ISSN 1514-3465
Gestión emocional del desempeño en los jugadores de baloncesto
Emotional Performance Management in Basketball Players
Gerenciamento emocional de desempenho em jogadores de basquete
Juan Francisco Soria Maldonado
jfsoria@espe.edu.ec
Luis Stalin Visñay Casillas
lsvisnay@espe.edu.ec
Emerson Yepez Herrera
eryepez@espe.edu.ec
Universidad de las Fuerzas Armadas – ESPE
(Ecuador)
Recepción: 01/05/2021 - Aceptación: 27/06/2021
1ª Revisión: 26/05/2021 - 2ª Revisión: 21/06/2021
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
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Cita sugerida
: Soria Maldonado, J.F., Visñay Casillas, L.S., y Yepez Herrera, E. (2021). Gestión emocional del desempeño en los jugadores de baloncesto. Lecturas: Educación Física y Deportes, 26(278), 95-115. https://doi.org/10.46642/efd.v26i278.3004
Resumen
La situación actual de emergencia sanitaria, ocasionada por la pandemia del COVID-19, obligó a un cambio de hábitos particularmente en la disciplina del baloncesto, en donde el riesgo de contagio resulta inminente. Esta situación, incide en niveles elevados de exigencia a escala emocional en los deportistas. Se estudió la relación entre la inteligencia emocional y el rendimiento deportivo de los jugadores de baloncesto, que entrenan en la Concentración Deportiva de Pichincha. La investigación es mixta, de corte transversal. La recolección de datos se realizó a través del Cuestionario de Inteligencia Emocional en el Deporte, de Salovey y Mayer, que muestra un valor de consistencia interna de Alpha de Cronbach de 0,86. Para valorar el rendimiento deportivo se utilizó una escala cuantitativa, que considera la efectividad en términos de balones encestados, técnica, táctica y tiempo de juego. Con la finalidad de facilitar el procesamiento de datos, se calcularon índices de inteligencia emocional a través del análisis de componentes principales no lineales, que cuantifica las variables categóricas. En las condiciones actuales de pandemia, no existe relación significativa entre las dos variables. Sin embargo, la gestión emocional del desempeño en los jugadores de baloncesto, contempla una serie de variables antes, durante y después de una competición, que deben ser tomadas en cuenta en la planificación del macrociclo para lograr incrementos progresivos y sostenidos de rendimiento, durante los entrenamientos y las competencias.
Palabras clave:
Inteligencia Emocional. Baloncesto. Rendimiento deportivo.
Abstract
The current health emergency situation, caused by the COVID-19 pandemic, forced a change in habits, particularly in the discipline of basketball, where the risk of contagion is imminent. This situation affects high levels of emotional demand in athletes. It studied the relationship between emotional intelligence and sports performance of basketball players, from the Concentración Deportiva de Pichincha. The research is mixed, cross-sectional. Data collection was carried out through the Emotional Intelligence in Sport Questionnaire, by Salovey and Mayer, which shows an internal consistency value Cronbach's Alpha of 0.86. To assess sports performance, a quantitative scale was used, which considers effectiveness in terms of scored balls, technique, tactic and playing time. In order to facilitate data processing, emotional intelligence indices were calculated through the analysis of non-linear principal components, which quantifies the categorical variables. In current pandemic conditions, there is no significant relationship between the two variables. However, the emotional management of performance in basketball players contemplates a series of variables before, during and after a competition, which must be taken into account in the macro cycle to achieve progressive and sustained increases in performance, during training and competitions.
Keywords
: Emotional Intelligence. Basketball. Sport performance.
Resumo
A atual situação de emergência sanitária, ocasionada pela pandemia do COVID-19, obrigou a uma mudança de hábitos, principalmente na disciplina de basquete, onde o risco de contágio é iminente. Essa situação afeta altos níveis de demanda emocional em atletas. Foi estudada a relação entre inteligência emocional e desempenho esportivo de jogadores de basquete que treinam na Concentración Deportiva de Pichincha. A pesquisa é mista, transversal. A coleta de dados foi realizada por meio do Questionário de Inteligência Emocional no Esporte, de Salovey e Mayer, que apresenta um valor de consistência interna do Alpha de Cronbach de 0,86. Para avaliar o desempenho esportivo, foi utilizada uma escala quantitativa, que considera a eficácia em termos de bolas acertadas na cesta, técnica, tática e tempo de jogo. Para facilitar o processamento dos dados, índices de inteligência emocional foram calculados por meio da análise de componentes principais não lineares, que quantifica as variáveis categóricas. Nas atuais condições pandêmicas, não há relação significativa entre as duas variáveis. Porém, o gerenciamento emocional do desempenho em jogadores de basquete contempla uma série de variáveis antes, durante e depois de uma competição, que devem ser levadas em consideração no planejamento do macrociclo para alcançar aumentos progressivos e sustentados de desempenho, durante os treinamentos e competições.
