Intervención educativa en el área de educación física con alumnos con discapacidad visual |
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Diplomado en Educación Física por la Universidad de Murcia (España) |
José Rubén Martínez Egea |
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Resumen Este artículo pretende aportar información sobre los alumnos que presentan discapacidad visual profunda en el ámbito de la Educación Física. A lo largo del artículo intentaremos desarrollar las características de este alumnado así como definir cuáles son sus necesidades educativas una vez realizado el proceso de identificación de las mismas desde el punto de vista del desarrollo motriz. Palabras clave: Discapacidad Visual. Adaptaciones. Sesión. Educación Física. |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 13 - Nº 129 - Febrero de 2009 |
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1. Introducción
Partiendo del concepto de necesidades educativas especiales, aportado por el informe Warnock (1978), la perspectiva psicoeducativa ha experimentado un cambio importante, ya no se considera que el problema se encuentre sólo en el niño que tiene que aprender sino también en el contexto en el que se le va a enseñar; la respuesta educativa a estos alumnos debe partir de la identificación de sus necesidades educativas especiales, centrándose en sus posibilidades de aprendizaje y teniendo como referente un único currículo.
La LOE 2/2006 en su articulo 71 señala: “Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de aprendizaje, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado”.
La Educación Física es una de las áreas que favorece más al desarrollo integral de la persona, la maduración del alumno y la integración, ya que a menudo se trabaja mediante actividades colectivas que favorecen, en el alumnado, la participación, la resolución de problemas y la relación con los iguales.
2. Marco teórico
2.1. Concepto, antecedentes históricos, evolución, tipos y clasificación de la discapacidad
La Ceguera es la falta o pérdida de la visión normal que no se puede corregir con gafas o lentes de contacto. El término ceguera legal según la OMS gira en torno a dos parámetros: agudeza visual y amplitud del campo visual. Un ojo es ciego cuando su agudeza visual con corrección es 1/10 (0,1) o cuyo campo visual se encuentre reducido a 20º (Crespo, 1980). El ojo de menor visión habrá de poseer al menos una de las cuantificaciones de la definición anterior; no obstante, estos parámetros no son aceptados de manera unánime por la comunidad internacional. En España, la reducción del campo visual para la consideración de la ceguera legal ha de ser igual o inferior a los 10º.
Según la Dra. Bárraga (1985), se pueden establecer las siguientes categorías de sujetos discapacitados visuales:
1. Ciegos
Son aquellos sujetos que tienen sólo percepción de luz, sin proyección, o que carecen totalmente de visión. Desde el punto de vista educacional, aprenden mediante el sistema Braille y no pueden utilizar la visión para adquirir ningún conocimiento, aunque la percepción de luz les ayude en sus movimientos de orientación.
2. Ciegos parciales
Son sujetos que tienen unas posibilidades visuales mayores, como capacidad de percepción de luz, de bultos, de contornos, de algunos matices de color.
3. Niños de baja visión
Ambliopes profundos: son niños cuyo resto visual les permite ver objetos a pocos centímetros.
4. Niños limitados visuales
Ambliopes propiamente dichos: son los que precisan, debido a sus dificultades para aprender, una iluminación y unos materiales más adecuados, bien reduciendo o aumentando la iluminación, bien utilizando lentes o aparatos especiales.
La capacidad visual está condicionada por otras variables de la persona y del contexto, de hecho se puede describir dicha capacidad como el producto resultante de la interacción de las características del sistema visual de la persona y de variables ambientales
2.2. Niveles de discapacidad visual y características educacionales
Los alumnos con discapacidad visual, dependiendo del tipo y grado, presentarán las siguientes posibilidades y dificultades a la hora de realizar las tareas:
Discapacidad visual profunda
Dificultad para realizar tareas visuales gruesas. Imposibilidad de hacer tareas que requieran visión de detalle.
Discapacidad visual severa
Posibilidad de realizar tareas visuales con inexactitudes, requiriendo modificaciones.
Discapacidad visual moderada
Posibilidad de realizar tareas visuales con el empleo de ayudas e iluminación adecuada similares a las que realizan los sujetos de visión normal.
2.3. Características motoras o psicomotoras de la discapacidad
Los estudios referentes al desarrollo psicomotor de los niños ciegos, ponen de manifiesto un retraso en las distintas conductas psicomotoras, así como problemas relacionados con el aprendizaje motor, derivados de la dificultad para percibir el espacio táctil-cinético y auditivo.
