaba en altura, por lo tanto el desarrollo de sus técnicas de defensa primó el uso de las piernas, los desplazamientos y movimientos amplios. Estas técnicas pasaron a Corea donde son fácilmente identificables en el Taekwon Do, el Tang Su Do, etc. En el Sur, ciudades más pobladas, pequeños espacios, habitantes más bajos y corpulentos, el desarrollo técnico primó el uso de las manos, fuertes bloqueos y pocas técnicas de piernas que se utilizaban fundamentalmente a la zona baja del cuerpo. Por el sur muchos Maestros viajaron a Okinawa, y muchos okinawenses viajaron a China, a partir del siglo XV, para aprender las artes marciales, así se desarrolla el TO TE (Mano China) en sus tres estilos: NAHATE (con más influencia de Estilos Taoístas), SHURITE y TOMARITE (mayor influencia Shao Lin), el SHORINGI (Shao Lin en japonés) KEMPO y el KARATE, que luego es llevado al Japón por el Maestro FUNAKOSHI.

    Es fácil entender que desde el origen del Arte Marcial hace cientos de años, básicamente en dos corrientes filosóficas que influyeron en la creación de sus técnicas, su extensión por un territorio tan vasto como China, Corea, Japón, Vietnam, Malasia e Indonesia fundamentalmente, las mezclas con sistemas autóctonos de lucha y sus combinaciones, estemos hablando de cientos de disciplinas con características técnicas propias, por ejemplo: si hablamos de Wu Shu nos estamos refiriendo al Arte Marcial originario de China que se divide en incontables Estilos (según bibliografía más de 400); si hablamos de Karate también existen docenas de Escuelas, en Tae Kwon Do existen básicamente dos corrientes (WTF e ITF) que también están subdivididas, y así sucesivamente. La cantidad de Estilos suele ser proporcional a la antigüedad de la disciplina.


¿A qué llamamos Arte Marcial?

    En principio, si nos atenemos a las características de su origen deberíamos hablar de una disciplina con dos aspectos bien diferenciados e inseparables, que en Arte Marcial chino se denominan Wai Kong y Nei Kong, es decir Trabajo Interno y Externo:

  • Trabajo Interno: Todo lo referente al desarrollo espiritual e intelectual: Filosofía, Meditación, Gimnasia Terapéutica, Nutrición, Primeros Auxilios, recuperación de Lesiones, Relajación, Reeducación Respiratoria, etc.

  • Trabajo Externo: Todo lo referente al trabajo técnico y desarrollo de capacidades físicas: Técnicas de defensa no limitadas por reglamentos deportivos, Ejercicios de Combate y práctica de Combate no competitivo, Preparación Física en General.



Práctica de combate con protecciones donde se aprecia una técnica combinada de palanca con patada circular. Postura de Meditación Zen (Chan). En japonés se la llama Zazen, en chino Sou Tien Pan Ien (el movimiento circular del mundo).

    Por lo tanto una Escuela de Arte Marcial debería contemplar Objetivos y Contenidos de acuerdo con los principios que dieron origen a una disciplina que busca el desarrollo de todas nuestras capacidades.

    En síntesis, el Arte Marcial es la unión de las técnicas de defensa con los sistemas de cuidado del cuerpo, la salud y el espíritu. Más adelante veremos que siguiendo con estos principios, las Escuelas, a mi entender, deberían sumar a estos conocimientos ancestrales los que se poseen en la actualidad referentes a las Ciencias de la Salud y la Educación Física. También es fácil deducir que a lo largo del tiempo muchos se interesaron sólo por las técnicas de combate, dejando de lado el resto de su contenido original, pero como el aspecto visible de la disciplina (lo técnico) era similar, se lo seguía/sigue considerando AM, a pesar de estar “huérfano” de su aspecto realmente más importante y diferencial. Esto pasó, indefectiblemente con el paso del tiempo y determinadas circunstancias históricas, a pesar de que los monjes o familias guardaban celosamente las técnicas, ya que ellas en esa época eran consideradas un secreto militar de importancia, y quien, por ejemplo, pretendía ingresar al templo para aprender era puesto a prueba durante años para conocer la bondad de sus intenciones.

    También podemos comprobar que, en cierta forma, la sociedad actual tiene un concepto del Arte Marcial que se acerca a su realidad histórica, si bien esto ha cambiado bastante sobre todo a partir de la década del 70. Puede que esto se deba, en parte, a la serie “Kung Fu” donde se recreaba muy bien el aspecto “interno” del Arte, ambientado en el templo Shao Lin. Creo que es la única serie o película donde se pone énfasis con tanta realidad en el aspecto filosófico de la educación del personaje y esto predomina por sobre la espectacularidad del aspecto técnico. El cambio al que me refiero tiene que ver también con el concepto que se tenía de alguien que había alcanzado la mítica graduación de “cinturón negro” en algún Arte, quien era visto hace 30 o más años como alguien excepcional en muchos aspectos y ahora es tan común conseguir esa graduación que se asocia a alguien que solo sabe algunas técnicas de pateo, algunas formas y un puñado de técnicas que a nadie le llama la atención, salvo que posea títulos deportivos, es decir que esto último ha pasado a ser la moneda que da valor a lo que uno sabe.


