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Aproximación teórica sobre la fatiga y el sobreentrenamiento

 

Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

Facultad de Ciencias del deporte de Cáceres

(España)

Manuel Rodríguez Abreu

manuelrodriguezabreu@hotmail.com

Alejandro Núñez Llobregat

turboalejo85@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En el siguiente trabajo se analizan las particularidades propias de la fatiga y el sobreentrenamiento y la relación entre ambos procesos fisiológicos. Por otra parte se abordarán las estrategias para paliar o evitar la aparición de dichos procesos y disminuir sus efectos lesivos en el deportista.

          Palabras clave: Fatiga. Sobreentrenamiento. Recuperación. Supercompensación. Salud.

 

 
http://www.efdeportes.com/ EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 149, Octubre de 2010. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    La fatiga se define como un conjunto de cambios que experimenta nuestro organismo cuando se encuentra sometido a condiciones extremas de sobreentrenamiento; o bien cuando no estamos habituados a un tipo de trabajo con una intensidad concreta e intentamos superar nuestro propio límite de esfuerzo.

    La fatiga puede ser una respuesta normal e importante al esfuerzo físico, al estrés emocional, al aburrimiento o la falta de sueño. Sin embargo, también puede ser un signo no específico de un trastorno psicológico o fisiológico grave. La fatiga puede aparecer como síntoma aislado o acompañando a otros síntomas en una amplia gama de problemas de salud y enfermedades.

    La fatiga puede convertirse en un asunto crítico en la vida de una persona. Puede afectar a la forma en que la persona se siente en relación a si misma, en relación a sus actividades diarias y su relación con otras personas. Las personas afectadas podrían faltar al trabajo, retirarse de sus amistades, requerir de más horas para dormir y en algunos casos podrían verse imposibilitados de llevar a cabo cualquier actividad física debido a la fatiga.

    La fatiga puede ser aguda o crónica. La fatiga aguda es el cansancio normal con síntomas ocasionales que se presentan de repente y duran poco tiempo. En un individuo saludable, el descanso generalmente alivia la fatiga, y le permite a la persona regresar a sus actividades normales. La fatiga crónica es de carácter duradero. El síndrome de fatiga crónica presenta un debilitamiento prolongado que podría ser persistente o recurrente.

    La Fatiga tiene dos funciones fundamentales:

  1. Protectora: Previniendo un deterioro orgánico irreversible.

  2. Efectiva: Disminuyendo el rendimiento en cualquiera de sus aspectos, afectando la aplicación de fuerza, disminuyendo la intensidad, falta de coordinación, fallos en la precisión o en la percepción, etc.

    Mientras que la fatiga aguda sería un sistema de protección orgánico ante el daño ocasionado por la propia contracción muscular y por los cambios metabólicos; la fatiga subaguda y crónica serían una consecuencia sistémica y patológica del deterioro orgánico global.

2.     La fatiga

2.1.     Definición de fatiga

¿Qué es la fatiga?

    La fatiga, como concepto, resulta muy difícil de definir ya que cada persona tiene su propia idea de lo que significa estar cansado. ¿Quién no se ha sentido cansado alguna vez?

    El concepto fatiga está referido a aquellas situaciones concebidas en el ámbito fisiológico como muy dispares. Por ejemplo se puede hablar de fatiga cuando nos referimos a un corredor de velocidad que no puede mantener un determinado ritmo de carrera; cuando un ciclista de carretera abandona el Tour; o cuando, después de varias sesiones de entrenamiento el deportista no puede mantener una intensidad de trabajo. Puede tratarse de la fatiga respecto a un grupo concreto y localizado de músculos, o bien a una situación de cansancio generalizada.

    Así pues, con el vocablo "fatiga" se expresan plurales y diferenciadas situaciones fisiológicas.

Aproximación terminológica

  • Definición enciclopédica de la fatiga: “estado de lasitud consecutivo a un esfuerzo prolongado o a un trabajo físico o intelectual intenso”.

  • Fatiga: “sensación de falta de energía, de agotamiento o de cansancio”.

