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Conceptos básicos sobre la fuerza muscular

 

Profesor de Educación Física

Catedrático de la Universidad Pedagógica Veracruzana

Catedrático de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz

Entrenador de Lucha Grecorromana

Lef. Acdmer Antonio Galicia Reyes

sports_science10@yahoo.com.mx

(México)

 

 

 

 

Resumen

          La fuerza muscular es una capacidad propiamente del ser humano misma que ha sido objeto de estudio de múltiples investigaciones, sin embargo, dentro del ámbito del entrenamiento deportivo, juega un papel importante en el proceso de preparación del deportista, siempre y cuando sepa orientarse y trabajarse en relación a los diversos regímenes de contracción o acción muscular y a su manifestación en relación a la disciplina deportiva que se practica.

          Palabras clave: Fuerza muscular. Contracción. Acción. Manifestación.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 190, Marzo de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    A lo largo de los años, el ser humano ha desempeñado diversas actividades para subsanar sus necesidades de supervivencia, en las cuales se ha puesto de manifiesto la utilización del cuerpo como herramienta principal de trabajo a través del movimiento y de las capacidades condicionales.

    Siendo así, la fuerza muscular ha jugado un papel verdaderamente importante dentro del proceso evolutivo de la especie humana, puesto que, como diversas obras escritas nos han ilustrado a través del tiempo, las grandes civilizaciones del mundo antiguo utilizaban la fuerza como base de la preparación militar, la actividad laboral, la rehabilitación, así como para un mejor rendimiento físico de los diferentes deportes.

    Si bien es cierto, esta capacidad humana ha sido objeto de estudio de muchos científicos del deporte, con el afán de aportar a la ciencia nuevas tendencias que habrán de evolucionar el proceso de preparación de los deportistas a nivel mundial. Mismos que se han expandido a lo largo y ancho de nuestro planeta. Sin embargo, diversos paradigmas atrapan el estudio de la fuerza desviando el sentido de la información de manera incorrecta.

    De esta forma el autor, pretende brindar un panorama general sobre los conceptos básicos de la fuerza muscular con la finalidad de orientar, guiar y estimular el gusto por la investigación científica de esta capacidad en todos los estudiantes, técnicos y profesionales de la educación física y el deporte. Puntualizando que, su estudio, nos adentra a un mundo lo bastante amplio para dar respuesta a ciertas incógnitas que existen en el entrenamiento deportivo.

Conceptos básicos sobre la fuerza muscular

1.     La fuerza muscular como capacidad

    Hablar de la fuerza, dentro del ámbito del entrenamiento deportivo, es adentrarse en un mundo tan complejo de teorías y métodos que buscan contribuir con el buen rendimiento de los atletas a nivel mundial, ya que ha sido objeto de múltiples estudios desde diversos enfoques de acuerdo a la forma en que se lleva a cabo su entrenamiento y su manifestación dentro de cada una de las disciplinas deportivas.

    Esta capacidad juega un papel muy importante dentro del proceso de preparación del deportista, siendo un factor determinante del éxito competitivo, sin embargo, su entrenamiento requiere un alto grado de análisis metodológico para su correcta dirección, puesto que si se orienta de forma adecuada puede ser uno de los trabajos más nobles para el atleta brindando resultados extraordinariamente buenos, pero a la vez puede convertirse en la más peligrosa práctica si no se cuenta con el conocimiento y la preparación debida.

    De acuerdo con el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española) la fuerza se define como aquella “capacidad para mover algo o alguien que tenga peso o haga resistencia”. En física de acuerdo con las leyes básicas de la dinámica que fueran publicadas por Newton en 1687 “se define la fuerza como toda causa capaz de cambiar la forma de un cuerpo o de cambiar su estado de movimiento” (Colectivo de autores, 1995)

    Román en su libro Gigafuerza (2004) destaca que para Vorobiev (1974) en fisiología se entiende por “fuerza muscular aquella tensión máxima expresada en gramos o kilogramos que los músculos son capaces de desarrollar”.

    Por otro lado Morales y Guzmán (2003) mencionan que “La fuerza es un elemento común de la vida diaria pues cada actividad humana, desde el movimiento más simple requiere de su utilización. Por ello tanto en el deporte como en el trabajo cotidiano existe un cierto tipo de producción de fuerza”.

