Cita
sugerida: Pérez Restrepo,
E.A., y Pérez Restrepo, F.A. (2024). El tejo, único deporte autóctono
colombiano: su historia, aspectos técnicos y particularidades. Lecturas:
Educación Física y Deportes, 29(319), 37-52. https://doi.org/10.46642/efd.v29i319.7819
Resumen
El reconocimiento del proceso de desarrollo histórico de una nación debe
incluir obligatoriamente sus avances en materia deportiva, elementos que
hacen parte de su acervo cultural y agonístico. La diversidad étnica
presente a lo largo de la historia colombiana dio lugar a múltiples
prácticas, de carácter ritual y agonal, que permearon el mundo deportivo
del pasado en el país. Una de las prácticas presentes en los pueblos
indígenas, particularmente en los indios Zipas y Zaques fue el tejo. El
objetivo principal de este artículo es describir los aspectos históricos,
técnicos y elementos particulares del tejo como práctica deportiva
autóctona colombiana.
The recognition of the process of historical development of a nation must
necessarily include its advances in sports, elements that are part of its
cultural and agonistic heritage. The ethnic diversity present throughout
Colombian history gave rise to multiple practices, of a ritual and agonal
nature, which permeated the sports world of the past in the country. One of
the practices present in the indigenous peoples, particularly in the Zipas
and Zaques Indians, was the tejo. The main objective of this article is to
describe the historical, technical and particular elements of tejo as an
autochthonous Colombian sports practice.
O reconhecimento do processo de desenvolvimento histórico de uma nação
deve necessariamente incluir os seus avanços no desporto, elementos que
fazem parte do seu património cultural e agonístico. A diversidade étnica
presente ao longo da história colombiana deu origem a múltiplas práticas,
de carácter ritual e agonal, que permearam o mundo desportivo do passado do
país. Uma das práticas presentes nos povos indígenas, principalmente nos
índios Zipas e Zaques, era o tejo. O objetivo principal deste artigo é
descrever os aspectos históricos, técnicos e elementos particulares do
tejo como prática esportiva indígena colombiana.
Según Pérez (2018, p. 30), la historia, como representación de
acontecimientos del pasado, es el principal medio evaluativo e interpretativo de
la trayectoria de las manifestaciones humanas y el impacto que dichas
manifestaciones ejercen en la actualidad, por tal razón, conocer ese pasado nos
da una mayor y mejor perspectiva de nuestra realidad; permitiéndonos
comprender, apreciar y disfrutar todos los vestigios del pasado y no únicamente
ciertos hechos y obras monumentales.
El reconocimiento de lo histórico permite una mayor comprensión del estado
actual del deporte y la educación física, debido al estudio de aquellos
elementos que han permeado su desarrollo y evolución en cada momento
histórico, es así como se hace relevante profundizar en los procesos de
desarrollo deportivo en cada nación y resaltar no solo los elementos asociados
con el deporte “moderno”, sino también aquellos vestigios dejados por las
comunidades indígenas que ocuparon previamente esos territorios.
De esta forma, el tejo aparece como uno de los legados deportivos de las
comunidades indígenas asentadas en Colombia, particularmente en la zona
denominada altiplano cundiboyacense, convirtiéndose así en el único deporte
autóctono del país. Por último, es importante señalar que el objetivo de
este artículo es describir los aspectos históricos, técnicos y elementos
particulares del tejo como práctica deportiva autóctona colombiana.
Metodología
A pesar de que cada día se conoce más sobre los orígenes de los deportes en
Colombia, para el caso específico del tejo, los estudios e investigaciones son
reducidos, encontrándose también una importante cantidad de indagaciones
centradas en aspectos biomecánicos y técnicos. Por tal razón, para la
construcción de este documento se recurrió a localizar fuentes documentales
primarias, centradas en la historicidad del deporte en general (Ángel, 1970,
1988; Galvis, 1997; Pérez, 2018), enfocadas en el tejo (Amaya Fuentes et al.,
2022; Chacón, Melo, y Virgüez, 2018; Duffo, 2016; García, 2004; Hernández, y
Murillo, 2019; Vergara, s.f.; Jurado, y Muriel, 2018) y en los aspectos
técnicos y biomecánicos (Alvarado, 2023; Arango, Martínez, y Rodríguez,
2007; García, Padilla, y García, 2009; Rengifo, 2012). Con las informaciones
obtenidas se construyó un relato centrado en la historicidad y los aspectos
técnicos de un deporte que hace parte del legado cultural y deportivo
colombiano.
