ISSN 1514-3465
Composición corporal e ingesta calórica de
jugadores de fútbol sénior de Santa Fe, Argentina
Body Composition and Caloric Intake of Senior Soccer Players from Santa Fe, Argentina
Composição corporal e ingestão calórica de futebolistas seniores de Santa Fe, Argentina
Sandra Ravelli*
sravelli@fbcb.unl.edu.ar
Marianela Gelroth**
mariangelroth@gmail.com
Horacio Sosa
+sosahoracio8@hotmail.com
María Natalia Abraham
++mnataliaabraham@gmail.com
Joana Lovino**
yoalovino@gmail.com
Carolina Blanco**
blancocarolina595@gmail.com
*Nutrición deportiva y Practica Profesional de la Licenciatura en Nutrición
Docente. Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas
Universidad Nacional del Litoral (UNL), Santa Fe
https://orcid.org/0000-0003-0940-4530
**Licenciada en Nutrición
por la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL
+Lic. en Educación Física
Dirección de Deportes Universidad Nacional del Litoral (UNL)
++Estudiante de Licenciatura en Nutrición
Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, UNL
(Argentina)
Recepción: 18/02/2022 - Aceptación: 16/01/2023
1ª Revisión: 11/07/2022 - 2ª Revisión: 12/01/2023
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
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Cita sugerida
: Ravelli, S.D., Gelroth, M., Sosa, H., Abraham, M.N., Lovino, J., y Blanco, C. (2023). Composición corporal e ingesta de jugadores de fútbol sénior de Santa Fe, Argentina. Lecturas: Educación Física y Deportes, 27(298), 83-101. https://doi.org/10.46642/efd.v27i298.3405
Resumen
Introducción: El deporte en los adultos mayores de 35 años, tiene como finalidad, promover la salud y socialización de los participantes. El fútbol es uno de los elegidos. Por tanto, mantener una composición corporal y alimentación adecuada, asegura mejor calidad de vida, rendimiento físico y prevención de lesiones. Objetivo: Analizar la composición corporal y la ingesta calórica de un equipo de fútbol sénior de Santa Fe. Metodología: Estudio con enfoque cuanti-cualitativo, descriptivo, transversal. Se evaluó antropométricamente a 21 deportistas mayores de 35 años. Se estimó ingesta alimentaria utilizando registro alimentario de 3 días, a 14 de ellos. El análisis de datos se realizó mediante Excel Microsoft. Los registros alimentarios, fueron analizados a través de Tablas de Composición Química de Alimentos del Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada. Resultados y discusión: El promedio de masa muscular se estimó en 36,5 kg (±7,6), y la masa adiposa en 26,01 kg (±7,07). La ponderación de la primera fue inferior y, de la segunda superior a otros estudios de referencia. La ingesta energética fue menor a 3.000 Kcal en casi todos los futbolistas. El promedio de la ingesta de hidratos de carbono por kg de peso corporal/día fue insuficiente (1,7 g HC/kg PC/día). Respecto a las proteínas, solo 3 jugadores tuvieron un consumo adecuado. El resto tuvo ingestas deficientes. Conclusiones: La ingesta de hidratos de carbono y de proteínas por kilogramos de peso corporal fue insuficiente. Es necesaria la revisión de instrumentos de recolección de datos.
Palabras clave
: Composición corporal. Ingesta alimentaria. Fútbol sénior.
Abstract
Introduction: Sport in adults over 35 years of age has the purpose of promoting the health and socialization of the participants. Soccer is one of the chosen ones. Therefore, maintaining proper body composition and nutrition ensures a better quality of life, physical performance and injury prevention. Objective: To analyze the body composition and intake of a senior soccer team from Santa Fe. Methodology: Study with a quantitative-qualitative, descriptive, cross-sectional approach. Anthropometrically evaluated 21 athletes older than 35 years. Food intake was estimated using a 3-day food record for 14 of them. Data analysis was performed using Microsoft Excel. The food records were analyzed through the Food Chemical Composition Tables of the Center for Experimental and Applied Endocrinology. Results and discussion: The average muscle mass was estimated at 36.5 kg (±7.6), and the fat mass at 26.01 kg (±7.07). The weighting of the first was lower and, of the second, higher than other reference studies. Energy intake was less than 3,000 Kcal in almost all soccer players. The average intake of carbohydrates per kg of body weight/day was insufficient (1.7 g CHO/kg BW/day). Regarding proteins, only 3 players had an adequate consumption. The rest had poor intakes. Conclusions: The intake of carbohydrates and proteins per kilogram of body weight was insufficient. It is necessary to review data collection instruments.
Keywords
: Body composition. Food intake. Senior soccer.
Resumo
Introdução: O esporte em adultos com mais de 35 anos tem como objetivo promover a saúde e a socialização dos praticantes. O futebol é um dos escolhidos. Portanto, manter uma composição corporal e alimentação adequada garante melhor qualidade de vida, desempenho físico e prevenção de lesões. Objetivo: Analisar a composição corporal e ingestão calórica de um time de futebol sênior de Santa Fé. Metodologia: Estudo com abordagem quantitativo-qualitativa, descritiva e transversal. 21 atletas acima de 35 anos foram avaliados antropometricamente. A ingestão alimentar foi estimada usando um registro alimentar de 3 dias para 14 deles. A análise dos dados foi realizada no Microsoft Excel. Os registros alimentares foram analisados por meio das Tabelas de Composição Química de Alimentos do Centro de Endocrinologia Experimental e Aplicada. Resultados e discussão: A massa muscular média foi estimada em 36,5 kg (±7,6), e a massa adiposa em 26,01 kg (±7,07). A ponderação do primeiro foi menor e, do segundo, maior do que outros estudos de referência. A ingestão energética foi inferior a 3.000 Kcal em quase todos os jogadores de futebol. A ingestão média de carboidratos por kg de peso corporal/dia foi insuficiente (1,7 g HC/kg PC/dia). Em relação às proteínas, apenas 3 jogadores apresentaram ingestão adequada. O resto teve ingestão deficiente. Conclusões: A ingestão de carboidratos e proteínas por quilograma de peso corporal foi insuficiente. É necessário rever os instrumentos de coleta de dados.
