ISSN 1514-3465
Ciclismo, esfuerzo físico y heroísmo deportivo en Costa Rica (1925-1949)
Cycling, Physical Effort and Sports Heroism in Costa Rica (1925-1949)
Ciclismo, esforço físico e heroísmo esportivo na Costa Rica (1925-1949)
Chester Rodolfo Urbina Gaitán
chesterurbina@yahoo.com
Licenciado en Historia por la Universidad de Costa Rica
Máster en Ciencias Sociales por la FLACSO Sede Guatemala
Máster en Sociología por Universidad de Costa Rica
Docente en la Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional
Universidad Técnica Nacional y la Universidad Estatal a Distancia
Autor de varios libros y un sinnúmero de artículos sobre
el deporte en México, Cuba y Centroamérica
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en Costa Rica 2020 en la categoría
ensayo por su obra Mujer, deporte y nación en Costa Rica (1888-2015)
(Costa Rica)
Recepción: 30/07/2020 - Aceptación: 08/09/2021
1ª Revisión: 16/10/2020 - 2ª Revisión: 02/09/2021
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0) https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es |
Cita sugerida
: Urbina Gaitán, C.R. (2021). Ciclismo, esfuerzo físico y heroísmo deportivo en Costa Rica (1925-1949). Lecturas: Educación Física y Deportes, 26(281), 2-20. https://doi.org/10.46642/efd.v26i281.2492
Resumen
Sustentado fundamentalmente en fuentes periodísticas, el artículo realiza un análisis descriptivo del ciclismo de Costa Rica entre 1925 y 1949. Se enfatiza en dar a conocer cuáles fueron los ganadores y los tiempos que hicieron en la carrera ciclística San José-Puntarenas desde su aparición en el escenario deportivo costarricense en 1925 hasta 1945. A un nivel general, la carrera ciclística en mención contribuyó a la conformación de un mercado deportivo nacional, lo cual hizo alrededor de la ruta de salida del café del Valle Central hasta el puerto de Puntarenas. Asimismo, se analiza cómo la participación de Evangelista Chavarría en la Vuelta Ciclística a México de 1949 fue utilizada por parte de la prensa costarricense para proponerlo como un referente moral que vence los obstáculos en nombre de Costa Rica. Amén de que se le postula como un ejemplo de humildad y de sacrificio, que dio todo por su país.
Palabras clave:
Ciclismo. Costa Rica. Estado. Prensa. Héroe deportivo.
Abstract
Supported mainly by journalistic sources, the article makes a descriptive analysis of cycling in Costa Rica between 1925 and 1949. It emphasizes on making known which were the winners and the times they did in the San José-Puntarenas cycling race since their appearance in the Costa Rican sports scene in 1925 to 1945. At a general level, the bicycle race in question contributed to the formation of a national sports market, which it did around the coffee exit route from the Central Valley to the port of Puntarenas. Likewise, it will be analyzed how Evangelista Chavarría's participation in the 1949 Vuelta Ciclística a México was used by the Costa Rican press to propose him as a moral benchmark that overcomes obstacles on behalf of Costa Rica. In addition to the fact that he is posited as an example of humility and sacrifice, who gave everything for his country.
Keywords:
Cycling. Costa Rica. State. Press. Sports hero.
Resumo
Apoiado principalmente em fontes jornalísticas, o artigo faz uma análise descritiva do ciclismo na Costa Rica entre 1925 e 1949. Destaca-se em dar a conhecer quais foram os vencedores e os tempos que fizeram na prova de ciclismo San José-Puntarenas desde o seu aparecimento no cenário esportivo da Costa Rica de 1925 a 1945. Em um nível geral, a corrida de bicicleta em questão contribuiu para a formação de um mercado esportivo nacional, o que fez em torno da rota de saída do café do Vale Central ao porto de Puntarenas. Da mesma forma, será analisado como a participação de Evangelista Chavarría na Vuelta Ciclística a México de 1949 foi utilizada pela mídia costarriquenha para apresentá-lo como um referencial moral que supera obstáculos em nome da Costa Rica. Além do fato de ser posto como exemplo de humildade e sacrifício, que deu tudo por seu país.
