Alternativas colaborativas al test Course-Navette
Collaborative alternatives to the Course-Navette Test
Alternativas colaborativas para o teste Course-Navette
Joaquín Fidalgo Díaz
xuacufidalgo@hotmail.com
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Maestro Especialista de Educación Física
Profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria de Pravia, Asturias
(España)
Recepción: 14/01/2019 - Aceptación: 09/08/2019
1ª Revisión: 21/07/2019 - 2ª Revisión: 29/07/2019
Este trabalho está sob uma licença Creative Commons Atribuição-NãoComercial-SemDerivações 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0) https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es |
Resumen
El test de Course-Navette o test de Léger ha sido uno de los instrumentos tradicionales empleados para valorar la condición física en Educación Física. La sencillez para aplicarlo de forma masiva y la calificación de acuerdo a un baremo fueron las razones que popularizaron este test que, por contra, siempre ha venido mostrando cierto rechazo entre nuestro alumnado. El objetivo del presente artículo es proponer 16 alternativas que, basadas en el test original, permiten desarrollar la condición física y crear ambientes de aprendizaje de manera colaborativa y cooperativa para alcanzar otras capacidades en el alumnado: trabajo en equipo, asunción de roles, competencia matemática, autonomía, pensamiento táctico y otros.
Palabras clave: Course-Navette. Educación Física. Aprendizaje cooperativo.
Abstract
The Course-Navette or Leger test has been one of the traditional instruments to evaluate physical condition in Physical Education. Its simplicity to apply on a large scale and the direct relation between score and the scale were the reasons that popularized this test. On the other hand, it has been rejected by students. The aim of this paper is to show 16 alternatives that, based on the original test, improve student’s physical condition and create positive collaborative and cooperative learning environments in order to acquire many other skills: team work, role acceptance, mathematic competence, autonomy, tactical thinking and another.
Keywords: Course-Navette. Physical Education. Cooperative learning.
Resumo
O teste Course-Navette ou teste Léger tem sido um dos instrumentos tradicionais utilizados para avaliar a condição física na Educação Física. A simplicidade para aplicá-lo de forma massiva e a qualificação de acordo com uma escala foram as razões que popularizassem este teste que, por outro lado, sempre mostrou alguma rejeição entre os nossos alunos. O objetivo deste artigo é propor 16 alternativas que, com base no teste original, permitam desenvolver a condição física e criar ambientes de aprendizagem de forma colaborativa e cooperativa para alcançar outras capacidades nos alunos: trabalho em equipe, assunção de papéis, competência matemática , autonomia, pensamento tático e outros.
Unitermos: Course-Navette. Educação Física. Aprendizagem cooperativa.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 24, Núm. 255, Ago. (2019)
Introducción
Léger y Lambert (1982) diseñaron un recorrido de 20 metros que los sujetos debían completar hasta el agotamiento para estimar, de manera indirecta, el máximo consumo de oxígeno (Vo2máx). Para ello, el test marcaba con unos pitidos un ritmo progresivo de carrera, empezando a 8 kilómetros por hora e incrementándose medio kilómetro por hora cada dos minutos, prolongándose hasta que la fatiga obligaba al sujeto a parar.
Léger, Lambert, Goulet, Rowan y Dinelle (1984) adaptaron el test para que pudiera ser incluido en las clases de Educación Física, introduciendo los cambios de ritmo cada minuto con el objetivo de buscar una mayor motivación del alumnado. El test fue validado gracias a los datos obtenidos con adolescentes de varios centros educativos de Québec (Canadá).
El test se empieza a popularizar en Canadá y, por influencia del idioma de sus autores, en Francia. De ahí salta a España, donde se convierte en el método estrella para evaluar la condición física del alumnado en las clases de Educación Física debido a:
La distancia de carrera coincide con el ancho de las pistas polideportivas, presentes en casi todos los colegios e institutos.
En la mayoría de centros educativos permitía su ejecución a cubierto, sin depender de las condiciones meteorológicas.
