Caídas laterales bajas del portero de fútbol. Incidencia, biomecánica y entrenamiento
Lateral low dives of the soccer goalkeeper. Incidence, biomechanics and training
Quedas laterais baixas do goleiro de futebol. Incidência, biomecânica e treinamento
Sergio Fabián Vizcaíno*
srgvizcaino@gmail.com
Leandro Horacio Cortizo**
info@cefarq.com.ar
*Centro de Entrenamiento Formativo de Arqueros (CEFARQ)
La Plata, Provincia de Buenos Aires, www.cefarq.com.ar
Biólogo, profesor Titular de la Universidad Nacional de La Plata
Investigador Superior CONICET. Entrenador de Arqueros Diplomado ATFA
Coordinador del Grupo Femenino del Centro de Entrenamiento
Formativo de Arqueros (CEFARQ)
** Centro de Entrenamiento Formativo de Arqueros (CEFARQ)
La Plata, Provincia de Buenos Aires, www.cefarq.com.ar
Club Estudiantes de La Plata, La Plata
Entrenador de Arqueros de primera División del Club Estudiantes de La Plata
Coordinador del Área de Arqueros del mismo club
Director del Centro de Entrenamiento. Formativo de Arqueros (CEFARQ)
Ex arquero profesional, con trayectoria en Europa
(Argentina)
Recepción: 05/07/2019 - Aceptación: 31/12/2019
1ª Revisión: 30/11/2019 - 2ª Revisión: 28/12/2019
Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0) https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es |
Resumen
Las caídas son acciones del portero para interceptar balones que se dirigen fuera de su alcance directo. Por su dirección se pueden clasificar caídas laterales, frontales y posteriores. Por la trayectoria del centro de masa del cuerpo hacia el balón se distinguen caídas bajas y vuelos a mediana altura y altos. El objetivo de esta contribución es describir cualitativamente la biomecánica de las caídas bajas laterales y evaluar su incidencia en el juego para mejorar su entrenamiento. Es decisivo que el portero sea capaz de movilizar su centro de masa rápida y lo más directamente posible hacia abajo. Ante envíos cercanos y rápidos es relevante una postura de pre-acción baja, con el centro de masa más cercano al suelo que ante envíos más lejanos o lentos. Producido el impulso hacia el balón, la ejecución de trayectorias parabólicas retarda el tiempo de llegada a niveles bajos, disminuyendo la eficiencia y la eficacia de la acción. En porteros muy altos un bajo Índice de Masa Corporal y el entrenamiento específico mejoran el accionar ante envíos bajos. La mitad de las acciones analizadas de los porteros en una competencia requirieron la ejecución de caídas laterales bajas. Criterios claramente definidos y estadísticas específicas ayudan a orientar la planificación de los entrenamientos.
Palabras clave: Portero. Fútbol. Técnica. Biotipo. Entrenamiento.
Abstract
Front, lateral, and rear dives are actions performed by goalkeepers to intercept balls beyond their immediate reach. The trajectory of the goalkeeper’s center of body mass towards the ball may produce low, mid, and high dives. The goal of this contribution is to describe qualitatively the biomechanics of low lateral dives and evaluates their incidence during a game to improve their training. Maximizing the effectiveness of such dives requires goalkeepers to move their center of mass downward quickly and as directly as possible. For close and fast shots, a low set posture, positioning the center of mass closer to the ground, is more appropriate than for more distant or slower shots. Also, diving with parabolic trajectories delay the arrival time to the ball at low levels and decreases the efficiency and effectiveness of the action. In very tall goalkeepers a low Body Mass Index and specific training improve performance of low dives. Half of the analyzed actions of goalkeepers during a competition required the execution of low lateral dives. Specific statistics based on clearly defined criteria help to guide training planning regimes.
Keywords: Goalkeeper. Soccer. Technique. Biotype. Training.
