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Material convencional frente a material autoconstruido en el

área de Educación Física en los Centros Educativos de

Enseñanza Secundaria. Un estudio piloto

 

*Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Sevilla

Coordinador Técnico Club Deportivo Amigó San Hermenegildo

**Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Sevilla

Técnico de la Federación Andaluza de Tenis

***Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Sevilla

****Diplomado en Educación Física por la Universidad de Sevilla

*****Diplomado en Educación Física por la Universidad Cardenal Spínola

******Diplomada en Educación Física por la Universidad de Córdoba

(España)

Javier Sola López*

Juan de Dios Álvarez Casado**

Sara Blanco Corzo***

Jesús Silva Moreno****

David Pérez Caro*****

Victoria García Sánchez******

javisolalo@gmail.com

 

 

 

Resumen

          Introducción y objetivo: Nos encontramos ante un estudio piloto realizado en torno a labor docente en el área de Educación Física, llevando a cabo una investigación en relación a la construcción, uso, manejo y adecuación de materiales autoconstruidos en los centros de enseñanza. Método y muestra: El estudio se ha realizado en base a un cuestionario compuesto por diecinueve ítems agrupados en tres bloques temáticos; relación con el currículum, construcción y uso, e interdisciplinariedad, dando respuesta a los mismos profesionales de la docencia de distintos puntos de la comarca de Sevilla y Huelva. La muestra final obtenida fue de 28 profesores encuestados. Resultados: Tras realizar el estudio aparecen los resultados, donde más del 50% de los encuestados afirman tenerlo en su programación de aula, mientras que un 35% nunca ha recibido información acerca de éstos materiales. El 100% coinciden en la preferencia de la utilización de material convencional. Haciendo referencia a los discentes, éstos coinciden con sus profesores en la utilización del material homologado. Conclusión: Acabada la investigación, tal y como demuestran los datos numéricos, un 46% consideran los materiales autoconstruidos como recurrentes; en cuanto a la interdisciplinariedad coinciden en recibir apoyo por parte de las asignaturas de Tecnología y Plástica y Visual; afirmamos que son utilizados de manera equitativa para los distintos contenidos que comprende el área de Educación Física. Encontramos la problemática de que la mayoría del profesorado no está en formación continua y los conocimientos recibidos durante su época de estudio quedan obsoletos.

          Palabras clave: Material autoconstruido. Material convencional. Motivación. Docente. Educación Física

 

Abstract

          Objective: Our study is about teacher’s labor in the area of Physical Education. We led an investigation about realizing an use of self-constructed materials at High-Schools. Methods: Our study assessed the three subscales: relationships with the curriculum, construction and use, interdisciplinarity with a questionnaire composed by 19 items. Our study involved different High-School of Seville and Huelva and it presents a sample of 28 polled teachers. Results: On one hand, the study shows that more than 50% of the teachers include this kind 4 of materials in their Physical Education programs. On the other hand, the 35% of the teachers have never received information about these materials. All of the teachers argue that pupils prefer conventional materials and so too the teachers. Conclusions: Briefly, we believe that these kinds of materials are used by Physical Education’s teachers (46% of the teachers use this materials). Furthermore, there is an interdisciplinary with other subjects (Technology and Arts) to elaborate this kind of materials, which is used in the different contents of Physical Education. We have found that Physical Education’s teachers don’t use to participate in continuous training courses and their knowledge dated from their studies at the University is not updated.

          Keywords: Self-constructed materials. Conventional materials. Motivation. Teacher. Physical Education

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 135 - Agosto de 2009

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Introducción

    Con la publicación de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo “LOGSE” (Ley 1/90 de 3 de Octubre) los materiales deportivos dejan de ser los únicos necesarios para la tarea docente. Esta Ley, establece una profunda reforma del sistema educativo ya que la Educación Física destaca como un área común de conocimientos y no como un elemento educativo más.

