ISSN 1514-3465
La formación del espíritu investigativo en los estudiantes universitarios
The Investigative Spirit Formation in University Students
A formação do espírito investigativo em estudantes universitários
Dra.C. Maricela González Pérez*
maricela@upr.edu.cu
Dr. C. Luis Gustavo Marín Cuba*
gustavo.marin59@gmail.com
Dra. C. Angie Fernández Lorenzo**
aafernandez2@espe.edu.ec
*Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saiz Montes de Oca" (Cuba)
**Universidad de las Fuerzas Armadas - ESPE
(Ecuador)
Recepción: 10/07/2020 - Aceptación: 30/08/2020
1ª Revisión: 26/08/2020 - 2ª Revisión: 27/08/2020
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
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Cita sugerida
: González Pérez, M., Marín Cuba, L.G., & Fernández Lorenzo, A. (2020). La formación del espíritu investigativo en los estudiantes universitarios. Lecturas: Educación Física y Deportes, 25(268), 127-139. Recuperado de: https://doi.org/10.46642/efd.v25i268.2420
Resumen
Las universidades latinoamericanas están enfrascadas en perfeccionar su enfoque y las misiones a asumir, fundamentalmente en el ámbito de investigación. Este aspecto se entrelaza con otros como el perfeccionamiento de los planes y programas de estudio, el vínculo de la universidad y la práctica social, la actualización del claustro de profesores y en general el nuevo ambiente universitario. En el presente trabajo se realiza un análisis valorativo sobre la necesidad, importancia y vías fundamentales a utilizarse para formar el espíritu investigativo en los estudiantes de pregrado, a partir de la exposición de autores, base normativa en Cuba y Ecuador, así como la experiencia de valor de los autores. A partir del análisis realizado se concluye en relación a la importancia del desarrollo del espíritu científico en los estudiantes universitarios como una vía para lograr el desarrollo integral de las sociedades a través de la educación superior.
Palabras clave:
Investigación. Estudiante universitario. Formación profesional superior.
Abstract
Latin American universities are engaged in perfecting their approach and the missions to be assumed, mainly in the field of research. This aspect is intertwined with others such as the improvement of study plans and programs, the link between the university and social practice, the updating of the faculty and in general the new university environment. In this work, a value analysis is carried out on the need, importance and fundamental ways to be used to form the investigative spirit in undergraduate students, based on the authors' exposition, the normative basis in Cuba and Ecuador, as well as the experience of value of the authors. From the analysis carried out, it is concluded in relation to the importance of the development of the scientific spirit in university students as a way to achieve the integral development of societies through higher education.
Keywords:
Research. University student. Professional training.
Resumo
As universidades latino-americanas estão empenhadas em aperfeiçoar sua abordagem e as missões a serem assumidas, principalmente no campo da pesquisa. Este aspecto se confunde com outros como o aprimoramento dos planos e programas de estudos, a vinculação da universidade à prática social, a atualização do corpo docente e, em geral, o novo ambiente universitário. Neste trabalho é realizada uma análise de valor sobre a necessidade, importância e formas fundamentais a serem utilizadas para formar o espírito investigativo em acadêmicos de graduação, com base na exposição dos autores, a base normativa em Cuba e Equador, bem como a experiência de valor dos autores. Da análise realizada, conclui-se sobre a importância do desenvolvimento do espírito científico nos estudantes universitários como forma de se atingir o desenvolvimento integral das sociedades por meio da educação superior.
Unitermos:
Pesquisa. Acadêmico universitário. Formação profissional superior.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 25, Núm. 268, Sep. (2020)
Introducción
En este artículo se propone realizar una reflexión sobre la necesidad, importancia y vías fundamentales a utilizarse para formar el espíritu investigativo en los estudiantes de pregrado, como garantía para su desarrollo como profesionales competentes a lo largo de toda la vida, comprometidos con el desarrollo social.
Para ello se abordarán los siguientes tópicos:
Breve recuento de los antecedentes de la investigación como actividad principal en las universidades.
Importancia de formación investigativa en los estudiantes.
Objetivo de la formación investigativa.
Componentes principales que deben intervenir para lograr una adecuada formación investigativa.
