Afrontamiento del estrés y la ansiedad en el ámbito deportivo | |||
Diplomado en Educación Física por la Universidad de Murcia (España) |
Ingrid Piqueras Abenza Pablo Cassinello Fernández |
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Resumen Este artículo analiza el problema que la ansiedad y el estrés están causando en los deportistas, sobre todo en deportistas de alto rendimiento. Se va a analiza cómo se dan en mujeres y hombres de distintas edades y se verán los problemas más frecuentes tanto psicológicos, físicos como en los diferentes aparatos y sistemas. Se plantearán estrategias que ayuden a los deportistas a salir de estas situaciones que le están provocando un bajo nivel y un bajo rendimiento físico. Palabras clave: Ejercicio físico. Deporte. Estrés. Ansiedad.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 152, Enero de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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1. Introducción
Cuando se practica cualquier tipo de deporte siempre existirá algún tipo de ansiedad por parte de los deportistas, ya que es una variable a la incertidumbre del resultado que esperamos. La mayoría de deportistas cuando se tienen que enfrentar a una competición sienten en mayor o menor grado algo de nerviosismo y ese nerviosismo puede aparecer días antes de la competición y se pueden transformar en algo muy negativo que va a influir en su rendimiento deportivo.
Se ha comprobado que competir con cierta ansiedad o cierto estrés es muy perjudicial para el rendimiento debido a que tiene efectos negativos en la atención, en la concentración, en el control del pensamiento, en la motivación y merma la autoconfianza del deportista.
Para poder evitarlo debemos siempre intentar que el deportista se sienta bien, se sienta cómodo, este seguro de sí mismo y crea en sus posibilidades.
2. ¿Qué es la ansiedad y el estrés en el deporte?
La ansiedad y el estrés son la respuesta del organismo a un estado de tensión excesiva y permanente que se prolonga mas allá de las propias fuerzas del sujeto, manifestándose a través del plano físico, psicológico y por la conducta, hasta el punto de que el sujeto con estrés se situara al borde del agotamiento por el sobreesfuerzo constante, la tensión emocional, siempre agobiado, permanentemente desbordado y sobrepasado arrastrando un cansancio crónico. Los deportistas con ansiedad y estrés no descansan, están constantemente pensando que van a hacer para que las cosas les salgan mejor, tienen hiperactividad constante, pretenden estar atentos a tantas cosas que al final acaban sin poder atender a todo lo que querían. Estos sujetos que viven con estrés tienen una tensión constante que afecta a todo el individuo y a la gente que vive a su alrededor.
Lo primero que se va a ir observando en ellos, es que siempre están alerta porque se agobian con facilidad teniendo bajo nivel de glucosa en sangre, descargas masivas de adrenalina. La segunda etapa en estos sujetos es la fase de resistencia que se produce cuando ya ha alcanzado una cierta adaptación a esa sobrecarga prolongada, el individuo se acostumbra a llevar ese ritmo. Finalmente, se va a dar la fase de agotamiento que aquí el sujeto se derrumba y fallan todas las estrategias de adaptación.
En cualquier circunstancia de la vida cotidiana, se puede manifestar un determinado nivel de ansiedad. Se estima que más de un 20% de la población mundial padece de algún síntoma relacionado con la ansiedad sin saberlo, el deporte no es una excepción. Cuando se practica un deporte suelen haber situaciones de éxito y fracaso es decir tanto situaciones positivas como negativas.
Un deportista intenta muchas veces realizar una actividad y no lo consigue, este puede tomarlo como un fracaso aunque la haya realizado mejor que la vez anterior, otro deportista en la misma situación, puede tomarlo como un éxito, ya que cada vez se encuentra más cerca de llegar a la meta que se propuso. Las competiciones son diferentes ya que hay más factores en juego. La ansiedad en el deporte es particularmente amplia ya que el deportista posee un antecedente considerable de carga física y neuropsíquica en las sesiones de entrenamiento y competición, estando constantemente sometido a presiones.
2.1. Ansiedad y estrés según la edad
De 15-20 años: la ansiedad y el estrés son debidos a la inexperiencia y la juventud.
De 20-28 años: se da una estabilización.
De 28-34 años: Aumento de ansiedad y el estrés por la percepción de pérdida de capacidad de ejecución y fin de la vida deportiva.
2.2. Ansiedad y estrés según el sexo
Hombres: La ansiedad de rasgo es menor y la ansiedad de estado es mucho mayor.
Mujeres: La ansiedad de rasgo es mayor y la ansiedad de estado es bastante menor.
3. ¿Cómo se manifiestan el estrés y la ansiedad?
Las manifestaciones de la ansiedad y el estrés se clasifican de diferentes maneras. Hay autores que hablan de demostraciones cognitivas, emocionales y fisiológicas y otros de demostraciones conductivas, subjetivas y fisiológicas. En cualquier caso, siempre se distinguen tres manifestaciones interrelacionadas ya que los deportistas evidencian cambios fisiológicos que los llevan a modificar su conducta.
