La selección de talentos en el deporte de alto rendimiento A seleção de talentos no esporte de alto rendimento The selection of talents in the sport of high revenue |
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*Doctorando **Tutor, Professor titular: Doutor em Ciência da Cultura Fisica Instituto Superior de Cultura física Manuel Fajardo, La Habana |
Msc. Agnaldo Moraes* guinal7@ibest.com.br (Brasil) Edgardo Romero Frómeta** (Cuba) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 91 - Diciembre de 2005 |
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Introducción
El talento, según el diccionario de la Real Academia de la lengua Española es la inteligencia, la capacidad intelectual, aptitud, capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación. Según Pila, H (2000) Talento en el ser humano es toda conducta supranormal o sobresaliente en las manifestaciones de este como ser social, ya sea en el arte, la cultura, las ciencias o el deporte, Explica Zatsiroski, V.M. (1989) en su libro Metrología Deportiva, que el talento deportivo se caracteriza por determinada combinación de las capacidades motoras y psicológicas, sí como de las aptitudes anatomofisiológicas que crea, en conjunto, la posibilidad potencial para el logro de altos resultados deportivos en un deporte concreto, A juicio el altor, del trabajo dice que: Talento es aquel niño, adolescente o joven, que posee habilidades naturales para el deporte, por encima de la población de sus similares en edad.
Particularidad determinantes para la selección de talentosCaracterísticas físicas: fuerza, resistencia, velocidad
Las características o indicadores modelos muy a menudo se catalogan de conservadoras (o no sometibles a entrenamiento, como es el caso de la talla) y no conservadores (que varían bajo el efecto del entrenamiento, por ejemplo, la velocidad, la fuerza, la resistencia, el peso).
También a las características modelos se les denominan compensables y no compensables.
Los indicadores compensables son aquellos, que reflejando un nivel inferior, pueden ser compensados con un nivel elevado de los demás. Por ejemplo, un posible saltador de altura puede compensar su falta de velocidad elevando al máximo su fuerza explosiva en el despegue, o un lanzador de disco con baja envergadura elevando su velocidad de desplazamiento.
En realidad, en la gran mayoría de los casos, explica Zatsiorski, V.M (1989), los indicadores son parcialmente compensables, donde pequeños atrasos en el desarrollo de una de las cualidades se compensan; pero los atrasos grandes, no.
En última instancia, en la selección es importante guiarse por los indicadores conservadores, no compensables, por ejemplo, la talla en el saltador de altura. Es un indicador conservador, pues no varía con el entrenamiento y es no compensable, pues un saltador de altura de talla pequeña no puede compensarse desarrollando otros indicadores no conservadores, pues esos indicadores también los desarrollan al máximo los demás saltadores.
Lamentablemente las capacidades por sí misma no son garantía del éxito, pues las propiedades y cualidades lo suficientemente estables del posible talento, para influir en el éxito de determinada actividad se desarrolla sobre la base de la unidad de las propiedades congénitas y adquiridas, es decir, hereditarias y desarrolladas en la vida.
A juicio de este autor, conduce a considerar en la selección los resultados iniciales y la forma en que estos varían en el tiempo (tempo), para establecer precisamente, las características modelos conservadoras y no conservadoras.
Es así entonces, que la talla va a responder a las características conservadoras, pues depende muy particularmente de la herencia genética y es muy poco variable con el entrenamiento, lo que resulta insignificante, pero permite caracterizar en ese sentido al modelo por edades.
Pero el nivel inicial de las capacidades motoras principales (fuerza, velocidad y resistencia), del grupo de las no conservadoras constituyen, en última instancia las de mayor relieve, pues se desarrollan con el proceso de entrenamiento, así como los ritmos o tempos de desarrollo de las mismas, por constituir indicadores que pueden ser acelerados.
Es por ello que este trabajo se ha centrado en su estudio.
Características Biológicas en estas edades.
Acerca de la talla y el peso.