El pensum de estudios.
El vínculo con la práctica social.
El claustro de profesores.
El ambiente universitario.
Aspectos que se consideran básicos para crear un ambiente universitario donde se vaya formando consciente y gradualmente ese espíritu que tanto se necesita para que los estudiantes se conviertan en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.
El objetivo del presente trabajo realizar un análisis valorativo sobre la necesidad, importancia y vías fundamentales a utilizarse para formar el espíritu investigativo en los estudiantes de pregrado, para lo cual se desarrolla una investigación documental y se expresan juicios de valor a partir de la experiencia de los autores en el desarrollo de la educación superior en Cuba y Ecuador.
Espíritu investigativo
Según el diccionario el vocablo espíritu puede ser entendido desde muchas acepciones, dentro de ellas las siguientes son las que mejor reflejan lo que se propone este trabajo cuando se habla de formar el espíritu investigativo en los estudiantes de pregrado (Rodrigo & Morales, 2012). Por ejemplo (Aponte, 1999, p. 80) lo conceptualiza como “Vigor natural o fortaleza que alienta a obrar; ánimo; valor; aliento; brío, esfuerzo; vivacidad, ingenio”.
Lo anterior significa que los profesores y el colectivo universitario en general debe contemplar dentro de su actuación, infundir y levantar ese espíritu investigativo, que si bien puede tener características innatas, también puede ser formado, claro no solo en la universidad, a esta solo debía corresponderle completar esa formación (Clavijo, Delgado, Parra, Fernández, & Chicaiza, 2017; Travieso Ramos, 2017). Sin embargo, en la mayoría de los casos, la enseñanza precedente lejos de fomentar el espíritu investigativo y creativo, lo coarta, adormece, oculta, entre otros muchos términos.
Breve recuento de los antecedentes de la investigación como actividad principal en las universidades
La preocupación por desarrollar el espíritu investigativo en los estudiantes de pregrado no fue una de las funciones con las que surgieron las universidades en el siglo XI.
Si se realiza un breve recorrido a lo largo de la historia, para tratar de esclarecer de si se trata de una moda o es una tendencia internacional, se evidencia que las primeras universidades, en correspondencia con el contexto donde fueron creadas, más que al cuestionamiento de la realidad, la indagación, el estímulo a la curiosidad, promovían una preparación basada en la reproducción memorística y la creencia ciega en los dogmas.
Indudablemente siempre hubo profesores y estudiantes que se salieron de estos cánones y hoy se estudian como los precursores del espíritu investigativo de su tiempo, tales son los casos de la universidad de Salerno, la de Padua, Bolonia, entre otros (Manzano & Torrego, 2009), todo ello realizado de forma oculta.
En general pasaron muchos siglos para que se operarán cambios importantes en este sentido, no fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX que se producen cambios radicales en el modelo de universidad imperante en el mundo, quedando para la historia tres modelos de universidad que hasta el día de hoy de alguna manera encuentran sus manifestaciones en el contexto de las universidades.
La universidad napoleónica, que saco de las universidades la investigación y las convirtió en escuelas de oficios para formar profesionales a partir solo de la transmisión del conocimiento acumulado.
La universidad de Berlín, pionera en institucionalizar la investigación como actividad consustancial tanto para estudiantes como para profesores, aunque aquí se trataba principalmente de investigación básica.
Y posteriormente ya a inicios del siglo XX la universidad científica tecnológica americana, donde no solo se consideraba la investigación básica sino también la aplicada y los trabajos de desarrollo tecnológico, poniendo las universidades al servicio del desarrollo de las fuerzas productivas del país.
Todos estos modelos han tenido una incidencia en la universidad en América Latina, desde las primeras creadas a imagen y semejanza de las universidades españolas hasta la actualidad, donde se pueden encontrar universidades principalmente públicas con un fuerte espíritu investigativo y otras con no son más que un negocio, las llamadas universidades de garaje.
En un estudio de Pierre & Chiappe (1999) se caracteriza la realidad de la investigación en las universidades latinoamericanas de la siguiente forma:
Como debilidades principales señalan:
Los grupos de investigación están formados por muy pocas personas.
El enfoque multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario es poco frecuente.
