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Redes y saberes del idioma del deporte

Universidad de Valladolid
(España)

Jesús Castañón Rodríguez
info@idiomaydeporte.com

    Esta ponencia presenta una visión de conjunto sobre la repercusión de la informática en el idioma del deporte y su consideración como bien cultural común que ha creado ámbitos electrónicos destinados a facilitar redes de acceso, orientar contenidos y transmitir saberes.
    Describe la evolución tradicional del estudio del idioma del deporte en cuatro etapas (1896-1918, 1919-1945, 1946-1979 y 1980-2000) y su transformación en la incipiente cultura digital para atender a los niveles técnico, de difusión y literario: trabajos de referencia sobre descripción del estado actual de idioma, prestación de recursos léxicos, orientación de tecnicismos, equivalencias de extranjerismos con un idioma y correspondencias terminológicas entre varias lenguas para solventar problemas de traducción, lenguajes documentales, explicación de claves de evolución histórica del lenguaje deportivo, reflexiones sobre el lenguaje literario, bibliografías especializadas...
    Este panorama general comenta la situación en varios idiomas, con especial atención al español y al portugués, y se relaciona con otros factores que intervienen en una eficaz difusión social del deporte moderno: fenómenos de lenguas en contacto, abatimiento de fronteras y la evolución de actitudes puristas a criterios favorables a la convivencia de lenguas.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 26 - Octubre de 2000
Trabajo presentado en el IIIº Encuentro Deporte y Ciencias Sociales y
1as Jornadas Interdisciplinarias sobre Deporte. UBA - 13 al 15 de Octubre 2000

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1. El cambio de consideración del idioma del deporte
     En apenas un siglo, el idioma del deporte ha evolucionado de ámbito menor a su reconocimiento como fenómeno con una dimensión cultural, social, histórica, política y tecnológica. Ha sido capaz de suscitar el interés de los científicos para su reflexión sociolingüística de mitos y ritos1, de ampliar notablemente la presencia de su léxico en los diccionarios2, de convertirse en un privilegiado observatorio de las tendencias más actuales de los idiomas3 y de ser un ámbito de extraordinaria influencia sobre otras áreas lingüísticas gracias a su capacidad de atracción por sus funciones lúdica y educativa4.

    A lo largo del siglo XX, su estudio y reflexión ha generado un un complejo panorama de ocho líneas de trabajo que se puede analizar en cuatro etapas y que ha evolucionado en el siguiente proceso: estudios monolingües con aplicación de criterios puristas, diccionarios monolingües, diccionarios multilingües en formato libro y diccionarios multilingües digitales.

    Primero, entre 1896 y 1918, con la elaboración de diccionarios léxicos. Segundo, entre 1919 y 1945, con la confección de estudios lingüísticos, repertorios (diccionarios, léxicos o vocabularios) y estudios de literatura. Tercero, entre 1946 a 1979, con cuatro grandes formas de actuación: estudios, diccionarios técnicos de ciencias del deporte, de documentación y tesauros, repertorios y estudios literarios.

    Una cuarta etapa, de 1980 a 2000, cuenta con un especial interés pues supuso una diversificación hacia estudios, diccionarios técnicos de ciencias del deporte, de documentación o tesauros, diccionarios de siglas, repertorios, recursos léxicos digitales y estudios de literatura. Un crecimiento excepcional, posible gracias al desarrollo tecnológico y al trabajo de centros especializados y universitarios que crearon servicios informáticos para recuperar automatizadamente información, bases de datos multilingües y recursos electrónicos respetuosos con la diversidad cultural.

    Con la aparición en los años noventa de un nuevo entorno social, el deporte se halla ante importantes expectativas en biotecnología e información deportiva y puede obtener sustanciales mejoras en la creación de nuevos discursos y relatos y en sus procesos de racionalización, especialización, intercambio de conocimientos y aplicación de herramientas tecnológicas5. Esta nueva realidad, que ya ha desarrollado ocho de las catorce actividades básicas generales de la Red6, abre la puerta a la inserción completa del deporte como objeto de estudio en los ámbitos académicos en un marco caracterizado por la comunicación a distancia, la presencia de redes sin fronteras, la comunicación mediante representaciones, la transmisión de información de forma multicrónica, la compresión de mensajes, la circulación rápida mediante flujos electrónicos, la inestabilidad de soportes asentados en el aire, la globalidad, el carácter bisensorial de los mensajes, la memoria artificial externa, la comunicación digital, la integración semiótica, la heterogeneidad de lenguajes, la transnacionalidad, la interdependencia y la tendencia al consumo.


