ISSN 1514-3465
La graduación en la escalada deportiva y boulder. Nuevos aportes y perspectivas
The Graduation in Sports Climbing and Boulder. New Contributions and Perspectives
A graduação em escalada esportiva e Boulder. Novas contribuições e perspectivas
Ignacio Emmanuel Melano
ignaciomelano@gmail.com
Magister en ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes
Diplomado en Neurociencias del Deporte (Universidad del Gran Rosario)
Licenciado en Educación Física (Universidad Nacional de Luján)
Profesor de Educación Física (IMSETEM) y Monitor de Escalada (FASA)
Posterior a su formación de grado, ha sido reconocido
con el Premio de la Provincia de Buenos Aires, al mejor promedio
de la Universidad de Luján, cohorte 2012; y en el marco del cuarto nivel
ha sido ganador de la “Beca de Posgrado” Subprograma 3 – PROFAP
por la Universidad Nacional de Avellaneda
Docente e investigador ordinario de la Universidad Nacional de Luján
y la Universidad Nacional de Hurlingham
(Argentina)
Recepción: 29/07/2021 - Aceptación: 06/11/2021
1ª Revisión: 01/11/2021 - 2ª Revisión: 03/11/2021
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0) https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es |
Cita sugerida
: Melano, I.E. (2022). La graduación en la escalada deportiva y boulder. Nuevos aportes y perspectivas. Lecturas: Educación Física y Deportes, 27(291), 138-151. https://doi.org/10.46642/efd.v27i291.3145
Resumen
El siguiente trabajo describe el sistema de graduación en la escalada deportiva tomando las nociones clásicas: grado máximo, grado a flash, grado a vista u «onsight» y profundizando en su análisis a partir de un ejercicio estadístico y reflexivo. El objetivo del artículo es proponer una nueva mirada sobre el modo de considerar la graduación de manera tal que ayude y oriente a los/as escaladores/as a lidiar con las presiones mentales y emocionales que “subir” un grado implica. Como conclusión, se proponen alternativas para la construcción del yo escalador y una nueva manera de considerar las rutas proyectadas.
Palabras clave
: Escalada deportiva. Graduación. Gestión emocional.
Abstract
The following article describes the grading system in sport climbing through the classic notions: maximum grade, flash grade, sight grade or «onsight» and analyzes them from a statistical and reflective exercise. The aim of the article is to propose a new form of considering graduation in a way that helps and guides climbers to deal with mental and emotional pressures involved in the act of “going up” on a grade. As a conclusion, alternatives are proposed for the construction of the climbing self and a new way of considering the projected routes.
Keywords:
Sport climbing. Graduation. Emotional management.
Resumo
O seguinte trabalho descreve o sistema de classificação na escalada desportiva tomando as noções clássicas: grau máximo, grau flash, grau à vista ou «onsight» e aprofundando a sua análise a partir de um exercício estatístico e reflexivo. O objetivo do artigo é propor um novo olhar sobre como pensar a graduação de tal forma que ajude e oriente os/as escaladores/as a lidar com as pressões mentais e emocionais que “subir” um degrau implica.Como conclusão, são propostas alternativas para a construção da auto-ascensão e uma nova forma de considerar as rotas projetadas.
