Creatina: ¿suplementación natural o dopaje? | |||
*Licenciado en Ciencias Químicas y Profesor Asistente de Bioquímica. **Entrenador Academia de Remo. Facultad de Cultura Física de Cienfuegos Departamento de Ciencias Aplicadas |
Carlos J. Dauval Borges* Arian Aladro Gonzalvo** carlosjesusdauval@yahoo.es (Cuba) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 71 - Abril de 2004 |
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IntroducciónEn la actualidad todo resultado deportivo de consideración lleva detrás un poderoso impulso de la ciencia y la técnica. Uno de los factores principales a considerar es la energía; su obtención, almacenamiento y empleo eficiente en la realización del trabajo físico.
En el organismo viviente la energía no puede ser utilizada directamente a partir de los componentes de la dieta, ya que este proceso lleva implícito un desprendimiento calórico que la estructura celular no es capaz de soportar. (V. Menshikov y V. Volkov 1990).
Para que esta energía pueda ser empleada, debe ser convenientemente asimilada en forma de enlaces químicos ricos en energía; lo cual conlleva una larga y compleja vía metabólica que conduce a la síntesis del trifosfato de adenosina (ATP).
Estudios realizados han demostrado que el ATP consumido durante el ejercicio físico, se regenera de inmediato. (R. Averoff, 1991).
Entre las diferentes vías de resíntesis del ATP analizaremos la que nos ocupa en el presente trabajo; la vía anaerobia alactácida, conocida también como reacción de Loman o de la creatinfosfoquinasa. (D. Clifford y C.E. Gray 1983).
CrP + ADP = Creatina + ATP
Esta reacción constituye la base bioquímica de la resistencia muscular local, y tiene una importancia decisiva en el abastecimiento energético de los ejercicios de corta duración y potencia máxima. (1).
Una vez transferido el fosfato, la creatina puede regenerar el CrP en la fase recuperativa donde la concentración de adenosin trifosfato (ADP) es mínima. (2); o bien convertirse irreversiblemente en creatinina, su anhídrido; un compuesto metabólicamente inerte que se expulsa por la orina a razón de 1.5 g diarios aproximadamente en personas adultas normales. (3).
La resíntesis del ATP por la vía del creatinfosfato es altamente eficiente e instantánea; pero de corta duración, por lo cual es muy útil en aquellos eventos cortos de gran intensidad y también en arrancadas, movimientos bruscos, cambios de paso y remates.
Desarrollo¿Qué es la creatina?
La creatina es el ácido metil guanidino acético, una molécula orgánica de estructura muy similar a los aminoácidos. (S. Kleiner y J. Orten 1966).
Puede ser incorporada en la dieta a partir de la carne y sus derivados, sobre todo a partir de pescado; aunque el organismo la puede sintetizar fácilmente a partir de tres aminoácidos: glicina, arginina y metionina. (4)
Este compuesto, sintetizado en forma artificial, se ha empleado con éxito en la medicina para el tratamiento a personas intervenidas quirúrgicamente o en fase de rehabilitación tras lesiones severas con el objetivo de ayudar en la recuperación de la masa muscular, y también con cardiópatas para elevar la funcionabilidad cardiovascular. (5).
La creatina se encuentra en el tejido muscular en una concentración de 125 milimoles por kg, y el 65% de ella en forma de creatinfosfato (Casey 2000). Éste por ciento de creatina fosforilada varía con la edad; los jóvenes con un máximo aproximado de 39.5 mmol/kg, luego va descendiendo y con ello la capacidad de realizar esfuerzos intensos y cortos. (Smith 1998).
La concentración de creatina en el músculo es cinco veces mayor que la de ATP (5 mmol/kg) pero es de absoluta importancia que ésta concentración de ATP no caiga por debajo de 2 mmol /Kg. Porque deja de funcionar la "bomba de calcio" en la fibra muscular y aparece el "rigor" (el músculo queda contraído). (6)
El trabajo del creatín fosfato es intenso pero corto, y al cabo de unos segundos declina con rapidez, dando paso a la glucólisis anaerobia.
En los últimos tiempos se ha puesto de moda la ingestión de suplementos a base de creatina en forma de tabletas, polvos, extractos, etc. En altas dosis diarias para mejorar, según se plantea; la velocidad, explosividad y fuerza en los atletas, lo cual como es lógico, va aparejado a un notable mejoramiento en los resultados en eventos que requieren de potencia máxima en corto tiempo, como es el caso de: carreras de velocidad, lanzamientos, levantamiento de pesas, etc.