Pereira (1991), considera, que en el caso de los niños ciegos, el desarrollo psicomotor y el equilibrio están directamente relacionados con la capacidad de orientación espacial y con el conocimiento del propio cuerpo. Haciendo una revisión de las conductas que integran el desarrollo psicomotor, considera básico para la evolución del mismo los siguientes aspectos:
La adquisición de los conceptos espaciales, el conocimiento de la situación, la relación entre las distintas partes del cuerpo y la forma en que estos conceptos pueden traducirse externamente.
El conocimiento del centro de gravedad del cuerpo, de la base de apoyo, de los patrones de movimiento y de lo que los rodea.
La autoprotección de que son objeto, la cual obstaculiza el libre movimiento.
La incomprensión de sus necesidades especiales.
La importancia dada por la familia y los profesores a los aprendizajes motores.
Según Arnaiz (1994), los niños ciegos presentan un tono postural bajo, siendo éste insuficiente para adoptar y mantener una postura y unos movimientos normales. Esto conlleva la presencia de toda una serie de pautas de movimiento atípicas y problemas motrices en partes específicas del cuerpo:
Tono postural bajo.
Disminución de la fuerza de las extremidades superiores.
Escasa fuerza abdominal.
Debilidad de los abductores de la cadera.
Disminución de la fuerza de las extremidades inferiores.
Inclinación posterior o anterior de la pelvis.
Pautas de movimiento no organizadas ni graduadas.
Retraso de las reacciones de enderezamiento y equilibrio.
El movimiento se da en planos rectos.
Desplazamiento del peso insuficiente.
En cuanto a la marcha y al movimiento, el niño ciego compensa la falta de estabilidad en los hombros elevándolos y estirándolos. Durante la marcha, dado que se mueve en contra de la gravedad, se observa en ocasiones, una posición de guardia alta en los brazos, encogiendo los hombros, empujando los omóplatos hacia la columna, lo que aumenta la estabilidad de la cintura escapular. Debido a la ausencia de fuerza abdominal, falta de estabilidad en la pelvis y falta de fuerza en las extremidades inferiores, el niño ciego obtiene una base de apoyo amplia separando las piernas del cuerpo y girando las rodillas hacia fuera, al igual que los pies. El pie no se posa sucesivamente en el suelo desde el talón a la puntera, sino que lo hace en un solo bloque. A veces el niño anda de puntillas o de talones. Existe también irregularidades en los pasos, siendo posible que arrastren los pies al andar.
Pereira señala una serie de propuestas orientadas a conseguir un armonioso desarrollo psicomotor en los niños con discapacidad visual:
Propiciar una adecuada estimulación auditiva, cinético-táctil y propioceptiva.
Proporcionar experiencias psicomotoras a través de las que pueda unificar e integrar aprendizajes significativos.
Considerar la Psicomotricidad y la Educación Física como espacios ricos, con diferentes tipos de estímulos sensoriales en un clima de seguridad que respete el deseo de movimiento en el niño en un ambiente pedagógico adecuado.
Trabajos realizados por Short (1988), Sherrill y otros (1990), demuestran las mejoras que la Educación Física y el deporte producen tanto desde el punto de vista físico (coordinación, capacidad de orientación y equilibrio, fuerza, resistencia,…), como psicológico y de integración social.
3. Intervención en el área de Educación Física
Al trabajar la Educación Física y deportiva con alumnos ciegos y deficientes visuales se deben abordar las siguientes etapas en Educación Primaria:
1. Estructuración motriz (6-7 años y 9-10 años)
Se trata de desarrollar las capacidades motrices mediante la realización de habilidades y destrezas inespecíficas. Deben requerir baja exigencia cualitativa y cuantitativa en las tareas ofrecidas. Hay que diversificar al máximo los modos de abordar cada secuencia de enseñanza. Vincular las experiencias con juegos o formas globales de movimiento. Realizar actividades motivantes en conexión con los intereses del niño.
El niño ciego aprende, a través de la Educación Física y el deporte a conocer sus funciones motrices en proceso de movimiento.