  • La fatiga es definida fisiológicamente como: “la incapacidad para realizar o mantener la producción de un trabajo”.

  • La fatiga se define como:” un conjunto de cambios que experimenta nuestro organismo, cuando se encuentra sometido a condiciones extremas de sobreentrenamiento; o bien cuando no estamos habituados a un tipo de trabajo con una intensidad concreta e intentamos superar nuestro propio límite de esfuerzo”.

  • La fatiga puede ser descrita como una afección médica que provoca angustia y una disminución en las habilidades motoras debido a la falta de energía. Entre los síntomas específicos se encuentran el físico, mental y emocional.

  • Desde el punto de vista neurobiológico la definición de fatiga sería: “disminución de la fuerza de contracción o de la velocidad de contracción cuando un músculo tiene una actividad muy importante”.

  • La fatiga deportiva es considerada como:”el estado en el que el deportista no puede mantener el nivel de rendimiento o entrenamiento esperado”

Algunos autores

  • Astrand y Rhodahl (1985) la conciben como “la reducción en la capacidad de producción de fuerza, medida, por ejemplo, en una máxima contracción voluntaria (MCV) o en un tétanos provocado eléctricamente”.

  • Por su parte, Edwards (1981), define a la fatiga como " la imposibilidad de generar una fuerza requerida o esperada, producida o no por un ejercicio precedente”.

  • Vollestad y Sejersted (1988) la definen como "la disminución de la capacidad de generar fuerza".

  • Barbany (1990) la entiende como "un estado funcional de significación protectora, transitorio y reversible, expresión de una respuesta de índole homeostática, a través de la cual se impone de manera ineludible la necesidad de cesar o, cuando menos, reducir la magnitud del esfuerzo o la potencia del trabajo que se está efectuando".

  • Bravo Berrocal (1998) la define como “aquel estado de disminución de la capacidad para el trabajo producido por una actividad excesiva. Generalmente suele ir acompañado de sensación desagradable causado por un esfuerzo previo”.

  • Volkov (1990), al definir la fatiga, lo resume del siguiente modo: "En el estado de fatiga disminuye la concentración de ATP en las células nerviosas y se altera la síntesis de acetilcolina en las formaciones sinápticas, se retarda la velocidad de transformación de las señales procedentes de los propio y quimiorreceptores y en los centros motores se desarrolla la inhibición protectora vinculada a la formación del ácido gamma-aminobutírico. Durante la fatiga se inhibe la actividad de las glándulas de secreción interna, lo que disminuye la producción de algunas hormonas y la actividad de algunas enzimas. Esto se proyecta en la ATP-asa miofibrilar que controla la transformación de la energía química en trabajo mecánico. Al bajar la velocidad de la desintegración de ATP, en las miofibrillas disminuye automáticamente la potencia del trabajo que se realiza. En el estado de fatiga se reduce la actividad de las enzimas de oxidación aeróbica y se altera la conjugación de las reacciones de oxidación con la resíntesis de ATP. Para mantener el nivel necesario de ATP se efectúa la intensificación secundaría de la glicólisis. El catabolismo intensificado de los compuestos proteicos va acompañado de un aumento del contenido de urea en sangre. Fatigados los músculos, se agotan las reservas de substratos energéticos, se acumulan los productos de la descomposición (ácido láctico, cuerpos cetónicos, etc.) y se observan bruscos cambios del medio intracelular. En este caso se trastorna la regulación de los procesos vinculados al abastecimiento energético de los músculos, se manifiestan las alteraciones bien expresadas en la actividad de los sistemas de respiración pulmonar y de circulación sanguínea".

  • Legido (1986) denomina fatiga física o muscular a: “la pérdida de rendimiento, que aparece asociada a sobrecargas funcionales y que se manifiesta tras la ejecución de un ejercicio físico y que conjuntamente a otros tipos de fatiga (mental, sensorial, local, general, etc.) se concibe generalmente por "fatiga".