Insuficiente número de universidades en las cuales existen actividades de investigación.
Insuficiente número de profesores reconocidos como investigadores.
Porcentajes muy bajos de doctores en los claustros de profesores.
Desarticulación entre el posgrado y la investigación.
Falta visibilidad de las contribuciones universitarias al desarrollo de la Ciencia y la Tecnología nacional.
Ausencia de estrategias de investigación en las universidades.
Dentro de las características principales situaron:
Las líneas de investigación no obedecen a un plan prefijado sino responden a las inquietudes personales de los investigadores.
Las investigaciones mantienen una fuerte dependencia de los trabajos de grado de los estudiantes.
Salida de investigadores calificados hacia otros países o hacia el sector productivo.
Ausencia de actividades de investigación en las universidades privadas.
Concentración de las investigaciones en una o dos universidades públicas en cada país.
Baja inversión total en actividades de investigación.
Falta de credibilidad por parte de los profesores de las políticas científicas y tecnológicas.
Falta de incentivo a la investigación y la formación de posgrado.
Orientación positivista del desarrollo científico.
Como puede concluirse era y todavía es, un panorama nada propicio para el desarrollo del espíritu investigativo no solo en estudiantes sino también para los profesores, lo que es una condición de lo primero, y uno de los aspectos fundamentales en el proceso de formación del docente universitario. (Regueira, Calzado, & Fernández, 2016; Mägi & Beerkens, 2016)
En Cuba esta era la misma realidad hasta el año 1959, más exactamente hasta el año 1962, año en que se realiza la Reforma Universitaria en revolución, a partir de la cual:
Se estableció a la investigación como una de las misiones básicas de la universidad, precisando que la misma era el vínculo por el cual la ciencia y la técnica modernas, en sus más elevadas manifestaciones, debían ponerse al servicio del pueblo de Cuba.
Así mismo se institucionalizó la investigación al interior de las universidades creando las estructuras que debían gerenciarla.
Y se definió a la investigación como una función del estudiante y el profesor universitario, pero no la realización de cualquier investigación, sino aquella que debía ponerse en función no de los caprichos y a las aspiraciones particulares de unos cuantos, sino a la solución de los problemas del pueblo.
Esto explica los logros alcanzados en la Educación Superior, pues antes de que se llegara a un consenso internacional al respecto, ya se estaba trabajando por crear y desarrollar las capacidades para la investigación científica en todas las universidades del país.
En particular en el caso de la formación investigativa de los estudiantes de pregrado se ha ido transitando por diferentes modelos, hasta llegar al actual, donde se recoge en los planes de estudio de todas las carreras como un componente principal en la formación de los mismos y en el que se trabaja tanto desde la docencia como en vínculo con la práctica laboral pre profesional.
Por su parte, en Ecuador, el artículo 350 de la Constitución de la República del Ecuador señala que el Sistema de Educación Superior tiene como finalidad la formación académica y profesional con visión científica y humanista; la investigación científica y tecnológica; la innovación, promoción, desarrollo y difusión de los saberes y las culturas; la construcción de soluciones para los problemas del país, en relación con los objetivos del régimen de desarrollo. (Ecuador, 2008)
El articulado de la LOES (Ecuador, 2010) plantea entre otros en el artículo 3: “Fines de la Educación Superior- La educación superior de carácter humanista, cultural y científica constituye un derecho de las personas y un bien público social que, de conformidad con la Constitución de la República, responderá al interés público y no estará al servicio de intereses individuales y corporativos”.
