Propuesta de actividades deportivo-recreativas para la rehabilitación integral de los niños epilépticos comprendidos en las edades de 8-12 años del sector Campo de Oro en la Parroquia Domingo Peña, municipio Libertador del estado Mérida |
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Docentes prestando colaboración en la República Bolivariana de Venezuela en la Misión Deportiva Cubana |
Lic. Ana María Molina Sierra Lic. Juan Carlos Desdín Rodríguez (Cuba) |
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Resumen Las actividades deportivo-recreativas constituyen un elemento importante en la elevación de la calidad de vida de la población, es por ello que en la actualidad se le brinda cada vez una mayor preponderancia a la utilización de este medio. Desde lo general, la necesidad de particularizar en la solución de problemas propios de cada comunidad, obliga a profundizar en métodos y técnicas desde un enfoque de investigación participativa, en la elaboración y desarrollo de actividades comunitarias donde a la vez que se resuelve un problema, permita a la comunidad implicada, la adopción de actitudes y prácticas adecuadas que eleven permanentemente su calidad de vida. En el presente trabajo de investigación el objetivo está dirigido a proponer un conjunto de actividades deportivo-recreativas que contribuyan a la rehabilitación integral de los niños epilépticos en edades de 8 a 12 años, del sector Campo de Oro en la Parroquia Domingo Peña, municipio Libertador del estado Mérida, implementado de manera sana atendiendo los gustos y preferencias de la población seleccionada, de manera que permite estilos de vida más sanos a los niños que son portadores de dicha enfermedad, permitiéndole ampliar el período intercrisis y por tanto que se inserten de manera integral a su comunidad, considerándose más útiles. Estos elementos fueron detectados mediante la aplicación de métodos de investigación teóricos, empíricos y estadísticos, utilizando entre otros instrumentos la observación, la encuesta, la entrevista, las técnicas estadísticas para el análisis de los datos y los registros de informaciones que favorezcan su puesta en práctica por los diferentes factores que integran este sector poblacional. Palabras Clave: Actividades deportivo-recreativas. Niños epilépticos. Rehabilitación.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 148, Septiembre de 2010. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
En la antigüedad a los epilépticos los consideraban como personas endemoniadas y los brujos y médicos recomendaban a los familiares que debían mantenerse aislados del resto de las personas, tanto de su familia como de los demás miembros de la sociedad. Se conocen casos en la historia de individuos que fueron cruelmente apedreados y hasta asesinados por considerarlos dañinos para la sociedad. En la historia de la humanidad se sabe de figuras importantes como Julio Cayo, Pedro II, Napoleón, Hitler, Einstein, etc. que fueron epilépticos.
De la población infantil mundial el 15 % padece de epilepsia y se observan las
crisis con mayor frecuencia en las edades de 0-2 años y de 8-12 años.
Para el desarrollo de este trabajo se seleccionó precisamente el grupo de 8-12
años por ser grupo donde el niño se inserta a la vida escolar con mayor
actividad.
Los padres y tutores de los niños epilépticos tienden a incrementar la sobreprotección limitando a los mismos a desarrollarse en la sociedad como individuos normales.
En el presente trabajo se seleccionó una muestra de 12 niños que padecen la enfermedad conocida como epilepsia. Todos los casos fueron debidamente diagnosticados por los facultativos médicos, presentando las patologías con diferentes manifestaciones de las crisis. Estas van desde un estado de ausencia leve, hasta crisis convulsivas persistentes y duraderas. En los diagnósticos se reflejaban las diferentes causas que generaban en los niños el padecimiento de dicha enfermedad, así como las secuelas que presentaban una vez haber recibido una crisis. Las causas giraban entre el sufrimiento fetal, accidentes caseros de infancia, alguna enfermedad bacteriana sufrida en los primeros años y otras por causas desconocidas. (1)
Problema científico
¿Cómo contribuir a la rehabilitación integral de los niños epilépticos (8-12 años) con la propuesta de actividades deportivo – recreativas?
Resultando el Objetivo: Proponer un conjunto de actividades deportivo – recreativas que contribuyan a la rehabilitación integral de los niños epilépticos en edades de 8 a 12 años.
Y la metodología empleada:
Métodos teóricos
Histórico – Lógico
Análisis – Síntesis
Métodos empíricos
Observación
Entrevista
Encuesta
Consulta a especialistas.
Métodos estadísticos
Porcentaje
Análisis de varianza
Índice de ponderación
Instrumento sociológico
Auto registro de actividades
Desarrollo
La epilepsia
se conoce en el mundo de la medicina como la enfermedad más frecuente del SNC.
En estudios realizados se tiene que aproximadamente el 4 % de la población
mundial pacede de esta enfermedad, el 40% tiene posibilidades de padecer en
algún momento de su vida de alguna crisis epiléptica en cualquiera de sus
manifestaciones y el 15 % de la población infantil mundial sufre de esta
enfermedad.
La mejor definición que puede darse de epilepsia, dado su extremo polimorfismo sintomático, evolutivo y etiológico, es fisiopatológica. Toda crisis de epilepsia representa la expresión de una actividad neuronal paroxística excesiva, hipersincrónica y susceptible de propagarse. El reconocimiento de estos diferentes caracteres se ha hecho posible por el registro en el sitio de las crisis experimentales. (1)
La ambigüedad del concepto de epilepsia se desprende de estas consideraciones brevemente esquematizadas: la epilepsia es ante todo un síntoma, que traduce la perturbación introducida en el funcionamiento de ciertas neuronas cerebrales por una lesión o por una alteración bioquímica cuyo origen puede, desde luego, ser extracerebral; pero la epilepsia puede ser igualmente una enfermedad, cuando la aptitud epileptógena de estas neuronas es excesiva y las conduce a entrar en crisis bajo la influencia de estímulos ineficaces en los sujetos normales. Este problema de la aptitud epileptógena, o de la predisposición, se halla íntimamente ligado al de la herencia y permanece todavía muy mal conocido.