Unitermos
: Inteligência Emocional. Basquetebol. Desempenho atlético.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 278, Jul. (2021)
Introducción
La pandemia de la COVID-19 afectó a la industria del deporte y en particular a los deportistas, pues las medidas de confinamiento tomadas por la mayoría de países del mundo exigieron reinventar las formas de entrenamiento que permitan mantener cierto nivel de actividad en los deportistas. Sin embargo, según la opinión de varios expertos de la psicología, los deportistas deben hacer frente a una dura prueba de salud mental, al haber pasado de un tipo de vida hiperactivo a uno de aislamiento y de cierta forma de quietud.
En un ranking mundial del deporte, el baloncesto es el más practicado en el mundo después del futbol (Central European Time, 2020). Sin embargo, es uno de los deportes en los cuales el riesgo de contagio es mayor, puesto que la esencia de este deporte exige un contacto manual y permanente de los jugadores, así como del balón con el piso. Estas características complican la reanudación de las competencias y exigen estrictas medidas de bioseguridad que resultan imposibles implementar, sobre todo en países de la región en donde se observa un retroceso del PIB del 9,3%, según datos reportados por Werner (2020).
La liga de baloncesto más importante del planeta, la National Basketball Association (NBA), ha permitido a las franquicias reanudar sus entrenamientos, solo en países o ciudades en donde se han flexibilizado las medidas de bioseguridad. En Estados Unidos, la NBA inició la temporada invirtiendo grandes sumas de dinero para garantizar la seguridad de sus asistentes y que la temporada llegue a feliz término. (BST, 2020)
Existe un problema real, que pone de manifiesto las consecuencias psicológicas de la pandemia, pese a que varias ligas en el mundo reanudaron parcialmente sus actividades, las voces de jugadores dicen tener miedo a la hora de regresar (Moratalia, e Ibero, 2020). Entre los efectos psicológicos se destaca un temor patológico a los gérmenes, algo más común de lo que pensamos en la sociedad, y es muy posible que la situación emocional afecte significativamente su rendimiento, provocado por aspectos tales como la atención en específico y la preparación psicológica en general (Yumisaca, Cruz, Garnica, Gómez, y Riera, 2018) incluso si la NBA consigue crear un ambiente ideal para ellos. (Clemente, 2020)
En Ecuador, el Departamento Médico de la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) suspendió todas las actividades en 2020, con la finalidad de contener la propagación del virus y salvaguardar la integridad de los jugadores. En septiembre 2020, el Ministerio del Deporte, expidió el plan nacional de reactivación. Las disciplinas consideradas de Conjunto, entre ellas el baloncesto, reiniciaron sus competiciones a partir del 29 de octubre de 2020. (Ministerio del Deporte, 2020)
El baloncesto ecuatoriano se reactivó de forma paulatina, pasando parcialmente de lo virtual a lo presencial. En el 2021 se logró mantener la sede de los juegos de la Liga Sudamericana de Clubes Femenina, que cuenta con la participación de 12 equipos de 9 países, lo que motivó al resto de los deportistas a mantenerse activos.
Según Montúfar (2020), Coordinador de proyectos de la Unión de Escuelas Formativas de Baloncesto de Quito, el rendimiento de sus jugadores durante el 2020, disminuyó de manera significativa debido principalmente a la desmotivación y falta de interés ante los entrenamientos virtuales. Si bien en algunos deportistas se observa mayor rendimiento técnico, la disminución de su nivel de rendimiento físico fue considerable por la falta de entrenamiento continuo y dedicación.
La importancia de mantener motivados a los basquetbolistas es uno de los elementos fundamentales del proceso de entrenamiento deportivo (Pérez, Herrera, Ordoñez, y Minga, 2019) ya que en el caso de sus jugadores, pese a no pisar la cancha desde el 2019, se ha podido notar una mejora en el rendimiento de ciertos deportistas, mientras que en otros ha sucedido todo lo contrario, y es que son varios los factores que los afectan: situación económica, entorno social y familiar, estudios, entre otros.
