ISSN 1514-3465
Táctica y estrategia en el fútbol: una aproximación
a través de autores de referencia
Tactics and strategy in Soccer: An Approach through Reference Authors
Tática e estratégia no futebol: uma abordagem por meio de autores de referência
Rubén Maneiro Dios
rmaneirodi@upsa.es
Profesor e investigador en la Universidad Pontificia de Salamanca
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Doctor en Ciencias del Deporte y Doctor en Psicología
(España)
Recepción: 03/02/2022 - Aceptación: 08/07/2022
1ª Revisión: 20/05/2022 - 2ª Revisión: 03/07/2022
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
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Cita sugerida
: Maneiro Dios, R. (2022). Un modelo de entrenamiento para el entendimiento del fútbol (MEEF). Táctica y estrategia en el fútbol: una aproximación a través de autores de referencia. Lecturas: Educación Física y Deportes, 27(292), 174-197. https://doi.org/10.46642/efd.v27i292.3381
Resumen
Los conceptos de táctica y estrategia están integrados en el vocabulario propio del fútbol desde hace muchas décadas. En cambio, en numerosas ocasiones desde los medios de comunicación, la prensa especializada, el propio contexto deportivo o directamente entrenadores y jugadores los han utilizado indistintamente para definir el mismo contenido, o bien han sido utilizados erróneamente para definir situaciones que no son estrategia o táctica. Por ello, en este estudio de revisión se profundiza en esta cuestión, pero abordando la problemática a través de la visión y aportación de diferentes autores de referencia y especializados en el mundo del fútbol. El objetivo del presente trabajo es alcanzar una definición integral de los conceptos de estrategia y táctica, con el fin de aportar soluciones a nivel aplicado no solo a entrenadores y jugadores, sino también a los medios de comunicación y demás agentes interesados en el fútbol. Las conclusiones demuestran que ambos conceptos abordan aspectos distintos del rendimiento deportivo, y presentan clasificaciones específicas que nada tienen que ver entre sí.
Palabras clave:
Estrategia. Táctica. Fútbol. Rendimiento.
Abstract
The concepts of tactics and strategy have been integrated into the vocabulary of soccer for many decades. Instead, on numerous occasions from the media, the specialized press, the sports context itself or directly coaches and players have used them indistinctly to define the same content, or they have been used erroneously to define situations that are not strategy or tactics. For this reason, in this review study this issue is delved into, but addressing the problem through the vision and contribution of different reference authors specialized in the world of soccer. The objective is to achieve a comprehensive definition of the concepts of strategy and tactics, in order to provide solutions at an applied level not only to coaches and players, but also to the media and other agents interested in soccer.
Keywords:
Strategy. Tactics. Soccer. Performance.
Resumo
Os conceitos de tática e estratégia foram integrados ao vocabulário do futebol por muitas décadas. Em vez disso, em inúmeras ocasiões da mídia, da imprensa especializada, do próprio contexto esportivo ou diretamente treinadores e jogadores os utilizaram indistintamente para definir o mesmo conteúdo, ou foram usados erroneamente para definir situações que não são estratégia ou tática. Por esta razão, neste estudo de revisão esta questão é aprofundada, mas abordando o problema através da visão e contribuição de diferentes autores de referência especializados no mundo do futebol. O objetivo deste trabalho é alcançar uma definição abrangente dos conceitos de estratégia e tática, a fim de fornecer soluções em nível aplicado não apenas a treinadores e jogadores, mas também à mídia e outros agentes interessados no futebol. As conclusões mostram que ambos os conceitos abordam diferentes aspectos do desempenho esportivo e apresentam classificações específicas que nada têm a ver entre si.
Unitermos
: Estratégia. Tática. Futebol. Desempenho.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 27, Núm. 292, Sep. (2022)
Introducción
La táctica y estrategia deportiva constituyen los elementos vertebradores de la competición y el rendimiento deportivo. Son conceptos que se utilizan para abordar, comprender y explicar el desarrollo de cualquier evento deportivo (Riera, 1995). Sin embargo, la comprensión de estos términos en el ámbito deportivo no resulta fácil, pues no hay unanimidad, a la hora de determinar los significados de los términos "táctica" y "estrategia", así como sus posibles relaciones. En algunos deportes se mezclan y se confunden ambos conceptos, y en otros no se utiliza el término estrategia o el de táctica, o bien se reservan para actividades muy concretas de la actividad deportiva. Son palabras importadas del ámbito militar y utilizadas en las más diversas facetas de la actividad humana, dando el salto también al campo del deporte, pero con la particularidad de que cada especialidad deportiva, cada entrenador, cada deportista, las emplea con significados diferentes, por lo que su comprensión no resulta fácil. Por lo tanto, la utilización de estos conceptos conlleva imprecisiones, inexactitudes y es a menudo fuente de confusión. (Maneiro, 2014)
En una primera aproximación al estudio de la procedencia de ambos conceptos, se ha descubierto que los primeros textos documentados que hacen referencia a los conceptos estrategia y táctica se remontan a miles de años atrás. Se recogen en la obra “El arte de la guerra”, obra escrita por Sun Tzu. Se considera que el texto fue escrito hacia el último tercio del Siglo IV AC.