Unitermos:
Ciclismo. Costa Rica. Estado. Mídia. Herói dos esportes.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 281, Oct. (2021)
Introducción
En la segunda administración del Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno (1924-1928) se emiten una serie de medidas reformistas que dejarían a un lado la visión laisafariana liberal, como la creación del Banco Nacional de Seguros, el voto secreto, la Secretaría de Salubridad Pública y Protección Social. La implementación de estas medidas fue insuficiente para solucionar los graves problemas sociales y la estrechez de la Hacienda Pública derivada del monopolio cafetalero. El segundo gobierno del Lic. Cleto González Víquez (1928-1932) enfrentó las repercusiones sociales y económicas de la Gran Depresión de 1929, que llevó a la fundación del Partido Comunista de Costa Rica (PCCR) en 1931. Para enfrentar esta depresión económica se realizaron empréstitos, aumento de los impuestos al consumo, disminución del gasto estatal, despidos de funcionarios públicos y reducción de salarios. El Partido Comunista comenzó a fortalecer sus bases de apoyo por todo el país, lo que lo hacía un rival temible para los partidos liberales ortodoxos. (Molina, 2007, pp. 95-96)
A principios de la década de los treinta, se dieron varios movimientos de trabajadores siendo el más destacado el de la huelga bananera de 1934. El Estado respondió a la crisis aumentado su intervención: en 1933, estableció el Instituto para la Defensa del Café, que intercedió entre los caficultores y los beneficiadores. Para 1935 se autorizó el salario mínimo para los jornaleros; y en 1936, se realizó una reforma bancaria que fortaleció el control estatal de la oferta de dinero. El gobierno del Lic. León Cortés Castro (1936-1940) le hizo frente al desempleo financiando la construcción de obras públicas.
La recuperación de la Gran Depresión que comenzó a darse en 1936, se interrumpió con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. Pese a las serias limitaciones de la Hacienda Pública el gobierno del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia (1940-1944) puso en práctica una serie de medidas visionarias que puso los fundamentos del Estado benefactor: la fundación de la Universidad de Costa Rica (1940), la creación de la Caja Costarricense del Seguro Social (1941), el establecimiento de las Garantías Sociales (1942) y del Código de Trabajo (1943). Estas reformas le ganaron a Calderón Guardia la oposición de la burguesía; esta hostilidad fue agravada por el favorecimiento del mandatario a parientes y allegados y la marginación de otros aliados (Molina y Palmer, 2006, pp. 72-74). Asimismo, durante su gobierno se creó la Cámara de Industrias de Costa Rica, la Sociedad de Geografía e Historia en 1940 y la Orquesta Sinfónica Nacional. Se estableció la Ley de Industrias Nuevas. Firmó el tratado de límites Echandi Montero-Fernández Jaén con Panamá en 1941. En 1941, con motivo de la Segunda Guerra Mundial, le declaró la guerra a Alemania, Italia y Japón antes que Estados Unidos (s.a.).
