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Educación Física y calidad de vida: una investigación sobre la
actividad física de los recolectores de residuos en la Comuna de Río Cuarto

-Profesor de Educación Física.
-Master en Educación Física.
Universidad de Río Cuarto, Córdoba
(Argentina)

Sergio Centurión
scenturion@rec.unrc.edu.ar

Trabajo presentado como Proyecto de Investigación, que recibiera la aprobación académica de la Comisión de Ciencia y Técnica de la Facultad de Ciencias Humanas. Ponencia presentada en la Universidad Nacional Autónoma de México con el título "Trabajo y Salud. Una Investigación desde la Educación Física", con motivo de la realización del Coloquio Interdisciplinario "Cuerpo Movimiento, Cultura y Educación", México. Febrero de 1996.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 31 - Febrero de 2001

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Génesis de la idea

    La obligatoriedad de elaborar un trabajo final en el último año de la carrera, como requisito curricular postrero, para la obtención del título de Profesor Nacional de Educación Física, es una tarea que desvela a la mayoría de los estudiantes del Cuarto Año.

    Una superficial revisión de los Trabajos Finales existentes en archivo, producto de las catorce promociones que debieron cumplir con ese requisito (1980/93), permitía determinar que la temática en general se ocupaba de problemas del deporte, del trabajo con discapacitados, de la terapia con actividad física, de la tercera edad, etcétera; un abrumador predominio (casi exclusivamente se podría decir), del método experimental, casi en directa proporción con la ausencia de originalidad.

    El grupo de estudiantes del último curso, que en ese 1994 me obligaba diariamente a aprender cosas nuevas; con bastante anticipación a la finalización del año académico, había comenzado a preocuparse por definir el tema de su trabajo final, de tal forma que las consultas eran permanentes y con singular interés, aunque es necesario decir que yo no era ni soy el responsable de Seminario de Investigación en la Carrera.

    Uno de los grandes problemas con el que se encontraban los estudiantes y que en cierta medida, también nos afecta a los docentes, es la falta de trayectoria en investigación por parte de la Educación Física como área de conocimientos, en nuestro País. No se puede decir que no hay investigación, si se puede decir que no existe institucionalización de la Investigación en Educación Física. Los trabajos existentes son fruto del esfuerzo heroico de algunos abnegados colegas y otros que a mi juicio aportan mayor confusión (desde el punto de vista epistemológico) a los no iniciados (profesionales de la Educación Física), ya que están bajo la dirección de médicos, médicos deportólogos, fisiólogos, psicólogos, nutricionistas y otros profesionales de la medicina o ciencias auxiliares, orientados fundamentalmente al alto rendimiento o a temas extrapedagógicos o no escolarizados.

    Quizás el problema puntualizado precedentemente, tenga su explicación en que la Educación Física como propuesta curricular de formación de recursos humanos, carece de una sólida tradición en la Universidad, con todo lo que ello significa, desde la perspectiva de la producción de conocimientos.

    Se hizo una memoria de las áreas de intervención de la Educación Física y llegamos a la conclusión de que, en todas ellas (en la escuela, club, centro comunitario, gimnasio, centro deportivo, centro de salud, etc.), se desembocaba definitivamente en el campo práctico y el universo de movimientos de los sujetos en cuestión, se prescribía o analizaba de acuerdo a las necesidades y características de cada ámbito. El ser humano en movimiento, sus motivaciones y los objetivos de la práctica, le daban perfil propio a las diferentes situaciones: pedagógicas, lúdicas, deportivas, recreativas, terapéuticas, etc. En todas las situaciones analizadas, lo voluntario y lo placentero en el abordaje de la actividad, llevaban implícita la expectativa de la obtención de beneficios, sean corporales, de relaciones humanas o de resultados a favor.

    Hasta no hace mucho tiempo, la vida de la mayoría de los seres humanos sanos estaba signada por un alto componente de actividad física, que el desarrollo de la tecnología aplicada a casi todas las esferas de la vida cotidiana del ciudadano, en el marco de desordenados y crecientes procesos de urbanización, se encargaron de reducir a la mínima expresión.

    Observamos que en ese paisaje, las posibilidades de movimiento espontáneo y natural de un sujeto sano, común y corriente, después de la adolescencia decaen significativamente, sobre todo en sectores de clase media. Situación que se trata de superar con la asistencia a gimnasios, clubes, grupos de ciclismo, trote, natación y otras prácticas; todas ellas con el objetivo de mantener la salud sin descuidar la estética corporal y las relaciones sociales.

