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Sobre algunos métodos cualimétricos en la Cultura Física: criterio
de expertos, especialistas, peritos, jueces y árbitros, usuarios
y evaluadores externos

 

*Doctora en Ciencias Pedagógicas. UCCFD “Manuel Fajardo”. Centro Rector

**Doctora en Ciencias de la Cultura Física. UCCFD “Manuel Fajardo”. Centro Rector

***Doctora en Ciencias Pedagógicas. UCCFD “Manuel Fajardo”

Facultad Cultura Física de Matanzas

(Cuba)

Dra.C. Isabel María Fleitas Díaz*

isabelfd@inder.cu

Dra.C. Magda Mesa Anoceto**

maghda@inder.cu

Dra.C. María Elena Guardo García***

guardome16@yahoo.es

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo pretende una aproximación a la distinción de algunos métodos cualimétricos utilizados en la Cultura Física, específicamente los criterios de expertos, especialistas, peritos, jueces o árbitros, usuarios y evaluadores externos. Esta distinción particular, se plantea a partir de: la denominación del sujeto emplazado para ofrecer su criterio bajo la conciliación de su uso más común; la descripción de este sujeto, a partir de las experiencias en el ámbito de la Cultura Física y de recomendaciones de su utilidad en la investigación científica de este ámbito. Se recomienda la validación compleja de los resultados o productos obtenidos del proceso investigativo con la aplicación complementaria de estos métodos.

          Palabras clave: Métodos cualimétricos. Investigación científica. Cultura Física.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 179, Abril de 2013. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En la práctica investigativa actual en la rama de la Cultura Física se manifiesta la tendencia a la solución de problemas de carácter práxico, que producen en esencia, soluciones tecnológicas en forma de sistema de acciones, programas, propuestas o alternativas metodológicas, estrategias diversas y otras que, al decir de López (2010): “a través de un acto de intervención humana para transformar al sujeto u objeto, de un estado real, potencial, a un estado deseado, aportan, esencialmente, la base metodológica, procedimental, tecnológica necesaria para lograrlo (…) a partir de actos y procesos de intervención de tipo físico, deportivo, recreativo, profilácticos, terapéuticos, entre otros, relacionados con las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte”.

    Este tipo de investigaciones, necesita de métodos, técnicas, procedimientos que valoren la calidad de las soluciones que se obtienen.

    En la Cultura Física se desarrolla a finales de los años de 1980 la Cualimetría como disciplina que “estudia y elabora los métodos cuantitativos para la evaluación de la calidad” (Utkin, 1989). El método de “evaluación de expertos” se conoce y aplica desde aquellos años en esta rama, sobre todo en el entrenamiento deportivo, comprendido como “método de evaluación cuantitativa de los indicadores cualitativos”. Es notable el desarrollo que los métodos, que se estructuran a partir de la comprensión subjetiva de la realidad, basándose en el conocimiento de un grupo de personas, considerados especialistas o expertos en la materia o beneficiarios de un resultado han tenido, sobre todo bajo la impronta de la “investigación educativa”, ampliamente desplegada en el ámbito pedagógico cubano y que responden a criterios de calidad que se equilibran entre los paradigmas cualitativos y cuantitativos.

    Baturina, citada por Aguilera (2007) plantea que la calidad constituye la esencia del valor de uso del producto de la ciencia. Este último autor señala que los resultados investigativos realizadas, solo tiene un valor de uso potencial y que el valor de uso real, se alcanza en la aplicación del resultado científico en la práctica educativa.

    La palabra calidad, en materia de investigación va aparejada al término credibilidad y ello implica, considerar que el resultado obtenido ha sido obtenido mediante un proceso investigativo riguroso y que su nivel de de factibilidad es adecuado para permitir su aplicación práctica, estableciendo un grado de acercamiento entre su valor de uso potencial y real.

    La proporción diferente que se manifieste entre la calidad del proceso y la del producto de la investigación, permite distinguir en una investigación un nivel de generalización y un nivel de factibilidad en la práctica. Generalmente el primero implica el segundo; pero no siempre un resultado o producto científico factible en la práctica, puede alcanzar suficiente nivel de generalización.

    Esto se relaciona con los que algunos autores llaman, transferibilidad o aplicabilidad y ven como principio, unos; y criterio de calidad, otros.

