Los contenidos deportivos en la educación escolar desde la praxiología motriz (II) |
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http://www.efdeportes.com/ revista digital | Buenos Aires | Año 5 - Nº 20 - Abril 2000 |
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4º. Fase de ajuste del comportamiento estratégico motriz individual y colectivo a los sistemas de juego:
Sistemas de juego de defensa / contraataque / ataque / balance defensivo / situaciones de desigualdad numérica.
Puestos específicos: técnica individual especial
En un contexto educativo más que sistemas cerrados de juego, se han de plantear criterios básicos de organización para las fases del juego (contraataque - ataque organizado - balance defensivo - defensa organizada) para orientar el comportamiento estratégico del equipo y posibilitar la coordinación de la actuación de los componentes de un mismo equipo.
FUNDAMENTOS TÉCNICO/ESTRATÉGICO MOTRICES INDIVIDUALES EN LAS ACTIVIDADES DEPORTIVAS DE COOPERACIÓN/OPOSICIÓN DE ESPACIO COMÚN Y PARTICIPACIÓN SIMULTÁNEA |
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ROLES | SUBROLES | ACCIONES MOTRICES | MODELOS TÉCNICOS |
J.C.B. |
* PROGRESAR |
* CONDUCE/PASA/CICLO DE PASOS |
* TIPOS DE CONDUCCIÓN/PASE/C. DE PASOS |
J.S.B. E.C.B. |
* DESMARCARSE PARA RECIBIR |
* SE DESPLAZA/CAMBIA DE RITMO Y DIREC. |
* TIPOS DE DESPLAZAMIENTO |
J.S.B. E.S.B. |
ANTE ATACANTE SIN BALÓN |
* CUBRE LÍNEA DE PASE |
* TÉCNICA DE DISUASIÓN |
ANTE ATACANTE CON BALÓN |
* CONTACTA/ACOSA |
* TIPOS DE MARCAJE |
Tratamiento didáctico
Cuando se aborda la iniciación a un grupo de actividades deportivas de cooperación/oposición, se ha de establecer, como objetivo inicial, que los alumnos/as comprendan la lógica interna de estas actividades y su funcionalidad, para a partir de la comprensión del contexto poder abordar aprendizajes específicos. Para ello proponemos las siguientes etapas.
1. Toma de conciencia de la estructura reglamentaria básica
Propuesta de situaciones de juego reales simplificadas donde se concrete inicialmente el objetivo del juego, y se promueva una evolución reglamentaria a partir de las propuestas de los jugadores (juegos adaptativos), relacionando cada propuesta con el parámetro de la estructura reglamentaria simplificada correspondiente.
2. Comprensión de los principios generales del juego
Para que el jugador desarrolle un comportamiento estratégico básico desde el principio, debe comprender los principios generales del juego que para este tipo de actividades deportivas propone Claude Bayer: (1986:53)
PRINCIPIOS GENERALES DEL JUEGO | |
ATAQUE |
DEFENSA |
* Conservar el balón |
* Recuperar el balón |
Plantear situaciones pedagógicas contextualizadas (presencia de los parámetros de la estructura formal) donde se tomen como objetivos de actuación los principios generales del juego, que para las modalidades deportivas de cooperación/oposición con espacio común y participación simultánea propone Claude Bayer . Estas situaciones prácticas pueden plantearse mediante juegos modificados (definidos por Thorpe, Bunker y Almond, 1986 y recogido por J. Devís 1992 como: a) La ejemplificación de la esencia de uno o de todo un grupo de juegos deportivos estándar; y b) La abstracción global simplificada de la naturaleza problemática y contextual de un juego deportivo que exagera los principios tácticos y/o reduce las exigencias técnicas) y tareas semidefinidas (D. Blázquez las caracteriza por el grado de información previa aportada por el profesor a la realización de las mismas, atendiendo a los siguientes factores: - Acondicionamiento del medio, es decir aspectos organizativos relacionados con el uso del material y la evolución de los alumnos/as puede estar o no determinado. - Objetivo a lograr si determinado. - Operaciones a efectuar no determinadas) donde los objetivos a proponer serían los diversos principios generales del juego, a conseguir de forma individual o grupal.
3. Comprensión del comportamiento estratégico motriz individual
Desarrollo de los fundamentos técnico/tácticos individuales por bloques temáticos, atendiendo a los roles sociomotores del jugador, proponiendo situaciones pedagógicas contextualizadas donde el objetivo de referencia sea algunas de las posibles intenciones de juego o conductas (subroles) del jugador en ese rol. De esta manera, facilitaremos la comprensión de la funcionalidad de las acciones motrices que se ejecutan.
En este proceso de aprendizaje, podemos integrar simultáneamente diversos objetivos de referencia para los jugadores que intervienen en la situación, según el rol que asuman en cada momento, o bien favorecer el desarrollo de las intenciones de juego relacionadas con un rol, limitando el comportamiento de los jugadores que asumen, en esa situación, otro determinado rol, (situaciones donde se limite o dificulte la actuación de los atacantes en favor de los defensores, o viceversa).
