El calentamiento del jinete | |||
Licenciado en Educación Física por el INEF de Madrid Juez Territorial de Doma Clásica, Alta Escuela y Juez Nacional de Doma Vaquera |
Antonio Macías Caballero amacias3@wanadoo.es (España) |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 48 - Mayo de 2002 |
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Para entender el fin del calentamiento debemos tener una idea clara de que es y para que sirve.
El calentamiento es un conjunto de actividades que sirven para preparar al organismo, previamente a la realización de una actividad más exigente, predisponiendo al organismo para el logro de rendimientos más elevados.
Cada calentamiento está formado dos partes
Calentamiento general; en el que se pretende activar nuestro organismo utilizando grupos musculares generales y realizando ejercicios globales.
Calentamiento específico; donde se realizarán ejercicios y se trabajarán los grupos musculares que trabajaremos en el caballo.
Calentamiento para equitaciónEl calentamiento tipo para una sesión de entrenamiento, competición, o para un aficionado que quiere practicar su deporte preferido, lo dividiremos en tres partes:
Calentamiento general
1ª. Carrera suave, con la que empezaremos a movilizar grupos musculares generales.
Ejercicios de movilidad articular, con los que prepararemos la mayoría de articulaciones que trabajaremos posteriormente.
La duración de esta parte del calentamiento será aproximadamente entre 5 y 7 minutos, utilizando la mayor parte para la carrera.
Ejercicios de movilidad articular que podemos realizar:
Inclinaciones laterales y frontales de cuello, con ritmo lento y una con una amplitud de movimientos ligera.
Con los brazos a lo largo del cuerpo, comenzaremos a realizar giros de hombros hacia delante y posteriormente hacia atrás.
Giros de muñecas, flexión y extensión de dedos.
Inclinaciones laterales de tronco, hacia derecha e izquierda, rotación de tronco a derecha e izquierda, sin pasar de 45º hacia delante y hacia atrás de nuestra línea de hombros.
Con las manos en la cadera, rotación de esta en ambos sentidos, posteriormente ejercicios de anteversión y retroversión .
Con las manos en las rodillas, rotar estas con suavidad en los dos sentidos.
De pie, apoyando la punta de un pie sobre el suelo girarlo para movilizar la articulación del tobillo. Posteriormente realizamos el cambio de pie.
Calentamiento específico
2ª. Ejercicios de estiramientos de los principales músculos que vamos a trabajar en el caballo. Podemos utilizar estos estiramientos no sólo medio de calentamiento sino también para mejorar nuestra flexibilidad, aunque su entrenamiento se indicará de forma específica en otro artículo.
Indicaciones básicas para realizar estos ejercicios:
Llegar a la posición indicada en los dibujos y mantenerla de 12 a 15 segundos y recuperar la posición para repetirla otra vez.
El límite al que deberíamos llegar a la hora de hacer cada ejercicio, debería ser cuando notásemos una tensión soportable en el músculo que estemos estirando (parte sombreada del dibujo).
La duración total de los estiramientos puede ser de 7 minutos.
3ª. Ejercicios preparatorios, con ellos conseguiremos activar de una forma más intensa los músculos que necesitaremos posteriormente.
Indicaciones básicas para realizar estos ejercicios:
Cada ejercicio se repetirá de 8 a 10 veces.
La intensidad de estos ejercicios será moderada.
La duración será aproximadamente de 5 minutos.
Coger un objeto que nos permita contraer y relajar los dedos de las manos apretando el objeto (el tamaño será el que nos permita abarcarlo en casi todo su contorno), este ejercicio lo realizaremos para preparar los músculos del antebrazo y de la mano, necesarios luego a la hora de mantener las riendas.
De pie, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, elevarlos lateralmente hasta llegar ligeramente por encima de la horizontal y volver a la posición inicial (deltoides - hombro).
Tumbado supino (mirando hacia arriba), con las piernas flexionadas y pies apoyados en el suelo, brazos en cruz delante del pecho, flexionar el tronco hacia delante hasta un ángulo de 45º y vuelta a la posición inicial (abdominales).
Sentado, con las rodillas flexionadas y el tronco un poco inclinado hacia delante, apoyar con los brazos en cruz, las manos en el interior de las rodillas, para posteriormente intentar unirlas siendo frenado este movimiento por la fuerza que ejercerán nuestras manos contra ellas.
De pie, con las manos en la nuca, inclinar el tronco hacia delante hasta una posición horizontal, posteriormente subir a la vertical y repetir (lumbares).
De pie, de espaldas a una pared o cualquier superficie vertical, apoyar un talón y empujar hacia atrás, alternar con la otra pierna (isquiotibiales).
Con el tronco recto, bajar y subir flexionando rodillas, las rodillas tienen que mirar hacia delante cuando se flexionan, no abrirlas, (cuadriceps).
De pie, con una separación de pies a la anchura de los hombros, subir y bajar talones para activar los gemelos.
Tenemos que tener presente que los efectos que se conseguimos a nivel orgánico con el calentamiento se van perdiendo una vez terminado este, por lo tanto desde el final del calentamiento hasta que nos montamos en el caballo sería aconsejable que no transcurriera más de 10 minutos.
Estos ejercicios pueden parecer para una persona que no este habituada a realizarlos, un poco complicados y pesados, pero si el calentamiento se convierte en un hábito antes de practicar nuestro deporte, en poco días lo haremos de forma mecánica y sencilla.
En ocasiones la localización y equipamientos en concursos, campeonatos, picaderos, etc. no hacen posible realizar este calentamiento por completo ya que para hacer la carrera continua necesitaremos un mínimo de espacio, por ello si no se dan las condiciones oportunas, pasaremos directamente a realizar los ejercicios de movilidad, continuando con los estiramientos y los ejercicios preparatorios.
Sería recomendable, al igual que preparamos nuestro cuerpo para montar un caballo realizando un calentamiento, llevar a cabo una recuperación y vuelta a la calma del mismo, repitiendo los ejercicios de flexibilidad de la 2ª parte, con ello conseguiremos relajar y distender nuestra musculatura después del trabajo que hemos realizado en el caballo, evitando también las molestas agujetas, sobretodo para jinetes noveles que no están habituados a realizar un trabajo de este tipo.
revista
digital · Año 8 · N° 48 | Buenos Aires, Mayo 2002 |