    Estas reflexiones, apuntan la necesidad de profundizar en los mencionados métodos cualimétricos en la Cultura Física, específicamente en los criterios de especialista, de experto, perito, usuario y evaluadores externos; entendidos como métodos, que se estructuran a partir de la comprensión subjetiva de la realidad, basándose en el conocimiento de sujetos con diferente grado de implicación con la solución científica sometida a juicio. Por otra parte, el empleo de estos métodos, se trata de manera indefinida en muchas de las investigaciones de las Ciencias de la Cultura Física, por lo que se hace indispensable el intento de aproximación a una sistematización de los mismos.

Desarrollo

    Es necesario pensar el objetivo que cumplen estos métodos durante el proceso de investigación. En ocasiones los aspirantes o investigadores noveles, confunden el uso de la encuesta utilizada durante los primeros momentos de la investigación, para explorar las situaciones que se dan en el objeto, justificar la investigación, determinar o precisar un hecho o fenómeno; con el uso de la misma, como técnica de los métodos de criterios de especialistas, expertos u usuarios. Así mismo, el uso de estos métodos, que se estructuran a partir de la comprensión subjetiva de la realidad, basándose en el conocimiento de un grupo de personas, considerados especialistas o expertos en la materia, o beneficiarios de un resultado, debe delimitarse en relación con su utilidad en la investigación.

    El criterio de especialistas o expertos puede utilizarse, para:

    Resulta interesante, al analizar la lista propuesta, que algunas de estos fines se avienen más a conocimientos teóricos profundos, mientras que otros requieren de la vivencia actualizada en el tema que se investiga. Debe comprenderse que, en muchas ocasiones, resulta complicado obtener ambos perfiles en un profesional.

    Por otra parte, si se requiere de la comprobación de la factibilidad empírica de una propuesta o se requiere conocer el nivel de satisfacción con determinado aspecto de la misma o en su totalidad, la mejor opción sería la exploración de los criterios de los usuarios.

    En la literatura especializada sobre métodos de investigación, aparecen numerosas referencias a los métodos de criterio de especialistas y aún más de expertos, estas referencias aparecen en menor número al hablar de peritos, jueces, usuarios, evaluadores externos. Al parecer, el grado de elaboración teórico-metodológica de estos últimos es aún incipiente en mayor o menor grado.

    En 1984, durante el perfeccionamiento del plan de estudios de la Educación Física en el Sistema Nacional de Enseñanza, se manejaron los criterios siguientes:

Denominación*

Descripción*

Especialista

Posee un título académico que avala su competencia en una especialidad, puede o no estar vinculado a la práctica de la misma.

Experto

Puede ser un especialista, lo esencial es que tiene un alto grado de experiencia vigente (gran “experticia”).

Perito

Su juicio está avalado legalmente por una entidad.

Usuario

Es beneficiario directo del producto científico sobre el que se le pide criterio.

*Fuente: Comunicación personal del Dr. C. Calixto del Canto Coll

    Sin embargo en la actualidad, en cuanto a las denominaciones de especialista y experto, el criterio que se tiene en cuenta responde al grado de exigencia que se utilice en una investigación concreta para su selección. Así, cuando se selecciona una muestra que cumpla una serie de requisitos necesarios y suficientes establecidos por el investigador de acuerdo a los objetivos que persigue, se considera que se trata de especialistas. Cuando a partir de una muestra inicial de especialistas, se valora mediante procedimientos estadísticos su grado de competencia sobre el tema de interés, a aquellos que lleguen a alcanzar un nivel determinado, se les denomina expertos.

    Estos criterios están validados por la práctica investigativa y por la literatura al respecto; no obstante, las diferencias reales entre especialistas y expertos se presentan sutilmente en la mayoría de los casos y los procedimientos más usados (no los únicos), en relación con la autovaloración de los sujetos propuestos, aumenta aún más la reconocida subjetividad de estos métodos (Campistrous y Rizo, 2006). Por otra parte, las características que distinguen las formas de existencia de la Cultura Física, como “actos y procesos de intervención de tipo físico, deportivo, recreativo, profilácticos, terapéuticos, entre otros…” merecen, según el criterio de las autoras de una precisión operacional más adecuada a los objetos de estudios en esta área del conocimiento.

