ISSN 1514-3465
Actividad de los músculos del antebrazo y perfil de agarre
en mujeres mayores físicamente activas y sedentarias
Forearm Muscle Activity and Handgrip Profile Between
Physically Active and Sedentary Older Women
Atividade muscular do antebraço e perfil de preensão
manual entre idosas fisicamente ativas e sedentárias
Anna Cristina de Farias Marques
*anna.marques1309@gmail.com
Adriano Percival Calderaro Calvo
**percivalcalvo.fab@gmail.com
Daniel Tineu Leite Maia
***d_tineu@hotmail.com
Maysa Alves Rodrigues Brandão Rangel
+maysarangel_4@hotmail.com
Rodolfo Paula Vieira
++rodrelena@yahoo.com.br
Regiane Albertini Carvalho
+++regiane.albertini@unifesp.br
Flávio Aimbire Soares de Carvalho
++++flavio.aimbire@unifesp.br
*Ph.D. en Medicina Traslacional
Universidad Federal de (UNIFESP), São Paulo
Maestría en Ciencias de la Rehabilitación
Graduada en Fisioterapia
**Graduado en Educación Física
Maestría en Ciencias de la Motricidad
Doctor. en Ciencias. Postdoctorado en Ciencias del Ejercicio y el Deporte
Profesor Asistente de la Universidad de la Fuerza Aérea Brasileña (UNIFA)
en el Programa de Posgrado en Desempeño Humano Militar
Investigador Científico del Instituto Médico Aeroespacial (IMAE), Río de Janeiro
***Ph.D. en Medicina Traslacional (UNIFESP)
Maestría en Ingeniería Biomédica. Graduado en Fisioterapia
+Ph.D. en Ciencia del Movimiento Humano y Rehabilitación
Maestría en Medicina. Graduada en Fisioterapia
Programa de Posgrado en Ciencias del Movimiento Humano
y Rehabilitación (UNIFESP)
++Licenciado en Educación Física. Maestría en Ciencias Biológicas
Doctorado en Patología. Postdoctorado en Actividad Física e Inmunología Pulmonar
Postdoctorado
en Inmunología ASMA.
Supervisor del Programa de Posgrado en Ciencias del Movimiento Humano
y Rehabilitación de UNIFESP
+++Graduada en Fisioterapia. Maestría y Doctorado en Ingeniería Biomédica
Actualmente es profesora de la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP)
Directora del Instituto de Ciencia y Tecnología de la UNIFESP.
Programa de Posgrado en Medicina Traslacional (UNIFESP)
++++Graduado en Ciencias Biológicas. Maestría en Farmacología
Doctorado en Ingeniería Biomédica
Actualmente es profesor titular de la UNIFESP
Programa de Posgrado en Medicina Traslacional (UNIFESP)
(Brasil)
Recepción: 28/08/2023 - Aceptación: 30/10/2023
1ª Revisión: 27/10/2023 - 2ª Revisión: 11/10/2023
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Cita sugerida
: Marques, ACF, Calvo, APC, Maia, DTL, Rangel, MARB, Vieira, RP, Carvalho, RA, y Carvalho, FAS (2023). Actividad de los músculos del antebrazo y perfil de agarre en mujeres mayores físicamente activas y sedentarias. Lecturas: Educación Física y Deportes, 28(306), 107-122. https://doi.org/10.46642/efd.v28i306.7195
Resumen
Introducción: El proceso de envejecimiento promueve cambios en los músculos esqueléticos que influyen en la fuerza muscular y la fatiga, pero el ejercicio físico tiene un efecto directo en el proceso de envejecimiento. Objetivo: Investigar la fuerza y la fatigabilidad de la fuerza de prensión del antebrazo y las actividades musculares en mujeres mayores dependiendo de su nivel de actividad física. Método: En este estudio transversal se evaluaron los patrones de fuerza muscular rápida, fuerza máxima y fatigabilidad de 32 mujeres mayores durante la fuerza de prensión manual. Se evaluaron ambas manos y se monitorizó simultáneamente la actividad electromiográfica de flexores y extensores del carpo. Los voluntarios se agruparon en dos grupos según su nivel de actividad física. Los resultados se compararon por factores de grupo y tiempo. Resultados: La fuerza muscular rápida y la fuerza isométrica máxima fueron sustancialmente mayores en el grupo activo. Se observó pérdida de fuerza en el grupo activo mientras que en el grupo inactivo se identificó fatiga debida a la actividad muscular. Discusión: El patrón de actividad física de los voluntarios logró cambiar sus estrategias de contracción muscular. El grupo activo practica principalmente entrenamiento de fuerza o entrenamiento combinado que incluye entrenamiento de fuerza con al menos 3 sesiones semanales. Este volumen también fue suficiente para promover un rápido aumento de fuerza y fuerza rápida. Conclusión: El perfil de actividad física de las mujeres mayores de este estudio influyó en la fuerza, la fatigabilidad y la actividad muscular durante la fuerza de prensión manual.
Palabras clave:
Envejecimiento. Fuerza de mano. Fatiga muscular. Electromiografía. Actividad física.