Se señala además en el artículo 8: “Serán Fines de la Educación Superior. - La educación superior tendrá los siguientes fines: a) Aportar al desarrollo del pensamiento universal, al despliegue de la producción científica y a la promoción de las transferencias e innovaciones tecnológicas; mostrando en algunas plecas, el detalle de:
f) Fomentar y ejecutar programas de investigación de carácter científico, tecnológico y pedagógico que coadyuven al mejoramiento y protección del ambiente y promuevan el desarrollo sustentable nacional;
Art. 13.- Funciones del Sistema de Educación Superior. - Son funciones del Sistema de Educación Superior: a) Garantizar el derecho a la educación superior mediante la docencia, la investigación y su vinculación con la sociedad, y asegurar crecientes niveles de calidad, excelencia académica y pertinencia;
b) Promover la creación, desarrollo, transmisión y difusión de la ciencia, la técnica, la tecnología y la cultura; c) Formar académicos, científicos y profesionales responsables, éticos y solidarios, comprometidos con la sociedad, debidamente preparados para que sean capaces de generar y aplicar sus conocimientos y métodos científicos, así como la creación y promoción cultural y artística; d) Fortalecer el ejercicio y desarrollo de la docencia y la investigación científica en todos los niveles y modalidades del sistema (…)”
Aborda además al referirse a la pertinencia, en el artículo 107: “Principio de pertinencia. - El principio de pertinencia consiste en que la educación superior responda a las expectativas y necesidades de la sociedad, a la planificación nacional, y al régimen de desarrollo, a la prospectiva de desarrollo científico, humanístico y tecnológico mundial, y a la diversidad cultural. Para ello, las instituciones de educación superior articularán su oferta docente, de investigación y actividades de vinculación con la sociedad, a la demanda académica, a las necesidades de desarrollo local, regional y nacional, a la innovación y diversificación de profesiones y grados académicos, a las tendencias del mercado ocupacional local, regional y nacional, a las tendencias demográficas locales, provinciales y regionales; a la vinculación con la estructura productiva actual y potencial de la provincia y la región, y a las políticas nacionales de ciencia y tecnología”.
Lo anterior evidencia la existencia de una base legal que posibilita desde el 2008 la inserción de las universidades ecuatorianas en la línea correcta.
Como se conoce no fue hasta la Conferencia de Educación Superior de la UNESCO efectuada en el año 1998 que concluyó el debate entre las universidades, de si la investigación debía ser o no una de las misiones básicas de la universidad.
Artículo 1: La misión de educar, formar y realizar investigaciones.
c) promover, generar y difundir conocimientos por medio de la investigación y, como parte de los servicios que ha de prestar a la comunidad, proporcionar las competencias técnicas adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de las sociedades, fomentando y desarrollando la investigación científica y tecnológica a la par que la investigación en el campo de las ciencias sociales, las humanidades y las artes creativas. (UNESCO, 1998)
Pero ello no significó que el debate sobre como internalizar esta misión al interior de las universidades quedara concluido, todo lo contrario, continúa ahora con mayor fuerza, pues los factores que aquí influyen no son solo institucionales, sino muchos otros, dentro de ellos algunos de carácter subjetivo que pesan mucho a la hora de realizar transformaciones al paradigma tradicional existente.
De aquí que se consideró que las principales acciones deberían encaminarse en primer lugar a la institucionalización del proceso de investigaciones lo que pasaba por:
Incluir el componente investigativo explícitamente en los pensum o mallas de estudios a partir de las demandas de la sociedad, expresadas en los modos de actuación de los profesionales (tiempo, formas, evaluación).
Incluir el componente investigativo en los Reglamentos para el trabajo docente de la universidad, con énfasis en los reglamentos de escalafones y estímulos, donde se establezcan los derechos y deberes al respecto (reconocimientos y estímulos).
Incluir la investigación en las funciones del profesor.
Incluir requisitos asociados a los resultados de la investigación en los reglamentos de categorías docentes.
Incluir en los presupuestos financieros recursos para la creación de condiciones para el desarrollo de la investigación y para la ejecución de proyectos de investigación.
Pero esto debió estar precedido y acompañado en segundo lugar de un proceso de capacitación de los claustros profesorales a partir de que se pueda comprender el papel que el proceso de investigación tiene en la gestión de las universidades en general y en particular en el proceso de formación del profesional. (Rojas & Méndez, 2017)
No por ser conocidos los beneficios de la investigación en las universidades, tanto para estas, como para los estudiantes, los profesores y la sociedad en general, es obvio insistir sobre ellos, pues solo si pasan a formar parte de la conciencia de cada uno, será posible su desarrollo sistemático y creciente.
Se investiga en las universidades para:
Para mejorar la formación de los profesionales de pregrado.
Para introducir el método científico y el modo de pensar en la ciencia en el PDE.