    No obstante, es necesario esclarecer que un planteamiento que irrumpa las definiciones ya consolidadas, sobre todo en relación con la comprensión de los términos especialista y experto, sin una sólida sustentación multidisciplinar, no sería pertinente ni aclaratoria; por lo que, a partir de lo planteado hasta el momento, se considera permisible plantear una propuesta que distinga, con carácter preliminar, algunos de los métodos cualimétricos que se estructuran a partir de la comprensión subjetiva de la realidad, en la esfera de la Cultura Física.

    Esta distinción se realiza mediante los criterios siguientes:

    Experto: Posee un título académico que avala su competencia en una especialidad, puede o no estar vinculado a la práctica de la misma en el momento en que se requiere su criterio, pero su formación teórica es sólida.

    Esto hace que su criterio sea de la máxima utilidad, para:

    Esto, sin limitar sus potencialidades en otros aspectos.

    En el ámbito específico de la Cultura Física, este sujeto se identifica con Licenciados en Cultura Física, Especialistas en las 29 especialidades de Deportes, Masters en Educación Física, Metodología del Entrenamiento, Cultura Física Profiláctica y Terapéutica, Psicología del Deporte, Actividad Física en la Comunidad y otras afines, Doctores en Ciencias de la Cultura Física u otras ramas de las ciencias aplicadas como Ciencias Pedagógicas, Psicológicas, Medicas, entre otras; u otro profesional con sólida formación teórica.

    Para la selección de los mismos, además de los usados comúnmente (titulación, años de experiencia y otros) puede emplearse la constatación de su producción científica en los últimos años, su categoría docente, investigativa y premios y reconocimientos obtenidos en su trayectoria profesional o en los últimos años.

    La caracterización de los expertos es de suma importancia para establecer la confiabilidad de sus criterios. Además de esta, que responderá a la descripción ofrecida, es imprescindible establecer su nivel de competencia mediante las técnicas estadístico-matemáticos recomendadas para este tipo de evaluación.

    Especialista: Tiene un alto grado de experiencia vigente (gran “experticia”) en la materia para la que se le requiere. Puede cumplir los requisitos de un experto, pero el criterio fundamental es el dominio y contextualización de la esfera de actuación relacionada con el tema de investigación en la que se necesita de sus criterios. En el ámbito específico de la Cultura Física, este sujeto se identifica con entrenadores destacados, profesores de Educación Física, rehabilitadores físicos, terapeutas, dirigentes del Deporte con larga y meritoria trayectoria profesional o atendiendo las necesidades de la investigación en cuestión, otros profesionales activos en las diferentes esferas de la Cultura Física.

    Esto hace que los aspectos más adecuados para someter a su consideración su criterio, sean:

    Para su selección es importante el establecimiento de requisitos correspondientes al criterio que se le solicita, caracterizar su práctica profesional, señalando los momentos más relevantes y los logros deportivos en el caso de los entrenadores. Si se evalúan aspectos como los que se recomiendan para los expertos (la constatación de su producción científica en los últimos años, su categoría docente o investigativa) favorablemente, podrán someterse a su consideración aspectos similares a los recomendados más adecuados a valorar por expertos.

    Perito, árbitro o juez: Su juicio tiene fuerza legal en tanto está avalado por una entidad autorizada. Tienen un rango adjudicado internacionalmente. Pueden además cumplir los requisitos de especialistas y/o expertos; pero lo que se requiere de ellos es su opinión refrendada internacionalmente por los organismos correspondientes. También se acepta esta denominación a nivel nacional o provincial en el caso de árbitros y jueces, atendiendo al nivel de exigencia que disponga el investigador. En el ámbito específico de la Cultura Física, este sujeto se identifica con árbitros y jueces del deporte y con peritos de organizaciones internacionales en otras esferas de la Cultura Física.

    Esto hace que su criterio sea de la máxima utilidad, para:

    Esto, sin limitar sus potencialidades en otros aspectos.

    Usuario: En relación a este término, se proponen dos enfoques en relación con el grado de implicación con el resultado investigativo, de los sujetos requeridos para emitir sus criterios:

    Usuario introductor: Los sujetos que se convierten en usuarios o beneficiarios de una propuesta sobre la que se le pide criterio. Están o estarán responsabilizados con la aplicación de tales resultados en el futuro inmediato o mediato. (Matos y Matos, 2006). Estos usuarios no necesariamente son especialistas en una materia, masters o doctores que presentan un nivel de conocimientos académicos importantes; pero su experiencia en la práctica social es importante y sobre todo en el contexto recomendado para su introducción o generalización. Por lo que sus opiniones contribuyen tanto al perfeccionamiento de ese producto, como a complementar criterios de factibilidad, aplicabilidad o viabilidad del mismo.

