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Introducción

    La ejecución rápida y precisa de las acciones técnicas y los planes tácticos de los deportistas de combate, está asociada a la capacidad que puedan desarrollar para orientar de forma centralizada su atención, así como distribuir esta en los diferentes componentes de su ejecución propia y de las variaciones de las ejecuciones del contrario.

    La atención es una de las funciones psíquicas más importantes; se encuentra directamente vinculada con la recepción activa de la información proveniente del medio que rodea al individuo, y responde tanto a factores de tipo cognitivo como a los afectivo-motivacionales. Los factores afectivos-motivacionales presentes en el proceso atencional no deben ser ignorados, ya que en buena medida, la articulación de estos con los cognitivos, determina la selectividad de los estímulos, y por tanto si los mismos serán atendidos o ignorados

    La concentración de la atención o el prestar atención a lo que estamos haciendo y a lo que está ocurriendo, supone una técnica que puede aprenderse y debe practicarse con regularidad para mantenerse en un elevado nivel de eficiencia. El deporte, por su propia naturaleza, acentúa la concentración, posibilitándole al atleta enfrentarse a situaciones de alta tensión competitiva donde aparecen diversos factores internos y/o externos que pudieran impedir la ejecución adecuada de la tarea.

    Los mejores niveles de ejecución se consiguen cuando los deportistas se sitúan en una zona donde la atención está totalmente dirigida al proceso de ejecución y a nada más, es decir, focalizada en los factores relevantes, y alejada de los pensamientos negativos y de otras formas de distracción que deterioran la ejecución.

    Controlar la atención y mantener los niveles de concentración, es relativamente sencillo dentro de una situación controlada, en donde, los estímulos externos son prácticamente inexistentes y el nivel de presión es bajo. Dichos procesos alcanzan sus niveles máximos de complejidad en aquellas situaciones competitivas en las que el sujeto actúa bajo una alta presión, con expectativas de triunfo elevadas por los entrenadores, los directivos, el público seguidor del deportista, así como una serie de estímulos externos (ruido, espectadores, contrarios) e internos (temor a fracasar, dudas) que hacen que el deportista vivencie estados de tensión desfavorables durante este período de la competencia.

    Es por ello que numerosos profesionales en el campo de la Psicología del Deporte han dedicado sus experiencias y sus conocimientos a la exploración y potenciación de los procesos atencionales tanto en momentos de competencia como en los entrenamientos que habitualmente realizan. Mientras más recursos y habilidades se coloquen en las manos de los deportistas mayores garantías de autocontrol y por tanto de éxito vivenciarán.

¿Qué se impone conocer de la atención dentro de la Psicología Deportiva?

La atención: su definición

    Los procesos atencionales han sido ampliamente explorados por muchos autores debido a la influencia directa que ejercen en el accionar de los individuos. Su expresión en forma de filtro hace que todas las actividades que realizan los seres humanos, condicionen su éxito o fracaso, a la capacidad que posean para seleccionar lo relevante dentro de un cúmulo de información que van recibiendo del medio en que se desarrollan. Solo de esa forma podrán llevar a cabo la actividad en cuestión.

    El término atención procede del latín y se refiere a tender hacia, implicando una tendencia o propensión del sujeto a entrar en contacto (visual, auditivo, táctil, etc.) con algo en concreto, sea ese algo muy particular y específico (concentrado en ello) o más amplio o genérico (atento o alerta a lo que ocurre). “Es un mecanismo de control activo que permite al procesador una toma de posición ante los inputs recibidos del medio. De este modo el procesador humano no es un mero receptor pasivo de información, sino que gracias a su atención selecciona y decide a cada instante qué aspectos del entorno son relevantes y requieren elaboración cognitiva”. (Vega, 2005)

    Según refieren Sánchez Acosta y García (2004), la atención es concebida como la orientación selectiva de la conciencia hacia un objeto que tiene determinada significación.

    En el estudio de la atención se distinguen dos tipos y varias características o aspectos. Los dos tipos son: la atención involuntaria y la voluntaria. La atención involuntaria se produce independientemente de la intensión del individuo, por lo tanto, es relativamente pasiva en tanto está dirigida por factores independientes a él, como son: un fuerte ruido, un color estridente, etc.; pero al mismo tiempo implica en cierto grado la actividad del individuo. Esta modalidad de la atención, fisiológicamente, tiene su base en el reflejo de orientación. No obstante, el estado del sujeto, sus motivaciones, influyen también en desencadenar este tipo de atención.