La polarización política del gobierno antes señalado fue agravada por el supuesto fraude cometido en las elecciones de 1944, donde resultó electo el candidato oficial Lic. Teodoro Picado (1944-1948). Sobre don Teodoro se sabe que se graduó de maestro y posteriormente de abogado. Ejerció el profesorado en colegios de segunda enseñanza y luego fue Director del Instituto de Alajuela. Fue Secretario de la Delegación de Costa Rica a las Conferencias Centroamericanas en el gobierno en 1920, durante el gobierno de Julio Acosta. Fue Secretario de Educación Pública en la tercera administración de don Ricardo Jiménez Oreamuno (1932–1936) y luego fue Secretario de Fomento durante la misma administración. Fue diputado y Presidente del Congreso. Es autor de varios libros, folletos y estudios valiosos. Algunos son: La Escuela y la Democracia Costarricense, Antecedentes de la Guerra Nacional, Rubén Darío en Costa Rica, etc. Llegó a la Presidencia en 1944. Durante su administración promulgó la Ley de Ordenamiento Fiscal. Declaró en forma oficial, el 22 de julio de 1946, los derechos del Niño y dispuso que el 9 de setiembre de cada año se celebrara el Día del Niño. (s.a., 2013)
El gobierno de Picado frenó las reformas, trató de separarse de los comunistas y se interesó en brindarles garantías electorales a la oposición. Todo esto no rindió frutos, debido a que en las elecciones 1948, el periodista Otilio Ulate venció a Calderón Guardia. El Congreso, controlado por los calderonistas, anuló las elecciones el primero de marzo. Para el 12 de marzo, sin aguardar a que se lograra un compromiso, José Figueres se levantó en armas, dando origen a la guerra civil. El conflicto fue ganado por Figueres, quien tomó el poder al mando de una Junta de Gobierno, la cual abolió el ejército, nacionalizó los bancos, fortaleció las reformas sociales, creó el Instituto Costarricense de Electricidad, entre otros. Con la emisión de la Constitución de 1949 se emitieron varias reformas fundamentales para el país: se le dio el voto a las mujeres y a la población negra, se creó la Contraloría General de la República, el Servicio Civil, las instituciones autónomas y el Tribunal Supremo de Elecciones. (Molina y Palmer, 2006, pp. 76-81)
Con respecto al deporte masculino —sea de práctica individual o colectiva— se sabe que es un medio de transmisión de valores nacionalistas y de modelos de masculinidad y virilidad. Lo anterior ha sido confirmado por Sergio Villena para el caso del fútbol costarricense: “…las narrativas periodísticas sobre los eventos futbolísticos de selecciones mayores masculinas son un escenario privilegiado para el despliegue de interpelaciones nacionalistas favorables a la reproducción de un orden de género que se sostiene en ideologías masculinistas, centradas en los valores de la acción heroica y la ética del guerrero (Villena, 2006, p. 202)”. El balompié ha sido una disciplina deportiva que históricamente ha sido utilizada por los políticos para hacer buena imagen y clientelismo político. Lo que lo ha convertido en un elemento continuador del nacionalismo oficial, relevo y complemento de iconos como la Virgen de los Ángeles, Juan Santamaría y la Campaña Nacional de 1856, fuertemente unido al fomento del mito del "campesino humilde y sencillo" y de rasgos del ser costarricense como igualdad, paz, democracia y libertad. (Villena, 1999, Urbina, 2009)
