EL IDIOMA ESPAÑOL DEL DEPORTE EN IBEROAMERICA... Jesús Castañón Rodríguez     
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II
La reflexión científica

El estudio científico del idioma deportivo ha generado, a lo largo del siglo XX, una amplia gama de recursos lingüísticos. Aunque no siempre conocidos, se pueden organizar en dos grupos: los recursos tradicionales y los recursos de las nuevas tecnologías.

2.1. Los recursos tradicionales Los primeros han desarrollado numerosas líneas de actuación diversificadas en aspectos generales y aspectos específicos de los niveles técnico de difusión y literario.

2.1.1. Aspectos generales
Los aspectos generales del idioma español en el deporte han sido abordados por la Real Academia Española y por el ámbito universitario.

La Real Academia Española ha desarrollado enfoques normativos y descriptivos en seis frentes: la descripción de la relación general que hay entre deporte e idioma; la caracterización del estilo libre de las crónicas deportivas y futbolísticas como forma literaria y el tratamiento lingüístico en las transmisiones televisadas de los encuentros; la explicación de onomásticos a partir de nombres de futbolistas famosos; la crítica a la proliferación de extranjerismos y su superación ante grandes acontecimientos deportivos organizados en España; la elaboración de artículos de orientación léxica y gramatical que analiza el idioma del deporte, tanto en general como en medios de comunicación; y la colaboración con la Agencia Efe de noticias para los Juegos Olímpicos de Verano de 1992, con un profundo análisis científico del estado de la lengua del deporte en los medios de comunicación.

La incorporación de las instituciones universitarias al ámbito filológico del deporte, de forma organizada, evoluciona desde la edición de revistas científicas y la creación de cátedras de tema deportivo y cultural hasta la creación de centros de investigación de las ciencias del deporte. La lingüística hispánica ha elaborado: diccionarios y repertorios terminológicos, consideraciones generales sobre el lenguaje deportivo y su presentación como lenguaje sectorial con tecnicismos, la relación con las instituciones lingüísticas, reflexiones sobre crónicas, retórica, análisis de léxico de los deportes olímpicos, criterios de terminología de ámbito territorial restringido en España y América, adaptación a una nueva expresión para el deporte espectáculo, criterios de corrección idiomática en la prensa escrita y la masiva presencia de extranjerismos. Además ha descrito el estado de lengua en béisbol, ciclismo, fútbol e hípica y ha producido tesis doctorales.

2.1.2. Aspectos del nivel técnico
El estudio del nivel técnico ha desarrollado cuatro grandes líneas de actuación con un enfoque descriptivo: la inclusión del idioma en las Ciencias del Deporte, la elaboración de lexicografía dentro de la sociología del deporte, la formación de redes de información y documentación en idioma español y la creación de servidores sobre las ciencias del deporte.

2.1.3. Aspectos del nivel de difusión
El nivel de difusión ha contado con estudios que se pueden agrupar en seis centros de interés: hispanización de los neologismos, corrección, unificación de terminología, estandarización en una norma, escritura deportiva y preocupación deontológica de la comunicación.

2.1.3.1. La hispanización de los neologismos
Una reflexión clásica sobre el léxico del sistema informativo ha sido la hispanización de neologismos para evitar su arraigo en el uso popular y ha estado presente en ideas relacionadas con la unificación de terminología, la creación de una norma estándar capaz de no difundir neologismos innecesarios, el papel del idioma deportivo en las relaciones tecnológicas, industriales y culturales de la sociedad, la elaboración de estudios científicos y la creciente preocupación de la deontología profesional de la comunicación.

La necesidad de una unificación de terminología empezó en los años inmediatamente anteriores a la I Guerra Mundial, con una propuesta de términos en lengua española para atletismo, boxeo, ciclismo, deportes de nieve, equitación, esgrima, fútbol, golf, hockey, juegos olímpicos, lucha, natación, polo, remo, tenis, tiro y vela, a cargo de la colección barcelonesa Biblioteca Los Sports.

Este proceso se aceleró legislativamente en España entre 1938 y 1950 en las denominaciones de las asociaciones y el lenguaje periodístico mediante el criterio de traducción literal y en términos que carecían de ella se optó por las equivalencias, los calcos semánticos y las adaptaciones fonéticas. Esta forma de actuación fue compartida por la Academia Colombiana de la Lengua, por la Asociación de Academias de la Lengua Española -que propuso el estudio de la terminología deportiva con vistas a su inclusión en el diccionario y su mejora en las transmisiones de radio y televisión- y por los intentos de unificación llevados a cabo por la Academia Mexicana de la Lengua y por varios miembros de la Real Academia Española para los Juegos Olímpicos de 1968 y las ediciones de la Copa del Mundo de Fútbol de 1970 y 1982.