Resumo
As quedas são ações do goleiro para interceptar bolas direcionadas para fora do alcance direto. Por sua direção, você pode classificar quedas laterais, frontais e posteriores. A trajetória do centro de massa do corpo em direção à bola distingue quedas baixas e vôos médio-alto e alto. O objetivo desta contribuição é descrever qualitativamente a biomecânica das quedas laterais baixas e avaliar seu impacto no jogo para melhorar seu treinamento. É decisivo que o goleiro seja capaz de mobilizar seu centro de massa rápida e o mais diretamente possível para baixo. Na presença de remessas rápidas e próximas, é relevante uma baixa postura pré-ação, com o centro de massa mais próximo do solo do que antes das remessas mais longas ou lentas. Produzindo o impulso para a bola, a execução de trajetórias parabólicas reduz o tempo de chegada a níveis baixos, diminuindo a eficiência e a eficácia da ação. Em goleiros muito altos, um baixo Índice de Massa Corporal e treinamento específico melhoram a ação contra baixas remessas. Metade das ações analisadas pelos goleiros em uma competição exigiu a execução de quedas laterais baixas. Critérios claramente definidos e estatísticas específicas ajudam a orientar o planejamento do treinamento.
Unitermos: Goleiro. Futebol. Técnica. Biótipo. Treinamento.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 24, Núm. 261, Feb. (2020)
Introducción
Las caídas del portero de fútbol son gestos técnicos específicos, ejecutados para recibir balones que se dirigen fuera de su alcance directo. En general, esta acción se inicia con la ejecución de un paso con la pierna más cercana al balón (ipsilateral), mediante la flexión de la rodilla y de la cadera y con el pie apuntando hacia la dirección en la que se realizará la caída, de manera simultánea con una flexión de la rodilla de la pierna más alejada del balón (contralateral). El despegue ocurre por extensión de la espalda y la pierna y la flexión plantar del pie de la pierna ipsilateral. Simultáneamente, ambas manos se desplazan desde una posición inicial frente al abdomen directamente hacia el balón (Vizcaíno y Cortizo, 2017).
Las caídas se pueden clasificar con distintos criterios. En relación a la dirección, García Ocaña, 2008, p. 32) las clasifica como frontales y laterales, aunque también deben considerarse las caídas posteriores. Entre las laterales, en este estudio distinguimos caídas bajas y vuelos y éstos los dividimos en vuelos a mediana altura y altos. Definimos estas categorías, en función de la trayectoria general del centro de masa del cuerpo hacia el balón (Figura 1), iniciando en postura de pre-acción. Las caídas bajas están dirigidas a bloquear o desviar envíos por debajo de la mitad del muslo o incluso por debajo de la altura de las rodillas (rasantes) y la trayectoria general del centro de masa es hacia abajo y horizontal. Los vuelos se ejecutan para bloquear o desviar envíos que el portero debe interceptar por encima de la mitad del muslo, por lo que el centro de masa se desplaza de manera preponderantemente horizontal (entre la mitad del muslo y el pecho para media altura) o hacia arriba (por encima del pecho para los vuelos altos). Entre las caídas bajas laterales distinguimos arrastres, cuya técnica se ajusta mayormente a la descripción provista más arriba, y colapsos o barridas, que se ejecutan ante envíos a una distancia cercana y una velocidad que no permitan la realización del paso inicial.
Figura 1. Alturas del cuerpo del portero que definen las caídas laterales bajas y vuelos a media altura y altos en función del desplazamiento requerido del centro de masa del portero. En las caídas bajas el centro de masa se desplaza hacia abajo, por debajo de la mitad del muslo; en los vuelos a media altura horizontalmente (entre el muslo y el pecho) y en los altos con una importante componente vertical (hacia el pecho)
Puesto que las caídas, particularmente los vuelos, representan las acciones más representativas de la portería (Vizcaíno y Cortizo, 2017), comúnmente se les destina una porción importante del entrenamiento. Sin embargo, sólo existen estadísticas parciales publicadas de la incidencia, es decir la cantidad de acciones que impliquen cada tipo de caída durante el juego y que justifiquen objetivamente el volumen de entrenamiento a dedicar a estas acciones en cada sesión. Por ejemplo, García Ocaña (2008) propone un 30% más de incidencia de blocaje con caída lateral por sobre la recepción baja, pero no discrimina entre las diferentes alturas de caídas laterales.
