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Acerca del significado de la práctica corporal

 

Licenciada en Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires

Investigadora y Docente en las cátedras Antropología, Cultura Física II y Teoría

de la Cultura Física en la Facultad de Actividad física y Deporte

de la Universidad de Flores

Susana Maldonado

susamaldo@yahoo.com.ar

(Argentina)

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo consiste en un abordaje desde una antropología del cuerpo de la práctica corporal. El objetivo es brindar un aporte para profundizar en la conceptualización del término sustentándose en autores como Beer, Lagardera, Mauss, entre otros, cuyos conceptos, íntimamente ligados a esta práctica, pueden incidir para profundizar en el significado del término y en el campo de la educación física

          Palabras clave: actividad física. Ejercicio físico. Técnica. Cultura corporal. Habitus. Vivencia. Performance. Antropología del cuerpo.

 

Abstract

          The present essay intents to offer an approach from a body’s anthropology of the body practice. The aim is to provide a contribution to further the conceptualization of the term sustained in authors like Beer, Lagardera, Mauss among others, whose concepts closely associated with this practice, can influence to deepen the meaning of the term and in the field of physical education

          Keywords: Physical activity. Exercise. Technique. Body culture. Habitus. Experience. Performance. Body’s anthropology.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 19 - Nº 193 - Junio de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    ¿Por qué hablar de práctica corporal?

    En un intento por definirla se presentarán algunos conceptos intrínsecos a ella que deberían ser profundizados en ulteriores investigaciones a fin de comprender el significado y la incidencia de la expresión “práctica corporal” (PC). en el discurso de la educación.física.. Se brindará un panorama de perspectivas que pueden aportar para pensar cómo definirla.

Hacia una conceptualización de la práctica corporal

    En principio, se propone abordar el significado de la PC desligándolo de la perspectiva biológica puesto que esta mirada nos lleva a vincularla con actividad física Este concepto está impregnado de connotaciones biológicas Alude a cualquier actividad o movimiento que produzca un desgaste energético más elevado que el estado de reposo. Respecto a esta actividad David Beer (2012), critica al “paradigma biomotriz” que considera al “movimiento como resultado de estructuras biológicas que le dan sentido” proponiendo una perspectiva “expresiva comunicacional” que se aleje de la consideración instrumental del movimiento. Por otra parte, considera a “la educación física, como elemento clave en la promoción y mejora de la salud” la cual para este autor,“expresa un conjunto de relaciones sociales y …la relación que el sujeto tiene con su cuerpo, con la alimentación con los hábitos de vida, con el tiempo libre y con ……los servicos sanitarios, entre otros aspectos” pero luego circunscribe la salud a ” resistencia cardiovascular, fuerza, resistencia muscular y flexibilidad(…) para mejorar-mantener (la) salud” mediante actividades físicas.

    También difiere del ejercicio físico el cual se refiere a toda actividad física planificada y repetitiva que tiene como objetivo la mejora o mantenimiento de uno o más componentes de la condición física olvidándose del carácter vivencial y social. Respecto a este carácter, Lagardera (2009) en su trabajo sobre ejercicio físico sostenible. Dice que “la práctica de ejercicio físico sostenible es bastante más que la adquisición de un buen hábito, un comportamiento recomendable para la ocupación del tiempo de ocio o una práctica terapéutica, dado que a partir de la satisfacción de una necesidad, realizada de manera consciente y sostenible, este actuar puede transformarse en un arte, en un proceso mágico que puede conducir a los seres humanos por la senda de la felicidad plena. De aquí la necesidad de una adecuada pedagogía específica” (Lagardera, 2009: 7).

