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Mecanismos de adaptación cardiovascular al ejercicio aeróbico. Una puesta al día.

MSc. Universidad de Laval (Canadá)
Laboratorio de Metabolismo Energético. Unidad de Fisiología del Ejercicio.
Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos, INTA. Universidad de Chile.

Carlos Saavedra
(Chile)

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 25 - Setiembre de 2000

     Es interesante poder observar como la evolución del conocimiento científico en relación a la Fisiología del ejercicio experimenta cambios y a medida que se van incorporando nuevas áreas auxiliares o anexas ala fisiología van quedando unas áreas descuidadas las que posteriormente se retoman nuevamente. Es el caso del sistema cardiovascular, que antes de la década del 60 era prácticamente la preocupación de la investigación señalándolo como único elemento limitante de la capacidad de trabajo y del rendimiento deportivo del ser humano. Sin embrago la biopsia muscular pudo demostrar que no solo los factores centrales, como respiración y circulación jugaban dicho rol sino que la célula muscular era también mas o igual de importante. Pero nadie iba a pensar que tres décadas mas tarde el ser humano iba a pasar a componer una "subespecie" con características propias e impensadas ya que iban o atentaban incluso con su mandato o caracterización genética: el ser humano sedentario.

     Esta especie de ser humano o este ser humano pero sedentario comenzó a disminuir su capacidad de trabajo o capacidad física, disminuyo su tolerancia al esfuerzo, acumulo grasa de manera impensada, sufre de osteopenia, de sarcopenia, comenzó a infartarse del corazón, le empezó a subir la presión, comenzó a regular mal el azúcar, adrenalina y noradrenalina se disparaba en cualquier instante por stress y también para colmo empezó a nivel periférico o muscular a crear un músculo que antes ante una vida cotidiana activa de baja intensidad metabolizaba grasas mas que azucares y ahora metaboliza mas azucares que grasa ante cualquier esfuerzo debido a que cada movimiento supera un mínimo de porcentaje de su capacidad física, es decir, lo que antes era esfuerzo leve ahora se ha convertido en moderado o intenso ! De esto surge nuevamente que hay que ver como se comporta algo básico durante el esfuerzo de este ser humano pero sedentario: corazón y circulación.

     El sistema cardiovascular debe asegurar el suministro de oxigeno, substratos y hormonas a los músculos que requieren conversión o producción de energía por intermedio del tejido sanguíneo. También debe simultáneamente transportar los desechos de la combustión, disipar el calor que esta genera. Dicho mecanismo o función debe ser llevada acabo con una adecuado nivel de presión sanguínea la que no es sólo sistémica o para todo el cuerpo igual, cada órgano requiere un flujo y una presión levemente diferente a otro según el grado de compromiso en que se encuentra para poder cumplir con el esfuerzo a que es sometido .Ante esta necesidad es el sistema nervioso el que responde de manera casi automática incrementado la actividad de las vías eferentes del sistema simpático hacia el corazón y vasos sanguíneos y también accionando el parasimpático a fin de controlar esta situación originada.

     Los nervios sensores toman conocimiento del estado o nivel de requerimiento metabólico de los músculos y de la cantidad de oxigeno transportado, del pH y de la temperatura generada por las contracciones sucesivas desde diversos sectores circulatorios y así adecua la circulación o microcirculación de los órganos que están requiriendo mas o menos asistencia del sistema.

     Los ejercicios inducen ciertos metabolitos (deshechos musculares) que son captados por centros circulatorios alojados en diversos sectores de cada órgano o sistema induciendo vasodilatación local y generando presiones adecuadas que pueden ser normales o aumentadas.

     Cuando estos fenómenos regulados a nivel periférico, el sistema central debe cambiar su grado de función para sostener dicho cambio periférico y es la noradrenalina liberada por el sistema simpático que va específicamente en el corazón producir una elevación de la frecuencia cardíaca. Esta misma hormona, norepinefrina o noradrenalina va a sectores no comprometidos como riñón, hígado y músculos no solicitados en la acción provocando una vasocontricción aumentando la resistencia periférica de esos órganos.


¿Que se obtiene con todo estos fenómenos de adaptación?
    Básicamente es un aumento de la cantidad de sangre que el corazón pueda impulsar por minuto y por sobre todo un aumento considerable del flujo sanguíneo muscular ya que un gran porcentaje de la sangre impulsada va hacia ese órgano sacrificando dicha irrigación en órganos o músculos que no poseen un gran rol en dicho o determinado esfuerzo. Un músculo como los extensores de piernas sometidos a una cantidad importante de contracciones puede llegar a ser irrigado con 3 litros por minuto por kilo de músculo! Si pensamos que el débito cardiaco o volumen minuto es de 5 litros en reposo y que en esfuerzo la cantidad de sangre que el corazón impulsa por minuto en un ejercicio en que se solicita un músculo solamente puede llegar a ser de 7 u 8 litros por minuto, prácticamente casi el 40% de esa sangre esta orientada a ese músculo y el resto lo distribuye al resto del cuerpo.

