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Consideraciones psicológicas sobre la preparación técnica de los tenistas

Subdirector de Investigaciones y Docencia
Instituto de Medicina del Deporte
(Cuba)

Dr. Francisco García Ucha
ucha@inder.co.cu | sicoucha@hotmail.com

Resumen:
    El propósito del trabajo consiste en exponer algunos de los atributos psicológicos que se encuentran involucrados en la técnica del tenista y con ello significar la importancia de su empleo con vistas a asegurar los resultados en entrenamientos y competencias.
    En este sentido, se resaltan las capacidades visuales, las reacciones y la atención que demanda el tenis, y como ellas constituyen un soporte de importancia a considerar en el proceso pedagógico de formación y entrenamiento de tenistas.
    Palabras clave: Técnica del tenis. Capacidad visual. Visión periférica. Reacción.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 32 - Marzo de 2001

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    La técnica del tenis es una de las más complicadas, debido al corto tiempo en que el jugador esta en contacto directo con la pelota. Por ello, para conseguir las destrezas en el juego resulta necesario un trabajo intenso y voluminoso en el entrenamiento donde el jugador deberá adquirir la comprensión, los conocimientos y la convicción de la ejecución ante las diversas circunstancias que pueden producirse en el juego.



Foto del autor en Buenos Aires, con el entrenador de tenis Prof. Gerardo Wortelboer,
ex capitán del equipo de Argentina en Copa Davis.


    Los principales hábitos del tenista son los diversos golpes que se asestan a la pelota con la raqueta. Al alcanzar un elevado grado de destreza el jugador logra imprimir a la pelota toda clase de trayectoria y velocidad a expensa de las condiciones en que realice tales acciones, bien sea mientras corre, salta o estira su cuerpo al máximo.

    La excelencia en el golpe de la pelota se logra por medio de una refinada precisión de los movimientos que producen el contacto de la superficie de la raqueta con la pelota de acuerdo con un ángulo y tiempo determinado. Se plantea que biomecánicamente la variación de 2 grados en el movimiento de la raqueta puede resultar en un golpeo al fondo de la red o pasado la línea de base.

    El asiento de la precisión de los movimientos se encuentra en el programa mental que logra desarrollar el tenista por medio del aprendizaje y el entrenamiento y que depende de la sensibilidad muscular del jugador para evaluar lo que realiza con las manos, los antebrazos y la posibilidad de evaluar la intensidad de la fuerza que le imprime a la raqueta al golpear la pelota.

    El programa mental del movimiento estriba en gran parte en las habilidades visuales y la capacidad de reflexión del tenista.

    Los objetivos principales de la percepción visual del jugador son la pelota, su desplazamiento, los movimientos del contrario y la evaluación del espacio que lo rodea, considerando en unos casos la red o los limites del terreno.

    La información visual constituye una parte fundamental para la coordinación de los movimientos al golpear la pelota.

    La tarea resulta de hecho muy compleja debido a la velocidad de desplazamiento de la pelota, la cual alcanza un rango entre los 0,25 a 0,5 segundos, por término medio, para cada golpe.

    En el juego es importante vaticinar la dirección, la velocidad, el carácter del vuelo de la pelota y el lugar de su desplazamiento.

    El alcance de la visión del jugador puede ser definido como el proceso de atención visual dirigido a localizar las señales que son significativas para la ejecución del movimiento (Magill, 1998); Abernethy & Neal, 1999).

    Quedó demostrado que los mejores jugadores exhiben una mayor eficiencia y selectividad en los procesos de percepción visual (Goulet, Bard, & Fleury, 1989).

    Investigaciones recientes en el deporte muestran que los rendimientos dependen de las habilidades visuales tanto como de la eficiencia de los patrones de movimiento del deportista (Williams & Burwitz, 1994).

    Durante el vuelo de la pelota los índices más informativos son la dirección y la velocidad del vuelo.

    En este sentido, detectar la dirección del vuelo de la pelota, para un grupo de expertos, se relaciona con un 70% de la efectividad del jugador y la discriminación de la velocidad del vuelo de la pelota, ocupa un 30% del rendimiento de los tenistas encuestados.

    En el juego, de acuerdo con nuestras entrevistas a los tenistas, la mayoría [58%] de los entrevistados consideran, que para un recibo a tiempo y efectivo de la pelota después del saque tienen una significación importante, el inicio a tiempo de los movimientos orientados, la determinación correcta del lugar del recibo de la pelota y la concentración del jugador como la adopción de la posición.

    En observaciones realizadas por el autor de este trabajo, la ejecución a tiempo de las acciones orientadas en el 14% de los casos se comprende como una necesidad de comenzar los movimientos aún antes del golpe a la pelota por parte del jugador, en el 15% de los casos fue después de pasar la pelota la red.

    Sin embargo, en el 59% de los casos, es decir, en la mayoría que se considera a tiempo, el comienzo del movimiento fue inmediatamente después del saque antes de pasar la pelota la red

    En la recepción de la pelota, los errores de los tenistas se relacionan con la falta de preparación técnica, con la inhabilidad de determinar el lugar del recibo de la pelota y salir hacia ella.

    Por tanto, es necesario examinar en el tenista la agudeza visual estática y dinámica, la percepción de profundidad y la capacidad de reaccionar rápido a los estímulos periféricos como la destreza para mover los ojos.

    Considerando los atributos de la percepción visual antes señalados, el psicólogo y el entrenador pueden realizar una serie de acciones tendientes a garantizar el grado de preparación técnica del deportista mediante su diagnóstico.