De acuerdo con los biomecánicos Donskoi, D y Zasiorski V.M (1988), las posibilidades motoras del hombre muchos rasgos individuales de la técnica deportiva dependen, en gran medida de la constitución. Entre ellos la talla, el peso y las proporciones del cuerpo, pues puede haber un atleta más pequeño, pero con miembros inferiores más largos.
El atleta con una estatura idónea mayor tendrá más potencialidad para lograr una longitud del paso mayor que un atleta pequeño. No puede pasarse por alto que la velocidad en la carrera depende de la frecuencia y la longitud de los pasos y la longitud va a estar influenciada, de forma dominante por el nivel de la fuerza rápida y la estatura del corredor. Sin embargo, la estatura limita la frecuencia de los pasos, de manera tal, que a mayor altura del corredor, la frecuencia de los pasos tiende a ser menor.
Niños con un mayor peso corporal deben poseer una mayor fuerza absoluta, pero menor fuerza relativa, que es de vital importancia para los corredores de resistencia.
El postulante considera, que la evaluación de cualquier proceso de selección deportiva es una tarea difícil. Los resultados de la evaluación le permiten al entrenador verificar el potencial y la debilidad del posible talento. Ella pauta las condiciones de partida al comenzar el proceso de entrenamiento anual. Para Kiss, citado por Farinatti y Monteiro (1992), la evaluación es un importante recurso que posibilita conocer la situación y el desarrollo de determinado sistema energético, siendo la principal forma de retroalimentación y ella es un medio y no un fin en sí misma
Para muchos autores los tests de aptitud física son utilizados para evaluar las capacidades físicas tales como velocidad, fuerza, resistencia y otras múltiples (Pollack y Winmonel, 1993; Meardel y Katch, 1996; Powen y Howley, 2000; Pollack y Wilmore, 1993; y Eximan, 1996).
Los tests de control físico también se utilizan para diagnosticar el nivel del rendimiento del posible talento y constituyen un acicate de su interés por el entrenamiento.
Estas edades, desde los siete hasta los 11-12 años, coinciden en el tiempo con el primer período de redondez; el aumento anual de La estatura es como promedio de 5 cm y el peso, por su parte, aumenta anualmente en 2-2,5 kg, y en todo el período como promedio en 18 kg.
Características y cambios funcionales.Lo primero que debe tenerse en cuenta en la selección de posibles talentos para el deporte y en la búsqueda de los indicadores que evalúan las cualidades que lo distinguen, son las características biológicas de estas edades.
Explica Alvarez, G (2002) que ya desde hace muchos años los fisiólogos se han referido a las características de la edad escolar. En ese sentido el fisiólogo ruso N.V. Zimkin y el profesor A.B. Gandelsman en 1975 plantean que la edad escolar temprana (de los 7 a los 11 años) tiene una gran importancia el perfeccionamiento de la coordinación de movimientos, el desarrollo de la rapidez y de la destreza y la estimulación de las funciones vegetativas. Ellos indican como norma ideal, comenzar la práctica temprana.
La edad escolar media de los 12 a 15 añosEn esta edad, la cual se denomina período de transición, se produce un proceso muy complejo de ajuste de las estructuras y funciones del organismo, relacionado con la maduración sexual. En este período son características: la aceleración del crecimiento del cuerpo en estatura, la presencia en una serie de casos de desproporción en el cuerpo, un elevado carácter emocional con inestabilidad de las funciones de los sistemas vegetativos y motor, una evidente manifestación de las diferencias sexuales. A esta edad los varones comienzan a sobrepasar a las hembras en fuerza, rapidez y resistencia, las hembras comienzan a distinguirse por sus movimientos suaves y expresivos.
Los ejercicios físicos tienen una gran significación para la normalización de la fase de la maduración sexual en las adolescentes. A partir de los10- 11-12 años es una edad idónea para comenzar el entrenamiento del deporte ya con cierta exigencia.