2.2.     Principales causas y síntomas de la fatiga

    Se pueden enumerar varias causas por las que aparece la fatiga:

  • No dejar recuperar al organismo convenientemente después de un trabajo intenso y prolongado (sobreentrenamiento)

  • Trastornos del sistema endocrino

  • Trastornos del sistema nervioso

  • Descenso del metabolismo de los hidratos de carbono y de las proteínas, no existiendo una asimilación adecuada de los mismos

  • Descenso en la proporción de iones (sodio, potasio, ...) y agua en el organismo

  • Descenso del nivel de oxígeno celular, con el consiguiente descenso en la proporción de oxígeno en el músculo

  • Hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en sangre), que favorece más la aparición de fatiga psíquica

  • Esfuerzos realizados en altitud (cuando aún no se ha habituado el organismo)

  • Alimentación deficiente (escasa en hidratos de carbono o proteínas)

  • No reponer las sales minerales perdidas por el ejercicio físico

  • Consumo de tabaco y alcohol

  • Vida poco ordenada (trasnochar, sin dejar al cuerpo que realice un sueño reparador conveniente) 

    Cuando estamos fatigados podemos encontrarnos con alguno de los siguientes síntomas:

  • Cansancio que va influyendo progresivamente en una proporción mayor de musculatura afectada

  • Agujetas, calambres, rigidez muscular y articular

  • Astenia (pérdida de fuerza y disminución del tono muscular)

  • Sensación de vagancia

  • Aumenta el consumo de energía al realizar cualquier esfuerzo

  • Disminuye la coordinación y precisión en los movimientos

  • Aumenta la respiración

  • Sube la presión arterial y el pulso basal

  • Disminuyen los niveles de hemoglobina, hematíes, potasio

  • Aumenta el nivel de urea

  • Disminuye el apetito y se producen alteraciones del sueño

  • Disminuye la atención, concentración, percepción

2.3.     Clasificación de la fatiga

    La fatiga se puede clasificar en función del tiempo o momento de aparición y el lugar de aparición.

    Es importante señalar que la fatiga es un fenómeno continuo en el que no existe un punto de corte exacto. A pesar de ello se puede clasificar la fatiga, desde el punto de vista del tiempo de aparición: en fatiga aguda, subaguda y crónica o síndrome de sobreentrenamiento:

Fatiga aguda

    La aparición de la fatiga aguda ocurre durante y/o después de una sesión intensa de ejercicios, entrenamiento o competición que excede el nivel de tolerancia al esfuerzo de un músculo. Produciendo una disminución del rendimiento, en función de la cualidad motriz empleada durante el ejercicio: fuerza, velocidad, resistencia o coordinación. En este tipo de fatiga los mecanismos de producción serán diferentes dependiendo de si es un ejercicio de corta duración, velocidad o fuerza, o si es un ejercicio de larga duración, es decir, con predominancia aeróbica.

    Así mismo, esta fatiga puede afectar a un grupo localizado de músculos por lo que puede decirse que se trata de un problema local o bien en aquellos casos en los que afecta a toda la musculatura, es decir, cuando afecta aproximadamente a más de los 2/3 de los músculos esqueléticos, como sucede, por ejemplo, en natación, remo, esquí de fondo, y otros deportes en los que intervienen activamente muchos músculos, se le puede denominar global.

    Suele estar acompañada de lesión del tejido muscular, afectando solamente a los músculos involucrados en el ejercicio. Dependiendo de la intensidad, puede manifestarse entre las 8 y 72 horas siguientes, un cuadro de inflamación muscular retardada, comúnmente llamado "agujetas", con aumento de enzimas musculares en sangre y dolencia muscular. Todo ello debido a microlesiones en el tejido muscular.

Fatiga subaguda

    También llamada de sobrecarga. Ocurre después de uno o varios microciclos de carga, cuando el esfuerzo se ha producido a una intensidad más elevada a lo adaptado por el sujeto, con relativamente pocas sesiones de regeneración. Es decir, cuando el individuo realiza niveles de entrenamiento ligeramente más altos a los que estaba previamente adaptado. En realidad este tipo de fatiga es necesaria para estimular la adaptación y la supercompensación del organismo ante un ejercicio físico.