Abstract
Background: The aging process promotes changes in skeletal muscles that influence muscle strength and fatigue, however physical exercise has a direct effect on the aging process. Objective: The aim of this study was investigated the strength and strength fatigability and the muscle activities of the forearm of elderly women’s handgrip according physical level. Method: The patterns of rapid muscle strength, maximum strength and fatigability of 32 elderly women during handgrip task were evaluated in this cross-sectional study. Both hands were evaluated and the muscle activity of the carpal flexors and extensors was monitored with an electromyography simultaneously. Volunteers were grouped into two groups based on their level of physical activity: physically active and sedentary. Results were compared by group and time factors. Results: Rapid muscle strength and maximum isometric strength were substantially higher in the physically active. Loss of strength was verified in physically active while the fatigue by muscle activity was identified in sedentary group. Discussion: The volunteers' physical activity pattern was able to change their muscle contraction strategies. The active group mainly practices strength training or combined training that includes strength training with at least 3 sessions per week. This volume was also enough to promote gains in the strength and rapid strength. Conclusion: The physical activity profile of the elderly women in this study have influenced strength, fatigability, and muscle activity during handgrip strength.
Keywords
: Aging. Hand strength. Muscle fatigue. Electromyography. Physical activity.
Resumo
Introdução: O processo de envelhecimento promove alterações na musculatura esquelética que influenciam na força muscular e na fadiga, porém o exercício físico tem efeito direto no processo de envelhecimento. Objetivo: O objetivo deste estudo foi investigar a força e a fadigabilidade da força e as atividades musculares do antebraço de preensão manual de idosas de acordo com o nível de atividade física. Método: Os padrões de força muscular rápida, força máxima e fadigabilidade de 32 idosas durante a força de preensão manual foram avaliados neste estudo transversal. Ambas as mãos foram avaliadas, e a atividade muscular dos flexores e extensores do carpo foi monitorada por eletromiografia simultaneamente. Os voluntários foram agrupados em dois grupos com base no seu nível de atividade física. Os resultados foram comparados por fatores de grupo e tempo. Resultados: A força muscular rápida e a força isométrica máxima foram substancialmente maiores no grupo ativo. A perda de força foi verificada no grupo ativo enquanto a fadiga por atividade muscular foi identificada no grupo inativo. Discussão: O padrão de atividade física dos voluntários foi capaz de alterar suas estratégias de contração muscular. O grupo ativo pratica principalmente treino de força ou treino combinado que inclui treino de força com pelo menos 3 sessões por semana. Este volume também foi suficiente para promover ganhos de força e força rápida. Conclusão: O perfil de atividade física das idosas deste estudo influenciou a força, a fatigabilidade e a atividade muscular durante a força de preensão manual.
Unitermos
: Envelhecimento. Força da mão. Fadiga muscular. Eletromiografia. Atividade física.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 28, Núm. 306, Nov. (2023)
Introducción
Un amplio conocimiento sobre los beneficios del ejercicio físico para la salud no es suficiente para atraer masivamente a las personas mayores a las prácticas físicas. ni para mantenerlas físicamente activas durante un largo período de tiempo (Goldspink, 2012). Debido a los beneficios que promueve la actividad física. es importante alentar a las personas mayores a adoptar prácticas físicas regulares (Boccia et al., 2015; McLeod et al., 2016), como estrategia para disminuir los efectos de la senescencia sobre la fuerza muscular para mantener movilidad, seguridad y locomoción (Goldspink, 2012; Kent-Braun, 2009). En este ámbito. el American College of Sports Medicine (ACSM) y la American Heart Association (AHA) recomiendan un mínimo de parámetros de práctica física para la salud en personas mayores (Nelson et al., 2007). Estos parámetros orientan el volumen y la intensidad mínimos semanales según la modalidad de práctica física y su combinación, preservando la libertad de elección de las personas mayores según conveniencia y perfiles personales.
Los cambios fisiológicos en el sistema neuromuscular generan pérdidas de masa, fuerza y función muscular debido al envejecimiento (Aoki, y Demura, 2011; Boccia et al., 2015; Goldspink, 2012), que hacen de la fuerza muscular un factor determinante en la salud de las personas mayores (McGrath et al., 2020; McLeod et al., 2016). La modulación de la intensidad. volumen. intervalo de descanso. frecuencia de las sesiones, tipos de ejecución del ejercicio en el entrenamiento físico y de resistencia son capaces de promover efectos significativos sobre la fuerza y la potencia muscular (Aagaard et al., 2007; Barbalho et al., 2017; Buch et al., 2017; Chodzko-Zajko et al., 2009; Guizelini et al., 2018) y también para frenar los cambios en el perfil de fatiga muscular con el envejecimiento. (Krüger et al., 2018)
El proceso de envejecimiento promueve cambios en las características morfológicas de los músculos esqueléticos. Como resultado, los adultos mayores tienen probabilidades de desarrollar sarcopenia y atrofia muscular que influyen en la pérdida de fuerza y la fatiga independientemente de la práctica deportiva (Avin, y Frey Law, 2011). En otras palabras. el mantenimiento del ejercicio físico por parte del sujeto no elimina los efectos del envejecimiento sobre el rendimiento de la fuerza muscular.
La fuerza de prensión manual es un indicador importante de la fuerza corporal (Alonso et al., 2018; Schlüssel et al., 2008) y tiene una relación positiva con la fuerza muscular de los miembros inferiores y el equilibrio postural dinámico de mujeres mayores, y tiene un carácter predictivo para el abandono de programas de ejercicio a largo plazo y para la mortalidad (Alonso et al., 2018; Gopinath et al., 2017; McGrath et al., 2020; Wiśniowska-Szurlej et al., 2019). La fuerza prensil de las personas mayores es un recurso eficaz para evaluar las condiciones físicas de las personas mayores. Por lo tanto, en este estudio investigamos la fuerza, la fatiga y la actividad de los músculos del antebrazo de mujeres mayores durante agarre manual de acuerdo con su nivel físico.