La Comisión Nacional de Atletismo de Cuba (1988), mediante un colectivo de autores, explica que a los 11 años el sistema nervioso central presenta un aumento de la excitabilidad debido a la gran secreción de hormonas circulando en la sangre, necesarias para el desarrollo sexual. Hay un crecimiento de las extremidades inferiores y superiores, creciendo también los vasos sanguíneos, teniendo como resultado que este niño en reposo presente 90 pulsaciones por minuto. El crecimiento en esta fase es longitudinal y los músculos bajo la influencia de los movimientos se desarrollan y fortalecen.
La etapa de 12 a 14 años es la de la adolescencia donde hay una gran captación en la reacción de los hábitos motores. El desarrollo físico de los muchachos y muchachas a esa edad se hace desigualmente (comienzo del trabajo individualización).
En los adolescentes el crecimiento del cuerpo (estatura) continúa así como la anchura o grosor de los músculos, unido todo ello al desarrollo del tórax y delos órganos internos.
Las particularidades del organismo de los muchachos dan facilidad para realizar movimientos coordinados y con una gran amplitud.
En esta etapa se debe desarrollar las capacidades físicas rapidez, resistencia, fuerza, saltabilidad, flexibilidad y otras
En el subsistema del deporte de alto rendimiento del Atletismo Cubano, confeccionado por un Colectivo de Autores de Cuba (1985) se plantea las características biológicas para estas edades.
En ese libro se indica lo siguiente:
Edad 13 años
Continua el estirón iniciado en edades precedentes con incremento significativo de la talla. Aumento del peso corporal. Desarrollo armónico del volumen del corazón y de la capacidad máxima de oxigenación. El volumen sistólico no es aún considerable. La función cardiovascular transcurre a expensas de la frecuencia. Mejora la capacidad de concentración, marcado interés por el deporte.
Edad 14 años
Continúa el proceso de crecimiento e incremento significativo de la talla y el desarrollo armónico del volumen del corazón y de la capacidad máxima de oxigenación. El volumen sistólico aumenta con ligera compensación de la función cardiovascular, que anteriormente transcurría a expensas de la frecuencia y que ahora se observa disminuida. Se acentúa el proceso de maduración. Descompensación del equilibrio emocional y anímico. Manifiesto interés por participación en
Ozolin N.G y V.P. Markov (1991) plantean que en esta etapa escolar media de (11 a 14 años) el adolescente se caracteriza por serios cambios morfo funcionales debido a que coincide con el inicio de la pubertad en varones y con la primera mitad de la pubertad en las muchachas. La masa muscular crece con intensidad, lo que aumenta el peso corpóreo. Las niñas a merced de su pubertad empiezan antes que los varones.
En esta etapa cambia radicalmente no solo el volumen de la masa muscular, sino también las cualidades musculares funcionales. La fuerza muscular de los varones de 12 a 14 años aumenta mucho más rápido que la de las niñas, pero si los índices de la fuerza absoluta y relativa (calculados para 1 Kg. de peso) de los varones crecen simultáneamente, el crecimiento de peso total de las niñas de 12 a 13 años adelanta el aumento de la fuerza absoluta causando la disminución de los índices relativos de la fuerza.
Las propiedades morfo funcionales de los sistemas muscular, cardiovascular, respiratorio y otros del organismo de esta edad, ayudan también a que los adolescentes puedan adaptarse al trabajo más rápido que los adultos pero en ejercicios monótonos se cansan más rápido que personas adultas, puesto que su corazón cumple con la tarea generalmente aumentando la frecuencia de la sístole y gastando más energía que el adulto, debido a que el último la hace aumentando el volumen de la sístole. Este autor es de la opinión que el hecho de cansarse más rápido en los ejercicios monótonos conduce a que no se deban utilizar distancias muy largas para el control del nivel de la resistencia, pues el rendimiento estaría afectado por causas psicológicas más que biológicas.
