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Las unidades motrices comunicativas: Un modelo de análisis para los juegos |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 46 - Marzo de 2002 |
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¿Por qué unidades? ¿por qué motrices? ¿y por qué comunicativas? Respecto a lo primero, se consideran unidades porque son los elementos básicos que conforman la esencia de la comunicación sin que se altere la naturaleza de dicha comunicación. Por eso, no se considera el praxema como una UMC, ya que el propio praxema está en un nivel superior de complejidad, dado que se compone de varias UMC. Respecto a lo segundo, son motrices porque la motricidad es condición sine qua non para que tenga significatividad y pertinencia respondiendo, así, a la lógica interna del juego deportivo. Cualquier unidad comunicativa que pueda ser sustituida por la palabra no nos sirve, por ejemplo un gestema. Respecto a lo tercero, son comunicativas porque la unidad de análisis es la propia comunicación motriz. En definitiva, son aquellas acciones motrices más simples que nos delimitan que se trata de comunicación motriz esencial y directa; y no de cualquier otra cosa. Por ejemplo, un pase, una interceptación, un desmarque, un lanzamiento, etc. y no un fuera de juego o una "puerta atrás". A pesar de que se tratan todas ellas de unidades, es posible establecer un rango entre estas UMC, ya que si bien todas están encaminadas al fin último que es el objetivo motor, cada una de ellas, funcionalmente, son diferentes. Con esto tenemos:
las UMC de base o primarias: son el pase y, por antítesis, la interceptación. Ya Menaut, en 1982, destacaba la interceptación como el hecho más significativo de un partido en cuanto a la comunicación. Mientras que Riera (1995), aunque desde un punto de vista táctico, destaca el pase como "la unidad fundamental y más simple". Se consideran de base porque es suficiente con analizar estas dos UMC para estar seguros de que estamos ante un deporte de cooperación-oposición, espacio común y participación simultánea. ¿Cómo estamos seguros de que se coopera? Porque existe la posibilidad de un pase, si no hay tal posibilidad, entonces sólo podemos afirmar que existe oposición. ¿Cómo sabremos que se oponen? Porque existe la posibilidad de interceptar el pase. En un nivel superior (praxémico), todos los praxemas irán encaminados a pasar en condiciones óptimas y, el equipo contrario a lograr la interceptación, y para ello también elaboran sus propios praxemas.
las UMC de transición o secundarias: son aquellas que interceden entre el pase, la interceptación y la consecución del objetivo motor. Por ejemplo, ayuda, desmarque, bloqueo, presión, marcaje, etc.
las UMC de éxito o terciarias: son aquellas que, en última instancia, logran el objetivo motor, y por tanto, ofrecen una ventaja sobre el equipo adversario. En este caso, tenemos el lanzamiento al espacio de marca y, por antítesis, la interceptación de este lanzamiento.
De la interacción de estas tres UMC, encaminadas a la consecución del objetivo motor, obtenemos la lógica intrasistémica que subyace a la comunicación motriz (fig. 2).
Fig. 2: Lógica intrasistémica de la comunicación motriz (UMC)Como puede apreciarse en la figura 2, todas las UMC están relacionadas entre sí y, a su vez, con el objetivo motor que se convierte en referente de las mismas. En efecto, y por ejemplo, cuando se realiza un pase (UMC de base), no se pueden soslayar aspectos como el desmarque del compañero (UMC de transición), con vistas a que éste u otro compañero ejecute un lanzamiento en un futuro inmediato (UMC de éxito), con el objetivo de que el móvil entre en la canasta o en la portería (objetivo motor).
Este modelo es susceptible de aplicarse a distintas situaciones motrices, tanto macro como micro. Veamos dos ejemplos.
Ejemplo 1. "Análisis de una macrosituación motriz continua (fútbol)".
Ejemplo 2. "Análisis de una microsituación motriz (fuera de juego)".
JCB: jugador con balón
JSBECB: jugador sin balón del equipo con balón
JSBESB: jugador sin balón del equipo sin balón
6. ConclusionesEn resumen, se ha visto cómo la praxiología motriz ha ampliado el corpus de conocimiento del que actualmente disponemos a raíz de estudios rigurosos en las últimas dos décadas. No obstante, se constataba una laguna epistemológica en cuanto al tratamiento exclusivo de la comunicación motriz, hallándonos en una tautología en cuanto a conceptos y definiciones se refiere entre diferentes autores, y para ello se han analizado los conceptos (aunque bien es cierto que someramente) de comunicación, comunicación no verbal y comunicación motriz y se ha propuesto una nueva definición. Por último, se ha propuesto el modelo de análisis de la comunicación motriz (acotada al campo de estudio de la comunicación práxica esencial y directa en los deportes de cooperación-oposición, espacio común y participación simultánea) partiendo de los conceptos de acción motriz, móvil, participante y objetivo motor, y proponiendo como unidad de análisis las unidades motrices comunicativas. Todo ello nos lleva a aceptar la hipótesis que nos planteábamos en un principio, concretando que existen unas subestructuras inherentes a la comunicación motriz (UMC), que nos permiten vislumbrar su lógica intrasistémica.
Este modelo tiene unas implicaciones: por una lado, para la teoría, en cuanto que aumenta el campo de conocimiento de estos juegos deportivos; y, por otro lado, para la práctica, ya que permite dado que consideramos los juegos deportivos como sistemas abiertos, el análisis del grado de comunicación motriz, ofreciéndose como una herramienta para considerar el criterio de qué suponemos por cooperación y qué por oposición.
A pesar de todo lo expuesto, se considera el modelo como una herramienta básica en el que se reconocen numerosas limitaciones, todavía en período incipiente y, por lo tanto, susceptible de ser modificado. Se trata, entonces, de seguir en esta línea de investigación perfeccionando dicho modelo y, si ello es posible, extrapolarlo a deportes. Las futuras líneas de investigación deberían ir encaminadas a desvelar la lógica intrasistémica de todas y cada una de las estructuras del deporte, con vistas a elaborar un mapa de la acción estratégica motriz, aunque ello suponga, y no lo dudamos, un largo camino aún por recorrer.
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