Material y métodos
Esta investigación fue presentada y aprobada por un Comité de Ética de la investigación (Registro CAAE: #61250116.30000.5505; Aprobación: #3.975.467) y se aplicó de acuerdo con la Declaración de Helsinki. Cuarenta y un personas mayores funcionalmente sanas de la comunidad de ambos sexos se ofrecieron como voluntarios para este estudio de forma gratuita y con consentimiento documentado. Los criterios de inclusión adoptados fueron: mujer; sin diagnóstico de Diabetes Mellitus; sin lesiones óseas, articulares y/o musculares. En el estudio se analizaron treinta y dos voluntarias, categorizadas en dos grupos según su actividad física. El grupo activo estuvo formado por 14 mujeres (grupo A: 66,0 ± 6,3 años; 70,6 ± 14,7 kg; 158,8 ± 6,1 cm; 27,8 ± 4,6 kg/m²) y el inactivo estuvo formado por 18 mujeres (grupo I: 66,3 ± 5,1 años ; 67,5 ± 15,0 kg; 152,1 ± 4,8 cm; 29,2 ± 6,4 kg/m²). Se utilizaron como criterio para definir los grupos las recomendaciones de la ACSM/AHA (Nelson et al., 2007) para la práctica regular de actividad física por parte de personas mayores.
Procedimiento experimental
Los voluntarios respondieron un cuestionario sobre su historial de salud y se obtuvieron medidas antropométricas de masa corporal y talla mediante una báscula y un estadiómetro.
La evaluación de la fuerza de prensión manual se realizó en ambas manos (mano dominante y no dominante) mediante una celda de carga (EMG Sytem. Brasil) con un accesorio fabricado para prensión manual. Se pidió a los voluntarios que se sentaran cómodamente sosteniendo la celda de carga. con las extremidades superiores colgando hacia los lados del cuerpo. Luego del intento de familiarización. los voluntarios iniciaron la evaluación. que consta de dos intentos alternativos y válidos para cada mano. A través de una orden oral, cada voluntario fue instruido a realizar un esfuerzo explosivo y máximo y mantenerlo isométricamente hasta el final del intento, acompañado de estímulos vocales por parte del experimentador. Sólo se analizó el intento más fuerte de cada integrante. (Avin, y Frey Law, 2011)
Un electromiógrafo de superficie con sincronizador de celda de carga - Sistema EMG (1000 Hz, paso de banda [20-500 Hz]) para evaluar la actividad de los músculos del antebrazo (flexor radial del carpo y extensor cubital del carpo) de voluntarios durante las pruebas. Las regiones se prepararon de acuerdo con las recomendaciones de la electromiografía de superficie para la evaluación no invasiva de los músculos y se adoptaron los mismos puntos motores utilizados en el estudio de Åkesson y colaboradores (1997).
Tratamiento de datos de agarre manual y actividad muscular
Se utilizó un algoritmo personalizado para procesar y procesar los datos cinéticos (fuerza) y electromiográficos (sEMG). Los datos de fuerza se trataron en dos fases distintas: fase explosiva – inicio hasta el primer pico de fuerza (Fpico) y fase isométrica – 15 segundos después de Fpico. El sEMG se filtró (Butterworth, 4º paso de banda: 20-500 Hz y banda de parada: 60 Hz) y se normalizó mediante la raíz cuadrática media (RCM) de los alrededores del sEMG en el momento de Fmáx (512 ms).
En la fase explosiva, se extrajeron las siguientes variables: tasa de desarrollo de fuerza (TDF) - temprano (inicio hasta 200 ms); tarde (200 a 400 ms); y pico. En la fase isométrica se extrajo: la fuerza isométrica máxima (Fmáx); fuerza promedio de fase (Fmedia); fuerza instantánea (Ftime): cada 2,5 segundos; tasa de pérdida de fuerza (TPF): fue la fuerza instantánea dividida por el pico; y el índice de fatiga estática (IFE). fue la diferencia entre el área real bajo la curva de fuerza y el área hipotética bajo la curva (Severijns et al., 2015). en fase isométrica.
Los EMG fueron tratados en amplitud de señal (RCM) y frecuencia - frecuencia media (FM). Las variables se extrajeron en la fase explosiva (RCMe y FMe) e isométrica (RCMi y FMi). Además. se extrajeron medidas instantáneas de los 512 ms que rodean cada Ftime.
Análisis estadístico
Las evaluaciones descriptivas e inferenciales se realizaron utilizando el software Jeffrey's Amazing Statistics Program (JASP; Universidad de Amsterdam). Se realizaron análisis de varianza bidireccional (ANOVA) sobre las variables dependientes para el grupo (efecto principal) y factores de lateralidad para las variables de la fase explosiva y variables generales de la fase isométrica. Para las variables instantáneas se realizó ANOVA de dos vías con la inclusión del tercer factor: momento instantáneo. Para los análisis posteriores se utilizó el Test de Holm (Goss-Sampson, 2019). En los casos de datos no paramétricos, los análisis fueron sustituidos por el ANOVA de Friedman seguido del test post hoc de Connover o de Mann-Whitney. Se adoptó el índice de significancia p<0,05, seguido del tamaño del efecto sustancial determinado por Cohen'd>0,8.