    Por su parte Zatsiorski (1989) define a la fuerza como la “capacidad para superar la resistencia externa o de reaccionar a ella mediante tensiones musculares”

    Platonov y Bulatova (2006) mencionan que “bajo el concepto de fuerza del ser humano hay que entender su capacidad para vencer o contrarrestar una resistencia mediante la actividad muscular”. Otro concepto es el que nos brindan González y Gorostiaga (1995) quienes definen la fuerza como “la capacidad de producir una tensión que tiene el músculo al activarse o como se entiende habitualmente contraerse”.

    Bajo estas concepciones se puede observar que la fuerza, al ser estudiada desde diversos enfoques puede variar su concepto. Sin embargo, dentro del ámbito deportivo se ejecuta a través de la actividad muscular, y que en ese sentido hace referencia a una capacidad propiamente de un ser humano, por ende, el término correcto para su utilización sería el de “fuerza muscular” de esta forma el autor la define como “La capacidad que permite desarrollar un trabajo mediante la oposición y/o superación de una resistencia ya sea interna o externa, modificando el estado de reposo o movimiento de un cuerpo a través del accionar de los músculos”.

    Aunado a esto, el objeto de estudio guarda relación directa con las demás capacidades condicionales, y en opinión del autor funge como la más importante dentro del proceso de preparación del deportista, puesto que, como señalamos con anterioridad, cualquier movimiento por muy mínimo que este sea, requiere un nivel de fuerza muscular. Dicho de otra manera, sin fuerza, simple y sencillamente no hay nada.

    En ciertas ocasiones, la falta de efectividad de los elementos técnicos dentro del ejercicio competitivo no es a causa de una falta de dominio de los fundamentos o de un déficit de coordinación, sino por un déficit de fuerza muscular óptima para su ejecución.

    De acuerdo con lo anterior, un aspecto de vital importancia para cualquier técnico o entrenador deportivo siempre será la forma en que se manifiesta la fuerza en relación a la disciplina deportiva que se trabaja, ya que a pesar de entrenarla en todos los deportes se debe orientar de manera totalmente distinta para poder aspirar a un buen rendimiento deportivo.

2.     Clasificación de la fuerza muscular

    De acuerdo con la estructura del aparato locomotor, el cuerpo humano cuenta con aproximadamente 600 músculos, mismos que se encargan de convertir la energía química en energía mecánica, mediante la cual es posible efectuar el movimiento. Sin embargo, dentro del ámbito del entrenamiento deportivo la fuerza se manifiesta de formas totalmente distintas en relación al modo de acción muscular que se efectúa dentro de cada disciplina.

    Existe una gran variedad de términos relacionados con el proceso de acción muscular, mismos que a través de los años han orientado a técnicos y entrenadores para su labor dentro del proceso de formación de los atletas para el alto rendimiento.

    Zimkin (1975) menciona que “la tensión muscular surge como resultado de la contracción de las fibras musculares”. Por su parte Román (2004) haciendo referencia en Kuznetzov (1981) declara que “El desarrollo de la fuerza se logra mejor durante el entrenamiento donde se emplean diferentes regímenes de trabajo”. En ese sentido es que podemos declarar que la fuerza no se trabaja de forma aislada, sino que debe estar acompañada de las demás capacidades condicionales para un mejor rendimiento.

    Román (2006), haciendo referencia en Kuznetzov (1981) caracteriza la fuerza como dinámica o estática en dependencia del régimen de actividad muscular. Este autor resalta que el régimen dinámico se caracteriza por una variación longitudinal de los músculos a través del movimiento. Por su parte el régimen estático, se distingue por un carácter activo y pasivo de sus tensiones.

    Para Weineck (2005) existen tres tipos de contracción muscular:

1.     Contracción isotónica

    En este tipo de trabajo “los elementos contráctiles del músculo se contraen, mientras que los elásticos no varían su longitud. De esta forma se produce un acortamiento del músculo”.

    Para Kuznetzov (1981) “La contracción Isotónica o Dinámica se realiza con dos variantes”.

  • Concéntrico: Hace referencia a todo aquel trabajo cuyas características principales conllevan a un acortamiento de la longitud del músculo

  • Excéntrico: Hace referencia a todo aquel trabajo que produce un estiramiento o alargamiento de los músculos.

2.     Contracción isométrica

    De la misma forma Weineck (2005), menciona que este tipo de trabajo “se produce igualmente una contracción de los elementos contráctiles; sin embargo, los elásticos se estiran, de forma que desde fuera no se percibe un acortamiento muscular”.

3.     Contracción auxotónica

    Finalmente el autor destaca que este trabajo se efectúa a través de una combinación de los dos tipos de acción muscular anteriormente mencionados, considerando que “La contracción muscular auxotónica es la forma más frecuente en el ámbito del deporte” (Weineck, 2005).