El material era asequible para los departamentos de Educación Física. Tan sólo un reproductor de música, altavoces y el test (casette en sus inicios y más adelante, en CD).
Posibilidad de pasar el test de forma masiva, independientemente del número de alumnos.
Contacto visual permanente con todo el alumnado, evitando la frecuente picaresca presente en circuitos con puntos ciegos.
Cumple con los requisitos básicos de la investigación científica. (Jódar, 2003)
Sencillez para calificar. Tanto tiempo corriendo, tanta nota.
Respuesta a necesidades curriculares de aquel momento. Valorar la condición física del alumnado era un objetivo claro y este test permitía medirla.
Aunque Gastón y David (2014) afirman que el test se sigue reproduciendo en muchos centros educativos de acuerdo al modelo original, de acuerdo a Velázquez, Fraile y López (2014) las necesidades curriculares han cambiado, recurriendo a metodologías activas que ayuden al alumnado a mejorar sus competencias. Así, nos preguntamos:
¿Es relevante medir la velocidad aeróbica máxima de nuestros adolescentes?
Según Bazán (2014), el Vo2máx es un parámetro de gran influencia genética que puede ser modificado tan solo en un 15-20% por efecto del entrenamiento. ¿Debemos valorar entonces la genética en una población tan heterogénea como son los adolescentes?
¿Cumplimos con la normativa asociando el número de paliers completados a la calificación numérica?
¿Saben que la mayoría de nuestro alumnado odia la aplicación de este test y con ello se genera un futuro rechazo a los contenidos que incluyen la carrera?
¿Debemos enseñar al alumnado a sufrir o a disfrutar la actividad física?
¿Cómo creen que se sienten los primeros alumnos y alumnas que abandonan?
¿Hay algún tipo de aprendizaje asociado a la realización del test?
Si tomamos como referencia los baremos que propone la Batería Eurofit, ¿estamos individualizando la enseñanza a nuestro contexto?
Método
Para el desarrollo del presente artículo se ha depurado la prueba original, transformándola en una herramienta educativa que potencie la interacción del alumnado a través de actividades colaborativas que culminen en un reto cooperativo final.
Se han creado 16 alternativas, 15 de las cuales se categorizan como colaborativas y que sirven como base para una actividad final, cooperativa, como culmen de todo el proceso.
Conviene recordar que, según Johnson y Johnson (1999) y Veláquez (2010) entendemos por aprendizaje cooperativo aquel que incluye 5 elementos clave: interdependencia positiva, responsabilidad individual y grupal, interacción estimuladora, inclusión de habilidades personales y grupales y evaluación grupal. Mientras que la colaboración, según Zañartu (2003) solo incluye 3 elementos: interactividad, sincronía de la interacción y negociación.
Según Fernández, Hortigüela, y Pérez-Pueyo (2018), el aprendizaje cooperativo influye muy positivamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje, provocando una mejora significativa de la cohesión del grupo, desarrollo de las habilidades sociales y adquisición de la competencia social y cívica. Velázquez (2012) también añade la mayor implicación en el transcurso de la clase, producto de la sobreestimulación que provocan estos retos en el alumnado.
Tabla 1. Categorización de las alternativas propuestas
La primera premisa radica en la necesaria individualización del proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Por qué todos los alumnos deben correr 20 metros? ¿Por qué no ejecutar el test de acuerdo a los pitidos originales pero con una distancia acorde a su nivel de condición física?
Resulta interesante fijar 5 distancias, que van de los 12 a los 20 metros en intervalos de dos (12, 14, 16, 18 y 20 metros) y ubicar a los alumnos en cada una de ellas en función de su nivel de resistencia.
¿Cómo elegir la distancia más adecuada para cada alumno? O bien con datos de otras pruebas ejecutadas anteriormente o bien pasando el Course-Navette original y, en función de los resultados, ubicar al 20% con mejor rendimiento en la distancia de 20 metros, al 20% siguiente en 18 metros y así sucesivamente.