Resultados
El tiempo de práctica ininterrumpida de actividad física reportado por el grupo activo fue: 3 mujeres reportaron practicar de 6 meses a un año; 2 de 1 a 2 años, otras 2 de 2 a 5 años, y otras 7 que llevan más de 5 años ejerciendo. En concreto. el 78.6% de las mujeres del grupo activo llevan al menos un año entrenando. En cuanto al número de tipos de ejercicios practicados: 2 mujeres reportaron solo un tipo; otros 8 informaron 2 tipos diferentes y 4 informaron más de 2 tipos. Los ejercicios físicos más citados por este grupo fueron: método Pilates, aeróbic acuático, entrenamiento funcional, ejercicios de fuerza (fuerza muscular), caminar, correr/Cooper, método Yoga o Lian Gong (Tabla 1). Todos mencionaron al menos 3 sesiones de práctica física por semana. y en la mayoría de los casos, 5 sesiones por semana (7 mujeres. 50% del grupo).
Tabla 1. Descripción de ejercicios físicos practicados por mujeres del grupo activo
Capacidad
fisica |
Tipo/método
de ejercicio |
Mujeres
mayores (n) |
% |
Fuerza |
Entrenamiento de fuerza (mancuernas, máquinas) |
6 |
42,86% |
Método
Pilates |
9 |
64,29% |
|
Método de Yoga o de Lian Gong |
2 |
14,29% |
|
Entrenamiento
funcional (peso corporal, bandas de resistencia, plio box, barras) |
6 |
42,86% |
|
Caminata |
3 |
21,43% |
|
Correr
ligero |
1 |
7,14% |
|
Hidrogimnasia |
7 |
50,00% |
|
Aerobico |
Ciclismo |
1 |
7,14% |
Fuente: Elaboración propia
En cuanto al nivel de actividad física. 9 mujeres mayores del grupo activo fueron clasificadas como físicamente activas (69,2%) y 4 como físicamente muy activas (30,8%). En el grupo inactivo. todos los voluntarios fueron clasificados como insuficientemente activos. Resultados reforzados por el tiempo de práctica física semanal significativamente mayor en el grupo activo (17,27 ± 15,77 h) en comparación con el grupo inactivo (1,18 ± 1,42 h; W(30,0): 2,0, p<0,01).
Las mujeres activas fueron más fuertes que las inactivas en la fase explosiva de la fuerza de prensión manual. con el pico de fuerza más alto y la mayor tasa de desarrollo de fuerza. Por otro lado. el grupo inactivo presentó mayor resistencia que el grupo activo por pérdida de fuerza durante la fase isométrica. obteniendo un menor RLF y tasa de fatiga en la mano no dominante. Aunque. la fuerza del grupo activo nunca fue menor que la del grupo inactivo (Tabla 2).
Tabla 2. Comparaciones de la fuerza de prensión manual entre grupos factorizada por la lateralidad de la mano
|
Mano
Dominante |
|
|
Mano
no Dominante |
|
|
|||||||
A |
I |
|
A |
I |
|||||||||
Media |
±DE |
Media |
±DE |
p |
Media |
±DE |
Media |
±DE |
p |
||||
TDFpico |
[kg/s] |
8,76 |
3,91 |
5,72 |
2,28 |
0,02 |
# |
7,34 |
2,94 |
4,99 |
2,82 |
0,01 |
# |
TDFprecoz |
[kg/s] |
15,39 |
12,73 |
12,60 |
12,43 |
0,44 |
|
17,85 |
10,68 |
8,70 |
9,92 |
0,01 |
# |
TDFtardío |
[kg/s] |
20,82 |
11,27 |
12,46 |
8,49 |
0,03 |
# |
18,80 |
13,04 |
8,16 |
7,23 |
<0,01 |
# |
Fmax |
[kg] |
17,86 |
5,77 |
15,23 |
4,34 |
0,12 |
|
15,82 |
5,12 |
11,94 |
2,49 |
0,02 |
* |
Fmedia |
[kg] |
15,66 |
5,92 |
13,13 |
3,61 |
0,28 |
|
13,31 |
4,68 |
10,46 |
2,35 |
0,12 |
|
Fpico |
[kg] |
16,70 |
5,41 |
14,09 |
3,64 |
0,16 |
|
15,02 |
5,22 |
11,42 |
2,29 |
0,04 |
* |
F
2,5s |
[kg] |
15,97 |
5,51 |
14,07 |
3,53 |
0,47 |
|
14,23 |
5,33 |
11,12 |
2,45 |
0,15 |
|
F
5,0s |
[kg] |
15,57 |
6,07 |
13,44 |
3,73 |
0,40 |
|
13,34 |
5,17 |
10,92 |
2,34 |
0,40 |
|
F
7,5s |
[kg] |
14,84 |
5,91 |
13,13 |
3,53 |
0,68 |
|
13,03 |
5,21 |
10,47 |
2,36 |
0,49 |
|
F
10,0s |
[kg] |
14,80 |
6,12 |
12,80 |
3,74 |
0,54 |
|
12,94 |
4,87 |
10,14 |
2,25 |
0,19 |
|
F
12,5s |
[kg] |
14,42 |
5,60 |
12,50 |
3,65 |
0,57 |
|
12,42 |
4,37 |
9,86 |
2,25 |
0,84 |
|
F
15,0s |
[kg] |
13,28 |
6,61 |
12,38 |
3,33 |
0,56 |
|
10,60 |
2,91 |
9,62 |
2,16 |
0,64 |
|
TPF
2,5s |
[%] |
6,26 |
5,87 |
1,85 |
7,38 |
0,23 |
|
8,43 |
7,92 |
4,76 |
7,52 |
0,19 |
|
TPF
5,0s |
[%] |
9,56 |
7,91 |
6,09 |
10,60 |
0,34 |
|
14,28 |
9,38 |
6,33 |
6,72 |
0,03 |
# |
TPF
7,5s |
[%] |
13,59 |
8,24 |
8,13 |
10,34 |
0,13 |
|
16,58 |
9,17 |
10,32 |
7,42 |
0,049 |
* |
TPF
10,0s |
[%] |
14,36 |
9,40 |
10,41 |
12,11 |
0,28 |
|
16,54 |
8,63 |
12,85 |
8,52 |
0,30 |
|
TPF
12,5s |
[%] |
15,94 |
7,00 |
12,49 |
12,74 |
0,34 |
|
19,17 |
9,78 |
15,12 |
9,54 |
0,40 |
|
TPF
15,0s |
[%] |
23,46 |
18,66 |
12,68 |
12,08 |
0,12 |
|
28,40 |
15,01 |
17,05 |
8,95 |
0,049 |
* |
IFE |
[%] |
32,55 |
11,03 |
31,75 |
17,89 |
0,57 |
|
36,54 |
16,53 |
22,44 |
8,92 |
<0,01 |
# |
A: Grupo Activo; I: Grupo Inactivo; DE: desviación estándar; TDF: tasa de desarrollo de fuerza;
TPF: tasa de pérdida de fuerza; IFE: índice de fatiga estática; kg: kilogramo; s: segundo. %: porcentaje.