Las opiniones y los resultados basados en pruebas con atletas manifiestan una marcada divergencia entre los investigadores, en cuanto a la validación de su empleo, efectos colaterales y con relación a consideraciones éticas para considerar ésta suplementación como un tipo de dopaje deportivo. Se han publicado más de 700 artículos sobre la suplementación con creatina y su efecto sobre el rendimiento muscular, de los cuales analizaremos algunos criterios:
M.H. Williams y J.D. Branco (1992) consideran que la suplementación con creatina fue la causante de los éxitos de atletas ingleses en el atletismo de velocidad a principios de los noventa.
R.C. Harris (1992) considera que la ingestión de monohidrato de creatina a razón de 25-30 g diarios durante 5-6 días aumenta los niveles de creatina y su derivado fosforado en un 16%.
M.A. Tornopolsky (2000) apoya la hipótesis de que la ingesta de creatina retrasa la glucogenólisis y amortigua la caída del PH en el sarcoplasma, con lo cual evidentemente aumenta la eficacia de los procesos de transducción de energía.
Un extenso trabajo de revisión y experimentación sobre el tema es el de R.B. Kraider (1998), el cual analiza los pro y los contra de ésta práctica, añadiendo un nuevo elemento : …. Cuando se suplementa creatina sistemáticamente al organismo, éste deja de sintetizarla porque cubre sus necesidades. Al suspender la ingesta comienza de nuevo a fabricarla por sí mismo, pero, ¿con el uso sistemático o abuso de ésta práctica se perdería irreversiblemente ésta capacidad? No se sabe aún.
Kreider plantea que la suplementación con creatina incrementa sus niveles de concentración en músculo y también los de su derivado fosforado hasta un 25% y 40% como máximo respectivamente, aumentando la disponibilidad de energía y su regeneración rápida después de un ejercicio de alta intensidad.
Este investigador considera que los trabajos publicados en el mundo descalificando la suplementación con creatina han sido basados en el uso de un "producto comercial sin calidad" y que "el paradigma relacionado con el papel de los suplementos en el rendimiento humano está cambiando" (8).
J.D. William (2000) demuestra con ejemplos prácticos, que no hay efecto ergogénico alguno por la suplementación oral de creatina en los ejercicios de alta intensidad.
Por su parte Mesa, Gutiérrez Saínz y Castillo Garzón 2002) de la Facultad de Deportes de le Universidad de Granada, España, hacen un resumen de todas las opiniones vertidas por diferentes investigadores y opinan finalmente a favor de ésta práctica considerándola segura y eficiente.
M. Kern y otros (2001) sugieren basándose en sus estudios, que el aumento de peso corporal por ingestión de creatina se debe a un incremento del agua corporal.
Santi Jacomet (2001) refiere que tomar 20g diarios de creatina puede aumentar un 20% la concentración de creatina y creatínfosfato en el músculo, pero que un exceso aumenta la expulsión de creatinina por la orina y pudiera ocasional daño renal.
Una investigación práctica de M.G. Santos y otros (2001) arrojó que ésta suplementación mejoró la velocidad máxima en 11.5% y la potencia máxima en 12% para tiempos de esfuerzo máximo de 10 segundos.
Valeria del Castillo (2000) se refiere a que la creatina que necesita el organismo es suministrada por la dieta y la síntesis endógena, por lo cual se manifiesta en contra de su empleo como suplemento y considera que no es ético su uso en personas sanas.
S. Padilla e I. Mujica (2001), relacionados con equipos profesionales del fútbol español, consideran la suplementación con creatina como una manera de "ir más allá del margen de adaptación límite del deportista profesional", y apoyan ésta práctica pronunciándose en contra de considerarla como dopaje, aunque aseveran que el aumento de peso observado se debe a la retención de agua por el organismo.
R. J. Iquel y otros (2002) informan que en sus experimentos encontraron un aumento del poder muscular debido al aumento de la disponibilidad de creatin fosfato, además una disminución del fosfato inorgánico y un valor de PH relativamente alto, facilitador de todo el proceso transductor de energía.
Un trabajo anónimo publicado en Prescribe Internacional (2002) aconseja no emplear la creatina debido a que ocasiona problemas en la regulación del nervio vago.