¿Qué
es el Tejo?
El Tejo (conocido también como Turmequé) es un juego en el que se lanza un
material redondo y metálico hacia una caja de arcilla o greda, buscando acertar
en el objetivo, y pretendiendo configurar alguna de las jugadas validas; sea
esta una mano, embocinada, mecha o moñona.
Historia
antigua y moderna del Tejo
Según diversas fuentes (Ángel, 1970, p. 147; Ángel, 1988, p. 96; Galvis,
1997, p. 21; Vergara, s.f.,p. 13; García, 2004; Bolaño, 2006, p. 142;
Moreno, 2008; Silva, 2002, p. 230; Pico, 2016, p. 30; Chacón, Melo, y
Virgüez, 2018, p. 12; Jurado, y Muriel, 2018; Hernández, y Murillo, 2019, p.
22; Amaya Fuentes et al., 2022, p. 14; Botello, 2023), el tejo es una
manifestación popular ancestral que se originó en dominios muiscas,
particularmente por los indios Zipas y Zaques, zona conocida como el altiplano
cundiboyacense, otorgándosele a Turmequé el calificativo de cuna de esta
práctica deportiva. Esta región se ubicaba en medio de dos gobiernos muiscas;
por un lado, el Zaque como gobernante del Zacazgo, en el norte del altiplano
cundiboyacense y. por otro lado, el Zipa, como gobernante del Zipazgo, en el
sur, en la sabana de Bogotá.
De acuerdo con los historiadores, en esa zona tenía sus dominios el príncipe
Guatavita, quien era admirado por sus grandes habilidades físicas, además de
ser muy hábil en el “zepcuagoscua”, antecesor del tejo, práctica
donde se lanzaba un disco de oro a gran distancia.
Duffo (2016) ofrece una versión interesante sobre el surgimiento del tejo como
práctica de adoración de los elementos presentes en el firmamento, así:
Según los mitos y las leyendas los Muiscas eran muy buenos observadores del
sol y la naturaleza, al ver el movimiento del sol a través de las montañas
quiso imitar el mismo movimiento utilizando el tejo lanzándolo de un lugar a
otro. era muy común ver ovnis voladores por el cielo razón por la cual los
muiscas decidieron realizar replicas imitando objetos voladores Algunos
cronistas afirmaban que los chibchas se enfrentaban con otras tribus en donde
además de la práctica del tejo, sacrificaban humanos, hacían carreras y por
supuesto se consumía chicha1 (p.
241).
Según lo expuesto por diversas fuentes (Hernández, y Murillo, 2019, p. 43;
Alvarado, 2023, p. 11), el tejo era empleado en los rituales sagrados, como
forma de aplicación de la justicia, como dispositivo para la resolución de
conflictos, escenario de reunión familiar, herramienta para “ganar el amor de
la mujer amada” o simplemente por diversión. Además, esta práctica
ancestral representaba un ritual donde las fiestas se conjugaban con el consumo
de bebidas fermentadas como la chicha, las ofrendas a sus deidades y la
veneración de los jugadores.
La conquista de estos territorios por parte de la campaña colonizadora
española provocó que se perdiera el rastro primigenio de esta práctica
deportiva, reapareciendo posteriormente con algunas variantes. Una de las
variedades presentadas consistía en fijar guaduas de forma vertical y a
diferentes distancias, de manera que entre ellas se conformara un hueco, espacio
donde eran lanzados pequeños discos duros, tejos de barro o piedras.
Inicialmente, el tejo se enfocaba en el lanzamiento a distancia de objetos de
diversos materiales (barro o piedra) para golpear blancos como ramas de árbol,
estacas de madera, entre otras, situación que implicaba la posterior búsqueda
del implemento, cuestión que evidenciaba su marcado énfasis en la fuerza.