    En cuanto a la utilización de materiales en educación física, esta ley menciona el tema de manera específica pero somera, deduciéndose que los materiales que se han de emplear en esta área van a venir marcado por los propios contenidos a impartir en cada nivel. (Fernández Truán, 1999)

    Después de este ir y venir de leyes educativas nos quedamos con la Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía. En ella se hace mención a los materiales pedagógicos de tal manera que “…la Administración educativa facilitará la participación de los representantes de los movimientos de renovación pedagógica y de las asociaciones profesionales del profesorado, legalmente constituidas, en las comisiones que se constituyan en el marco del Sistema Andaluz de Formación Permanente del Profesorado, así como en aquellas otras que tengan como finalidad la mejora de las prácticas docentes, la elaboración de materiales didácticos, la promoción de proyectos de innovación educativa y otras de naturaleza similar, siempre que estas actividades se encuentren entre los fines de las citadas asociaciones.”

    La labor docente dentro del área de Educación Física nos lleva a plantearnos cuestiones tales como ¿qué materiales son más idóneos para el desarrollo de los contenidos del área? ¿qué hacer con aquellos materiales que ya tenemos pero que se encuentran llenos de polvo, amontonados y en el olvido y que son un clásico de nuestra área? ¿cómo podemos aumentar en cantidad los recursos materiales (número de material por alumnos y diferentes tipos de materiales)? ¿debemos adquirir los materiales de manera convencional o haremos que los propios alumnos se impliquen en la elaboración del material despertando en éstos la motivación hacia los contenidos que se trabajarán?

    Las respuestas a estas preguntas hacen que nos planteemos un trabajo de investigación en relación a la construcción, uso, manejo y adecuación de diferentes materiales al contexto educativo real valorando la labor de diferentes profesionales.

    Los Recursos Materiales son “todos aquellos objetos naturales o artificiales (hayan sido construidos o no específicamente para alguno de los ámbitos de la actividad física, escolar, deportiva o de tiempo libre) que puedan cumplir con las funciones básicas de soporte de los contenidos curriculares y, consecuentemente, contribuyan al logro de los objetivos curriculares del desarrollo de la motricidad correspondiente a las diferentes etapas educativas”. (Ruiz Juan y García Montes, 2001)

    Creemos al igual que García Montes y Ruiz Juan (2005) que el material puede incrementar las posibilidades de actuación del docente, contribuir a una mayor motivación del alumnado y enriquecer el proceso de enseñanza aprendizaje; sin olvidar que el material, por sí mismo, no asegura el éxito de la acción educativa.

    Pensamos que el material es un elemento de experimentación y descubrimiento ya que va a facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje y hacerlo más dinámico y práctico; adquiriendo mayor riqueza los propios materiales curriculares específicos al poder ser usados de manera no convencional, como por la posibilidad de incrementar los recursos disponibles al incorporar materiales no convencionales e incluso construir nuestros propios materiales. (García Montes y Ruiz Juan, 2005).

    Así pues, encontramos en otras clasificaciones estos materiales construidos por los propios alumnos denominándolos “Materiales Autoconstruidos” y los definen como un tipo de material no convencional, es decir, no sujeto a los circuitos tradicionales de fabricación y venta, construidos por los propios alumnos y el profesor a partir de materiales de desecho y/o comerciales de bajo coste. (Bernal y Bernal, 2002; Jardy Pinyol y Rius Sant, 1997)

    Estos materiales, en concreto su construcción y uso, nos pueden servir como medio para conseguir algunos de los objetivos generales del área de Educación Física. Entendemos que con el uso y la construcción de materiales autoconstruidos, el Objetivo número siete del Decreto 231/2007, del 31 de julio, por el que se establece la ordenación y las enseñanzas correspondientes a la ESO en Andalucía, “Conocer y realizar actividades deportivas y recreativas individuales, colectivas y de adversarios, aplicando los fundamentos reglamentarios técnicos y tácticos en situaciones de juego con progresiva autonomía en su ejecución” quedaría cubierto. También se podrían satisfacer objetivos del Decreto 208/2002, de 23 de julio, por el que se modifica el Decreto 126/1994, de 7 de junio, por el que se establecen las enseñanzas correspondientes al Bachillerato en Andalucía, como podría ser “Planificar actividades físicas que contribuyan a satisfacer necesidades personales y que constituyan un medio para el disfrute activo del tiempo de recreo y ocio” u otros como “Reconocer y valorar las actividades físico-deportivas habituales en Andalucía como rasgo cultural propio, y diseñar y realizar actividades en el medio natural, haciendo el uso adecuado del mismo y contribuyendo a su conservación y mejora para el disfrute de los servicios públicos y privados destinados a este fin” y “Participar en la realización actividades físico-deportivas, favoreciendo el asociacionismo juvenil, cooperando en las tareas de equipo y respetando y valorando los aspectos de relación que tienen estas actividades así como las posibles salidas profesionales en este ámbito”.