Por otra parte M.L. Watsford y otros (2003) reportan que no observan serios cambios en el rendimiento de los atletas suplementados con creatina en eventos cortos e intensos y correlacionan la aparición de entumecimiento en los tendones musculares con la fijación de agua y la ocurrencia de lesiones.
A. Showrat (2000) aplicó ésta suplementación y encontró un 5% de mejoría en el pico máximo de potencia al aplicar el test de Wingate modificado.
Luciana de Bortoli (2003) opina que, respetando la declaración de otros científicos acerca de la eficiencia e inocuidad de ésta suplementación, desde una posición de principios, debe considerarse ésta práctica una falta de respeto a las normas que rigen el movimiento deportivo.
En un extenso trabajo donde expone y analiza la definición de dopaje en diferentes países, J. Palermo (2003) resume el dopaje como: "…uso de sustancias para el mejoramiento artificial del resultado deportivo…".
ConclusionesEl movimiento deportivo internacional es fuente propiciadora de salud, amistad, desarrollo e intercambio pacífico entre los pueblos; es una actividad sana, donde en el momento de la competencia, todos los atletas deben estar al mismo nivel de posibilidades, y la diferencia deberá ser marcada por el esfuerzo, el tesón, la dedicación y el sacrificio personal de cada uno en las sesiones de entrenamiento.
Las necesidades de creatina en el organismo pueden ser cubiertas por una dieta adecuada, suficiente y balanceada; donde además de éste compuesto vayan incluidos los elementos que necesita el organismo para su síntesis endógena, sobre todo la metionina que es un aminoácido esencial que se puede obtener en alto grado por ejemplo, con el consumo de requesón según A. Laptev (1989).
Todavía nos encontramos con reconocidos investigadores que dudan o niegan los efectos en los resultados deportivos de la suplementación con creatina, otros cantan loas a éste producto "mágico" que ya se fabrica, se anuncia y se vende al por mayor en todas partes. La diversidad de criterios que existe con relación tanto a su potencialidad como a sus efectos nocivos hace que éste proceder quede en nuestra opinión, en tela de juicio todavía. Recuérdese que se emplea no con el objetivo de salvar vidas ni mejorar salud, sino en personas sanas para mejorar rendimientos e implantar marcas.
El movimiento deportivo debe abogar por un atleta sano, cuyos resultados sean producto de la aplicación de métodos novedosos en el entrenamiento deportivo y no convertir los individuos en conejillos de indias con los cuales se ensayen y promuevan drogas que responden a torcidos intereses comerciales.
El desarrollo humano es infinito y aún queda camino por recorrer en el apoyo al mejoramiento de los resultados en el deporte.
Creemos que la creatina debe ser obtenida por nuestro organismo de una forma natural mediante una dieta apropiada y nos pronunciamos en contra de la suplementación artificial de ésta o cualquier sustancia que convierta al atleta en mercancía y que está al alcance solamente de algunos privilegiados.
Debemos educar a los jóvenes en el precepto de que el deporte es salud y bienestar, y nos sumamos a la batalla del Comité Olímpico Internacional y de las autoridades deportivas de nuestro país por erradicar todas las prácticas de este tipo que pueden acercar a la juventud al peligroso entorno de las drogas.
Notas bibliográficas
Menshikov V.V. y N.I. Volkov (1990) Bioquímica. Moscú, Vneshtorgizdat, p.309
González Rodríguez K., J.C. Alomá Gómez y R. Escalona Labaceno (2002) La creatinina: un indicador metabólico para los corredores. Santiago de Cuba. Arrancada. Nº 3 p.32-40.
Cardellá L. y otros (1989) Bioquímica, tomo II, C. Habana, Editorial Pueblo y Educación, p. 258
Lehninger A. (1981) Bioquímica. C. Habana, Ediciones Revolucionarias, p.728.
Naclerio Ayllón F. (2001) Conceptos fundamentales acerca de la creatina como suplemento o integrador dietético. Disponible en: http://www.efdeportes.com
Kleiner I. y J. Orten (1966) Biochemistry 7ª Edition. Saint Louis. C.V. Mosby Company p.167
Zintl F. (1993) Entrenamiento de la resistencia. México D.F. Ediciones Roca S.A., p.44
Kreider R.B. (1998) La creatina. Informe completo, ultimate-stack.
Palermo J. (2003) Aspectos legales del doping, data sports.
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digital · Año 10 · N° 71 | Buenos Aires, Abril 2004 |