#: p<0,05 con tamaño del efecto grande. *: p<0,05 con tamaño del efecto medio. Fuente: Elaboración propia
La amplitud del músculo extensor del carpo fue significativamente mayor en mujeres activas en comparación con mujeres inactivas en la mano dominante (Tabla 3). Sin embargo. en la mano no dominante. la frecuencia de ambos músculos en el grupo activo fue significativamente menor que en el grupo inactivo en la fase isométrica. En el músculo flexor del carpo este comportamiento se demostró a lo largo de la fase, mientras que en los músculos extensores del carpo este resultado se encontró en la frecuencia general de la fase isométrica, FMi (Tabla 3). Entonces, el patrón de actividad muscular del grupo inactivo se caracteriza por menos intermitencia que el grupo activo. lo que significa que el grupo inactivo solicita fibras musculares más rápido para realizar la tarea en comparación con el patrón de solicitud del grupo activo.
Tabla 3. Las comparaciones entre grupos de la actividad de los músculos
flexores y extensores del carpo tuvieron en cuenta la lateralidad dominante
Mano
Dominante |
Flexor
del Carpo |
p |
Extensor
del Carpo |
p |
|
|||||||
A |
I |
A |
I |
|||||||||
Media |
±
DE |
Media |
±
DE |
Media |
±
DE |
Media |
±
DE |
|||||
RCM.e |
[wu] |
0,99 |
0,22 |
0,92 |
0,20 |
0,42 |
1,16 |
0,18 |
0,99 |
0,24 |
0,03 |
# |
RCM.i |
[wu] |
1,21 |
0,17 |
1,24 |
0,44 |
0,20 |
1,19 |
0,18 |
1,25 |
0,25 |
0,52 |
|
RCMpico |
[wu] |
1,18 |
0,16 |
1,13 |
0,22 |
0,70 |
1,24 |
0,20 |
1,12 |
0,18 |
0,17 |
|
RCM
2,5s |
[wu] |
1,18 |
0,19 |
1,22 |
0,16 |
0,80 |
1,18 |
0,24 |
1,19 |
0,18 |
0,65 |
|
RCM
5,0s |
[wu] |
1,26 |
0,27 |
1,24 |
0,18 |
0,91 |
1,16 |
0,25 |
1,15 |
0,23 |
0,47 |
|
RCM
7,5s |
[wu] |
1,08 |
0,21 |
1,24 |
0,29 |
0,29 |
1,12 |
0,31 |
1,17 |
0,36 |
0,74 |
|
RCM
10,0s |
[wu] |
1,20 |
0,28 |
1,21 |
0,38 |
0,95 |
1,22 |
0,29 |
1,14 |
0,46 |
0,30 |
|
RCM
12,5s |
[wu] |
1,17 |
0,27 |
1,23 |
0,46 |
0,70 |
1,14 |
0,35 |
1,17 |
0,63 |
0,47 |
|
RCM
15,0s |
[wu] |
1,10 |
0,38 |
1,24 |
0,45 |
0,68 |
1,02 |
0,26 |
1,32 |
0,95 |
0,65 |
|
FM.e |
[Hz] |
93,23 |
13,31 |
100,07 |
13,16 |
0,23 |
100,86 |
12,44 |
95,59 |
14,68 |
0,36 |
|
FM.i |
[Hz] |
86,00 |
13,29 |
88,16 |
13,71 |
0,72 |
91,53 |
16,71 |
97,28 |
13,46 |
0,33 |
|
FMpico |
[Hz] |
94,16 |
13,18 |
100,84 |
13,55 |
0,23 |
93,41 |
14,46 |
94,82 |
15,03 |
0,83 |
|
FM
2,5s |
[Hz] |
93,21 |
16,30 |
100,63 |
15,22 |
0,18 |
91,03 |
13,23 |
92,16 |
12,97 |
0,86 |
|
FM
5,0s |
[Hz] |
92,05 |
16,04 |
98,99 |
15,15 |
0,21 |
86,83 |
11,19 |
89,34 |
14,91 |
0,68 |
|
FM
7,5s |
[Hz] |
92,37 |
17,28 |
97,72 |
15,63 |
0,34 |
87,40 |
13,30 |
87,99 |
15,17 |
0,93 |
|
FM
10,0s |
[Hz] |
91,08 |
18,35 |
98,44 |
14,65 |
0,19 |
85,25 |
12,58 |
87,79 |
14,75 |
0,69 |
|
FM
12,5s |
[Hz] |
90,29 |
18,21 |
96,47 |
11,94 |
0,50 |
85,49 |
15,79 |
87,51 |
13,07 |
0,75 |
|
FM
15,0s |
[Hz] |
90,57 |
18,80 |
96,68 |
15,10 |
0,27 |
88,11 |
17,55 |
85,62 |
14,45 |
0,70 |
|
A: Grupo Activo; I: Grupo Inactivo; DE: desviación estándar; e: fase explosiva; i: fase isométrica;
RCM: raíz cuadrática media; FM: frecuencia media; kg: kilogramo; s: segundo. %: porcentaje.