“El arte de la guerra” es uno de los libros más antiguos que se han escrito. En él, aparecen las primeras menciones a los términos estrategia y táctica, haciendo referencia a las primeras organizaciones planificadas para combatir durante la guerra. Todo el Arte de la Guerra se basa en la apariencia y seducción, fundamentándose en la idea de “someter al enemigo sin utilizar la lucha”. El libro pregonaba que la victoria no se alcanza a través de estériles guerras sin fin, si no siguiendo los principios del Tao, bajo el concepto de la No-Acción, es decir, vencer sin luchar, conquistar sin destruir, convertir al enemigo en aliado.
Habitualmente, se hace referencia a las culturas orientales como culturas tácticas y de maniobra, sobresaliendo la influencia del General Sun Tzu en este desarrollo cultural. Hoy en día, la filosofía de esta obra ha ido más allá de los límites estrictamente militares, aplicando los recursos y herramientas que la obra proclama al mundo empresarial, financiero o deportivo, como a continuación se detalla.
Ha sido tal la influencia de la obra de Sun Tzu, que, en muchas escuelas empresariales, y a pesar de haber transcurridos 25 siglos desde la documentación de la obra, se continúa estudiando las principales ideas de la obra remplazando únicamente los conceptos “guerra” o “armamento” por “empresa” o “recurso” respectivamente.
Algunas de las citas que recoge el libro y en donde aparecen los términos táctica y estrategia son los siguientes:
Estrategia
Tu meta debe ser tomar intacto todo lo que hay bajo el cielo. De este modo, tus tropas no se agotarán y tu victoria será total. Éste es el arte de la estrategia ofensiva.
Con tus fuerzas intactas, él disputará el dominio del imperio, y así, sin perder un solo hombre, su triunfo será completo. Éste es el método de la estrategia ofensiva.
Cualquier hombre puede ver las tácticas por las cuáles yo logro vencer, pero ninguno puede conocer la estrategia de la cual surgió la victoria.
Táctica
Más tarde llegan las maniobras tácticas, fuera de las cuales nada es tan difícil. La dificultad de las maniobras tácticas consiste en transformar lo tortuoso en directo y el infortunio en beneficio.
El general que comprenda con exactitud las ventajas que conlleva la variación de tácticas, sabe cómo manejar sus tropas.
Las diferentes medidas relativas a las nueve variedades de terreno; la celeridad de las tácticas agresivas y defensivas y las leyes fundamentales de la naturaleza humana: estos son asuntos que no se pueden estudiar.
A la vista de la obra de Sun Tzu, estos dos términos tan utilizados en el fútbol son mucho más antiguos que el fútbol mismo. Trasladados al deporte, y más concretamente a los de cooperación-oposición, como es el caso del futbol, la táctica y la estrategia están muy relacionadas. Por lo general se pueden dar de forma conjunta en una misma situación, lo que en gran medida las hace complementarias la una de la otra; podemos afirmar que ciertas actuaciones tienen un componente táctico y un componente estratégico (Yagüe, 2001).
En cambio, y a pesar de que ambos términos expresan definiciones diferentes, tradicionalmente han sido tratadas como sinónimos, o se han confundido una con la otra. En los medios de comunicación, así como en otras plataformas deportivas, ambos conceptos son utilizados indistintamente. Entrenadores y jugadores tampoco tienen un consenso claro sobre qué es la estrategia y la táctica, utilizando ambos conceptos para definir en determinadas ocasiones las mismas situaciones del juego.
Por tanto, se puede concluir que la confusión fruto de la gran terminología que rodea a este tipo de acciones es muy grande al no existir un consenso entre los diferentes autores e investigadores de la comunidad científica. Por ello, el objetivo del presente trabajo es alcanzar una definición integral de los conceptos de estrategia y táctica, con el fin de aportar soluciones a nivel aplicado no solo a entrenadores y jugadores, sino también a los medios de comunicación y demás agentes interesados en el fútbol.
La estrategia en el fútbol
Estrategia, proviene del vocablo griego strategia, que significa expedición militar, campaña (Garganta, 1997). En el entorno militar1, la elaboración de la estrategia suele ser una materia reservada a los máximos responsables del ejército e implica la planificación de todas las actividades bélicas, políticas, económicas y logísticas para conseguir la victoria. (Riera, 1995)
Para autores como Teodorescu (1984), Wrzos (1984) y Gréhaigne (1992), la estrategia representa el conjunto de actividades y decisiones que preceden al enfrentamiento deportivo, mientras que para Parlebás (1988), también engloba al conjunto de actividades y acciones que se desarrollan durante el propio juego.
Muchos autores e investigadores han definido el concepto de “estrategia” al fútbol en particular, como se recoge en la Tabla 1.