    Al focalizar la atención en la importancia del movimiento corporal, para la calidad de vida del sujeto contemporáneo, expuesto al stress, a la mala alimentación, a tempranas cardiopatías, al sedentarismo compulsivo, etcétera, podíamos caer en la falacia de generalizar, interpretando, que aquellas personas que en su vida cotidiana tienen una gran prestación de actividad física, tienen por ello resuelto el problema de las dolencias de la posmodernidad.

    Se partió de esa generalización, para provocar la reflexión sobre las diferentes oportunidades de práctica corporal activa que existen hoy para el sujeto sano. Las formas de movimiento culturalmente objetivadas como lo son el deporte, la danza, la mímica y otras, no son las únicas formas de movimiento que asume el ser humano, porque las formas básicas de la actividad física están presentes en la totalidad de manifestaciones dinámicas humanas.

    Pudimos identificar que, a pesar de todos los avances de la ciencia y de la técnica en beneficio de la mecanización y automatismos, sobreviven actividades en las cuales el trabajo corporal humano tiene un protagonismo sustantivo, por ejemplo: la distribución de correspondencia, la atención de mesas en los bares y restaurantes, el abastecimiento de mercaderías en general, la construcción de viviendas y edificios, el de las empleadas domésticas, la recolección domiciliaria de residuos, por nombrar algunos de los que se presentan en nuestro contexto.

    El trabajo de recolección domiciliaria de residuos, nos pareció el más representativo desde la perspectiva de la variedad e intensidad de los movimientos observados.

    La discusión con los alumnos a esa altura de los acontecimientos, nos permitía darnos cuenta que habíamos transpuesto los límites que circunscribían las incipientes tareas de investigación en Educación Física, hasta ahora revisadas. No estábamos ni en lo pedagógico, ni en lo lúdico, ni en lo terapéutico, ni en lo deportivo; estábamos en el campo laboral, tratando de identificar problemas susceptibles de ser abordados desde la Educación Física como tarea de investigación. Esta circunstancia también nos obligaba a reflexionar sobre algunos aspectos necesarios y centrales en el estudio de problemas de naturaleza social. En el caso particular de los estudiantes, debían tener en claro que es ocioso incursionar en temas de esta naturaleza, cuando su única preocupación es la aprobación del trabajo final para obtener el título de Profesor Nacional de Educación Física. De igual manera que la formación profesional, los intereses intelectuales y las posturas ideológicas son cruciales para la obtención de los objetivos del estudio. Los factores de magnitud, trascendencia, vulnerabilidad y factibilidad también fueron discutidos para definir y jerarquizar el problema, que en el caso de los recolectores domiciliarios de residuos (RDR), cada uno de ellos tiene una gran significación.

    Desde qué perspectiva se comenzaba a tratar el asunto, era otra de las definiciones de singular importancia para la orientación concreta del trabajo de investigación. Hacerlo desde lo fisiológico, lo biomecánico, lo nutricional, nos parecía restringir demasiado el universo de posibilidades que el tema sugiere.

    Se tomó una postura que, a nuestro juicio, contemplaba tres aspectos fundamentales: teórico, técnico y ético. Entendiendo por teórico, todos los perfiles de esta naturaleza que sustentan a la Educación Física como área del conocimiento. Lo técnico, a la aplicación de las destrezas y habilidades corporales a la resolución de tareas específicas. Finalmente, lo ético se refiere a las relaciones de justicia, equidad y dignidad, que en similares circunstancias parecen no asistirle por igual a todos los ciudadanos.

    El estado de desarrollo que alcanzó el Proyecto, fue el de la etapa de relevamiento de situaciones específicas (que de ninguna manera podían encararse a través de una única y determinada estrategia), ya que las particularidades de cada caso, requieren ajustes permanentes en los procesos de aproximación, que por cuestiones de calendario y disolución del grupo (hecho inevitable, ya que los alumnos concluían su carrera) no pudieron abordarse. No obstante, a juicio del equipo, el tema es bastante amplio y ofrece puntos interesantes para ser abordados desde la Educación Física (conjuntamente con otras disciplinas) como problemas de investigación, que puedan constituirse en verdaderos aportes al bienestar y calidad de vida del ciudadano.