La calificación de “excesiva” aplicada a la actividad neuronal expresa la considerable frecuencia de las descargas eléctricas recogidas en las células y en sus prolongaciones. El concepto de “hipersincronía” se refiere a la excesiva concordancia temporal entre las actividades de las diversas células que descargan simultáneamente: un grupo neuronal de este tipo constituye un “foco” epiléptico. Finalmente, la actividad de un foco puede transmitirse por vía sináptica y otros grupos celulares que a su vez estos pueden convertirse en “focos”. (1)
Desde el punto de vista práctico, el problema que plantean las crisis epilépticas es triple:
Reconocimiento de su naturaleza.
Reconocimiento de su tipo (en relación con la localización del foco original y de sus eventuales propagaciones).
Reconocimiento de su causa.
De la solución de este triple problema se desprende el pronóstico y la instauración de un tratamiento adaptado a cada caso.
Ejemplos de actividades que se proponen
Antes de las crisis
Cuando el paciente recibe el aura o aviso de una crisis, se propone a la persona más cercana que le realice ejercicios de relajación primero y de concentración después, puede aprovecharse la ocasión para efectuar una partida de ajedrez, juego de damas, juegos pensantes de mesa o digitalizados, observar una película cuyo contenido sea un cuento, un musical, etc.
Durante las crisis
Cuando el niño está recibiendo una crisis se recomienda colocarlo en un mueble o cama donde reciba el aire directo, de lo contrario y en caso de ser muy persistente o profunda la crisis debe aplicársele oxigeno, aplicar masajes suaves y lentos en las extremidades y regiones más contraídas, aplicar el tratamiento y medicamento indicado por el facultativo médico.
Después de las crisis
En el primer momento después de ocurrir una crisis, se propone aplicarle al paciente una sesión de masaje terapéutico general con efecto sedante y para relajar la musculatura, así como ejercicios respiratorios y de poco esfuerzo físico.
Ya en el período intercrisis se propone entre otras cosas desarrollar un conjunto de actividades que transitan desde la integración a un área de deporte, juegos activos y recreativos, deportes al aire libre que le permitan el movimiento de todo el cuerpo del niño, realizar sesiones de masaje con fines de relajación y estimulación de los músculos y el sistema nervioso, realizar caminatas donde intervenga la carrera de orientación, visitas a lugares históricos, viajes a la playa y durante esta gira realizar juegos con pelotas, carreras en la arena, juegos dentro del agua sin zambullidas, integración a cursos de computación, en fin mantener el mayor tiempo posible aplicado a una acción determinada que no le permita pensar en su enfermedad y le ayude a alargar los espacios entre crisis sin depender de los fármacos en una forma normal.
Conclusiones
La aplicación de esta propuesta de actividades permite:
Espaciar los períodos intercrisis ampliando el tiempo para que ocurra otra crisis.
Ofrecer una rehabilitación física, psíquica y ambiental.
Desarrollar mayor independencia de los fármacos y de los cuidados familiares.
Insertarlo a la sociedad para que desempeñen su roll en forma normal.
Recomendaciones
Incrementar el número de actividades a medida que se observan los resultados.
Aplicar esta propuesta en los niños epilépticos que se ubican en las escuelas atendidas por los colaboradores cubanos el la Misión Barrio Adentro Deportivo.
Ofrecer esta propuesta a todas las misiones cubanas que se encuentran en el municipio para su futura aplicación
Programa de ejercicios físicos para la epilepsia
Introducción
La mejor definición que puede darse de epilepsia, dado su extremo polimorfismo sintomático, evolutivo y etiológico, es fisiopatológica. Toda crisis de epilepsia representa la expresión de una actividad neuronal paroxística excesiva, hipersincrónica y susceptible de propagarse. El reconocimiento de estos diferentes caracteres se ha hecho posible por el registro en el sitio de las crisis experimentales.
La calificación de “excesiva” aplicada a la actividad neuronal expresa la considerable frecuencia de las descargas eléctricas recogidas en las células y en sus prolongaciones. El concepto de “hipersincronía” se refiere a la excesiva concordancia temporal entre las actividades de las diversas células que descargan simultáneamente: un grupo neuronal de este tipo constituye un “foco” epiléptico. Finalmente, la actividad de un foco puede transmitirse por vía sináptica y otros grupos celulares que a su vez estos pueden convertirse en “focos”.
El carácter paroxístico de las crisis y los síntomas deficitarios transitorios que le siguen, nociones bien establecidas desde hace muchísimo tiempo los médicos, se atribuyen al agotamiento funcional de las células interesadas por la excesiva actividad. Todo grupo neuronal del cerebro, sometido a un estímulo adecuado, puede convertirse en foco de una actividad epiléptica, que se califica de autoentretenida, por ser susceptible de prolongarse durante cierto tiempo después de la aplicación del estímulo (Ejemplo- puede ser eléctrico). Pero la facilidad con que se puede provocar tal actividad y la facilidad con que ésta es capaz de propagarse, puede variar dentro de los límites muy amplios de un sujeto a otro. Existen, por lo tanto grados de aptitud o umbrales epileptógenos variables según los individuos, y que determinan la eventual predisposición de los mismos a la epilepsia.
La ambigüedad del concepto de epilepsia se desprende de estas consideraciones brevemente esquematizadas: la epilepsia es ante todo un síntoma, que traduce la perturbación introducida en el funcionamiento de ciertas neuronas cerebrales por una lesión o por una alteración bioquímica cuyo origen puede, desde luego, ser extracerebral; pero la epilepsia puede ser igualmente una enfermedad, cuando la aptitud epileptógena de estas neuronas es excesiva y las conduce a entrar en crisis bajo la influencia de estímulos ineficaces en los sujetos normales. Este problema de la aptitud epileptógena, o de la predisposición, se halla íntimamente ligado al de la herencia y permanece todavía muy mal conocido.