El paso a Occidente y el fenómeno deportivo

    A partir del advenimiento del protestantismo y su cambio social más importante, la revolución industrial (Siglo XIX, Inglaterra), se desata la fiebre de la producción, el rendimiento, la eficiencia, esto también contagia al deporte y es este concepto de origen anglosajón fundamentalmente competitivo, reglado e internacionalmente organizado1 el que coloniza prácticamente a todo el mundo, evolucionando hasta la actualidad dando paso al deporte-elite-espectáculo-consumo que tan familiar nos es hoy en día. En este último lapso de tiempo el deporte pasó de ser una actividad autosuficiente, austera, ascética2, con una concepción idealista en relación al uso del cuerpo y su performance, que era el punto de referencia a partir del cual se median todos los resultados (todo ello al margen de cualquier interés extradeportivo, ya sea político o económico), pasando actualmente a ser un producto de consumo, y por ello, un objeto económico y de poder muy atractivo en el mercado de bienes.

    El paso a Occidente del AM transcurre durante estos cambios, de la mano del Judo, una disciplina creada a partir de un AM (Ju-Jitsu) y concebido por su creador como método de Educación Física muy cercano en lo filosófico al AM de origen, pero que al poco tiempo comienza a transitar el camino del deporte. Esto le pasó después a gran parte de las AM que se fueron conociendo, con los pros y contras que ello significa.

    Cómo aspecto positivo podemos destacar que gracias a ello se popularizó, se extendió su práctica y se abrieron las puertas de occidente a docenas de disciplinas que se practicaban en círculos muy selectos, familias en donde la tradición marcaba que debía mantenerse como secreto valor de prestigio, que era impensable revelar a pueblos tan diferentes en su filosofía y cultura, o en templos igualmente inaccesibles.

    Como aspecto negativo podemos decir que en general se fueron olvidando contenidos y prácticas que requerían mucho tiempo para su dominio, tiempo que el practicante occidental medio no tiene (o no le interesa invertir) ya que le dedica pocas horas semanales, quiere resultados muy rápidos y es mas propenso a darle valor a un trofeo que a la práctica puramente dirigida a sí mismo. La carrera por conseguir popularidad y extender mundialmente una disciplina con miras a un futuro olímpico también fomentó el otorgar graduaciones muy rápido, seguir “achicando” los programas y crear cientos de Federaciones y Asociaciones con afán de consecución de poder y control.

    Como ejemplo de disciplinas deportivas que consiguieron el objetivo olímpico o que están teniendo una extensión sostenida hacia ese objetivo podemos citar:

  • Judo: ha sido la pionera, tanto en desarrollo deportivo, a pesar de los deseos de su creador, como en la inclusión del programa olímpico. Los campeonatos del mundo comenzaron en 1956, los de Europa en 1951 y se convierte en olímpico en 1964.

  • Taekwondo WTF (World Taekwondo Federation): Ha tenido su presentación olímpica en 1988 y ya forma parte del programa. Esta es otra disciplina que desde su creación ha transitado mas cerca del camino deportivo y tiene la particularidad que quién lo creó en 1955, el General Choi Hong Hi, vive en Canadá y lidera la ITF (International Taekwondo Federation) que se desarrolla paralelamente a la “oficial” (creada en 1973) que comanda el gobierno Coreano. La ITF tiene sus propios campeonatos e importante presencia en muchos países. En España es minoritaria pero por ejemplo en Argentina están muy repartidos el porcentaje de practicantes entre ambas corrientes.

  • Karate: Recientemente se acaba de confirmar la inclusión en la próxima olimpiada habiendo superado el mayor problema que era la división mundial en dos Federaciones. Comienza su andadura deportiva en la década del 50 de la mano de Funakoshi, el primer campeonato del mundo re realiza en 1970.

  • Wu Shu: Es la que está estandarizada deportivamente de forma más reciente, por ejemplo la modalidad de combate llamada Sandá o Sanshou se desarrolló en el año 80 y tuvo su primer mundial con el reglamento definitivo en el año 91. Su apartado más espectacular es el de formas que a las ya más llamativas formas tradicionales se le fueron agregando piruetas y elementos similares a la Gimnasia Artística con un reglamento al estilo de esta última. También el Wu Shu deportivo (también llamado “moderno”) está organizado, al igual que el TKD, desde un gobierno (el de China “continental” o “comunista”) y tiene otra “visión” paralela que es la de la “International Chinese Kuoshu Federation” patrocinada por el Gobierno de Taiwan (China nacionalista) que por obvias razones está menos extendida. Este respaldo de un país es una ventaja para conseguir el objetivo olímpico, al igual que le pasó al TKD donde se habla de cifras concretas que el gobierno coreano pagó para la inclusión definitiva, y por contra el depender de un país para perfeccionarse.


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