    La atención voluntaria es la conscientemente dirigida y orientada, en la cual es sujeto escoge un objeto sobre el cual está orientada su atención. Implica una postura activa con cierta cuota de pasividad en tanto depende igualmente de condiciones externas, del objeto; así como un carácter mediado por factores internos del sujeto como el interés y la voluntad. La atención voluntaria no aparece de forma fortuita o circunstancial, ni responde a un reflejo incondicionado; sino que se relaciona con los fines conscientes del sujeto y se manifiesta en actividades que, generalmente, son analizadas y planificadas. Representa el mayor grado de selectividad y también de concentración.

    Del Monte (2012) define claramente las principales características de la atención:

• Concentración: se define en función de la estabilidad de su orientación hacia un objeto o estímulo determinado. Se distingue también por la intensidad de la atención que indica la fuerza con que un individuo concentra su atención en una actividad, objeto o tarea determinada, haciendo abstracción de todo lo demás.

• Estabilidad: la atención se mantiene orientada y concentrada hacia una actividad por un espacio de tiempo prolongado.

• Volumen: cantidad de objetos que podemos abarcar simultáneamente con suficiente claridad y precisión.

• Distribución: muy vinculada al volumen. Es la habilidad de atender a dos o más acciones a la vez simultáneamente.

• Traslación: es la capacidad de cambiar conscientemente la atención de un tipo de actividad a otra.

• Dispersión: ocurre cuando la persona no puede mantener la atención de manera intensa y prolongada sobre algo. Todo el tiempo se distrae con algo accesorio.

• Distracción: Insuficiente estabilidad. Abandono momentáneo del objeto o actividad que atendemos, para orientar la conciencia hacia algo accesorio.

    Otra de las particularidades dinámica de la atención, es su fluctuación, que no son más que los cambios involuntarios periódicos de corta duración del grado de intensidad de la atención. Esta se manifiesta en la variación temporal de los umbrales sensoriales, en la percepción.

El estudio de la atención en el contexto deportivo. Su importancia

    “La Psicología del Deporte es definida como la Psicología de la Personalidad en las condiciones de la Actividad Deportiva, posee métodos de investigación genuinos que le permite abordar su objeto de trabajo empleando un enfoque metodológico específico que le facilita conocer las leyes psicológicas de la actividad deportiva y con ella predecir los fenómenos que en este campo tienen lugar”. (García Ucha, citado en Del Monte, 2012)

    Al respecto Puni (1969) afirmó: “…la atención se manifiesta como el factor más importante y a la cual se debe la actuación exitosa del deportista”.

    Tan importante es la atención en el deporte y en la actividad física de manera general que influye en todas las fases del acto motor, ya sea la codificación del estímulo externo o interno que origina el movimiento, la selección y organización de la respuesta motriz adecuada, como la propia ejecución de la respuesta en sí.

    Nideffer (1976) plantea su teoría de las dimensiones de la atención aplicadas al contexto deportivo en la cual relaciona el rendimiento del deportista con su estilo atencional. Para ello brinda la siguiente propuesta. (Nideffer, 1976, citado en Saínz, 2010)

Dimensión atencional		Características
Amplia	Externa (Evaluación)	Lectura rápida del medio en que tiene lugar la acción para procesar gran cantidad de información simultánea y ajustarla al hecho deportivo.
	Interna (Análisis y Planificación)	Análisis de la información que el propio deportista tiene del deporte, fundamentalmente de sus aspectos tácticos y técnicos, con el fin de reconducir su comportamiento durante la competición o los entrenamientos.
Reducida	Externa (Actuación)	Focalización de la atención hacia algún aspecto externo al propio deportista, como puede ser un móvil (en deportes de balón o pelota) o determinada extremidad del contrario (un brazo, una pierna…). Los estímulos a los que se atiende son reducidos en número y conocidos.
	Interna (Preparación, ensayo mental, control)	Focalización de la atención en un número limitado de estímulos concretos del propio deportista, como puede ser su ritmo respiratorio o la posición que ocupa en un determinado momento una parte del cuerpo. Relacionado con el autocontrol de pensamientos, sensaciones y movimientos.

    En el año 2004 en un artículo realizado por el Dr. Ucha en el cual hace referencia a algo que había planteado anteriormente afirma: “Es importante señalar que, el proceso de la atención no puede ser visto exclusivamente como proceso cognitivo sino conjuntamente en su unidad interna con los procesos afectivos” (sin año de publicación).