    Se refiere al cultivo de la atención y hace hincapié en el goce refiriéndose a un proceso que permita “ir adentrándose en el gran festín sensitivo que supone la práctica consciente de ejercicio físico” (ídem: 20) “Es por esto que la educación física puede y debe recuperar su valor social en cuanto pedagogía del bienvivir en vez de una pedagogía del logro de habilidades más o menos competentes”. (ídem: 9)

    Rescata el sentido de conexión del cuerpo al resignificar “lo físico”. Se refiere a la educación de la physis relacionándola con “el despertar de la inteligencia sentiente” (ídem: 9) (Nota 1)

    A partir de un enfoque antropológico, es importante lo que nos aporta Marcel Mauss uno de los primeros antropólogos que comienzan a pensar la cultura desde el cuerpo. Se refiere a “técnicas corporales” en una Conferencia dictada en 1934 (Nota 2). Las concibe como determinadas prácticas corporales consideradas eficaces que cada pueblo realiza de manera tradicional teniendo en cuenta los sexos, la edad, rendimiento y transmisión de las formas técnicas. Brinda una clasificación según las etapas de la vida refiriéndose entre otras a las técnicas del nacimiento y obstetricia, a las propias de la infancia (crianza y alimentación) y de la adultez. Respecto a esta última se detiene en las “técnicas del sueño y del reposo” desnaturalizando las formas de comportamiento de estas prácticas. También hace referencia a “técnicas.de la actividad. y del movimiento.” las cuales son prácticas que requieren un cierto entrenamiento o que funcionan como un “oficio” como saltar, correr, danzar, trepar, nadar, movimientos de fuerza. Además, hace alusión a las técnicas del cuidado del cuerpo y de consumición de la comida entre otras. En todas ellas, nos muestra la importancia de la incidencia social en la conformación corporal. Así, para este autor, formas del cuerpo que se consideran hereditarias, son en realidad, de otro orden. Dice al respecto que ”determinadas formas de algunos tendones y huesos responden a una determinada forma de estar de pie y de pararse” (Mauss, 1979: 345) la cual posee una influencia social.

    También señala que las técnicas utilizan al “cuerpo como el primero y más natural instrumento del hombre” (ídem: 342.) en los movimientos vitales. Si bien manifiesta una visión instrumentalista del cuerpo, es importante señalar que estas” técnicas” antes de la formulación de Mauss. no eran deslindadas claramente de la “cultura material” para ser estudiadas. Así la categoría transporte abarcaba carros, caballos, zapatos no deteniéndose en las formas de carrera o marcha y lo referido a la alimentación se centraba sólo en la caza, agricultura, cocina no interesándose en el uso de las manos o la boca. Este autor comienza a interesarse por la incidencia en el cuerpo de los instrumentos usados, señalando que “el andar con zapatos modifica la posición de los pies” (ídem: 341). También estudia la forma de ejecución de las acciones corporales para alcanzar determinados fines.

