|
|
---|---|
Baile de salón y relaciones sociales entre ancianos. La cultura de la ancianidad
|
|
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 44 - Enero de 2002 |
3 / 3
Los jóvenes al igual que los viejos, también apuntan al gozo que les genera la rumba y el baile y que realizan en medio de las celebraciones planeadas con anticipación o que también surge en medio de la espontaneidad producto de sus encuentros. En este sentido, tanto para los viejos como para los jóvenes, el bailar se convierte en una estrategia esencial para la diversión:
El baile es ritual y es fiesta, es encuentro que busca continuamente; es acercamiento y roce, escape y nueva búsqueda, es una imitación de todo lo viviente y, al mismo tiempo, una recreación anhelante de la perfección, de ese instante continuado en donde el movimiento se confunde con la quietud y el sonido con el silencio; ahí, en ese instante, los cuatro puntos cardinales tienen la misma dirección, y el tiempo es hoy, ayer y mañana. (Chacón 1997:7).
El baile, permite ese encuentro cara a cara con el otro y con los otros; pues al ser un estado vivido permite que estos se recreen alrededor de una melodía; también permite que los individuos satisfagan la necesidad de compartir sentires relacionados con la condición de su cultura social que bien puede ser la cultura que conforman los ancianos o la formada por los jóvenes. Independientemente de la cultura a la que se pertenezca, el baile es ritual y fiesta a la vez, de encuentro permanente y de sentimiento mutuo; por ser una de las artes más efímeras permite que los sujetos se encuentren permanentemente con el fin de iniciar de nuevo este maravilloso ritual.
Las razones por las que los ancianos y adolescentes buscan a sus compañeros son muy diferentes, pero las conductas y comportamientos que dentro de estos dos grupos se manejan, presentan gran similitud. Mientras que para los ancianos el problema deriva en el desarraigo de que son objeto por parte de la sociedad y el nuevo rol familiar; para los adolescentes, es el rechazo al mundo normativo de los adultos.
Al igual que el anciano, el joven crea su propio espacio para buscar la comprensión que no encuentran en sus espacios habituales de desenvolvimiento (hogar, estudio o trabajo, etc.) Ver Jaramillo 1997. Esto bajo la influencia de los medios masivos de comunicación; los medios venden o proyectan una imagen de viejo y joven feliz que les dice como se deben comportar, que deben hacer y cuales son las pautas a seguir para pertenecer al grupo de los jóvenes o de los ancianos según sea el caso. Tanto para los ancianos como para los jóvenes, la cultura ha creado un ámbito consumista, derivado de la cantidad de tiempo desocupado que poseen ambos grupos de edad.
Respecto a la profundidad de las relaciones, la cultura juvenil presenta diferencias a la cultura de los ancianos, pues la calidad de relaciones sociales que poseen cada uno de estos grupos (ancianos - jóvenes) es bien distinta. Mientras que la red de relaciones de los ancianos apunta más hacia lo colectivo, lo grupal y en pro del grupo, con el fin de mantener una red de relaciones fuerte y estable; para los jóvenes la reunión es importante, pero por el momento, pues si para el joven el otro falta, simplemente se busca otra relación. Castañeda (1996:76). Para el viejo es distinto pues el otro adquiere un significado especial tal y como lo expresa un anciano del grupo.
"Aquí nos llaman y nos invitan a salir a pasear o a bailar un rato. No hace mucho, se casó (matrimonio) una hija de una de las que va al grupo, estuvimos todos reunidos acompañándola y lo más importante de todo esto, es que nos acompañamos en las buenas y en las malas. Nosotros no solamente estamos juntos para gozar, también cuando alguien necesita de nuestra ayuda o compañía estamos allí para brindársela. (Informante grupo de baile RECREARMONIA)
Los ancianos ven en su grupo algo más que un cúmulo de personas con quien "pasar el rato", ven en ellos la posibilidad no sólo de divertirse sino también de apoyarse y de compartir cosas nuevas; en este sentido, ellos pasan por momentos agradables, pero son momentos que no sólo se quedan en una salida, en un paseo, o en las dos horas semanales de la clase de baile; todas estas actividades son la oportunidad para planear otras, para integrarse más y para aumentar mucho más sus lasos de amistad.
Cuadro de la estructura sociocultural
Sueños y temores
"Casi podría decirse que el grupo es como nuestro segundo hogar, porque ninguno lo quiere perder, para ello cada cual pone lo suyo para que siga existiendo esa armonía y no nos vayamos a separar aunque el año entrante seguramente nos cambien de profesor, pero eso sí, el grupo tiene que ser el mismo" (Anciano informante del grupo de baile)
Los ancianos encontraron en el grupo su "segundo hogar", no lo quieren perder y para ello están juntos, para que la armonía y la unidad que existe perdure. Es notorio el deseo de no separarse, pertenecer al colectivo que los recibió y acogió. En el grupo cada cual da lo mejor de sí para que todo les salga bien y para permanecer unidos en el futuro venidero.