Título del Proyecto: Educación Física y Calidad de Vida

    La Educación Física, por lo general se ha desempeñado con propiedad en un campo a priori aceptado como específico y pertinente: "El sistema educativo formal"; como vehículo adecuado para contribuir a la educación integral del sujeto a través de su agente instrumental operativo: el movimiento.

    La Educación Física como disciplina de la Educación puede materializar sus objetivos desplegando su accionar con sujetos sanos, respetando las características biológicas, psicológicas y sociales de las diferentes etapas evolutivas del ser humano. Su intervención en otros campos con perfiles particulares tales como discapacitados (mentales, sensoriales y motores) y rehabilitación, merecen una capacitación especial del profesional del movimiento.

    El movimiento, es un bien existencial del ser humano. Sin realizar un análisis exhaustivo de todas las causas que lo originan, podemos decir que el estar quieto es una contingencia y la actividad física una constante. Quizás parezca demasiado extrema esa aseveración, pero es importante aclarar que la reflexión está hecha desde una perspectiva natural y primaria, sin tomar en cuenta la influencia del auxilio de tecnologías que facilitan la existencia. Para graficar lo expresado, podemos remitirnos a la información que poseemos referente a los pueblos primitivos en los cuales la actividad física era el común denominador de casi todas las manifestaciones culturales de ese momento. No obstante, tal vez, no sea necesario realizar un viaje por la historia de la evolución de la humanidad; nos bastaría simplemente con observar a nuestro alrededor las grandes diferencias que existen entre las condiciones de desarrollo de las regiones rurales y el avance implacable de la urbanización en los grandes conglomerados humanos. La brecha socioeconómica cada vez mayor entre los diferentes sectores de las comunidades; la demanda de espacios por parte de la población infantil y la represión que ocasiona la inseguridad en las calles y espacios públicos; todo ello tiene directa relación con las posibilidades y necesidades de movimiento del hombre contemporáneo.

    Asistimos desde hace algún tiempo (en algunos casos hasta somos los protagonistas principales) a los cambios vertiginosos que se van produciendo en esta era de la tecnología. La complejidad de la vida de nuestro tiempo y la necesidad de darle respuesta adecuada a los problemas que las nuevas formas de relacionarse de los seres humanos ocasionan; van demandando de las diferentes ciencias, disciplinas o áreas específicas, nuevos conocimientos que, como producto de tareas de investigación pasan a ser bienes que contribuyen a la calidad de vida del ciudadano y al bienestar general de la sociedad.

    En ese marco, podemos coincidir que en el mejor de los casos, la investigación en Educación Física es una tarea incipiente gracias al voluntarismo de algunos de sus agentes promotores. Un repaso superficial sobre los temas de estudio que le han posibilitado identificar problemas de investigación a la Educación Física son: el campo de la educación, con énfasis en lo pedagógico y en la psicología del aprendizaje; los temas biológicos con orientación a la performance deportiva, a la rehabilitación y al alto rendimiento; y los temas relacionados con la actividad física de los grupos especiales. Una consideración puntual merece el tema de los juegos que está siendo abordado con particular interés y seriedad por un grupo de profesionales de Educación Física y docentes en la Universidad Nacional del Comahue y en la Universidad Nacional de La Plata. Esta consideración no es definitiva, es como ya se dijo producto de una revisión superficial y sin ánimo de pretender cerrarla en este nivel. Pero con ello, se quiere poner de manifiesto que la Educación Física se ha interesado por estudiar temas e investigar problemas en los cuales el movimiento es abordado desde perspectivas lúdicas, recreativas, educativas, placenteras o de rendimiento deportivo, pero que fundamentalmente, el sujeto involucrado las realiza sin que ninguna circunstancia compulsiva incida más que su propia voluntad.

    Nuestra intención se orientó hacia un campo donde el movimiento corporal es fundamental para la obtención de recursos que permiten una existencia digna: el trabajo; (aunque esta expresión suene algo extraña en estos días) y particularmente el que realizan los recolectores de residuos domiciliarios.


Justificación de la Propuesta

    El movimiento, es un emergente en la conducta de la vida cotidiana del ser humano. Algunas obligaciones laborales lo demandan en mayor o menor medida, según corresponda.

