efdeportes.com

La Derrota

Personajes
Salomé: Coralia Ríos - Magdalena: Eleonora Mónaco - René: Fabio Marcoff
Asistente: Carlos Vidal

Director
Bernardo Cappa
cappaber@sinectis.com.ar

(Argentina)

La obra fue estrenada el 27 de mayo en la Sala El Doble, en la ciudad de Buenos Aires

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 24 - Agosto de 2000

1 / 4

Magdalena está sentada en el piso, Salomé ralla queso, René escucha el disco de Independiente campeón 1967 en un tocadiscos Winco.


Magdalena El corpiño no está donde me dijiste.

Salomé: Dónde lo buscaste?

Magdalena: En el tercer cajón de la cómoda.

Salomé: Lo buscaste bien?

Magdalena: Claro.

Salomé: Revolviste?

Magdalena: Saqué prenda por prenda. Las indagué una por una.

Salomé: Me llenaste el cajón de bombachas, mi cajón. Ese cajón es mío.

Magdalena: Te sentís mejor?

Salomé: Cómo ponés la mano para lavarte los dientes?

Magdalena: Es papá.

Salomé: No. Sos vos la que salpica el espejo y soy yo la que saco las pintitas. Parecen cagaditas de mosca.

Magdalena: Me prestás el desodorante?

Salomé: No.

Magdalena: Creí que si compartíamos al menos nuestro aroma.

Salomé: Rompés la bolita, no sé, lo usás y cuando me toca a mi ya la bola no gira.

Magdalena: Se puede seguir usando?

Salomé: Pero arde.

Magdalena: Tenés que aprender a prestar.

Salomé: Giusti es Livenza.

Magdalena: Nunca más pude recuperarme. Estoy triste.

Salomé: Y eso te permite hacer cosas o no?

René(a Salomé): Cuando cruza el pelotazo o salís o vas a buscarla. Si hubiese sido Carrizo todavía.

Salomé: Voló bien.

René: Un tirito. Pifff.

Salomé: Una mata de pasto. Un tumor en el césped.

René: Galletita mojada en el mate Cocido.

Salomé: Voló bien.

René: Como se debe. Nada del otro mundo.

Salomé: Me das la razón?

René; (La agarra del brazo y la ubica en el lugar del arquero con la mesa en el lugar del arco, el hace de ella) Recibo, miro al palo derecho, hago que le pego el zapatazo, giro la pierna y despacito la mando a guardar. Esa gorda, contra el palo como un avión de grasa que se vino en picada, volaba bien la gorda. Grasa tirada como en un frigorífico, grasa que después usan para hacer galletitas.

Magdalena: No es su función definir, se encontró con la pelota, es comprensible. Ella está para otra cosa.

René: Para hacer tortas fritas y cebar mate.

Magdalena: Cuántas veces te escuché decir; Polifuncionalidad, estupideces para vender diarios.

René: Más a mi favor. Tuvo miedo, para qué. Si soy defensora. Cierro los ojos y le pego. Irresponsabilidad.

Magdalena: Mano a mano. Cuántas veces la pasaron?

René: Si no estaba jugando. Estaba mirando el partido.

Salomé: Me distraje...

René: Sabés quién estaba jugando?

Salomé: Si.

René: Quién?

Salomé: Olimpo-Villa Mitre.

René: Sabés que significa eso?

Salomé: Era una final.

René: Además. Pero qué significa.

Salomé: Es un clásico.

René: Si. También. Pero tiene un significado, eso que lo hace más que un partido.

Salomé: Que vos lo jugaste y lo perdiste, esta misma final, hace veinte años.

René: Dieciocho. No tenés la menor idea. Son los del centro contra los excluidos. Estás cortando la cáscara. Cuánto me cuesta a mí el quilo de Reggianitto? A cuánto vendo la bolsa?. La cáscara se raya. Mi viejo tenía almacén. Y mi abuelo, tano de Italia. Solo. Bajo una luz amarilla, raya lo negro. Despacito. Para no apurar a la muerte.

Magdalena: Cuesta más rayarlo.

René: Andá. Conseguí laburo. Y más fácil. (La toquetea) Puta. De puta. Eso es fácil.

Salomé: Rallado grueso. Giramos el rallador. (René deja a su hija) Centenario pide el queso rayado grueso.

René: Perdemos plata.

Salomé: Nunca. Carrizo nunca tapó un mano a mano como el que me taparon a mí. Mejor que Carrizo. Y vos le decís gorda.

Magdalena: Tenía unos kilitos de más.

Salomé: Era la ropa.

René: Quién te dijo?

Salomé: Faraone.