Asimismo, los estudios biomecánicos de las caídas del portero de fútbol consisten mayormente en análisis cuantitativos realizados en situaciones de laboratorio y sin control calificado de la técnica (Matsukura et al., 2014; Numazu y Fuji, 2015; Spartford et al., 2009; Suzuki et al., 1988). Resulta auspiciosa la reciente aparición de contribuciones con claro asesoramiento o directa intervención de entrenadores de porteros. Vizcaíno y Cortizo (2017, 2018) realizaron análisis cualitativos del vuelo, específicamente dirigidos a facilitar a los entrenadores de porteros la comprensión de la física detrás de la técnica y mejorar su entrenamiento. Ibrahim et al. (2019) publicaron un completo análisis cinemático y cinético de las caídas bajas y vuelos del portero con valiosas observaciones y aportes al entrenamiento.
El objetivo de esta contribución es describir cualitativamente la biomecánica de las caídas bajas laterales y evaluar su incidencia en el juego, con el fin de mejorar su entrenamiento mediante ejercicios específicos y determinar qué proporción del entrenamiento debería dedicársele.
Métodos
Biomecánica
Se realizó un análisis biomecánico cualitativo, describiendo las caídas bajas en términos no numéricos (Ramón Suarez, 2009). El análisis se basa en la observación analítica de las caídas durante el entrenamiento de porteros y porteras, desde los 9 años hasta la adultez, del Centro de Entrenamiento Formativo para Arqueros (CEFARQ) y el Club Estudiantes de La Plata (EdeLP) de Argentina. Mientras que en EdeLP se forman y entrenan porteros y porteras para la alta competencia profesional, el CEFARQ recibe porteros aficionados, de ligas locales, juveniles de clubes con fútbol profesional, etc., con una frecuencia de dos estímulos semanales. Se analizaron también videos de porteros de todo el mundo.
Incidencia
Se analizaron videos de los 20 juegos de la Primera Fase de la Copa de la Superliga 2019 de Argentina disponibles en Internet (https://www.youtube.com/channel/UCI5RY8G0ar-hLIaUJvx58Lw). Se revisaron los correspondientes a los goles convertidos (https://www.youtube.com/watch?v=HYyLbcKUfs0; https://www.youtube.com/watch?v=FUT6G1YTpco&t=8s) y a las salvadas de los porteros (https://www.youtube.com/watch?v=kaCv0XlIcWY; https://www.youtube.com/watch?v=1G5_lF0dDG0). Se contabilizaron las acciones cuya resolución efectiva o requerida incluyeran caídas, su altura y variantes (arrastres y colapsos/barridas). En los casos en que no se registró una resolución con caída lateral el criterio aplicado fue su necesidad estimada en función de la ubicación correcta que debería haber tenido el portero ante el último envío. No se tomaron en cuenta los envíos dirigidos directamente al cuerpo del portero o a su proyección vertical.
Resultados
Biomecánica del arrastre
Describiremos la biomecánica del arrastre, asumiendo que la distancia a recorrer para alcanzar el balón en extensión corporal total requiere efectuar sólo un paso lateral antes de la caída. Se inicia con el portero de frente al pateador en posición de base o pre-acción (Figura 1), con las piernas semi-flexionadas, los pies separados aproximadamente el ancho de las caderas y apuntando al pateador y el centro de masa ligeramente desplazado hacia adelante, lo que hace que los talones queden ligeramente elevados del suelo promoviendo la pre-activación muscular; el tronco se inclina ligeramente hacia adelante y las manos se proyectan por delante del cuerpo, a la altura de la cintura y con las palmas a 45º del suelo.