#: p <0.05 con tamaño del efecto grande. *: p < 0.05 con tamaño del efecto medio. Fuente: elaboración propia
Las comparaciones del factor momento fueron significativamente efectivas sobre la actividad muscular en mujeres activas. Las comparaciones entre la amplitud máxima y las amplitudes instantáneas indicaron una reducción significativa en el extensor del carpo de la mano dominante (RCMpico vs RCM7,5 s . t: 2,838, p<0,01; y vs RCM15,0 s ; t: 2,484. p=0,02), y las comparaciones de frecuencia mostraron una disminución similar (FMpico frente a FM10,0 s. t: 2,572, p=0.01; frente a FM12,5 s . t: 3,016, p<0,01; frente a FM15,0 s . t: 3,903, p<0,01; Tabla 3). Por lo tanto. hubo una disminución simultánea en la amplitud y frecuencia de la actividad muscular del músculo extensor del carpo del grupo activo, solo en la mano dominante.
Tabla 4. Comparaciones entre grupos de la actividad de los músculos
flexores y extensores del carpo teniendo en cuenta la lateralidad no dominante
Mano
no dominante |
Flexor
del Carpo |
Extensor
del Carpo |
|||||||||||
A |
I |
|
|
A |
I |
|
|
||||||
Media |
±
DE |
Media |
±
DE |
p |
|
Media |
±
DE |
Media |
±
DE |
p |
|
||
RCM.e |
[wu] |
1,01 |
0,22 |
0,98 |
0,23 |
0,71 |
|
1,09 |
0,18 |
1,01 |
0,17 |
0,34 |
|
RCM.i |
[wu] |
1,17 |
0,12 |
1,26 |
0,47 |
0,21 |
|
1,18 |
0,11 |
1,29 |
0,48 |
0,80 |
|
RCMpico |
[wu] |
1,23 |
0,14 |
1,13 |
0,23 |
0,30 |
|
1,21 |
0,11 |
1,19 |
0,10 |
0,29 |
|
RCM
2,5s |
[wu] |
1,22 |
0,20 |
1,21 |
0,23 |
0,93 |
|
1,20 |
0,12 |
1,14 |
0,17 |
0,88 |
|
RCM
5,0s |
[wu] |
1,22 |
0,18 |
1,27 |
0,35 |
1,00 |
|
1,17 |
0,21 |
1,29 |
0,41 |
0,59 |
|
RCM
7,5s |
[wu] |
1,09 |
0,25 |
1,27 |
0,40 |
0,15 |
|
1,04 |
0,18 |
1,18 |
0,45 |
0,68 |
|
RCM
10,0s |
[wu] |
1,18 |
0,24 |
1,28 |
0,47 |
0,77 |
|
1,19 |
0,19 |
1,23 |
0,61 |
0,50 |
|
RCM
12,5s |
[wu] |
1,20 |
0,21 |
1,36 |
0,79 |
1,00 |
|
1,17 |
0,23 |
1,20 |
0,69 |
0,34 |
|
RCM
15,0s |
[wu] |
0,97 |
0,36 |
1,40 |
1,03 |
0,21 |
|
0,94 |
0,39 |
1,22 |
0,72 |
0,44 |
|
FM.e |
[Hz] |
94,57 |
13,16 |
104,24 |
16,33 |
0,09 |
|
95,33 |
20,26 |
93,74 |
15,83 |
0,81 |
|
FM.i |
[Hz] |
89,57 |
21,55 |
89,10 |
17,44 |
0,20 |
|
87,13 |
12,61 |
100,18 |
16,85 |
0,03 |
# |
FMpico |
[Hz] |
88,64 |
13,16 |
99,71 |
13,38 |
0,02 |
# |
92,22 |
21,92 |
91,28 |
17,21 |
0,65 |
|
FM
2,5s |
[Hz] |
88,35 |
13,00 |
100,17 |
16,03 |
0,03 |
# |
92,50 |
22,39 |
90,98 |
18,31 |
0,68 |
|
FM
5,0s |
[Hz] |
88,54 |
15,25 |
99,66 |
12,61 |
0,04 |
* |
89,72 |
22,02 |
89,57 |
18,10 |
0,56 |
|
FM
7,5s |
[Hz] |
86,88 |
12,12 |
97,44 |
15,54 |
0,05 |
|
87,34 |
20,69 |
88,03 |
17,05 |
0,91 |
|
FM
10,0s |
[Hz] |
86,02 |
13,22 |
98,23 |
14,44 |
0,03 |
# |
85,61 |
21,49 |
87,48 |
17,85 |
0,59 |
|
FM
12,5s |
[Hz] |
85,32 |
12,97 |
97,18 |
14,38 |
0,03 |
# |
84,46 |
20,24 |
88,39 |
16,98 |
0,36 |
|
FM
15,0s |
[Hz] |
87,16 |
13,58 |
98,08 |
13,64 |
0,05 |
* |
82,39 |
20,76 |
86,69 |
17,72 |
0,51 |
|
FM
12,5s |
[Hz] |
85,49 |
15,79 |
87,51 |
13,07 |
0,75 |
|
84,46 |
20,24 |
88,39 |
16,98 |
0,36 |
|
FM
15,0s |
[Hz] |
88,11 |
17,55 |
85,62 |
14,45 |
0,70 |
|
82,39 |
20,76 |
86,69 |
17,72 |
0,51 |
|
R: Grupo Activo; I: Grupo Inactivo; DE: desviación estándar; e: fase explosiva; i: fase isométrica;
RCM: raíz cuadrática media; FM: frecuencia media; kg: kilogramo; s: segundo. %: porcentaje.