Pese a lo anteriormente indicado, debe señalarse que no solo el balompié ha contribuido a la exaltación moral del sacrificio por la patria. Para el caso de los triunfos olímpicos de las hermanas Silvia y Claudia Poll se sabe que, la conquista de la medalla de plata olímpica de la primera en 1988 permitió la propagación de varios discursos: el primero recurría al sacrificio por la patria por parte de los costarricenses, lo que transformó a la deportista en un referente moral. El segundo utilizó esta victoria deportiva para exaltar la imagen internacional de Costa Rica y remarcar su diferencia del resto de la región centroamericana. Por otra parte, la obtención de la medalla de oro de su hermana Claudia en 1996 posibilitó la articulación de varios textos discursivos: el primero manifestó el esfuerzo que hizo por ganar la competencia deportiva y el agradecimiento hacia su entrenador. En segundo lugar, esta conquista deportiva fue pregonada como un triunfo nacionalista. También se encauzó como un logro personal y fue cubierta en un halo triunfalista individualista neoliberal. Por último, permitió hacer una crítica a la sociedad costarricense, ya que este triunfo era difícil que sirviera como ejemplo para los costarricenses, debido a su desidia y a los impedimentos étnicos-culturales que poseían. (Urbina, 2018)
El ciclismo nace en Costa Rica a finales del siglo XIX. El martes 4 de agosto de 1896 se fundó en San José, en el Hotel Europa, de don Carlos Belisari, el Club Ciclista Josefino, sobresaliendo entre algunos miembros de su directiva provisional: W.F. Teller como presidente y Marco Tulio Pérez como secretario. Otros integrantes de esta asociación deportiva fueron: Roberto Hernández, Gerardo Boutin, A.G.M. Guillot, Ricardo Kriebel, Jesús Salazar R., Vidal Quirós, Manuel González Z. y Jaime Fernández. El domingo 5 de diciembre de 1897 algunos jóvenes josefinos prepararon un paseo en bicicleta a Cartago. En 1899 uno de los lugares capitalinos más utilizados para la práctica del ciclismo fue la plaza de la Fábrica Nacional de Licores —actual Parque España— donde se congregaban por las tardes algunos jóvenes y señoritas para practicar con sus biciclos. Hacia 1903 existía en San José una prohibición que impedía a los ciclistas circular por las aceras con sus bicicletas. En el programa de las fiestas cívicas de Puerto Limón, del sábado 13 de octubre de 1906, se realizaría un desfile de bicicletas decoradas por la segunda avenida de esa localidad (Urbina, 2001, pp. 46-47). En estos años la práctica del ciclismo solo estaba al alcance de algunos miembros de la burguesía nacional, que podían adquirir una bicicleta en Europa y Estados Unidos y que cuidaban de su salud y apariencia. (Reilly, 1990; Algarra, y Gorrotxategi, 1996; Vilanou, 2003; Carmichael, y Burke, 2004; Rosen, Cox, y Horton, 2007; Sharma, 2010; Hughes Cartigny, 2012)
Para mediados de marzo de 1929, don Juan M. Victory hizo un viaje de Costa Rica a Nicaragua en una bicicleta marca Raleigh. En todas las ciudades por las que pasó fue calorosamente ovacionado. Don Alfredo Anderson también había llegado por bicicleta a ese país. Él y don Juan Victory fueron recibidos por un grupo de pedalistas nicaragüenses. (La Tribuna, martes 19 de marzo de 1929, p. 1)
Pese a que durante los años de estudio la práctica del ciclismo fue de dominio masculino, se sabe que, hacia mediados de agosto de 1938, cerca de veinte señoritas —que también ejecutaban el baloncesto— venían practicando el ciclismo. Esto impulsó a varios entusiastas por el deporte, para que insinuaran que se organizara una carrera ciclística femenina (La Tribuna, martes 16 de agosto de 1938, p. 8). La iniciativa no prosperó.
Hasta el momento en Costa Rica para el período de estudio no existe un estudio sobre la historia del ciclismo que reconstruya las experiencias de los pedalistas, su esfuerzo físico y su potencialidad. Empero, existe la tesis de Licenciatura en Ciencias del Deporte con énfasis en Rendimiento Deportivo de la Universidad Nacional de 2012 de Jennifer Hughes Cartigny denominada: Análisis histórico de la participación femenina en ciclismo en Costa Rica y en el mundo donde se brindan datos generales sobre el origen y desarrollo del ciclismo masculino en el país (Hughes Cartigny, 2012). En el libro de Rooney Sánchez (s.f.), Campeonatos nacionales. lera. División Costa Rica 1940-1990, se brindan datos generales sobre los campeonatos de ciclismo del país (Sánchez, s.f.).