3.1. Manifestaciones cognitivas o subjetivas
Las manifestaciones cognitivas o subjetivas se pueden interpretar como aquello que el deportista piensa para poder solucionar un problema. Se manifiesta en oportunidades como un bloqueo mental que le impide resolver una situación de la manera más adecuada. A partir de los diferentes niveles de ansiedad ese deportista puede tener dificultades para armar ideas, sentirse confuso y desconcentrado como consecuencia de elegir inadecuadamente las decisiones. Cuando se dice que un jugador de deportista está demasiado “acelerado”, esa representación de su conducta tiene un origen cognitivo: percibe una realidad tamizada por una subjetividad que lo conduce a no encadenar sus ideas según su forma de pensar habitual.
3.2. Manifestaciones fisiológicas
Las manifestaciones cognitivas provocan reacciones en el organismo que se manifiestan fisiológicamente. La ansiedad y el estrés (también el miedo) provocan un aumento del trabajo del sistema nervioso autónomo, el incremento de la actividad eléctrica de la epidermis, el aumento de la frecuencia cardiaca y también del ritmo respiratorio y del tono del aparato músculo esquelético. Sin embargo, cuando se hable de evaluaciones de la ansiedad y estrés todavía se hace muy difícil evaluar estas manifestaciones fisiológicas de forma aislada para asignar una relación con síntomas inequívocos de ansiedad. Sobre todo porque estas manifestaciones corresponden también a la activación y a la adaptación del organismo del deportista. De manera que la cuantificación de esos valores para poder determinar que corresponden exactamente a un estado de ansiedad todavía no se pueden determinar con absoluta certeza; si no es en relación con el resto de manifestaciones que conforman este cuadro.
3.3. Manifestaciones conductuales o emocionales
Estas manifestaciones son la demostración de los temores e inseguridades que percibe el deportista y que le hacen variar su conducta. Pueden manifestarse esta ansiedad en el enfado del deportista (con él mismo o con alguien del ambiente: un rival, su entrenador, un compañero, etc). Incluso ese enfado, puede transformarse en furia, disparándose, de forma incontrolable su agresividad. De este modo, ante estímulos considerados “normales” para un deporte de contacto, pueden tener reacciones desproporcionadas.
Esas manifestaciones pueden también ser introspectivas y demostrarse a través de una conducta atemorizada que se traduce en la notable disminución de sus prestaciones durante el encuentro. En estos casos, se suele decir que un jugador “desaparece” del juego, porque no participa del mismo, no se muestra activo y se “esconde” en zonas del campo alejadas de donde trascurre el juego sin ofrecerse a sus compañeros. En oportunidades se lo nota “ausente” como consecuencia de un estado de depresión que lo lleva a una conducta errática deportivamente y lo inhibe para competir.
4. Consecuencias de la ansiedad y el estrés en deportistas
La ansiedad eleva de cinco a siete veces la frecuencia de lesiones en los deportistas, según muestran los resultados de un estudio realizado por expertos de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (España).
Según un estudio reciente con futbolistas juveniles reveló que los deportistas que manifestaban niveles altos de ansiedad tenían 7,08 veces más riesgo de lesión que los futbolistas con bajos niveles de ansiedad, y los que manejaban peor la presión deportiva tenían 5,33 veces más riesgo de lesión.
Actualmente estamos en disposición de poder afirmar que el estrés Y la ansiedad deportiva afecta al menos a los siguientes elementos:
Se alteran los niveles de ejecución del deportista, reduciendo la efectividad y el rendimiento habitual.
Se condicionan algunos síntomas y respuestas fisiológicas que alteran la salud.
Aumenta la sensibilidad de los deportistas de cara a una mayor predisposición hacia las lesiones como ya hemos mencionado
Se genera un lenguaje interno negativo que dificulta el progreso en la trayectoria profesional del deportista.
Se alteran las expectativas del deportista de cara a la consecución de resultados.
Los síntomas físicos más frecuentes son:
Sequedad en la boca.
Palpitaciones.
Sensación de falta de aire.
Opresión en el pecho después de hacer deporte.
Temblores en las manos y en los pies.
Sudoración excesiva.
Falta de apetito.
Mareos.
Podemos afirmar que también afecta a:
Aparato digestivo: gastritis, gastritis crónica, ulceras, molestias digestivas, estreñimiento, digestiones lentas, picores anales, pérdida del control de esfínter anal, gases.
Aparato respiratorio: crisis de asma, respiración rápida, dificultad respiratoria, opresión torácica, falta de aire.
Aparato cardiovascular: hipertensión arterial, taquicardia, arritmias, caídas bruscas de la tensión arterial.
Sistema nervioso central y aparato locomotor: disminución de los reflejos, aumento de tono muscular, rigidez, dolores musculares, parálisis en el cuello, en las extremidades, convulsiones, temblores, tics, nervios, mareos, vértigos, parálisis y cataplejía.
Aparato genito urinario: aumento del tono de la vejiga urinaria (hay que orinar frecuentemente) disminución de la libido sexual, pérdida del control de esfínteres.