Pasar la prueba retocando las distancias favorece un tiempo de práctica más igualado entre los participantes y, por tanto, mayor motivación. El alumnado de menor nivel mejora su autoestima y al de mayor nivel podemos retarle: “dentro de tres semanas, ¿serías capaz de mantener el mismo resultado corriendo sobre 21 metros?”.
Dado que el test siempre se aplica de acuerdo al modelo original, la velocidad de carrera tendremos que ajustarla aumentando o reduciendo la distancia en función de las capacidades de cada alumno o alumna.
Figura 1. Adaptación de las distancias de carrera
Resultados
Alternativa 1. Course-Navette cruzada
La primera decisión consiste en agruparse por parejas de nivel o heterogéneas.
En caso de parejas del mismo nivel, la primera decisión será consensuar la distancia elegida para correr y multiplicarla por dos. El test comienza con los corredores en un cono central, de manera que al sonar el primer pitido tendrán que salir corriendo hacia el extremo opuesto, donde llegarán coincidiendo con el segundo pitido. Al tercer pitido coincidirán en el cono central y a partir de entonces podrán, o bien volver al mismo extremo o cruzarse con su compañero, chocando las palmas en cada cruce.
Figura 2. Representación de la Course-Navette cruzada
En el caso de optar por parejas de distinto nivel, deberán consensuar cuántos metros desplazan el cono hacia uno u otro extremo, de manera que puedan ajustar así los metros que recorren cada uno en cada periodo.
Alternativa 2. Course-Navette indi-colectiva
El profesor propone el siguiente reto colaborativo al alumnado: “tenéis dos sesiones para conseguir que los 20 alumnos de esta clase mantengan el test, al mismo tiempo y corriendo individualmente, durante 10 minutos. Por calles, 4 de vosotros correrán 12 metros, otros 4, 14, otros 4, 16, otros 4, 18 y otros 4, 20 metros. Debéis consensuar qué distancia va a correr cada uno, pero recordad que con que un alumno no llegue a la línea al sonar un pitido, el reto será no conseguido”. Las distancias son orientativas y se adaptarán al nivel de la clase, de manera que sea un reto real, que no les resulte ni muy sencillo ni inalcanzable.
El alumnado tiene que elaborar una estrategia común, que se basará en decidir quién corre en cada distancia. Los ensayos son la fuente de información principal, se tienen que dar cuenta que las personas que abandonan antes de los 10 minutos seguramente tengan que pasar a una calle más corta y el que no ha acabado muy fatigado, a una distancia mayor. Todas las calles, y por tanto los alumnos, tienen la misma importancia, sintiéndose partícipes del éxito/fracaso común.
Figura 3. Representación de la Course-Navette indi-colectiva
Alternativa 3. Course-Navette por parejas
Parejas. Casanova (2015) propuso la realización del test por parejas, de cara a trabajar de forma colaborativa.
En esta alternativa, cada pareja de nivel (los dos integrantes tendrán un nivel similar de resistencia) se colocará en un extremo de su recorrido (de 12, 14, 16, 18 0 20 metros). Al escuchar el primer pitido, un miembro de la pareja saldrá corriendo y cuando haya completado una ida y vuelta, chocará la mano con su compañero, que hará el siguiente relevo. Así sucesivamente, intentando mantener el test el mayor tiempo posible, hasta que un corredor no llegue a su zona con el pitido.
Se puede alternar la duración de los relevos, ya sean de 2, 4 ó 6 rectas.
Figura 4. Representación de la Course-Navette por parejas
Variante. Podemos ofrecer una tarea más abierta, realizando parejas con diferentes niveles. Así, les otorgamos el poder de decisión para elaborar su propia estrategia y poder mantener el test el mayor tiempo posible. El compañero de mayor nivel puede acumular más tiempo de carrera, equilibrando las fuerzas de ambos para obtener un objetivo común, siendo solidarios y colaborando. ¿Qué dudas les van a surgir?
¿Uno corre uno los primeros minutos y otro los últimos?