Al empezar el movimiento (Figuras 2A, 2B), el torso y el centro de masa del cuerpo se desplazan hacia abajo y lateralmente mientras se hace un paso en la dirección de intercepción del balón con la pierna ipsilateral (o de ataque, la pierna del lado del balón). Durante este tiempo la velocidad y fuerza de traslación es producida por la pierna opuesta, o contralateral (Ibrahim et al., 2019). Al descargar el peso sobre la pierna ipsilateral, los elementos elásticos de la pierna (musculatura y tendones) se tensan, acumulando energía elástica que se libera en el momento del empuje. Al apuntar el pie en la dirección del arrastre, las líneas de acción de la tracción producida por la contracción del grupo de músculos que producen flexión plantar y la extensión de la pierna se ubican en el plano vertical del arrastre, evitando la disipación de energía en otros planos. En este momento la pierna ipsilateral (Figura 2C) es la que proporciona el mayor empuje que desplazará al portero hacia el balón (Ibrahim et al., 2019). De acuerdo a la 2° Ley de Newton el cambio de movimiento será proporcional a la fuerza que actúa sobre el suelo. Como la masa corporal es constante, el cambio de movimiento dependerá de la aceleración lograda. El movimiento de ambas manos directamente hacia el balón ayuda a incrementar el impulso general del cuerpo y la distancia cubierta en la dirección deseada (Figuras 2A, 2B).
Figura 2. Arrastre. A. Secuencia continua. B. Secuencia desagregada para distinguir las posturas claves en su ejecución. De izquierda a derecha: posición de base o de pre-acción, paso lateral, empuje, arrastre propiamente dicho. C. Análisis biomecánico. El pie de ataque (ipsilateral) ejerce fuerza sobre el suelo (rojo) y recibe una reacción igual pero de sentido contrario (azul), con una componente vertical (elevación) y una horizontal (desplazamiento lateral). La aceleración de los brazos hacia el balón ayuda a incrementar el momentum general del cuerpo y la distancia lineal hacia el balón
Biomecánica del colapso o barrida
Como se mencionó arriba, el colapso o barrida es un tipo de caída baja lateral en la que la cercanía de la trayectoria del envío o su velocidad no permite ejecutar convenientemente el descenso del centro de masa ni el paso y empuje con la pierna ipsilateral. La denominación colapso hace referencia a que la caída sería virtualmente pasiva, por efecto de la fuerza de gravedad, cuya aceleración es constante, por lo que el portero no tendría control de la velocidad de caída. Sin embargo una técnica eficiente permite resolver esta situación. La técnica consiste en dirigir las manos con velocidad hacia el balón, al tiempo que la pierna ipsilateral realiza un movimiento pendular en sentido contrario frente a la contralateral (Figura 3); es decir, “barre” por delante de la pierna de apoyo, lo que da lugar al término barrida. Esta combinación de acciones de los brazos y la pierna ipsilateral genera un par motor, es decir una configuración de fuerzas con componentes opuestas que producen rotación alrededor del centro de masa que actúa como pívot. La pierna contralateral es la única que contribuye al desplazamiento lateral, aunque con disipación de energía en la componente vertical pues sólo puede ejercer fuerza sobre el suelo. Su ejecución se dificulta si la mayor parte del peso corporal del portero se descarga en la pierna ipsilateral en el momento de la intervención. Idealmente el portero debería lograr trasladar su peso corporal a la pierna contralateral, lo que no siempre es posible debido al reducido tiempo que exige la ejecución del gesto.
Figura 3. Barrida. A. Secuencia desde la posición base hasta la intercepción del balón. Los brazos se dirigen hacia el balón mientras la pierna cercana al mismo (ipsilateral) realiza un movimiento pendular por delante de la de apoyo (contralateral). B. Biomecánica. Esta combinación de acciones de los brazos y la pierna ipsilateral genera fuerzas opuestas que producen rotación alrededor del centro de masa. La pierna contralateral contribuye al desplazamiento lateral, con disipación de energía en la componente vertical
Incidencia
Se analizaron acciones de 20 partidos de la Primera Fase de la Copa de la Superliga Argentina 2019 (Tabla 1). Esta fase consistió en duelos de eliminación con partido de ida y vuelta. De los 45 goles convertidos, 41 implicaron o hubiesen implicado caídas laterales. Los videos registran 26 salvadas por parte de los porteros, 21 con caídas laterales. De las 62 acciones que requirieron o hubiesen requerido caídas laterales la mitad correspondieron a envíos bajos y un tercio de ellos fueron resueltos con barridas.