#: p<0.05 con tamaño del efecto grande. *: p<0.05 con tamaño del efecto medio. Fuente: elaboración propia
En el grupo inactivo. las comparaciones de la actividad muscular a lo largo de la fase isométrica también fueron significativamente efectivas. La frecuencia del músculo extensor del carpo disminuyó gradualmente en la mano dominante. desde los 5 segundos hasta el final de la fase (FMpico vs FM5,0 s . t: 3,804, p<0,01; vs FM7,5 s . t: 4,735, p<0.01; frente a FM10,0 s, t: 4,873, p£0,01; frente a FM12,5 s, t: 5,070, p<0,01; frente a FM15,0 s, t: 6,377, p<0,01; Tabla 3). En la mano no dominante, la frecuencia fue menor en el último momento de la fase (FMpico vs FM15,0s, t: 3,346, p=0,03; Tabla 4). La disminución en la frecuencia de la actividad muscular asociada con el aumento en la amplitud caracteriza la fatiga muscular (Powell et al., 2007), por lo tanto, el grupo inactivo parece más susceptible a la fatiga a lo largo de la fuerza de prensión en comparación con los activos.
Discusión
En este estudio se evaluó la fuerza de prensión y la fatiga de los músculos del antebrazo de mujeres mayores para verificar los efectos de la actividad física de ellas. El perfil de actividades físicas realizadas por el grupo activo es mayoritariamente de fuerza muscular con un mínimo de 3 sesiones de entrenamiento por semana. Como principales resultados, las mujeres activas fueron más fuertes y explosivas que las mujeres inactivas en la fuerza de prensión manual no dominante. Y el músculo flexor del carpo de la mano no dominante tiene un patrón de activación diferente entre grupos; las mujeres activas lo solicitan menos que las inactivas.
La fuerza muscular de las personas mayores responde a varios modos de entrenamiento de fuerza/resistencia: tradicional, funcional, en circuito, de bajo o alto volumen (Aagaard et al., 2007; Aragão-Santos et al., 2019; Buch et al., 2017). El grupo activo de este estudio se caracterizó por la alta presencia de ejercicios de fuerza. lo que favorecieron la fuerza de prensión palmar de las personas mayores. El entrenamiento de fuerza que incluye ejercicios para las extremidades superiores mejora efectivamente la fuerza máxima de agarre de la mano en adultos mayores, especialmente cuando se incluye el agarre manual en el entrenamiento. (Labott et al., 2019)
El grupo activo tiene una estrategia diferente de activación muscular en comparación con las mujeres inactivas, lo que fue otro resultado del presente estudio. Este hallazgo indica que las mujeres físicamente activas requieren diferentes fibras musculares para lograr la fuerza de agarre que las mujeres mayores inactivas. Sin embargo, las comparaciones de la fibra muscular entre adultos mayores sin antecedentes deportivos y adultos mayores que han ganado medallas en eventos mundiales o récords mundiales en atletismo revelaron que las prácticas físicas exclusivamente aeróbicas realizadas por personas mayores son insuficientes para cambiar las adaptaciones morfofisiológicas ya inherentes al envejecimiento, no identificándose diferencias en los perfiles de las fibras musculares (Power et al., 2016). Esto refuerza que la especificidad del entrenamiento influye directamente en las adaptaciones morfológicas de los músculos.
En este razonamiento, especialmente en términos de fuerza rápida, el entrenamiento de fuerza tiene la capacidad de mejorar la eficiencia del rendimiento de las fibras musculares en personas mayores (Wang et al., 2017), siendo una herramienta útil para el desarrollo de la fuerza muscular en estas personas. Principalmente porque las personas mayores muestran ganancias sustanciales en la fuerza muscular debido al entrenamiento de fuerza, explosiva o tradicional (Guizelini et al., 2018). A esto se suma que el entrenamiento explosivo es más efectivo para ganar mayor desarrollo de fuerza (Guizelini et al., 2018). Por lo tanto. el patrón de actividad física de estas mujeres fue suficiente para promover cambios en sus estrategias de contracción muscular. lo que refleja ganancias rápidas de fuerza.