René: Y él que sabe?

Salomé: Ha visto fútbol.

René: No vio nada ese gil. Olimpo-River cancha de Liniers. Corto como cinco una pelota. Me anticipo. Era mi virtud no sé veía antes la jugada. Pic. Ponía el pie. Cosas, algunos las tienen y otros no. Sin mirar. Con esto (Señala la parte interna del pie) En el pecho al loco Carro que amaga, tira una pared con Santanafesa y yo seguí la jugada.

Silencio.

Magdalena: ( A Salomé para que su padre no escuche) Decime si te hace falta, no te presto mi corpiño, decilo si querés con tus palabras.

Salomé: Sí que te lo quiero prestar pero vaya a saber a dónde está.

René: (A Magdalena) Andá a ponerte otra ropa.

Magdalena: Tengo ganas de estar así vestida.

René: Tu ropa retrasa el trabajo.

Magdalena: Es una injuria.

Salomé: Cuánto gana el muñeco Gallardo?

René: Quién es?

Magdalena: Papá. No lo conocés?

René: No. Juega ahora?

Salomé: Por qué nos haces esa pregunta? Silencio.

Salomé: Seguro no raya queso durante el día.

René: Y eso.

Magdalena: Somos amateurs.

René: Más a mi favor. La primera vez que me puse la camiseta de Villa Mitre en un partido de primera.

Magdalena: (A Salomé) Después del partido. Contra el alambrado durante.

Salomé: Campera negra?

Magdalena: Livenza.

Salomé: Era él?

René: No dormí. Antes. En el vestuario. Mi vieja, su abuela me compró una camiseta de frisa nueva. Eran caras. Hacía frío en Bahía Blanca en esa época. Por el viento. Cancha de tierra y el viento era un jugador más. No sé para qué carajo usaba esas camisetas, apretaban y me desconcentraba. Por el viento. Cuando miré, nada, todo quieto. Apenas hago contacto con el pie en la pelota una ráfaga como un pedazo de un tornado desvió la pelota. Al hijo de puta, como era Carrizo, se lo atribuyeron como virtud y quedé grabado en la memoria colectiva como el que arrugó.

Salomé: Papá. Entonces vos quedaste mano a mano con Carrizo?

René pone el disco se escucha el relato de Muñoz de un gol de Artime de Independiente campeón de 1967.

René: Dónde estaba Artime? Silencio.

René: Eh. Dónde estaba? Silencio.

René: Dónde? Eh.

Salomé: No entendemos la pregunta.

René: Donde tenía que estar.

Magdalena: La fábrica de pastas de los viejos quiere dos kilos divididos en bolsas de 50g.

Salomé: (A René) Me estás diciendo que.

René: Desubicada.

Salomé: No era Luque.

René: Si estaba dónde tenía que estar. Dónde estaba el marcador?

Salomé: Encima de él.

René: Un metro más atrás.

Salomé: Hablamos en la semana con Faraone.

Magdalena: No sabés si llevé la cadenita?

Salomé: No.

Magdalena: Siempre me la saco antes.

René: No llevaste la cadenita?

Magdalena: No lo sé. Por eso pregunto.

René: Pensá.

Magdalena: Me puse la blusita fucsia antes de salir. En el vestuario recuerdo que tenía la blusita fucsia.

Salomé: No.

Magdalena: No qué?

Salomé: No te pusiste la blusita fucsia.

Magdalena: Cómo que no. Que me puse?

Salomé: La camisita amarilla.

René: Ni un solo partido. Miento. Jugué un partido. En el que me rompieron el incisivo. Además del codazo, me echaron.

Salomé: A mí deberías haberme dado la cadenita.

René: El equipo depende de ella.

Salomé: Siempre. Igual que de chiquitas. Ella tuvo muñecas en las que ni pude soñar.

René: (La acaricia) No seas tonta.

Salomé: Puedo parar?

René: No.

Salomé: Necesito un té.

René: En diez minutos.

Salomé: Apresurada. Lo sé. (LLora) No me gusta perder.

René: A mí tampoco.

Salomé: No quería. Si me quedaba iban a pensar que me retenía el miedo.

René: Compré un secador. O no?

Salomé: Si.

René: De haberlo usado.

Salomé: No anda.

René: Cómo que no?

Salomé: No.

René: Dónde está?

Salomé: En el estante nuestro, ahí en el vestuario.

René: Y? Silencio.

René: Y?

Salomé: No sé. Silencio.

Salomé: Da patadas.

René: Como un buen stopper.

Salomé tose.

René: No. Eh !!!

Salomé tiene un ataque de tos.

René: No quiero actuaciones.