Solo una vez asegurada la comprensión de lo que se hace, tiene sentido la mejora de, siempre en situaciones cambiantes, de las acciones motrices y modelos técnicos correspondientes.
Para el desarrollo de estos contenidos proponemos la utilización de juegos modificados, tareas semidefinidas y situaciones de juego reducido (2:1, 2:2, 3:2.....)
4. Comprensión del comportamiento estratégico motriz colectivo o de grupo
Desarrollo de los Medios Básicos Estratégico Motrices Colectivos (MBEMC) ofensivos y defensivos, mediante situaciones pedagógicas contextualizadas donde al menos existan dos alternativas de finalización. El desarrollo de estos contenidos, aportará a los jugadores alternativas claras de comunicación motriz, del todo imprescindibles en este tipo de modalidades deportivas.
5. Ajuste del comportamiento estrategico motriz individual y colectivo a los criterios de organización para las fases del juego.
Inicialmente en el orden colectivo, se tomaran como referencia las diversas fases del juego (ataque organizado, balance defensivo, defensa organizada y contraataque) para establecer criterios básicos de reparto de responsabilidades y actuación.
En el orden individual, este proceso va a exigir inicialmente a los jugadores, una adaptación a las normas de actuación que se hayan establecido para cada una de las fases del juego.
En un contexto educativo se podrían obviar las etapas 4 y 5 y plantearse como etapa final el diseño, por parte de los alumnos/as, de actividades deportivas de cooperación/oposición de carácter recreativo.
Consideraciones finales
La praxiología motriz no se ocupa del proceso educativo, dado que su objeto de estudio es la acción motriz, como ya hemos dicho. Del proceso educativo se ocupa la educación física o pedagogía de las conductas motriz.
Pero pese a ello es visible que la praxiología motriz proporciona a la educación física un conjunto de saberes que puestos en manos del educador físico y del entrenador deportivos le permiten construir y desarrollar las situaciones pedagógicas que mejor convengan a los intereses y conocimientos de las conductas motrices que pretenda hacer aprender a sus alumnos o jugadores.
La posibilidad de diferenciar a las actividades físicas una de otras de acuerdo con su estructura, el conocimiento de dichas estructuras y de las relaciones que se establecen entre los componentes de la estructura y entre estos y el individuo que juega por medio de la praxis motriz, son elementos fundamentales para proceder adecuadamente en el quehacer docente.
El quehacer docente precisa del conocimiento detallado de las acciones motrices y de las conductas motrices y de las relaciones entre ambas.
En la actualidad, actividad física y deportiva y conducta motriz, la noción de energía debe ser abordada como significación inmersa en un mundo de signos, si queremos llegar a comprenderla.
La identificación entre energía y acciones motrices, tan en boga en la actualidad en el ámbito del deporte y de la educación física, conduce a privilegiar a los modelos mecánicos(cuerpo máquina simple, termodinámica, cibernética), que pese a su gran utilidad se revela reduccionista e insuficiente para entender al individuo que actúa en el campo de las practicas deportivas.
Para poder progresar, parece necesario, que en alguna medida, abandonemos la exclusividad de la lógica cuantitativa para aproximarnos e incluir también la cualitativa; sustituir la aproximación en términos de fuerzas por otra en términos de estructura.
La conducta motriz es una relación significativa que se forma fundamentalmente de la relación con el medio, los objetos y los otros, que pasa por la motricidad y tiene un sentido en lo motor pero no se queda en ello.
El ser humano, como ser inteligente que es, está comprometido no solamente con un universo de fuerzas, sino que al mismo tiempo también lo está en un mundo de sentidos o significaciones, que son las que en última instancia caracterizan a la puesta en juego corporal de una persona actuando en relación con el medio.
Debemos llegar a la conclusión que en la enseñanza y el entrenamiento de la actividad física y deportiva, es necesario hacer una transformación radical de la gran mayoría de los concepto en uso, de manera que se acepte que no se enseñan tareas, gestos, fragmentos de habilidades, montajes comportamentales, sino estructuras, incluso reglas o principios organizadores de nuestros movimientos.
Para llevar a cabo el análisis y tratamiento didáctico de cualquier contenido deportivo en educación física debemos conocer previamente la naturaleza de ese contenido mediante el estudio de su estructura funcional o lógica interna. Esto nos permitirá un desarrollo coherente de los contenidos en relación a la lógica interna de cada actividad deportiva y a sus principios de acción fundamentales.
Proponemos que en el proceso de enseñanza de los deportes se emplee la siguiente secuencia:
Cuando se pretenda hacer un proceso de formación en el que se pretenda una iniciación comúnmente denominada polideportiva, el alumno debe necesariamente pasar por la secuencia anteriormente descrita y practicar en consecuencia ocho tipos de deportes como mínimo pertenecientes a los grupos denominados psicomotrices de espacios estandarizados y no estandarizados y de igual manera en los de cooperación, oposición y cooperación-oposición.
Notas
Bibliografía
revista digital · Año 5 · Nº 20 |
Buenos Aires, abril 2000 |