Evolución del concepto de Inteligencia Emocional
La gestión emocional del desempeño requiere profundizar en el estudio de la Inteligencia Emocional (IE), considerada como uno de los aspectos esenciales del comportamiento humano. (Zamanian, Haghighi, Forouzandeh, Sedighi, y Salehian, 2011)
Salovey y Mayer en 1990 introducen por primera vez el término Inteligencia Emocional (IE) que da origen al concepto que actualmente permite comprender su esencia (Martínez, 2016). La IE se puede definir como la capacidad de un individuo para percibir, entender, asimilar controlar y gestionar las emociones correctamente, en sí mismo y en los demás con quienes interactúa; de este modo puede aprovechar la información de manera útil para dirigir sus posibles respuestas ante distintas situaciones que se le presenten. (Salovey, y Mayer, 1990)
A partir de esta propuesta se han desarrollado una serie de contribuciones que determinan desde diferentes miradas elementos distintivos pero complementarios en el concepto de IE, tal como se resume en la Tabla 1.
Tabla 1. Contribución de varios autores al concepto de IE
Autores |
Contribuciones al concepto de IE |
Goleman
(1995) |
Capacidad
que tienen las personas para identificar los sentimientos propios y
ajenos, y la habilidad para gestionarlos. |
Bar-On
(1997) |
Constructo
constituido por elementos de personalidad así como por la capacidad
para percibir, incorporar, entender y gestionar las emociones. |
Matthews, Zeidner, y Roberts, 2004) |
Capacidad
para identificar, transmitir y comprender las emociones. |
Lopes
et al. (2004) |
Capacidad
de las personas para identificar, percibir y controlar sus sentimientos
de forma idónea. |
Salovey,
y Grewal (2005) |
Habilidad
para integrar de forma eficaz los aspectos cognitivos y los emocionales. |
Torrabadella
(1998) |
Concepto
flexible de la inteligencia innata. |
Salovey,
y Mayer (1990) |
Habilidad
para asimilar y emplear la información emocional, pero a su vez apunta
hacia la capacidad de la emoción para optimizar a la inteligencia. |
Ros
et al. (2013) |
Construcción
teórica psicológica que explica la correcta relación entre emoción y
razón, permitiendo al individuo que se adecue a su entorno. |
Fuente: Elaboración propia basada en Martínez (2016)
Concepto de Inteligencia Emocional en los deportes colectivos de competición
Como resultado de las diferencias marcadas en el campo deportivo frente a otros ámbitos de estudio de la IE, no es posible trasladar los resultados obtenidos en la población general a una población específica deportiva. Incluso es importante diferenciar características entre disciplinas deportivas individuales y colectivas. Está clara la influencia que tiene el equipo en el comportamiento y rendimiento; individual y grupal, por lo que la capacidad de entender el funcionamiento grupal influye necesariamente en los resultados. (Castro, Zurita, y Chacon, 2018; Martínez, 2016)
Esta investigación considera la definición de IE en el contexto deportivo propuesta por Arruza, González, Palacios, Arribas, y Telletxea (2013), como:
Conjunto de metahabilidades presentes en el sujeto que supone la capacidad de extraer información de los fenómenos emocionales que generan las situaciones de competición y entrenamiento de cara a percibir, controlar y emplear dicha información para modificar el comportamiento del deportista en su propio beneficio y en aras de maximizar su rendimiento personal (p. 406).
Metahabilidades que son direccionadas en primera instancia hacia uno mismo y luego pueden dirigirse hacia los demás, con quienes interactúa para tratar de influir en cambios de comportamiento; esto es, compañeros de equipo, árbitros y rivales de la competencia.
La ausencia de IE se puede evidenciar directamente en algunos comportamientos observables, como la agresividad. Sin embargo, existen otras manifestaciones que se deducen indirectamente: culpa, vergüenza, gestos inadmisibles resultado del miedo, entre otras. (Gallardo, Domínguez, y González, 2019)
Modelos de la Inteligencia Emocional
La diversidad de aportes al concepto de IE incide en la diversidad de modelos de IE, que a lo largo del tiempo se consolidan en tres, como resultado del consenso de varios investigadores (Gallardo, Domínguez, y González, 2019; Asqui Luna et al., 2017). A continuación en la Tabla 2 se detallan los tres modelos de IE.