    Una vez justificado y reconocido el uso y construcción de este tipo de material en las clases de educación física creemos convenientes destacar una serie de medidas a tener presentes por el docente en relación a su empleo. Por ello creemos que los materiales que se usen en el área de educación física deben poseer un carácter multifuncional, carentes de peligrosidad y no deben ser muy sofisticados. De este modo, Galera (1996) determina las características que deberán poseer los materiales utilizados en el área de EF, destacando:

  • Polivalente

  • Adaptable

  • Manejable

  • Seguro

  • Fácil mantenimiento

  • Bajo coste

  • Calidad que garantice duración

  • Estética

    Los propósitos para nuestro estudio piloto sobre el uso de materiales autoconstruidos en las clases de educación física en la E.S.O. son los siguientes:

  • Verificar si se construyen y usan materiales alternativos en las clases de educación física.

  • Si estos materiales se relacionan únicamente con contenidos de Deporte-Recreación o también con otros contenidos.

Método

    Para el siguiente estudio se ha elaborado un cuestionario formado por 19 ítems de tipo dicotómico, de elección múltiple, de tipo mixto y un último ítem que consistía en dar una valoración subjetiva. Estos ítems se encuentran agrupados en tres bloques temáticos: Relación con el currículum, construcción y uso e interdisciplinaridad. Por otro lado, al comienzo del cuestionario se preguntaba sobre la situación laboral del sujeto encuestado: funcionario con plaza fija en el centro, funcionario sin plaza en el centro, interino preparando oposiciones, interino, contratado en colegio concertado y contratado en colegio privado.

    Los cuestionarios han sido distribuidos tanto en el núcleo urbano de la ciudad de Sevilla como por sus localidades colindantes: Utrera. Alcalá de Guadaíra, La Puebla de Cazalla, Tomares, La Puebla del Río y Castilleja de la Cuesta. A ellos se les ha sumado una pequeña muestra de la provincia de Huelva (Huelva capital e Isla Cristina).

    Todos los cuestionarios fueron distribuidos por los miembros del grupo de investigación, estando presentes mientras se cumplimentaba el mismo.

    Una vez pasados los cuestionarios, la información obtenida fue registrada en una hoja de cálculo usando el soporte informático Microsoft Excel®. Posteriormente, se procedió a analizar qué opción prevalecía sobre otra u otras, estableciendo sus respectivos porcentajes. Por otra parte, el ítem de valoración subjetiva se utilizó para conocer de manera aproximada las opiniones del profesorado de Educación Física respecto a este tipo de materiales. Con toda esta información, se procedió a un análisis descriptivo de los datos obtenidos.

Resultados

    La muestra obtenida fue de 28 cuestionarios procedente de los docentes de las provincias de Sevilla y Huelva. En la provincia de Sevilla la muestra fue de 25 cuestionarios correspondiente a los siguientes municipios (Sevilla capital, La Puebla del Río, Tomares, Castilleja de la Cuesta, Alcalá de Guadaíra, Utrera y La Puebla de Cazalla). Los otros 3 cuestionarios pertenecen a la provincia de Huelva (Isla Cristina y Huelva capital).

    Tras el tratamiento estadístico de los datos obtenidos en los cuestionarios lo primero que tenemos que destacar es la situación laboral de la muestra, distinguiéndose que el 35,71% del profesorado encuestado da clases en centros concertados, 32,14% es funcionario con plaza fija en el centro, el 25% es interino que prepara las oposiciones y con menor porcentaje nos encontramos con profesor funcionario sin plaza en el centro y profesor de centro privado, ambos con un 3,57%.

