Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital

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LA DANZA EN CONSTRUCCION:
DE LOS ORIGENES HISTORICOS AL METODO DE PAULO FREIRE

Larissa Michelle Lara (Brasil)
larissa@fef.unicamp.br

Maestranda en Educación Física por la FEF/UNICAMP. Coordinadora de GEDan-Grupo de Estudios en Danza de la FEF/UNICAMP. Coordinadora de la lista de danza en el Centro Esportivo Virtual / CEVDANCA-L

Ricardo Carpani Resumen
El estudio de la danza y su historia no implica la reproducción fría y estática de su construcción, sino la reinterpretación de los datos observados para la creación de nuevos conocimientos, metodologías y formas de comunicación. Afirmada en una actividad colectiva, democrática, humana, es que la propuesta de danza, basada en temas generadores (Paulo Freire) pasó a materializarse, en el sentido de contribuir al avance cualitativo del área. A través de la investigación bibliográfica se intentó analizar la danza en diversos períodos históricos, buscando elementos para su construcción metodológica en el contexto actual a partir del estímulo a las necesidades de creación del ser humano y de su experiencia estética. Entendemos que cualquier propuesta educacional de danza, ya sea en el sistema informal o forma de enseñanza, debe contemplar las características de la cultura de cada época, de su expresión comunicativa y de sus elementos culturales, desterrando la opresión y enfatizando la relación dialógica, la unión y la colaboración humanas. De esta manera, como consideramos a la danza como un medio de expresión liberadora, de acción dialógica capaz de congregar a todos los seres, su manifestación puede ser mejor desarrollada a partir de un respaldo educacional orientado hacia estas características, que a nuestro modo de ver, se traduce en la propuesta de Paulo Freire.
Palabras clave: Construcción. Danza. Paulo Freire.


Comenzando
Recorrer los caminos de la danza, de su historia, de su sensibilidad, no es reproducir fría y estáticamente su construcción, ni tampoco aburrir, por medio de una retrospectiva histórica, a todos los que ya se envolvieron con la misma de una forma o de otra, sino visualizarla con nuevos "ojos". Es poder reescribirla, reinterpretándola.

En esta perspectiva, a cada momento nos remitimos a intereses diversificados, a problemáticas diversas, que nos mueven incesantemente a conquistar otros horizontes para la danza. Y, en cada situación, percibimos su presencia de manera particular. Pero, por qué "tocar la misma canción" en torno a la historia de la danza?. ¿Por qué la insistencia en reflejar la sociedad de la cual la danza forma parte en los diferentes momentos históricos?

Ciertamente, la insistencia no es ingenua. La historia es la forma a través de la cual la humanidad registra sus luchas, sus recorridos y deja sus marcas. La danza, una de las formas de expresión de la humanidad, la determina y, al mismo tiempo, es determinada por ella, en una acción recíproca y necesaria.

Pensar en la danza es pensar en los actores/autores de esa manifestación. Es el vivir del hombre, es expresar... Es buscar entender las necesidades de expresión particulares. Es percibirlo en su estado mítico. Es imaginar estrategias de viabilización del conocimiento a ser construido, que busca tanto la racionalidad científica como la reflexión filosófica, en una interacción posible y fundamental. Es recordarles a aquellos que se obstinan en negar su grandiosidad en la historia de la humanidad, que negarla es despreciar al propio hombre y a su construcción histórica; negarla es como decir "no" a su interioridad, a su unidad, a su "yo".

De esta manera, si danza y sociedad están imbricados, no hay porque separarlos. No hay forma de hablar de la danza sin recorrer la magnitud de su trayectoria a lo largo de los años. No hay como dejar de hablar del hombre, de su corporeidad y de sus necesidades.

La danza que nos propusimos estudiar atraviesa los aspectos relevantes en la vida de las personas y llega así mismo a constituirlas. Representa sus ritos, sus momentos cotidianos, su dolor, alegría y fantasías. Busca trascender...

Por lo tanto, entendemos que cualquier propuesta educacional de danza, ya sea en el sistema informal o formal de enseñanza, debe recorrer tales caminos. O sea, entender las características del hombre de cada época, de su expresión comunicativa, de su danza y de sus elementos culturales. Y fue eso los que intentamos hacer a lo largo del transcurso de la producción de este estudio. Afirmada en una actividad colectiva, democrática, humana, que rescate mucho de los valores encontrados en épocas más remotos y que es que la propuesta de danza, basada en temas generadores (Paulo Freire), pueda concretarse. Por lo tanto, hagamos este recorrido, agudicemos nuestros sentidos y estemos abiertos a nuevas construcciones.


Festejando la vida
Festejar la vida, la muerte, los opuestos... ¿Es lo que habría llevado a los pueblos primitivos a utilizar la danza en sus manifestaciones?. ¿Sería ésta una situación real o una invención de los hombres?.