Unitermos
: Composição corporal. Ingestão de alimentos. Futebol sênior.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 27, Núm. 298, Mar. (2023)
Introducción
La práctica deportiva está indicada a toda la población, siendo pilar fundamental a nivel preventivo. En Argentina, los adultos mayores de 35 años optan por deportes populares en busca de actividad para la salud y la socialización. El fútbol es una de las disciplinas elegidas y se plantea como uno de los deportes de mayor difusión a nivel mundial, cuya popularidad se ha mantenido a través de varias generaciones y ha trascendido hasta volverse un fenómeno sociocultural y económico. (Cortes, 2017)
El sujeto participante en la categoría de fútbol sénior es aquel jugador experto que aún no es veterano pero que por edad tampoco puede ser considerado juvenil. Las categorías por edad reconocidas son: sénior (30 a 39 años), súper sénior (40 a 49 años) y veteranos (De 50 a 59 años). (ADETRA, 2021)
Para este grupo poblacional, mantener una composición corporal adecuada y alimentarse saludablemente asegura una mejor calidad de vida, ya que además de optimizar el rendimiento físico dentro y fuera del campo, también es preventivo y evita lesiones.
La actividad competitiva del fútbol es intermitente, con múltiples cambios de dirección, saltos y sprint que proporcionan una alta intensidad. (Grupo Ekipo, 2008)
Las dimensiones antropométricas y composición corporal del sujeto, pueden ser sensibles al rendimiento y con ello manifestarse indirectamente en la preparación de los deportistas y en la salud, además de expresar los parámetros ideales para las distintas disciplinas deportivas. Aunque la composición corporal nunca será un factor determinante ni exclusivo para la obtención de buenos resultados, la performance estará dada por la masa muscular y por la composición corporal (Arcodia, 2010; Cámera, y Onzari, 2010). Dependiendo del deporte y la especialización del deportista, existe una composición corporal reportada con base en estudios consultados de tiempo reciente, y con valor de ser considerados los recomendables en deportistas, según la especificidad del entrenamiento.
Actualmente, se encuentra material consultado que recomienda y estima la adecuada alimentación del deportista, dependiendo del deporte, posición de juego, tipo y nivel de entrenamiento, y/o período del año (Gallego, Collado, y Verdú, 2006). En cuanto a la ingesta de alimentos en esta categoría, algunos autores reportan sobre la ingesta alimentaria de futbolistas. Es el caso de Candamo (2022), quien estudió la ingesta de futbolistas amateurs en Perú; Bonfanti (2019), relevó evidencias sobre la nutrición en deportes de equipo, mientras que Guzmán et al. (2021), investigaron sobre el impacto de una intervención dietética nutricional en la composición corporal de futbolistas ecuatorianos de élite.
En relación a la alimentación de los futbolistas, otros estudios han analizado la ingesta energética y de macronutrientes utilizando registros y recordatorios diarios y pesaje de alimentos; concluyeron que las kilocalorías diarias ingeridas son inferiores a las recomendadas; y que la ingesta nutricional es superior en proteínas y lípidos e inferior en hidratos de carbono a las recomendaciones para estos deportistas. (Panciera, 2009)
Los futbolistas deberían ingerir una amplia variedad de alimentos que les proporcione suficientes carbohidratos como combustible. El glucógeno muscular es el sustrato más importante para los jugadores de fútbol, de allí la importancia de este macronutriente.
La necesidad de acompañar y aportar al deportista sénior amateur con entrenamiento, alimentación adecuada, además de evaluaciones periódicas, fue el punto de partida del presente trabajo.
Dichos deportistas pueden contribuir a mantenerse sanos, evitando lesiones y logrando sus objetivos de rendimiento, adoptando buenos hábitos alimentarios. (González, Cobos, y Molina, 2010)
Los antecedentes reportados corresponden en general a deportistas profesionales. Existen escasas referencias bibliográficas publicadas respecto a la composición corporal e ingesta nutricional relacionadas al fútbol sénior local. Es por lo mencionado que el propósito de la investigación fue analizar la composición corporal y la ingesta de un equipo de fútbol categoría sénior del interior de la provincia de Santa Fe, en el marco de un programa de evaluación deportiva integral.