Tabla 1. Definiciones de estrategia propuestas por autores de interés
Autor |
Año |
Definición |
Ramos |
1982 |
Todas
aquellas acciones que se pueden realizar en el transcurso de un partido,
tratando de aprovechar o neutralizar todo tipo de lanzamiento a balón
parado. |
Teodorescu |
1984 |
Plan
táctico especial y otras medidas anteriores al juego, por tanto, que
preceden a la táctica (ésta tiene un carácter aplicativo y
operativo). |
Kirkov
(en Garganta, 1997) |
1979 |
Es
la ciencia de la dirección del equipo con el fin de obtener éxitos a
largo y a corto plazo. |
Kirkov
(en Garganta, 1997) |
1981 |
Arte
de adaptar las tácticas al objetivo escogido. |
Bauer,
y Ueberle |
1988 |
Planes
y medidas de organización, con los que el equipo directivo resuelve las
tareas. |
Duricek
(en Garganta, 1997) |
1992 |
Un
programa de principios o concepción del desarrollo de la lucha
deportiva contra el oponente. |
Gréhaigne |
1992 |
Representa
lo que está determinado previamente para permitir la organización. |
Hernández
- Moreno |
1994 |
Son
todas aquellas acciones que se pueden realizar en un partido tratando de
aprovechar o neutralizar toda clase de lanzamiento a balón parado. |
Ruiz
López |
1995 |
Volver
a reanudar el juego, en distintos puntos del terreno, con perjuicio del
equipo infractor y beneficiando al jugador o equipo que ha pasado a
tener la posesión. |
Gréhaigne,
y Godbout |
1995 |
Tiene
que ver con aspectos que son seleccionados previamente relativos al
equipo y a los jugadores (el plan de juego, la constitución del equipo,
las posiciones y funciones predeterminadas de los jugadores). |
Riera |
1995 |
Plan
para abordar cualquier problema. Está asociado al objetivo principal, a
la planificación y a la globalidad de la acción. |
Hernández
Moreno |
1994 |
Planteamiento
para la puesta en acción de una competición deportiva, en el que es
necesario establecer algún tipo de procedimiento previo para tratar de
resolver favorablemente la situación con que el deportista o el equipo
deben enfrentarse posteriormente, o bien para dar orientaciones que
permitan variar lo que se está haciendo durante la competición. |
Castelo |
1999 |
Arte
de establecer las tácticas para el objetivo marcado. La estrategia se
inserta en todas las fases de la preparación del equipo, teniendo en
cuenta el conocimiento de las particularidades del equipo contrario. |
Alonso |
2000 |
Todas
aquellas acciones y movimientos, tanto de ataque como de defensa, que se
realizan a balón parado durante el transcurso de un partido de fútbol. |
Yagüe |
2001 |
Planteamiento
global que emerge de un plan de acción que contemple todos los diversos
factores y sus relaciones, como las decisiones tácticas oportunas, todo
con la pretensión de conseguir un objetivo principal (ganar un partido,
ascender…). |
Portugal |
2003 |
Conjunto
de ideas, como un plan que el entrenador decide aplicar sobre el partido
con la intención de superar al adversario. La estrategia marca las
directrices generales. |
Aguado |
2004 |
Acciones
ordenadas, dirigidas según una idea elaborada y puestas en práctica
por una dirección, para la obtención de un objetivo. |
Cuadrado |
2004 |
Plan
previo que se realiza utilizando todos los recursos disponibles para
seguir un objetivo principal y que aborda la globalidad de todos los
aspectos que intervienen. |
Vázquez |
2007 |
Toda
acción que se inicia o reanuda en poner el balón en juego e
independientemente de la situación del rival. |
Lago,
Lago, y Rey |
2007 |
Planificación
a corto, medio o largo plazo para buscar objetivos concretos utilizando
todos los recursos de que se dispone. |
Fuente: Elaboración propia
A la vista de las definiciones expuestas, el concepto de estrategia dentro del contexto específico del fútbol, lejos de ser unánime, presenta tantas acepciones como autores han reflexionado sobre ella. Esto motiva que, lejos de llegar a un cauce común, estas definiciones distan mucho unas de otras, lo que puede llevar a errores en cuanto a su comprensión.
En cambio, profundizando en los términos utilizados en cada una de las definiciones y reflexionando en las palabras clave que más se repiten en éstas, sí se observan nexos en común en muchas de ellas. Así, de todas las definiciones expuestas que hacen referencia al término “estrategia”, las palabras clave que se repiten con más regularidad asocian estrategia a los conceptos de “organización”, “preparar”, “planteamiento” y “plan previo” (Gréhaigne, 1992; García, 1995; Riera, 1995; Castelo, 1999; Yagüe, 2001; y Lago, Lago, y Rey (2007). En cambio, otros autores relacionan estas acciones con “situaciones a balón parado”. (Ramos, 1982; García, 1995; Alonso, 2000; Maneiro, Ardá, Losada, Casal, y Rial (2017)
A su vez, otra corriente de opiniones como la de Hernández Moreno (1994) también investiga el concepto de estrategia y afirma que ésta está determinada por los parámetros configuradores de la lógica interna (técnica, reglamento, espacio, tiempo y comunicación motriz), y que su puesta en acción depende de las conductas de decisión que los jugadores adopten en cada momento y situación de juego, la cual se manifiesta por el rol2, y conjunto de subroles3, que el jugador asume y pone en práctica en el desarrollo de la acción de juego. Por otro lado, Bedolla (2003), afirma que la estrategia es el proyecto o programa que se elabora sobre determinada base, para alcanzar el objetivo propuesto.
Si bien cada una de las definiciones analizadas por separado nos aporta poco para poder determinar con claridad el significado de este concepto, aunando los términos que con más regularidad se repiten, subyacen ciertas regularidades que sin duda pueden arrojar luz sobre una definición integral de estrategia. Así, y según se desprende de los autores, se puede definir la estrategia como:
La Estrategia es la planificación global del equipo, a la organización previa, contextualizada en la organización de un campeonato o temporada, y recayendo la responsabilidad de esta planificación en los entrenadores. Asimismo, la estrategia puede estar influenciada por la filosofía e idiosincrasia del club y su historia.