2. Contenidos lingüísticos en el entorno tercero
     El trabajo en el entorno tercero o tecnológico ha creado una nueva escritura basada en técnicas hipertextuales que combinan palabras, imágenes, sonidos, datos y fórmulas; en una mentalidad de pensar en relatos para escenarios multilingües, multidireccionales y sin fronteras; en el uso de recursos comunicativos de representación digital orientados al oído y a la vista; en la redacción de hipertextos abiertos a nuevas intervenciones y modificaciones; en un nuevo tiempo de trabajo que transmite lenguajes a gran velocidad. Y además, ha generado comunales electrónicos organizados en redes informativas y redes de saberes7.


Redes informativas
     Las redes informativas del idioma del deporte han actuado sobre sus niveles técnico y de difusión y han comprendido direcciones relacionadas con tres líneas de trabajo: recursos léxicos, orientación de tecnicismos y equivalencias de extranjerismos con un idioma o correspondencias terminológicas entre varias lenguas para solventar problemas de traducción.

    La prestación de recursos léxicos y orientación de tecnicismos han sido formas de producción comunes en todos los idiomas. Un breve repaso a este tipo de producción digital presenta numerosas curiosidades y distintos centros de atención diferenciados.

    Con un carácter monolingüe, en francés destaca la producción de recursos generales sobre todas las disciplinas de los Juegos Olímpicos de verano y de invierno; así como la elaboración de 11 recursos especializados para otros 7 deportes8. El inglés presenta una variada producción: un centro especializado9, 2 recursos generales sobre lenguaje deportivo y sobre los Juegos Olímpicos y 57 recursos digitales sobre 39 actividades especializadas10. En italiano destaca el intento de incorporar la terminología deportiva al lenguaje científico-técnico11 y la creación de 9 recursos digitales para todo tipo de juegos y 5 actividades especializadas12. Y en el ámbito estrictamente iberoamericano el portugués recoge orientaciones sobre los anglicismos y 7 recursos especializados sobre 3 deportes13, mientras que el español da lugar a 10 recursos para 9 deportes olímpicos y deportes especializados con recursos enfocados también a la orientación de tecnicismos14.

    La creación de productos lingüísticos de equivalencias terminológicas entre varias lenguas para solventar problemas de traducción ha generado recursos léxicos multilingües -en los que destaca su interés por fútbol, baloncesto, escalada y náutica con preferencia por los idiomas alemán, español, francés, inglés e italiano15- y ha proporcionado información sobre guías de productos terminológicos especializados, como el Servicio Iberoamericano de la Traducción, con informaciones sobre vocabularios relacionados con los Juegos Olímpicos16. En la Unión Europea esta producción multilingüe, además, ha respondido a la necesidad de promover una diversidad lingüística con la que superar el predominio del inglés en la tecnología y generar herramientas avanzadas de lenguaje para su posterior integración en bases de datos, referencias y enlaces.

    Su desglose por idiomas presenta una curiosa clasificación de centros de atención. El alemán ha creado recursos relativos a deportes olímpicos, náutica y deporte extremo. El danés, sobre deportes olímpicos. El francés ha atendido a disciplinas deportivas olímpicas y deporte extremo. El griego ha generado productos sobre deportes olímpicos. El inglés se ha centrado en deportes olímpicos y disciplinas del deporte extremo. El italiano ha proporcionado repertorios digitales sobre deportes olímpicos y deporte extremo. El neerlandés, sobre deportes olímpicos y deporte extremo. El noruego, sobre deportes de aventura. El polaco, sobre deporte extremo. El rumano, sobre deportes olímpicos. El ruso ha creado glosarios sobre los deportes olímpicos. El sueco ha producido formas digitales sobre deporte extremo. Y en el ámbito estrictamente iberoamericano el portugués ha contado con producción digital sobre deportes olímpicos y el español, sobre deportes olímpicos y deporte extremo.