Unitermos
: Escalada esportiva. Graduação. Gestão emocional.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 27, Núm. 291, Ago. (2022)
Introducción
Se denomina escalada a la progresión de ascender utilizando las manos y los pies, por un muro artificial o natural. Dependiendo del tipo de dispositivos utilizados para su protección varía la denominación, pudiéndose encontrar: escalada artificial, clásica, deportiva o sin protección, siendo esta última la modalidad más peligrosa (free solo). Si bien es un deporte que surgió en el ambiente natural, prontamente se comenzó a practicar en modo artificial, realizando para ello algunas modificaciones (Pasoclave, 2018). En la actualidad, ser un escalador profesional implica competir en el circuito nacional e internacional en tres modalidades: Boulder, Dificultad y Velocidad; llegando a su máxima difusión con la inclusión de este deporte en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La competencia en Boulder consta de la resolución de un problema motor escalando, para el cual cada competidor tiene 5 minutos para su visualización y realización sin cuerda ni arnés, y solo contando con la protección del colchón del suelo. La clasificación estará determinada por el número total de intentos realizados para completar los problemas resueltos con éxito (a menor intentos mayor puntaje); número total de puntos de bonificación1 (si los hubiera). (FASA, 2021)
La modalidad de Dificultad, implica la resolución de una vía de progresión vertical pudiendo llegar a los 30 metros de altura. En esta instancia el/la competidor/a dispone de solo un intento y la puntuación que obtienen dependerá de la cantidad de metros que haya progresado “clipando” en los seguros de protección a medida que escala de primero2. En caso de que varios resuelvan la vía de forma completa, se cuenta como ganador al que haya realizado menos movimientos. (FASA, 2021)
Por otro lado, la más reciente incorporación al modo de competición, es la escalada en Velocidad, la cual tiene la particularidad de ser siempre la misma ruta. Los competidores van asegurados desde un sistema top rope (es decir, por arriba de ellos, sin riesgo de caída). El objetivo es realizar todo el recorrido más rápido que su rival, sin importar la cantidad de movimiento. (FASA, 2021)
Cada día, hay mas escaladores y escaladoras que practican este deporte y no ven como necesidad ir a la montaña, sierra o cantera para encontrarse con vías que les motiven. En efecto, la tendencia actual de los muros y rocódromos es elaborar problemas que para su resolución sea necesario involucrar saltos coordinativos, dinámicos, equilibrios, bloqueos y movimientos que difícilmente pueden ser encontrados en roca.
El abanico de escalada en roca es muy amplio; este artículo trata específicamente sobre la escalada deportiva en roca. Dentro de esta modalidad, el objetivo es llegar al top, valiéndose para ello solo de las capacidades del escalador/a y utilizando los seguros ya colocados en la vía. Si bien es cierto que la escalada deportiva en roca y la escalada deportiva indoor se diferencian cada vez más, la cuestión del grado de dificultad está presente en ambas. Sobre ello tratará este artículo.
La graduación
Una de las primeras cuestiones que se aprenden en el mundo de la escalada deportiva –incluso antes que las maniobras de seguridad– es que, para medir el desempeño de cada escalador, se debe dar cuenta de un determinado grado. Acceder a este grado, supone realizar la vía en su totalidad sin caerse ni pedir tensión a lo largo del recorrido. A esto, al menos en Argentina, se le llama encadenar. De esta manera, el escalador o la escaladora da cuenta de su máximo rendimiento.
Una gran parte de la comunidad escaladora se plantea como objetivo personal llegar a obtener un determinado grado encadenado. Sin embargo, encontramos que muchas veces el planteo de estas metas genera presión psicológica/emocional disfuncionales en la concreción de ese objetivo. Tal como lo demostraron Sánchez, y Torregrosa (2005), la influencia de las variables psicológicas en la escalada (indoor y roca) son determinantes sobre el desempeño final que el deportista logre.
La graduación siempre ha sido objeto de discusión. El propósito de este artículo es pensar la graduación mediante la utilización de algunos conceptos propios de la probabilidad y la estadística. De esta manera, se propone una nueva mirada sobre el modo de considerar la graduación de manera tal que ayude y oriente a los/as escaladores/as a lidiar con las presiones mentales y emocionales que “subir” un grado implica.
¿Qué es un sistema de graduación?
En las diferentes modalidades de escalada, se pueden encontrar sistemas para clasificar la dificultad de una vía. Esta evaluación es realizada en primera instancia por el aperturista de la ruta o vía y, luego, validada por un conjunto de escaladores con vasta experiencia.
Una de las primeras cuestiones a considerar es que la graduación está sujeta a una escala ordinal. ¿Qué es una escala ordinal? Es una construcción alfanumérica, donde el orden no es aleatorio, sino que se encuentra de forma progresiva. Generalmente, para este tipo de escalas se utilizan letras, números cardinales, números romanos, o una combinación de ambas. Bajo este concepto, no podríamos agregar símbolos sin sentido ordinal, tales como % o #, puesto que no es posible organizarlos en este tipo de escala.
De hecho, cuando observamos las diferentes graduaciones en escalada deportiva en el mundo, encontramos una combinación de este tipo de caracteres. La americana, por ejemplo, utiliza números cardinales separados por un punto para marcar la dificultad, donde 5.10c es más alto que 5.10a; la escala francesa por su parte utiliza números, letras y símbolos de + y –, etc.3. A continuación, su distribución.