Tabla 2. Modelos de IE
Autores |
Modelos de IE |
Dimensiones |
Salovey, y Mayer (1990) Fernández-Berrocal, y Extremera Pacheco (2002) Mayer, Salovey, y Caruso (2002) |
Modelo de habilidades
de Mayer y Salovey |
Percepción emocional. |
Facilitación
emocional. |
||
Comprensión emocional. |
||
Regulación emocional. |
||
Bar-On (1997) |
Modelo
mixto de Bar-On |
Habilidad para
reconocer, entender y manifestar emociones y sentimientos. |
Habilidad para entender
la influencia que los sentimientos y emociones ejercen sobre uno mismo. |
||
Capacidad de gestión y
control de las emociones. |
||
Habilidad de adaptación
y resolución de problemas personales. |
||
Control del estrés. |
||
Capacidad para provocar
afecto positivo y automotivación. |
||
Goleman
(1995, 1998) |
Modelo mixto de Goleman |
Autoconciencia. |
Conciencia social. |
||
Autogestión. |
||
Gestión de las
relaciones sociales. |
Fuente: Elaboración propia basada en Martínez (2016)
Medición de la IE
A partir de los trabajos de Salovey, y Mayer (1990), se han realizado una serie de investigaciones alrededor del constructo de la IE. Según Arruza et al. (2013), en el ámbito deportivo se observan varias líneas, unas ponen énfasis en la gestión del talento humano, otras profundizan en el análisis del constructo de la IE, que aparecen asociadas a conceptos disímiles (trastornos alimenticios, psicológicos, motivación, ansiedad, agresividad, etc.), otras centradas en habilidades que hacen que un entrenador tenga éxito.
En las últimas décadas se ha incrementado el interés por estudiar la IE y su relación con variables objetivas de rendimiento de deportistas en diversas disciplinas de competición. Sin embargo, hacen uso de instrumentos diseñados para una población general, que no consideran las particularidades del deporte (Arruza et al., 2013). La principal distinción, es que los deportistas enfrentan exigencias de escala emocional elevada, tanto en el momento de la competición como en el entrenamiento. Estas sin duda, inciden en “la inmensa mayoría de las decisiones que toman los deportistas”. (Arruza et al., 2013, p. 406)
Otro importante número de estudios han adaptado los instrumentos al contexto deportivo de competición. Por ejemplo, Gallardo, Domínguez, y González (2019) estudiaron la IE y la conducta agresiva en el deporte; Álvarez, y Cevallos (2020), investigaron estrategias de la actividad física para mejorar la IE. Algunos parten de la propuesta de Schutte Self Report Inventory (Schutte et al., 1998) y otros consideran el modelo Trait Meta Moods Scale (Salovey, Mayer, Goldman, Turvey, y Palfai, 1995), ambos como se mencionó, son escalas de medición de IE generales. En este estudio se utilizó la versión adaptada de Salovey, y Mayer por Arruza et al. (2013) que supera las inconsistencias a la hora de medir la IE en contextos deportivos y competitivos.
Lo expuesto coincide con lo que acontece en Ecuador, en donde las investigaciones de IE en el deporte son escasas. Se destacan estudios orientados a explicar la asociación de la IE en variables disimiles, otros a la aplicación de la actividad deportiva como estrategia para mejorar la IE de los estudiantes, o mejorar su rendimiento escolar.
Muy pocas investigaciones se enfocan en establecer la relación entre la IE y el rendimiento de los deportistas de disciplinas colectivas de competición (Suntaxi, y Asimbaya, 2020; Fierro, 2017; Torres, 2020; Aldaz, 2020). En este caso, sus resultados no son del todo claros, puesto que parten de una definición general de IE y una aplicación específica. En consecuencia, no pueden ser escalados a nivel local o nacional. (Valcke, 2011)
En tales circunstancias, se plantea como objetivo de investigación estimar la relación entre la inteligencia emocional y el rendimiento de los deportistas de baloncesto de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP), tomando en cuenta que es uno de los aspectos más relevantes en lo que respecta al comportamiento humano, que en las circunstancias actuales incrementa su relevancia y es fundamental para tomar acciones tendientes a incorporar esta dimensión en la gestión deportiva.
Métodos
La investigación fue dirigida a los jugadores de baloncesto de la CDP. El estudio es mixto, de corte trasversal, no experimental y correlacional. A la vez que presenta con un carácter descriptivo por la intención de detallar la situación actual de la población objeto de estudio.
Debido a las medidas de bioseguridad establecidas por el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE) ocasionado por la pandemia del COVID-19, se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencia, en donde la elección de los jugadores de baloncesto se realiza según las facilidades de acceso y predisposición para participar en la investigación, a todos los jugadores que actualmente se encuentran entrenando en la CDP.
Para la recolección de datos se utilizó el instrumento de medición de IE propuesto por Arruza et al. (2013). El test fue enviado a través de diferentes canales, correo electrónico, celular, y personalmente a través de documento escrito. Participaron 62 jugadores, 21 mujeres y 41 hombres, se encuentran entre 12 y 19 años de edad. Además, participaron dos profesionales hombres de 24 y 26 años de edad. La mayoría tienen una trayectoria de entrenamiento en el baloncesto de más de 3 años.