    De los datos obtenidos en el bloque I relacionados con el currículum vemos como el 67,85% hace referencia a estos materiales en su programación de aula y está aprobado por el consejo escolar por un 64,28%. Hay que destacar que el 35,71% del profesorado no ha recibido nunca ninguna información específica acerca de estos materiales y su utilización en las clases de Educación Física.

    Por otro lado, el 100% de los encuestados declara que prefiere utilizar materiales convencionales frente a materiales autoconstruidos, destacando además que el 71,42% no lo utilizaría ni en las actividades extraescolares y/o complementarias.

    Respecto a la selección de los materiales los docentes realizan su elección principalmente en función de los contenidos, obteniendo un resultado del 45,65%, seguido con un 39,13% el criterio “aprendizaje del alumno” y un 15,22% opto por indicar otros motivos de selección como pueden ser: metodología, motivación que puede crear, presupuesto y nivel de experiencia del profesorado entre otros. En cuanto a las adaptaciones necesarias para los alumnos con NEE, el 75% contempla realizar adaptaciones en función de la necesidad del alumno.

    Por último, en este primer bloque de preguntas, a la cuestión sobre si conoce algún decreto que hable sobre el uso de materiales en las clases de educación física el 75% respondió que NO.

    Situándonos ya en el II bloque de contenidos, donde se trata sobre la construcción y uso de estos materiales, podemos observar como un 53,57% cree que NO es recurrente la utilización de los materiales autoconstruidos en las sesiones de educación física. Por ello, las unidades didácticas puntuales dedicadas a estos materiales son las más utilizadas, con un 73,33%, frente a un 13,33% que las consideran efemérides. También obtenemos como solo un 3,33% las considera muy importantes en su programación y las utiliza en la mayoría de las unidades didácticas y encontramos como un 10% no las utilizaría nunca. Centrándonos en el tipo de actividades donde aparecen este tipo de materiales, vemos como el profesorado opta por utilizarlas en actividades destinadas a las sesiones de deportes individuales y/o de expresión corporal con un 24,48%, seguida muy de cerca, con un 22,44%, las actividades encaminadas al trabajo de los deportes colectivos y/o los deportes alternativos. Solo un 6,12%, las realizaría en otras situaciones como por ejemplo en juegos populares o deportes de adversario.

    Los docentes fueron casi unánimes a la hora de responder a la cuestión sobre cuales eran las preferencias de los alumnos, ya que un 89,28 %, afirmó que éstos anteponen los materiales convencionales a los autoconstruidos. Pero sin embargo, se ha obtenido resultados favorables a la hora de medir el cambio de actitud de éstos en las sesiones con materiales autoconstruidos, pues un 53,57 % de profesores creen que existe este cambio de actitud al cual nos referimos frente a un 39,28 % que considera que NO. Además, un 7,14 % de los encuestados ha dejado sin responder a esta pregunta.

    Respecto a la fabricación de estos materiales, hubo un 85,71 % de los profesores que no fueron capaces de aconsejarnos o recomendarnos una fuente bibliográfica que tratase de la realización de este tipo de materiales. Solo un 14,26 % si nos propusieron algunos autores como Méndez Jiménez o Blázquez. Al tratar con los docentes cual era el tipo de material mas utilizado para la construcción de éstos, vemos como el preferido es el material reciclado, con un 42,5 %, seguido de los materiales de desecho y de consumo, ambos con un porcentaje de 27,5, y por ultimo, solo un 2,5 % optarían por otro tipo de materiales como por ejemplo telas.

    El 50% de los encuestados piensan que estos materiales pueden ser utilizados en futuros cursos escolares o con alumnos de otros niveles educativos, por lo que están a favor de la conservación de éstos. El 35,71 % ven a estos materiales con un carácter único y exclusivo, y un 14,18 % del profesorado dejó esta pregunta sin responder.

    Sobre las características que tienen en cuenta los docentes sobre la elaboración de estos materiales, podemos ver como la motivación es la característica que mas se busca en la fabricación de éstos con un 19,14 %, seguido de la seguridad (17,04 %) o la adaptabilidad (13,82%). También vemos como la economía y el coste, ambos con un 11,70 %, es un criterio a seguir en este proceso. Otros criterios como son la durabilidad (9,57%), la polivalencia (8,51 %) o el manejo (7,44%) son de menor relevancia según el juicio de los profesores encuestados. Y como resultado a destacar, observamos como solo un 1,06 % de los docentes, ven a la calidad una característica a tener en cuenta en estos procesos de elaboración.