Grado máximo, grado a flash, grado a vista u «onsight»4
Si bien no existe una definición oficial sobre esto, la comunidad escaladora se refiere a diferentes tipos de grados. Es común escuchar que el grado proyectado es 8a, y a vista 7b; o que el grado proyectado es 7a y a vista 6b. ¿Qué significa esto?
El grado máximo
(grado trabajado o grado proyectado) refiere a la vía de mayor dificultad que se ha encadenado, sin importar la cantidad de intentos que se hayan utilizado. Generalmente, a este grado también se lo llama grado proyectado, puesto que en la mayoría de casos, es el que lleva consigo un programa de trabajo y un entrenamiento acorde para alcanzarlo. Por otro lado, se considera grado a flash, cuando el escalador logra encadenar la ruta en el primer intento, pero se vale para ello con información previa, pudiéndola obtener de otros escaladores, videos, fotos, análisis, colegas, etc. También puede suceder que el máximo grado alcanzado sea en flash o a vista, pero ocurre muy pocas veces.
Por último, el grado a vista se refiere al grado máximo encadenado de una vía cuando el/la escalador/a no posee información previa; solo la que puede obtener desde el pie de vía antes de escalar. Como sostiene Ondra (2020), "si has asegurado a alguien en esa ruta, ya no es a vista". Este grado generalmente es menor al grado máximo y al grado flash.
Por lo anterior, se desprende que cada escalador/a podría clasificar en función de estos tres grados siendo, por ejemplo, Grado máximo: 8a+; Grado flash: 7b+; Grado a vista: 7a+.
Ahora, ¿qué significa esto? ¿que este/a escalador/a puede encadenar todos los 7a+ del mundo a vista? Si bien una respuesta empírica es difícil de obtener, la intuición pareciera indicar que existe una alta probabilidad de que esto no sea así.
Ahora sí, a los números
Para profundizar en el interrogante anterior, plantearemos el caso de dos escaladores hipotéticos, sus características y cómo podríamos ajustar la graduación en función de las mismas.
Romina y Francisco escalan juntos desde hace más de 3 años y, luego de una etapa recreativa, deciden establecer como objetivo encadenar su primer 6b. Francisco tiene una pulida técnica de placa, maneja muy bien los pies y el equilibrio; su principal falencia es la falta de fuerza. Además, nunca ha probado ni le interesan las vías de extraplomo.
Romina, por su parte, tiene una fuerza muy grande que, combinada con su bajo peso, hace que se desenvuelva muy bien en las vías de extraplomo. Sin embargo, la coordinación de pies y la fuerza de dedos no son su fuerte.
Para avanzar con el ejercicio hipotético, se supone que en una bolsa se encuentran todos los 6b del mundo. Se sabe que son múltiples los factores que se tienen en cuenta para la graduación: el sector, el país, el abridor, la exposición, el factor psicológico, la complejidad motriz, etc. La experiencia indica que se encontrarán vías muy diferentes entre sí; inclusive al realizar algunas se podría pensar que son muy fáciles o muy difíciles para el grado asignado. Si se toman esos 6b y se los ordena según la dificultad entre -1 y 1, posiblemente se encuentre una pequeña cantidad relativa cercanos en los extremos y una gran cantidad en el centro, quedando un gráfico similar al siguiente.
¿Qué significa este gráfico?
Es probable que, si se ordena a todos los 6b del mundo, se encuentre una gran cantidad de dificultad media (cercana a 0), pocos muy fáciles (cercanos a -1) y pocos muy difíciles (cercanos a 1). En términos estadísticos, a esta distribución se la conoce como distribución normal o con el nombre de Campana de Gauss (Blalock, 2018; Cortada de Kohan, 1994), por la forma que se obtiene en los contornos.5
Ahora, es importante señalar que estos 6b fueron ordenados según la dificultad. Pero… ¿dificultad para quién? ¿para Romina? ¿para Francisco? ¿acaso es lo mismo un 6b cercano a 1 de placa que un 6b cercano de -1 con extraplomo? Es aquí donde entra el componente personal y, lo que esta campana pareciera ordenar, se transforma en un nuevo caos.
Si se toma el ejemplo de Romina (quien tiene pésima técnica de placa y de adherencia; pero es muy fuerte en extraplomo) y se ordena esto en función de sus condiciones, se obtiene una nueva distribución. Además, si se identifican estas vías con colores, es probable que este gráfico, para esta escaladora en particular, sea de la siguiente manera (Figura 3).