Para resolver problemas con pertinencia, impacto y consecuencia tecnológica en función de los intereses del desarrollo socioeconómico.
Para generar nuevos conocimientos.
Para elevar la calidad del personal docente.
Para soportar la educación de postgrado y la producción científica.
De aquí que los beneficios sean múltiples:
Para los profesores
Superación permanente.
Desarrollo de habilidades de investigación, en orientación y dirección de las mismas.
Ampliación de su capacidad de trabajo.
Perfeccionamiento de su práctica como docentes.
Mejora en su categoría científica y docente y por tanto su posición en el escalafón y su remuneración.
Mayor reconocimiento social.
En la mayoría de los casos hay conciencia de estos beneficios y por ello son cada vez más los profesores que realizan de forma sistemática proyectos de investigación de diversa naturaleza, se preocupan por superarse y buscar fuentes de financiamiento, etc., por lo que en algunas ocasiones se pretende diferenciar al interior de las universidades los profesores que se dedican a la investigación y los que se dedican a la docencia, donde esto ocurra, se pueden alcanzar excelentes resultados de investigación del más alto nivel de visibilidad internacional, pero se estará olvidando que la universidad existe para la formación de profesionales y por ello la labor investigativa del profesor siempre debe ser en el aula, desde el aula y para el aula, es lo que diferencia las universidades de las instituciones que solo se dedican a la investigación. (Guerra, 2017)
Lo anterior no significa que todos los profesores tengan exactamente la misma carga docente e investigativa, ello deberá ser balanceado en dependencia del momento en que se encuentren los proyectos de investigación y las demandas de la docencia, incluso un profesor puede que durante todo un año académico se dedique solo a la investigación si así lo aconseja el proyecto donde se encuentra trabajando, pero lo que no es posible es que un profesor no realice tareas de investigación durante su carrera como docente, pues no se puede enseñar lo que no se conoce, no solo en teoría sino en la práctica.
Para los estudiantes
Creación de hábitos de pensamiento activo.
Consolidación de su formación.
Sólidos conocimientos teóricos.
Enfoque científico en la solución de problemas profesionales.
Creación de hábitos de trabajo y estudio independientes.
Capacidad para trabajar en equipos.
Capacidades para la auto superación y el autodesarrollo.
De lo anterior, son pocos los estudiantes que se dan cuenta durante su formación, generalmente lo reconocen una vez graduados cuando el desempeño profesional le exige mucho más que lo aprendieron en las aulas universitarias, por lo que el estímulo al espíritu investigativo debe iniciarse desde el primer año y continuar desarrollándose a lo largo de toda la carrera desde todas las disciplinas, asignaturas y profesores.
Para la institución
Imagen.
Incremento en el potencial científico.
Ampliación de la capacidad de respuesta a las necesidades.
Mayor pertinencia social.
Desarrollo de nuevos métodos, medios, programas, publicaciones, otras.
Incremento de su visibilidad nacional e internacional.
Mejor ubicación en los rankings de universidades.
De estos beneficios deben estar conscientes en primer lugar los directivos para crear las condiciones objetivas que permitan la planificación, organización, regulación y control del proceso de investigación.
Gestionar conocimiento y conectarlo con la sociedad es uno de los pilares del cumplimiento de la función social de las universidades actualmente.
Para la sociedad
Profesionales mejor preparados para enfrentar la solución de problemas profesionales y el desarrollo.
Resultados de investigación pertinentes.
Elevación de la cultura científica del pueblo.
Prestigio y reconocimiento de la educación superior.
El entorno social puede jugar un importante papel en el fortalecimiento y desarrollo del proceso de investigación en las universidades, si reconoce que en las mismas se encuentra el mayor potencial científico que posee cualquier país, que debe ser apoyado desde las políticas de ciencia y tecnología y desde la asignación de fondos, no solo porque de aquí salen los profesionales del futuro, sino también porque al mismo tiempo pueden salir resultados de investigación valiosos para la solución de los problemas del desarrollo. (CEPAL, 2003)
Al respecto cabe citar algunos datos que indican lo mucho por hacer al respecto. A pesar de los avances en la última década, América Latina y el Caribe representan apenas el 3% de la inversión mundial en investigación y desarrollo y el 3,7% de los investigadores del mundo.
