Lecturas: Educación Física y Deportes
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La motivación en las clases de Educación Física
Pedro Sáenz López Buñuel*, Sergio José Ibañez Godoy**
y Francisco Javier Giménez Fuentes Guerra** (España)
*Profesor Doctor de la Universidad de Huelva; **Profesor Doctor de la Universidad de Extremadura;
***Profesor de la Universidad de Huelva
psaenz@uhu.es

Resumen
La motivación es un aspecto un tanto paradójico en las clases de Educación Física. Por una parte, los alumnos están especialmente motivados en comparación a otras áreas de conocimiento, pero por otra, puede dificultar el control del grupo. A esto se añade la relación de muchos alumnos con el recreo por lo que no se toman la clase con el suficiente interés.
En el presente articulo, queremos fundamentar brevemente este importante factor del aprendizaje motor y exponer los resultados de una investigación en relación a la motivación en el aula de Educación Física. Por una parte, se describen los problemas y satisfacciones que se producen en Primaria en relación a este tema y, por otra, aportamos una serie de recursos para aumentar la motivación en nuestras clases.
Palabras clave: Motivación. Educación Física. Metodología.

Indice

  1. La motivación en el aula

  2. La motivación en E.F.

  3. Recursos para aumentar la motivación

  4. Conclusiones

  5. Bibliografía


1. La motivación en el aula
"La motivación es el factor o conjunto de factores que intervienen como causa de la conducta o móvil de la acción" (Diccionario Enciclopédico Universal). Escartí y Cervelló (1994) explican que es la dirección del comportamiento humano y la energía con la que nos empleamos en una conducta. Existen motivaciones primarias como el hambre, la sed o la sexualidad, que nos impulsan a actuar. Los seres humanos somos conscientes de estas necesidades que nos invitan a actuar, y aunque son innatas, las formas de satisfacerlas o inhibirlas, se aprenden.

Otras motivaciones de carácter psicosocial son la necesidad de afecto, de reconocimiento social o de autoafirmación. Aunque también están generalizadas en el ser humano, la forma de satisfacerlas y su intensidad varían considerablemente de una a otra persona.

Aproximándonos al campo pedagógico existen otras necesidades como el juego y el aprendizaje que son el motor de arranque que tenemos los docentes para conseguir los objetivos educativos que nos planteamos con nuestros alumnos. A pesar de estas motivaciones, suele ser un problema para muchos profesores hacer las clases atractivas.

Para Bernardo (1991, p.122) "el fracaso de muchos educadores radica en que no motivan convenientemente en sus clases". Por consiguiente, "la motivación es una de las preocupaciones más graves que tienen actualmente los profesores principiantes" (Gallego, 1990, p.175). En su investigación, Montero y otros (1992) confirman que este problema condiciona los aprendizajes escolares de los alumnos y que supone un reto para los docentes de muchas asignaturas. Igualmente, Vonk (1983, p.149) concluye su investigación diciendo que "la mayoría de los profesores principiantes no están preparados para tratar con chicos desmotivados". Veenman (1984) presenta una recopilación de numerosos estudios sobre los problemas del profesorado y la dificultad para motivar aparece en segundo lugar.

Los resultados de una ambiciosa investigación coordinada por Marcelo (1995), en la que se estudiaban las preocupaciones de los profesores, muestran diferencias de los problemas en función del nivel de enseñanza. Por ejemplo, en Educación Infantil es la organización del tiempo, de los espacios en clase y los métodos de enseñanza. En Educación Primaria, parece que es la disciplina el mayor problema, mientras que en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) se preocupan más por la motivación.

Las causas de que en la E.S.O. sea más difícil motivar pueden ser varias. Por una parte, la satisfacción por el juego disminuye en estas edades. Por otra, sus intereses de aprendizajes se alejan enormemente de los contenidos que se suelen desarrollar en los Centros de Enseñanza Secundaria.

Los factores que nos impulsan a actuar o a inhibirnos son diversos. Superadas las motivaciones básicas o de supervivencia, nos puede atraer la curiosidad, el logro, el poder, etc. En el gráfico 1, observamos las variables que citan Escartí y Cervelló (1994) relacionadas con la motivación. En este artículo, vamos a analizar las motivaciones hacia la actividad física en general y en las clases de E.F. en particular, para concluir con una descripción de recursos que pueden ser útiles para los profesores de E.F. y entrenadores deportivos.

Variables relacionadas con la motivación
Gráfico 1. Variables relacionadas con la motivación (Escartí y Cervelló, 1994)


2. La motivación en las clases de Educación Física

2.1. La motivación hacia el movimiento
Según datos del Instituto Andaluz del Deporte, el 40% de la población realiza algún tipo de actividad física de forma continuada. Este porcentaje aumenta en los niños ya que la necesidad de movimiento es prácticamente vital. Las razones que mueven a un sujeto a involucrarse en una práctica deportiva son, según Antón (1997), muy diversas como por ejemplo, la búsqueda de recompensas, éxito personal, liberación de energía vital, tener relaciones sociales, etc.