Desde el punto de vista práctico, el problema que plantean las crisis epilépticas es triple:
Reconocimiento de su naturaleza.
Reconocimiento de su tipo (en relación con la localización del foco original y de sus eventuales propagaciones).
Reconocimiento de su causa.
De la solución de este triple problema se desprende el pronóstico y la instauración de un tratamiento adaptado a cada caso.
Clasificación de la epilepsia
Las epilepsias han sido clasificadas de múltiples maneras. Los datos electrofisiológicos modernos, en particular, han conducido al establecimiento de una distinción en dos grandes grupos: las epilepsias que tienen como punto de partida los sistemas de proyección difusa y se expresan por alteraciones primitivas de la conciencia, y expresan por alteraciones primitivas de la conciencia, y las epilepsias que tienen como punto de partida los diversos centros motores, sensitivos, sensoriales o epilepsias focales. Sin embargo, cada uno de estos grupos no es ni mucho menos homogéneo, lo cual obliga a establecer las oportunas subdivisiones. En la práctica se describen habitualmente de la siguiente manera:
El Gran Mal
En los casos típicos, la crisis se inicia con una pérdida del conocimiento. Ésta es brutal, instantánea, imprevisible y a menudo va acompañada de un grito inarticulado, el llamado grito epiléptico. Tiene como corolario habitual la caída, con riesgo traumático tanto más importante cuanto que el paciente cae como una masa, sin movimiento alguno de protección, sin atención alguna al lugar ni a las circunstancias. Inmediatamente después aparece la Fase Tónica, esta consiste en una contracción sostenida y muy violenta de toda musculatura, que envara los miembros, tanto superiores como inferiores y el tronco en extensión, provoca el cierre de las mandíbulas y suspende los movimientos respiratorios. Las pupilas se hallan habitualmente dilatadas, la cara y las extremidades se tornan cianóticas y el aspecto del paciente es muy impresionante. En este estadío se produce habitualmente la relajación de los esfínteres.
Pronto la musculatura se distiende y aparece la Fase Clónica, caracterizada por las sacudidas clónicas musculares generalizadas, violentas y breves. La mordedura de la lengua es muy frecuente y a cada sacudida respiratoria se expulsa por la boca una saliva espumosa y sanguinolenta.
Las sacudidas clónicas se espacian y atenúan progresivamente, pasándose entonces a la Fase Estertorosa, llamada así por el carácter amplio y ruidoso de la respiración. El paciente se halla entonces en un estado comatoso, con hipotonía difusa, arreflexia tendinosa y signo de Babinski bilateral. La duración de este coma postcrítico es muy variable y se disipa más o menos rápidamente mientras desaparecen los otros síntomas deficitarios. Cuando el paciente recupera la conciencia, se queja generalmente de una gran fatiga, dolorimiento difuso, pesadez de cabeza, y no conserva recuerdo alguno de la crisis.
Esta descripción esquemática puede mostrar algunas variantes como son:
El espasmo tónico puede ser más o menos asimétrico, en especial en la extremidad cefálica en la que es frecuente la desviación lateral de la cabeza y de los ojos.
Las manifestaciones convulsivas pueden quedar reducidas a la fase tónica o hallarse más o menos completamente ausentes, consistiendo la crisis meramente en un coma de instauración súbita.
Las alteraciones de la conciencia pueden persistir durante un tiempo más largo que el habitual durante una crisis, produciendo estados confusionales durante varias horas o acompañándose eventualmente de actividades denominadas automáticas.
Las crisis pueden aparecer por la noche, durante el sueño, pasando desapercibidas en ausencias de testigo, o siendo reconocidas por los pacientes que las sufren habitualmente, por diversos indicios: mordeduras de la lengua, desorden de la cama, emisión de orina, fatiga insólita.
Otras manifestaciones, muchos más breves, sobreviene en los momentos que preceden a la perdida de la conciencia y representan el comienzo de la crisis. Son las denominadas auras. Todas las variantes de extremadamente importante en presencia de toda crisis de gran mal investigar, por una parte, su modo de comienzo y por la otra, la posibilidad de signos deficitarios focales postcrítico, que pueden orientar hacia el descubrimiento de un foco de origen.
El Pequeño Mal
En su forma típica, consiste en una enfermedad de la infancia que comienza a manifestarse a una edad comprendida entre los 5 y los 10 años y que desaparece hacia los veinte. La sintomatología clínica y electrónica es notablemente constante. Clínicamente se manifiesta por la ausencia, que consiste en una breve suspensión de la conciencia, durante 5 a 15 segundos, con la revulsión muy inconstante de los globos oculares. El niño detiene su actividad, parece “como en la luna”, palidece ligeramente y luego reemprende de nuevo su actividad anterior. Estas ausencias son por lo general muy frecuentes en números de varias decenas de día; muchas de ellas pueden pasar desapercibidas o incluso existir desde el punto de vista electroencefalográfico, pero sin traducción clínica. Estas ausencias se provocan con mucha facilidad mediante la hiperapnea o por el relajamiento de la atención, disminuyendo por lo contrario de frecuencia durante la actividad física o intelectual. Estas ausencias no dificultan en absoluto el desarrollo intelectual del niño, que es a menudo brillante.
Junto a este cuadro esquemático, se pueden observar diversas variantes como son:
Crisis del pequeño mal miclónico. Se caracteriza por la ausencia de sacudidas miclónicas breves de la cara o de los miembros superiores y aparece principalmente poco después del despertar.
Crisis del pequeño mal acinético. Se caracteriza por la brusca proyección al suelo que sufre el paciente. Esta parece más menudo debido a una mioclonia generalizada en flexión, más bien que a una brusca inhibición tónica.