    Con base en los tipos de actividad muscular anteriormente mencionados, podemos dividir el estudio de la fuerza en relación a la forma en que se manifiesta a través de los movimientos del ser humano, considerando factores como pueden ser:

  • El nivel de contracción muscular efectuado.

  • La velocidad con que se ejecuta el movimiento.

  • El tiempo mediante el cual se desarrolla la actividad.

  • El nivel de esfuerzo desarrollado por el atleta.

    Barrios y Ranzola (1998), hacen referencia en Ehlenz, Grosser y Zimmerman en donde destacan tres tipos de fuerza en relación a la actividad muscular que se desarrolla.

“ 1.     Fuerza resistencia

  • Trabajo Isotónico (Flexión y Extensión de codos)

  • Trabajo Isométrico (Sostener un peso o mantener una posición)

2.     Fuerza explosiva

  • Uno o varios Movimientos Rápidos.

3.     Fuerza máxima

  • Una Repetición con un peso Máximo”

    Sin embargo, Román (2004) destaca tres tipos de fuerza mediante los cuales, a través de un juicio valorativo menciona que “Existen diferentes tipos y formas de contracción muscular las cuales se realizan en determinados momentos, en dependencia de las condiciones en que se presenten en la actividad competitiva”, de esta forma es que se puede entender que dentro del ámbito deportivo, no solo se manifiesta un tipo de fuerza o contracción muscular sino una conjugación de todas ellas para poder realizar los elementos técnicos con efectividad. De esta manera resalta a la fuerza Máxima, Fuerza Rápida y Resistencia de la Fuerza, aunado a esto la interrelación que existe entre las diferentes manifestaciones de fuerza dan como resultado combinaciones que de acuerdo con la actividad deportiva se ponen de manifiesto en los elementos técnicos, de estas tres manifestaciones se destacan dos subcategorías como lo son la Fuerza Explosiva y la Resistencia a la Fuerza Rápida.

Fuerza máxima

    Según Forteza (1997), es la que se manifiesta de forma más definida en los movimientos lentos y estáticos, durante la superación de la resistencia exterior.

    Para Weineck (2005) la posibilidad de mejorar la fuerza máxima depende de los siguientes componentes:

  • De la sección transversal fisiológica del músculo.

  • De la coordinación intermuscular (coordinación entre los músculos que colaboran en un movimiento dado).

  • De la coordinación intramuscular (coordinación dentro del músculo).

    Este tipo de fuerza se manifiesta en deportes como, el levantamiento de pesas, los deportes de combate como la lucha o el judo, dadas las características o el momento en que se ejecuta una acción técnica. Sin embargo, diversas tendencias han señalado que solo se puede efectuar dentro de actividades con cierto grado elevado de “estrés” o situaciones extremas en las que el organismo responde a ciertos estímulos de incertidumbre. En este sentido podríamos decir que es casi imposible su entrenabilidad, ya que solo se lleva a cabo a través de una repetición con un esfuerzo máximo, y en relación a estas características es que se analiza que con una repetición del ejercicio no se entrena.

Fuerza rápida

    Este tipo de fuerza es una base fundamental dentro de la preparación de velocistas, saltadores, ciclistas, boxeadores e incluso futbolistas. Al referirnos a esta capacidad podríamos definirla como “la capacidad de superar una resistencia a una alta velocidad de contracción” (Forteza, 1997).

    De acuerdo con las características de cada deporte, la fuerza rápida se puede manifestar de forma diferente, en disciplinas como los lanzamientos y los saltos, se efectúa una combinación de la fuerza rápida con un esfuerzo máximo de contracción muscular, dando como resultado un movimiento rápido y a la ves con un alto grado de reclutamiento de fibras, mismo que se le denomina de carácter explosivo.

    Morales y Guzmán (2003) mencionan que la fuerza explosiva es “La capacidad de realizar un incremento vertical de fuerza en el menor tiempo posible, siendo así, lo dominante el aumento de fuerza por unidad de tiempo”.

Fuerza resistencia

    De acuerdo con Román (2004) “La resistencia a la fuerza plantea que es la capacidad del individuo para oponerse a la fatiga en rendimientos de fuerza de larga duración o repetidos”. Este tipo de fuerza depende de:

  • La fuerza máxima.

  • La Resistencia.

  • La coordinación intramuscular (a mayor coordinación menos cansancio).