El Test de Inteligencia Emocional está compuesto por dos secciones. La primera contempla datos generales: edad, género, estatura, posición de juego, tiempo de experiencia del deportista. En la segunda sección se despliegan los 31 ítems correspondientes a cinco dimensiones de IE, con 5 opciones de respuesta de escala tipo Likert, que van desde 1 que corresponde a Nada de acuerdo hasta 5 Totalmente de acuerdo.
Operacionalización de las variables de estudio
Atendiendo al objetivo de investigación, estimar la relación entre la inteligencia emocional y el rendimiento de los deportistas de baloncesto de la CDP, se establece como variable dependiente, el Rendimiento Deportivo y como variable independiente, la Inteligencia Emocional. A continuación, en la Tabla 3 se presenta la operacionalización de la variable independiente.
Tabla 3. Operacionalización de la variable independiente
Variable independiente |
Dimensiones |
Descripción |
Código |
Ítem |
Inteligencia
Emocional |
Empatía |
Fundamento del altruismo, se caracteriza por tener afinidad con el resto
de personas. |
IEEM2 IEEM4 IEEM7 IEEM13 IEEM17 IEEM24 IEEM31 |
2 4 7 13 17 24 31 |
Control y Regulación
Emocional |
Control de impulsos y emociones antes de realizar algo o de actuar y
determinar porque en cierta situación se fracasó y la forma en la que
puede solucionarse. |
IECR1 IECR3 IECR12 IECR20 IECR21 IECR22 IECR30 |
1 3 12 20 21 22 30 |
|
Gestión de las
Emociones Negativas |
Grado en que el deportista reconoce y gestiona emociones. |
IEGE5 IEGE11 IEGE15 IEGE25 IEGE26 IEGE28 |
5 11 15 25 26 28 |
|
Reactividad Arbitral |
Acciones de los deportistas frente a las decisiones de los jueces. |
IERA16 IERA18 IERA29 |
16 18 29 |
|
Reconocimiento
Emocional |
Es un paso previo para mostrarse empático, requiere cierto grado de
conciencia y prestar atención a las distintas expresiones de nuestro
cuerpo. |
IERE6 IERE8 IERE9 IERE10 IERE14 IERE19 IERE23 IERE27 |
6 8 9 10 14 19 23 27 |
Fuente: Elaboración propia basado en Arruza et al. (2013)
Para el estudio se considera que Rendimiento Deportivo es la capacidad que tiene un deportista de poner en marcha todos sus recursos bajo unas condiciones determinadas. El rendimiento en el baloncesto se evalúa en términos de efectividad, la cual se relaciona con la cantidad de balones encestados, la evaluación técnica, evaluación táctica y el tiempo de juego (Guerra, Angulo, Singre, Campoverde, y Vargas, 2018). Para obtener los datos de esta variable se recurre al registro de los entrenadores durante la última temporada de juego, quienes finalmente evaluaron el rendimiento de cada jugador en una escala de 0 a 10.
Tratamiento estadístico de los datos
El tratamiento estadístico de los datos se realizó a través del software SPSS. Para el análisis univariado se emplearon las tablas de frecuencias. Posteriormente, con la finalidad de facilitar el estudio de correlación entre la Inteligencia Emocional de los jugadores de baloncesto y su rendimiento deportivo, se calculan índices por cada una de las dimensiones de inteligencia emocional determinadas en el estudio. El cálculo, se sustenta en el Análisis de Componentes Principales No Lineales (ACPNL).
El análisis de componentes principales fue introducido por Hotelling (1933), quien originalmente utilizó esta técnica para examinar datos de tipo cuantitativos, sin embargo, cuando el estudio involucra variables que califican en lugar de cuantificar, se utiliza el método de ACPNL introducido por Gower (1966). Esta técnica “mejora la combinación lineal de las variables, lo que facilita su aplicación en una amplia gama de posibilidades”. (Maldonado Mera, 2019, p. 93)
Para cuantificar las variables categóricas de inteligencia emocional se utiliza el procedimiento denominado PRINCALS que se encuentra programado en el software SPSS. Esta aplicación, asigna valores numéricos a las diferentes categorías de cada una de las variables originales y conlleva un proceso iterativo a partir de la matriz de datos originales, hasta entregar valores estandarizados con media cero y varianza uno.
La cuantificación de la variable categórica, inteligencia emocional, expresada a través de los índices calculados, facilita el análisis de relación entre la inteligencia emocional de los jugadores de baloncesto y su rendimiento deportivo. Para tal efecto se utiliza el coeficiente de correlación de Pearson, el cual proporciona una medida de la relación lineal entre dos variables aleatorias cuantitativas.