    En la esfera de la Cultura Física, pueden considerarse usuarios en dependencia del resultado con el que se comprometen, los entrenadores y colectivos de entrenadores, profesores de Educación Física, dirigentes deportivos, profesores de la enseñanza universitaria

    Usuario receptor: Los sujetos beneficiados con la aplicación de la propuesta. En ellos se evaluará el impacto de la misma. Sus criterios sobre el producto científico que se les ofrece o el grado de satisfacción que experimenten con él, contribuyen tanto al perfeccionamiento de ese producto, como a complementar criterios de factibilidad, aplicabilidad o viabilidad del mismo.

    Estos usuarios en el Deporte, pueden ser entrenadores, deportistas; en la Educación Física, profesores, alumnos, metodólogos; en la Cultura Física Profiláctica y Terapéutica, pacientes, rehabilitadores, masajistas, médicos, entre otros, en dependencia de la propuesta que se valore.

    Evaluadores externos: Son considerados expertos que examinan y emiten opinión de una propuesta científica tomando como referencia la información derivada de procesos de autoevaluación y la complementan con la observación directa de la propuesta científica pensada o en ejecución. En la esfera específica de la Cultura Física, este sujeto puede identificase con dirigentes y metodólogos a nivel nacional, que norman, rigen y controlan los procesos sustantivos de este. En determinados casos pueden considerarse usuarios; pero su nivel de conocimientos y contextualización de los mismos, hace que su contribución en las investigaciones de este campo de conocimientos se considere suficientemente autorizada, por lo que su valoración pudiera alcanzar niveles tanto teóricos como empíricos.

    La utilización de estos métodos- algunos como los de especialistas y expertos, consolidados en la práctica investigativa y otros en proceso de consolidación y normalización- no excluye que las soluciones sometidas a juicio, sean constatadas en la práctica mediante métodos más objetivos de la investigación científica, ellos no deben considerarse alternativas validas a la experimentación en investigaciones que aporten soluciones tecnológicas a los problemas de carácter práxico, tan frecuentes en las áreas de conocimientos de la Educación Física, el Deporte, la Cultura Física Profiláctica y Terapéutica y la Recreación Física. El experimento y las intervenciones psicológicas, pedagógicas, rehabilitadoras con un alto control de las variables influyentes, deben constituirse requisitos en las investigaciones que se orienten hacia la obtención de grados científicos y títulos académicos en el ámbito de la Cultura Física.

    Otro aspecto importante, sobre la aplicación de los métodos referidos es la, cada vez más frecuente, “validación compleja de los resultados o productos obtenidos del proceso investigativo”, por lo que en ocasiones se establecen estrategias investigativas en donde se complementan métodos como el experimento o las intervenciones, cuyas variables de controlan a partir de criterios de especialistas, expertos y/o usuarios, peritos, u otros, lo que propicia la confluencia metodológica, aplicando la triangulación de métodos en la valoración de los resultados obtenidos en ese tipo de proceso investigativo.

Conclusiones

    La aplicación de métodos cualimétricos que se estructuran a partir de la comprensión subjetiva de la realidad en las investigaciones de los campos de conocimientos de la Educación Física, el Deporte, la Cultura Física Profiláctica y Terapéutica y la Recreación Física, presenta entre sus variedades el método de criterio de expertos, de especialistas, de peritos, jueces o árbitros, de criterio de usuarios y evaluadores externos, entre otros.

    El criterio de expertos presenta mayor rigor científico en relación con la exigencia de establecer con la menor subjetividad posible, su nivel de competencia. Esto no demerita la aplicación de los otros métodos referidos, ya que su utilidad en la investigación se corresponde con la estrategia concebida por el investigador, que debe velar por la calidad del proceso y el resultado investigativo, principalmente en cuando a su validez, credibilidad y consistencia.

    Se recomienda la validación compleja de los resultados o productos obtenidos del proceso investigativo, mediante estrategias investigativas en donde se complementen métodos cualimétricos que se estructuran a partir de la comprensión subjetiva de la realidad (criterios de especialistas, expertos y/o usuarios, peritos u otros) con otros más objetivos, como el experimento o las intervenciones, aplicando la triangulación de métodos en la valoración de los resultados logrados en ese tipo de proceso investigativo.

Bibliografía

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