La obesidad como factor de riesgo en la persona con Sindrome de Down, frente a la alternativa de la actividad física y deportiva Hernán Ariel Villagra y Laura Luna Oliva |
Lecturas: Educación Física y Deportes | http://www.efdeportes.com/ revista digital | Buenos Aires | Año 5 - Nº 18 - Febrero 2000 |
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La prueba de Bonferroni (Tabla 8), pone de manifiesto esta tendencia. Sólo hay diferencias en las edades superiores, y éstas pueden ser entre las niñas que no hacen ningún ejercicio y las que hacen educación física o bien entre las primeras y las que practican la natación.
Tabla 8. Resultados del Test de Bonferroni, en mujeres, al comparar las variables de grasas
y perímetros entre los distintos grupos de actividad, por edades8
9
10
11
12
13
14
15
16
TRICEPS
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
2-3
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
SUBESCAPULAR
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
1-2
SUPRAILIACO
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
1-3
1-2
ABDOMINAL
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
1-2
MUSLO FRONTAL
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
1-3
1-21-3
PANTORRILA
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
2-3
N.S.
N.S.
1-2
1-31-2
1-3PERI. BRAZO
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
PERI. PIERNA
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
N.S.
NOTA: Los resultados numéricos indican las diferencias significativas entre grupos
(1= ningún deporte, 2= Educ. Física y 3= Natación)
5. Discusión
Las estrategias para reducir el contenido de grasa subcutánea de los niños y jóvenes con S.D. no son diferentes de las que se siguen en la población común. Consisten en la reducción de la ingesta calórica en los alimentos que se toman y en el incremento del ejercicio físico. La dificultad empieza a la hora de cuantificar el volumen, carga y frecuencia de dichas intervenciones. En cuanto a la evolución del coste energético del ejercicio físico realizado, sólo puede ser calculado cuando se trata de una actividad perfectamente definida como el correr, nadar y otras10 . La obesidad infantil tiene consecuencias negativas para la salud en la edad adulta. El tratamiento de la obesidad durante los primeros diez años de vida reduce la obesidad adulta en menos del 10 %, mientras que en la adolescencia (11-18 años) la reduce entre un 30 y un 45 %11 .En anteriores referencias se definió la distribución de la grasa corporal según los términos de obesidad androide y genoide12 , que posteriormente se han denominado centrípeta y periférica13 14 .
En varones, los resultados que hemos podido observar nos muestran que los valores medios, de todos los pliegues, es mayor en los niños que no practican actividad física, en relación a los otros dos grupos (Educación Física y Natación). En estos dos últimos grupos, se observa que los promedios tienen tendencia a variar y alternan los valores máximos a lo largo de las series estudiadas.
El pliegue del Muslo Frontal es el que presenta los valores más altos, siendo el pliegue Suprailíaco el que registra los promedios más bajos. Esto podría indicarnos una distribución periférica de grasa.
Los promedios de los pliegues grasos en las mujeres, se comportan de manera distinta. Hasta los 14 años, los valores de medias se alternan entre los grupos, esta alternancia posiblemente se deba al bajo número de casos en algunos grupos, o bien, a valores extremos intragrupo. Es a partir de los 14 años cuando los promedios de grasa, en el grupo que no practica actividad alguna, están por encima de los dos grupos restantes.
Al igual que los varones, el pliegue del Muslo Frontal presenta los valores más altos, y por ello que la distribución periférica se presenta con toda probabilidad en los resultados obtenidos.
Los resultados de la comparación de grupos (ANOVA), en la muestra masculina pone de manifiesto diferencias significativas en las primeras edades y al final de las series; aunque también aparece significación estadística en edades intermedias, estas no deben considerarse como un fenómeno global. Algunas diferencias están en el límite de la significación y no se manifiestan en el test de rango múltiple.
El test de comparación múltiple (Bonferroni), muestra que las diferencia más relevantes, en los pliegues grasos, ocurre a los 15 y 16 años. En consecuencia, se puede decir que existen diferencias entre los grupos que no practican ninguna actividad y los que sí realizan (E.F. y Nat.).
En la muestra femenina, los resultados del test univariante, da diferencias significativas en el tríceps y subescapular en las primeras edades; y luego en los 15 y 16 años. Sin embargo, el test de comparaciones múltiples, sólo muestra diferencia a los 15 y 16 años. Estas diferencias se dan fundamentalmente entre el grupo que no practica actividad física y los que realizan educación física.
Como conclusión podemos decir que existen diferencias entre grupos en los primeros años y que en las edades intermedias desaparecen. De esta forma encontramos que las diferencias entre grupos se manifiesta en los dos últimos años. Los cambios de la grasa subcutánea, por efecto de la actividad física, no son repentinos y los resultados se observan a lo largo del tiempo ( 5 a 6 años).
En el análisis de las componentes hemos encontrado tres factores que explican el 92,7 % en varones y el 90,5% en las mujeres, de la variabilidad total. Según los valores de los coeficientes rotados, hemos podido determinar que los componentes representan las siguientes estructuras biológicas. Tabla 9.
Tabla 9. Análisis de componentes principales Factor Varones Mujeres 1
2
3Desarrollo Graso
Volumen Corporal
Grasa del TroncoVolumen Corporal
Grasa de las extremidades
Grasa del TroncoLos resultados indican que hay una diferencia en el factor más determinante, en varones es el desarrollo graso y en las mujeres es el volumen corporal. El segundo factor en varones es el volumen (el primero en las niñas), mientras que la grasa de las extremidades lo es para las mujeres. Ambos sexos, en el tercer factor están representado por la grasa del tronco.
No se pudo hacer comparación con otras poblaciones S.D. al no tener referencias o trabajos en esta línea. Sí existen referencias en población no afectada y en deportistas, pero no hemos considerado oportuna dicha comparación.
Hemos considerado muy significativo la disminución de los valores para el factor 3, en los grupos de ambos sexos que practican la educación física y la natación. Los que no practican actividad física, estarían dentro del grupo de riesgo, de ciertas enfermedades cardiovasculares, al mantenerse estos valores hasta la edad adulta15 16 .
6. Resultados
1º. Grasa corporal. Los varones que no practican ningún tipo de actividad física y en todas las edades, tienen más grasa corporal que los del grupo que practica Educación Física y Natación. Entre estos dos últimos, los valores son similares.
2º. Existen diferencias significativas en los pliegues grasos entre grupos, en las últimas edades y en ambos sexos. Esto se debe de algún modo a la practica de la actividad física, y que superadas las etapas pre-puberales y puberales, los efectos de la misma se acentúan con mayor claridad (15-16 años). Es decir que los efectos son a largo plazo, al igual que los resultados en los programas de Estimulación Temprana.
3º. El análisis de los componentes principales muestra los altos valores de los coeficientes de los pliegues grasos, e indican como factor más importante el desarrollo graso en los varones, y para las mujeres el volumen corporal.
4º. La distribución de la grasa corporal tiende a presentar un patrón centralizado o centrípeto en los varones, mientras que en las mujeres el desarrollo graso se da en las extremidades, tendiendo hacia un patrón de tipo periférico.
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