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Violencia en el fútbol argentino. Entrevista a Amílcar Romero
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 41 - Octubre de 2001 |
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...en Newell's, el "Mochila" Alvarez se plantea ser dirigente. En Unión, con el "Sombra Negra" Escalante, hombre de acción del "Buscapié" Cardozo. El Buscapié Cardozo del sindicato porque el Buscapié era hincha de Colón, pero utilizaba la barra brava de Unión como grupo de choque del SMATA (Sindicatos de obreros de la industria automotriz) de Santa Fé.
Bueno, ese es otro tema. El tema de las conexiones con ciertos grupos sindicales...
Para mí otra característica distintiva de que hay que hablar de una violencia no solamente del fútbol sino del fútbol argentino: la barra brava es un grupo violentista que se genera exclusivamente adentro de los clubes de fútbol como lugar físico, como lugar cultural y social y exporta la violencia hacia fuera, la alquila de a ratos. Alquila para pintadas como el grupo Truco y Pesto y otro grupo que está en La Boca; alquila para un grupo de la UOM (Sindicato: Unión de Obreros Metalúrgicos) con el Nene Caamaño en la UOM de Lugano, etc., etc. Manda para fuera si lo necesitás.
Luis Barrionuevo (Secretario General del Gremio Gastronómico y a la vez Presidente del Club Chacarita Juniors) envía al Congreso de la CGT (una de las tres Centrales Sindicales) en el San Martín, a la barra de Chacarita para apoyar su lista; los muchachos van a donde los mandan... la barra de Unión aparece en el Parque Norte cuando Alfonsín (ex Presidente de la Nación) lanza el Tercer Movimiento Histórico... agarrá las fotos, son blanco y negro, parecen banderas rojas, son el grupo del Negro Escalante porque tenía una vieja relación con el Changui Cáceres (dirigente de la Unión Cívica Radical) con el changuicaserismo porque el tipo que fue Secretario de prensa durante todo el Proceso. El era un radical -se habían infiltrado ahí los radicales, en Unión por los colores masónicos y radicales, era un típico un radical, se habían metido ahí y tenían una vieja relación de amistad porque era el que le pasaba la guita, las entradas y todo lo demás. Los llevaron para alentar al Changui Cáceres y coparle el palco al "Alfonso".... les hablaron y les dijeron 'muchachos, choripán, (sandwich de chorizo) el vaso de vino y el transporte a cambio de todos los favores'... ¡eran todos los peronchos del SMATA de Cardozo alentando a los radicales...! (risas) Porque en esto se juegan cuestiones de lealtad, ¡si le habían pedido a los muchachos de Unión que era una gauchada! '¿Vamos a Buenos Aires!, ¿qué problema hay?'
Bueno, no me acuerdo cuándo fue pero hubo actos, movilizaciones sindicales donde hubo barras de distintos clubes... y hubo gresca ahí adentro. Ya bajo la bandera de los peronistas, en un acto sindical y resulta que se peleaban barras de distintos clubes....
Claro... porque tenían "roscas" de otro tipo. Y prima lo futbolero por encima de lo político. La lealtad y la pertenencia a lo futbolero es mucho más fuerte que lo político. Mucho más fuerte. Vos me habías preguntado de dónde arrancaba y por qué es uno de los fenómenos más interesantes... que es lo que hace al fútbol un fenómeno tan singular que lo distingue de los demás deportes y la importancia que alcanza en la historia de la humanidad como deporte. Una de las respuestas tiene que ver con que esas lealtades primarias, ese sentido de pertenencia, sobre todo en sociedades que no tienen otro tipo de adhesiones. Para mí, la conciencia futbolera y el fanatismo futbolero forma clones, sustitutos de la conciencia nacional y de la conciencia política.
Tuve un jefe en Chile, el vivió una temporada en la Argentina, detestaba el fútbol, era un intelectual, lo llamaba el cholulismo barrial. Una definición que me encantó. 'El fútbol es el cholulismo barrial'.