Los primeros estudios sobre motivación en el deporte comenzaron en los años 70, según Escartí y Cervelló (1994). Estos autores citan a Adelman y Wood (1976) en una investigación sobre las razones para hacer deporte, destacando la competencia, estar en forma y la afiliación. Con relación a las razones sobre el abandono de la práctica deportiva, citan a Orlick (1973) quien diferencia entre mayores y menores de 10 años. En los menores de 10 años los motivos son la falta de juegos o el aburrimiento, mientras que en los mayores son el conflicto de intereses (otras actividades extracurriculares) o la falta de tiempo. El énfasis en la competición o el rechazo por parte del entrenador son otras razones frecuentes.

Siguiendo a Antón (1997), la motivación es la razón que dirige la conducta, la fuerza y naturaleza del esfuerzo que impulsa al deportista para lograr su objetivo. Este autor afirma que en el campo del entrenamiento deportivo nos encontramos deportistas con distintos intereses. Los hay motivados por la necesidad de movimiento y liberación de energía que se satisfacen plenamente con el propio juego, aunque hay que frenar sus ímpetus. Otros buscan la afirmación de sí mismo, a través del éxito personal en cada acción, aunque con el peligro de que tratan de anular al compañero. Los hay que utilizan el deporte como forma de compensación de fracasos en otras facetas (estudios, familia), buscando el éxito aunque en ocasiones de forma inconstante. Algunos están motivados exclusivamente por el interés competitivo, buscando la victoria con ahínco en los partidos, pero a veces desmotivándose en los entrenamientos.

Profundizando en los motivos por los que se practica deporte, Bakker y otros (1993) destacan, entre otros: la necesidad de sentirse competente en un determinado comportamiento, necesidad de afiliación (amistades), necesidad de moverse o jugar, salud, etc. En una comparación entre atletas competitivos y recreativos, en los primeros destaca el rendimiento y la competición como motivaciones más importantes con respecto a los segundos. En los atletas recreativos es mayor el motivo por el recreo, la forma física o la compañía que en los deportistas competitivos. Estos autores consideran que la motivación hacia el deporte es fundamentalmente intrínseca ya que se suele practicar sin indicios de gratificación externa unida a la conducta.

La figura del entrenador merece una atención especial por la influencia que tiene en la motivación de los deportistas (Martens y otros, 1994). Su comportamiento puede ser causa para continuar con la práctica o para el abandono. La credibilidad, la empatía y el poder en el reparto de premios y castigos influyen decisivamente en la motivación de los deportistas.

En definitiva, Knapp (1981) afirma que la motivación es el factor más importante para la adquisición de una habilidad motriz. Escartí y Cervelló (1994) comentan que el entorno del deporte está considerado como una motivación de logro por buscar excelencia, aunque, la influencia del éxito o del fracaso es diferente en cada persona. Estos autores concluyen que en general, el deporte aumenta el sentimiento de competencia en resultados o juicios tanto en el ámbito cognitivo como social o físico.


2.2. La motivación en las clases de Educación Física
Hemos analizado anteriormente que motivar a la clase es uno de los problemas más significativos de la mayoría de los profesores. Sin embargo, Del Villar (1993) o Sáenz López (1998) muestran cómo en Educación Física los alumnos llegan motivados a las sesiones.

Una de las paradojas de esta área de conocimiento la plantea Del Villar (1993) cuando expone cómo esta motivación llega a ser muy elevada en Primaria debido a la necesidad vital de movimiento que tienen los niños, por lo que se hace complicado canalizar esta excesiva demanda en una estructura organizativa eficaz. Continúa este autor afirmando que sólo cuando se consigue el control del grupo es posible diseñar organizaciones eficaces que derivarán en una mayor participación del alumnado y, por tanto, en el aumento de la motivación. Es entonces cuando se presentan las condiciones ideales para conseguir los aprendizajes (gráfico 2).

En la escuela existen incentivos positivos o negativos, siendo la calificación una motivación externa que puede estimular la participación en clase (Bakker y otros, 1993). Sin embargo, estos y otros autores recomiendan utilizarla en positivo y nunca como amenaza. Siguiendo a Escartí y Cervelló (1994), en Educación Física podemos aplicar numerosos refuerzos tangibles (trofeos, regalos, etc.) o psicológicos (autoestima, prestigio, etc.). Más adelante, analizaremos algunos recursos didácticos que nos pueden ser útiles para aumentar la motivación en las clases.

