EL IDIOMA ESPAÑOL DEL DEPORTE EN IBEROAMERICA
ANTE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Jesús Castañón Rodríguez (España)
Universidad de Valladolid


Resumen
El presente trabajo analiza las principales claves de la compleja realidad del idioma español en el deporte en Iberoamérica. Con un planteamiento histórico, hace un breve recorrido por los criterios de diversidad y de unidad idiomática seguidos en el primer siglo de deporte moderno. Además describe las principales tendencias de su estudio científico, organizadas en recursos tradicionales y recursos de las nuevas tecnologías para sus niveles técnico, de difusión y literario. El estudio se completa con bibliografía de ambos lados del Atlántico, con el fin de favorecer la reflexión, el conocimiento y el intercambio de ideas sobre el idioma del deporte.
Palabras clave: Ciencias del deporte. Lenguaje y jerga. Literatura.

Abstract
THE SPANISH LANGUAGE OF THE SPORT IN IBERO-AMERICA BEFORE THE NEW TECHNOLOGIES

The present work analyzes the main keys of the complex reality of the Spanish language in the sport in the Iberoamerica. With a historical statement, it makes a brief journey through the diversity of approaches and idiomatic unit followed in the first century of modern sport. It also describe the main tendencies of their scientific study, organized in traditional resources and resources of the new technologies for their levels technician, of diffusion and literary. The study concludes with bibliography of both sides of the Atlantic, with the purpose of favoring the reflection, knowledge and exchange of ideas on the sport language.
Key Words: Sciences of the sport. Language and jargon. Literature.


Hablar del idioma en el deporte en el ámbito iberoamericano es una realidad compleja, por las numerosas disciplinas y juegos que en él se desarrollan. Fútbol y boxeo son los deportes modernos comunes pero esta realidad se complementa con el éxito de la pelota vasca en México; del béisbol y de la pelota vasca en Puerto Rico; del atletismo y del béisbol en Cuba; del ciclismo en Colombia; del béisbol en Venezuela; del tenis, la equitación, el hockey sobre patines, el baloncesto y la pelota vasca en Argentina...

Esta diversidad también se produce en el ámbito lingüístico con una historia jalonada por acontecimientos como la declaración del español como idioma oficial en federaciones internacionales y por constantes intercambios de deportistas y de códigos expresivos y estilísticos de la comunicación. Es una historia marcada por las aportaciones de ambos lados del Atlántico, por el aprecio mutuo de los diferentes modos de hablar, por el respeto a las respectivas producciones y por una actitud de servidores del idioma en un ámbito que ha ensanchado las posibilidades de la lengua gracias al trabajo de técnicos, medios de comunicación y escritores.


I
Planteamiento histórico

El idioma en el deporte ha conformado un proceso de constante ebullición donde han intervenido criterios de diversidad y de unidad.

1.1. Criterios de diversidad
El español en el deporte ha presentado diferencias en sus niveles técnico, literario y de difusión. El nivel técnico ha sido el que menos peculiaridades ha presentado ya que sus características han estado relacionadas con la traducción o la adaptación de terminología anglosajona. En el nivel literario las diferencias han residido en la orientación de la literatura americana hacia la fiesta social del deporte y la exaltación de la mitología, mientras que en España han predominado las sensaciones en la práctica deportiva y la descripción de instantes mágicos.

Es en el nivel de difusión donde se han presentado más diferencias. En primer lugar, en el modo de acceso a la redacción de deportes y su consideración profesional, con un predominio de redactores que fueron deportistas, la vocación y una buena consideración entre los profesionales del periodismo en América; mientras que en España la inclusión obligatoria de la redacción deportiva en todos los medios de información general produjo su consideración como subgénero periodístico y medio de iniciación. En segundo lugar, en la difusión épica con valores de hombre completo, espíritu caballeresco y juego limpio con un estilo capaz de no emplear términos extraños y cuidar la pronunciación, en España; mientras que en América se destacaba el deporte como espectáculo. En tercer lugar, se formaron géneros periodísticos distintos para el comentario, con predominio en España de formas expresivas para el estilo ameno, en detrimento de lo técnico.

Y en cuarto lugar, se han presentado diferencias en cuestiones lingüísticas. En América se desarrolló una fonoestilística de ritmo y entonación expresiva que se oponía a la concepción española de imitación del periodismo escrito; se eliminaban preposiciones y artículos en las frases y se imitaban anglicismos sintácticos en el orden lógico de las frases. Las mayores diferencias han aparecido en el léxico y tenían su origen en la forma de concebir la a difusión mediante un enfoque objetivo en América que atendía a los aspectos técnicos, tácticos y estratégicos del juego, frente al predominio en España de un enfoque subjetivo donde el resultado deportivo estaba en función de su repercusión social de carácter local. En ambos lados del Atlántico se han compartido la parte técnica y las emociones sociales, sólo que en su expresión lingüística en América se ha dado más importancia a lo técnico, al uso de modismos locales para la fiesta de las gradas, a la precisión terminológica con tecnicismos y había una más amplia repercusión del inglés en términos sobre aspectos deportivos y en clichés periodísticos. En España, el periodismo deportivo se ha orientado a la exaltación de estados de ánimo, con una expresividad realizada con lenguajes figurados aplicados al juego desde ámbitos extradeportivos, con modificación del discurso repetido, con lengua coloquial y con influencias del inglés y del francés en aspectos deportivos y clichés periodísticos, respectivamente.