Por lo anterior, se optó por delimitar el área de lanzamiento, establecer
variaciones en su sistema de juego y objetivos e instaurar el énfasis en la
precisión. De acuerdo con esto, Silva plantea que inicialmente fueron empleados
hoyos abiertos en la tierra, luego se emplearon troncos que se ahuecaban y, por
último, fue diseñada la caja de greda que se utiliza en la actualidad (2002,
p. 231). Dentro de los avances en la implementación de este deporte,
encontramos que el tejo y los bocines fueron diseñados posteriormente en metal.
El blanco máximo o “mecha” fue introducida por el movimiento colonizador
español, como parte de las variantes del tejo inicial que se centraba solo en
embocinar, ganando aquella persona que lo hiciera mayor cantidad de veces. Los
españoles pretendían añadir mayor diversión y mejorar la experiencia de
juego con este elemento visual y sonoro. Es relevante señalar que el tejo,
muestra cultural y deportiva colombiana, ha trascendido fronteras, pues es
practicado en otros países como Ecuador, Perú, Venezuela, México, Panamá,
España y Estados Unidos. (Chacón, Melo, y Virgüez, 2018, p. 13)
Tras estos inicios permeados por la influencia de las prácticas y creencias
muiscas y el proceso colonizador español que podríamos plantear como la
primera etapa de la historia de este deporte, se da lo que diversas fuentes
(Abello, 2013; Hernández, y Murillo, 2019, p. 45 46) plantean como una segunda
etapa en la historia del tejo, pues el juego del turmequé sufre algunas
transformaciones, derivadas de intereses políticos, a finales del siglo XIX y
comienzos del XX.
Inicialmente, se procuró presentar el tejo como el deporte indígena de los
colombianos o una identidad simbólica del país, idea que lastimosamente no
tuvo el éxito esperado en tal momento, pues las personas pertenecientes a la
elite veían el tejo como una práctica carente de civilización,
antihigiénico, donde el único hábito era el consumo de bebidas alcohólicas
lo cual era mal visto por la sociedad (Abello, 2013; Hernández, y Murillo,
2019, p. 45-46). Posteriormente, se llegó a la determinación de plantear al
tejo como símbolo representativo del país y se inició un proceso de difusión
de sus reglas, además de la inclusión de la mujer en esta actividad.
La tercera y última etapa del desarrollo del tejo comprende lo relacionado con
la creación de la Federación Colombiana de Tejo a mediados del siglo XX, la
declaración como como “Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Nación” a
través de la Ley 1947 de 2019 y su establecimiento como “Deporte Nacional”
gracias a la Ley 613 del año 2000.
1.
Elementos del juego de Tejo
Imagen
1. Tejo y mechas
Fuente:
Todacolombia.com
El tejo es un deporte de competencia, que consiste en lanzar un disco o
pieza metálica2 a unas cajas de greda o canchas de arcilla3 separadas por
17,5 metros, para enterrarlo dentro del bocín4, hacer estallar la “mecha5”
o alcanzar el punto más cercano al bocín, en comparación con los demás
jugadores y de esta manera obtener puntos. Este deporte cuenta con modalidad
individual, duplas y por equipos.
Como
parte de los protocolos establecidos para un encuentro de tejo, se ubican todos
los jugadores en una de las dos canchas. Posteriormente, para el caso de la
modalidad individual, se realiza el sorteo de turnos, mientras que para el caso
de equipos se efectúan lanzamientos intercalados. Tras la definición de los
turnos, el primer jugador (llamado también “careador”) lanzará su tejo y a
continuación lanzan el resto de los competidores, ganando el punto el equipo
que ubique el tejo más cerca al bocín.
La partida se realiza a 27 puntos, motivo por el cual se deben efectuar las
rondas necesarias hasta completar la puntuación, ganando aquel equipo que
obtenga primero tal puntuación.
2.
Las jugadas del Tejo y sus puntuaciones
En el Tejo existen cuatro tipos de jugadas diferentes, la mano, mecha,
embocinada y moñona. A continuación, se analizarán las características y
puntuación de cada una de ellas.
Imagen
2. Jugada de mano
Fuente:
Todacolombia.com
Mano: En caso de que el lanzamiento no
lleve a mecha, embocinada o moñona, se planteará “mano”. Esta será
obtenida por el equipo que ubique el tejo más cerca del borde interno del
bocín. Esta equivale a un (1) punto.