¿Un miembro corre 4 rectas y el otro 2? ¿4-2, 6-2, 6-4?
¿Corremos sin planificar, por sensaciones?
Alternativa 4. Course-Navette por tríos
Completar el test en grupos de tres personas nos permite proponer situaciones de colaboración más complejas. Existen multitud de variantes, cerrando o abriendo más la tarea:
Cada grupo debe mantener un solo corredor dentro del recorrido (más sencillo), o bien dos simultáneamente (más complejo).
Se puede optar por empezar la prueba los 3 en el mismo extremo del recorrido o situarse a ambos lados. Esto permite rectas más cortas para algún corredor en caso de que su nivel sea sensiblemente inferior al resto.
Figura 5. Representación de la Course-Navette por tríos
Alternativa 5. Pirámides colaborativas
Por parejas, cada corredor sale de un extremo, donde tiene 15 vasos de papel. Al primer pitido debe salir corriendo con un vaso en la mano, llegando al extremo contrario, donde tendrá una mesa para ir colocándolos, de manera que al final vayan construyendo entre ambos corredores una pirámide con los vasos. Es importante la estrategia previa de colocación de los vasos.
Figura 6. Representación de las pirámides colaborativas
Alternativa 6. El ciego y el lazarillo
Por parejas, se trata de que el "ciego" salga corriendo con los ojos vendados y su acompañante le vaya guiando verbalmente para que no se salga de su calle.
Figura 7. Representación del ciego y el lazarillo
Alternativa 7. Sport-Navette
Reduciendo la distancia podemos completar la misma botando un balón de baloncesto y haciendo un pase final al compañero, conduciendo una pelota de fútbol, haciendo toques con una pala y sin que caiga entregársela al compañero al final del trayecto. Deben consensuar el mejor momento para hacer el pase, ya que lo que cuenta es la llegada del móvil al final de la recta.
Figura 8. Representación de la Sport-Navette
Alternativa 8. Duatlón Navette
El duatlón es una disciplina en auge que combina tramos de carrera y bicicleta. En nuestro caso será posible la combinación de la carrera a pie con cualquier otro medio de locomoción, en función de los recursos disponibles que haya en el centro o aportados por el propio alumnado.
Si planteamos el trabajo por parejas, a base de relevos, la estrategia que desarrolle cada equipo será clave para poder prolongar el test el mayor tiempo posible. Deben elaborar un plan con el que pierdan el menor tiempo posible en las transiciones y puedan aprovechar al máximo las capacidades de cada persona. Pueden optar por:
Especializarse en una disciplina, uno corre y otro va bicicleta (es interesante decidir el desarrollo), patines, monopatín...
Combinarlas, haciendo ambas disciplinas los dos miembros.
Darse relevos de diferente duración, 2, 4, 6 rectas...
Realizar los primeros tramos corriendo y los últimos en otro medio, o al revés.
Figura 9. Representación de la Duatlon-Navette
Alternativa 9. Bolos-Navette
Dividimos la clase parejas o tríos que se colocan en un extremo del recorrido. Se trata de realizar el test de manera normal con la diferencia de que cuando llegan al extremo corriendo, deben lanzar una bola en el momento del pitido para derribar el mayor número de conos posibles, que se encuentran a 5-10 metros de la zona de llegada.
Si el corredor no llega a la zona en el momento del pitido, no se elimina, tan solo deberá tirar desde una distancia más lejana y por lo tanto reducirá sus posibilidades de éxito.
Los marcadores colectivos son un gran recurso en esta alternativa. El profesor les marcará un límite temporal para derribar “x” bolos, de manera que todo el alumnado vaya sumando derribos en beneficio de su clase.
Figura 10. Representación de Bolos-Navette
Tomando como referencia esta alternativa podremos finalizar cada recta con multitud de juegos. Por ejemplo, el cubo de Rubik, intercambiando conos de colores contiguos hasta que queden colocados por hileras.