Durante el lapso de tiempo que se considera en este artículo, el ciclismo comenzó a organizarse mejor, lo que llevó al establecimiento de importantes carreras como la de San José-Puntarenas-San José (la más larga con 288 kilómetros), la de San José-Grecia-San José (100 kilómetros) y la de San José-Sarchí-San José (101,5 kilómetros). Estas competencias hacían un recorrido por las principales urbes y regiones cafetaleras del Valle Central y del país, que eran las que tenían las mejores vías terrestres para realizar estas actividades y contaron con la participación de los mejores pedalistas nacionales. El café fue la base económica sobre la que se asentó la identidad nacional costarricense, y el ciclismo trató de fomentar este tipo de identidad política (Acuña, 2002, p. 218; Díaz, 2005, p. 8; Urbina, 2014). A modo de ejemplo, el domingo 13 de noviembre de 1938, se efectuó la carrera de 84 kilómetros comprendida entre San José-Alajuela-San José-Cartago-San José, la cual fue ganada por Francisco Chavarría en un tiempo de dos horas y cincuenta y cinco minutos. Esta competencia fue organizada por el propietario del almacén deportivo “La Casa de Las Bicicletas”, don Carlos María Palma. El señor Palma era el agente para Costa Rica de la afamada marca de bicicletas Phillips (La Tribuna, martes 15 de noviembre de 1938, p. 10). Todas estas carreras ayudaron a la integración del deporte en la consolidación del Estado nacional costarricense. Para Chartier, y Vigarello, el sentimiento nacional se fortalece también por la gradual organización de un espacio o de un mercado del deporte nacionalmente unificado. (Chartier, y Vigarello, 1982, p. 298)
Dentro de los años que abarca este artículo, Evangelista Chavarría (1917-1986) fue uno de los pedalistas más destacados de Costa Rica. Su prestigio deportivo lo consolidó al quedar en décimo lugar en la Vuelta Ciclística a México de 1949. Debe aclararse que la Vuelta a México fue una carrera de ciclismo en ruta por etapas que se corrió en ese país de forma intermitente hasta 2016. (s.a., 2021)
Fundamentado en todo lo anterior, es que este artículo pretende responder dos preguntas: ¿cuál fue la importancia dentro de la historia deportiva costarricense de la carrera ciclística San José-Puntarenas desde su aparición en 1925 hasta 1945? y ¿cómo la participación de Evangelista Chavarría en la Vuelta a México de 1949 fue utilizada por parte de la prensa nacional para exaltar el heroísmo, la virilidad y el patriotismo de este deportista?
Organización deportiva, exigencia física e internacionalización. La carrera ciclística San José-Puntarenas (1925-1945)
La carrera San José- Puntarenas recreaba la ruta de la salida del café desde el Valle Central hasta ese puerto del Pacífico. Este recorrido lo efectuaba el Ferrocarril al Pacífico que estaba en manos del Estado costarricense, el del Atlántico lo controlaba la compañía bananera United Fruit Company. Aparte de este simbolismo nacional, la carrera era muy demandante para los competidores y la que más expectación despertaba entre la afición nacional. La misma se realizaba en la misma fecha en que se desarrollaba la carrera de atletismo que hacía el mismo recorrido. Esta carrera atlética dejó de realizarse en 1938.
La carrera ciclista San José-Puntarenas de 1925 fue ganada por Carlos Rodríguez Valenciano miembro del Club Sport La Libertad (La Tribuna, jueves 12 de marzo de 1925, p. 7). En esta competencia Rodríguez llegó a la meta con un tiempo de 7 horas y 25 minutos, seguido de Gonzalo Rojas quien hizo un tiempo de 7 horas y 33 minutos (Diario de Costa Rica, martes 10 de marzo de 1925, p. 3). En tercer lugar, arribó Flavio Lépiz con un tiempo de 7 horas y 40 minutos. Rodríguez volvió a vencer en esta carrera ciclística en 1926 (Diario de Costa Rica, Martes 2 de marzo de 1926, p.). Entre 1927 y 1929 y 1931 y 1935 no se realizó esta competencia deportiva. En la carrera de 1930 participaron cinco competidores. Sus posiciones fueron las siguientes: primero, Otoniel Castillo, con 7 horas y 6 minutos; segundo Alfredo Anderson, tercero, un ciclista de apellido López; cuarto Pablo Montero y quinto Fernando Anderson. (Diario de Costa Rica, martes 18 de marzo de 1930, p. 2)