Piel y uñas: rubor aumento de sudoración, caída del pelo, picores, alergias, alteraciones en el sudor.
En los sentidos afecta a la vista con visión borrosa, ver doble, al oído sintiendo ruidos fuertes y pitidos al olfato disminución de los olores, al gusto ningún alimento sabe bien y al tacto hay disminución de ciertas sensaciones.
5. Afrontamiento o métodos de intervención
Como profesionales del deporte debemos pensar en el deportista y ayudarle en todo momento a que afronte los problemas que tiene para ello debemos:
Ser cautos en las proposiciones y expectativas a conseguir con los deportistas, en cuanto a la superación de sus problemas de afrontamiento al estrés.
Ser sinceros en el planteamiento, enfoque y dificultades del programa.
Ser flexibles en el diseño, ajustándose a variables individuales, teniendo en cuenta que no se puede diseñar un programa válido para todos los deportistas y situaciones.
Hacer explícitos y objetivables los elementos del programa (no realizar programas encubiertos) de manera que la cuantificación de los aspectos sirvan como sistema de evaluación, control y seguimiento de los progresos y las dificultades.
Tener en cuenta que la potencialidad de los mecanismos de afrontamiento varían y evolucionan a lo largo del tiempo, a la vez que la especificidad de respuesta varía en base al tipo de estresor que se presente. Es importante en base a esto, preparar un repertorio de medidas de trabajo variado y flexible.
El adiestramiento es sensible a diferencias individuales y culturales.
La generalización de una estrategia de afrontamiento a distintos ambientes no tiene porque ser consecuencia de la intervención, es preciso aprender y entrenar dicha generalización.
Se deben incluir las posibles reacciones del deportista ante los fracasos o retrocesos parciales en el programa de inoculación como parte del propio programa.
Se deben incluir las posibles reacciones del deportista ante los fracasos o retrocesos parciales en el programa de inoculación como parte del propio programa.
Hay que tener además en cuenta que disminuye la probabilidad de éxito del programa si el deportista atribuye los fracasos a factores de su propia personalidad y que aumenta la probabilidad de éxito si los fracasos son atribuidos a un esfuerzo o trabajo insuficiente o a una inadecuada estrategia del programa.
6. Estrategias más comunes
Veamos ahora cuales son algunas de las estrategias que se pueden utilizar como para prevenir las situaciones de estrés que provoquen una baja del rendimiento:
Control de las variables generadoras de incertidumbre.
Fijación de objetivos coherentes consensuados entre los deportistas y cuerpo técnico para que siempre sirvan de incentivo:
Planificación coherente de entrenamiento: teniendo en cuenta una buena distribución entre cargas y descansos de acuerdo al grado de compromiso y objetivos deportivos.
Variación de los métodos de entrenamiento, teniendo en cuenta la creatividad en la planificación de cada uno.
Tener en cuenta la exigencia y duración de cada ejercicio de acuerdo a la variable o valencia a entrenar para que pueda servir de incentivador y no de agente estresante.
Favorecer el reconocimiento en relación al esfuerzo y al trabajo, no únicamente a los resultados obtenidos.
Desarrollar la confianza
Evaluar el rendimiento después de la competencia y no durante. Siempre en forma constructiva.
Orientación acerca del uso del tiempo libre.
7. Conclusiones
Para concluir el desarrollo del tema, podemos decir que tanto la ansiedad como el estrés son dos problemas muy propensos en la sociedad actual y que afectan a mucha gente. Como hemos dicho anteriormente, estos problemas afectan más a los deportistas que se someten a mayores rendimientos, de esta manera, los deportistas deben entender que no deben preocuparse del resultado una vez que se ha dado todo el rendimiento posible, porque si hacemos deporte es porque disfrutamos con lo que hacemos y no debemos sumergirnos en situaciones que nos arrastren, sino aprender de los errores y hacerlo lo mejor posible, de esta manera realizaremos el ejercicio más felices, con mayor energía, estaremos más positivos y nos saldrá todo mejor.
Bibliografía
BARRÓS, R. (2009) El manejo de la ansiedad y las preocupaciones, desde la Psicología Aplicada al Deporte. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 135. http://www.efdeportes.com/efd135/la-ansiedad-desde-la-psicologia-aplicada-al-deporte.htm
GONZÁLEZ CARBALLIDO, L.G. (2001) Los niveles de ansiedad y la respuesta de stress de los deportistas. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 39. http://www.efdeportes.com/efd39/stress.htm
MARQUEZ ROSA, S. (2004). Ansiedad, estrés y deporte. Madrid: EOS.
ROFFE, M. y GARCIA UCHA, F. (2004). Alto rendimiento: psicología y deporte. Buenos Aires: Lugar.
ROJAS, E. (1989). La ansiedad: como diagnosticar y superar el estrés, las fobias y las obsesiones. Madrid: Temas de hoy.
VIADE, A. (2004). Psicología del rendimiento deportivo. Barcelona: UOC.
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