En esos momentos, en una época atemporal, en que se vivía en comunidades en las cuales las desigualdades sociales eran inexistentes, el misticismo estaba bastante presente. Los ritos estaban, en un principio, ligados a los procesos de producción y tenían como objetivo el uso de la superstición para intervenir sobre la naturaleza. Era el reflejo de las fuerzas que actuaban sobre la vida cotidiana y el hombre, lo cual se juzgaba "capaz de ejercer un poder sobrenatural sobre la naturaleza, sobre los animales y las plantas, por medio de prácticas mágicas, surgidas al mismo tiempo que las creencias religiosas"1

Pero, qué papel ejercía la danza en estos ritos?. Podríamos decir que ella parece haber sido un medio de buscar la materialización de ese poder sobrenatural. Aunque en el período correspondiente al régimen comunitario primitivo no existía todavía la escritura para el registro de tales datos, las figuras en las paredes de las cavernas parecen revelar rituales religiosos, costumbres de aquella sociedad, como la caza, la alimentación, la vida y como así también la muerte, donde los movimientos de la danza estarían representados. La existencia de la danza juntamente con el surgimiento del hombre, como lo comprobaron Ellmerich y Portinari2 ; con el surgimiento de la religión, por Faro3 ; con el apareamiento de los animales, a partir de las consideraciones de Havelock Ellis y Curt Sachs4 ; o todavía en el comienzo de todas la cosas, referentes a la formación del universo, por Lucien de Samosatle5 , establece una diversidad interesante para el origen de esta manifestación. Así como no existe manera de probar una u otra teoría por la ausencia de escritos, apenas confiemos en las interpretaciones de estos estudiosos, viajemos por esas imágenes poéticas y dejemos que nuestras ideas se expandan. Dejémonos inspirar por la danza de las palabras, de creación de las constelaciones, de los planetas, de la multiplicación de los animales, de las conquistas humanas y de las necesidades espirituales.

La problemática del origen de la danza va cediendo espacio, en este momento, a nuevas preocupaciones. Nos estamos refiriendo a las transformaciones que llevaron al hombre al pasaje de nómade a sedentario, con énfasis en la agricultura y en domesticar animales. El control de la naturaleza es buscado a través de los ritos de fertilidad que integraban danzas, dramatizaciones, sacrificios sangrientos y símbolos fálicos. La magia y la superstición pasaron a ser substituidos por los ritos y los cultos, donde se buscaba adorar los espíritus, enterrar a los muertos y utilizar la danza en estos ceremoniales6 .

La ruptura del sistema de los clanes de a poco se va concretando y la división de la sociedad en clases se hace efectiva. El Estado aparece con la formación de clases y las ciudades nacen con características propias, donde las danzas integradas a los rituales son particulares de cada grupo. Surge la historia escrita, facilitando el estudio de las diferentes culturas, dando inicio a la historia de las civilizaciones antiguas. En gran parte de estos pueblos, la danza tuvo un papel fundamental. En Grecia, especialmente, su presencia fue determinante en todos los momentos (desde el nacimiento de los ciudadanos hasta su muerte), constituyéndose en un elemento de suma importancia religiosa, educativa, dramática y recreativa7 . Ya en Roma, la danza pasó a formar características propias de acuerdo a la especificidad de cada ceremonia. Se transformó en recreación y atravesó a triunfante los juegos del circo, siendo condenada a partir del siglo IV por ser una práctica inmoral y obscena.

La prohibición hacia el cuerpo englobó las artes que expresaban la decadencia, y la danza fue una de ellas. La caída del Imperio Romano de Occidente y la afirmación del Cristianismo como religión oficial inauguraron un nuevo período en la historia de la humanidad. Pero, qué es lo que queremos decir con la expresión "nuevos período en la historia de la humanidad"?.

Si los pueblos actuaban en libertad y se expresaban de acuerdo con sus necesidades; si la danza era utilizada como forma de comunicación con los diversos dioses, como magia y luego como forma de ritos, diversión, educación, culto al cuerpo, ahora ellos estarían regidos por un único dios. Sus acciones estarían debidamente controladas, calculadas, escudriñadas. Sus cuerpos renegados, su danza prohibida... Todo en la búsqueda, no de un lugar al sol, sino de un lugar en el cielo, alcanzado con la sublimación de la "carne" y la purificación del espíritu.


El "Espíritu" en el centro
La Edad Media representó, en la visión de Franco Júnior8 , una formación social proveniente de las nuevas condiciones devenidas con los restos del Imperio Romano, teniendo como aspectos importantes la descentralización del poder central, dependencia y ruralización social, enriquecimiento de la jerarquía social, clericalización, así como transformaciones en la forma de pensamiento. Sobre esta época es posible afirmar que "Las numerosas concepciones antropológicas que surgieron en la Edad Media, dentro de la diversidad, tenían un carácter común, producto de su raíz cristiana: concebir la vida humana en una perspectiva trascendente"9 .

