Propuesta de estructuración de los contenidos técnico/tácticos de la enseñanza del fútbol en la etapa alevín |
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*Licenciado en Educación Física. Universidad de Granada **Doctor en Ciencias de la Actividad Física y Deporte Profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Extremadura Master en Alto Rendimiento de la Universidad Autónoma de Madrid y el COE (España) |
Jesús Cimarro Urbano* José Pino Ortega** jpino@unex.es |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 33 - Marzo de 2001 |
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1. Introducción
El este trabajo desarrollaremos de manera breve las directrices más genéricas a considerar en la realización de una planificación de un equipo alevín de fútbol.
1.1. La planificación: base del diseño del entrenamiento
El proceso de dirección del entrenamiento es el ajuste a corto y largo plazo de todas las medidas necesarias para la realización del entrenamiento con el fin de mejorar el rendimiento. La ciencia que se ocupa de su estudio es la Cibernética. Para que exista dirección hemos tenido que:
Planificar el entrenamiento.
Realizarlo de forma óptima.
Control del entrenamiento.
Fin : mejorar todo el proceso en todos sus puntos.
A continuación, vamos a citar la definición del concepto de planificación en fútbol de distintos autores, para ayudarnos a fundamentar y comprender su importancia:
Según Álvarez del Villar (1992) “todo entrenador que quiera llevar a cabo una actividad determinada, en este caso, la puesta a punto de un deportista o equipo, previamente ha de realizar un proyecto de lo que quiere hacer y conseguir, analizando, uno por uno, todos los pormenores relacionados con la meta propuesta si tiene medios para llevarlo a cabo, el tiempo que va a necesitar (ciclos, mesociclos y microciclos), los métodos de entrenamiento que ha de utilizar, las dificultades, objetivas y subjetivas, con que se va a encontrar, etc.”. Así éste autor define la Planificación como: “el análisis previo de todos aquellos factores objetivos y subjetivos, internos y externos, que pueden influir en el resultado de una tarea propuesta“.
Según Matveev (1977) “la planificación es una anticipación mental de lo que se va a realizar. Un proyecto del contenido, de las formas y condiciones del entrenamiento. Un plan sólo se cumple cuando se han sabido plasmar las leyes de la periodización”.
Según Ulatowsqui (1980) la planificación ha de basarse todo plan de entrenamiento:
El plan debe basarse en supuestos reales y posibles de alcanzar.
La planificación no puede ser considerada como un slogan, sino como una obligación del entrenador de ajustar su tarea al programa.
El plan ha de ser exacto, basándose en datos cuantitativos y cualitativos y señalando los medios necesarios para conseguir los fines propuestos.
El plan ha de estructurarse de forma que su sencillez y claridad descarguen al entrenador de las formas burocratizadas de trabajo, permitiéndole estar más en contacto con los entrenados, trabajando así de manera más eficaz y racional.
La función de los planes de entrenamiento consiste en crear indicios para la dirección del entrenamiento.
Brüggemann, D. y Albrecht, D. (1993) señalan que “la planificación sistemática previa siempre debe constituir la base del diseño del entrenamiento y debe estar ligada directamente con los respectivos objetivos del entrenamiento y contener una concepción metódica”.
El Gran Diccionario Enciclopédico (1981), citado por Godik y Popov define planificación como “establecimiento del orden de ejecución de un programa de actividades, diferenciándolo del término programación, definido como establecimiento de un plan de ejecución de actividades”.
Como hemos podido comprobar, el concepto planificación tiene dos puntos claros de referencia:
por un lado, la importancia de la previsión del trabajo,
y por otro, la flexibilidad del mismo, ya que debe adaptarse continuamente a la variabilidad de las situaciones con que nos encontramos a lo largo de la temporada.
Por tanto, podemos concluir que la realización práctica del entrenamiento no es producto de la espontaneidad ni resultado del azar, sino que es el proceso reflexivo previo de lo que se va a trabajar.
Nuestro planteamiento de la planificación de una temporada es el siguiente:
Conocimiento del sistema de juego a utilizar en nuestro equipo y su desarrollo táctico (va a condicionar todo el trabajo físico).
Planteamiento de los objetivos a conseguir.
Organización temporal de los medios para cumplir los objetivos planteados.
Ejecución y control del entrenamiento.
Valoración del entrenamiento:
Si se van cumpliendo los objetivos, se continuará con la planificación propuesta.
Si no se cumplen, modificaríamos la organización temporal de los medios.
2. Factores de rendimiento para un equipo alevín de fútbolPara un equipo alevín de Fútbol los posibles factores de rendimiento (entendidos como factores de desarrollo del futbolista) a considerar serían los siguientes (figura 1):
Figura 1
2.1. Factores Físicos
Las cualidades y habilidades técnicas y tácticas de un jugador tienen valor en la medida en que éste sea capaz de emplearlas eficazmente en el juego. Así, la preparación física del futbolista es una condición necesaria para la consecución de dichas habilidades (figura 2).