Crisis Psicomotriz
Es una variedad frecuente y grave de epilepsia. Se caracteriza por la aparición de alteraciones paroxísticas de la conciencia y del comportamiento, sin ningún fenómeno convulsivo en los casos puros. La falsa ausencia es la manifestación menos llamativa. El trastorno de la conciencia es de profundidad variable y a veces ciertos recuerdos del período crítico pueden ser conservados por el paciente. Pero el contacto con el ambiente real se halla gravemente perturbado, como lo atestiguan las modificaciones del comportamiento: el sujeto cesa en su actividad anterior, se comporta como si no reconociese los lugares o las personas que lo rodean, no responde o lo hace de forma inapropiada cuando se le habla, y a menudo parece ocupado en la búsqueda de alguna cosa.
Las crisis psicomotrices presentan otra particularidad que es la de ir muy a menudo precedidas de auras, durante las cuales la conciencia se halla, por lo menos parcialmente, conservada y cuyo recuerdo permanece más o menos netamente fijo. Las auras aquí se pueden dividir en: auras psicosensoriales, que son las que originan ilusione, incluso verdaderas alucinaciones y que explican ciertas reacciones de los pacientes y están las auras psíquicas en especial las de desdoblamiento de la personalidad, ilusiones de haber ya visto lo que está viendo o de haber vivido lo que está ocurriendo, estados de ensueño, etc. Todas estas manifestaciones psicosensoriales tienen de común su carácter extravagante, extraño, indescriptible o inexpresable de manera precisa. Estas crisis psicomotrices van habitualmente seguidas de una fatiga o de una obnubilación más o menos pronunciadas y de mayor o menor duración.
Crisis Bravais-jacksoniana o motriz cortical
Se caracteriza por manifestaciones motrices de tipo tonicoclónico que dan comienzo en un territorio localizado (pulgar, dedo grueso del pie, mano, pie, comisura labial, etc.) y alcanzan a partir de este punto progresivamente los territorios de representación cortical vecina. La localización inicial de la crisis (síntoma señal) proporciona indicaciones muy precisas acerca de su lugar de origen y debe siempre ser señalado con esmero.
Crisis somatoestésicas
Pueden observarse en estado puro, igual que las motrices, generalmente ambos órdenes de manifiesto se presentan asociados debidamente a la proximidad de los territorios corticales.
Crisis sensoriales
Son las que se inician por fenómenos sensoriales o se reúnen en ellos. Puede tratarse de fenómenos visuales, elementos (percepción de puntos o manchas luminosas o coloreadas) o elaborados (personajes, animales), de fenómenos auditivos, también elementales (ruidos, silbidos, sonidos simples) o elaborados (voz, música) de fenómenos olfativo (olor generalmente desagradable e indefinido) o gustativos. A estos fenómenos pueden añadirse las auras o equivalentes vestibulares (impresión de caída o de desplazamiento). Estas crisis pueden representar el modo de comienzo de crisis generalizadas, o muy a menudo en particular, por lo que se refiere a las alucinaciones olfativas y las alucinaciones visuales y auditivas elaboradas, de crisis psicomotrices.
Crisis afásicas (afasia paroxística)
Crisis adversivas. (Desviación oculocefalógira inicial y consciente), consiste en el desplazamiento conjugado de la cabeza, los ojos y el tronco hacia el lado opuesto del foco cerebral que descarga.
Crisis de desencadenamiento sensitivosensorial (llamadas también epilepsias reflejadas)
Existen diferentes causas que originan la epilepsia y entre ellas podemos mencionar:
Traumáticas. Un traumatismo craneoencefálico reciente puede motivar una crisis convulsiva aunque no constituye una verdadera epilepsia. Las conmociones y contusiones cerebrales pueden ser una causa de epilepsia, cuyas manifestaciones clínicas aparecen entre 6 meses y 3 años después del traumatismo.
Prenatales,
las perinales y las postnatales.
Prenatales:
Exposición a radiaciones de la embarazada, carencias vitamínicas, infecciones
virales durante la gestación (rubéola).
Perinatales:
Postnatales:
Infecciosas:
Vasculares:
Metabólicas:
Tóxicas;
Tumorales:
Abiotróficas:
Diagnóstico de la epilepsia
Se establecen para el mismo tres tipos de diagnósticos, que son:
Diagnóstico Positivo
Diagnóstico Diferencial
Diagnóstico Topográfico
Diagnóstico Positivo
Es de una dificultad extremadamente variable según el tipo de las crisis y los testimonios que se puedan recoger acerca de ella. Ciertamente la mordedura de la lengua, los traumatismos sufridos y el relajamiento de los esfínteres son argumentos de gran valor; pero son muy inconstantes. Los elementos que son importantes esforzarse en recoger son el carácter paroxístico, la brevedad, la aparición en cualquier circunstancia, la fatiga, la palidez que se le presenta al paciente, entre otros.
Además la electroencefalografía proporciona datos de valor insustituibles para el diagnóstico de la epilepsia. Por lo que se puede señalar que para dar un diagnóstico positivo es imprescindible conocer el cuadro clínico de la crisis, la anamnesis del paciente después del evento, así como el examen físico, y como método de laboratorio fundamental, el electroencefalograma.
Diagnóstico Diferencial
Son variadas las enfermedades con las cuales se puede confundir una epilepsia, sin embargo, vamos a mencionar solamente cinco que en nuestro medio son las más frecuente parecidas a la epilepsia y son:
Histeria
Síncope
Hipoglicemia
Tetáneas
Isquemia cerebral transitoria.
Como se puede observar, las cinco enfermedades mencionadas transcurren con convulsiones, aunque son fácilmente descartables si el facultativo realiza un buen examen físico y anamnesis, logrando encontrar el motivo o la causa que produce las mismas, por es bueno aclarar que no todo lo que convulsiona es epilepsia.