En este punto cabe preguntarse:
¿Por qué entonces si es tan importante la formación investigativa cuesta tanto internalizarla?
La respuesta se puede encontrar en múltiples estudios, dentro de los que se encuentran los de Jean Piaget, cuando se interrogaba y al mismo tiempo se respondía.
“¿De dónde viene entonces el obstáculo que frecuentemente esteriliza esas tentativas y a veces las interrumpe por completo? cuando deberían, en cambio, desarrollarse en forma continua. Eso se debe a la actitud de la escuela que ofrece al alumno los conocimientos ya elaborados privándolos de la oportunidad de la búsqueda personal”. (Piaget, 1991)
Es decir, Piaget responsabiliza a los profesores y sus métodos de los pocos avances en la formación de una mentalidad investigativa en los estudiantes de pregrado. Muchos autores coinciden con este planteamiento ya que realmente en la práctica se ha demostrado que en la enseñanza tradicional las iniciativas de los estudiantes se pueden destruir a partir del proceso de planificación del sistema de actividades que se destinan para su formación profesional por parte de los docentes. (Armijos, Galarza, Fernández & Regueira, 2017)
El modo tradicional de dirigir el proceso Docente – Educativo (PDE) le garantiza al docente la comodidad necesaria para demostrar que él sabe y puede transmitir el recetario de conocimientos.
La tendencia actual de colocar a los estudiantes en situaciones de aprendizaje en las que descubran lo desconocido y lo incorporen a su acervo cultural, sin dudas reporta mayor sacrificio para el profesor, pero a su vez acerca a estos al proceso de creación más fenomenal que en la enseñanza y el aprendizaje puedan vivenciarse.
De aquí que las transformaciones para internalizar la formación de los estudiantes en la universidad deben encaminarse al mismo tiempo en dos direcciones:
Integración explícita en el currículo y la vida universitaria de la formación investigativa, como se explicó anteriormente.
Transformación de los modos de actuaciones de los profesores.
La integración explicita se logra a través de:
Vinculación de los profesores a las investigaciones.
Inclusión de la asignatura Metodología de la investigación en el currículo.
Inclusión de trabajos investigativos por parte de los estudiantes en el currículo (tesis, trabajos prácticos, trabajos de curso, entre otros).
Sistemas de estimulación a la investigación estudiantil.
Esto es relativamente fácil de evidenciar y controlar.
Implícitamente dicha internacionalización estará determinada por:
Formas de actuación del profesor como conductor del proceso docente educativo, lo que pasa puertas adentro del aula.
Formas de actuación que genere en el estudiante, lo que es lo mismo por la preparación, destreza, experiencia, voluntad y compromiso del docente al realizar su labor.
En resumen, el grado de internalización en el proceso de docente de la formación investigativa dependerá de factores tales como:
Resistencia al cambio.
Comodidad.
Falta de motivación.
Pocos incentivos.
Falta de exigencia.
Inercia.
Falta de tiempo.
Estos factores pueden servir para justificar las causas de la no transformación de las prácticas docentes en correspondencia con las exigencias de la formación de los profesionales que hoy necesita la sociedad.
De aquí que se considere como requisito de éxito, compartir los propósitos que se persiguen con la formación investigativa de los estudiantes entre los directivos, profesores y estudiantes.
Cabe aclarar que el objetivo no es la formación en las universidades de investigadores, esta es una carrera de postgrado que deben hacer los que se dedicarán en su vida profesional a la misma y los profesores universitarios, aquí se trata de formar profesionales con mentalidad innovadora, creativa, imaginativa, que le permita lograr la independencia de pensamiento necesaria para enfrentar y solucionar los problemas profesionales.
Cuyas manifestaciones pudieran ser:
Actitud de constante vínculo con la realidad y sus problemas.
Identificación personal y relación continúa con el objeto de investigación.
Capacidad y condiciones para la concentración, atención y organización del trabajo.
Relación personal entre la investigación y la práctica social.
Claridad y sencillez en el uso de los métodos y las técnicas de investigación.
Domino y seguridad para argumentar, demostrar y refutar.