El juego se convierte en un medio de aprendizaje y de motivación que va a resultar muy útil en las clases de Educación Física, particularmente en Infantil y Primaria, pero también en Secundaria (Fernández y otros, 1993). Knapp (1981) añade que las situaciones competitivas aumentan la motivación de los participantes por lo que, si son tratadas de forma educativa, resultarán muy adecuadas.

Los niños pequeños se motivan a través de situaciones lúdicas mientras que a los niños de más edad (a partir de los 11 12 años) también les gusta que se reconozca su perfección en los movimientos, es decir que cuanta más habilidad logre más se motivará hacia la tarea (Knapp, 1981).

Gráfico 2. Secuencia lógica para lograr aprendizajes (Del Villar, 1993)
MAYOR CONTROL
ê
MAS FLUIDEZ ORGANIZATIVA
ê
MEJOR APROVECHAMIENTO
DEL TIEMPO DE PRACTICA
ê
MAS MOTIVACION
ê
CONSECUCION DE
LOS APRENDIZAJES


2.3. Problemas y satisfacciones de la motivación en Primaria
Las peculiaridades de la motivación en las clases de Educación Física en Primaria fue uno de los resultados del estudio sobre la formación de maestros principiantes de E.F. en el que se buscaba conocer cuáles eran los problemas más significativos de estos docentes y diseñar un curso para actuar sobre los mismos (Sáenz López, 1988). A través de diversos instrumentos (inventario de problemas y entrevistas) se expusieron situaciones reales de las clases de Primaria. Los resultados más significativos con relación a la motivación exponemos a continuación.

En el análisis cuantitativo del cuestionario, el ítem 3 "Motivar a los alumnos en los ejercicios o juegos propuestos", aparece como uno de los menos problemáticos con una media de 1,34 (sobre 4) y ningún maestro lo destaca como un problema importante. Como ya hemos comentado, a pesar de ser un problema significativo para muchos profesores principiantes (Marcelo 1992), cuando hablamos de profesores de Educación Física no puede considerarse un problema importante, con lo que coincidimos con los resultados de Del Villar (1993).

En el análisis cualitativo de las entrevistas los resultados profundizan más en los problemas y satisfacciones:


Problemas de motivación descritos
Los maestros se sorprenden porque esperaban que la motivación de los alumnos iba a ser alta y, en algunos casos, les cuesta motivarlos:

"Yo pensé, de verdad, que iba a llegar y se lo iban a pasar 'chupi' conmigo tal como lo he pasado yo durante la carrera, que iba a hacer juegos increíbles... los niños nada, o sea, me decían ¡que asco de maestra, siempre hace lo mismo!" (entrevista 6, 77 88)

"Porque me veía incapaz de motivarlos, de verdad. Hiciera lo que hiciera..." (entrevista 6, 173 176)

"Antes no estaban acostumbrados a trabajar, antes era lo que ellos querían entonces cuando llega alguien e impone una actividad, eso no le gustaban ¡vaya porquería de E.F...!" (entrevista 1, 569 574)

Alguno piensa que el problema es acostumbrarlos a tratar la Educación Física como una asignatura más:

"Se han acostumbrado a que la E.F. no siempre es algo que te gusta unas veces te gustará pero es algo como las matemáticas no vas a hacer siempre los problemas que te gusta ¿no? E.F." (entrevista 1, 257 263)

En cualquier caso, el fútbol es el problema más importante al tener que romper este hábito en los alumnos:

"Es que estos niños nada más que quieren fútbol y balón prisionero, es a lo que están acostumbrados nada más. Y quitarle eso de la cabeza ha sido una de las cosas más difíciles" (entrevista 4, 245 251) "Que los niños lo único que querían era el balón y punto" (entrevista 6, 75 76) "No hacían nada porque los chavales lo ocupaban con el fútbol y entonces no le dejaban" (entrevista 3, 365 368)


Satisfacciones de motivación descritas
La motivación es un problema importante para los docentes en general, sin embargo en este estudio es uno de los códigos más satisfactorios para los maestros. Este dato confirma la conclusión de Del Villar (1993) quien afirma que en Educación Física la motivación no debe aparecer en el listado de problemas docentes. La motivación es fundamental en las sesiones y los maestros de Educación Física tienen la suerte que los alumnos acuden con más ganas que a otras asignaturas:

"Un niño viene a la clase de E.F. siempre, yo tengo la suerte... Hoy siempre jugamos con ventaja nosotros, mucho más por ejemplo que los de matemáticas" (sesión 5, sujeto 13, intervención 6).