     La otra situación interesante a considerar es que si la actividad involucra a mas masa muscular el trastorno o alteración al sistema no deja de ser considerable y puede llegar a pasar que la cantidad de sangre que el corazón pueda impulsar simplemente no abastezca a todos los músculos que requieren de una determinada cantidad de sangre para su máxima u optima función! .

     En tal situación, muchos músculos trabajando, el sistema reduce los flujos a fin de encontrar un equilibrio circulatorio en todo el cuerpo y de 3 lts/kg de músculo pasa a 1 o 2 litros gracias a la acción del sistema que reduce la vasodilatación generada inicialmente. De esta forma normaliza la presión sanguínea y también permite minimizar a sobre perfusión que tenían los músculos en la situación anterior.

     La respuesta cardiaca en esfuerzo submáximo por lo general es proporcional al monto de masa muscular activada.

     Una persona haciendo ejercicios solamente con los brazos no podría ser capaz de elevar su frecuencia cardiaca mas allá de 130 latidos por minuto incluso llegando hasta la fatiga. Sin embargo esa misma persona movilizando la musculatura de las piernas puede en pocos minutos alcanzar una frecuencia cardiaca de 180 latidos por minutos!

     De todo lo planteado anteriormente se puede entender que los fenómenos de adaptación mas importantes en el esfuerzo físico estarían localizados a 1) nivel del volumen sistólico, es decir de la cantidad de sangre que impulsa el corazón en cada latido, 2) a nivel de la vasodilatación periférica y 3) a nivel de los mecanismos de regulación neuroendocrina relacionado con la redistribución de los flujos sanguíneos y de la presión arterial. estos tres mecanismos circulatorios a su vez van a sufrir un grado menor de stress a medida que la célula muscular aumente su capacidad funcional ya que de esa forma disminuirán los metabolitos o deshechos que saldrían al torrente sanguíneo disminuyendo así la excitación de vías aferentes y así los receptores no mandarían señales de aceleración, cardiaca, vasodilatación o de redistribución periférica innecesaria.


¿Que se obtiene de todo esto?
    Son varios los aspectos a considerar en la aplicación de estímulos en los sujetos no entrenados. Las personas normalmente ante una fatiga muscular no presentan alteraciones funcionales cardiacas propiamente tal, sin embargo dichas personas poseen otros factores que no permiten la continuidad de u trabajo aeróbico de mediana intensidad por ejemplo, ya que la termogénesis o hipertermia experimentada en el sujeto no entrenado es considerable al igual que la perdida de liquido o deshidratación, ambas reducen considerablemente el volumen sistólico, alteran los mecanismos de redistribución sanguínea para elevar la termolisis o perdida de calor abriendo capilares y vasos a nivel de la piel y esta alza de temperatura a su vez produce deshidratación y esta produce elevación de la temperatura. La secreción de norepinefrina como respuesta a la termogénesis y deshidratación se eleva y el sujeto cae en una real situación de stress!


Preguntas

  • ¿Por qué al iniciar a un sujeto a la actividad física o al entrenamiento no empezamos a estimular grupos musculares aislado a así prevenir que su mala adaptación al esfuerzo eleve presión y frecuencia cardiaca?

  • ¿Por qué debemos ponerlo en marcha con todo su peso corporal, con poca y mala función muscular para iniciarlo o adaptarlo al entrenamiento?

  • Si las evidencia muestran que trabajando de manera aislada los grupos musculares de manera aeróbica en un inicio, el músculo recibe mas sangre y aumenta más sus capilares, eleva menos su temperatura, por qué no lo hacemos?

  • ¿Por qué los cardiópatas deben empezar a caminar antes de entrenar aisladamente su musculatura responsable de la marcha y así no elevan su presión ni frecuencia cardiaca?

  • No es lógico comenzar con adaptaciones locales o periféricas para posteriormente sumarlas al movimiento global?

  • ¿Por qué en el obeso no estimulamos musculatura de manera aislada hasta la fatiga, sin provocar taquicardias y si aumentar su capilarización y de esa forma poder metabolizar más grasa o lípidos?

  • ¿Por qué en el diabético sin entrenamiento no hacemos lo mismo y estimulamos el consumo de glucosa sin compromiso inicial del sistema cardiorrespiratorio que limita o disminuye la tolerancia al esfuerzo?

  • Es que la tradición, el empirismo o la experiencia de otros y la clásica pseudofisiología del ejercicio aún impera en nuestra metodología de trabajo y por ignorancia no podemos cambiar los clásicos esquemas?


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