Claro, pero en otras épocas convivió con la identidad política, hasta se superpuso. A fines de los sesenta, del setenta, había banderas de Montoneros en algunas canchas... sucede que hoy vivimos una época donde las identidades políticas se han diluido prácticamente como identidades fuertes.
Algunos festejan la presencia del Che Guevara en la mayoría de las canchas y en la mayoría de las banderas... yo lloro a gritos. Yo creo que lo están matando otra vez al Che Guevara, si hay un lugar donde no estaría nunca el Che Guevara sería en una barra. La barra de Central, que va a hacer un homenaje en Cuba a la tumba del Che, y en la última biografía del Che, que es la más completa, se habla de esa etapa de futbolización y de que 'soy hincha de Rosario Central', pero era una etapa de crisis personal del Che, atroz, de joven acá en Buenos Aires, de joven oligarquito en decadencia y que para agarrarse a una identidad... nacido en Rosario de casualidad, criado en Córdoba, venido a Buenos Aires, de una familia cada vez más decadente, con un matrimonio cada vez más podrido entre la madre y el chupasangre del padre, jugando al rugby y se agarró de eso de .. 'soy hincha de Rosario Central' porque era lo único que le quedaba al pobre Che. Un tipo que no estaba metido en política, no simpatizaba con el peronismo pero tampoco estaba en contra... tenía que agarrarse de algo y se empezó a agarrar... a repetir... y ahí queda, fijado para siempre de que él era hincha de Rosario Central porque hinchaba las pelotas en todas las reuniones diciendo 'soy hincha de Rosario Central'. ¡Pero si nunca había ido a la cancha, ni había visto un partido de fútbol...!
Si se acepta que el fútbol, es este drama y este ritual teatral concentrado, en el cual se expresan determinados valores que están adentro y afuera de la cancha... y teniendo en cuenta que estos fenómenos hay que verlos más a largo plazo porque sino uno pierde la perspectiva... Si nos plantarnos en los años cincuenta, por decirte una fecha, Los valores que se expresaban en torno al fútbol ¿han cambiado? Digo esto para distanciarnos un poco el fenómeno concreto de la violencia, es decir del tema de la barra, el político corrupto y ver un poco más qué es lo que le pasa a la gente...
Te voy a contar una anécdota que me contó Games: hablando de la violencia, él tiene una visión bien del sentido común, de la droga y qué se yo... él obviamente dice que era un hincha de la barra, el jefe..... ante la pregunta respecto de lo que ha cambiado, dice: 'no, yo con la droga, esas cosas para mí no van... yo me trenzaba a los cadenazos con los de San Lorenzo, con éstos o los otros, yo lo admito...' Y agrega: 'hoy la gente que va a la cancha hace cosas que en mi época no se hacían. Por ejemplo: vi a un padre con un pibe' -esto no es para defender a la policía, obviamente... pero vale como muestra de una actitud nueva -, va un padre con un pibe y él me dice 'yo lo vi y no lo podía creer y pasa un policía y el padre empuja al pibe para que lo toque al cana, para provocarlo al cana... y salir él a defender, a matonearlo al cana como diciendo ¿ves que yo soy de San Lorenzo o de Vélez? esa actitud prepotente y muy individualista por otro lado...'
Sucia...
...y sucia... que él tildaba de cobarde. Ese tipo de cosas de las que podríamos hablar horas, que son más finas... más cualitativas y que podrían entran en el terreno de una disciplina muy poco desarrollada que es la psicología social, por ejemplo, él me decía: 'esto cambió, esto en mi época no pasaba y en todo caso si pasaba era mal visto.... era una excepción y mal vista'. En cambio ahora, ese tipo de cosas ocurren. 'Para mi sorpresa' me decía él. Y decía 'a veces, la verdad, ya no tengo ganas de ir a la cancha porque la propia gente que va a la cancha no me gusta.' Es como que él lo veía como algo ajeno a pesar de que él quiere ser presidente... ¿Vos percibís algo de esto?