La danza también representó un medio de trascendencia, pero tenía muy poco que ver con los demás aspectos que caracterizaban la Edad Media, entre los cuales estaba, el rechazo del cuerpo. Entonces, ya estaba presente como actividad recreativa y no técnica entre los integrantes de la nobleza cortesana y del pueblo. Era también una manera que tenían los artistas, en forma no organizada, de exhibirse en las plazas públicas.

La iglesia, al principio, justificaba la presencia de la danza por medio de la idea de que esta modalidad había sido integrada en rituales y servicios divinos, pero su actitud en relación a la danza fue ambivalente, o sea, condenación y tolerancia, como queda evidenciado según Mendes10 . Los sacerdotes precisaban tolerar estas manifestaciones, incluyéndolas en los cultos, ya que los intentos por prohibirla resultaron ser inocuos, pero "... las danzas de aleluya mal disfrazaban resquicios de primitivos ritos de fertilidad y veneración de símbolos fálicos"11 .

En momentos de expansión del Cristianismo, la danza aún siguió presente en el culto. Mientras tanto, los ritos paganos fueron infiltrándose en las ceremonias por medio de parodias, y el énfasis en la distinción entre el bien y el mal, el espíritu y la carne, hizo que la danza fuese apartada del culto por el hecho de utilizar al cuerpo como medio de expresión.

Entre los siglos XI y XII surge la danzamanía12 , ritual de desesperación frente a los dolores físicos y enfermedades epidémicas como la peste negra, donde las personas bailaban frenéticamente como forma de expresar el miedo a la muerte. Conocida como la danza macabra duró hasta el Renacimiento. El pueblo, diezmado por las pestes y perseguido por las guerras, pasó a afirmar su fe y su amor por la vida a través de estás danzas, como un forma de enfrentar el movimiento humano a la pasividad de la muerte en las ceremonias fúnebres. Sin embargo, la Iglesia combatía esta manifestación, cuyos "...padres intentaban contener la histeria con oraciones de exorcismo y agua bendita"13 .

El escenario religioso entonces abandonó la danza macabra, con la idea de representar mensajes moralistas, ya que la misma simbolizaba el fruto del pecado. Así el teatro pasó a ignorar la danza, tal como fue observado en las palabras de Ossona14 : "En el teatro religioso popular sólo bailan los ángeles en ronda y el diablo se entrega a movimientos espasmódicos". Muchas composiciones fueron llevadas a Francia por Catalina de Médici y transformadas en el género ballet15 , que alterna canto, música y danza. Al principio el ballet fue un pasatiempo de príncipes y cortesanos con participación exclusivamente masculina, pero luego los bailarines profesionales fueron sustituyendo a los elementos de la nobleza, haciendo que este género llegue al teatro.

La danza folklórica y el ballet atravesaron un proceso de cambio. El ballet alcanzó su momento de esplendor en el siglo XVII, en la forma de una gran representación melodramática. Francia crea la bases de la danza clásica internacional y los hombres compartían la notoriedad con sus compañeras en este siglo. Surge el drama-ballet-pantomina, o sea, sin palabras, lo que vino a revolucionar el ballet en aquel momento, ayudando a que se transforme en un arte organizado con sentido dramático. A partir de narraciones cantadas o recitadas, el ballet pasa a un combinación de danza y pantomina, conservando su carácter heterogéneo.

Con estas modificaciones, se cambia también el vestuario, abandonándose los adornos de la cabeza, muy usados en la época, y la túnica clásica, por demás incómoda. Estas transformaciones permitían la liberación muscular de la bailarina. La zapatilla de punta de yeso vino a revolucionar el ballet ya que antes se utilizaban medios artificiales para buscar la sensación de vuelo tan esperada. "Todo los intentos de superación que marca la historia del desarrollo de la danza estaban, de esta manera, perjudicados y cuando un ballet precisaba dar la ilusión del vuelo, era necesario recurrir a poleas y roldanas"16 . Las innovaciones en el campo de la danza sólo fueron posibles mediante los cambios en la forma de entender al hombre y sus relaciones con el entorno, haciendo que fuesen modificadas las relaciones entre el trabajo y la producción. El conocimiento racional de las cosas y de los hombres era una característica del renacimiento y la danza intentó definirse a partir de éste, tal como vamos a ver a continuación.


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Ricardo Carpani. "... se formaba ronda pa' verlos bailar...", 1993
díptico, acrílico sobre tela
200 x 300 cm (detalle)


Lecturas: Educación Física y Deportes
Revista Digital

http://www.efdeportes.com/
Año 3. Nº 11. Buenos Aires, Octubre 1998.