    “A partir del 20 % de la fuerza de contracción máxima isométrica comienza a empeorar el riego sanguíneo arterial en el músculo (a partir del 50 % se produce una oclusión completa de los vasos)” (Weineck, 2005). Este trabajo se debe orientar principalmente a desarrollar en el atleta capacidades específicas de la disciplina que le permitan obtener beneficios tanto en el inicio como en el trayecto y en el final del ejercicio competitivo.

    En ese sentido, un corredor de 400 metros o un ciclista de pista deben mantener un índice de contracción muscular de manera rápida por una unidad de tiempo o distancia determinada. Es así como la conjugación de la fuerza rápida con la fuerza resistencia no arroja como resultado la combinación de la resistencia a la fuerza rápida.

Conclusión

    El entrenamiento de esta capacidad, es una de las prácticas más antiguas en el mundo, ya que ha permitido a la especie humana realizar sus actividades cotidianas con mayor eficiencia en relación a las necesidades con que se cuenta. Ya que el movimiento más simple que podamos realizar con nuestro cuerpo, requiere un índice de fuerza muscular. Misma que puede ser estudiada desde diversos enfoques, sin embargo para el entrenamiento deportivo se debe puntualizar que se trata de una capacidad humana, con base en ello es que se puede asegurar que, resulta necesaria para todos los deportes, pero su entrenamiento, requiere un alto grado de análisis metodológico debido a que la forma en que se manifiesta en las diferentes disciplinas es totalmente distinta.

    No se puede concebir esta capacidad como un elemento aislado, puesto que dada su interrelación con la velocidad, la resistencia y la flexibilidad, permite efectuar movimientos de diferente régimen de contracción y que a la vez dentro de cualquier disciplina deportiva, se crea una combinación de estas, de acuerdo con la situación e incertidumbre que se presente dentro del ejercicio competitivo. Siendo así, es importante analizar, que tipo de acción muscular se debe trabajar en relación con las necesidades que tiene el atleta y sus características, puesto que no todos evolucionan, ni se desempeñan de la misma forma.

    Si bien es cierto, el entrenamiento de esta capacidad resulta ser una práctica multivariada, cuya importancia debe radicar en brindar un mejor rendimiento físico a los atletas. A pesar de las múltiples investigaciones que se han realizado a lo largo y ancho de la geografía de nuestro planeta, la gran diversidad de conceptos existentes en relación a la fuerza, nos han llevado a un cierto grado de desinformación por el hecho de no estar unificados.

    Existen muchas tendencias actuales que encaminan a las personas hacia prácticas cotidianas y rutinarias de fuerza con implementos a través de métodos clásicos que en ocasiones conducen al fracaso, el mundo del fisicoculturismo y el fitness sigue predominando el ámbito laboral de la fuerza en muchos centros de entrenamiento y formación de atletas, a pesar de que la entrenabilidad de esta capacidad en los deportes es totalmente diferente, ya que debe acercarse lo más posible a la realidad competitiva del atleta.

    Resulta importante para cualquier persona que se comprometa con el trabajo de la fuerza muscular, adoptar la terminología básica para determinar sobre qué dirección se pretende trabajar, los beneficios que brinda, de qué tipo de acción muscular se requiere y la forma de manifestarse en los diferentes momentos de la actividad competitiva. Puesto que el desarrollo de esta capacidad está condicionado por diversos factores que influyen de manera positiva y negativa dentro del proceso de formación del atleta. Y que en este sentido no es posible entrenarla de la misma forma con todas las personas y en todas las disciplinas deportivas.

Bibliografía

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  • Colectivo de Autores (1995). Programa Educativo Temático “Alfa Nauta Física”. Editorial, Nauta. Barcelona. pp. 19, 20.

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  • Morales del Moral, A. Guzmán Ordóñez, M. (2003). Diccionario de la educación física y los deportes. Editorial, Gil Editores. Colombia.

  • Platonov, V.N. Bulatova, M.M. (2006). La Preparación Física. Editorial Paidotribo, Barcelona. 4ª Edición. pp. 35-38.

  • Román Suárez, I. (2004). Giga Fuerza. Editorial Deportes. La Habana. pp. 8-19.

  • Weineck, J. (2005). Entrenamiento Total. Editorial Paidotribo. Barcelona. pp. 215-222

  • Zatsiorski, V.M. (1989). Metrología Deportiva. Editorial Planeta. Moscú. pp. 229.

  • Zimkin, N.V. (1975). Fisiología Humana. Editorial, Científico-Técnica. La Habana. pp. 47, 48, 58, 59.

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