    A partir de lo expresado puede decirse que la práctica como la técnica nos remite a la cultura. Mauss comienza a impregnar el término técnica de un sentido social. El cuerpo se torna ambiguo. Nos muestra cómo la práctica corporal y el mundo no se pueden diferenciar. Al referirse a la técnica corporal, trata de buscar una explicación que no escape a la lógica occidental, para la cual el concepto de técnica, propio de la modernidad racionalista (del gr. tekne), no se refiere tanto al hacer ligado a lo artístico y subjetivo, como creación, sino que alude a un procedimiento reglado para obtener un resultado determinado que requiere destrezas. Al respecto, Mauss señala, que la técnica también necesita de lo ritual para llevarse a cabo. Es importante destacar que no se refiere a ésta última como la acción de la razón sobre el cuerpo sino más bien de la sociedad sobre el cuerpo. En ese sentido, según la interpretación de Jaime de la Calle Valverde (2011: 80), Mauss aporta una visión socio-mágica del gesto y del movimiento la cual es inconsciente desde la perspectiva del gesticulador.. La taxonomía de técnicas que nos ofrece a partir de prácticas ligadas a la magia y al cuerpo que la Antropología tradicional dejaba de lado, produjo una fuerte ruptura en el campo de esta ciencia. Así cuando alude a la caza y a la carrera, lo hace teniendo en cuenta a la magia a la cual considera un acto tradicional y eficaz al igual que la técnica. Reconoce que no puede prescindir de esta vivencia para abordar las técnicas. Por ello al indagar en el ámbito de la magia, para poder definirla, percibe que en los procedimientos mágicos, los poderes y figuras se confunden (Nota 3). Al respecto, se refiere a las “leyes simpáticas de la magia” (Mauss, 1979: 52,87-99( para dar cuenta de la conexión existente entre las cosas desde la perspectiva del pensamiento mágico diferente del pensamiento racionalista moderno que fragmenta al hombre y lo separa del mundo. Nos remite así a la concepción de cuerpo conexión diferente de la vivencia de cuerpo frontera que expresa a un hombre desligado de su cuerpo tan propio de la modernidad (Maldonado, 2011:169-187) (Nota 4), Mauss acude a una experiencia que el autor llama corporal y no física otorgándole así un sentido social y cultural puesto que necesita de un acto ritual para concretarse. Dice al respecto, que los indígenas australianos deben cantar una determinada canción para cazar al gato salvaje y llevar un cristal de roca (piedra mágica) y cantar una canción semejante a la anterior en la caza de la zarigüeya. Así podrán trepar y matar esta difícil presa (ídem: 341).

    En base a lo expuesto, podemos decir que la técnica consistiría en todos aquéllos movimientos necesarios para que una determinada práctica resulte eficaz. Desde la perspectiva de este autor, puede identificarse a la técnica, con la noción de PC puesto que las características de esta última se manifiestan a través de una técnica

    La PC entonces siguiendo a Mauss, estaría ligada a la cultura corporal en la medida que establece un vínculo con el repertorio de gestos y expresiones propios de una sociedad, siendo el cuerpo la exteriorización del acervo de las representaciones del mundo. Al respecto, es importante diferenciar cultura corporal de cultura física porque esta última expresión nos lleva a equiparar al cuerpo con lo físico como objeto orgánico, desvinculado de lo ontológicamente humano. Esto supone que para estudiar las prácticas corporales es necesario explorar cómo se insertan en la cultura por ejemplo, las formas de entrenamiento (Nota 5). Con respecto a sociedades no occidentales, hablar de “practicas corporales” nos permite una mejor comprensión de la cultura corporal propia de estas sociedades como ocurre con las “expresiones corporales indígenas latinoamericanas” las cuales, con el mismo criterio por el cual no pueden ser consideradas actividades físicas, tampoco sería pertinente encasillarlas desde la categorización occidental. como juegos, danzas, dramatizaciones o ceremonias porque desvirtuarían el sentido que estas culturas indígenas confieren a estas prácticas. Por ello, el uso del término ”prácticas corporales” puede servir para ir desprendiéndose de miradas etnocentristas que distorsionan los hechos culturales vividos.

    Otro aporte de Mauss es el concepto de habitus. Para entender este hecho según este autor, se debe tener en cuenta no sólo a lo biológico y psicológico sino también lo sociológico. Dice que “no se puede tener un punto de vista claro sobre (…) la natación, la carrera, etc. si no se tiene en cuenta (…) al hombre total" (ídem: 340). Lo utiliza para referirse al carácter simbólico y socialmente construido de las técnicas corporales propias de una cultura adquirida en la práctica. Para este autor dichas actividades están regidas por la sociedad que impone desde el exterior un dominio consciente. Dice que “existe una relación entre el cuerpo y los símbolos (…) todo lo que hacemos nos viene ordenado, mi postura sentada y mi voz, dan lugar a que ustedes me escuchen sentados y en silencio” (ídem: 343) Sostiene que las técnicas pueden ser transmitidas mediante la educación considerando al cuerpo como instrumento modelable. Además, destaca que una técnica del cuerpo puede aplicarse a diferentes áreas de actividad. En ese sentido, nos ilustra acerca de la capacidad de los soldados australianos para sentarse en cuclillas durante los periodos de descanso, mientras que los franceses debían permanecer erguidos; porque, como tantos europeos, carecían de esa habilidad.