Como se ve, cercano a -1 se encuentran las vías más accesibles para ella, en función de sus capacidades. Es decir que a Romina -y suponiendo que en todo el mundo existan en partes iguales la misma cantidad de 6b de placa, adherencia y extraplomo- le será mucho más probable encadenar una vía de extraplomo (muchas cercanas a -1) que una de placa o de adherencia (cercanas a 1).
Si se complejizan las cosas un poco más, conjeturando que, para la mala suerte de Romina, en el mundo solo existen 3 vías de ese grado en extraplomo que, además, tienen dificultad diversa; y que el resto de las vías del mundo, son de placa y adherencia. Según el criterio de Romina podría adquirir la siguiente distribución (Figura 4).
De esta manera, Romina deberá elegir las vías más cercanas a -1 (las más probables de encadenar) y de ese conjunto ¡solo tiene 3 vías de extraplomo!
Para Francisco, su distribución será diferente. ¿Cómo van a ser diferentes si son los mismos 6b del mundo? Se entiende que esta distribución está organizada en función de las capacidades y potencialidades de cada uno. Por lo tanto, se puede inferir que cada escalador/a organiza su propio gráfico en función de lo que personalmente le sea más fácil o más difícil.
Con este modelo, podríamos organizar todas las vías contemplando todas las dificultades posibles. Sería esperable que esta distribución sea también normal, donde los valores más allá de los extremos de -1 y 1, correspondan simplemente a la anterior o siguiente graduación. Además, este modelo permite explicar por qué en ocasiones tenemos vías de diferente grado que nos parecen más “duras” que otras de mayor grado. Si se aprecian y comparan todos los 6b con los 6b+. Es muy probable que algunos de los 6b+, cercanos a -1 sean percibidos como menos difíciles que una vía de 6b cercano a 1. Entonces, con este criterio, se puede organizar la graduación francesa de la siguiente manera (Figura 5).
Lo que comprende el área marcada entre el rectángulo, serían las vías que son percibidas como muy fáciles o muy difíciles para ese grado. Aquellas de las que, en ocasiones, se escuchan comentarios del estilo: “está graduada como 6b+, pero podría ser un 6b duro”.
¿Qué sucede en la escalada indoor?
Quien ha seguido algún protocolo de entrenamiento, sabe que la organización de la dificultad por colores es muy común en los muros latinoamericanos y en el exterior. Algunos, además, incluyen la graduación con la escala francesa como referencia.
Al ser ambientes artificiales, en un solo lugar podemos encontrar una gran diversidad de boulders y crux en el mismo rocódromo: adherencia, placa, romos, pinzas, extraplomo, dinámicos, etc. Ahora bien, ¿cómo se organiza la dificultad? Los aperturistas seleccionan una gama de colores, y se les asigna un valor ordinal (es decir, que se pueden organizar de mayor a menor).
La primera intuición indica que, al ser un contexto mucho más controlado que la roca (dado que podemos elegir dónde y con qué orientación colocamos cada presa), el desvío estándar en la graduación según distribución normal debería ser mucho más pequeño. Sin embargo, esto no es así en los sistemas ordinales por color.
Imaginando lo muy dificultoso y poco estético que sería tener un color de cinta pegado en el muro por cada grado de escalada deportiva: 5a celeste; 5a+ celeste oscuro 6a azul; 6a+ verde; 6b magenta; 6b+ magenta oscuro; 6c verde claro; 6c+ verde oscuro, etc.
Los aperturistas que utilizan el sistema ordinal por color, lo que hacen es “englobar” vías de dificultad “similar” y optar por ponerles un solo color. Entonces, las de cintas verdes serían, por ejemplo, de 5a hasta 6a+. El color simplemente representa una guía/ayuda al/a la escalador/a, para que sepa de forma previa con qué tipo de desafío se puede encontrar en su resolución.
Suponiendo que los colores que un muro elije para su graduación son: verde, azul, amarillo, rojo, negro y violeta, se tienen de esta manera los bloques ordenados según dificultad similar. Entonces ¿por qué en ocasiones Francisco puede encadenar un Boulder rojo y aún no ha podido encadenar todos los amarillos? Pues bien, para responder a esto, es pertinente no pensar las graduaciones en términos lineales como límite extremo, sino con posibilidad de superposición.