Resultados y discusión
Análisis de consistencia interna del instrumento
A pesar que el instrumento ha sido diseñado validado por expertos, y utilizado en varias investigaciones, se somete a una verificación del nivel de consistencia interna a través del Coeficiente Alfa de Cronbach. Este índice permite comprobar si el instrumento recopila información fiable, es decir, si hace mediciones estables y consistentes. En la comunidad científica se consideran que valores entre 0,9 y 1 son muy satisfactorios; entre 0,8 y 0,89 son adecuados; entre 0,7 y 0,79 son moderados; 0,60 y 0,69 son bajos; entre 0,50 y 0,59 muy bajos; y <0,50 se consideran no confiables. (Cronbach, 1951)
Los resultados de fiabilidad del instrumento se observan en la Tabla 4. Los valores por dimensiones muestran resultados muy satisfactorios, y para el conjunto del constructo el resultado es adecuado. Por lo tanto, el instrumento utilizado, está validado para el uso en hombres y mujeres latinoamericanos que practican deportes colectivos.
Tabla 4. Alfa de Cronbach
Dimensión |
Alfa de Cronbach |
N de elementos |
Instrumento |
0,864 |
31 |
Empatía |
0,926 |
7 |
Control y Regulación
Emocional |
0,936 |
7 |
Gestión de las Emociones
Negativas |
0,915 |
6 |
Reactividad Arbitral |
0,926 |
3 |
Reconocimiento Emocional |
0,948 |
8 |
Fuente: Elaboración propia en base a los reportes del SPSS
Análisis descriptivo
La población objeto de estudio se caracteriza en función de las variables: género, estatura, número de posiciones en las que juega, tiempo de entrenamiento. Como se observa en la Tabla 5, el 66,1% de los jugadores encuestados son hombres (41) y el 33,9% mujeres (21). Cerca de un tercio de la población tienen una estatura entre 160 cm y 169 cm (21). Mientras que el 22,6% tienen una estatura entre 170 cm y 179 cm (14), un 17,7% entre 185 cm y 190 cm (11). 11,3% (7) de los jugadores registran una estatura de más de 190 cm, y apenas un 8,1% (5) tienen una estatura entre 150 cm y 159 cm.
Tabla 5. Tabla de Frecuencias
Variable |
Frecuencia |
Porcentaje |
Género
del jugador |
||
Femenino |
21 |
33,9 |
Masculino |
41 |
66,1 |
Estatura
del jugador |
||
Entre
150 y 159 |
5 |
8,1 |
Entre
160 y 169 |
21 |
33,9 |
Entre
170 y 179 |
14 |
22,6 |
Entre
180 y 185 |
4 |
6,5 |
Entre
186 y 190 |
11 |
17,7 |
Más
de 190 |
7 |
11,3 |
Posiciones
de juego |
||
1
posición |
20 |
32,3 |
2
posiciones |
38 |
61,3 |
3
posiciones |
4 |
6,5 |
Tiempo
de entrenamiento |
||
Menos
de 6 meses |
3 |
4,8 |
Entre
6 y 12 meses |
3 |
4,8 |
Entre
1 y 2 años |
6 |
9,7 |
Entre
2 y 3 años |
10 |
16,1 |
Más
de 3 años |
40 |
64,5 |
Fuente: Elaboración propia en base a los reportes del SPSS
Además, la mayor parte de los deportistas juegan en dos posiciones 61,3% (38), el 32% (20) juegan en una sola posición y el 6,5% (3) juegan en tres posiciones. Un 64,5% de los jugadores entrenan este deporte más de 3 años (40). El 16,1% de llevan entrenando entre 2 y 3 años (10), el 9,7% entre uno y dos años (6). Doce jugadores tienen una trayectoria deportiva en el baloncesto, menor a 1 año. Las edades de los jugadores encuestados oscilan entre 12 y 19 años. Sin embargo, también se encuestó a dos jugadores profesionales de 24 y 26 años de edad.
Índice de inteligencia emocional
El índice se calculó por cada una de las dimensiones de inteligencia emocional definidas para el estudio, en una escala de 0 a 100. Siendo 100 el valor ideal de índice que define su capacidad máxima de empatía, de control de sus impulsos y de gestión de sus emociones que perjudican su rendimiento deportivo. Así mismo, el valor máximo de índice, representa la forma adecuada de reacción frente a las decisiones de los jueces y su máximo grado de conciencia y reconocimiento emocional.