Las manos no serán contabilizadas en tres situaciones particulares, a saber:
El
tejo más cercano al bocín está colocado a la misma distancia que el tejo
del equipo contrario,
Cuando
dos tejos contrarios quedan haciendo contacto con el borde del bocín.
En
caso de que dos tejos contrarios queden ubicados dentro del bocín.
Mecha: La mecha se da cuando, en forma
reglamentaria, licita o válida, el tejo lanzado golpea sobre la mecha o sobre
el bocín, o sobre los tejos que se encuentran dentro o sobre él, haciendo
contacto son el borde interno. Esta acción debe ir acompañada de la
producción de una explosión nítida, llama o humo suficiente. Esta jugada
equivale a tres (3) puntos.
Las mechas no serán tenidas en cuenta si ocurren algunas de estas dos
particularidades:
Cuando
no se genera una explosión, llama o humo suficientes.
En
caso de que se produzca lo anterior, pero esto sea efecto de una jugada
indirecta, es decir, el tejo pudo haber caído dentro de la greda fuera del
bocín o sobre los tejos ubicados fuera de este y luego rueda o salta y
provoca la explosión.
Imagen
3. Figura de embocinada
Fuente:
Todacolombia.com
Embocinada: Se da una embocinada cuando
el tejo lanzado queda enterrado dentro del bocín, introduciéndose con
claridad, buena inclinación y con la base superior hacia el tablero. La
embocinada equivale a seis (6) puntos.
Moñona: Esta jugada aparece cuando el
tejo cae correctamente dentro del bocín (embocinada) y a su vez, explota
simultáneamente la mecha. La moñona equivale a nueve (9) puntos.
Vale la pena resaltar que para que un lanzamiento sea válido, el tejo debe caer
directamente sobre los objetivos, sin tener contacto con elementos externos como
el piso, tablas, bordes de la cancha o demás locaciones. En el proceso de
juzgamiento, para determinar la validez o no de las jugadas, es empleada una
plancha metálica con una abertura similar al bocín conocida como “bocinómetro”
y un nivel para verificar la inclinación vertical de los tejos del bocín.
En el caso de presentarse una jugada o figura (mano,
mecha, embocinada o moñona), se suspenderán los lanzamientos
faltantes y a su vez, el equipo que logró los puntos obtiene el derecho a
lanzar primero en la siguiente ronda, la cual debe realizarse desde la otra
cancha. En esta nueva ronda se dará prioridad a los competidores que no
alcanzaron a lanzar en la ronda previa.
3.
Modalidades del Tejo
Según Duffo (2016), existen diversas modalidades para el juego del Tejo, las
cuales se exponen a continuación:
Tejo
“Machaca”: Modalidad donde el bocín sobresale de la arcilla y el
diámetro es más grande. El ganador recibe un total de 15 puntos.
Tejo
“Gran Bocín”: En esta modalidad el bocín tiene 50 centímetros
Tejo
Común: Forma tradicional del juego, donde se lanza el tejo en un cilindro
metálico en cuyos bordes se ponen las mechas.
Tejo
virtual: Modalidad practicada por Internet gracias a una aplicación en
aplicaciones de redes sociales, particularmente en Facebook. Es una
estrategia para acercar a las nuevas generaciones a esta práctica
ancestral.
4.
Dimensiones y zonas en el Tejo
Las dimensiones del escenario para la práctica competitiva del tejo deben ser
de 19,5 metros de largo por 2,5 metros de ancho. De igual forma, la distancia
entre las canchas debe ser de 17,5 metros, mientras que el espacio establecido
para el lanzamiento es de 2,5 metros, a partir de la cancha.
Figura
1. Dimensiones de la cancha de Tejo
Fuente:
Todacolombia.com
En la cancha deben distinguirse tres líneas, estas son:
Línea
final: Ubicada a un metro detrás de la caja de greda o arcilla.
Línea
de lanzamiento: Ubicada a 3,5 metros de la línea final.
Línea
de salida: Es un punto intermedio ubicado a 1 metro de la línea final y a
2,5 metros de la línea de lanzamiento.
5.
Algunos aspectos técnicos y biomecánicos involucrados en el Tejo
Según Rengifo (2012, p. 14), se hace necesario considerar al tejo como
cualquier otra disciplina deportiva, pues esta requiere de sistemas y métodos
que incluyan elementos del entrenamiento deportivo en todos los procesos de
formación, acciones que llevarán posteriormente al fomento, masificación,
mejoramiento de las condiciones del deporte y al aumento del número de
deportistas practicantes.