Además, estamos de acuerdo con Riera (1995), quien asigna tres rasgos principales a la estrategia en el ámbito deportivo:
Intenta alcanzar el objetivo principal: la victoria en una competición, clasificarse para disputar la final, no descender o subir de categoría, conseguir una medalla…
Planifica previamente la actuación a corto, medio y/o largo plazo: el entrenador planifica el ciclo de un deportista o de un equipo (largo plazo), la temporada (medio plazo) o la próxima competición (corto plazo).
Aborda la globalidad de los aspectos que intervienen: la planificación estratégica deportiva ha de incluir, por tanto, todos los elementos relevantes que inciden en el rendimiento deportivo (p. 47)
Tipos de estrategia
Algunos autores también han reflexionado sobre los tipos de estrategia en el fútbol. Así, Riera (1995), clasifica la estrategia teniendo en consideración el número de futbolistas implicados y la duración del periodo que abarca, de este modo considera que la estrategia puede ser individual o colectiva y a corto, medio o largo plazo.
Aunque una de las características de la estrategia es la globalidad, ésta puede referirse a todos los factores que inciden en una persona (estrategia individual) o en un colectivo (estrategia colectiva). Desde esta perspectiva, cada deportista puede tener una estrategia. Aplicado al fútbol, la estrategia para conseguir la victoria es siempre colectiva, aunque cada jugador pueda establecer su propia estrategia: no fatigarse en exceso, planificar su actuación para no ser sancionado, etc.
Estrategia a largo, medio y corto plazo
La estrategia puede contemplarse también a partir de la duración del periodo que abarca. No es posible establecer una separación nítida entre corto, medio y largo plazo (Vidal, 2011). Aplicado al fútbol, la periodicidad de las competiciones (semanales, anuales, bianuales, cuatrienales.), podría ayudar a establecer la duración de la estrategia: corto plazo (semana), medio plazo (anual) o a largo plazo (ciclo olímpico, campeonatos mundiales...).
Bauer, y Ueberle (1988), diferencian entre “objetivos estratégicos a largo plazo”, definiéndolo en base a los ascensos de categoría, evitar el descenso, avanzar en torneos de eliminación directa, captar al público con el juego del equipo, etc.; y “objetivos estratégicos a medio plazo”, definiéndolos como la mejora en la tabla de clasificación, la superación de bajas causadas por lesiones, etc. Por otro lado, Echavarría, Arango, Arango, Sánchez, y Ramos (2021), relaciona gestión estratégica con liderazgo competitivo en el fútbol.
La táctica en el fútbol
Táctica, proviene del vocablo griego taktiké que significa originalmente "poner en orden", y se empleaba en el campo militar como el arte de maniobrar con las tropas o de ordenarlas (Garganta, 1997). En el entorno militar, táctica es el empleo de las tropas en el combate.
Muchos autores e investigadores también han definido el concepto de “táctica” aplicado al deporte y al fútbol, como se recoge en la Tabla 2.
Tabla 2. Definiciones de táctica en fútbol propuestas por diferentes autores
Autor |
Año |
Definición |
Clausewitz
(en Garganta, 1997) |
1963 |
Formación
y conducción de los combates… teniendo en cuenta la acción recíproca. |
Matveiev (en Garganta, 1997) |
1975 |
El
arte de conducir una confrontación deportiva. Desde un punto de vista
general, la noción de la táctica deportiva engloba el conjunto de métodos
puestos en juego durante una competición por un atleta (táctica
individual) o por un equipo (táctica colectiva), con el fin de lograr
el objetivo deportivo de acuerdo a un plan o idea previamente
establecida. |
Kunze (en Garganta, 1997) |
1977 |
Método
por el cual, en el ataque o en la defensa, con o sin balón, resulta la
disputa individual o colectiva con el adversario. |
Teodorescu |
1977 |
Totalidad
de acciones individuales y colectivas de los jugadores de un equipo,
organizadas y coordinadas racionalmente y de una forma unitaria, en los
límites del reglamento de juego y de la técnica deportiva, con el fin
de obtener la victoria. |
Konzag, y Konzag |
1981 |
Conjunto
de los comportamientos individuales y colectivos, medidas y actitudes
que permiten obtener el nivel óptimo respetando las reglas y al
adversario. |
López Ramos |
1982 |
Son
todas aquellas acciones que tanto en defensa como en ataque se pueden
realizar para tratar de sorprender o bien contrarrestar al equipo
adversario, en el transcurso de un partido, estando el balón en juego. |
Weineck (en Garganta, 1997) |
1983 |
Comportamiento
racional, regulado sobre la propia capacidad del rendimiento del
deportista y sobre la del adversario, así como sobre las condiciones
exteriores, en un encuentro individual o en equipo. |
Bauer, y Ueberle |
1988 |
Forma
para solucionar los objetivos y tareas relacionadas con el juego, a través
del uso estructurado del conocimiento y experiencias. |
Platonov |
1988 |
Utilización
de los recursos de un atleta (equipo) durante la competición, teniendo
en cuenta las características de la modalidad, las condiciones del