Ahora realmente tiene más sentido, aunque desde luego esta distribución es general. Aquí, hay que aplicar el mismo criterio según las potencialidades de cada escalador/a, donde es muy probable que Romina (fuerte en extraplomo), tal vez pueda hacer un bloque rojo de la proa del muro, pero no pueda encadenar ningún amarillo de adherencia o placa.
Es oportuno recordar que el personal abanico técnico, mental y físico se compone de una cadena de eslabones. Siempre la cadena va a estar limitada por el eslabón más débil. Tal vez sería deseable que Romina y Francisco se animen a buscar/experimentar/aprender y escalar fuera de su zona de confort. (Igner, 2016; Reinoso, 2009)
La disputa por el 9c
Mientras se producía este artículo, el mundo fue testigo de algo realmente extraordinario en la escalada deportiva. Desde hace algunos años, Adam Ondra y Alex Megos venían trabajando en proyectos que, a priori, pondrían el primer 9c de la historia.
El 3 de septiembre de 2017, Adam daba el primer paso encadenando Silence y proponiendo el grado de 9c. La experiencia de Adam en el 9º grado (121 vías encadenadas de 9a; 43 vías de 9a+; 20 vías de 9b; 3 vías de 9b+) hacen suponer que, cuando propuso el 9c, no lo hizo desde el ego, sino desde la experiencia, si se recuerda lo que decía por aquellos años en una entrevista realizada por la Revista Desnivel (2017, p.1) “...Creo que puede ser un 9c. He probado muchas variantes que pueden ser 9c para mí, pero, para saber de verdad cómo es de dura, lo importante es probarla mucho y estar más cerca de encadenar”. Por el momento no tiene ninguna repetición. Habrá que esperar un tiempo para ver (¿tal vez a Stefano Ghisolfi?) si se intenta su repetición.
Pasado un tiempo, Alex Megos encadena Bibliographie, para la cual sugiere el grado de 9c (Desnivel, 2020). Aquí es importante recordar exactamente sus declaraciones:
"Sé que existen muchas especulaciones sobre el grado de esta vía. Creo que la graduación es muy subjetiva. Mi propuesta personal es que se trata de un 9c. Considerando el hecho de que Perfecto Mundo 9b+ me llevó 16 días de esfuerzo, Bibliographie, con alrededor de 60 días y un entrenamiento más específico, me ha parecido mucho más difícil". (Wogüclimbing, 2020)
Cuando Alex propuso el 9c, nadie dudó en la graduación. Al menos, hasta que Stefano Ghisolfi la encadenó hace unas semanas y dijo que, en su experiencia, no la siente más dura que otros 9b+ que ha realizado. Luego de unos días, Ghisolfi (2021) comentó en su cuenta oficial de Instagram:
Cuando comencé a probar Bibliographie no podía imaginar que podría escalarla en una temporada, viendo el video de @Alexandermegos la ruta parecía imposible y si le tomó 60 días, lo empiezo a proyectar pensando en volver con los años. Al final, me sentí bien desde el principio, encontré una nueva beta para el crux (cambiar la mano izquierda y la derecha en comparación con Alex), y una nueva beta para el segundo crux. (Ghisolfi, 2021)
Luego continúa:
Lo subí en un total de 25 días de escalada durante estos 3 meses, e intenté compararlo con Change y Perfecto Mundo, cambiando de opinión cada dos días. Change me llevó casi al mismo tiempo y Perfecto Mundo un poco más, pero creo que las 3 rutas podrían encajar todas en el mismo rango de grados. Sé que puedo escalar un 9c, pero para que una ruta tenga ese grado tiene que ser mucho más difícil que los 9b+ existentes, y Bibliographie para mí no lo es. (Ghisolfi, 2021)
Y finaliza:
Esto no significa que quiera menospreciar el desempeño de nadie, ni el de Alex ni el mío, sigue siendo un logro increíble (especialmente el primer ascenso que incluye muchos aspectos mentales y físicos más duros) pero solo quería ser honesto sobre lo que hice. Esta es solo mi opinión, ojalá escuchemos otras pronto. Hubiera sido feliz de ser la tercera persona en haber escalado 9c, pero en mi corazón, sé que no lo soy (todavía). (Ghisolfi, 2021)
Parecía ser que la disputa de los grados había sido algo de la vieja escuela. Sin embargo, en esa dificultad, siendo tan pocos los que pueden encordarse al pie de vía, es muy importante la comunicación y la honestidad. De hecho, días después Alex Megos (2021) comentó:
¿9b+? ¿9c? ¿Cuál es la diferencia y cómo sabes qué graduación dar? Al principio pensé que la cantidad de días que inviertes en una escalada es el mejor indicador de lo difícil que debe ser. Por lo tanto, pensé que probar Bibliographie durante 60 días debe ser más difícil que cualquier cosa que haya escalado antes. Cuando se corrió la voz de que hice la ruta, la gente inmediatamente comenzó a especular. Siempre tuve la sensación de que 9c podría no ser la nota adecuada para la ruta, pero sentí cierta presión del mundo de la escalada, que ya decía que debía ser 9c si me tomaba 60 días.