Los fundamentos técnicos del tejo son tanto inciertos como subjetivos, pues
pareciera ser que cada jugador desarrolla su estilo de lanzamiento e incluso
adopta un “modo regional” que condiciona esa acción, aunque existen algunos
clubes, tal como afirman García, Padilla, y García, 2009) que fomentan la
homogeneización de un modelo de lanzamiento.
La postura expuesta previamente es apoyada por Rengifo (2012, p. 11)cuando
afirma que:
“Este deporte se ha desarrollado en su mayoría de forma empírica
transmitiéndose de generación en generación como una tradición cultural,
por lo que no se manifiesta la existencia de una técnica como en otras
disciplinas deportivas que proponga los lineamientos a seguir para la
práctica de este deporte”.
A pesar de ello, el interés por esta práctica cambió tras convertirse en
patrimonio cultural e inmaterial del país, motivo por el cual se empezaron a
desarrollar diversos estudios (García, Padilla, y García, 2009; Rengifo, 2012;
Alvarado, 2023) enfocados en el análisis biomecánico del tejo.
Ahora bien, ingresando en el campo técnico y biomecánico, Alvarado (2023, p.
13) afirma que el tejo consiste en un lanzamiento por debajo del hombro
dominante de un disco metálico de aproximadamente 1.600 gramos hacia una cancha
ubicada a una distancia de 14,5 metros. Este gesto técnico presenta una cadena
cinética que compromete tanto al tren inferior como al superior para la
transmisión de energía, además la velocidad angular máxima se efectúa en la
articulación del hombro.
Según Rengifo (2012), el lanzamiento de tejo tiene un total de seis fases o
momentos6, los cuales son: posición inicial, primer apoyo, despegue segundo
paso, máxima extensión del brazo, apoyo inicial del segundo paso y liberación
del tejo. Es importante señalar que el mismo autor plantea en su estudio que la
mayor velocidad angular ocurre a nivel del hombro, razón por la cual esta
articulación es la que sufre mayor estrés en este deporte, cuestión que
confirma lo hallado por Alvarado (2023, p. 22) en su estudio.
6.
Aspectos tácticos del Tejo
Teniendo en cuenta que el tejo es un deporte de cooperación-oposición donde
una adecuada táctica se hace fundamental para la obtención de la victoria.
De acuerdo con Rengifo (2012, p. 49), la táctica en el tejo permite generar
cambios en el equipo por la forma como se mueven los jugadores, cuestión que
lleva a señalar que la táctica del tejo depende directamente de las posiciones
y función de cada uno de sus jugadores.
Por lo anterior, y amparado en lo expuesto por Arango, Martínez y Rodríguez
(2007) en su estudio, se presentan a continuación las posiciones y funciones de
los jugadores en el tejo:
Jugadores
de primer lanzamiento o “careadores”:es el jugador iniciador en la serie de lanzamientos. Este debe ser muy
efectivo en el logro de las figuras. Se caracteriza por ser muy tranquilo,
paciente e inteligente tácticamente. Habitualmente son los capitanes del
equipo.
Jugadores
de segundo lanzamiento o “segunderos”:
Con características similares a los “careadores” y en circunstancias
necesarias del juego pasa a ser el careador.
Jugadores
de tercer lanzamiento o “terceros”:
jugadores más activos, expertos en lanzar con precisión cuando la caja de
greda está ocupada al menos con 5 tejos al borde del bocín.
Jugadores
de cuarto lanzamiento o “rematadores”:
muy activos, de temperamento frio, su objetivo táctico es realizar una jugada
de figura o coger la mano en el último lanzamiento de la serie, persistentes
tácticamente.
7.
Algunas particularidades del Tejo en Colombia
Imagen
4. Monumento al Cacique Turmequé7
Fuente:
Hernández, y Murillo (2019)
El Tejo fue declarado como “Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Nación”,
con nacimiento oficial en el municipio de Turmequé (Boyacá), mediante la Ley
1947 de 2019. Este apoyo normativo le proporciona apoyo financiero y le da
viabilidad para su promoción a nivel local, nacional e internacional.