entorno y las particularidades de sus competidores, con el fin de
ejercer un incremento sobre sus adversarios. |
Konzag (en Garganta, 1997) |
1991 |
Normas
y comportamientos individuales que sirven para la utilización óptima
en competición de los presupuestos condicionales, motores, y psíquicos,
teniendo en cuenta el modo de jugar del adversario y otras condiciones. |
Bauer |
1994 |
La
conducta de un jugador, de un grupo de jugadores y del equipo, orientada
al éxito y adaptada a la propia capacidad de rendimiento, a la de los
adversarios y a las circunstancias externas. |
Riera |
1995 |
Actuación
inmediata para superar o evitar ser superado por los oponentes. La táctica
se asocia al objetivo parcial del combate con el oponente. |
Hernández Moreno |
1995 |
Parte
de la conducta motriz de un individuo, grupo o equipo, actuando en una
situación motriz determinada, que hace posible la resolución práctica
de los problemas que dicha situación plantea. |
Gréhaigne,
y Godbout |
1995 |
Adaptación
puntual a las configuraciones de juego, sobre todo a la oposición, y a
la circulación del balón. |
Cappa |
1996 |
Ocupación
del terreno de juego, de modo que el trabajo esté repartido
equitativamente. Correcto manejo del tiempo y del espacio. |
Moreno (en Garganta, 1997) |
1998 |
Todas
aquellas acciones de ataque y defensa que pueden realizar los jugadores
de un equipo con la finalidad de sorprender (combatir) o contrarrestar
(neutralizar) a los adversarios en el transcurso del partido con el balón
en juego. |
Gréhaigne |
1992 |
Método
de acción propio del sujeto en situación de juego, a través del cual
éste utiliza al máximo las limitaciones, la imprevisibilidad y la
incertidumbre del juego. |
Castelo |
1999 |
Utilización
concreta de los medios de acción que se ponen en práctica durante los
partidos. |
Martin (en Garganta, 1997) |
2000 |
Las
acciones, en ataque o defensa, realizadas por todo el equipo de forma
coordinada, planificada y con el objetivo de resolver con éxito
situaciones de juego. |
Gréhaigne |
2001 |
Método
de acción propio del sujeto en situación de juego en el que el
jugador, para desempeñar su papel, se esfuerza por sufrir al mínimo y
utilizar, al máximo, las limitaciones, la incertidumbre y la suerte del
juego. |
Yagüe |
2001 |
Operaciones
concretas en el terreno al servicio de los objetivos más generales de
la estrategia. |
Portugal |
2003 |
Conjunto
de movimientos, acciones y jugadas concretas que realizan los jugadores
en el desarrollo del encuentro. Éstas pueden darse en el contexto del
juego o también como consecuencia de situaciones a balón parado. |
Cuadrado |
2003 |
Todas
las acciones tanto individuales como colectivas que se preparan y
desarrollan con el objetivo de neutralizar y superar al adversario. Es
una lucha directa con el oponente y supone el manejo del espacio y del
tiempo por parte del jugador para tratar de sacar ventaja en las
acciones competitivas. |
Lago et al. |
2007 |
Acciones
dinámicas que se preparan con el objetivo de neutralizar o superar al
adversario. |
Rozen |
2008 |
La
táctica es convertir goles y evitar que nos los conviertan. Y quien
convierta más que el rival, gana. |
Sacristán |
2009 |
Conjunto
de todos aquellos recursos de los que dispone un equipo (jugadores,
sistema de juego, argumentos ofensivos y defensivos) para que,
utilizados adecuadamente, nos sirvan para sacar el máximo rendimiento y
conseguir los mejores resultados. |
Fuente: Elaboración propia
En este mismo sentido, pero en otra línea de investigación, Vegas (1992), no habla de “táctica” en el ámbito futbolístico, sino que el jugador expresa un “comportamiento táctico”, que consiste en que el jugador sea capaz de llevar a cabo el propio proyecto de competición frente al del adversario, disimulando el plan de acción, corriendo riesgos calculados para lograr el éxito. (Memmert, y Rein, 2018)
A la vista de las definiciones expuestas que hacen referencia al término “táctica” aplicado al fútbol, se ha constatado que las palabras clave que se repiten con regularidad pasan por los conceptos: sorprender, acciones, recursos, jugadores y adversario (Bauer, 1994;b Benito, y Varela, 2020; Lago et al., 2007; López Ramos, 1982; Portugal, 2003; y Sacristán, 2009). Aunando los términos que se reiteran, interpretamos que la táctica aplicada al fútbol es “acciones o recursos”, “que realizan los jugadores”, para “sorprender al adversario”.
De este modo, es posible establecer una definición de táctica como:
La táctica aplicada al fútbol hace referencia a todas aquellas acciones de ataque y defensa que se pueden realizar para sorprender (combatir) o contrarrestar (neutralizar) a los adversarios en el transcurso de los partidos con el balón en juego. A diferencia del término estrategia, la táctica hace referencia a cada partido en particular y a la oposición, siendo la interacción con el rival la que provoca dichas acciones tácticas. La responsabilidad de la táctica recae sobre entrenadores en la medida que pueden hacer modificaciones en el momento de la planificación y en los jugadores en el momento de llevarlo a la práctica.