"Llevo 5 minutos esperando maestro, te dicen" (sesión 5, sujeto 4, intervención 36)

Parece que los cursos más pequeños disfrutan más con esta asignatura:

"4º y 5º muy gratificante, cada vez que utilizaba algo nuevo, bueno llegaba a clase y me aplaudían si un día llegaba con el cassette, luego me daban las gracias... esos sí, con ellos sí que trabajaba a gusto" (entrevista 6, 94 100)

Citando un tópico deportivo que dice "si no puedes con tu enemigo, únete a él"; se puede solucionar el problema del fútbol para algunos maestros:

"El fútbol, como les gusta han trabajado. Este trimestre, con el fútbol y sus grupitos han trabajado, normalmente bien" (entrevista 1, 413 417)

Cuando la asignatura funciona, se describe con orgullo el interés que los alumnos suelen mostrar:

"Verdaderamente era una E.F. diferente a la que ellos estaban acostumbrados pero que les gustaba mucho más ésta que la otra" (entrevista 1, 591 594).

"Cuando tienen un profesor que se vista también con chandal y que ven que se preocupa más que el que tenían hace unos años porque no era especialista pues se motivan más" (entrevista 3, 117 122).

"Antes se quejaban mucho pero ahora ya se ha acostumbrado... cuando van viendo que funciona y se divierten pues se van motivando un poco más" (entrevista 5, 172 180)

Participar en las actividades con los niños, puede ser un buen recurso en algunos momentos:

"Algunas veces, tenía que hacer educación física con ellos porque así los motivaba mucho mas" (entrevista 2, 320 323)

En la triangulación de ambos instrumentos (cuestionario y entrevistas), coincide que la motivación tiene uno de los valores más bajos en el Inventario de Problemas (ítem 3, con 1,34 de media) y en las entrevistas el código MOT (motivación) se repite once veces con el subcódigo de satisfacción ocupando la quinta mejor frecuencia:

"Muy gratificante, cada vez que utilizaba algo nuevo, bueno llegaba a clase y me aplaudían si un día llegaba con el cassette, luego me daban las gracias... esos sí, con ellos sí que trabajaba a gusto" (entrevista 6, 94 100)

Durante la investigación desarrollamos un estudio de casos a tres maestros realizando entrevistas y ciclos de supervisión, con el fin de conocer "in situ" la realidad de sus clases y sus programaciones. Los tres maestros coinciden en perseguir y valorar la motivación de sus clases hasta el punto de que, como confirma García Ruso (1993), los profesores principiantes de Educación Física evalúan su éxito en función de la participación y disfrute de los alumnos. Los niños tienen una predisposición positiva hacia la Educación Física, pero su motivación se reduce en ocasiones en jugar al fútbol o al balón tiro, con lo que la labor de control y de motivación hacia otras actividades no es siempre fácil. Este hecho puede originar otro problema que nos advierte Martinek (1997, p.7): "aunque la diversión es importante en el aprendizaje, no debe ocupar su lugar". En ocasiones el maestro de Educación Física se preocupa más de que los niños se lo pasen bien en las clases que de lo que puedan aprender.


3. Recursos para aumentar la motivación
Para conseguir la suficiente motivación en una clase de Educación Física existen, al menos, dos premisas. La primera es el conjunto de conocimientos que necesitamos, entre las que destacamos: las características psicoevolutivas de los niños que nos orientaran sobre sus necesidades, intereses y capacidad; por otra, la variedad de contenidos que conozcamos dentro de nuestra asignatura que nos facilitarán más recursos; por último, el dominio de la didáctica específica que nos ayudará a dirigir el grupo de alumnos sin demasiados conflictos. La segunda premisa es la capacidad reflexiva que tengamos que nos ayudará a ir mejorando la motivación en las sesiones a medida que vayamos teniendo más experiencia. La observación de lo que ocurre y la reflexión posterior, tratando de solucionar los problemas que hayamos tenido, es una de las estrategias de formación más recomendadas por numerosos autores como Marcelo (1995), Rodríguez (1997), etc.

Con la experiencia iremos adquiriendo más recursos didácticos que, tal y como los define Delgado (1991), como el artificio (material o no) que se utiliza puntualmente en la enseñanza para resolver necesidades prácticas durante la sesión. Basándonos en la investigación que hemos citado, en la bibliografía consultada y en nuestra experiencia, hemos agrupado los recursos más básicos que nos pueden ser útiles para aumentar la motivación en 4 bloques (ver gráfico 3).


3.1. Seleccionar actividades
El diseño de las tareas de enseñanza va a ser una de las claves del éxito en el proceso de enseñanza aprendizaje. Una actividad bien planteada desarrollará en los alumnos aprendizajes motrices, cognoscitivos, afectivos y sociales, adaptados a los objetivos que nos hayamos planteado en esa sesión. Podríamos afirmar que se trata de la quintaesencia de la programación educativa. Autores como Piéron (1988) o Raths (1971), citado por Fernández y otros (1993), describen una serie de criterios a tener en cuenta a la hora de seleccionar o diseñar tareas de enseñanza. Queremos destacar a continuación aquellos que consideramos más relacionados con la motivación.


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revista digital · Año 4 · Nº 17 | Buenos Aires, diciembre 1999