Salomé: Perdón. (Toma un vaso de agua que le alcanza su hermana) Gracias. Soñé, con un secador que se caía, vos, ni sé donde estabas, caía y una ráfaga roja, un rayo de sangre y la sangre era una rana roja del Amazonas de esas que viven en el barro que me decía no te merezco.

René: Fumás.

Salomé: Solo cuando miro videos.

René: De qué sirven?

Salomé: Me entretienen.

René: Que dijo Faraone de que yo vaya y hable con él?

Magdalena: No tiene problemas. Qué es lo que querés decirle?

René: Hablarle, sentarnos y hablar. Los videos no sirven para un carajo. Para nada sirven, no son útiles.

Magdalena: Ella mira a David Bowie.

René: Ah. Qué canción te gusta?

Salomé: Let's Dance.

René: No la conozco. De dónde es?

Magdalena: Inglés.

René: Corren y tiran centros. No está mal. Otro estado físico. Eso quiero hablar, no practican los centros?

Salomé: No cabeceo mal.

René: Cerrás los ojos.

Salomé: No.

René: Innegable.

Magdalena: Recién dijiste stopper.

René: Si.

Magdalena: Eso encierra un concepto. Si jugás con sttopper marcás hombre a hombre.

René: Dije sttopper para que se ubiquen.

Magdalena: No me parece ingenuo tu comentario. Siempre hablabas de que marcar al hombre no sirve. Siempre es mejor decías marcar en zona. Hasta es ideológico, llegaste a decir.

René: Faraone como marca?

Magdalena: Hombre en zona.

René: Imposible o marcás al hombre o marcás en zona.

Magdalena: Hacemos zona cuando atacamos y hombre cuando defendemos.

René: El jugador argentino marca en zona, lo lleva en la sangre. Magdalena; Faraone siempre dice que por qué tenemos que defender como se defendía hace veinte años que el fútbol evolucionó. Eso dice, el fútbol evolucionó. Yo estoy totalmente de acuerdo con él.

René: Es un concepto de las ideologías de derechas ese. Vos como jugadora deberías defender tu lugar, no podés estar todo el partido pendiente de otro jugador.

Magdalena: Mi misión es anular a otro jugador, mi juego es ese. Juego a no dejar jugar.

René: Muy bien y no jugás.

Magdalena: Como que no juego. Es estúpido lo que estás diciendo. Juego a marcar porque si anulo al que mejor juega de ellos seguro que al menos no perdemos.

René: Esa seguridad no es tal, porque si no ayer no hubiesen perdido.

Salomé: Perdimos por mi culpa. Debí marcar a la nueve. Mi deber era seguirla por toda la cancha. Y tiré el achique.

René: No tiraste nada. Distraída estaba, pensando en qué? Boludeces, no tenía ni la menor idea de lo que se estaba jugando.

Salomé: Defendí el estilo que me inculcaste.

René: Cuántas bolsas quiere el restaurante de la esquina?

Magdalena: Doscientas.

René: Para qué hora?

Magdalena: Para la cena.

René: Cuántas bolsas tenemos?

Magdalena: Diez.

René: Son pocas. Estilo. Vos sabés qué es estilo?. Iba en el camión. El rusito Markof siempre llevaba naranjas. Con los dientes abría la cáscara, no sé cuántas naranjas comía antes de llegar a la cancha.

Salomé: No compré naranjas porque las vi demasiado naranjas, seguro estaban rociadas con algo.

Magdalena: Pintadas.

René: Ese es el color de la camiseta. No sabemos cuando comienzan las cosas que nos pasan, pero al recordarlas nos obstinamos. Comprábamos las naranjas dos por un peso, se las compraba al turco Jadurcha.

Salomé: Y caras.

Magdalena: Deberíamos tomar vitamina c más seguido.

Salomé: Podemos tomar Redoxón.

René: Ibamos a jugar con Olimpo y todo el barrio vivía ese partido con gran interés. (Come queso de la emoción) Mi viejo escuchaba los partidos haciendo la recorrida de SEGBA cuando la luz era del estado. Ibamos para ganarle a los del centro. Toda la cancha llena de sobretodos. La humillación, ausente. A los diez minutos.

Salomé: Me vine sin el corpiño porque lo busqué y me fue imposible encontrarlo.

Magdalena: Barbutto, se come las uñas y roba.

René: La pelota lo encuentra a Eduardo Villar. La acaricia y avanza. Nuestras caras de pibes asombradas, pegadas al alambrado, azules de frío.

Salomé: Ella, vos crees?

Magdalena: Y si no quién?

Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 5 · Nº 24   sigue Ü