Castelo (1999, 2009), a su vez, habla de una “planificación táctica” de un equipo, definiéndola de la siguiente manera:
“La resolución de los problemas metodológicos que surgen en el terreno de juego, estando constituida por el conjunto de todos los conocimientos susceptibles de dar cierta dirección a las diferentes acciones (individuales/colectivas, ofensivas/defensivas) del equipo con respecto a la concretización de los objetivos preestablecidos”. (pp. 380-381)
Y habla de los medios fundamentales de esta planificación táctica, los cuales define como “dos identidades esenciales e interdependientes”:
Los jugadores que constituyen el equipo, que son los elementos que, a través de su actividad mental y motora, resuelven operativa y eficazmente las diferentes situaciones que el juego entraña.
El entrenador, que sigue a distancia de forma crítica aquello que pasa en el terreno de juego, dando indicaciones (a través de palabras o señales) claras, concisas y completas para ayudar a los jugadores.
En este sentido, Garganta (1997) y Garganta, y Oliveira (1995), afirman que la esencialidad estratégico-táctica del fútbol es un marco de referencia que contempla: 1) el tipo y la relación de fuerzas (conflicto) entre los jugadores que se enfrentan; 2) la variabilidad, la imprevisibilidad y la aleatoriedad del contexto en el que se desarrollan las acciones del juego y; 3) las características de las habilidades motoras para actuar en un contexto específico. (p. 25) (Tabla 3).
Años después, el mismo autor (Garganta, 2000) afirma que el concepto de táctica expresa los niveles de relación “intra-equipo”, según los cuales se puede desenvolver la “táctica individual” y la “táctica colectiva”4, conteniendo ésta dos subniveles: “la táctica grupal” y la “táctica de equipo”.
Tabla 3. Perspectiva dicotómica de la estrategia y la táctica
Estrategia |
Táctica |
Entrenador |
Jugador |
Antes del partido |
Durante el partido |
Factores extrínsecos del juego |
Factores intrínsecos del juego |
Pensamiento/Reflexión |
Acción |
Inteligencia/Astucia |
Estandarización/Mecanización |
Regulación de la competición |
Desarrollo del juego |
Fuente: Garganta, y Oliveira (1995)
Rozen (2008), reduce la definición de táctica a lo siguiente: “La definición de táctica es tan sencilla como decir que la Táctica es convertir goles y evitar que nos los conviertan. Y quien convierte uno más que el rival, gana” (p. 21). El autor resume el concepto en base al fin último del duelo en el fútbol: conseguir más goles que el rival.
En el capítulo anterior, en donde se afirmaba que la definición de estrategia se asociaba a términos como objetivo principal, planificación y globalidad, podríamos afirmar que las palabras clave para acotar táctica hacen referencia a (Riera 1995):
Objetivo parcial: Ahora el objetivo es driblar, al contrario, marcar un gol o conseguir un punto, así como evitar ser driblados y que el equipo contrario nos marque un gol.
Combate: La esencia de la táctica es el combate, la lucha, el cuerpo a cuerpo. En la táctica, la improvisación supera a la planificación.
Oponente: La actuación táctica viene en buena parte determinada por la actuación de nuestro oponente (pp. 45-56).
De este modo, y de acuerdo con el autor, la táctica tampoco abarca a las acciones a balón parado y tampoco tiene nada que ver con la estrategia.
Por otro lado, para Morales, Anoceto, Pairol, y Crespo (2018), el rendimiento técnico-táctico es la expresión del estado o forma del deportista en este componente de la preparación, y está en función de las acciones propias del deporte y de los elementos técnicos que las sustentan. El trabajo de Pereira, Janjaque, Cruz, y Santiesteban (2018) recoge que uno de los retos de la táctica en los deportes de combate radica en la dificultad de su incorporación a la programación del entrenamiento debido a su gran volumen de contenido. Por último, también se destacan las aportaciones de García, Machuat, Fernández, y Toledo (2018), quienes afirman que la ejecución táctica está directamente ligada con el pensamiento y la cognición.
Tipos de táctica
López Ramos (1982), define la táctica en el fútbol en base a dos conceptos:
Adaptación de los jugadores a la táctica impuesta por el entrenador. Se basa en la “fe” del entrenador de que es lo mejor para el equipo, convirtiéndose éste en el auténtico líder del equipo y de la imposición de la táctica que desea el entrenador.
Adaptación de la táctica a las características individuales y colectivas del plantel disponible. El autor entiende que los jugadores no están capacitados para adaptarse a la táctica que el entrenador desea, por lo que se debe adaptar la táctica al grupo de jugadores del equipo.
Matveiev (1986), habla de “sentido táctico”, y concluye que éste reside en tres aspectos fundamentales:
La aptitud para identificar situaciones y tratar las informaciones esenciales para la resolución de los problemas que se presentan en la competición.
La capacidad para prever las acciones del adversario.
La capacidad para escoger las mejores y las más adecuadas de las posibles situaciones, problemas o variantes presentadas.
Mombaerts (2000) a su vez, habla de “fundamentos tácticos ofensivos” y “fundamentos tácticos defensivos”, para definir el “futbol moderno” o “juego total”.