    El acervo motriz de un sujeto sano, lo habilita para realizar tareas corporales en función de compromisos laborales cuyo cumplimiento, teóricamente, le permite obtener una retribución económica para satisfacer sus necesidades básicas.

    Si bien la mecanización y la automatización, en numerosos y variados campos, han postergado de manera significativa el trabajo manual y la tracción a sangre, el avance de la tecnificación no ha impedido que muchas tareas dependan aún, del esfuerzo y destreza físicos para su realización.

    Nos ha resultado interesante como tema de estudio la actividad física que desarrollan los recolectores de residuos domiciliarios, concretamente los que acompañan al camión compactador y que son responsables de acercar al rodado las bolsas o contenedores que se encuentran en el recorrido cotidiano de la vía pública.

    A nuestro juicio, en estas acciones se encuentra el punto de contacto entre lo que tradicionalmente ha centralizado la preocupación de la Educación Física y el tema que nos ocupa: el cuerpo y el movimiento; el primer aspecto orienta o focaliza el hacer y el segundo es "el agente instrumental operativo" (DALLO y LOPEZ), ambos aspectos circunscriptos a la intencionalidad pedagógica del momento educativo. En el caso de las tareas del recolector de residuos, si bien cuerpo y movimiento son los emergentes de su conducta, se diferencian en la intencionalidad, ya que ésta, a diferencia de la anterior, es económica. Pero si nos ajustamos expresamente a la "forma" de los movimientos, veremos que ésta es común sea cual fuere el campo de intervención: pedagógico o laboral. Según los autores citados, los movimientos comunes identificados, son los que los estudiosos del tema han clasificado como Formas Básicas de Actividad Física, son originarias y por ello le asisten por igual a todo el género humano; se van perfeccionando a medida que acompañan el desarrollo normal del individuo y en mayor o menor medida, están presentes en el universo de movimientos cotidianos del hombre y ellos son: caminar, correr, saltar, arrojar, empujar, transportar, trepar, suspenderse, deslizarse, etcétera y sus múltiples combinaciones.

    Sin someter esas formas de movimiento a un análisis riguroso, podemos darnos cuenta que todas forman parte de la conducta dinámica de un sujeto sano, pero subordinadas a la intencionalidad de la acción.

    Por lo expuesto, sostenemos que siendo el hombre en movimiento el sujeto de la preocupación de la Educación Física, circunscribir su estudio a los campos pedagógico, lúdico, deportivo y/o recreativo, dejando de lado uno tan importante como el laboral, es autocercenar los alcances de la Educación Física como área de conocimientos y a la vez, desconocer la filogénesis y ontogénesis del movimiento humano.

    Otro enfoque que nos pareció interesante como justificación del presente es que, centrando su quehacer, la Educación Física, en el sujeto sano, debe a la vez comprometerse con la salud del mismo. Es decir, preocuparse porque las demandas de movimientos que involucre un determinado compromiso laboral, no lleven implícito el deterioro sistemático de la salud del trabajador. Esta argumentación pretende contribuir, en la medida que se pueda, a replantear los criterios de diseño de las políticas de salud tanto a nivel empresarial como oficial.

    Los servicios de recolección domiciliaria de residuos, los provee la comuna, ya sea por la vía de la adjudicación de la licitación correspondiente a una empresa privada (ASEO en la ciudad de Río Cuarto) o por responsabilidad propia del organismo municipal (como en la comuna vecina de Las Higueras).

    El control de calidad del servicio se ejerce en forma directa por parte de la población y está referido fundamentalmente a la zona que abarca, a la frecuencia, a la disposición de los operarios; que se constituyen en indicadores relativos a la eficiencia específica de la función. El no cumplimiento de las pautas motivo del servicio, a menudo son recogidas por la prensa, por los ciudadanos, por vecinalistas, políticos, etcétera; hasta que llegan a las instancias correspondientes del gobierno comunal quien exigirá a la empresa contratista o a la dependencia pertinente el celo adecuado en el cumplimiento de las tareas, para eliminar anomalías. Es decir que ante un servicio ineficiente y de la naturaleza del que nos ocupa, todos podemos ser jueces; pero en las estrategias de recomposición de la calidad del servicio, ¿en qué nivel del análisis, es considerada la calidad de vida de esos ciudadanos que con su propia actividad física, seis veces por semana se empeñan en mantener las condiciones de salubridad de la urbe?


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