En el niño pueden plantearse algunos diagnósticos algo particulares, como la crisis de cólera, el espasmo del hipo e incluso ciertos tics. Los terrores nocturnos y la enuresis requieren un estudio crítico cuidadoso pues la epilepsia puede similar tanto una como otra de estas manifestaciones morbosas.
En el adulto, los principales problemas diagnósticos los plantean los accidentes isquémicos, que pueden tratarse de una isquemia cerebral aguda y generalizada por una caída tensional, así como también puede tratarse de isquemias intermitente localizada por insuficiencia circulatoria de origen arteriopático que pueden parecerse mucho a diversos tipos de crisis. Hay que tener en cuenta que con estos casos pueden hallarse relacionadas autenticas crisis convulsivas. Las crisis de jaqueca acompañada pueden simular ciertas crisis epilépticas de las crisis histéricas (las circunstancias de aparición y el tipo de convulsiones son diferentes, sin embargo la combinación de ambos estados es posible), hay que diferenciarlos de los estados narcolépticos (sueño brusco), de los estados cataplécticos (caída brusca del tono), de ciertos vértigos, de diversas manifestaciones psicóticas, etc.
Consideraciones fisiológicas
Debe tenerse en cuenta que los cambios metabólicos en las células cerebrales pueden desencadenar crisis en los casos de Gran mal. Entre estos cambios debemos destacar los aumentos y disminuciones en la concentración de oxígeno a nivel tisular. Un ejercicio intenso, productor de cambios metabólicos tales como hipoxemia, hipopercapnia o hipoglicemia puede desencadenar una crisis en este tipo de paciente, por lo que no debe preescribirse la realización de ejercicios físicos que provoque estos cambios.
El resto de las formas clínicas no se ven afectadas por la actividad física, al contrario, su incorporación a la práctica de actividades físicas le hará sentirse a estos pacientes aptos para desarrollar una vida normal dentro de la sociedad, beneficiándose en gran medida la esfera psíquica de los mismos, así como mejoran sus capacidades funcionales en general.
Medidas higiénico-dietéticas generales
Debe seguirse una serie de medidas higiénico-dietéticas generales como son:
Evitar el estreñimiento y prohibir bebidas alcohólicas.
Horas regulares de sueño, actividad física moderada y evitar la fatiga.
No debe conducir automóviles.
Prohibirle el trabajo en alturas y lugares que puedan herirse en las crisis.
Los niños continúan asistiendo a la escuela y los adultos en su actividad laboral.
En alteraciones mentales profundas, debe ir a un psiquiatra.
Cuando exista una causa orgánica que pueda corregirse quirúrgicamente, hacerlo.
El tratamiento medicamentoso se indica en todos los casos y debe ser prolongado, quizás por tiempo indefinido, con el objetivo de suprimir las crisis o por lo menos reducir el número de las mismas, que le permitan al enfermo llevar una vida social y laboral limitada, pero útil.
Medidas a tomar con estos pacientes
Estos pacientes durante las convulsiones tienden a morderse la lengua e incluso tragársela. Es importante la protección de la misma, asegurándola por medio de un objeto duro colocándolo entre los dientes y ajustados a ambas comisuras labiales. Estos cuadros aparatosos de por si se convierten en dramáticos con la aparición de la expulsión de una espuma rosada por la boca. Se recomienda en casos de niños y adultos jóvenes el giro de la cabeza hacia un lateral, para evitar una broncoaspiración.
La sujeción del paciente en crisis no debe oponerse nunca a sus convulsiones, pues pueden producirles lecciones como fracturas óseas o desgarros musculares.
Para completar el tratamiento el resto del mismo es medicamentoso a cargo de drogas anticonvulsionantes. En el período intercrítico estos pacientes requieren tratamiento de mantenimiento con este tipo de drogas que producen lentificación psicomotora y laxitud muscular, así como a la aceleración y exactitud de sus reflejos motores, por lo que resulta sumamente beneficioso.
Como última medida a tomar con estos pacientes se impone la discreción, ya los mismos realizan actos durante el período de las crisis como la micción, defecación, eyaculación, etc., producto de la relajación esfinteriana que se produce, las cuales influyen negativamente en sus psiquis, de acuerdo a su posición en la sociedad. Una vez concluida la crisis, el profesor con toda discreción debe resolver esta situación para que no resulte vergonzosa.
Objetivo del programa
Desarrollar la condición física de los pacientes con epilepsia, lo cual contribuya a mejorar su la calidad de vida.
Contenido del programa
Tipos de Ejercicios
Calentamiento
Fortalecedores
Aeróbicos
Respiratorios
Relajación muscular
1. Ejercicios de calentamiento
Se realizarán ejercicios de acondicionamiento general con movimiento de todas las articulaciones y que sean de fácil asimilación por parte de los pacientes.
Se debe utilizar como forma de calentamiento el activo general y como método el explicativo – demostrativo, con mando directo tradicional.
Se sugiere que como formas organizativos se utilicen el disperso y el frontal y como procedimiento organizativos el individual.
Se deben realizar entre 5 y 8 repeticiones en cada ejercicio de movilidad articular y respiratorios, debiendo mantener la posición entre 8 y 10 segundos durante los estiramientos.
Este calentamiento puede ser utilizado el profesor el cual seleccionara la batería de ejercicios en correspondencia con las particularidades de cada paciente y las condiciones materiales de que disponga.
Ejercicios de estiramiento
P.I Parado, mantener el codo levantado con el brazo cruzando el pecho hacia el hombro opuesto. Oprima el codo hasta la posición contra la otra mano que le ofrece resistencia, mantener durante 8-10 seg, alternar.
P.I Parado, codo levantado con el antebrazo dirigido hacia atrás, hágale estiramiento con la mano contraria entre 8-10 seg, alternar.
P.I Parado, manos entrelazadas por detrás de la nuca sin apoyo en la misma, realizar estiramiento del brazo con ayuda del otro, mantener la posición entre 8-10 seg,
P.I Sentado, junte los dedos de ambas manos y aprietas con fuerza unos contra otros durante 10 seg, las palmas de las manos deben hallarse ligeramente separadas.