El sábado 7 de marzo de 1936 a las cinco de la tarde, empezó la carrera ciclística entre San José y el puerto de Puntarenas. El vencedor fue Arnoldo Valverde, que llegó a la ciudad de Puntarenas a las cuatro de la madrugada y treinta minutos del domingo 8 de marzo. De segundo se presentó Rodrigo Meza a las cinco de la mañana, es decir media hora de diferencia con el anterior (Novedades, lunes 9 de marzo de 1936, p. 6). Para el 27 de febrero de 1937 a las 6:00 p.m. se efectuó la competencia de este año, siendo ganada por Rodrigo Meza, quien arribó a las 3:45 a.m. del día siguiente El segundo lugar fue para Abraham Valverde quien llegó media hora después. En el tercer lugar quedó Fernando Guevara quien alcanzó la meta a las 4: 00 a.m. (La Tribuna, martes 2 de marzo de 1937: 3). Para el 19 de marzo de 1938 a las 10:00 p.m. salieron de la capital al puerto antes mencionado los ciclistas que participaron en esta carrera nacional. A las 6: 05 a.m. del día siguiente entraron a la meta Abraham Valverde y Víctor Calvo, clasificándose ambos en el primer lugar con un tiempo de siete horas y cincuenta minutos. Luego, con una diferencia de pocos minutos entraron Fernando Valverde y Alvin Pezoa. (La Tribuna, martes 22 de marzo de 1938, 3)
En 1939 esta competencia fue dominada por Fernando Guevara con un tiempo de seis horas y treinta y cinco segundos. El segundo y tercer lugar fueron ocupados por Guillermo Brizuela y Víctor Calvo (La Tribuna, martes 7 de marzo de 1939, pp. 10-11). La carrera de 1940 fue conquistada por Abraham Valverde, el segundo puesto fue para Guillermo Brizuela. En este año “La Casa de Las Bicicletas” fue la organizadora de esta carrera (La Hora, lunes 25 de marzo de 1940, p. 5). En 1941 Guillermo Brizuela dominó esta competencia de 288 kilómetros en 13 horas, cincuenta minutos y nueve segundos. Evangelista Chavarría y Víctor Calvo entraron a la meta en el segundo y tercer puesto respectivamente. Brizuela recibió una medalla de oro y dinero, y los demás otros premios. El Presidente de la República Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia condecoró a los tres ciclistas mencionados anteriormente. (La Tribuna, martes 1 de abril de 1941, p. 10)
La carrera de 1942 la ganó el ciclista guatemalteco Fernando Marroquín quien recibió de manos del Presidente de la República Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia el trofeo “Presidente Calderón Guardia”. Marroquín hizo un tiempo de trece horas, 37 minutos, 55 segundos y 1 quinto. Guillermo Brizuela llegó en segundo lugar con un tiempo de trece horas y 41 minutos. Fraterno Vila se quedó en la tercera posición con un tiempo de trece horas y 50 minutos (La Prensa Libre, lunes 16 de marzo de 1942, p. 13). El acercamiento del presidente Calderón Guardia a la actividad deportiva aumentó su popularidad y buscaba obtener un mayor respaldo político del pueblo costarricense a sus políticas reformistas.
El sábado 20 de marzo de 1943 se realizó la carrera de ese año, saliendo de San José a las 6:00 a.m. El ganador fue Evangelista Chavarría quien arribó a la meta a las 11:53 a.m. En segundo lugar, llegó Guillermo Brizuela 6 minutos después de Chavarría. El tercer lugar fue para Rigoberto Salazar quien arribó 1 minuto después que Brizuela (La Prensa Libre, sábado 20 de marzo de 1943, p. 4). La carrera de 1944 la ganó Guillermo Brizuela (La Prensa Libre, lunes 20 de marzo de 1944, p. 16). A partir de este año, la carrera se correría en dos etapas. La primera comenzaría en la esquina noroeste del Parque Central en la ciudad de San José. La segunda etapa empezaría en la esquina del Victory Club en Puntarenas. Se declararía vencedor al que efectuara el recorrido de ida y regreso en el menor tiempo. (La Prensa Libre, sábado 11 de marzo de 1944, p. 9)
En la competencia de 1945 el triunfador fue Rigoberto Salazar con un tiempo de una hora, treinta y dos minutos y veintinueve segundos. En segundo puesto quedó Edgar Campos con un tiempo de once horas, cuarenta y cinco minutos y treinta y tres segundos. El tercer lugar fue para Evangelista Chavarría con un tiempo de once horas, cuarenta y siete minutos y treinta y dos segundos (La Prensa Libre, martes 20 de marzo de 1945, p. 5). La carrera era financiada por las contribuciones de los comerciantes de San José.