"Cuando alguien del grupo se pone a alegar o no quiere hacer las cosas, van y dialogan con él, conversan y lo animan para que cambie su actitud, de esta manera logramos sacar adelante la actividad que se esté realizando y también mantener los lazos que durante tanto tiempo nos han unido. Siempre que se presentan problemas en otros grupos, pienso que al de nosotros le puede pasar igual, por ello muchas veces me asusto y prefiero no apegarme tanto a ellos, sin embargo luchamos y procuramos mantenernos tan bien como hasta ahora". (Anciana Grupo de Baile).
Todos los sueños que manifiestan los ancianos (como los de permanecer unidos, estar siempre juntos, conseguir otra familia, etc.), son interrumpidos por el arraigado pensamiento que poseen los mismos de ser unos viejos huraños y cascarrabias, inútiles y poco sociables; estereotipo que la sociedad ha difundido durante años. Curcio, Gómez y Gómez (1995:99) consideran que "el anciano se caracteriza por ser dogmático, inflexible y desconfiado. Nunca se analiza que se esconde tras estas conductas: vulnerabilidad, temores o ansiedades". Estigma que poco a poco se va desvaneciendo a partir de lo que la cultura anciana por medio del colectivo, presente ante la sociedad.
Conclusiones
En el afán por integrarse, los ancianos realizan múltiples actividades (pasear, bailar, salir a grilles, etc.); todas ellas encaminadas a ocupar su tiempo disponible y mantenerse ocupados. Estas actividades realizadas por el colectivo, presentan similitud con las actividades de los jóvenes; ambos grupos de edad disponen del tiempo suficiente para divertirse y para consumir lo ofrecido por los medios de comunicación. Sin embargo, la diferencia con las dos culturas (Juvenil y Anciana) radica en la calidad de las relaciones sociales, ya que los ancianos poseen unos vínculos sociales más estables y profundos y por tanto más permanentes; mientras que las amistades de los jóvenes, son más efímeras.
Para el actual licenciado en Educación Física, el movimiento expresado a través de actividades artísticas y culturales es una forma de brindar a la cultura anciana la posibilidad de mejorar sus relaciones sociales y su actividad física a partir del baile.
Bibliografía
CHACON, Joaquín Armando. El Sentimiento Interno. En: Revista Médica. Vol. 11. No 3. (Julio de 1997). Editolaser. Santa fé de Bogotá. 48p.
CASTAÑEDA. Elsa. Los adolescentes y la escuela de final de siglo. En: Revista Nómadas: Fundación Universidad Central. No 4. Santafé de Bogotá(marzo de 1996). 75-89. ISSN. 0121-7550.
CURCIO Carmen Lucía y GÓMEZ José Fernando. Capacidad Funcional en el anciano. En: Revista de Gerontología y Geriatría. Manizales (Colombia) 1998 Vol. 12. No 1. ISSN: 25p 0122-6916.
GIRALDO, Omaira et. al. El Sentido Socioafectivo que encuentran al ejercicio Físico los viejos de Supía. Riosucio (Caldas). 1999. Trabajo de grado (Educación Física Programa a Distancia): Universidad de Caldas. facultad de Ciencias para la salud. Departamento de Acción física Humana.
FERICGLA Joseph. Envejecer. Una antropología de la ancianidad. Barcelona: Anthropos, 1992. 380p. ISBN: 84-7658-362-1.
GÓMEZ José Fernando, CURCIO Carmen Lucía y GOMEZ Diana Eugenia. Evaluación de la Salud de los Ancianos. Talleres Litográficos de Información y Publicaciones.
HAMMERSLEY, Martín y ATKINSON, Paul. Etnografía. Métodos de investigación. Barcelona: Paidós, 1994. 300p. ISBN: 84-493-0012-6.
JARAMILLO E. Luis Guillermo. La cultura del Rap en el Campo de la acción física humana. En: Revista no 7. Vol 2 del programa de Educación Física de la Universidad de Caldas. Manizales, 1998. ISSN: 0121-7461. 45-58p
MURCIA, Napoleón y JARAMILLO, Luis G. La Complementariedad Etnográfica. Investigación Cualitativa. Una guía Para Abordar Estudios Sociales. Editorial Kinesis 2000, Armenia Colombia. ISBN 958-9401-37-6.
OROZCO G. Guillermo. Educación, medios de difusión y generación del conocimiento. Hacia una pedagogía crítica de la Representación. En: Revista Nómadas N° 5. Fundación Universidad Central, Editorial Guadalupe Ltda. (Septiembre de 1996 Santa fé de Bogotá) 23-31p.
RICE Philip F. Desarrollo humano. Estudio del Ciclo Vital. Bogotá. Editorial Prentice - Hall hispanoamericana S.A. 1997. 493 p.
| Inicio |
revista
digital · Año 8 · N° 44 | Buenos Aires, Enero 2002 |