1.2. Criterios de unidad
A pesar de todo lo expuesto anteriormente, han tenido mayor peso específico la convergencia y el ensanchamiento del idioma, con las aportaciones de ambos lados del Atlántico. En el nivel técnico ha destacado la labor realizada por las instituciones lingüísticas y por las incipientes entidades de documentación e información. Entre 1938 y 1972, la Asociación de Academias de la Lengua Española, en la constitución de su Comisión Permanente y en el III, IV, VI y X Congreso, estableció resoluciones para denominaciones oficiales de entidades y organismos, nombres de disciplinas deportivas -caso del fútbol, baloncesto, balonvolea, béisbol y boxeo-, marcas y enseñas, que se desarrollarían en la legislación sobre defensa del idioma de Nicaragua, Colombia, Costa Rica y Puerto Rico por ser un ámbito de extranjerismos substituibles por voces españolas, por términos cuya estructura fonética se puede hispanizar y por palabras equivalentes. La Oficina de Lexicografía Social generó en España en 1945, un vocabulario profesional con convenciones sobre atletismo, boxeo, carreras de caballos y de galgos, esgrima, fútbol, pelota y tenis.

Este proceso se ha relanzado en los años noventa con la dimensión cultural del deporte, orientada a otorgarle un papel humanista para lograr el ascenso de los niveles de cultura y de civilización. El Movimiento Olímpico se considera como alianza del deporte con cultura y educación, se desarrollan información e investigación científica a partir del Thesaurus Sport -con los códigos temático Lenguaje y jerga y Literatura y deporte- y se crean centros de documentación especializados1. En América se ha compartido este mismo ambiente con reuniones específicas -sobre todo a partir de la fundación del Consejo Iberoamericano del Deporte en 1993 2-, destacando el papel educativo y cultural, la capacidad de integración y articulación social para elevar la calidad de vida y los valores educativos de democracia y de cooperación pacífica entre las naciones iberoamericanas3. Se ha fomentado la investigación científica y tecnológica y el intercambio de información científica con el resultado de un creciente interés del deporte como objeto de estudio de las ciencias sociales en aspectos relacionados con estudios comparados, la presencia del deporte en los curriculum escolares y la construcción de identidades a través del deporte con relatos históricos4.

En el nivel literario, se comparte la preocupación por la formación de una lengua literaria del deporte acorde con el aumento de su producción, aunque falta un estudio sistemático de su tratamiento en América.

En el nivel de difusión, el panorama ha abarcado varios procesos de convergencia. Primero, la evolución de la comunicación: revistas de impresiones y sensaciones editadas por los propios deportistas; difusión de efectos artísticos e higiénicos; incorporación a publicaciones de información general; nacimiento de diarios especializados; conversión del público a la educación física como medio de expansión intelectual y afectiva con valores morales, de modernidad o de disciplina civil; exaltación de la función informativa del periodismo deportivo como generadora de noticias y de diversión; la integración en grupos empresariales de información general enfocados hacia aspectos de comercialización, de plataforma publicitaria, de formación de libros de estilo y de una nueva forma de redactar condicionada por bancos de datos, agencias informativas o asociaciones de intercambio de información; proyectos transfrontera de comunicación y, finalmente, las ediciones electrónicas a través de las autopistas de la información.

Segundo, a ambos lados del Atlántico la difusión se ha presentado como pensamiento mágico sin contradicciones que exalta valores espirituales o históricos aplicados a resultados, y comerciales, para el culto al deportista.

Tercero, se ha producido una convergencia lingüística en dos fases: en los años cuarenta, el nacionalismo lingüístico español recurrió a terminología hispanoamericana para forjar un sistema léxico del deporte con soluciones pertenecientes a una misma lengua histórica; y, desde los años setenta, la renovación de códigos expresivos supuso el uso de vocabulario de moda como liberación frente al vocabulario técnico, la formación de nuevos patrones de crónicas y el empleo de la terminología hispanoamericana, en especial a partir de las nuevas formas de animación popular en tono jovial y unánime.

El triunfo en España de la concepción americana de la difusión deportiva como entretenimiento ha hecho que se comparta una fonoestilística con efectos de ritmo y entonación, gracias al ritmo narrativo de los hombres-metralleta y al uso de entonación expresiva para interpretar el deporte como espectáculo con los ingredientes del drama. Y en el plano léxico, las semejanzas han pasado por adoptar una línea objetiva y precisa de descripción, la abundancia de apodos sintéticos y metafóricos que responden a relaciones de semejanza con cualidades y aspecto físicos del deportista, el uso de hispanoamericanismos relativos al juego, la formación de un comentario técnico del acontecimiento deportivo sin expresión de juicios de valor ni eslóganes y una visión dialéctica del deporte en la que intervienen los medios de información general para destruir el lenguaje deportivo aportando a las crónicas y reportajes nuevos contenidos sociales, plena libertad formal, inclusión de referencias culturales y sociales, uso de la denuncia e ironía así como aplicación de discursos sociales extradeportivos para denunciar la instrumentalización política y propagandística del deporte moderno.

Y cuarto se ha compartido la preocupación por la reflexión sobre el lenguaje deportivo en foros universitarios, fundaciones culturales y cursos de verano.


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Lecturas: Educación Física y Deportes.
Año 3, Nº 10. Buenos Aires. Mayo 1998
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