    En nuestro caso, empleamos evaluaciones en el laboratorio experimental de psicología sobre la agudeza visual, visión de profundidad y periférica, mediante las cuales se infieren un número de hipótesis que pueden ser verificadas en los entrenamientos y competencias, por medio de los controles y pruebas psicopedagógicas en las condiciones de campo, gracias a las cuales el entrenador puede ratificar o modificar la planificación del entrenamiento con el propósito de que el deportista alcance la excelencia.

    Hay que destacar que los resultados de las pruebas experimentales no constituyen un predictor de los rendimientos del deportista sino, información que facilita la conformación de alternativas acerca de las capacidades del deportista. El enfoque experimental permite aislar las variables significativas y estudiarlas de forma independiente.

    En este sentido, se evalúa la visión periférica, definida como la extensión total del medio percibida por un sujeto, con fijación de su vista en un punto central. Para su medición se emplea el perímetro. Gracias a la visión periférica el jugador se mantiene consciente de lo que ocurre a su alrededor mientras se concentra en la tarea inmediata que tiene entre sus manos.

    El perímetro presenta un arco el cual es colocado en los ángulos de 0°, 60°, 90°, 120°, 180°, 240°, 270° y 300°, que brindan la posibilidad de realizar un mapa del campo visual del deportista, formando varias dimensiones: Externa, Interna, Arriba, Abajo y Arriba Externa y Abajo Externa, así como, Arriba Interna y Abajo Interna.

    Los valores promedios encontrados por nosotros en un grupo de 10 tenistas con resultados elevados muestran un notable y multifacético desarrollo de la visión periférica.

Tabla: Visión Periférica en Tenistas
Externa
Interna
Arriba
Abajo
Arriba
Externa
Abajo
Externa
Arriba
Interna
Abajo
Interna
86.7
56.2
62.9
47.7
55.4
50
61.2
79.1


    Otra de las capacidades visuales imprescindibles en el jugador radica en la agudeza visual dinámica que permite “detener” visualmente, y seleccionar, detalles de un estimulo en movimiento.

    Esta capacidad también es nombrada “golpe de vista” y se encuentra mucho más desarrollada en el jugador de tenis que en los de fútbol, lo que se debe al hábito de distinguir una pelota mucho más pequeña en su rápido desplazamiento.

    El golpe de vista en el tenista es mucho más eficiente al acercarse el objetivo que al alejarse, lo que indudablemente obedece al carácter de las percepciones visuales que demanda el juego, donde las acciones fundamentales consisten en rechazar la pelota.

    El golpe de vista puede ser estudiado mediante imágenes de juego que aparecen en un display o por medio de vistas fijas que son expuestas en fracciones de segundo a los jugadores, los cuales deben discriminar las señales que logran recepcionar visualmente.

    Sobre la visión de profundidad, su significación es imprescindible para la evaluación de los objetos colocados en una distancia diferente en un campo determinado. La visión de profundidad es evaluada en condiciones experimentales por medio de la Caja de Goubert.

    Los resultados encontrados por nosotros en el laboratorio experimental sobre la visión de profundidad, evaluada con visión central binocular muestra una refinada capacidad en los tenistas en relación con otros deportistas. Así se halló:

  • Cuando el estímulo se aleja un error de 0,13 milímetros.

  • Cuando el estímulo se acerca un error de 0,17 milímetros.

  • El promedio del error en general fue de: 0,15 milímetros.

    Por otra parte, en el tenis son típicos los procesos de reacción motora compleja, en la que son estímulos la pelota durante su desplazamiento y los movimientos del contrario, así como los movimientos propios en respuestas a los del contrincante.

    Las reacciones motoras complejas en los tenistas se caracterizan por:

  • Están ocasionadas por un estimulo complejo, que comprende la percepción del desplazamiento de la pelota como las señales del espacio existente en los limites de la pista, el lugar previsto donde debe caer la pelota, la distancia hasta este lugar, el movimiento previsto que es necesario ejecutar para llegar a ese lugar, la distancia hasta la red y la posición que se cree adoptará el adversario al rechazar la pelota enviada por él.

  • El carácter complejo de las acciones de respuesta. Estas acciones no comprenden sólo los golpes propios asestados a la pelota, sino también los movimientos de preparación para los golpes: carrera rápida, serie de pequeños saltos, saltos y movimientos de impulso del brazo para golpear.

  • La coordinación de los impulsos motores es muy compleja en el momento motor del periodo latente de la reacción. Mediante ella se logra la precisión con que se golpea la pelota, su fuerza, el ángulo de contacto y el movimiento de la pelota. La más pequeña variación de la coordinación se refleja en la calidad del golpe asestado a la pelota.

  • La gran velocidad de las reacciones, sobre todo al jugar cerca de la red, la rapidez prevista del desplazamiento de la pelota, que en algunos golpes o en los saques fuertes no pasa de 0,25 segundos al recorrer la pelota todo el espacio de la pista, siendo al jugar cerca de la red, de 0,05 a 0,10 seg.

  • La rápida sucesión de una reacción tras otra, que a veces es muy distinta de las anteriores a consecuencia del rápido ritmo del juego. Esto obliga al jugador a estar atento al juego y a encontrarse siempre preparado para recibir la pelota.

    A pesar de todas estas características los procesos de reacción en el tenista transcurren a una gran velocidad, lo que es posible gracias a un entrenamiento prolongado.


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