Composición Corporal (CC) en el fútbol
Un tamaño, peso y composición corporal apropiados, son críticos para tener éxito en el rendimiento deportivo. Si bien hay gran contenido genético en la determinación de cada uno, la composición corporal se puede modificar con la dieta y el entrenamiento. (Gallego, Collado, y Verdú, 2006)
La composición corporal desempeña un papel importante en el rendimiento deportivo donde el peso corporal se mueve contra la gravedad, y el exceso de tejido adiposo se convierte en un factor negativo para un óptimo desempeño, puesto que se considera como lastre que el deportista debe movilizar (Cámera, 2008). La grasa corporal puede desempeñar un papel importante para el alto rendimiento futbolístico (Kalapotharakos et al., 2006). Así también lo reportan López Cáceres et al. (2020), donde equipos mejor clasificados en ligas locales mostraron valores inferiores de componente graso. Esto constituye un aspecto a considerar para que el futbolista pueda desempeñarse eficientemente y lograr su máximo potencial en el juego. (Fernández, Kazarez, Agazzi, y Albín, 2014; Gardasevic, Bjelica, y Vasiljevic, 2019)
Estudios fisiológicos han demostrado que la masa muscular es un factor determinante en la capacidad de trabajo, puesto que provee la fuerza propulsora para movilizar el cuerpo teniendo participación directa en el movimiento durante el gesto motor. La estimación de la masa muscular es también de interés en la normalización de indicadores fisiológicos como el máximo consumo de oxígeno, la capacidad física de trabajo, o el gasto energético, al intentar comparar sujetos o poblaciones con diferentes dimensiones corporales. (Lentini, Gris, Giacchino, Dolce, y Cardey, 2005)
En relación al peso corporal y a la talla, datos bibliográficos sugieren que los futbolistas tienen una gran variación en el tamaño corporal y que este no es necesariamente un determinante del éxito, pero influye en el mismo. Generalmente la mayor talla se presenta en los arqueros, los defensores centrales y los delanteros.
Los jugadores de fútbol tienden a tener un buen desarrollo muscular, en especial de los músculos del muslo y pantorrilla, lo que provoca una forma corporal o físico característico. En cuanto a la masa adiposa, aun en altos niveles, tienden a tener depósitos que parecen ser mayores que los óptimos. Generalmente los arqueros poseen valores más elevados de masa adiposa que el resto de los jugadores. (Hernández et al., 2016)
Para analizar la composición corporal en los futbolistas evaluados, se utilizó el método de 5 masas fraccionales, el cual ha sido validado por disección de cadáveres, y permite el cálculo de las masas corporales. (Ross, y Kerr, 1991)
Ingesta nutricional y fútbol
La alimentación es uno de los pilares en la mejora del rendimiento y el desempeño deportivo, y cobra vital importancia a la hora de planificar y periodizar el entrenamiento deportivo. Los beneficios de un adecuado plan de alimentación son más evidentes en el área del desempeño competitivo, en el que las estrategias nutricionales ayudan a los deportistas a lograr un mejor rendimiento, o a retardar la aparición de la fatiga. Sin embargo, es muy importante la alimentación diaria, puesto que genera la base desde la cual se lanzará a la competencia, proveerá el combustible y los nutrientes para optimizar las adaptaciones logradas durante el entrenamiento deportivo, acentuando la recuperación entre entrenamientos y competencias. Además, ayuda a mantener una contextura física ideal para el deporte que se realiza, y para el mantenimiento de la salud a corto y mediano plazo. (Burke, 2010)
Las necesidades energéticas y de macronutrientes se modifican con la edad, además del período de entrenamiento en el cual se encuentren. Las necesidades nutricionales difieren, desde luego, dependiendo del puesto de juego en el cual se desempeñe el deportista y se deben tener en cuenta los objetivos nutricionales del entrenamiento y de la competición. (Burke, 2010)
Los cambios de velocidad y esfuerzos explosivos característicos del juego y del entrenamiento, aumentan las demandas energéticas de los jugadores dependiendo del tipo de entrenamiento y/o del desarrollo del partido. Se estima que en un entrenamiento de jugadores profesionales el gasto energético es de aproximadamente 1500 kcal., mientras que en un partido es de 1600 kcal (Williams, 2002); esto equivale a la necesidad de cubrir un requerimiento total diario de 3000 a 3500 kcal, o 47 a 60 kcal/kg de peso corporal/día. (Onzari, 2008a)
En el plan de alimentación del deportista, para mantener los depósitos corporales de glucógeno adecuados y para preservar las capacidades de performance es necesario un consumo alto de hidratos de carbono durante los períodos de entrenamientos y competencia. Cuando el plan de alimentación no está planificado de forma correcta, los deportistas tienden a ingerir una cantidad insuficiente de alimentos fuente de hidratos de carbono.
Se aconseja que los deportistas consuman entre un 20 a 30% de grasas del valor calórico total. Esta proporción baja de grasas debe permitir a los deportistas cubrir la demanda de ácidos grasos esenciales que se necesitan para las funciones biológicas normales. (Onzari, 2010a)
En cuanto a las proteínas durante el ejercicio, no son la fuente principal de energía ya que como máximo pueden aportar un total de 5 al 10% de energía utilizada (Williams, 2002); solo en algunas condiciones su aporte en el ejercicio puede llegar a acercarse al 18% de la contribución energética.
Se recomienda para los deportes intermitentes como el fútbol, una ingesta diaria de proteínas de 1,4 a 1,7 g/kg de peso corporal. (Onzari, 2008b)
Estudios realizados en jugadores de fútbol profesional de Argentina, han revelado que habitualmente la ingesta calórica de dichos jugadores es sub óptima (2400 a 3100 kcal diarias), siendo también inferior el consumo de carbohidratos (4 a 5 g/kg de peso corporal/día), con un alto predominio de alimentos grasos. (Onzari, 2010a)
Ante los antecedentes relevados y la escasa evidencia respecto a futbolistas de esta categoría, es que el presente artículo tiene por objeto analizar la composición corporal y la ingesta de un equipo de fútbol sénior de Santa Fe.