Tabla 1. Goles, salvadas y alturas de las caídas laterales registrados
en la primera fase de la Copa de la Superliga Argentina 2019
|
Ida |
Vuelta |
Totales |
Porcentajes |
Goles |
20 |
25 |
45 |
- |
Salvadas |
11 |
15 |
26 |
- |
Caídas
laterales |
26 |
36 |
62 |
- |
Envíos
altos |
11 |
6 |
17 |
27,42% |
Envíos
media altura |
11 |
3 |
14 |
22,58% |
Envíos
bajos |
12 |
19 |
31 |
50% |
Barridas |
1 |
1 |
3 |
9,7% |
Discusión
Para describir el movimiento de traslación durante las caídas laterales es importante entender la noción de centro de masa, que corresponde al punto donde teóricamente se podría concentrar toda la materia del objeto. Aunque varía con la postura, en general en el cuerpo humano se encuentra en la pelvis por delante del sacro. Una característica importante de las paradas con caídas es la capacidad del portero de desplazar su centro de masa directa y rápidamente al balón. (Suzuki et al., 1988; Vizcaíno y Cortizo, 2017; Ibrahim et al., 2019)
Puesto que las caídas bajas están dirigidas a accionar ante envíos bajos, es crucial que el portero sea capaz de movilizar su centro de masa rápida y directamente hacia abajo (Vizcaíno y Cortizo, 2017). La reducción del tiempo de descenso del centro de masa está ligada a diferentes factores. Ante envíos cercanos y rápidos es relevante una postura de pre-acción baja, con el centro de masa más cercano al suelo que ante envíos más lejanos o lentos. Una vez que se produce el impulso hacia el balón, en las caídas con arrastres el desplazamiento del centro de masa ocurre virtualmente paralelo al plano del suelo; la ejecución de trayectorias parabólicas retarda el tiempo de llegada a niveles bajos, disminuyendo la eficiencia y, eventualmente, la eficacia de la acción.
Vizcaíno y Cortizo (2017) resaltaron también la importancia de la extensión de la espalda y la aceleración de partes específicas del cuerpo al ejecutar un vuelo. Aunque los brazos y manos tienen relativamente poca masa en relación a la masa corporal (Plagenhoef et al., 1983), su rápida extensión genera una fuerza proporcional a la aceleración con las que se los mueve (Rathee Magnes y Davis, 2014). Algunos entrenadores (Benjamin, 2007) propician acelerar además la rodilla de la pierna contralateral en dirección hacia al balón. Sin embargo, puesto que su aceleración no pasa directamente por el centro de masa del cuerpo, esto podría generar desviaciones no deseadas que el portero debería neutralizar mediante compensaciones posturales.
Las características antropométricas del portero también son importantes. Tradicionalmente se entendía que los porteros muy altos tenían dificultades para resolver envíos bajos debido a la ubicación demasiado alta del centro de masa. Sin embargo, los porteros modernos accionan eficientemente ante envíos rasantes a pesar de su altura, gracias al entrenamiento específico. En un análisis biomecánico del biotipo del portero, Vizcaíno y Cortizo (2018) señalaron la importancia de que el portero sea alto, atlético y fuerte, pero liviano, lo que se refleja en los bajos índices de masa corporal registrados para porteros de elite, en comparación con otros deportistas como basquetbolistas o rugbiers. En porteros pesados el descenso del centro de masa se dificulta pues mayor masa implica mayor inercia y requiere frenar el descenso antes que en porteros más livianos.