Los índices calculados son: Índice de Empatía, i_IEEM, Índice de Control y Regulación Emocional, i_IECR, Índice de Gestión de las Emociones Negativas i_IEGE, Índice de Reactividad Arbitral, i_IERA, Índice de Reconocimiento Emocional, i_IERE. Finalmente, elÍndice promedio de Inteligencia Emocional,i_PIE. Estos índices se calculan por individuo y es posible calcular los promedios por grupos.
En la Figura 1 se presentan los valores de índices individuales de los jugadores por dimensión de IE. Como se observa, existe gran heterogeneidad entre los valores de los índices que se registra en el conjunto de jugadores. Sin embargo, esta heterogeneidad también se presenta en los índices de cada dimensión en un mismo jugador.
Por ejemplo, el menor valor 21,94 de i_IEEM se registra es para el jugador 17. El mismo jugador tiene un i_IECR de 7,47, un i_IEGE de 37,2, un i_IERA de 100, finalmente un i_IERE de 60,64. El mismo índice registra un valor máximo de i_IEEM de 100, que le corresponde al jugador 5. Este jugador registra a la vez un valor de i_IECR de 76,26, un i_IEGE de 27,66, un i_IERA de 10,72, finalmente un i_IERE de 99,05.
En la Figura 2 se ilustran los valores promedio de IE por cada jugador, ninguno alcanza un valor máximo de índice de IE. El jugador 61 observa el mayor valor de índice de IE, esto es 95, 2. El jugador 48 tiene el menor valor de índice de IE, 38,3.
En promedio de los 62 jugadores, los índices que obtuvieron el menor valor son i_IERA (23,73 y i_IEGE (46,43), mientras que los de mayor nivel son i_IEEM (79,55), i_IECR (71,34), y i_IERE (86,29).
En promedio las mujeres tienen un valor de índice de IE menor que los hombres en todas las dimensiones de IE, excepto en i_IERA en donde los dos géneros registran prácticamente el mismo valor (23), tal como se observa en la Figura 3. Este resultado coincide con los de Castro et al. (2018) quienes concluyeron que la IE no depende del género.
Análisis de correlación entre inteligencia emocional y rendimiento deportivo
Los resultados evidencian que para el caso de estudio no existe correlación lineal entre la inteligencia emocional de los jugadores de baloncesto y su rendimiento deportivo. Los valores de coeficiente de correlación de Pearson son negativos y cercanos a 0, en todas las dimensiones. El nivel de significancia es superior a 0,05 por lo que se concluye que no existe correlación entre las dos variables de estudio, tal como se observa en la Tabla 6.
Variables |
Rendimiento
deportivo |
|
Índice empatía |
Correlación
de Pearson |
-0,010 |
Sig.
(bilateral) |
0,938 |
|
Índice de control |
Correlación
de Pearson |
-0,031 |
Sig.
(bilateral) |
0,813 |
|
Índice de gestión de las emociones negativas |
Correlación
de Pearson |
-0,016 |
Sig.
(bilateral) |
0,899 |
|
Índice de reactividad arbitral |
Correlación
de Pearson |
-0,155 |
Sig.
(bilateral) |
0,228 |
|
Índice de reconocimiento emocional |
Correlación
de Pearson |
-0,131 |
Sig.
(bilateral) |
0,311 |
Fuente: Elaboración propia en base a los reportes del SPSS
Resultados contrarios a lo manifestado por Castro et al. (2018), que “los factores emocionales se encuentran íntimamente relacionados con el rendimiento deportivo” (p. 288). Citan a Ros, Moya-Faz, y Garcés de los Fayos (2013), quienes establecieron la relación entre inteligencia emocional de los deportistas con algunas variables, entre ellas el rendimiento deportivo. (Martínez & de los Fayos, 2013)
Los jugadores que tienen un rendimiento superior (100), mantienen los niveles más bajos en las dimensiones de Reactividad Arbitral (16,4) y en Gestión de las Emociones Negativas (42,7), mientras que en Reconocimiento Emocional y Empatía un valor superior a 80. En Control y Regulación Emocional el valor es 70,7. Lo expuesto se puede observar en la Figura 4.
Este comportamiento se mantiene en quienes tienen un rendimiento medio y bajo (entre 40 y 80), aunque observan un nivel inferior en i_IERA (23), este valor es superior al alcanzado por los jugadores de rendimiento 100.
En cierta forma, lo expuesto coincide con Castro et al. (2018) quienes concluyeron que en deportes grupales se desarrollan mayores niveles de empatía con sus compañeros, pero existe menor control de las emociones e incluso se manifiesta con conductas violentas.
Estos resultados son consistentes con la situación actual, toda vez que el rebrote de contagios obligó al Ministerio del Deporte a suspender nuevamente las actividades de competición en todos los deportes.