P.I Parado, de frente a la espaldera con agarre, flexione las rodillas y sostenga fuerte el empeine del pie con una mano, levante el pie hacia atrás y hacia arriba de forma que el talón roce los glúteos y aparezca la sensación de tensión en la parte anterior del muslo, mantenerlo entre 8-10 seg, alternar
P.I Acostado, decúbito supino, llevar una pierna flexionada al pecho con ayuda de las manos, mantenerlas entre 8-10 seg, Alternar.
P.I Sentado, piernas extendidas flexionar una pierna sujetarla con una mano en la rodilla y la otra en el empeine del pie, ejerza fuerza hacia el pecho, mantenerlo entre 6-8 seg, Alternar.
P.I Parado, con el apoyo de los brazos, levantarse lo más alto posible sobre la punta de los pies, mantenerlo entre 6-8 seg, Alternar.
P.I Parado, de frente a la espaldera una pierna separada atrás realizar flexión de la pierna delantera, mantener durante 8-10 seg, Alternar.
Movilización lenta de todas las articulaciones del cuerpo excluyendo cabeza y cuello (lubricación) . Repetición de 4-5 veces por articulación.
Movilidad articular
Para hombros
Parado con brazos arriba, realizar doble empuje hacia atrás, 5-8 repeticiones.
Parados con brazos atrás, realizar doble empuje hacia arriba, 5-8 repeticiones
Parados con brazos arriba, realizar círculos de brazos hacia dentro y hacia fuera,7-10 repeticiones
Sentado, pasar el apoyo sobre una pierna que se flexiona y la otra extendida, realizar doble empuje sobre los hombros, alternar con ambas piernas, 4-7 repeticiones
Para el tronco
Sentado, con brazos arriba, semiflexión del tronco al frente,5-8 repeticiones
Sentado, brazos arriba, piernas abiertas, semiflexión del tronco sobre cada pierna alternadamente, 5-8 repeticiones.
Acostado atrás, brazos arriba, pasar a sentado con una pierna al frente, dar palmadas entre las piernas, alternándolas, 4-7 repeticiones.
Sentado, brazos arriba, llevar piernas al frente y agarrarse las rodillas, 4-7 repeticiones.
Acostado atrás, brazos arriba, llevar piernas al frente, 5-8 repeticiones.
Acostado atrás, piernas unidas, brazos arriba pasar a la posición sentado con brazos arriba 5-8 repeticiones.
Sentado, piernas separadas, realizar movimientos cruzados de piernas (tijeras), 7- 10 repeticiones.
Sentado, piernas arriba, realizar movimiento ascendente en forma alterna con ambas piernas (bicicleta invertida) 10-15 repeticiones.
Para las piernas
Posición parado, piernas separadas, brazos arriba, llevar una pierna al frente y arriba dar una palmada por debajo de ella, repetir con la otra pierna, 5-8 repeticiones.
Posición parado, brazos laterales, llevar pierna al frente y al lateral alternándola, 5-8 repeticiones.
Acostado, brazos arriba, llevar una pierna al frente, alternar con ambas, 5-8 repeticiones.
Parado, manos a la cintura, realizar salto al frente con doble empuje, alternando las piernas, 5-8 repeticiones.
2. Ejercicios fortalecedores
(realizar 5-8 repeticiones). P.I Acostado decúbito supino, brazos a los lados del cuerpo, realizar:Abdominales
Elevación de ambas piernas extendidas y unidas arriba.
Elevación de ambas piernas, separadas y unirlas, bajarlas a la P.I.
Elevar ambas piernas unidas hasta una altura aproximada de 10 cms del piso, realizar abrir y cerrar piernas.
Llevar ambas piernas flexionadas al pecho con ayuda de los brazos y volver a extenderla a la posición inicial.
Ejercicios con bastones (realizar 8-10 repeticiones). P.I Parado, piernas ligeramente separadas.
Brazos extendidos abajo, llevar el bastón al frente y volver a la P.I
Brazos extendidos abajo, llevar el bastón arriba y volver a la P.I.
Brazos extendidos abajo, llevar el bastón al frente, a la derecha y a la izquierda.
Brazos extendidos al frente, flexión arriba y debajo de ambas muñecas sujetando el bastón.
Brazos extendidos abajo, llevar el bastón con ambos brazos extendidos arriba, flexionarlo por detrás de la cabeza y volver a la P.I.
Ejercicios con pelotas (realizar 5-8 repeticiones). P.I Parado, sosteniendo una pelota medicinal a la altura del pecho, lanzarla arriba y recepcionarla.
Igual al anterior, pero lanzándola con los brazos arriba flexionados.
Parado, brazos abajo, sostener dos pelotas y llevar los brazos a los laterales.
Parado, brazos sosteniendo la pelota por detrás de la cabeza, realizar lanzamiento de la pelota con ambas manos.
Sentado, piernas extendidas, realizar lanzamiento de la pelota desde el pecho con ambas manos.
Ejercicios con polea (realizar 8-10 repeticiones)
Parado, de frente a la polea, realizar movimientos alternados con ambas manos.
Parado, de espalda a la polea, realizar movimientos alternados con ambas manos.
Cuclillas.
Cuclillas con diferentes posiciones de brazos, 10-15 repeticiones.
Parado, brazos arriba sosteniendo una pelota medicinal, realizar cuclillas, 5-8 repeticiones.
P. I Parado, piernas ligeramente separadas y brazos al frente.
Realizar cuclillas con apoyo plantar.
Realizar cuclillas con apoyo metatarsiano.
3. Ejercicios aeróbicos
Bicicleta Se debe comenzar con un minuto e ir aumentando progresivamente el tiempo y la carga, siempre teniendo en cuenta el estado general del paciente.