En un ensayo clínico controlado aleatorio. se agruparon adultos (de 40 a 65 años) en tres metodologías de entrenamiento físico paralelas: (i) entrenamiento combinado (entrenamiento de resistencia. entrenamiento funcional o entrenamiento que consiste en prácticas físicas regulares) según lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud; (ii) entrenamiento interválico de alta intensidad, 2 sesiones por semana; y (iii) un entrenamiento en intervalos de alta intensidad agregando un grupo de electromioestimulación de cuerpo entero. Después de 12 semanas. los grupos de entrenamiento combinado y entrenamiento interválico de alta intensidad lograron ganancias insignificantes en la fuerza de prensión manual (Amaro-Gahete et al., 2019). En otro ensayo clínico controlado con 48 mujeres mayores posmenopáusicas. agrupadas en dos grupos de entrenamiento funcional: (i) aplicado en una serie única y (ii) aplicado en series múltiples, se encontraron ganancias insuficientes e inconsistentes en la potencia muscular en las extremidades superiores después 72 sesiones de entrenamiento, realizadas en 24 semanas. independientemente del método aplicado. Aunque estos entrenamientos han promovido resultados positivos en los miembros inferiores de los participantes, los autores atribuyeron tales resultados al contenido propuesto en el entrenamiento, que planificó cada sesión de entrenamiento con un máximo de un 30% de ejercicios para los miembros superiores, lo que favoreció la concentración de ejercicios en otros segmentos corporales. como los miembros inferiores. (Rocha et al., 2023)
De manera similar, en un ensayo controlado aleatorio paralelo, no hubo éxito en el aumento de la fuerza de prensión en ambas manos de hombres y mujeres con esclerosis múltiple después de 16 sesiones de Tai-Geiko (práctica física oriental), dos sesiones semanales; si bien este entrenamiento ha proporcionado resultados efectivos en el equilibrio dinámico y pruebas funcionales de los participantes (Ultramari et al., 2020), debido a la baja concentración de ejercicios para miembros superiores aplicados en el entrenamiento del estudio. Así, para mejorar la función de los músculos prensiles es necesario realizar prácticas físicas con un volumen relevante (frecuencia de las sesiones y tiempo de práctica) de ejercicios dirigidos al desarrollo de los miembros superiores.
Además. las mujeres físicamente activas también obtienen mejores resultados en cuanto a fatiga muscular en comparación con las mujeres inactivas. La fuerza de prensión manual no dominante del grupo inactivo en este estudio no mostró pérdida de fuerza muscular mientras que el grupo activo sí. Esto indica que existe un efecto de la práctica física sobre la pérdida de fuerza en mujeres mayores.
De manera controvertida. la fatiga muscular por envejecimiento debido a la sarcopenia y la atrofia muscular se asocia con otras adaptaciones morfofisiológicas características de la musculatura (Avin, y Frey Law, 2011). En consecuencia, estos mecanismos subyacentes proporcionan a las personas mayores una mayor resistencia a la fatiga, independientemente del nivel de actividad física y del tipo de contracción muscular (Avin, y Frey Law, 2011). Aunque en este estudio no se investigaron la sarcopenia y la atrofia, nuestros hallazgos sugieren que la actividad física influyó en la pérdida de fuerza de los músculos de prensión manual en mujeres mayores. especialmente en la mano no dominante.
Durante la fuerza de prensión manual, la actividad muscular de las mujeres activas disminuyó (amplitud y frecuencia), mientras que en el grupo inactivo solo disminuyó la frecuencia muscular. La fatiga de los músculos periféricos se verifica con una reducción gradual en la frecuencia de la actividad muscular a lo largo de la tarea asociada con un aumento en la amplitud de la actividad muscular (Boccia et al., 2015; Merletti, y Lo Conte. 1997; Shair et al., 2017). Teniendo en cuenta que las mujeres activas eran más fuertes y el perfil de actividad muscular de ambos grupos era diferente. los resultados de este estudio sugieren que las mujeres inactivas son más susceptibles a la fatiga periférica en la fuerza de prensión en comparación con las mujeres activas.
Hay varios factores que contribuyen a la reducción de la adherencia de las personas mayores al entrenamiento físico, consecuentemente, esto inhibe las ganancias en la salud física. Por lo tanto. esto puede explicar la pequeña muestra con respecto a los criterios de inclusión del estudio. Sin embargo, el presente estudio está en línea con otros estudios sobre la fatiga en adultos mayores físicamente activos (o los efectos del entrenamiento físico en adultos mayores) basados en un muestreo bajo y heterogéneo (Avin, y Frey Law, 2011). Debido a esto. se incluyeron análisis de efectos fuertes en los análisis inferenciales de este estudio. con el fin de minimizar errores en la interpretación de los resultados.
Sin embargo. en base a estos resultados y debido a la importancia de las habilidades manuales para las actividades diarias de las personas mayores, la inclusión de ejercicios de fuerza de prensión en la fisioterapia y ejercicios físicos con un volumen de entrenamiento adecuado deberían reducir los efectos del envejecimiento sobre la fuerza de prensión y contribuir a la función muscular en mujeres de edad avanzada. Por ejemplo, los resultados del presente estudio, indican que las mujeres mayores activas son más capaces de manejar objetos más pesados y alcanzar pasamanos/barras de apoyo con mayor seguridad. Además. estos resultados confirman el consenso de que un estilo de vida físicamente activo según las recomendaciones de ACSM/AHA (Nelson et al., 2007) es beneficioso para las personas mayores.
Conclusión
Las mujeres mayores activas presentaron mejor desempeño de fuerza, fatigabilidad y actividad muscular en fuerza de prensión manual en relación a las inactivas. Este resultado se atribuyó al volumen de entrenamiento de fuerza o al entrenamiento de fuerza combinado con otro tipo de entrenamiento realizado por mujeres mayores durante al menos seis meses. Además. mejorar la fuerza manual puede contribuir al desempeño de las actividades de la vida diaria y. en consecuencia. a la calidad de vida de las mujeres mayores activas.
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Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 28, Núm. 306, Nov. (2023)