    Por último, al tratar en el bloque III la implicación de los alumnos sobre la construcción de estos materiales y su interdisciplinariedad con otras asignaturas, vemos como el 67,85% de los encuestados afirman que SI participan los alumnos en estos procesos de construcción. Encontramos como la colaboración con otras asignaturas como por ejemplo plástica o tecnología, son un medio para la construcción de estos materiales con un 36,36 %.Con igual porcentaje, vemos como es muy utilizado el mandar este tipo de tareas para que los alumnos la realicen en casa, y con un 27,27 %, la clase de educación física se convierte en el medio donde fabricar estos materiales.

Discusión

    Antes de comenzar, vamos a señalar como limitación del estudio, que actualmente existen pocos estudios similares al nuestro sobre el uso del material autoconstruido en los centros educativos. De todas formas en los últimos años han aparecido diferentes publicaciones en las que se refleja la posibilidad de trabajar con material reciclado. (Orlick, 1990; Fluri, 1992; Trigo, 1992; Sher, 1996; Velázquez, 1996; Pinyol y Sants, 1997; Davison, 1998; Lichtman, 1999; Rovira, 2000; Gómez, 2000; García Montes y Ruiz, 2001)

    A continuación, vamos a proceder a comentar los datos obtenidos en la investigación. Para comenzar, podemos decir que la mayoría de profesores que ha recibido información específica acerca de los materiales autoconstruidos hace referencia a éstos en la programación de aula. Suelen ser profesores implicados en su trabajo, que le sacan partido a este tipo de material en sus clases. Buscan la creatividad en sesiones puntuales, se salen de la monotonía, buscando la iniciativa del alumno ya que todo material educativo necesita guías de trabajo, pistas de indagación que induzcan al pensamiento activo y creativo, no sólo para la acción, sino para el pensamiento (Madrid 2005). Así pues podemos ver que el 67,8% de los profesores reflejan estos materiales en la programación de aula y el 64,2% del profesorado encuestado ha recibido información específica con respecto a estos materiales. Estos datos también presentan relación con el conocimiento que tiene el profesorado de las fuentes bibliográficas de estos materiales. Así pues, sólo el 14,2% conoce dichas fuentes, aludiendo a autores como Méndez Jiménez. Esto demuestra que si lo relacionamos con los valores obtenidos acerca de la formación específica recibida, indica que la mayoría del profesorado no está en formación continua y los conocimientos recibidos durante su época de estudio van quedando obsoletos. El hecho de que hayan recibido formación específica también se puede poner en relación con que el 75% de los profesores adapta estos materiales autoconstruidos para los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, ya que uno de los aspectos que deben respetar los centros educativos y por ende los espacios, es trabajar la diversidad y la individualidad como un derecho adquirido del alumnado (Madrid, 2005).

    Volviendo a la programación de aula podemos indicar que existe un equilibrio entre las actividades en las que se utilizan el material autoconstruido. De tal manera que, un 22,4% se corresponde con deportes colectivos, un 24.4% con deportes individuales, otro 24,4% con actividades de expresión corporal y un 22,4% con deportes alternativos. También cabe señalar un 6,1% para otras actividades tales como juegos populares, deportes de adversario etc.