Por otro lado, la declaración del Tejo como Deporte Nacional de Colombia, es
decir, como nuestro único deporte verdaderamente colombiano, fue otorgado por
el Congreso de la Republica mediante la Ley 613 del mes de junio del 2000.
El Tejo, como deporte autóctono colombiano, ha permeado la historia deportiva
de nuestro país, además cuenta con su propio himno, cántico compuesto por
José Néstor Rodríguez Jiménez y musicalizado por Néstor Julio Herrera
Ladino. Como acto de reconocimiento de este himno, sumado a la necesidad de
promover esta práctica a nivel nacional y mundial, este es expuesto a
continuación:
Coro
Orgullosos
cantemos al tejo
disciplina
y deporte nacional
de
esperanza y de fe en nuestra raza
es
riqueza de nuestra nación.
II
Con
el pulso y destreza lanzaron
y le dieron altura y bondad
recuerdo a su historia dejaron
Torres, Ayala, Fandiño, y Agray.
I
Nuestra
herencia el ancestro dejara
con oro un tejo el Cacique forjó
en Boyacá Dios quiso que naciera
y por cuna le dio a Turmequé.
III
Patrimonio
y Ley de la patria
lucha de un hombre ferviente y tenaz
Edgar Perea el ponente
Plinio Mendoza el autor.
Conclusiones
El tejo como elemento autóctono y ahora como “patrimonio cultural e
inmaterial” se ha convertido en símbolo colombiano e incluso en emblema de
resistencia ante el proceso globalizador que sufre la sociedad en todas sus
dimensiones, incluyendo lo concerniente con su dimensión lúdica.
Por tal motivo, se hace fundamental la difusión de esta práctica deportiva en
todos los escenarios de la comunidad colombiana; iniciando con la base, la
población infantil, con el propósito de continuar con la transmisión
generacional de este deporte aprovechando su infinita curiosidad, continuando
con la población juvenil, segmento donde el espíritu agonal debe aprovecharse
como esencia para promover su práctica8 desde las bondades de la sana
competencia. Por otro lado, fortalecer la experiencia del tejo en la población
adulta, desarrollando procesos de formación que permitan la construcción y
difusión de aspectos técnicos, espacio donde sería fundamental el empleo de
la población adulta mayor, representantes de la experticia en el tejo, el
único deporte autóctono colombiano.
Nota
Licor
ancestral producido por la fermentación del maíz.
Sus
dimensiones deben ser 4 cm de altura, 9 cm de diámetro en el círculo de la
base y 5,5 cm en el círculo superior
Las
dimensiones de la caja de greda o arcilla son de 1 metro de longitud por 1
metro de ancho, con una altura de 35 cm en su parte posterior y de 5 cm en
su parte delantera. Habitualmente se coloca junto a un tablero de madera el
cual tiene una altura de 1.5 metros por 1 metro de ancho. Esta se sitúa
entre la línea final y la línea de salida y lleva en su centro el bocín.
Cilindro
hueco de acero o hierro, jamás en resorte o espiral, con una altura
aproximada de 30 cm, un diámetro interior de 10 a 11 cm y un grosor de 1 a
2 cm. Este va dentro de la cancha de arcilla, en su zona central, apoyado en
una base metálica para evitar que se desplace por los golpes del tejo. El
bocín se inserta dejando su borde metálico al nivel de la greda.
Porción
de pólvora recubierta de papel con forma de triángulo equilátero de 6 cm.
Se ubica en el borde superior interno del bocín y se deja una de sus puntas
incrustada en la arcilla.
Es
importante señalar que, de acuerdo con lo expuesto por Alvarado (2023, p.
22), la variabilidad en el número de pasos limita su uso para el
planteamiento de etapas o momentos, aunque el esfuerzo plasmado por Rengifo
(2012) debe tenerse para el establecimiento de una probable secuencia
técnica de lanzamiento.
Obra
del maestro Omar Santamaría. Elaborado con chatarra. Se encuentra ubicado
en el municipio de Turmequé en el Departamento de Boyacá (Colombia).
Los
Juegos Intercolegiados han dado la posibilidad a este segmento poblacional
de participar en la disciplina del tejo. Esto, sin lugar a duda, constituye
un esfuerzo de promoción de este gran legado cultural muisca.
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