En cambio, Bauer, y Ueberle (1988), definen la táctica en base a cinco tipos de interacciones diferentes que se pueden dar en el contexto de competición (Figura 1):
Táctica individual: el jugador realiza una táctica individual independientemente de su situación en el campo y de sus misiones específicas.
Táctica colectiva: dos o más jugadores forman un comportamiento colectivo de juego.
Táctica de equipo: en donde la actuación planificada de todos los jugadores y grupos de jugadores tienen como fin la realización de todas las tareas de ataque y defensa. Diferencia entre táctica ofensiva y defensiva:
Táctica ofensiva con ataque frontal, en donde todos los jugadores avanzan hacia la portería con posesión de balón con conexión estrecha entre los grupos de jugadores.
Táctica ofensiva con contraataque: en donde unos jugadores (los más rápidos) avanzan hacia la portería contraria con pases largos (riesgo) desde la zona de defensa
Táctica defensiva desplegando hacia atrás: en donde el objetivo es atraer contrarios débiles en cuanto a su condición física hacia la defensa, con el objetivo de obligarles a largas carreras.
Táctica defensiva con fore-checking: en donde el contrario con posesión de balón es atacado de forma constante por varios jugadores en su mitad de campo, con el objetivo de desconcertar a los contrarios técnicamente débiles, con el objetivo de hacerse con el balón.
Táctica en las situaciones estándar: en cada partido existen situaciones parecidas que siempre se repiten a causa del reglamento.
Práctica del día de partido: en donde el desarrollo del partido y con ello de la táctica de los jugadores y del equipo está influenciada por diversos factores fundamentales decisivos para dicho partido, como la importancia de éste, el lugar del mismo, el público, las decisiones del árbitro, etc.
Los sistemas de juego: mediante los sistemas de juego se establece una organización básica, en donde los jugadores se reparten los espacios, las posiciones, las misiones…
Pero Bauer (1994), unos años después, vuelve a reflexionar sobre el concepto y añade una serie de aspectos que él define como “contenidos ligados a la táctica” de cara a la consecución del éxito:
Táctica como planificación, preparación y organización de la competición deportiva.
Táctica como acumulación disponible de experiencias y conocimientos de situaciones de juego y de la aplicación apropiada de los medios técnicos, físicos y psíquicos para la resolución de dichas situaciones de juego.
Táctica como plan de una acción táctica.
Táctica como desarrollo de acciones prácticas.
El propio autor apunta un nuevo concepto en su trabajo: la acción táctica. En ella, afirma que las acciones tácticas que realiza el jugador dentro del contexto de juego no están aisladas, sino que dependen de otros factores, como son:
Factores de motivación: necesidades, sentimientos, intereses, opiniones.
Capacidades sensoriales: visión periférica, centralizada, audición perfecta, sentido táctil y equilibrio.
Capacidades intelectuales: conocimientos (reglas, situaciones típicas del juego y soluciones posibles a realizar) capacidad de concentración, memoria de juego, creatividad y pensamientos planificados.
Características de la personalidad y del temperamento: voluntad de realización e insistencia, valor, disposición al riesgo, capacidad de oponerse, energía y optimismo.
Ardá, y Casal (2003), globalizan el concepto de táctica más allá del jugador, proponiendo la existencia de una concepción unitaria del equipo para dar lugar a un juego más eficaz. Los comportamientos de los jugadores son introducidos por las relaciones de cooperación y de oposición y, por lo tanto, por las sucesivas transformaciones que ocurren a lo largo del juego. Afirman que, durante un partido de fútbol, cada una de las situaciones que se le presentan al jugador dentro del contexto colectivo es táctica. Destacada es también la posición de Petiot, Aquino, Silva, Barreira, y Raab (2021), quienes afirman que las acciones tácticas son indispensables en el fútbol porque están delimitadas por el contexto en el que se llevan a cabo, aspecto que se recogió previamente en Petiot, Aquino, Cardoso, Santos, y Teoldo (2017).
Táctica individual
Si abordamos la táctica como los mecanismos que un equipo ejecuta dentro del contexto de juego para explotar sus propias virtudes y neutralizar las de su rival, debemos comprender y abordar su estudio desde el átomo del cual parte, que es la táctica individual.
Konzag, Döbler, y Herzog (2000), definen la táctica individual como aquellas medidas que un jugador individual debe dominar en el ataque y la defensa para resolver la situación con éxito o bien cumplir las exigencias de la táctica colectiva. Para ello, afirma que las condiciones fundamentales para una correcta táctica individual son:
Dominio de las habilidades técnicas.
La exacta percepción de las situaciones y la anticipación a estas.
La velocidad de actuación.
La aplicación de los conocimientos adquiridos por medio de un entrenamiento sistemático.
La experiencia en el juego. (pp. 35-36)
Gréhaigne (2001), en cambio, define la táctica individual como “el conjunto de las acciones individuales empleadas de manera consciente por un jugador en sus interacciones con sus compañeros y sus rivales tanto en ataque como en defensa” (p. 140).
Táctica colectiva
La táctica colectiva está presente sólo en los deportes de colaboración o de oposición con colaboración, como puede ser el fútbol. En los deportes individuales la táctica colectiva no puede darse debido a que no hay elementos del propio equipo con los que interactuar.