Alternativa 10. Curling-Navette
Por parejas, se trata de lanzar una pelota de un extremo a otro con la intensidad adecuada para que la pelota llegue al extremo contrario justo en el momento del pitido.
Las parejas se deben coordinar decidiendo qué tipo de pelota quieren emplear en cada lanzamiento (medicinales, baloncesto, voleibol), valorando la distancia entre pitidos y la velocidad que deben darle al móvil escogido.
Figura 11. Representación de la Curling-Navette
Alternativa 11. Cambios de calle
Diseñamos 5 calles de distancias diversas (12, 14, 16, 18, 20), ordenadas de menor a mayor distancia.
Se trata de efectuar el test empezando todos en la calle de 20 metros y, en vez de abandonar cuando veamos que ya no llegamos al siguiente pitido, nos cambiamos a la siguiente calle, con un trayecto más corto, para rebajar un poco el ritmo de carrera. Cuando hayamos agotado las 5 calles y ya no lleguemos al ritmo de los pitidos, nos retiraremos voluntariamente del test.
¿Cómo podemos convertirlo en un trabajo colaborativo? Asociamos cada recta completada individualmente con una puntuación, que variará dependiendo de que la hagamos de 12 (1 punto), 14 (2 puntos), 16 (3 puntos), 18 (4 puntos) ó 20 metros (5 puntos). La idea es sumar las puntuaciones de todo el alumnado, de manera que salga un marcador colectivo.
Figura 12. Representación de los cambios de calle
Alternativa 12. Cuenta rectas
El profesor plantea el siguiente reto a su alumnado: “Tenéis 12 minutos para llegar, entre todos, a 250 idas y vueltas, cumpliendo las siguientes normas:
Podéis salir todos a la vez y descansar todo lo que queráis durante el tiempo que dure la prueba.
Todos los corredores deben correr en el mismo sentido.
Si se llega después del pitido la recta no será considera como válida.
Para ir sumando el número de rectas debéis depositar una canica en una de las cajas que está en la línea de salida, contando al final el número de canicas. En caso de que haya algún alumno lesionado, podría dibujar con tiza 250 palitos en una pizarra e ir borrándolos e incluso poner un cronómetro marcha atrás.
Figura 13. Representación de cuenta rectas
Alternativa 13. Cuenta kilómetros
La clase debe elaborar una estrategia para ir sumando, en tiempo real, la distancia que van acumulando sus corredores, que será visible en todo momento para todos los equipos. Para acabar la suma, tan solo disponen del tiempo que tardan los corredores en realizar una ida y vuelta al recorrido. La implicación cognitiva es muy alta, teniendo cada vez menos tiempo para hacer las operaciones, a medida que aumenta el ritmo de carrera.
A partir de aquí, deberán tomar multitud de decisiones para mantener el test más tiempo y no equivocarse con las operaciones.
Figura 14. Representación de cuenta kilómetros
Alternativa 14. Course-Navette trigonométrica
Se trata de diseñar circuitos cerrados con conos, simulando diferentes figuras geométricas, ya sean triángulos, cuadrados, pentágonos, hexágonos... El alumnado debe alcanzar cada cono en el momento del pitido, completando tantos lados como tenga la figura geométrica sobre la que tiene que correr.
Es interesante que los alumnos se coloquen por grupos de condición física, completando cada uno una figura geométrica, a base de relevos.
Por ejemplo:
Grupo 1. Deben recorrer un triángulo de 12 metros de lado.
Grupo 2. Deben recorrer un cuadrado de 16 metros de lado.
Grupo 3. Deben recorrer un pentágono de 20 metros de lado.
Figura 15. Representación de la Course-Navette Trigonométrica
Alternativa 15. Open Air
Al igual que en la alternativa interior intentamos romper los trayectos de ida y vuelta que acaban por convertirse en un suplicio para el alumnado.