Figura 2
En la edad que estamos tratando (10-12 años: categoría alevín) se realiza una formación general y variada de las cualidades físicas del niño. A modo genérico, pasamos a analizar cada una de las cualidades físicas que inciden en el jugador (Delgado, M.; 1995):
Cualidades condicionales:
1. Resistencia
Desarrollo de las capacidades aeróbica y alactácida (1/3).
Gran capacidad para desarrollar esfuerzos continuos pero moderados a alta frecuencia cardíaca.
El VO2 máximo aumenta más que el incremento de peso para niños entrenados.
Inicio del desarrollo de la potencia aeróbica.
Hipertrofia del miocardio y mejora del sistema vascular y respiratorio como efecto del entrenamiento.
de no más de 20-30 min. Si son fraccionadas: 4-6 min. con recuperación andando o parado.
No hacer referencias a distancias. Utilizar actividades lúdicas y muy variadas.
Controlar signos de fatiga: enseñar a controlar la F.C. 1-2 sesiones/semana.
2. Velocidad
Desarrollo de todos los tipos de velocidad salvo la resistencia a la velocidad.
La velocidad de desplazamiento puede disminuir si hay un aumento de peso sin aumento de fuerza o puede aumentar si mejora la coordinación.
Gran mejora de la velocidad gestual por mejora del sistema nervioso y del analizador cinestésico.
entrenamiento no debe ser específico.
La velocidad de desplazamiento debe trabajarse con ejercicios que mejoren la coordinación neuromuscular, la técnica del movimiento y la variación motriz. Esfuerzos no mayores a 6-8 seg. Recuperaciones amplias.
La velocidad gestual se trabaja mediante circuitos accidentados.
La velocidad de reacción mediante señales, posiciones, cambios de dirección y acrobacias.
velocidad máxima manteniendo la motivación mediante juegos, persecuciones o relevos.
3. Fuerza
Desarrollo de la fuerza de construcción, fuerza explosiva y resistencia a la fuerza.
Mejora de la fuerza por mejora de la coordinación neuromuscular sin hipertrofia.
Aumento considerable de la fuerza explosiva de piernas (niños). Intentar conseguir un gran número de patrones motrices (no trabajar con halteras).
Sumo cuidado con trabajo de sobrecarga de la columna vertebral o que pueda dañar los huesos.
El trabajo de fuerza no debe de suponer más de 30%.
La musculación debe de realizarse para el tren superior con lanzamiento y para el tren inferior con saltos.
Utilizar medios naturales: correr por el campo, dentro del agua, por arena, etc.
4. Flexibilidad
Habituar al niño al trabajo de flexibilidad ejecutado correctamente.
Fase fundamental para el trabajo de flexibilidad (comienza la involución de la misma).
Sólo mejora la flexibilidad que se trabaja (diaria o cada dos días). A partir de esta fase el objetivo es mantener la flexibilidad adquirida.
Trabajo dinámico de flexibilidad mediante ejercicios activos libres y pasivos relajados.
Utilizar preferentemente la técnica de lanzamiento de las extremidades.
5. Coordinación
De 10 a 12 años es la edad más favorable para el aprendizaje de los gestos por:
Gran capacidad perceptiva y observacional.
Gran desarrollo del analizador cinestésico.
Desarrollo de la motricidad analítica y mejora de las motricidades global y cognitiva.
Trabajo predominante de Educación Física de Base:
Habilidades motrices genéricas (diferentes deportes).
Habilidades motrices específicas (un deporte).
Inicio en el entrenamiento de la técnica gestual y de la táctica individual.
2.2. Factores técnicos
Se denomina técnica al conjunto de acciones que un jugador puede realizar en contacto con el balón, con las limitaciones establecidas por el Reglamento (Sans y Frattarola, 1.995). Pero, la formación técnica no se puede limitar simplemente al aprendizaje de los propios gestos técnicos, sino que hay que considerar también las condiciones reales del juego (oponentes activos, espacios reducidos, resolución continua de problemas, ritmo elevado, etc.). Por tanto, la técnica y la táctica forman una unidad indisociable (el entrenamiento de la técnica siempre tiene que efectuarse en combinación con la táctica individual).
Para que un jugador manifieste un alto nivel técnico debe mejorar:
Mecanismo perceptivo: Permite conocer qué elementos (balón, compañeros, adversarios, espacio, etc.) y de qué forma (colocación, velocidad, etc.) inciden en una situación de juego.
Mecanismo decisional: Permite escoger con qué acción y en qué momento se intentará resolver la situación de juego analizada.
Mecanismo de ejecución: Permite realizar de forma correcta y con la velocidad adecuada la acción escogida.
En el caso de un equipo alevín los requerimientos a nivel técnico-táctico se centrarán en el dominio de los siguientes Medios Básicos T-T Individuales (Fradua, L.; 1995):
De ataque:
Asimilación de la técnica del pase.
Asimilación de la técnica de las recepciones.
Asimilación de la técnica de la conducción.
Asimilación de la técnica del chut.
Asimilación de la técnica del regate.
Asimilación del manejo del balón en el aire y en el suelo.