Al final, tampoco tenía muy buenas sensaciones con la calificación, porque simplemente cambié mi beta tantas veces, tuve descansos tan largos en la ruta y me costaba compararla con otras rutas que hice. Subestimé la diferencia que supone saber que tienes la versión beta correcta. En Bibliographie pensé que tenía una buena beta hasta que volví una temporada más tarde para cambiarla completamente de nuevo. Y eso pasó dos veces. Así que al final probablemente pasé la mayor parte de los 60 días averiguando la versión beta, cambiándola de nuevo y sin estar seguro de poder hacerlo.
Me convencí cada vez más de que tenía que ser más difícil que cualquier cosa que hubiera hecho antes. Cuando @steghiso y algunos otros comenzaron a intentarlo, encontraron una nueva versión beta para ambos cruxs. Ambas betas no las había probado cuando estaba trabajando en la ruta. Me pregunté ¿cómo puede ser eso?
(…) Cada vez que cambiaba la beta en la ruta era principalmente porque no podía escalar la beta anterior. En cierto punto, decidí que esta sería la versión beta con la que escalaré y dejé de probar cosas nuevas. Tuve éxito al final, pero he aprendido algo para el futuro.
¡Estoy muy agradecido por tu sincera opinión, Stefano! Estoy de acuerdo con 9b+ y ahora seguiré buscando (con Stefano) el próximo potencial 9c. (Megos, 2021)
Conclusiones
¿El grado como éxito?
Luego de este breve desarrollo, queda demostrada la relevancia de la experiencia personal y la validación colectiva, inclusive en el alto rendimiento. Muchos/as escaladores/as aficionados buscan crecer y disfrutar de este deporte considerando el grado máximo como el ÚNICO indicador válido para medir sus proceso. Esto es –a humilde criterio de quien escribe estas líneas– tal vez, el primer error: ajustar la autopercepción del yo escalador en función del sistema de graduación que no fue creado para tal fin6. En este sentido, además del máximo grado encadenado, se puede optar por incorporar un conjunto de indicadores que devuelvan información sobre el propio progreso, tales como la tranquilidad al escalar, encadenar vías con ojos vendados, priorizar el volumen y la escalada a vista por sobre la dificultad, por nombrar solo algunos.
Lo antedicho de ninguna manera pretende menospreciar la escalada de grado máximo. De hecho, tener un proyecto de escalada es uno de los maestros más sabios en el cual apoyarse, si se sabe cómo llevarlo adelante. Desde una mirada clásica o exitista, la razón de ser del proyecto es lograr encadenar la ruta y alcanzar un determinado grado. Precisamente este tipo de planteos, suelen olvidar lo importante del proceso; por este motivo, considero que el objetivo del proyecto es transformarnos en mejores escaladores y escaladoras; ese proceso de crecimiento muchas veces tiene por consecuencia el encadene de la ruta propuesta; pero no siempre es así. Por ello es deseable que la elección de la ruta y su trabajo (¡a veces de años!), sea tan apasionante, o inclusive más, que su encadenamiento. Después de todo, uno escala como vive. (Melano, 2019)
Notas
Puntos de bonificación: en las vías pueden existir una presa considerada de bonificación, la cual estará claramente marcada mediante un color distinto a las de salida y llegada, y al resto de presas, situada según el criterio del equipador. Si el competidor llega a agarrar estas presas conseguirá unos puntos de bonificación.
La expresión de primero se refiere cuando el escalador debe ir pasando (“clipando”) la cuerda por los seguros a medida que progresa por la vía. Si las cintas exprés no están colocadas (como sucede habitualmente en la roca), el escalador deberá primero colocar la cinta y luego clipar su cuerda. Es importante señalar que en la escalada de dificultad indoor, las cintas ya están colocadas en puntos estratégicos según lo consideran los aperturistas.