Caminatas:
Trote:
4. Ejercicios respiratorios
Juegan un importante papel dentro de los programas de ejercicios físicos para pacientes aquejados de está enfermedad, ya que contribuyen a una mejor oxigenación por parte del paciente, ayudando a la asimilación de las cargas de trabajo y a una más rápida recuperación.
Objetivos de los ejercicios respiratorios
Activar el tono muscular general y la circulación sanguínea, favoreciendo una mejor oxigenación.
Favorecer una mayor entrada y salida de aire en los pulmones.
Lograr una mayor expulsión del aire contenido en los pulmones.
Fortalecer los músculos que intervienen en la espiración.
Ejercicios
Sobre la marcha realizar círculo de brazos hacia fuera, inspirar y espirar profundamente.
PI. Parado, caminar en la punta de los pies tomando aire por la nariz (fuerte y profundo), expulsarlo por la boca (suave y prolongada).
PI. Parado, realizar caminata suave, haciendo inspiración profunda por la nariz y expulsarlo fuertemente por la boca en forma de soplido.
PI. Parado, realizar elevación de brazos por los laterales arriba suavemente, tomando el aire por la nariz y expulsándolo por la boca a la vez que se bajan los brazos.
PI. Decúbito supino, realizar elevación de los brazos por el frente hasta los lados de la cabeza, tomando el aire por la nariz, hasta llenar los pulmones y bajar los brazos por los laterales, expulsando lentamente el aire por la boca hasta la posición inicial.
PI. Decúbito supino, piernas flexionadas en un ángulo de 45 grados, plantas de los pies apoyados al piso y las manos sobre el abdomen, realizar inspiración profunda por la nariz y espiración por la boca suave y prolongada.
PI. Decúbito supino, realizar inspiración profunda por la nariz a la vez que se llevan los brazos extendidos por los laterales hasta arriba, regresar a la posición inicial, realizando el movimiento a la inversa espirando y bajando los brazos.
5. Ejercicios de relajación muscular
Son utilizados en la parte final de la clase con el objetivo de lograr una total recuperación de los signos vitales (presión arterial, frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria) y de la musculatura que intervino en la actividad. Generalmente son combinados con los ejercicios respiratorios, desde la posición decúbito supino o sentado.
Orientaciones metodológicas
El programa propuesto tendrá una duración por sesión de ejercicio general entre 45 y 60 min, lo que dependerá de las características de cada paciente y de la complejidad de la deformidad. Este tiempo total de ejercicio, se divide en tres partes, una primera o inicial, una intermedia o principal y una final o de recuperación.
Parte inicial
Constituye la parte introductoria o de adaptación al trabajo físico. Pretende preparar óptimamente a los pacientes para enfrentar con éxito la parte intermedia o principal.
Desde el punto de vista psicopedagógico, esta parte crea un ambiente educativo y un estado psíquico favorable hacia la práctica de las actividades físicas.
Desde el punto de vista didáctico-metodológico, debe propiciarse una clara motivación hacia el objetivo de la clase. La información precisa sobre qué se debe lograr y cómo.
Su tarea esencial es acondicionar al organismo con vista a la parte principal de la clase.
La duración aproximada es de 5 - 10 minutos, en esta parte se incluye un calentamiento general, con ejercicios de estiramiento, movilidad articular y respiratorios.
Se recomienda utilizar como forma organizativa, la dispersa y como procedimiento organizativo el individual.
Parte principal
Constituye la parte esencial, fundamental de la clase. En esta es donde se cumplen los objetivos de la misma.
Desde el punto de vista didáctico-metodológico, la ejercitación constituye el elemento principal a través del cual se desarrollan y consolidan hábitos, habilidades y capacidades.
Desde el punto de vista de la dosificación de la carga se ubican los ejercicios de mayor complejidad y se aplican las mayores cargas de entrenamiento físico.
En esta parte se realizan los ejercicios fortalecedores y aeróbicos.
El tiempo de duración aproximado es de 15 a 35 min en dependencia de las características del paciente y de la progresión del programa de ejercicios físicos.
Se recomienda utilizar como procedimiento organizativo el frontal y en ocasiones el individual cuando las características del paciente no permitan trabajar en grupo.
Parte final
Constituye la parte de la clase donde se recupera el organismo del paciente, hasta llegar a valores aproximados a los normales del inicio de la actividad.
Desde el punto de vista didáctico-metodológico se realizan las conclusiones del proceso de enseñanza aprendizaje y se evalúa su resultado, se brindan recomendaciones que refuercen las demás actividades del programa integral de rehabilitación.
Se repiten los ejercicios de estiramiento, respiratorios y se realiza una sesión de relajación muscular, tiene una duración de 5 - 10 min aproximadamente.
Indicaciones metodológicas para la práctica de la actividad física
Los pacientes que presentan el Gran Mal quedan exentos de realizar cualquier actividad física, por lo que son eximidos de las clases de educación física en las escuelas.
Como premisa fundamental en estos pacientes, debemos tener en cuenta, para la actividad física, la EDAD y el SEXO. No debemos agrupar para la realización de los ejercicios a niños y adultos, pues nunca la carga de trabajo sería la misma ni las condiciones emocionales en uno y otro se manifiestan en la misma forma. No deben agruparse tampoco pacientes de sexo opuesto, ya que el conocimiento de su enfermedad, sus manifestaciones y la timidez que caracteriza a los mismos, impedirían un desarrollo anónimo entre ambos.
Se debe tener en cuenta además para el comienzo de los ejercicios físicos, las características de la personalidad individual, el tono muscular y la amplitud de sus movimientos para poder ejecutar ejercicios en las condiciones de su físico actual, esto en general para todos los enfermos y además para el adulto es importante encuestarlo para saber que tipo de labor realiza, si trabaja, que tipo de trabajo realiza, si ha practicado deporte, en fin indagar sobre su vida o actividad física diaria.