    Posteriormente Bourdieu, señala que el habitus es la modalidad práctica del cuerpo “un modo de hacer corporal que la conciencia no puede doblegar” (Dukuen, 2010: 11) Es decir que el habitus se aprende mediante el cuerpo que no pasa por la conciencia Éste ya no es un instrumento sino la modalidad de ser en el mundo en el sentido planteado por Merleau Ponty de cuerpo fenoménico diferente de cuerpo objetivo (ídem: 13). Así los habitus son “in-corporados” (Galak, 2009: 10) La práctica es pre-reflexiva porque no requiere de la reflexión para dar un sentido al mundo. Es decir que “es transmitida por la práctica misma sin pasar por el discurso” (Islas, 1995: 164) (Nota 6). Bourdieu restaura de esta forma, la noción de hexis de Aristóteles como conjunto de disposiciones prácticas En ese sentido, la hexis corporal, tomando en cuenta lo que señala María Emilia Tijoux (2007) basándose en Bourdieu, consistiría en “maneras (….) de caminar, hablar, etc., que se naturalizan en la lógica del habitus y se convierten en maneras duraderas de sentir, actuar y pensar”. Con referencia a lo expresado, Gabriel Cachorro (2009) resalta el sentido marcadamente social de la PC Señala que “las prácticas corporales están movidas por anhelos de construir tramas vinculares “(vol. 12, nº 2).

    Otro aspecto fundante de la PC es la vivencia. Tener en cuenta esto significa diferenciarla de la actividad física y pensar en una educación corporal tal como muchos educadores proponen. Se necesita así de otro modo para nombrar al cuerpo que rescate la experiencia de las sensaciones y el poder de la creación porque éstos remiten a la subjetividad expresada a través de la corporeidad (Nota 7). Al respecto, es importante lo que señala Gloria Castañeda Clavijo (2009) con referencia a la perspectiva tradicional de la educación física la cual concentró sus estudios más “desde la política del cuerpo que desde la poética”. Es decir “habitar poéticamente el mundo más allá de una racionalidad” proponiendo pensarlo también desde nuestra sensibilidad “(Gallo Cadavid, 2011: 58) Esta concepción está incidiendo en la educación física, la cual históricamente dejó afuera la corriente expresiva ligada a la danza y al teatro (Castañeda Clavijo, 2009: 7) Estuvo centrada en las actividades físicas ligadas al logro de la salud física, el vigor, el rendimiento y a la búsqueda de modelos de belleza impuestos desde el mercado.

    El creciente interés por la experiencia vivida, ligada al término “erlebnis” introducido por Dilthey (Maldonado, 2011: 165-166) está permitiendo adjudicar otras interpretaciones a la PC mediante el método narrativo biográfico “adjetivando el sustantivo cuerpo como cuerpo vivido” (Castañeda Clavijo, 2009:19,49) Este método permite que el sujeto muestre sus propias experiencias desde la subjetividad (Nota 8). Esta corriente expresiva plantea un saber de sí mismo como “formas de empoderamiento de los sujetos” (ídem: 6). Desde esta perspectiva puede abordarse a la PC, como una estética ligada a la sensibilidad teniendo en cuenta la mirada de Schiller, tal como lo sostiene Luz Gallo Cadavid (2011) Desde su perspectiva la belleza es una condición para la constitución de la subjetividad. En ese sentido, Santin, en la conferencia dictada en 1995, basándose en Schiller, propone la restauración del homo aestheticus ligado al sentimiento, la belleza y lo lúdico. Cabe señalar, que esta postura supera al cartesianismo porque lo estético rechaza la fragmentación y la escisión asignando al cuerpo un sentido antropológico.