    Podemos decir que el profesorado de EF prefiere usar material convencional frente al material autoconstruido. Así lo demuestran las estadísticas ya que el 100% de los encuestados prefieren usar el material convencional. Una de las causas puede ser la existencia de suficientes recursos en los centros encuestados. Una opción para superar estas dificultades es la utilización de objetos de desecho para reciclarlos y construir nuevos materiales que podamos usar. Ejemplos: zancos a partir de latas y cuerda de pita; cesta-punta a partir de botellas ovaladas de detergente; pelotas malabares a partir de globos con arroz. También es conveniente utilizar otros objetos de fácil y barata adquisición y reutilizarlos para nuestra conveniencia. Ejemplos: neumáticos para rodar, cargar, saltar...; botellas de plástico para llenarlas de arena o agua y que nos sirvan de postes, señales, carga...; retales de tela para hacer cuerdas, vendas, petos…; cajas de cartón para fabricar trineos y trabajar tracciones, etc. (Dols, 2005, citado en actas, CIVE 2005). No obstante, queda constancia de que todos los centros no disponen de estas condiciones, de tal manera que uno de los principales motivos del nacimiento de esta corriente se encuentra en los presupuestos limitados y en los precarios equipamientos e instalaciones que todavía en la actualidad se puede observar en muchos centros escolares, que ha provocado la experimentación con nuevos materiales y el desarrollo del ingenio de la creatividad (Méndez, 2003). Estos datos pueden estar relacionados con las preferencias de los alumnos con respecto al material, ya que el 89.2% de los docentes señalan que sus alumnos prefieren el material convencional frente al autoconstruido. No obstante, respecto a la actitud podemos decir que el 53,5% del profesorado señala que se produce un cambio de actitud cuando se usan este tipo de materiales. Pensamos que esto se debe a que su utilización puntual y novedosa es una forma de motivación para el alumnado. Esto se puede poner en relación con que la mayoría de los docentes utilizan este tipo de materiales sólo en unidades didácticas puntuales, concretamente el 73,3%. Cabe señalar que estos materiales también se usan en efemérides, el 13,3%. Otro dato a tener en cuenta es que el 71,4% de los docentes no utilizan estos materiales en actividades complementarias y extraescolares. No obstante, existe una paridad en los datos referidos a la pregunta en la que se analiza si este tipo de materiales son recurrentes, por lo que podemos confirmar que se tratan de materiales de gran utilidad para el desarrollo de las sesiones, aunque su fabricación requiere de tiempo, dedicación, y gran control de la clase, ya que el profesor ve como su autoridad queda minada por la acción. El profesor vive con angustia esta situación a la que no está acostumbrado, pues esa forma de hacer le desconcierta, ya que en general la experiencia confirma que la utilización de espacios y materiales con una metodología abierta implica este estado (Madrid, 2005). De esta manera, la recurrencia con respecto a estos materiales queda reducida. Los datos indican que un 46,4% de los profesores lo consideran recurrentes frente al 53,5% que no los consideran de tal modo.

    Respecto al marco legislativo de estos materiales, el 75% del profesorado no conoce los Decretos que los regulan o se confunden con otros Decretos. Sólo un 25% de los docentes están en conocimiento de la legislación vigente. Estos datos podemos relacionarlos con aquellos profesores que cuando se les preguntó por su situación laboral actual indicaron que se encontraban en interinidad pero preparando oposiciones (25%). El resto de profesores eran contratados en concertados y privados (35,7 y 3,5% respectivamente), funcionarios fijos con plaza en el centro (32,4%) y funcionarios sin plaza fija en el centro (3,5%). Estos datos se pueden poner en relación con la homologación y aprobación de estos materiales por parte del Consejo Escolar del centro. A pesar de que la mayoría de los docentes no conocen estos Decretos, el 64,2% conoce que debe delegar responsabilidades en el centro ya que este material no goza del certificado de homologación CE.

    En cuanto a la construcción y uso de estos materiales, la mayoría de los docentes los seleccionan en función de los contenidos (45,6%), del aprendizaje de los alumnos (39,1%), y en un 15,2% en función de otros factores tales como la motivación, organización, tipo de tarea y nivel de experiencia de los alumnos. Durante la elaboración del cuestionario se incluyó la opción “otros” donde se daba la posibilidad de responder abiertamente sobre cuáles, a fin de comprobar si algún docente utilizaba estos materiales como temática transversal: educación para el consumo: el prevenir, concienciar y crear en los escolares un actitud crítica ante los valores que la sociedad está creando y fomentar actitudes reflexivas sobre el despilfarro económico de la sociedad actual (Viciana, 2001). Podemos decir como conclusión que el principal criterio de elección de estos materiales son los contenidos ya que pueden ser una forma tangible de desarrollar éstos, que a veces no sabemos como llevarlo a cabo de manera práctica (San-Matías, 2008).