Todo enfermo portador de epilepsia, puede realizar los ejercicios que se detallan en el programa de forma escalonada y progresiva, bajo la orientación del profesor, observando que los mismos nunca sufran cansancio físico o fatiga muscular. Sobre esta base es que se recomienda que el volumen total de ejercicio no exceda en un 60% al volumen general que le correspondería a un sujeto normal.
El enfermo aquejado de este padecimiento, al notar los efectos beneficiosos que le produce la práctica de ejercicios físicos, por lo general pide el aumento de la carga, aquí el profesor deberá explicarle que el desarrollo de su actividad física es un proceso lento y progresivo que exige de ellos disciplina y tesón para lograr resultados positivos.
La clase debe durar un tiempo total de 45-50 minutos, desglosados de la siguiente manera: los minutos iniciales para la explicación de los ejercicios correspondientes al día y para el interrogatorio del seguimiento de su enfermedad, 30-35 minutos de clase ya activa y 5 minutos finales para la comprobación de los efectos de la actividad física diaria.
Las clases deben tener una frecuencia de 2 ó 3 veces por semana.
Los grupos no deberán ser mayores de 5 pacientes por frecuencia, para garantizar una total atención y advertir con facilidad y de forma precoz cualquier anormalidad en el tratamiento.
Los ejercicios como tal van encaminados a tonificar y fortalecer grandes grupos musculares, preferentemente del tronco, abdomen y extremidades. También se les indica la toma de pulso para poder evaluar el trabajo que se está realizando así como la asimilación de las cargas, si es correcta o no.
No se dará un modelo de clase para tratar esta enfermedad, sino que el profesor será capaz de preparar su clase de acuerdo a las variantes de ejercicios que se ofrecen en el programa de cada una de las partes de la clase.
Excluir ejercicios del cuello y la cabeza, pues estos pacientes no deben realizar cambios o movimientos bruscos con la cabeza.
No realizar la flexión del tronco más allá de 90 grados, para evitar de una perdida de la estabilidad postural que pueda ocasionarle el comienzo de una crisis.
A estos pacientes también se les prohíbe los ejercicios en alturas (vigas de equilibrio, escalones, trabajo en la espaldera, etc.) por el peligro que causa una caída por perdida del equilibrio de los mismos.
Evaluación del programa
Se seguirá la evolución del paciente a través del electroencefalograma que se le indicará cada ocho meses por parte del médico que lo atienda. Además para evaluar la respuesta funcional recomendamos realizar el test de Ruffier de la siguiente forma: en la primera semana de haber comenzado el programa realizar una primera medición, después continuar realizando uno cada tres meses.
Medios materiales
Espalderas
Pelotas
Colchones
Pista o pistilla
Bastones
Dumbles
Bicicletas
Poleas
Suizas
Bibliografía
Colectivo de autores del grupo nacional de áreas terapéuticas de la Cultura Física (1986). Los ejercicios físicos con fines terapéuticos. Tomo II, pág. 35.
Isaguirre R., G. Conferencia sobre Epilepsia dictada en el Hospital “Hermanos Ameijeiras”, Junio de 1987.
Mathé, G., Richet, G. Semiología médica y propedéutica clínica. Editorial JIMS, Barcelona, primera edición 1969. Pág. 981.
Anexo
Test de caminata de los 6 minutos
MsC. Reinol Hernández González, Lic. Ernesto Ponce Puig, MsC. Edita Aguilar Rodríguez, Dr. Servando Agramante Pereira.
1. Objetivo
Evaluar de forma sistemática o periódica la capacidad funcional a los pacientes con enfermedades cardiovasculares que participan en los programas de ejercicios físicos.
2. Metodología de la prueba
Mantener en reposo durante 10 min. al paciente antes de comenzar la prueba.
Realizar tomas de frecuencia cardíaca en reposo, al culminar la prueba y pasado el primer minuto de recuperación.
Realizar tomas de presión arterial en reposo, al culminar la prueba y pasado el primer minuto de recuperación.
Explicarle detalladamente la prueba al paciente antes de comenzar la misma.
Caminar al máximo de las posibilidades de cada paciente durante 6 minutos.
Medir la distancia recorrida en metros.
3. Formulas para determinar el VO2 máx. y el pulso de entrenamiento
El máximo consumo de oxígeno se obtiene por la fórmula propuesta por el “Colegio Americano de Medicina del Deporte” (CAMD), para aquellos pacientes que caminaban con una intensidad entre 50 y 100 metros por minutos, para los que lo hicieran con una intensidad entre 100 y 130 metros por minutos se utiliza la fórmula del Colegio Americano de Medicina del Deporte modificada por el equipo de trabajo del Centro Actividad Física y Salud del ISCF “Manuel Fajardo”.
Fórmula del (CAMD)
Vo2máx= 0,1ml/Kg./min. (Distancia) +3.5ml/Kg./min.
Tiempo
Fórmula del (CAMD) modificada
Vo2máx= 0,15ml./Kg./min. (Distancia)+3.5ml/Kg./min.
Tiempo
El pulso de entrenamiento se obtiene a partir de la fórmula de Karvonen
P.E= (Fc máx – Fc. Rep)* 0,6 a 0,8 + Fc. Rep.
4. Indicaciones metodológicas del Test
El test debe ser suspendido o no comenzado si el paciente siente malestar precordial.
Con presión arterial igual o mayor a 160/100 mmHg no se debe realizar el test.
Estimular verbalmente al paciente durante la ejecución de la prueba.
No se puede realizar una marcha deportiva durante la ejecución del test.
Debe realizarse el horario de la mañana o bien tarde cuando el no afecte tanto.
Para la ejecución del mismo debe utilizarse una ropa y un calzado cómodo.
En los pacientes isquémicos, el primer test debe realizarse posterior a una prueba ergométrica.
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EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 15 · N° 148 | Buenos Aires,
Septiembre de 2010 |