Si, yo te diría que tampoco se veía en la época de la que estábamos haciendo referencia, y que decía Games, que un jugador llegue de la Quebrada de Humahuaca como el "Burrito" Ortega y a los dos meses de estar en River tenga un BMW y una cantidad de millones de dólares... eso tampoco se veía. Los cambios cualitativos son muy, muy grandes y en todo sentido, si, pero creo que el fútbol no ha cambiado algo que dice Archetti que lo dice de una manera y lo dice de varias otras maneras pero que apunta a lo mismo, a esa cosa, a ese componente inmasticable, a esa libertad, a eso lúdico que el fútbol tiene en última instancia no se lo pueden quitar y eso sigue siendo el gran atractivo Y para mí lo simbólico del valor del fútbol es que como juego representa al gran fenómeno cultural de nuestra época, del modernismo, que es la diáspora del campo a la ciudad. En la cancha cada jugador corre un promedio de quince o diecinueve kilómetros por partido, es el deporte de los caminantes; es entrar al campo contrario, conquistarlo, bordearlo, perforarlo y volver gritando el gol al sueño natal. Ese sueño se quebró deportiva e históricamente por muchos motivos y casualmente aparece la violencia justo cuando se toma conciencia que el sueño no existe más.
El fútbol es EL deporte del capitalismo pero también es la presencia de lo feudal en el capitalismo. Como dice Vicente Verdú: un pedazo de verde nos trae la rémora del pasado; si, ha cambiado pero hay cantidad de cosas que no han cambiado, que son permanentes. Hay que tener presente, recordarte por muy significativo lo que pasó en lo que fue la Unión Soviética, donde las grandes movilizaciones represivas fueron por razones de fútbol y no por razones de protesta social. Más allá de que había mucho control social, que una dictadura terrible... descontentos hubo y hubo, pero las grandes movilizaciones -sobre todo cuando iba el Dínamo de Moscú a jugar a lo que era Leningrado, era una cosa de ver todo el Ejército Rojo puesto a través (...) en las dos puntas, un despliegue de la por éstos que iban a jugar fútbol.
Ahora, estaban divididos: el club de la KGB, el club del Comité Central, el club del Ejército Rojo, divididos por la guita, por de quiénes dependían burocráticamente y quienes ponían guita entonces las broncas estaban en ese momento en el discurso que daba vuelta popularmente, en las roscas internas que había adentro del aparato de superestructura. Después se cayó todo, sesenta años de socialismo, y quedaron las mismas broncas.... la bronca era entre los viejos moscovitas, contra los viejos de San Petesburgo, contra los "mierdas" ucranianos de Kiev que es una raza inferior...
El feudalismo había permanecido intacto atrás de las transformaciones que no le podemos negar de la Unión Soviética, más allá de lo que se opine. No podés negar las transformaciones sociales que hubo durante toda esa época... que llegaron a ser una superpotencia, de mujiniks violentos a superpotencia; a parte del desarrollo industrial y cultural que tuvieron. Sin embargo el fútbol se encargó de decirles: "no, los zares están aquí todavía". Las viejas lealtades feudales permanecen y permanecen atrás del Real Madrid, atrás del Barsa, atrás de la Juve, de Firenze; los viejos odios entre los Médicis siguen allí. En fútbol es esa rara permanencia aggiornamiento de lo que era. Así se ha transformando en el gran atractivo.
Ahora, para mí, el antagonismo se da diferente en Argentina... acá no representa a feudos y tradiciones culturales y políticas. Acá se reformuló de diferente manera y sería cuestión, de tenerlo en cuenta.
Bueno... ese tema daría para otro encuentro...
De acuerdo
Muchas gracias Amílcar
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digital · Año 7 · N° 41 | Buenos Aires, Octubre de 2001 |