A partir de entonces, tras considerar que el léxico periodístico del deporte no se amolda a los modelos academicistas, se produce un cambio hacia la convivencia con el neologismo necesario. Empieza esta tarea de describir el estado del idioma, el Consejo Superior de Deportes español, con una recopilación de xenismos de aeronáutica, atletismo, automovilismo, badminton, baloncesto, balonmano, balonvolea, biathlon, bolos, boxeo, ciclismo, cricket, curling, esgrima, esquí, fútbol, golf, hípica, hockey, lucha, montañismo, motorismo, natación, naútica, patinaje, pelotabase, penthalon moderno, polo, remo, rugby, squash, skipping, tenis, tenis de mesa, tiro, trineo y vela. Y desde 1985, el ámbito académico en la Primera reunión de Academias de la Lengua Española sobre el lenguaje y los medios de comunicación destacó la necesidad de formar una norma léxica y gramatical basada en la norma estándar culta, capaz de no difundir neologismos innecesarios. Principio que dio origen a trabajos normativos y descriptivos que han comprendido la superación de la proliferación de extranjerismos; la elaboración de artículos de orientación léxica y gramatical sobre el idioma de las disciplinas olímpicas; un profundo análisis científico del estado de la lengua del deporte en los medios de comunicación, realizado en colaboración con la Agencia Efe de noticias para los Juegos Olímpicos de Verano de 1992; y la elaboración de proyectos para la presencia mundial del idioma como el estudio internacional Difusión del Español por Radio, Televisión y Prensa: Unidad y Diversidad de la Lengua. Esta labor se ha complementado con obras lexicográficas realizada por centros de terminología como el Termcat, con vistas a la cobertura informativa a los Juegos Olímpicos de Verano de 1992.

La descripción de la función de los extranjerismos en la estandarización de la escritura deportiva y el peso de su presencia o eliminación para favorecer una difusión masiva del deporte, toma formas de recopilaciones generales de extranjerismos, repertorios léxicos de equivalencias en varios idiomas para grandes acontecimientos y estudios sobre su función en las relaciones tecnológicas, industriales y culturales que el lenguaje establece en la publicidad, comercialización y modernos y servicios de comunicación. Además, ha sido abordada en thesaurus, estudios generales y monografías sobre béisbol y fútbol, por la lingüística de Argentina, Chile, Colombia, Cuba, España, México, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico o Venezuela, entre otros.

La preocupación de los periodistas profesionales por el uso del idioma en el deporte ha llevado a cabo un enfoque descriptivo con elaboración de repertorios léxicos de vocabulario técnico y jerga, entre los que destaca Diccionario de los deportes, de Acisclo Karag. Toma un enfoque normativo para la orientación de dudas léxicas y la formación de libros de estilo específicos realizados por el Departamento de Español Urgente de la Agencia Efe -con convenciones para atletismo, balonvolea, boxeo, ciclismo, esquí, fútbol e hípica que se amplían en el libro específico Léxico de los deportes olímpicos a las 28 disciplinas de los Juegos de 1992- y el Libro de estilo de El Mundo Deportivo, que recoge criterios para el uso de léxico y dudas grafemáticas sobre hispanización de nombres. También se ha producido una masiva incorporación de términos deportivos a los libros de estilo de los medios audiovisuales y escritos de información general y últimamente, para responder lingüísticamente a la incipiente globalización cultural propuesto en el Proyecto Zacatecas5, incluyen propuestas sobre neologismos deportivos la edición electrónica del Vademécum de español urgente de la Agencia Efe y Apuntes para un manual de estilo periodístico, del periodista uruguayo Ricardo Soca.

2.1.3.2. La corrección
Con un enfoque estrictamente normativo la dificultad de la corrección idiomática en la comunicación deportiva ha sido planteada por instituciones, defensores de los lectores, por periodistas y por lingüistas. Ha hecho referencia a actitudes puristas ante la excesiva presencia de extranjerismos y anglicismos y a la difícil búsqueda de corrección idiomática en un estilo de expresividad cero cuando este ámbito no cuenta con una norma culta y es un área lingüística en período de formación sometida a veloces cambios.

2.1.3.3. La unificación de terminología
La unificación de terminología ha sido una constante en el idioma del deporte. Las solicitudes en solitario y coordinadas orientaron sus esfuerzos a la eliminación de extranjerismos para una mejor difusión masiva del deporte y a la necesidad de superar el narcisismo localista mediante un vocabulario común, que propuso el madrileño diario Ya en 1973. Pero también han existido solicitudes coordinadas de unificación, entre 1938 y 1981, con participación conjunta de periodistas e instituciones lingüísticas o políticas para acelerar el proceso de eliminación de extranjerismos y crear un lenguaje conforme a la naturaleza del español.

2.1.3.4. La estandarización
Con un enfoque estrictamente descriptivo, el estudio científico del idioma en el deporte ha caracterizado el nivel de difusión como una norma estándar lingüística y expresiva capaz de ampliar y unificar sociológicamente a los sujetos. Especializada en transmitir masivamente contenidos a través de unos medios de comunicación generalizadores incorpora rasgos del lenguaje hablado, suprime diferencias culturales, busca una intensificación del hecho comunicativo, cuenta con un carácter técnico y presenta características de dependencia léxica de la lengua común y de una marcada presencia de préstamos.