En 1946 la suma colectada junto con la contribución inicial del Consejo Nacional de Educación Física pasaba de dos mil colones, de los cuales se otorgarían mil doscientos colones en premios, dejándose el resto para cubrir los gastos que demandaba la realización de la prueba (La Prensa Libre, viernes 29 de marzo de 1946, p. 6). Durante el período de estudio, la carrera de 1945 fue la última en ejecutarse, lo cual se debe a la falta de apoyo y a la agudización de la crisis político-social de finales de los años cuarenta en Costa Rica que desembocó en la Guerra Civil de 1948.
Sencillez, sacrificio y heroísmo deportivo. El recibimiento a Evangelista Chavarría en 1949
Evangelista Chavarría en los años de estudio fue un ciclista originario de los sectores campesinos. Fue campeón nacional de ciclismo en los años de 1942, 1943, 1945, 1946, 1948, 1949, 1950 y 1951. En 1946 consiguió una medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia. Además, en 1949 y 1950 compitió en la Vuelta Ciclística a México. (s.a., 2015)
En la Vuelta Ciclista a México de 1949 Chavarría ocupó el décimo lugar (La Prensa Libre, lunes 12 de diciembre de 1949, p. 4). Esto hizo que La Prensa Libre el 12 de diciembre del año en mención, lo presentara como un héroe que había dado todo por su patria, amén de resaltar su humildad: “Entre ellos también se sumó Evangelista, luciendo en el pecho su insignia de costarricense; entro fatigado pero sonriente, barbado y sucio pero altivo y arrogante. Entró como todo un Campeón, —sí, como el Campeón de esta querida Costa Rica… Ahora regresará como siempre, humilde y callado” (La Prensa Libre, lunes 12 de diciembre de 1949, p. 4). En estos discursos se evidencia la postulación de Chavarría como un referente moral que vence los obstáculos en nombre la comunidad a la que representa. Esto es comprobado por Maximiliano Korstanje cuando refiere: “…el 'deportista moderno' encarna el papel o rol del héroe mitológico con arreglo a una lógica o tipo de liderazgo carismático, un sentimiento de representación comunitaria o nacional, un intrépido personaje que encara los obstáculos y los supera, y un ejemplar del consumo conspicuo-ostentoso con miras al logro de valores 'abstractos' basados en el orgullo, la estirpe, o la honorabilidad”. (Korstanje, 2008)
Tres días después, el periodista encargado de la sección deportiva del periódico antes citado, que escribía con el seudónimo de “Chutador” señala que, la afición deportiva de Costa Rica debía de rendirle un caluroso recibimiento a Chavarría. Esto debido a la destacada actuación deportiva en México: “Su magnífica actuación en esta competencia recién terminada en México nos dice de su gran empeño; del temple de su espíritu para la lucha; de su abnegación en la pista y, sobre todo, de su gran sentimiento patriótico que lo ha llevado a la realización de una proeza que nadie pensó podría realizar…” (La Prensa Libre, jueves 15 de diciembre de 1949, p. 5). Sobre la hazaña del pedalista centroamericano, Hugo Francisco Bauzá resalta: “De entre los diferentes rasgos que caracterizan al héroe existe uno muy significativo que se erige como común denominador de esta figura en todos los tiempos: el de ser un transgresor, pero para alcanzar esa categoría heroica esta transgresión debe apuntar hacia lo ético. En efecto, por la transgresión el héroe se eleva por encima del establishment histórico-político que pretende coaccionarlo, y lo que es más importante, mediante su acción intenta también apartarse del determinismo fatalista y convertirse en artífice de su propio destino”. (Bauzá, 1998, p. 162)”
Dos días después, el citado periodista recalcaba la invitación a recibir al pedalista nacional: “Que nadie, absolutamente nadie, niegue este pequeño tributo a quien dio tanto por encumbrar en lares extraños el Pabellón Tricolor” (La Prensa Libre, sábado 17 de diciembre de 1949, p. 5). Aquí Chavarría es considerado como un guerrero, un ejemplo de virilidad, que dio todo por su país. Al respecto Pierre Clastres comenta: “La sociedad funciona como un espejo que devuelve al guerrero vencedor una imagen halagadora de sí mismo, no sólo para que juzgue legítimos sus esfuerzos y los riesgos corridos, sino también para que se sienta alentado a proseguir la realización de su vocación beligerante”. (Clastres, 1996, p. 226)