Fatiga crónica o síndrome de sobreentrenamiento

    Engendrada como resultado de un largo e intenso proceso de entrenamiento que ocasiona un estado permanente de fatiga que lleva al sobreentrenamiento. Aparece transcurridos varios microciclos en los que la relación entrenamiento-competición y recuperación se va desequilibrando, ocasionando un cuadro sistémico de fatiga que siempre conlleva la caída del rendimiento. Este tipo de fatiga siempre es global. Se diferencia de la subaguda, más que en el cuadro de síntomas, en la duración y gravedad de los mismos y en el tiempo que va a necesitar el sujeto para su recuperación.

Clasificación de la fatiga en función de lugar de aparición

Fatiga central

    Se entiende por fatiga central o con mayor precisión fallo en la activación central, cuando la causa del deterioro de la contracción muscular está por encima de la placa motora afectando a una o varias de las estructuras nerviosas involucradas en la producción, mantenimiento o control de la contracción muscular.

    Lugares de aparición de la fatiga central:

  • Fallo en la activación neuronal.

  • Inhibición aferente desde husos neuromusculares y terminaciones nerviosas.

  • Depresiones de la excitabilidad de la motoneurona.

  • Alteración en la transmisión del impulso nervioso.

  • Fallo presináptico.

    Los lugares de aparición de la fatiga central corresponden a los distintos elementos del sistema nervioso que participan en la activación de las fibras musculares. Así, el primer lugar que puede afectar la producción de fuerza es la propia actividad de la motoneurona. Cualquier situación que modifique su actividad está condicionando la actividad eléctrica, la contracción muscular y por tanto la producción de fuerza. También la progresión del impulso nervioso generado en la motoneurona que llega a la placa motora podría verse afectado. Y por último el fallo en la transmisión del potencial de acción al área postsináptica, involucrando la producción, liberación y recaptación del neurotrasmisor.

    La forma de deducir experimentalmente si la fatiga es central o periférica se efectúa mediante la EMG. Si el potencial de acción disminuye y también lo hace la fuerza generada, se puede decir que es una fatiga Central, si por el contrario el potencial de acción no disminuye y si lo hace la fuerza la localización es periférica.

Fatiga periférica

    La fatiga periférica sería aquella en la que los mecanismos que deterioran la contracción muscular afectan a las distintas estructuras contráctiles, situadas por debajo de la placa motora.

    Lugares de aparición de la fatiga periférica:

  • Membrana postsináptica de la placa motora.

  • Sarcolema y túbulos T.

  • Acople entre TT y retículo sarcoplasmático o endoplasmático.

  • Afinidad de Ca y troponina.

  • Los puentes Actina–Miosina.

  • Recaptación de Ca.

    Efectos:

  • Disminución de fosfocreatina en el músculo, componente energético fundamental de las actividades físicas de alta intensidad y corta duración.

  • Aumento de la acidez muscular, como consecuencia de un aumento en la producción de ácido láctico.

  • Disminución de glucógeno en el músculo, combustible fundamental pa­ra la realización de actividades físicas de mediana y larga duración.

2.4.     Mecanismos de producción de fatiga

    Definición: Los mecanismos de fatiga son una serie de procesos físicos y biológicos, de causas diversas, que condicionan la actividad muscular contráctil.

    Los principales mecanismos de producción de fatiga son los siguientes:

Acumulación de metabolitos

    La acumulación de diferentes metabolitos es determinante en la aparición de la fatiga.

    Los principales son los siguientes:

  1. Hidrogeniones (H+)

  2. Fosfato inorgánico (Pi)

  3. Amoníaco (NH3)

Deplección de sustratos energéticos

    La menor presencia de ATP, provocada por la deplección de los sustratos, alteración la acción de la bomba Na/K y Ca++.

Alteración hidroeléctrica

    Aparece generalmente en pruebas de alto riesgo térmico o de larga duración.