En estos deportes, los miembros de un equipo han de aprender a colaborar entre sí para enfrentarse al equipo contrario. Por lo que, en cada instante, los jugadores han de analizar la situación de los oponentes, el móvil y los compañeros, decidir con rapidez y ejecutar la acción colectiva más conveniente para conseguir el objetivo:
El equipo como un todo, interactúa con: los oponentes, el balón, los compañeros y consigo mismo.
En función de los elementos anteriores, el equipo ha de comparar los posibles efectos de las diversas alternativas tácticas y elegir la que considere mejor para alcanzar el objetivo.
El equipo ha de ejecutar las acciones técnicas colectivas. (Riera, 1995, p. 53).
El fin principal de la táctica colectiva es la creación de un comportamiento colectivo, donde todos los jugadores consigan tal nivel de sincronización que lleguen a ejecutar sus movimientos como un solo jugador. Para ello, la táctica colectiva se basa en un comportamiento eminentemente holístico, ya que no se basa únicamente en la suma de sus partes (los jugadores), sino que de esta interacción de los jugadores surge algo nuevo, un “comportamiento colectivo”, con propiedades y características que no tenían los elementos que lo formaron (los jugadores), formando un sistema complejo mucho más competitivo que el de la simple suma de sus partes (Figura 2).
Cuando hablamos de que la táctica colectiva en fútbol es más que la suma de las partes que lo forman, se insiste en que la simple asociación de los comportamientos individuales5 no permite deducir el comportamiento del conjunto, ya que como se ha comentado, el conjunto es más que la suma de sus partes, con otras cualidades y propiedades superpotenciadas que reafirman su naturaleza holística. Otro ejemplo de este concepto es lo que se conoce en el fútbol como la defensa en zona (Figuras 2 y 3), donde los jugadores tienen una zona delimitada de antemano en donde si un rival penetra, es el encargado directo de su marcaje, mientras los demás defensores hacen funciones de vigilancia.
En términos aplicados, lo que caracteriza a la táctica colectiva y constituye su diferencia respecto a la táctica individual, no es solamente el incremento de elementos, alternativas y ejecuciones posibles, sino la globalidad del enfrentamiento y la complejidad con la que actúa ese “comportamiento colectivo”. En ella, los diferentes jugadores deben ubicarse donde pueden ser más eficaces, para desarrollar su máximo potencial en favor del beneficio colectivo, evitando estar en lugares inadecuados, para mejorar su posición para que tenga las máximas opciones de desarrollar su potencial.
Beni (2010), también desarrolla el concepto táctico colectiva basándose en los enfrentamientos n:n en los que cada miembro del equipo junto con el resto, en conjunto, interactúan con los oponentes, el balón, los compañeros y consigo mismo, valorando los efectos de las diferentes alternativas tácticas, eligiendo la mejor y ejecutando técnicas colectivas.
Konzag et al. (2000), afirman que “el rendimiento de un equipo se produce por medio de una actuación interindividual adecuada y determinada en grupos de jugadores, manifestándose en la realización de diferentes sistemas de juego” (p. 37). Para ello, define los conceptos de “táctica de grupo”, como la consecución de una actuación en conjunto de los jugadores que tenga un objetivo concreto y adecuado para así llevar a cabo objetivos de acciones tácticas; y de “táctica de equipo”, definiéndola como el desarrollo y estabilización del juego de conjunto de todo el equipo, que persigue una meta concreta. La táctica de equipo es el sistema de ataque y defensa elegido. (p. 38)
Barth (2010), profundiza en la táctica colectiva como enfrentamiento global y también utiliza los conceptos de “táctica de grupo” y “táctica de equipo”, definiendo a la primera como forma de interacción entre las unidades de un mismo equipo; y la segunda como las conductas de ataque y defensa, en cuya realización participa todo el equipo.
A raíz de lo expuesto hasta aquí, podemos considerar que la responsabilidad de la táctica recae sobre los jugadores y los entrenadores. Si bien los jugadores son los encargados producir la táctica, de llevarla al partido real y expresarla por medio del juego, los entrenadores se pueden considerar los ideólogos de la misma, los que se encargan de planificar el “cómo” se va a conseguir el éxito en un determinado partido.
Conclusiones
Este estudio permitió realizar una aproximación más detallada a dos de los conceptos que con más regularidad se repiten en el fútbol de alto rendimiento, como son los de táctica y estrategia. A través de la definición de diferentes autores de referencia, se ha podido establecer una definición clara e integral de ambos conceptos, además de conocer sus diferentes clasificaciones. Esto puede redundar en un uso más específico y correcto por parte del público interesado de ambos términos.
Notas
“La estrategia no tiene otra misión que la disposición de los combates y de las medidas que con estos se relacionan (…). La estrategia hace el plan de las diversas campañas y dentro de ellas ordena el combate” (Von Clausewitz, 1831, en Riera, 1995).
“Situación de juego asumida por un jugador a la que se asocian una serie de acciones, funciones y decisiones específicas”. (Parlebas, 1988)
“Es cada una de las posibles conductas de decisión que el jugador puede asumir y realizar durante el desarrollo del juego, siempre que tengan un carácter estratégico. (Parlebas, 1988)
Definidos en Riera (1995).
Garganta (2012), afirma que “muchas soluciones que parecen inteligentes individualmente en el fútbol pueden no serlo colectivamente. Lo hace bien colectivamente quien lo comprende bien colectivamente”.
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