Chavarría arribó al país el 19 de diciembre a las 12 y 40 de la mañana, y cuando apareció en la portezuela del avión, la gran cantidad de público allí presente se abalanzó para alzarlo en hombros. En el aeropuerto fue condecorado por el Presidente de la Federación de Ciclismo, don Antonio Escarré y a continuación se inició el gran desfile a través de la Avenida Central. Ciclistas y motociclistas lo encabezaban, siguiendo luego el automóvil con el deportista, su esposa y autoridades del ciclismo nacional. Siguieron la ruta del Paseo Colón hasta llegar a lo alto de la Cuesta de Núñez, donde cruzó al norte para pasar por la Casa Presidencial, donde fue recibido y condecorado por el Presidente de la República Otilio Ulate Blanco. Una vez terminado ese acto continuaron por el Paseo de las Damas hasta dejar a Chavarría en su casa de habitación (Diario de Costa Rica, martes 20 de diciembre de 1949, p. 11). Durante el período de estudio no se puede hablar de profesionalismo en el ciclismo costarricense debido a que están ausentes aspectos como la especialización de los ciclistas y los cambios en su status laboral, la conformación de mercados deportivos, la reconfiguración competitiva de la práctica, entre muchos otros.
Conclusión
La carrera ciclistica San Jose-Puntarenas-San Jose contribuyó a la incorporación del deporte en el afianzamiento del Estado nacional costarricense. Principalmente porque abonó a la articulación de un mercado deportivo nacional, lo cual hizo alrededor de la ruta de salida del café del Valle Central hasta el puerto de Puntarenas. En esta competencia participaron los principales pedalistas nacionales junto con algunos centroamericanos, lo que los convirtió en ídolos de la afición nacional. Esta actividad fue uno de los espectáculos deportivos más esperados en el país. El apoyo particular fue muy importante en su génesis, aunque posteriormente el Estado —principalmente durante el gobierno del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia— la patrocinó. Uno de los ganadores de esta carrera ciclística fue Evangelista Chavarría, quien se destacó por ocupar en la Vuelta Ciclística a México en 1949 la décima posición. Este hecho le valió ser exaltado como un referente moral que vence los obstáculos en nombre de Costa Rica. A la vez que se le postula como un ejemplo de humildad y de virilidad, que dio todo por su país. Lo estudiado sobre Evangelista Chavarría, nos da un ejemplo sobre el trato mediático que la prensa costarricense durante la primera mitad del siglo XX, les dio a los héroes deportivos nacionales —no solamente futbolistas— y a la exaltación de su masculinidad y virilidad, y como sus logros deportivos fueron interpretados como un hecho heroico en torno a la defensa de la patria.
Referencias
Acuña Ortega, Víctor Hugo (2002). La invención de la diferencia costarricense, 1810-1870. Revista de Historia, 45. https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/historia/article/view/12397
Algarra, José Luis, y Gorrotxategi, Antxon (1996). Fundamentos del ciclismo: El ciclista y su mundo. Gymnos Editorial.
Bauzá, Hugo Francisco (1998). El mito del héroe: morfología y semántica de la figura heroica. Fondo de Cultura Económica.
Carmichael, Chris, y Burke, Edmund (2004). Bicicleta: salud y ejercicio. Editorial Paidotribo.
Chartier, Roger, y Vigarello, Georges (1982). Las trayectorias del deporte: Prácticas y espectáculo. Apunts, 76. https://www.apunts.org/en-pdf-X021337178204797X
Clastres, Pierre (1996). Investigaciones de Antropología Política. Editorial Gedisa.
Diario de Costa Rica
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