    Estos elementos deben ser considerados imprescindibles a la hora de realizar un diagnóstico eficiente que posibilite el éxito de la futura intervención que se realice al deportista, más aún si se toma en consideración que numerosas investigaciones muestran que existe una relación inversa entre el nivel de ansiedad o estrés y el grado de atención. En esos momentos donde hay mucha presión o estrés, las respuestas fisiológicas como sudoración, tasa cardiaca, tensión muscular, etc., deterioran la atención. Cuando la situación de estrés produce un bloqueo mental al deportista, el cual se ve incapaz de volver al nivel atencional requerido para la correcta ejecución de la actividad deportiva, sólo el psicólogo deportivo o el entrenador pueden hacer que vuelva una situación de control.

Atención v/s Concentración. Importancia de la concentración de la atención en los deportistas

    Existe una estrecha vinculación entre todos los procesos atencionales que hace que los entrenadores deportivos en muchas ocasiones utilicen indebidamente determinados términos. Esto ocurre reiteradamente al hacer referencia a la atención y a la concentración. Es por ello que se considera pertinente realizar alguna especificación en este sentido:

Atención: proceso psicológico de percepción de los estímulos del medio en que se da prioridad a aquellos aspectos más relevantes de cara a la tarea que se está llevando a cabo.

Concentración: Focalización y mantenimiento de la atención en una tarea concreta, durante un tiempo determinado (el que demande la actividad).

    El componente principal de la concentración es la capacidad de focalizar la atención sobre la tarea que se está desarrollando y no distraerse por estímulos internos o externos irrelevantes (Schmid y Peper, 1991). Esos estímulos exteriores y no significativos pueden contemplar: las manifestaciones de los espectadores, provocaciones de los adversarios, instrucciones desde banco contrario, etc. Los otros estímulos, los internos, hacen referencia a ese auto-diálogo a veces negativo: "lo mal que me van a salir las cosas", "lo mal que me va a tratar el árbitro", "la sensación de pesadez que tengo en las piernas", " lo rápido que late mi corazón", etc.

    Frecuentemente se entiende que la concentración de la atención se distingue por una alta intensidad y limitación del volumen, lo cual solo queda justificado cuando los elementos del campo de concentración no están vinculados entre sí. Sin embargo, están estrechamente vinculados entre sí la ampliación de este campo no significa una reducción de la atención sino que puede aumentarlo.

    En estudios realizados por García. Ucha (2001), se determinó que la concentración involucra diferentes elementos que se consideran relevantes dentro del proceso. Ellos son: conocer que señales deben ser atendidas; mantener el foco de atención en las señales relevantes de la tarea; habilidad para cambiar el foco de atención cuando sea necesario; habilidad para re-concentrarse cuando ocurrió algún tipo de distracción; control de los pensamientos irrelevantes y ajenos a la tarea; así como inhibir los estímulos distractores de todo tipo.

    Existen varios factores en la práctica de todo deporte y fundamentalmente de los de la agrupación de combate que pueden atentar en contra de la concentración de la atención del deportista. Se consideran relevantes:

1. La tensión: cuando se está concentrado en alguna actividad específica por propia necesidad del sujeto, requiere de una tensión neuromuscular adecuada.

2. La fatiga: es el exceso de actividades donde el organismo se ve afectado notoriamente por factores de tipo físico y psicológico.

3. Distracciones: la presencia de objetos en el lugar disminuye la capacidad de concentración.

4. Desorganización: no mantener ordenada el área donde se encuentra desmotiva a la vez que dificulta la concentración.

5. Problemas familiares: la tensión nerviosa, por diversas dificultades, estará desviando la atención a otros pensamientos.

Estudio de la atención en deportes de combate: Importancia del mismo en el boxeo

    Falero (2000) considera que existen algunas diferencias entre los disímiles deportes de combate: deportes de agarres y controles (judo, lucha olímpica, etc.); deportes de golpeos (boxeo, karate do, taekwondo, etc.); deportes de acciones mixtas (jiu-jitsu, full contact, kick boxing); deportes con el uso de armas (esgrima, kendo, etc.). (Del Monte, 2010)

    Mahlo (1985) señala que entre los factores psicológicos que influyen en el rendimiento deportivo se encuentran la motivación, la voluntad, los factores emocionales, el espíritu colectivo y la concentración de la atención. El autor señala que la concentración está relacionada con el desarrollo de la primera fase de los procesos psicomotores de cualquier acción táctica (percepción y análisis de la situación de encuentro), siendo esta una fase que interviene de manera importante en las restantes fases de la acción táctica (la solución mental y la solución motora de la tarea táctica).