    Se produce una importante pérdida de agua. Ello provoca:

  1. Pérdida de iones.

  2. Transmisión impulso nervioso.

  3. Altera potencial de la membrana.

Alteraciones en la captación de aminoácidos ramificados

Alteración de kinasas

    Un microambiente con cambios en los nucleótidos (Ca++ // hexokinasa// cratinkinasa // glicerokinasa) afecta a las enzimas kinasas o ATPasas.

Radicales libres

    La alta intensidad de utilización del O2 por parte de las células origina la producción de radicales libres. Esto altera el correcto funcionamiento celular produciendo fatiga.

Temperatura

    El aumento de la temperatura central a 40º C coincide con la imposibilidad de mantener el ejercicio. Produce un aumento de la acumulación de lactatos y una deplección de glucógeno más rápida.

2.5.     La fatiga como mecanismo de defensa

    Es importante concebir la fatiga como un mecanismo de defensa que se activa ante el deterioro de determinadas funciones orgánicas y celulares (cambios metabólicos, hipoxia, alteraciones hidroelectrolíticas, alteraciones térmicas, deplección de sustratos metabólicos, etc.), previniendo la aparición de lesiones celulares irreversibles y numerosas lesiones deportivas. Así pues, podemos considerar la fatiga como una situación de alarma del organismo, que busca prevenir la realización de esfuerzos por encima de sus límites, tratando de prevenir deterioros orgánicos irreversibles. En sentido deportivo es “la disminución transitoria (reversible) de la capacidad de rendimiento” que impide que la actividad deportiva se realice con el volumen, la intensidad, la coordinación o la precisión que la misma requiere.

2.6.     Percepción de la fatiga y recuperación

Percepción de la fatiga

    Definición: Es el grado de cansancio que es percibido por el deportista para un trabajo determinado. Factores fisiológicos (en relación con el trabajo realizado) y emocionales (que están relacionados con la carga psicológica y del entorno social).

    Borg, en 1970 y 1982, confeccionó escalas que tienen una correlación importante con variables referidas a la intensidad del entrenamiento, tales como la F.C., nivel de lactacidemia, carga, etc. Esta autor no niega la influencia de factores psicológicos, pero considera que son los fisiológicos los que más influyen en la percepción de fatiga.

    Indicadores de fatiga: Existen diferentes indicadores objetivos para detectar la aparición de fatiga:

  • Indicadores cotidianos

    • Frecuencia cardíaca basal

    • Frecuencia cardíaca post entrenamiento

    • Peso basal

    • Insomnio. Calidad de sueño nocturno

    • Estado de ánimo

    • Apetito

  • Indicadores periódicos

    • Análisis de sangre y orina

    • Test de campo

    • Dinamometría

  • Indicadores bioquímicos

    • Análisis de sangre y orina

    • Testosterona basal

    • Cortisol basal

Recuperación de la fatiga

    Es preciso tomar una serie de medidas lo antes posible para atajar el problema.

    Procuraremos:

  • Descender el ritmo e intensidad de los entrenamientos durante al menos 6 u 8 días

  • Tomar un complejo vitamínico compensatorio

  • Alimentación rica en proteínas e hidratos de carbono

  • Reponer sales minerales

  • Sueño suficientemente reparador de 8 a 10 horas diarias

  • Masaje recuperador para ayudar a eliminar del cuerpo el exceso de toxinas

  • Técnicas de relajación y musicoterapia

  • Abandonar el consumo de tabaco y alcohol

  • Realizarse pruebas analíticas de sangre y orina

  • Asistencia psicológica en caso de aparición de síntomas depresivos o de no superación de conflictos personales

3.     Síndrome de sobreentrenamiento

3.1.     Definición

    El síndrome de fatiga crónica es una afección que produce cansancio o agotamiento importante y prolongado que no se alivia con el descanso y no está causado en forma directa por otras afecciones. Para diagnosticar síndrome de fatiga crónica, el grado de cansancio debe ser lo suficientemente importante como para disminuir en un 50% la capacidad de realizar las actividades diarias.