2.1.3.5. La escritura deportiva
Otro enfoque sobre el nivel de difusión del idioma es el llevado a cabo con criterios científicos por universidades, centros de documentación e información y testimonios del mundo de la comunicación con el fin de analizar los valores sociales y símbolos que se transmiten en la comunicación deportiva.

Esta caracterización de la escritura deportiva ha desarrollado estudios sobre su consideración de la lengua deportiva como lenguaje técnico universal, análisis lexicométricos, reflexiones sobre el lenguaje radiofónico y sobre la lengua literaria. Y además analiza las relaciones del idioma con aspectos informáticos, de globalización cultural, publicitarios, de comercialización, de creación de redes, de servicios de comunicación y de modalidades de relato - dramático, épico, mitológico o de cotilleo- que intervienen en la difusión masiva. Esta tarea ha sido llevada a cabo, entre otros, por el Centro de Estudios Olímpicos de Barcelona, los Cursos de Lingüística y Didáctica del Español del Gobierno de La Rioja, el Instituto Ibérico de Lexicografía, la Sociedad Española de Lingüística y la Universidad de Buenos Aires.

2.1.3.6. La preocupación deontológica de la comunicación
La preocupación de los periodistas profesionales por el uso del idioma en el deporte ha llevado a cabo un enfoque descriptivo con elaboración de repertorios léxicos y un enfoque normativo para la orientación de dudas léxicas y la formación de libros de estilo específicos.

Los repertorios léxicos han descrito el vocabulario técnico y la jerga de disciplinas deportivas modernas y de deporte tradicional.

La formación de libros de estilo específicos, desde 1976, se ha realizado en tres fases diferenciadas. La primera, entre 1976 y 1992, comprendió la elaboración general de libros de estilo y las normas consuetudinarias de redacción para responder a la necesidad de un uso eficaz del lenguaje informativo mediante convenciones en áreas de controversia de los diferentes niveles lingüísticos, así como para la unificación, defensa y salvaguardia del idioma. El Departamento de Español Urgente de la Agencia Efe, desde 1980, ha elaborado notas preventivas para alertar a los redactores con convenciones en su Manual de Español Urgente para atletismo, balonvolea, boxeo, ciclismo, esquí, fútbol e hípica. En 1989 y 1991 organizó, en colaboración con otras entidades, los congresos El idioma español en las agencias de prensa y El neologismo necesario en los que se describieron las características y dificultades de la escritura deportiva con agencias españolas e iberoamericanas de información y con representantes de diarios especializados. Además, durante esta época se favorecieron las normas consuetudinarias de redacción que permitían una cierta libertad con formas expresivas no técnicas y vocabulario de moda, como en el caso de Marca.

Una segunda fase, entre 1992 y 1996, con la edición de libros de estilo específicos a cargo de la Agencia Efe y del diario barcelonés El Mundo Deportivo. Con motivo de los Juegos Olímpicos de Verano de 1992, el Departamento de Español Urgente elaboró un léxico de los deportes olímpicos que se repartió durante la celebración de las competiciones. Recoge 435 términos para 28 disciplinas deportivas olímpicas, 292 voces de ámbito deportivo relacionadas con los deportes olímpicos aceptadas en el Diccionario de la Lengua Española, 50 palabras utilizadas incorrectamente o con alguna peculiaridad idiomática, 90 expresiones tópicas y 58 extranjerismos de uso más frecuente. Además esta agencia informativa aumentó la presencia de términos deportivos en las nuevas ediciones del Manual de Español Urgente y en las dos ediciones en formato libro del Vademécum de español urgente.

En 1995 apareció el Libro de estilo de El Mundo Deportivo. Su principal aportación consiste en ser el primer libro consensuado en una redacción especializada. Con el fin de desarrollar un lenguaje asequible a toda clase de lectores sin descuidar las normas básicas y esenciales del idioma, se organiza lingüísticamente en dos grandes apartados dedicados a notas de estilo -sobre puntuación, signos ortográficos, numerales, siglas y abreviaturas- y a criterios para el uso de léxico -con convenciones sobre dudas grafemáticas de nombres en castellano, hispanización de nombres, topónimos y 386 dudas, incorrecciones, expresiones y modismos del léxico deportivo-.

La tercera y última fase se pone en marcha en 1997 con el proyecto de un libro de redacción común para los países de lengua española y el reto de su presencia en las autopistas de la información. Con el Proyecto Zacatecas, ya en fase de desarrollo, se pretende que el nivel de difusión del idioma en el deporte alcance un acuerdo en cuestiones grafemáticas y de uso de neologismos y extranjerismos para responder lingüísticamente a la globalización cultural.


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Lecturas: Educación Física y Deportes.
Año 3, Nº 10. Buenos Aires. Mayo 1998
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