Asimilación de los desplazamientos, desmarques, apoyos y fintas.
De defensa:
Asimilación del marcaje.
Asimilación de la pantalla.
Asimilación de la interceptación.
Asimilación del acoso.
Asimilación del repliegue.
Respecto a la metodología de trabajo de este factor de rendimiento podemos plantearlo a varios niveles:
Durante el calentamiento, para un mejor aprovechamiento del tiempo útil de la sesión.
Mediante un trabajo analítico que sirva de corrección a posibles defectos de ejecución de los gestos técnicos: ejercicios correctivos.
Incluido dentro de la parte principal como trabajo fundamental.
Mediante una metodología de tipo global a través de situaciones reducidas y reales de juego: trabajo técnico-táctico.
2.3. Factores tácticos
Al igual que los conceptos básicos de la técnica deben desarrollarse en esta etapa de iniciación, los conceptos tácticos fundamentales deben también ser adquiridos en estas primeras edades.
La justificación de lo anterior la encontramos en que (Frattarola y Sans, 1995):
El Fútbol tiene un marcado carácter táctico, como deporte colectivo que es.
Cualquier acción técnica o física está condicionada por aspectos tácticos.
El niño presenta durante la etapa de iniciación una gran capacidad y motivación para adquirir este tipo de aprendizaje.
Si no se provocan aprendizajes correctos desde el principio se adquieren hábitos incorrectos que, al automatizarse, son difíciles de modificar con posterioridad.
Así, podemos diferenciar dos tipos de contenidos tácticos a trabajar en estas edades, en función del número de jugadores que participen en la acción:
A. De grupo:
Ataque:
Pase y progresión.
Paredes.
Relevos.
Jugadas de pases cortos.
Defensa:
Permuta.
B. De equipo:
Posicionamiento en el campo.
Estrategias a balón parado.
Defensa al hombre, mixta, etc.
2.4. Factores psicológicos
Según Leali (1994), a partir de los 10-12 años (edad alevín), comienza la fase auténticamente razonadora (surgimiento del espíritu crítico), gracias a la cual se desarrolla la posibilidad de seguir ejemplos bien apropiados. Así pues, a la actividad instintiva de años anteriores se une ahora la reflexiva (figura 3).
Figura 3
En esta fase los niños tienen un carácter bastante dócil y se someten gustosamente al aprendizaje de las realizaciones técnicas analíticas y reiteradas desde el momento en que se haya asentado en ellos la motivación para conseguir tales prestaciones.
Su capacidad de concentración muestra aún una notable inestabilidad (los niños tienen tantas ganas de moverse que resultan inoportunas las largas explicaciones por parte del educador-entrenador).
Los niños reclaman, además, variaciones en el contenido y en los métodos del ejercicio a realizar. El juego deberá constituir siempre la parte esencial de sus sesiones de entrenamiento, siendo una exigencia vital para ellos.
2.5. Factores biológicos
Entendemos por higiene deportiva la correcta regulación de una serie de hábitos que permitirán que la salud en el niño que hace deporte sea óptima y que de alguna manera nos va ayudar en lo posible a evitar la mayor cantidad de lesiones y enfermedades. El concepto de higiene deportiva nos va a abarcar desde la nutrición, la ducha, los hábitos de sueño, etc., hasta el calzado y cuidado del aseo tanto personal como material (Frattarola y Sans, 1995), figura 4.
Figura 4
El problema más abundante es la caries dental junto a una deficiente higiene bucal que harán de ella el factor más importante a tener en cuenta en lo que a higiene se refiere en el niño. La caries dental se podría evitar con una alimentación controlada y con una correcta limpieza de las piezas dentales diariamente, así como el paso por la consulta del odontólogo por lo menos una vez al año.
Otro aspecto importante es la ducha diaria, imprescindibles después de los entrenamientos y los partidos, con lo que eliminaremos olores desagradables y contaminaciones de la piel.
Es importante inculcar estas ideas a los niños que empiezan a practicar el fútbol y acostumbrarles a utilizar su propio material de aseo, evitando intercambiarse zapatillas de baño, toallas, etc. para prevenir las contaminaciones por hongos, que son muy comunes que afloren en lugares húmedos y especialmente el denominado “pie de atleta”, enfermedad de la piel muy molesta que aparece normalmente entre los dedos de los pies. Con ello y con el uso de calcetines secos y limpios evitaremos dicha enfermedad.
También los hábitos de sueño y vigilia son fundamentales para lograr el correcto desarrollo de la actividad deportiva de los niños. Es imprescindible, por tanto, dormir 8 horas, y organizarse el tiempo para realizar de una forma adecuada tanto la actividad física como la intelectual.
Otro de los factores que hay que cuidar en lo que a higiene se refiere es el del calzado deportivo. Hemos de recordar que la existencia del pie es anterior a la del calzado, por lo que ha de ser éste el que se adapte al pie y no al revés. Además, el calzado se ha de adaptar al medio utilizado (campo duro, blando, hierba, embarrado), y cada uno tiene unas características diferentes.
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