Bustamante (2016) señala que el rendimiento deportivo es una variable muy compleja de evaluar y los avances desarrollados en este ámbito aun no son suficientes para que un entrenador pueda demostrar cuándo el rendimiento de un jugador es satisfactorio o no. Además, según Guerra et al. (2018), en el rendimiento influyen un sinnúmero de variables, que deben ser tomadas en cuenta al momento de planificar el ciclo de entrenamiento para lograr incrementos progresivos de rendimiento, que finalmente se evidencia en la competición cuando el nivel de ansiedad aumenta y en consecuencia el compromiso de ganar.
Conclusiones
El rendimiento deportivo es una variable muy difícil de evaluar en las actuales condiciones, puesto que los jugadores no se han sometido a ninguna competición desde inicios de 2020.Por motivos de la pandemia, tampoco se ha podido planificar adecuadamente un macro ciclo de entrenamiento ya que las medidas del Ministerio del Deporte son cambiantes, lo que afecta directamente al desarrollo del deporte y en particular del baloncesto.
El estudio pone en evidencia que, en las actuales condiciones de pandemia, no existe relación entre el rendimiento deportivo evaluado por los entrenadores en el periodo de entrenamiento 2021 y la IE de los jugadores de baloncesto de la Concentración Deportiva de Pichincha. Es un resultado contradictorio con estudios similares que analizaron la relación entre la IE y el rendimiento deportivo en disciplinas de competición individual y grupal. Sin embargo, fueron realizados en situaciones distintas a las actuales, es decir antes de la pandemia.
No se observaron diferencias significativas entre la IE de los deportistas y el tiempo que vienen entrenando baloncesto, así como tampoco con el número de posiciones en las que juegan, la edad o estatura. Pero si se identificaron diferencias entre la IE y el género, las mujeres registraron en promedio un índice de IE menor que los hombres, 58 y 63 respectivamente. Esto se podría explicar en la medida que las mujeres son más sensibles a sufrir afectaciones ocasionadas por su entorno familiar y social.
El índice de IE relacionado a la dimensión Reactividad Arbitral, se distingue del resto por ser el más bajo de todos (23). Esto se corresponde con el valor obtenido en la dimensión Gestión de las Emociones Negativas (46). Resultados que conllevan a la reflexión sobre la importancia de fortalecer el Reconocimiento, y el Control y Regulación de las Emociones, las cuales se relacionan de forma directa con las anteriores.
En consecuencia, conocer y reconocer los resultados de los índices de inteligencia emocional por parte del jugador y de su entrenador, puede constituirse en una herramienta básica para ayudar en la toma de decisiones que coadyuven a mejorar la gestión emocional, es decir, a direccionar las actitudes y comportamientos de cada jugador o del equipo. En cuanto a la dimensión Empatía, esta se va fortaleciendo en función del tiempo de entrenamiento que tienen los jugadores. Por lo que el trabajo debe ser orientado de forma integrada en todas las dimensiones de IE.
La gestión emocional del desempeño en los jugadores de baloncesto, contempla una serie de variables antes, durante y después de una competición, que deben ser tomadas en cuenta en la planificación del macro ciclo, para lograr incrementos progresivos y sostenidos de rendimiento durante los entrenamientos y las competencias.
La principal limitación que presentó esta investigación es la situación de emergencia sanitaria, que ocasionó la suspensión de competiciones y entrenamientos regulares, lo que restringió el cumplimiento de la planificación de los macro ciclos de entrenamiento y en consecuencia una evaluación más objetiva del rendimiento de los jugadores.
Lo anterior configuró el carácter transversal del estudio, por lo tanto, se plantea la posibilidad de realizar estudios longitudinales que permitan ejecutar acciones de intervención para mejorar la IE de los basquetbolistas y que permitan evidenciar la mejora sostenida de su rendimiento deportivo durante sus periodos preparatorios y de competencias.
El método de cálculo de índices a través del ACPNL facilita una amplia gama de posibilidades, por lo que el estudio se puede extender a diversas disciplinas en deportistas de alto rendimiento, inclusive con distintos instrumentos de valoración de la IE.
El instrumento aplicado, Cuestionario de Inteligencia Emocional en el Deporte, de Salovey y Mayer, muestra un valor de consistencia interna de Alpha de Cronbach de 0,86, por lo que se encuentra apto para la aplicación en basquetbolistas ecuatorianos independientemente del género y edad, e incluso extenderse a otras latitudes de Latinoamérica y a otras disciplinas deportivas colectivas.
Agradecimientos
Al Grupo de Investigación AFIDESA (Actividad Física, Deporte y Salud) de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE por la asesoría e implementación de la propuesta de intervención
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