Entre el desarrollo de las capacidades motoras (fuerza, velocidad, resistencia, flexibilidad, coordinación), y la formación de los hábitos motores, existe una estrecha interrelación: el desarrollo de las capacidades motoras ocurre en el proceso de perfeccionamiento de los movimientos.
Las capacidades motoras se forman irregularmente, y con diferencias temporales. En las diversas franjas etáreas, este aumento ocurre de forma desigual. Los progresos máximos de la fuerza, la velocidad y la resistencia son alcanzados en edades diferenciadas. El desarrollo de las cualidades motoras depende del estado funcional de varios sistemas del organismo. Así, la resistencia es determinada, principalmente, por la actividad de los sistemas cardiovascular y respiratorio y por la economía en el consumo de energía.
La fuerza de los músculos está estrechamente relacionada con el crecimiento de los tejidos óseos y musculares, y al desarrollo de los ligamentos y articulaciones que dependen de la capacidad coordinativa del trabajo muscular.
De acuerdo con estudios realizados por KOROBKOV, A. V, el mayor aumento de la fuerza se registra en la extensión de la musculatura del tronco; la menor, en la flexión de la mano y del antebrazo. La fuerza, en la mayoría de los músculos extensores, es más desarrollada que la de los músculos flexores. Como resultado de esta desigualdad, la fuerza de los varios grupos musculares, se altera de acuerdo con la edad.
La velocidad se caracteriza por el tiempo entre estímulo-motora (periodo latente o de evaluación), por la rapidez de un movimiento aislado y por la frecuencia de movimientos. Entre las citadas, siempre existe una relación, pues un movimiento de puede combinarse con una reacción motora lenta.
Otra importante forma de velocidad es la frecuencia. Tanto en los niños, como en los adultos, la frecuencia máxima en los diferentes segmentos corporales es absolutamente igual. La aceleración de los movimientos es característica para las manos (en la articulación radio carpiana); y el ritmo lento, para los movimientos de la articulación de los pies.
La frecuencia máxima de movimientos (durante 10 s), en la articulación del codo aumenta de los 4 a los 17 años en 2,7-3,3 veces. En los niños de 11 años, la frecuencia máxima de pedaleo es de 38 movimientos por minuto, con el pasar de los años, el ritmo de trabajo aumenta, llegando a 47 movimientos en los jóvenes de 18.
El autor del trabajo presenta ahora cuadros de un ejemplo para la selección de talentos de acuerdo con dados de su investigación realizada en Brasil con índices de fuerza, resistencia e velocidad, con 3917 niños de 7 a 14 años.
Cuadro de clasificación cualitativa de los aspirantes, según los percentiles en los diferentes indicadores estudiados.
En el próximo cuadro el autor presenta el ejemplo del indicador velocidad para la selección de talentos deportivos y también sus normas para evaluación, para la selección de talentos en el deporte de alto rendimiento.
Resultados promedios (X), Desviación(S), Coeficiente de variación (CV) y valores de los percentiles en el indicador VELOCIDAD, en las edades investigadas.
Normas de evaluación de la velocidad por edades.
ConclusiónIndependientemente del deporte a ser desarrollado y por supuesto trabajado, es extremamente importante para el profesor o entrenador llevar en consideración los indicadores físicos conservadores y no conservadores, compensables y no compensables, que sea más importante para el logro de su deporte y saber que para cada tempo de desarrollo motor en diferentes edades biológica y cronológica, hay diferentes formas para el análisis para una buena selección de un posible campeón de nivel internacional.
No solamente las características físicas sean fundamentales para la selección del talento deportivo de alto rendimiento, las características psicológicas es muy importante para el logro del deporte, principalmente el nivel de motivación para el entrenamiento, la personalidad, el nivel social etc... problema científico que hablaremos en otra oportunidad.
Bibliografía
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revista
digital · Año 10 · N° 91 | Buenos Aires, Diciembre 2005 |