3.2.     Síntomas del sobreentrenamiento

    La mayoría de los síntomas derivados del sobreentrenamiento, son subjetivos e identificables sólo después de que el rendimiento del individuo ha disminuido. Desgraciadamente estos síntomas pueden estar muy individualizados lo cual puede hacer que para los deportistas, entrenadores y preparadores sea muy difícil de reconocer que el empeoramiento de los resultados se debe al sobreentrenamiento. La primera indicación de la presencia del síndrome de sobreentrenamiento es un declive en el rendimiento físico. El deportista puede percibir una pérdida de fuerza muscular, coordinación y capacidad de esfuerzo máximo. Otros síntomas de sobreentrenamiento son:

  • Reducción del apetito y pérdida de peso corporal

  • Inflamación muscular

  • Náuseas ocasionales

  • Trastornos del sueño

  • Frecuencia cardiaca en reposo elevada

  • Tensión arterial alta

    Las causas del síndrome de sobreentrenamiento son frecuentemente una combinación de factores emocionales y fisiológicos. Las exigencias emocionales de la competición, el deseo de ganar, el miedo al fracaso, objetivos no realistas y las esperanzas que tienen otras personas sobre uno mismo pueden ser fuentes de intolerable estrés emocional. Por ello, el sobreentrenamiento va acompañado generalmente por una pérdida en el deseo de competir y en el entusiasmo por el entrenamiento.

3.3.     Explicaciones del síndrome de sobreentrenamiento

    Los factores fisiológicos responsables de los efectos perjudiciales del sobreentrenamiento no se entienden totalmente. No obstante se ha informado de muchas respuestas anormales que indican que el sobreentrenamiento está asociado con alteraciones en los sistemas neurológico, hormonal e inmunológico. Aunque no se ha establecido una relación causa efecto entre estos cambios y los síntomas del sobreentrenamiento a menudo pueden determinar si un individuo está sobreentrenado.

Sobreentrenamiento del sistema nervioso autónomo

    Hay dos maneras de presentación del Síndrome de sobreentrenamiento, dependiendo del tipo de estimula­ción que lo produjo:

Sobreentrenamiento sim­pático

    Se caracteriza por predomi­nar en él los síntomas de excitación, y se observa principalmente en atletas de potencia, corredores de medio fondo y deportes de equipo.

    El atleta presenta algunas de las si­guientes manifestaciones:

  • Aumento de la frecuencia cardíaca en reposo.

  • Aumento de la presión arterial en reposo.

  • Retraso en recuperación post-esfuerzo de la frecuencia cardiaca

  • Disminución de peso.

  • Aumento de la fatiga previa al entrenamiento y en reposo.

  • Retraso en la recuperación des­pués del entrenamiento.

  • Alteraciones del sueno, generalmente insomnio.

  • Pérdida del deseo de entrena­r y competir

  • Disminución de los niveles de ácido láctico máximos.

  • Aumento de niveles de ácido lác­tico submáximos.

  • Aumento de la incidencia de in­fecciones.

  • Disminución manifiesta del rendimiento.

Sobreentrenamiento pa­rasimpático

    Se presenta funda­mentalmente en atletas de fondo, triatletas y ci­clistas. Es más difícil de identificar y generalmente se diagnostica tar­díamente. El atleta presenta un apa­rente estado de buena salud (come bien, no pierde peso, no presenta insomnio e incluso duerme más de lo normal). Los síntomas se observan solamente cuando el atleta intenta re­alizar su actividad física. Las manifestaciones que puede presentar el atleta son las siguientes:

  • Disminución de la frecuencia car­díaca en reposo.

  • Rápida recuperación de la fre­cuencia cardiaca post-esfuerzo.

  • Apetito normal sin variación en el peso corporal

  • No hay insomnio, incluso el de­portista duerme más.

  • Hipoglucemia durante esfuerzos.

  • Síntomas depresivos.

  • Disminución de niveles de ácido láctico máximos.