Métodos
Tipo de estudio
: Estudio con enfoque cuanti-cualitativo, descriptivo, transversal.
Unidad de análisis
: Deportistas que asisten al Club Brown de San Vicente.
Población y muestra
: Se evaluó a 21 adultos deportistas (mayores de 35 años) que asisten regularmente a la disciplina fútbol sénior del Club Brown.
Criterios de inclusión
: Deportistas que realicen entrenamiento frecuente (al menos tres veces por semana, que hayan asistido al club en el último año). Además, aquellos que expresen su voluntad de participación por medio del consentimiento informado.
Criterios de exclusión
: Deportistas que presenten alguna patología que altere los tiempos de la nutrición.
Los jugadores recibieron y firmaron el consentimiento informado luego de una explicación detallada del estudio de investigación. El club involucrado aprobó la investigación antes de comenzar con ella. El estudio cumplió con los criterios éticos de la Universidad Nacional del Litoral, en consonancia con la última versión de la Declaración de Helsinki.
Cabe aclarar que el trabajo se enmarca en el Programa de Evaluación de la Actividad Física dependiente de la Dirección de Deportes de la Universidad Nacional del Litoral. La misma cuenta con avales institucionales.
Procedimientos e instrumentos de medición
Para estimar la CC
: Se realizó durante los meses de febrero y marzo de 2020, valoración antropométrica a través de 22 mediciones estandarizadas según protocolo ISAK (International Standards for Anthropometric Assessment).
Los instrumentos de medición fueron calibres para diámetros grandes y pequeños Campbell 20 y Campbell 10 (Rosscraft SRL, Buenos Aires, Argentina), segmómetro Rosscraft, cintas metálicas inextensibles Lufkin WP-606 (EE.UU.) y calibres para pliegues Gaucho-Pro (Quilmes, Argentina). Además estadiómetros de pared desmontables de papel milimetrado, cajones de madera de 30 x 40 x 50 cm y balanzas mecánicas Omron.
Para el análisis de la composición corporal se utilizó el método de fraccionamiento en cinco masas de Ross, y Kerr (1991), que es el modelo que aporta mayor información descriptiva, valorando con mayor exactitud debido a que fracciona el peso corporal total en 5 compartimentos.
Para estimar la ingesta
: Se utilizó un registro alimentario de 3 días (2 de entrenamiento, 1 de competencia). Este registro fue autocompletado por el deportista evaluado. Se prepararon mesas con réplicas de alimentos para detallar el tamaño de las porciones. Además los voluntarios del proyecto de investigación estuvieron presentes en el lugar para ser consultados ante cualquier duda sobre el registro de alimentos.
Los datos obtenidos del registro alimentario, fueron analizados por medio de una planilla de Excel ad hoc basadas en Tablas de Composición Química de los Alimentos del Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada -Cenexa- (1999), dependiente de la Universidad Nacional de la Plata, la cual cuenta con una lista diaria donde se ingresa un promedio del alimento consumido en gramos, según las porciones estimadas obtenidas de la planilla. Al hacerlo, arroja los datos de los gramos de hidratos de carbono, proteínas y lípidos.
Operacionalización de variables
El modelo de cálculo antropométrico de la composición corporal en 5 fracciones (piel, tejido adiposo, muscular, óseo y residual), es un método simple y poco costoso, utilizando protocolos de medición estándar, validados por la Sociedad Internacional de Avances en Cineantropometría (I.S.A.K.). Muestra una buena eficiencia en el cálculo de masas fraccionales de los mismos, especialmente en el cálculo de masa ósea y muscular.
El método de 5 masas fraccionales es considerado una parte del proceso de desarrollo de los modelos antropométricos de cálculo de composición corporal, y no una solución definitiva. (Ross, y Kerr, 1991)
Composición corporal: La composición corporal es un método en la cual se realiza una serie de estimaciones donde el cuerpo del atleta es fraccionado en este caso en cinco masas (expresados en forma relativa). (Rivera Sosa, 2006)
Masa adiposa: Variable continua que expresa en kilogramos y en porcentajes la cantidad de masa no magra constituida por tejido adiposo. Se estimó con fórmulas que utilizaron los pliegues: tricipital, subescapular, supraespinal, abdominal, muslo medial y pantorrilla.
Masa muscular: Variable continua que expresa en kilogramos y en porcentajes la cantidad de masa muscular de un individuo, constituida por el músculo esquelético del cuerpo. Se estimó con fórmulas que utilizaron el perímetro del brazo relajado corregido por el pliegue tricipital, el perímetro del antebrazo, el perímetro de tórax corregido por el pliegue subescapular, perímetro del muslo corregido por el cutáneo del muslo medial, perímetro de la pantorrilla corregido por el pliegue de la pantorrilla.
Masa ósea: Variable continua que expresa en kilogramos y en porcentajes la cantidad de masa ósea de un individuo. Se estimó con fórmulas que utilizaron diámetro biacromial, diámetro biileocrestal, diámetro biepicondilar del húmero, diámetro bicondilar del fémur y perímetro de la cabeza (la masa ósea del cráneo se predice independientemente).
Masa residual: variable continua que expresa en kilogramos y en porcentajes la cantidad de masa residual de un individuo. Se estimó con fórmulas que utilizan perímetro de la cintura corregido por el pliegue cutáneo abdominal, diámetro antero-posterior de la caja torácica, diámetro transversal de la caja torácica
Masa de piel: Variable continua que expresa en kilogramos y en porcentajes la cantidad de la masa de la piel. Se estimó con fórmulas que utilizaron peso, talla parado y sentado.