    El boxeo es uno de los deportes que integra la agrupación que se conoce como Deportes de Combate. “Una de las particularidades más importantes de estos deportes es que el atleta tiene que enfrentarse directamente a un adversario con el cual interactúa prácticamente cuerpo a cuerpo, exceptuando la esgrima en que se mediatiza la relación a través del arma. De ahí que tenga que superar no solo la fuerza física que el contrario le impone, sino también la táctica que el mismo utiliza, así como la técnica que realice en cada uno de los movimientos ofensivos y defensivos, y todo ello debe hacerlo bajo un clima de alta tensión, por cuanto el deportista individualmente tiene toda la responsabilidad para intentar alcanzar la victoria, sobreponiéndose a cualesquiera de las barreras psicológicas que le impone la situación y específicamente el contrario”. (Russell, Portuondo y Martínez, 1997; citado por Sánchez, 2005)

    En ellos se hace importante el entrenamiento de todas las características de la atención mencionadas anteriormente, pero la concentración de la atención juega un papel primordial en la penetración que él mismo tiene que ser capaz de realizar sobre aquellas intenciones que tiene el adversario, en un combate que tiene un período de tiempo limitado y una gran proximidad del contrario. Otro de los elementos atencionales que debe ser entrenado prioritariamente es la distribución de la atención, pues las propias características de la actividad hacen que el atleta además de centrarse en el desarrollo de su plan táctico, en las orientaciones de su entrenador y en su contrario como un todo, debe ser capaz de valorar los diferentes puntos de acción del contrario: los movimientos de los pies y sus desplazamientos, los movimientos de cadera, de cabeza y de las manos.

Conclusiones

    Para el entrenamiento de la atención, es necesario el conocimiento y evaluación del nivel que en este sentido posee el atleta, así como de las características del deporte a realizar y las destrezas necesarias para ejecutarlo. Resulta imprescindible no dejar a un lado los factores emocionales y motivacionales, en tanto vemos al proceso de la atención no solo como un proceso cognitivo, sino conjuntamente en su actividad interna con los procesos afectivos. Es por ello que hay que tomar en consideración los posibles factores que pueden atentar en su contra. Los elementos referidos anteriormente por los diferentes autores, muestran como el estudio e intervención de cualquier proceso en los deportistas de combate debe estar vinculado a características de personalidad del atleta, que se encuentran fundamentalmente en el conocimiento que el deportista tenga de si, estrechamente relacionado con su ideal, lo que quiere ser y con el conocimiento de las demandas de la actividad que realiza en ese sentido.

Bibliografía

• Del Monte, L. (2010). Autovaloración y dinámica de autoperfeccionamiento en deportistas cubanos de alto rendimiento. Tesis de doctorado. Ciudad de La Habana: Universidad de las ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”.

• Del Monte, L. (2012). Una metodología para evaluar dinámica de autoperfeccionamiento en deportes de combate. Documentos oficiales Biblioteca IMD.

• García Ucha, F. (2001). Tenis y concentración de la atención. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, 7 (40). http://www.efdeportes.com/efd40/tenis.htm

• García Ucha, F. (2004). Concentración de la atención. La Habana.

• Mahlo, F. (1985): La acción táctica en el juego. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

• Puni, A. Z. (1969). La preparación psicológica para las competiciones deportivas. Moscú: Editorial Fisicultura y Deporte.

• Saínz, N. (2010). Psicopedagogía de la Educación Física y el Deporte Escolar. Ciudad de La Habana: Editorial Deportes.

• Sánchez, M. E. (2005). Psicología del entrenamiento y la competencia deportiva. La Habana: Editorial Deportes.

• Sánchez, M. E. y González, M. (2004): Psicología general y del desarrollo. La Habana: Editorial Deportes.

• Schmid, A y Peper, E. (1961). Técnicas para el entrenamiento de la concentración de la atención en psicología aplicada al deporte. (393-411). Madrid: Biblioteca Nueva.

• Vega, M. (2005). Introducción a la Psicología Cognitiva 1. La Habana: Editorial Félix Varela.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 19 · N° 202 | Buenos Aires, Marzo de 2015 Lecturas: Educación Física y Deportes - ISSN 1514-3465 - © 1997-2015 Derechos reservados