La alternativa consiste en colocar conos por el entorno del instituto, de manera que cada color de conos indique la exigencia del test. Por parejas, aquellas que tienen más condición física tendrán que seguir los conos rojos, que están separados por 20 metros. Por otra parte, aquellos que tienen un nivel más bajo deberán llegar con los pitidos a los conos verdes, separados por 15 metros entre sí. La idea es que cada miembro de la pareja de una vuelta al circuito, haciendo la prueba a base de relevos.
Figura 16. Representación de Open Air
Fuente: Elaboración propia
Alternativa 16. Course-Navette cooperativa
Literalmente: “en esta clase sois 20 alumnos, pero tan sólo podéis ver 10 calles para realizar el test. Vuestro reto es mantener el test durante el mayor tiempo posible, teniendo en cuenta que en todo momento tiene que estar corriendo, por lo menos, la mitad de la clase”. Por ejemplo, en una clase de 20 alumnos, habrá 10 calles por las que deberán estar corriendo 10 alumnos.
La solución ideal a la que suelen llegar es ordenarse de menor a mayor nivel de condición física y distribuirse en grupos. Las personas con más resistencia es conveniente que corran solas, en su calle, sin relevarse con nadie. Por cada persona que pueda correr sola vamos a conseguir que otras tres personas con una condición física más modesta puedan agruparse y darse relevos, con más tiempo para descansar entre esfuerzos.
Figura 17. Representación de la Course-Navette Cooperativa
Si bien se han mostrado 16 alternativas, podemos añadir a las mismas diversas variantes que pueden complementar a las mismas. Así, podemos:
Descargar la “app” del test en dispositivos móviles. (Parra, 2016)
Introducir música en el test, de manera que cada periodo responda a un corte de una canción. (Expósito, 2015)
Realizar el test con pulsómetros, pudiendo explicar multitud de conceptos fisiológicos asociados.
Introducir material en la calle (vallas, conos, bancos...), de manera que puedan integrar saltos, volteretas, zig-zag, gestos de parkour que conviertan este test en un auténtico CrossFit.
Editar el audio de la prueba para poder realizar paliers de dos minutos de duración, completar el test a la inversa (de más velocidad a menos) combinar los paliers para hacer un HIIT (High Intensity Interval Training) e incluso generar nuestros propios pitidos (continuos uniformes o variables).
Y una vez planteadas todas alternativas es momento de abordar la evaluación de los aprendizajes adquiridos. ¿Evaluamos individual o grupalmente? ¿El proceso o el resultado? ¿El rendimiento final o el proceso?
En este artículo, de acuerdo a un planteamiento cooperativo real, nos hemos decantado por la autoevaluación grupal y el uso de rúbricas como instrumento, de acuerdo al siguiente ejemplo.
Tabla 2. Rúbrica para la autoevaluación grupal del test Course-Navette cooperativo
Conclusiones
El test Course-Navette tradicional es un instrumento que siempre “gana” a nuestro alumnado. Independientemente del nivel de condición física, siempre va a haber un último pitido en el que no sean capaces de alcanzar la línea.
Incluso a veces, muchos alumnos abandonan prematuramente cuando alcanzan el “5”, para evitar lo que para ellos es una tortura.
¿Cómo creemos que vamos a instaurar un hábito físico-deportivo en nuestro alumnado si al finalizar la actividad lo único que quieren es no volver a hacerla nunca más? ¿Qué han aprendido?
La evolución natural de las clases de Educación Física nos lleva a incluir actividades en las que los alumnos se diviertan y aprendan al mismo tiempo. Tenemos que ofrecerles la posibilidad de trabajar en equipo para alcanzar una meta común, de conseguir los retos que les proponemos a base de esfuerzo y ofertar una posibilidad para que los menos dotados (sin un Vo2máx elevado) puedan “vencer” al test y mejorar su autoestima.
Los contenidos de condición física asociados a emociones positivas deben ser una tarea prioritaria del profesor de Educación Física e introducir el aprendizaje cooperativo como modelo pedagógico de referencia (Fernández y Méndez, 2016), asociado a estos contenidos tradicionales será el motor del aprendizaje del alumnado.
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