Si un escalador o escaladora, desea encadenar su primer 7b, como se puede apreciar en el cuadro, no hay una correspondencia directa entre los diferentes sistemas de graduación. Por lo tanto es probable que en la escala australiana, no encuentre un grado correlativo directo. El grado 26 en esta escala, es correlativo al 7a+ y 7b francés. Es decir que, si ese escalador tomara la graduación australiana, y encadenara un 26°, podría decir que está en el grado 7b francés, aun cuando la vía sea -en escala francesa- un 7a+.
Para una revisión completa de estas referencias consultar Paso Clave (2018).
Este gráfico es particularmente útil para funciones de densidad, es decir acumulación en un determinado espacio. La importancia de esta distribución es que permite estudiar muchos fenómenos sociales y naturales, encontrando también algunas variantes en su composición. Por ejemplo cuando la mayor cantidad de puntos se encuentra hacia los extremos, se denomina sesgada a izquierda o derecha según corresponda. (Ángel, 1995; Blalock, 2018; Cortada de Kohan, 1994)
Para una revisión histórica sobre la creación y evolución de los primeros sistemas de graduación consultar Messner (1982).
Referencias
Ángel, M.E. (1995). Estadística y Probabilidad. Nociones básicas y aplicaciones. C&C Editores.
Anzorena, O. (2019). Teoría y práctica del coaching ontológico profesional. Ediciones Lea.
Blalock, H.M. (2019). Estadística social. Editorial Fondo de Cultura Económica.
Cortada de Kohan, N. (1994). Diseño Estadístico (para investigadores de las ciencias sociales y de la conducta). Eudeba.
Desnivel (2017, 4 de septiembre). Adam Ondra encadena Silence, el primer 9c de la historia. Desnivel.com. https://www.desnivel.com/escalada-roca/escaladores/adam-ondra-encadena-el-primer-9c-de-la-historia-en-flatanger/
Desnivel (2020, 6 de agosto). Alex Megos "Mi valoración personal es que se trata de un 9c". Desnivel.com. https://www.desnivel.com/escalada-roca/escaladores/alex-megos-mi-valoracion-personal-es-que-se-trata-de-un-9c
Federación Argentina de Sky y Andinismo (2021). Reglamento Campeonato Argentino de Escalada Deportiva 2021. FASA. https://www.fasa.org.ar/disciplinas/escalada-deportiva/reglamento/
Ghisolfi, S. (2021, 26 de agosto). Estos días estuve centrado en el viaje que realicé. Instagram, @steghiso. https://www.instagram.com/p/CTCR5t9siaC/?utm_source=ig_web_copy_link
Igner, A. (2016). The Rock Warrior's Way: Mental Training for Climbers. Desiderata Institute.
Megos, A. (2021, 29 de agosto). ¿9b+ 9c? ¿Cómo saber la diferencia? Instagram, @alexandermegos. https://www.instagram.com/p/CTJn7gxKtkg/?utm_source=ig_web_copy_link
Melano, I. (2019). Deporte, coaching y superación. Revista digital: Conversaciones de coaching, 18.
Messner, R. (1982). Séptimo Grado. La superación de límites de dificultad hasta ahora considerado imposibles. Editorial RM.
Ondra, A. (2020, 10 de agosto). Climbing Grades. How I Grade Routes [vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=tDB4b1w8ATc&t=16s&ab_channel=AdamOndra
Paso Clave (2018, 12 de noviembre). Tipos de escalada: diferencias, estilos, técnicas y materiales. PasoClave.com. https://www.pasoclave.com/tipos-escalada-diferencias-estilos-materiales/
Reinoso, D. (2009). Quién dijo miedo. Estrategias psicológicas en escalada deportiva y Búlder. Ediciones Desnivel.
Sánchez, X., y Torregrosa, M. (2005). El papel de los factores psicológicos en la Escalada Deportiva: Un análisis cualitativo. Revista de Psicología del Deporte, 14(2), 177-194. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1355903
Wogüclimbing (2020, 7 de agosto). Alex Megos no lo duda: "Mi propuesta personal es 9c". https://woguclimbing.com/alex-megos-no-lo-duda-mi-propuesta-personal-es-9c/
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 27, Núm. 291, Ago. (2022)