Ingesta calórica diaria y de macronutrientes: Variable continua que expresa en kilocalorías por día y en kilocalorías por kg de peso corporal por día, el total de energía consumida; en gramos por kilogramos de peso corporal el total de carbohidratos y proteínas y el porcentaje de grasas del valor calórico total (VCT) consumidos por un individuo en un día, a través de los alimentos y bebidas.
Se valoró la ingesta de energía en kcal por día en: deficiente: menor a 3000 kcal/día; adecuado: 3000 a 3500 kcal/día; excesivo: mayor a 3500 kcal/día. (Onzari, 2008b)
Se calificó la ingesta de energía en kcal por kg de peso corporal por día en: deficiente: menor a 47 kcal/kg peso corporal/día; adecuado: 47 a 60 kcal/kg peso corporal/día; excesivo: mayor a 60 kcal/kg peso corporal/día. (Onzari, 2008b)
Se calificó la ingesta de hidratos de carbono en gramos por kg de peso corporal por día: deficiente: menor a 7 gr/kg peso corporal/día; adecuado: 7 a 10 gr/kg peso corporal/día; excesivo: mayor a 10 gr/kg peso corporal/día. (FIFA, 2005)
Se calificó la ingesta de proteínas en gramos por kg de peso corporal por día: deficiente: menor a menor a 1,4 gr/kg peso corporal/día; adecuado: 1,4 a 1,7 gr/kg peso corporal/día; excesivo: mayor a 1,7 gr/kg peso corporal/día. (Onzari, 2008b)
Se calificó la ingesta de grasas en porcentaje del VCT en: deficiente: menor a 20% del VCT; adecuado: 20 a 30% del VCT; excesivo: mayor a 30% del VCT. (Onzari, 2010a)
Resultados
Composición corporal
Se presentan a continuación los datos y estadísticos descriptivos de la composición corporal de los 21 futbolistas sénior evaluados. Se optó por exhibir los resultados individuales, sin identificar posiciones de juego debido al número muestral y a que, pocos participantes tenían funciones asignadas de manera permanente.
Para una mayor comprensión se presentan las siglas y simbología utilizados: P (peso); T (talla); MA (Masa Adiposa); MM (Masa Muscular); MR (Masa Residual); MO (Masa Ósea); IM/O (Índice Músculo Óseo); IMC (Índice de Masa Corporal); kg (kilogramos); Σ6 pl (sumatoria de 6 pliegues).
Tabla 1. Composición corporal de los futbolistas sénior, de un club de Santa Fe, 2020
Jugador |
Edad |
P (kg) |
T |
MA |
MM |
MR |
MO |
Piel |
I |
IMC |
Σ6 pl |
1 |
38,2 |
102,0 |
180,0 |
31,2 |
45,1 |
12,0 |
9,7 |
3,7 |
4,62 |
31,5 |
167,5 |
2 |
45,0 |
81,2 |
184,0 |
26,8 |
26,5 |
12,2 |
10,7 |
4,8 |
2,48 |
23,9 |
83,0 |
3 |
42,6 |
85,3 |
188,0 |
29,3 |
31,9 |
12,6 |
7,2 |
4,0 |
4,43 |
24,1 |
117,0 |
4 |
50,0 |
89,4 |
185,0 |
23,1 |
37,9 |
12,1 |
11,8 |
4,4 |
3,21 |
26,1 |
78,0 |
5 |
48,0 |
98,3 |
176,0 |
26,4 |
42,5 |
12,4 |
12,2 |
4,5 |
3,47 |
31,7 |
109,0 |
6 |
43,4 |
105,9 |
180,0 |
31,8 |
42,2 |
14,8 |
12,2 |
4,7 |
3,46 |
32,6 |
133,0 |
7 |
47,5 |
101,4 |
184,0 |
30,5 |
42,0 |
13,3 |
11,3 |
4,2 |
3,71 |
29,9 |
136,0 |
8 |
51,2 |
79,1 |
181,0 |
27,7 |
27,1 |
9,53 |
10,6 |
4,0 |
2,54 |
24,1 |
113,0 |
9 |
43,5 |
82,8 |
172,0 |
21,6 |
37,8 |
9,7 |
9,7 |
3,9 |
3,90 |
27,9 |
95,0 |
10 |
39,2 |
88,4 |
176,0 |
22,3 |
39,1 |
10,6 |
11,7 |
4,4 |
3,33 |
28,5 |
83,0 |
11 |
54,3 |
73,0 |
177,0 |
18,6 |
32,4 |
9,1 |
8,8 |
3,9 |
3,68 |
23,3 |
66,0 |
12 |
46,5 |
78,0 |
178,0 |
17,4 |
35,2 |
10,6 |
10,6 |
4,0 |
3,30 |
24,6 |
59,0 |
13 |
48,2 |
87,9 |
182,0 |
26,2 |
40,3 |
10,5 |
6,0 |
4,7 |
6,7 |
26,5 |
88,0 |
14 |
43,q |
117,4 |
187,0 |
40,0 |
45,1 |
14,1 |
13,5 |
4,6 |
3,3 |
33,5 |
177,0 |
15 |
52,0 |
96,2 |
175,0 |
25,0 |
42,3 |
12,1 |
11,9 |