    También, lo expuesto puede relacionarse con el concepto de performance término polisémico de difícil delimitación puesto que hay una proliferación del uso de esta palabra en diferentes ámbitos como el arte y el deporte. En principio, una de las acepciones del término alude al resultado logrado en la ejecución de una práctica artística o deportiva. Al respecto, Diana Taylor (2011) profundizó en el significado del término. Esta autora entiende que performance es una actuación inesperada de carácter ritual y simbólico que perturba lo pautado transgrediendo la construcción dominante como “un acto espontáneo corporal que perturba la cotidianeidad como resistencia a la censura” (Taylor, 2011: 11) En este sentido, podemos pensarla también como una práctica emancipadora, como drama social o puesta en escena fuera de lo impuesto, o institucionalizado que cambia según el contexto sociopolítico como expresión de protesta. Es decir, como acontecimiento que rompe con la noción normativa del comportamiento. Con referencia a lo expresado Cachorro (2009) señala que “las prácticas corporales tienen el valor de hacer qué pase algo. Ese pasar como acontecimiento es muy importante porque no deja al sujeto en el aire.”.

    Además, a través de la PC como performance pueden expresarse y observarse muchos hechos omitidos del discurso verbal. Por otra parte, es importante señalar que en el ámbito artístico la performance no se refiere al objeto – la pintura por ejemplo- sino el sujeto como elemento constitutivo de la obra artística. Esto es importante considerarlo para pensar en el significado de este término en el ámbito de la educación física en relación al sujeto, al cuerpo y a la técnica.

    Por otro lado, así como Mauss y otros clasifican las técnicas, también se presentan propuestas para ordenar las prácticas corporales según el contexto en que se manifiestan. Un ejemplo es el estudio que nos brinda Natalia Galvis Arias (2009) Esta autora define a las prácticas corporales como “expresiones culturales e históricas de lo humano en búsqueda de procesos creativos, comunicativos, de socialización, de control y reconocimiento que se pronuncian a través de las prácticas deportivas, lúdicas, recreativas, artísticas, de expresión corporal y de ocio”. Aporta una etnografía educativa a través del estudio de prácticas corporales formales propias de la escuela y de prácticas informales que se manifiestan en su entorno local inmediato.

    Finalmente, es importante revisar si el térrmino PC resulta adecuado. Al respecto, es importante rescatar la crítica que realiza Oscar Minkévich (2000) al uso del término “prácticas corporales”. Si bien no lo formula expresamente, coincide con la perspectiva de Gabriel Marcel referida al hombre como “ser encarnado” porque decir que el cuerpo realiza la práctica nos está mostrando cómo perdura la concepción de hombre escindido en nuestro discurso. Por eso señala este autor que debiera revisarse “el léxico disciplinar”. Dice que el cuerpo en tanto cuerpo no realiza ninguna práctica sino que es el sujeto el que puede realizar prácticas deportivas, gimnásticas, etc. Significa que lo que se “domina” o “maneja” no es el cuerpo (noción instrumental) sino que se manifiesta un sujeto comprometido en una acción, un desempeño, un “accionar motriz”. Señala que lo importante es el sujeto que construye la técnica. Por ello concluye que el término resulta impreciso e incorrecto.

    A partir de lo planteado por Minkévich podemos entonces, preguntarnos si en lugar de “prácticas corporales” no debería usarse sólo “prácticas” o “prácticas del sujeto”, pero, si nos detenemos en su fundamentación, puede inferirse, que la crítica de este autor se está refiriendo, en realidad, no a “prácticas corporales” sino a “prácticas del cuerpo”

    La perspectiva del autor citado nos lleva a vincular la “acción motriz” con el significado de motricidad como emergente de la corporeidad que sí nos remite al sujeto. Esta motricidad se manifiesta como una intencionalidad que da sentido al movimiento. En cambio, el concepto de actividad física se vincula con meros movimientos separados de la persona que los ejecuta (Nota 9). Así pensar en PC en lugar de actividad física, implica un abordaje diferente de la acción humana que se funda en la corporeidad teniendo en cuenta, como decía Lacan, que “el cuerpo no se constituiría si no pudiera hablar”.