    Generalmente, este tipo de productos se ha orientado a la correcta difusión masiva del hecho deportivo mediante procesos de estandarización destinados a un receptor universal. Entre 1996 y 2000, han coincidido con los Juegos Olímpicos de Verano y de Invierno17, celebrados en Atlanta, Nagano y Sidney, así como en las Copas del Mundo de fútbol y de baloncesto de 1998, en Francia y Grecia. Y su razón de ser, la mejora de la difusión social del deporte, ha sido promovida desde 1998 por el Comité Olímpico Internacional con la edición en formato libro de un léxico multilingüe de referencia, Lexique olympique multilingue18, y con reflexiones sobre el papel del comentario deportivo celebradas en el Museo Olímpico de Lausana19.


Saberes
     La transmisión de saberes del idioma del deporte ha actuado en el nivel técnico con la intención de compartir la terminología entre especialistas20. Pero, especialmente, lo ha hecho sobre sus niveles de difusión y literario con una combinación de lengua y cultura capaz de dar una visión del entorno, la cultura y las relaciones sociales. Este tipo de trabajo creativo ha sido desarrollado por las lenguas que no son de origen anglosajón y en el ámbito iberoamericano ha comprendido direcciones relacionadas con ocho líneas de trabajo.

    Primero, la presencia de artículos sobre el idioma del deporte en páginas especializadas y revistas digitales deportivas con contenidos de carácter general21. Segundo, la elaboración de trabajos de referencia para describir el estado actual de idioma del deporte, sobre todo en su modalidad periodística22. Tercero, la explicación de claves de evolución histórica del lenguaje deportivo en un tono científico y divulgativo23. Cuarto, elaboración de reflexiones sobre el lenguaje literario mediante estudios que relacionan el deporte con la sociedad y analizan el reflejo que los escritores han hecho de los acontecimientos y mitos deportivos en poesía, novela, ensayo, artes escénicas, cuento24... Quinto, la confección de bibliografías especializadas25. Sexto, el uso del idioma del deporte como recursos de enseñanza para el aprendizaje de idiomas a la hora de traducciones y de la motivación en el aprendizaje de vocabulario26. Séptimo, la reflexión sobre las principales tendencias del idioma de hoy, que entiende el lenguaje deportivo como un ámbito situado en esferas culturales cercanas y alejadas del típico interés literario, aplicando trabajos de lectura de textos electrónicos y la elaboración posterior de trabajos escritos que comprenden actividades de descripción de contenidos, de reacción personal a las ideas del texto y de cómo aprovechar esa información en el futuro27 . Y octavo, la creación de portales verticales que acogen noticias relacionadas con una visión integral del lenguaje deportivo atendiendo a todo tipo de idiomas28.


3. Epílogo
     Para el idioma del deporte, las nuevas tecnologías han aportado una expresión moderna y dinámica como norma estándar de comunicación caracterizada por rasgos de oralización, de ligereza y de una notación más rápida, por el intercambio de voces necesarias, sobre todo procedentes del inglés y francés, las lenguas oficiales de los organismos internacionales del deporte.

    Y aunque ahora el interés esté concentrado en los deportes olímpicos de los Juegos de verano y de invierno y los grandes acontecimientos internacionales, el reto futuro pasa por una alianza entre artes, humanidades y deporte -tradicional en el olimpismo29- capaz de destacar al deporte como ámbito donde se manifiestan el respeto y el refuerzo de las lenguas y las culturas de los demás. Será necesario superar el atraso cultural del deporte, crear un clima social favorable al reconocimiento de la filología como una ciencia más que realiza aportaciones a la educación física y al deporte y buscar un impulso eficaz en la tecnología para generar aplicaciones científicas y educativas especializadas: bibliotecas, textos de humanidades, diccionarios, enciclopedias, directorios, bases de datos o centros de información30. La nueva escritura digital es una oportunidad para su crecimiento como instrumento de comunicación y cultura, para dotar a su comunidad lingüística de todo tipo de expresiones para distintas necesidades: el rigor científico, la alegría del hincha, la pasión del deportista, la creación artística, la comunicación…

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