4,6 |
3,5 |
31,4 |
98,0 |
16 |
44,3 |
121,5 |
187,0 |
41,9 |
47,8 |
15,7 |
11,0 |
4,9 |
4,3 |
34,7 |
176,0 |
17 |
38,0 |
77,2 |
172,0 |
23,4 |
31,5 |
9,86 |
8,7 |
3,7 |
3,6 |
26,1 |
112,0 |
18 |
44,4 |
87,0 |
187,0 |
26,3 |
35,1 |
10,8 |
10,3 |
4,3 |
3,4 |
24,8 |
95,0 |
19 |
42,6 |
86,4 |
185,0 |
27,0 |
34,7 |
11,3 |
9,5 |
4,6 |
3,6 |
25,2 |
86,0 |
20 |
40,8 |
72,9 |
170,0 |
10,6 |
45,0 |
4,85 |
4,5 |
1,8 |
3,3 |
25,2 |
97,0 |
21 |
49,6 |
75,1 |
177,0 |
19,7 |
33,8 |
9,00 |
8,4 |
4,1 |
4,0 |
23,9 |
69,0 |
n |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
21,0 |
Promedio |
45,3 |
89,8 |
180,1 |
26,0 |
36,5 |
11,3 |
11,8 |
4,2 |
3,6 |
27,6 |
106,5 |
DS |
4,5 |
13,8 |
5,50 |
7,07 |
7,6 |
2,37 |
6,8 |
0,6 |
1,13 |
3,7 |
34,4 |
Mediana |
44,4 |
87,0 |
180,0 |
26,12 |
37,84 |
11,34 |
10,7 |
4,3 |
3,5 |
26,1 |
97,0 |
Máximo |
54,3 |
121,5 |
188,0 |
41,9 |
47,8 |
15,8 |
40,5 |
5,0 |
6,7 |
34,7 |
177,0 |
Mínimo |
37,9 |
72,9 |
170,0 |
10,6 |
26,5 |
4,8 |
6,0 |
1,8 |
0,4 |
23,3 |
59,0 |
Fuente: Datos de la investigación
En la tabla precedente se exhiben los datos individuales y estadísticos descriptivos referidos a la composición corporal. El promedio de edad estimado fue 45 años (±4,5).
El IMC promedio que se obtuvo es 27,6 (±3,7). Siendo 34,7 y 23,3 el máximo y el mínimo respectivamente. En este grupo etario, la valoración normopeso asciende a 27. El promedio de los evaluados estaría apenas por encima del valor. A pesar de la practicidad del IMC, por ser de rápida y sencilla utilización; la misma no se sugiere en grupos deportivos debido a que llevaría a una incorrecta clasificación de los deportistas. (Kweitel, 2007)
Se exhibe como valor promedio de MM 36,5 kg (40,6%) y de MA 26,0 kg (28,9%).
Ingesta energética y de macronutrientes
Se presenta a continuación la ingesta energética (IE) y de macronutrientes, que se obtuvo mediante la aplicación de registros alimentarios de dos días de entrenamiento y uno de competencia, a 14 deportistas sénior.
En primer lugar se ponderó la IE. Los resultados se muestran en la Tabla 2.
Tabla 2. Ingesta energética de los 3 días registrados, de los futbolistas sénior, 2020
Jugador |
Día 1
(kcal.) |
Día 2
(kcal.) |
Día 3
(kcal.) |
Promedio
(kcal.) |
Valoración |
1 |
727,5 |
1261,4 |
444,5 |
811,1 |
Deficiente |
2 |
779,2 |
908,9 |
1411,0 |
1033,0 |
Deficiente |
3 |
1560,2 |
1402,7 |
944,7 |
1302,5 |
Deficiente |
4 |
639,0 |
1548,0 |
1180,3 |
1122,4 |
Deficiente |
5 |
2573,3 |
3023,2 |
1732,6 |
2443,0 |
Deficiente |
6 |
2342,3 |
2487,5 |
2539,0 |
2456,3 |
Deficiente |
7 |
1715,0 |
1807,8 |
2027,0 |
1849,9 |
Deficiente |
8 |
2358,9 |
1769,0 |
1793,0 |
1973,6 |
Deficiente |
9 |
1361,1 |
2328,8 |
3684,1 |
2458,0 |
Deficiente |
10 |
2441,2 |
2692,3 |
2117,2 |
2416,9 |
Deficiente |
11 |
1611,5 |
2612,3 |
1768,5 |
1997,4 |
Deficiente |
12 |
841,7 |
1001,5 |
1630,8 |
1158,0 |
Deficiente |
13 |
1348,4 |
1110,8 |
1378,0 |
1279,1 |
Deficiente |
14 |
977,5 |
1278,1 |
1868,8 |
1374,8 |
Deficiente |
Promedio |
1519,8 |
1802,3 |
1751,4 |
1691,2 |
|
DS |
687,7 |
701,4 |
761,4 |
601,3 |
|
Máximo |
2573,3 |
3023,2 |
3684,1 |
2458,0 |
|
Mínimo |
639 |
908,9 |
444,5 |
811,1 |
|
Mediana |
1460,7 |
1658,5 |
1750,6 |
1612,4 |
Fuente: Datos de la investigación
Se observa en la Tabla 2 que todos los jugadores evaluados, presentaron una ingesta energética menor a 3000 Kcal., en los 3 días relevados, a excepción del jugador 5 y 9 en el 2º y 3º día de registro respectivamente.