Capacidad crítica y autocrítica que fortalece y desarrolla su propio trabajo y el de los demás.
Capacidad para trabajar en equipo tanto intra como interdisciplinarios.
Capacidad para generar y evaluar alternativas de solución.
Todas las que son necesarias para un desempeño profesional creativo e innovador.
Teniendo claro el qué y el para qué cabe preguntarse:
¿Cómo articular los diferentes componentes, dimensiones, principios y ciclos de formación al interior de un pensum de estudios de forma que se logre el propósito expresado anteriormente?
Este indudablemente ha sido y seguirá siendo un excelente espacio para la investigación didáctica que permitirá construir modelos de formación a la medida de las características de cada carrera, universidad y entorno.
Por último, se hace referencia a las ventajas y desventajas de la investigación curricular y la investigación extracurricular para la formación de los estudiantes.
Por Investigación curricular (llamada por muchos autores investigación formativa) se entiende aquella que se refiere a las actividades investigativas que deben ser desarrolladas por las estudiantes vinculadas a las asignaturas o disciplinas que cursan y constituyen un requisito para aprobar las mismas. Como principales ventajas tiene que debe ser realizada por el ciento por ciento de los estudiantes con lo que se garantiza un nivel de calidad uniforme en el egresado y como desventajas tiene la obligatoriedad independientemente de la preferencia del estudiante por uno u otro tema y que los tiempos son en general cortos determinados por los periodos del curso escolar.
Por su parte la Investigación extracurricular se refiere a las actividades investigativas desarrolladas de forma individual o colectiva por los estudiantes de manera adicional a su plan de estudio y de forma totalmente voluntaria, como principal ventaja se le sitúa que el estudiante decide a que línea o tema de investigación de los que desarrollan sus profesores vincularse en función de sus preferencias personales con lo que estará más motivado y como desventajas que al estar fuera de su plan de estudio no es obligatoria ni todos los estudiantes están en capacidad de asumirla, solo los más aventajados, así como la falta de tiempo para el cumplimiento de las tareas del plan de estudio que muchas veces manifiestan.
¿Cómo resolver esta contradicción?
Puede existir muchas opciones pero en general se trata de que los estudiantes que se inserten a la investigación extracurricular se les vincule en los entornos donde están realizado el trabajo de investigación durante los periodos de práctica laboral investigativa, así como que los trabajos de curso y el final de carrera se asocie igualmente a la misma, para ello deberá estar permitido en el reglamento docente el ajuste al plan de estudios si es que su tutor así lo recomienda, lo que puede concretarse en adelantar materias, convalidar materias y ajustar los tiempos, entre otras muchas opciones como propone Herrera (2014).
Para lo anterior se requiere de un sistema de estimulación institucionalizado, conocido por los estudiantes desde que se inician en la universidad, promocionado sistemáticamente por profesores y directivos.
En Cuba para estimular una mayor participación de los estudiantes en investigación existe un sistema de estimulación que abarca:
Sistema de Fórum Científicos Estudiantiles Nacionales para todas las carreras universitarias con un proceso de selección desde la universidad hasta el nivel nacional.
Posibilidad de presentar trabajos en una comisión especial dentro de Fórum de Ciencia y Técnica del país (desde la facultad hasta el nivel nacional).
Sistema de premios al estudiante investigador, entregado anualmente por el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente a nivel provincial y nacional.
Participación en las Brigadas Técnicas Juveniles y su sistema de reconocimientos (Sello, concurso y exposición).
Selección anual del estudiante más destacado en investigación de cada graduación a nivel de carrera, facultad y universidad.
Conclusiones
El estímulo al desarrollo del espíritu científico en los estudiantes, debe ser una tarea irrenunciable en todas las universidades, solo así será posible lograr egresados con una formación integral y capacidades para transformar los entornos donde desarrollen su actuación profesional con elevado sentido de la ética, la justicia y compromiso social con su colectivo y su país.
El análisis realizado permitió visualizar estrategias y herramientas viables para su aplicación en universidades que aspiren a cumplir con tal finalidad, encontrándose experiencias avanzadas e interesantes en los casos de Cuba y Ecuador.
Referencias
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