Respuestas hormonales al sobreentrenamiento

    Las mediciones de diversos niveles hormonales en sangre durante periodos de entrenamiento intensificado indican que la tensión excesiva va acompañada por trastornos notables de la función endocrina. Estudios realizados demuestran que cuando los deportistas aumentan su entrenamiento entre un 50 y un 100 %, sus niveles de tiroxina y de testosterona en sangre suelen reducirse, mientras sus niveles de cortisol suelen aumentar. Se cree que la razón entre testosterona y cortisol regula los procesos anabólicos en la recuperación, por lo que un cambio en esta razón está considerado como un importante indicador, y quizás una causa, del síndrome de sobreentrenamiento.

    Los niveles de adrenalina y noradrenalina en sangre en reposo se elevan durante los periodos de entrenamiento intensificado. Estas dos hormonas pueden elevar la frecuencia cardíaca y la tensión arterial. Algunos sugieren que los niveles de estas dos hormonas en sangre deberían medirse para confirmar la existencia de sobreentrenamiento. Desgraciadamente, la medición de estas hormonas es cara, compleja y requiere mucho tiempo, por lo que no constituye una prueba que pueda usarse ampliamente.

    El entrenamiento duro frecuentemente produce la mayoría de los cambios endocrinos declarados en los deportistas sobreentrenados. Por este motivo, la medición de estas y otras hormonas puede que no proporcione una confirmación válida de sobreentrenamiento.

Inmunidad y sobreentrenamiento

    Nuestro sistema inmunológico nos proporciona una línea de defensa contra las bacterias, los parásitos, los virus y las células tumorales invasoras. Este sistema depende de las acciones de células especializadas y de los anticuerpos. Éstos funcionan principalmente para eliminar o neutralizar invasores extraños que puedan producir enfermedades. Desgraciadamente, una de las consecuencias más graves del sobreentrenamiento es el efecto negativo que tiene sobre el sistema inmunológico del cuerpo. Algunos estudios confirman que el entrenamiento excesivo suprime la función inmunológica normal, incrementando la susceptibilidad del individuo a las infecciones.

    Dicha supresión se caracteriza por niveles anormalmente bajos de linfocitos y anticuerpos, por tanto más posibilidades de que bacterias y virus ocasionen alguna enfermedad.

3.4.     Pronóstico del síndrome de sobreentrenamiento

    Numerosos investigadores han intentado diagnosticar objetivamente el síndrome de sobreentrenamiento usando mediciones fisiológicas variadas. Por desgracia, ninguna ha demostrado ser totalmente efectiva. Con frecuencia, es difícil determinar si las mediciones obtenidas guardan relación con el sobreentrenamiento o simplemente reflejan respuestas normales al entrenamiento pesado.

Niveles de enzimas en sangre

    Las mediciones de los niveles de enzimas en sangre se han usado para diagnosticar el síndrome de sobreentrenamiento con un éxito limitado. Enzimas como la CPK, LDH y GOT son importantes en la producción de energía muscular. Estas enzimas están confinadas generalmente en el interior de la célula, por lo que la presencia de grandes cantidades de ellas en sangre indica que las membranas de las células musculares han sufrido algún daño, dejando escapar las enzimas. Después de periodos de entrenamiento pesado, se ha comprobado que los niveles de tales enzimas en sangre aumentan entre 2 y 10 por encima de lo normal. Estudios recientes refuerzan la idea de que estos cambios pueden reflejar grados variados de descomposición del tejido muscular. Los investigadores sospechan que el aumento de los valores enzimáticos en sangre y los daños de las fibras musculares tienen lugar frecuentemente durante la realización de ejercicios excéntricos, con independencia del estado de entrenamiento. Por estos motivos, y porque la medición de los niveles enzimáticos de la sangre es difícil y cara, dichos niveles no parecen ser indicadores adecuados del síndrome de sobreentrenamiento.

Consumo de oxígeno

    Los deportistas sobreentrenados con frecuencia muestran una pérdida de técnica, lo cual reduce su rendimiento. Cuando sus movimientos se vuelven menos efectivos se produce un aumento en el consumo de oxígeno. Por ello, la medición del consumo de oxígeno durante la realización de ejercicios estandarizados se usa frecuentemente para controlar la pérdida de técnica del deportista durante el sobreentrenamiento. Desgraciadamente, tales pruebas tienen poco valor tanto para el entrenador como para el deportista porque son demasiado complejas, consumen mucho tiempo y su uso no es práctico.