    Por otro lado, para la fabricación de dichos materiales, un 27,5% se basa en materiales de desecho, otro 27,5 % se basa en materiales de consumo, un 42,5% en materiales reciclados, y un 2,5% basado en otros materiales, como telas.

    Para la construcción de dichos materiales se les preguntó a los docentes por cuáles eran para ellos los criterios que marcarían el proceso de elaboración, siendo los criterios de motivación y seguridad los más importantes (19% y 17% respectivamente). Desde nuestro punto de vista, pensamos desde un primer momento que el criterio de seguridad iba a ser uno de los más elegidos. Ya que el criterio de seguridad es fundamental, en la reutilización hay que ser especialmente prudente evitando usos que pudieran resultar peligrosos debido a las características de degradación del material (Rivadeneyra, 2001).

    Tras estos dos criterios cabe señalar que la adaptabilidad, la economía y el coste como los siguientes más importantes (13,8%, 11,7% y 11,7% respectivamente). El resto de criterios que aparecen con menor prevalencia son manejabilidad, durabilidad, polivalencia y calidad. Podemos señalar que parece lógico que las principales preocupaciones de los alumnos se basan en la motivación de los alumnos y la seguridad, a fin de evitar posibles accidentes y eludir responsabilidades. Un dato que nos llama la atención es que la calidad es el criterio que menos prevalece (1%) y esto es un indicador de que los docentes consideran que este material no dispone de la misma calidad que los materiales convencionales. Podemos también indicar que dado que estos materiales han sido fabricados por los alumnos, éstos tienen mayor consideración con ellos y los cuidan mucho más. Así se incrementa el respeto por el material a partir del aprecio y valoración positiva por el que uno mismo ha fabricado. Igualmente, se genera cierto grado de concienciación de que materiales comunes e “inservibles” cuyo destino suele ser la basura pueden ser reciclados para la práctica deportiva (Méndez, 2003). Por otro lado, también podemos decir que el uso de materiales convencionales potencia el consumismo entre los alumnos y con los materiales autoconstruidos se intenta paliar esta situación. De esta manera, promocionando estos materiales se elimina el currículo oculto que aparece tras los materiales comercializados (Rodríguez; Quintana; Lindell y Barrera, 2004).

    En cuanto a la durabilidad de este material, un 50% de los docentes indica que este material se conserva, frente al 35,7% que dice lo contrario. Podemos hacer una relación con el criterio de durabilidad ya que el 32,1% de los profesores lo considera como importante.

    En cuanto a la interdisciplinariedad en la construcción de estos materiales, el 67,8% de los profesores señala que se produce una colaboración interdisciplinar por parte de otras asignaturas como Tecnología o Plástica y Visual (42,1 %); también se construyen en casa (42,1%) y en la propia clase de EF (31,5%). De este modo, podemos afirmar que la construcción de estos materiales se puede tratar de forma interdisciplinar con las áreas de Educación Plástica y Visual, Tecnología o las del Ámbito Científico-Tecnológico (Fernández, 2005).

    En cuanto a las limitaciones del estudio, hemos de señalar que por un lado no ha sido validado por lo que decrece la fiabilidad del mismo y por otro lado el análisis realizado es meramente descriptivo. Por otro lado, la elección de la muestra ha sido totalmente aleatoria sin seguir ningún criterio.

    A modo de conclusión, podemos afirmar que se construyen y usan materiales alternativos en la clase de Educación Física, como así lo demuestran los datos numéricos, ya que un 46,2% de los profesores consideran este tipo de materiales como recurrentes. El resto del profesorado que no utiliza este tipo de materiales se debe a la falta de tiempo para elaborarlos, por su falta de conocimientos, o bien porque los almacenes de material deportivo de los institutos están suficientemente dotados.

    Para finalizar, cabe destacar que este tipo de materiales se utilizan de manera equitativa para los distintos contenidos que se pueden impartir en Educación Física: deportes colectivos, deportes individuales, expresión corporal, deportes alternativos y una minoría de otros deportes como los populares, de adversario etc.

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revista digital · Año 14 · N° 135 | Buenos Aires, Agosto de 2009  
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