El análisis de incidencia deja ver la relevancia de las caídas laterales bajas. En la muestra analizada, virtualmente la mitad de las acciones requeridas ante envíos directos al arco requirieron la ejecución de caídas laterales bajas. Es posible que estos valores se modifiquen en alguna proporción menor en respuesta a la edad, sexo, disímiles estilos de juego dominantes en diferentes ligas (por ejemplo, proporción de remates de distancias entre ligas europeas y sudamericanas o entre ligas profesionales y amateurs), instancias de competencia (en el partido definitorio de cada duelo se registraron más goles y acciones de los porteros que en el de ida), etc. Por ejemplo, datos provistos por Brambilla (2019) reflejan que 54% de los goles convertidos en las últimos tres campeonatos de la serie A italiana se produjeron en zonas bajas laterales del arco que, asumiendo disparos desde zonas frontales al arco, hubiesen requerido acciones de caída lateral. Los valores registrados sugieren que una significativa proporción del entrenamiento del portero debería destinarse a la resolución de envíos que demanden caídas laterales bajas. Las cantidades deberían ser evaluadas por el entrenador en función de las características físicas y técnicas de los porteros. Estadísticas específicas de las competencias en las que se desempeñan los porteros, con criterios claramente definidos, ayudarían a orientar la planificación de los entrenamientos.
Conclusiones
El análisis biomecánico permite seleccionar y diseñar ejercicios específicos para la enseñanza y entrenamiento de las caídas laterales. Así se podría mejorar la eficiencia, gracias a la mejor ejecución técnica, además de intentar mantener la eficacia, la que podría conseguirse con una buena lectura de juego, reacción y condición atlética.
Aportaciones didácticas
En la Figura 4 se describen ejercicios simples progresivos para la enseñanza y entrenamiento del arrastre mediante la utilización de una soga ubicada a la altura de la cintura del portero. La soga obliga al portero a descender su centro de masa y realizar una caída lateral rasante, optimizando la componente de desplazamiento lateral, sin disipación de energía en la componente vertical. La progresión se inicia con ejecuciones con balón en mano, sigue con toma de balón estático y culmina con la interceptación y toma de balones en movimiento. Implica la incorporación de aspectos de resolución cada vez más compleja, mientras se mantiene el estímulo sobre los contenidos iniciales.
Figura 4. Progresión de la enseñanza y entrenamiento del arrastre. A. Arrastre con balón en mano. Permite concentrar la ejecución en el descenso del centro de masa, en el empuje con la pierna ipsilateral y en el movimiento de los brazos reduciendo el contra movimiento. B. Arrastre con balón en mano y golpeo de un balón estático. Estimula la precisión y el movimiento rápido de los brazos para agregar impulso. C. Arrastre y toma de un balón estático. Promueve el gesto de toma. D. Arrastre y toma de un balón en movimiento. Estimula la coordinación témporo-espacial para tomar el balón
Figura 5. Progresión de la enseñanza y entrenamiento de la barrida. A. Barrida con balón en mano. Permite concentrar la ejecución en el envío de los brazos hacia abajo e introduce el movimiento pendular de la pierna ipsilateral. B. Barrida y toma de un balón estático. Promueve el gesto de toma. C. Barrida y toma o desvío de un balón estático, con golpeo de otro balón estático con el pie. Estimula el movimiento pendular de la pierna ipsilateral. D. Barrida y toma o desvío de un balón estático, con golpeo con el pie de un balón que deja caer el portero. Estimula la velocidad del movimiento pendular de la pierna ipsilateral. E. Barrida y toma de un balón en movimiento. Estimula la coordinación témporo-espacial para interceptar el balón
Agradecimientos
A los porteros y porteras del CEFARQ y de EdeLP. A los entrenadores de porteros y porteras de ambas instituciones por las discusiones sobre técnica y entrenamiento. A los porteros profesionales de EdeLP Mariano Andújar y Daniel Sappa por prestarse para una sesión de fotografías y a María del Rosario Grimaux (EdeLP) por realizar las tomas fotográficas. Néstor Toledo elaboró los dibujos y editó las ilustraciones. A los editores y revisores de EFDeportes.com, cuyos comentarios mejoraron la presentación de este trabajo.
Referencias
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Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 24, Núm. 261, Feb. (2020)