Los valores de las medianas de la ingesta en los días 1, 2, 3 corresponden a 1460,7 (±687,7); 1658,5(±701,4); 1750,6 (±601,3) kcal/día respectivamente. Según lo categorizado, en todos los jugadores casi la totalidad de la ingesta diaria es deficiente.
Por otra parte, se relacionó los gramos de cada nutriente acorde a la masa corporal/día. Los resultados se presentan en la Tabla 3.
Tabla 3. Cantidad de nutrientes y calorías según masa corporal de los jugadores. Datos individuales y estadísticos descriptivos
Jugador |
g hidratos de carbono/kg peso |
g proteínas/kg peso |
kcal/kg de peso |
1 |
0,4 |
0,5 |
8,0 |
2 |
0,9 |
0,5 |
8,8 |
3 |
1,6 |
0,8 |
15,1 |
4 |
1,1 |
1,1 |
14,5 |
5 |
2,8 |
1,2 |
27,3 |
6 |
3,1 |
1,2 |
27,9 |
7 |
2,2 |
1,4 |
23,7 |
8 |
2,7 |
1,5 |
23,8 |
9 |
3,0 |
1,2 |
31,1 |
10 |
1,7 |
1,1 |
22,8 |
11 |
1,6 |
1,6 |
27 |
12 |
1,2 |
0,6 |
11,8 |
13 |
1,2 |
0,9 |
15 |
14 |
1,6 |
0,8 |
14,3 |
Promedio |
1,7 |
1,0 |
18,9 |
DS |
0,8 |
0,3 |
7,7 |
Mediana |
1,6 |
1,1 |
18,9 |
Máximo |
3,1 |
1,6 |
31,1 |
Mínimo |
0,4 |
0,5 |
8,0 |
Fuente: Datos de la investigación
Se muestra en la Tabla 3 que los valores de hidratos de carbono por kg de peso corporal (PC) día están por debajo de 3,1 g. Siendo el promedio de 1,7 g HC/kg PC/día. La valoración del total de los jugadores es deficiente.
Respecto a la ingesta de proteínas, el mínimo obtenido es de 0,5 y el máximo 1,6 gr prot./kg PC/día respectivamente. Las recomendaciones corresponden a 1,4 a 1,7 gr/kg PC/día. Es decir, solo 3 jugadores tuvieron un consumo adecuado. El resto tuvo ingestas deficientes.
Discusión
Respecto a la composición corporal
Para la discusión de los datos relevados es preciso aclarar algunos conceptos.
El peso corporal es una entidad tridimensional compuesta por altura, ancho y largo, por lo que la simplificación de las relaciones peso-talla, como el índice de masa corporal (IMC), se presta a errores ya que no considera las otras dos dimensiones del peso corporal. (Ross et al., 1988)
Se evaluó en el presente estudio como dato general, la sumatoria de 6 pliegues (Σ6 pl). El promedio fue de 106,5 mm. Este valor es muy elevado respecto a lo estimado por Holway (2005), y por Jorquera et al. (2013), en futbolistas profesionales chilenos.
En contraposición, en una valoración realizada en futbolistas ecuatorianos, se obtuvo valores de Σ6 pl óptimas (50 a 60 mm).
En cuanto a la masa muscular, se obtuvo como promedio 36,5 kg. Este valor es inferior a la media obtenida en el trabajo realizado por García-Soidán et al. (2014), quiénes evaluaron a futbolistas mayores de 30 años. En el citado trabajo el valor promedio fue de 41,2 kg.
En Ecuador se evaluó a futbolistas sénior amateur, y sus características antropométricas se enmarcan más en futbolistas recreativos, lo que se refleja en sus variables antropométricas, siendo la de mayor influencia la masa adiposa (16,35 kg). (Arencibia Moreno, Hernández Gallardo, y Paucar Iza, 2016)
Cabe aclarar que si bien la presente muestra corresponde a futbolistas sénior, para su discusión y ante la escasa cantidad de estudios encontrados para acompañar el presente análisis, exige considerar trabajos de deportistas con similares características, o de otras disciplinas.
Por otra parte, un estudio realizado a árbitros de la misma disciplina se obtuvo una media marcadamente menor (33.36 kg). (Rogel Vallejo, 2021)
Respecto al promedio de masa adiposa (MA) obtenido fue de 26,01 kg, valor que se encuentra aumentado con respecto a las tablas de referencia ARGOREF (18,2 kg) y al estudio de García-Soidán et al. (2014) cuya media fue ponderada en 11,2 kg.
En el estudio chileno señalado anteriormente el promedio de MG fue de 10,7 kg. Esta ponderación se aleja de lo evaluado en el presente trabajo. Esto se debe a que la población del mismo corresponde a deportistas de élite. (Hernández Jaña et al., 2021)
Respecto a la ingesta energética (IE) de los futbolistas amateurs
En cuanto a la IE, se obtuvo valores deficientes, en concordancia con un trabajo realizado por Morales Armijo, y Zuñiga Burnier (2020), donde se valoró IE en futbolistas profesionales, obteniendo un promedio de 2.879 (±334) kcal. Si bien, el valor es cercano a lo recomendado, al igual que en el presente estudio, aún es deficiente.