ECG

    Estudios realizados con deportistas que mostraban síntomas de sobreentrenamiento dieron ECG anormales en reposo. Específicamente, las personas que mostraron reducciones repentinas en el rendimiento con frecuencia exhibieron inversiones en las ondas T (repolarización ventricular). Estos cambios en el ECG están asociados con la repolarización anormal de los ventrículos. Algunos investigadores indican que entre los deportistas que se entrenan pueden revelar señales de síndrome de sobreentrenamiento; pero un cierto número de deportistas que exhibían claramente síntomas de síndrome de sobreentrenamiento tenían ECG normales, por lo cual éste tampoco es un pronosticador fiable.

Frecuencia cardíaca

    La tecnología actual permite al entrenador controlar la respuesta de la frecuencia cardíaca del deportista durante una sesión de ejercicios estandarizados. La ventaja de esta prueba es que proporciona una medición fácilmente obtenible de la respuesta cardiovascular del deportista a un determinado ritmo de esfuerzo. Registrar los ritmos cardíacos es relativamente sencillo y proporcionan información inmediata para el deportista y el entrenador. Así pues, la realización de un test es un medio objetivo que nos permite controlar el entrenamiento y a su vez puede ser una señal de aviso de la presencia del síndrome de sobreentrenamiento.

3.5     tratamiento del síndrome de sobreentrenamiento

    La recuperación después de sufrir el síndrome de sobreentrenamiento es posible mediante una notable reducción en la intensidad del entrenamiento o mediante reposo absoluto.

    El mejor modo de minimizar el riesgo de aparición del síndrome de sobreentrenamiento es seguir procedimientos de entrenamiento cíclico, alternando periodos de entrenamiento moderado e intenso. En general, 1 ó 2 días de entrenamiento intenso deben ir seguidos por el mismo número de días de entrenamiento suave.

    Para aquellos deportistas que realizan deportes de resistencia es necesaria una adecuada ingestión extra de hidratos de carbono para satisfacer las necesidades energéticas.

4.     Conclusiones

    Así pues, puede concluirse que la fatiga definida como la imposibilidad de generar una fuerza requerida o esperada se comporta como una base del fenómeno de adaptación encaminada a evitar lesiones irreversibles y aunque la fatiga es un concepto asociado a rendimientos inferiores a los que es capaz de realizar un individuo, o a mecanismos de defensa que se activan ante el deterioro de determinadas funciones orgánicas y celulares, no se debe olvidar que en el entrenamiento deportivo la fatiga es un estado imprescindible para poder conseguir respuestas de adaptación, siempre que éstas no conduzcan a estados de sobreentrenamiento.

    En la fatiga, además de las modificaciones fisiopatológicas que en general pueden afectar al organismo en su globalidad aparecen componentes adicionales sensoriales, por ejemplo dolor, o subjetivos que se concretan en sensaciones de incomodidad o malestar. La aparición del estado de fatiga obedece a causas de diversa índole y que intervienen de manera conjunta actuando a nivel central o periférico.

    No existen procedimientos de tratamiento, propiamente dicho de esta condición, si bien, la adopción de medidas protectoras como por ejemplo, un buen entrenamiento o acondicionamiento físico u otras estrategias de ayuda ergogénica pueden retardar su aparición o disminuir su duración.

Bibliografía

  • FERNÁNDEZ, B. & TERRADAS, N. (2004) “La fatiga del deportista”. Gymnos. Madrid.

  • GONZÁLEZ, J. M. (2003). “Actividad física deporte y vida”. Fundación Oreki. Bilbao.

  • LUCÍA, A. (2000). “Fisiología del ejercicio físico”. Editorial El país. Madrid.

  • WILMORE, J. & COSTILL D. (2007) “Fisiología del esfuerzo y del deporte”. Editorial Paidotribo. Barcelona.

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