    Tomando en cuenta todos estos aspectos fundantes de la PC, puede inferirse, que “el cuerpo de la educación física sólo puede ser indagado en las prácticas” (Galak, 2009: 2) considerando a la intervención pedagógica como generadora de aprendizajes que aporten para la constitución de la corporeidad.

    Como conclusión, sostenemos que estas aproximaciones al significado de PC pueden aportar para pensar cómo la incorporación e incidencia teórica de esta noción está llevando a una redefinición del campo denominado históricamente “educación física”.

Notas

  1. Conviene detenerse en el sentido de comunión que posee el significado del término griego physis (derivado del verbo phyein, como lo que nace, brota y crece) que alude al principio de movimiento, permitiendo que la realidad sea Kosmos (mundo) en el cual el todo es uno y diverso. Puesto que genera pluralidad y dinamismo, hay una physis propia en cada cosa y otra común a todas (esencia). Al respecto, Ferrater Mora (1999) señala que la physis -que identifica con naturaleza-, “es principio y causa de movimiento”, “es lo que hace que la cosa o las cosas posean un ser…, un llegar a ser o movimiento que le es propio” (2001) Puede inferirse que es algo que tiene en sí mismo la fuerza del movimiento por el cual llega a ser lo que es en el curso de un crecimiento.

  2. El trabajo fue publicado en 1936.

  3. Es decir que la cualidad mágica de una cosa se constituye en una fuerza.

  4. Así para la concepción indígena andina el cuerpo no se manifiesta deslindado de la persona. La tierra es territorio propio y forma parte de su mismo cuerpo que es tanto personal como social.

  5. Por ejemplo en el caso de la danza japonesa butoh los conceptos de energía, esencia, centro, espontaneidad, vacío, de uso frecuente en la danza occidental, poseen un “sentido específico que emana del contexto cultural japonés…” (Aschieri, 2012: 284-285).

  6. De esta forma, mediante consignas corporales como “conserve su derecha” o “no sostenga el cuchillo con la mano izquierda” se van introduciendo, a través de las maneras, las cuales se instalan sin una plena conciencia ni explicitación, los principios fundamentales de una cultura (Islas,1995:163).

  7. Respecto a la subjetivación, Foucault hace referencia a la ética o cuidado de sí al darle una mayor importancia al sujeto, a las prácticas y a las tecnologías del sí mismo, como formadoras de sujetos morales de sus propias acciones. Señala que “la subjetividad es la manera en la que el sujeto consigue establecer una relación directa consigo mismo de ahí que, la subjetividad es la manera en la que el sujeto hace experiencia de sí mismo en un juego de verdad, dado que ese proceso por el que el sujeto se constituye es la subjetivación” (citado por Castañeda Clavijo 2009: 20).

  8. Castañeda Clavijo considera que las prácticas corporales artísticas en el contexto de la subjetividad permiten entender las “prácticas del sí mismo” (20). En su trabajo indaga la configuración de la subjetividad, suscitada a través de la práctica corporal de la danza, mediante el estudio de autobiografías basándose en el método de documentación de historias de vida del antropólogo Oscar Lewis.

  9. Nótese que aún se habla más de programas de actividad física que de práctica corporal.

Agradecimiento

    Es importante destacar la valiosa colaboración brindada por el Lic. Jorge Gómez y el Mg. Leonardo Gómez con quienes trabajo desde hace un tiempo articulando la perspectiva de la antropología y la educación física con el propósito de enriquecer saberes

Bibliografía

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