En un trabajo realizado en futbolistas profesionales ecuatorianos, se observó que se encuentran con un estado nutricional que, en general, debe ser mejorado. Además, se determinó que el consumo diario de calorías es de 2500 kcal, siendo insuficiente en relación al requerimiento energético de 4000 kcal diarias por deportista que se necesita, demostrando una ingesta inadecuada de macronutrientes. Respecto a la ingesta, se detectó que la mayoría de futbolistas solo se alimentan en 3 tiempos de comida diarios y no necesariamente con alimentos que aporten suficiente energía, por lo que se determinó que los jugadores tienen un aporte de macronutrientes insuficiente y/o muy bajo. Lo cual eventualmente pudiera repercutir en el desempeño deportivo de estos jugadores. (Calderón Vallejo, Rodríguez Ceballos, Heredia Aguirre, y Yáñez, 2017)
Otro estudio realizado en Ecuador con futbolistas amateurs, se detectaron problemas nutricionales, ya sea por déficit o exceso del aporte energético basados en los valores de referencia. (Ayala Recalde, 2018)
Arancibia Moreno, Hernández Gallardo, y Paucar Iza (2016), relevaron en un grupo de futbolistas amateurs categoría sénior que el consumo energético promedio/kg de peso fue de 44.98 (±3.12), siendo considerado adecuado.
Si bien el estudio realizado por Cámera, Fredes, Ravelli, Onzari, y Holway (2009), corresponde a nadadores se estimó la mediana de la ingesta en 3025 kcal/día (adecuada).
A pesar de relevar datos de manera minuciosa, la categorización obtenida por la mayoría de los encuestados, es deficiente. Esto demanda por parte del equipo de investigación, una revisión de los instrumentos y estrategias de recolección de datos, debido a que la metodología empleada, presenta desafíos ya que muchas veces los atletas sub registran lo que comen, o bien pueden cambiar su ingesta de alimentos mientras la está registrando. (Burke, 2015)
Cabe aclarar que los cálculos de ingesta de calorías a partir de los registros alimentarios utilizados tienen un margen de error de aproximadamente 10% con las calorías que consume en realidad. (McArdle, Katch, y Katch, 2005)
Respecto a las ingestas de macronutrientes, en la Tabla 3 se exhibe que los valores de hidratos de carbono por kg de peso corporal día están por debajo de 3,1 g. Siendo el promedio de 1,7 g HC/kg PC/día. La valoración del total de los jugadores es deficiente.
La estimación de la cantidad de HC en la dieta de un deportista debe ser evaluada en relación al peso corporal. En este aspecto cuando la planificación nutricional, no sucede, los deportistas tienden a ingerir insuficiente cantidad de alimentos fuentes de hidratos de carbono. (Onzari, Langer, y Thal, 2002)
Jugadores de fútbol semiprofesional, estudiados por Martínez Reñón, y Sánchez Collado (2013), presentaron un balance energético negativo con una dieta pobre en hidratos de carbono.
La deficiente ingesta energética de los jugadores, ligada al bajo consumo de alimentos fuentes de hidratos de carbono en la dieta, es un hecho reportado también por los autores Aguinaga Ramos (2018), Cabral et al. (2006), y Slater, y Stuart (2011) en deportistas de fuerza.
En un trabajo realizado en futbolistas pre profesionales, la ingesta de macronutrientes en promedio de carbohidratos, proteínas y lípidos fue de 387 g/día 103 g/día y 82 g/día, del valor calórico total respectivamente. Si bien no establece la relación con el peso corporal, los valores se acercan a lo obtenido por este estudio. (Veramendi Vargas, y Vera Salazar, 2020)
Una nutrición inadecuada, y específicamente un disminuido consumo de carbohidratos en jugadores de fútbol, también fueron descritos por García, García-Zapico, Patterson, e Iglesias-Gutiérrez (2014), aunque la ingesta de proteínas fue elevada contrariamente a los resultados presentados.
En una investigación realizada en otra disciplina de campo, se determinó que rugbiers ecuatorianos poseen hábitos alimentarios desfavorables. Se visualizó una ingesta elevada en alimentos fuente de proteínas de origen animal, un alto consumo de alimentos procesados como colaciones, y un bajo consumo de agua. (Arencibia Moreno et al., 2016)
Evaluar la ingesta a partir de la realidad del deportista es de utilidad para determinar el estado nutricional y vincular su alimentación con el rendimiento y la salud. (Onzari, 2010b)
Conclusiones
Se evaluó la composición corporal de 21 futbolistas sénior y se relevó la información sobre ingesta alimentaria de 14 sujetos.
Respecto a la composición corporal, se obtuvo un valor promedio de masa muscular de 36,5 kg (±7,6), siendo lo estimado, inferior a otros estudios que evaluaron categorías similares.
En cuanto a la masa adiposa, se relevó un promedio de 26,01 kg (±7,07), siendo este valor aumentado con respecto a tablas de referencia. Así mismo el valor de la sumatoria de 6 pliegues fue de 106,5 mm. Esta ponderación es superior a los valores de referencia.
Al evaluar la ingesta alimentaria, la mayoría de los participantes presentaron una ingesta deficiente, a excepción de dos jugadores.
Se observó que los jugadores tienden a ingerir insuficientes cantidad de gramos de hidratos de carbono y de proteínas por kilogramos de peso corporal.
Metodológicamente, es primordial revisar instrumentos de colecta de datos sobre ingesta alimentaria o bien la combinación de diversas herramientas, para evitar sesgos en los resultados y análisis.
Generar espacios de evaluación deportiva nutricional así como educación alimentaria, en donde se vinculen diferentes profesionales, sería necesario para el acompañamiento de los diferentes grupos deportivos.
La promoción de estrategias nutricionales en todos los grupos etarios, posibilitará el cuidado del deportista adulto y una mejor calidad de vida.
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