2. Toma de contacto con las prácticas deportivas: Iniciación deportiva generalizada (9-10 años y 13-14 años).
En esta fase se presenta al alumno ciego los elementos básicos de los distintos deportes: aprendizaje de los fundamentos básicos del deporte competitivo, las destrezas deportivas precisan de grandes adaptaciones, como en los deportes de equipo que utilizan implementos, compañeros y adversarios en movimiento; descubrimiento de la técnica deportiva; toma de contacto con la táctica básica y la estrategia de juego; evitar actividades de tipo anaeróbico y de musculación específica; favorecer los esfuerzos de tipo aeróbico.
Para que se orienten mejor hay que utilizar materiales con contrastes de colores (rojo, blanco y negro que se percibe bien). Cuando otra persona esté en el paso de éste alumno/a con discapacidad visual, se ha de retirar o anunciar su presencia en lugar de guardar silencio.
Serán muy importantes trabajar actividades donde la percepción táctil y auditiva esté presente (trabajar mucho el oído y la percepción de cualquier señal acústica).
3.1. Deporte adaptado a la discapacidad visual
El deporte para ciegos y discapacitados visuales va incorporando progresivamente, más países y más deportistas, aportando la ONCE muchas iniciativas que afectan a los reglamentos y al desarrollo de las competiciones, encontrando el apoyo y la aceptación internacional.
Se pueden establecer tres niveles o aspectos en relación con el deporte:
a. Deporte para todos
Considerado como una actividad física no reglamentada, de carácter lúdico o con fines de mantenimiento. Este nivel tiende a planificarse y a dirigirse desde las Delegaciones Territoriales y en los Centros de Recursos Educativos de la ONCE, como una asignatura más. Abarca la práctica de deportes tales como el piragüismo, el senderismo, el montañismo o la pesca, aunque también pueden incluir deportes tales como la natación de mantenimiento o la carrera pedestre. Los objetivos que pretende son: socializar al individuo, divertirlo y mejorar su condición física.
b. Deporte de base hacia la competición
Este segundo nivel se considera una actividad reglamentada y jerarquizada, cuyo objetivo principal es formar deportistas para la competición. Se produce la especialización, generalmente hacia un único deporte. Pretende como objetivos no sólo la mejora de la condición física de la persona, sino principalmente, la obtención de resultados, la competición como meta de su aprendizaje. Requiere la asistencia técnica: animadores y de monitores y/o entrenadores. Las competiciones de base comprenden: los torneos sociales, los campeonatos locales, zonales, territoriales, interterritoriales, nacionales e internacionales.
c. Deportes de competición
Es un deporte reglamentado y jerarquizado, cuyo objetivo principal es la obtención de los mejores resultados o marcas. En la ONCE, los Campeonatos de España vienen a ser la mejor representación de este nivel y en competición integrada, la participación en pruebas oficiales federadas.
4. Adaptaciones para los alumnos/as con discapacidad visual
4.1. Criterios para la adaptaciones curriculares
Las Adaptaciones Curriculares hacen referencia a los ajustes o modificaciones que se realiza en la oferta educativa común para responder a los alumnos,- en este caso con deficiencia visual, -en un continuo de respuesta a la diversidad (Garrido, J. 2001). Algunos de los criterios a seguir en estos ajustes o modificaciones serían:
Debe fundamentarse en los resultados de la evaluación psicopedagógica, aportando información sobre su desarrollo general (capacidades cognitivas, afectivo-sociales, motrices, y comunicativo-lingüístico), competencia curricular, estilo de aprendizaje y contexto familiar. Todo lo necesario para poder identificar sus necesidades educativas especiales y fundamentar y concretar las decisiones curriculares y el tipo de ayuda que pueden necesitar.
Los criterios que se adopten, se regirán por los principios de normalización e inclusión, buscando un emplazamiento educativo lo menos restrictivo posible y optimizando su integración.
Se partirá de la misma propuesta curricular que la establecida para todo el alumnado: el currículo ordinario.
No obstante, a veces se requiere de ajustes y modificaciones que hacen necesario las adaptaciones en los elementos básicos de acceso al currículo. Estas adaptaciones se apartarán lo menos posible de los planteamientos comunes del resto de los alumnos.
Las adaptaciones seguirán una secuencia progresiva, es decir nunca tendrán un carácter determinante y definitivo, sino que habrá que modificarlas en función de la evolución del sujeto y forman parte de un continuo que va desde los ajustes poco significativos a muy significativos y desde modificaciones temporales a permanentes.
La toma de decisiones sobre las adaptaciones curriculares, ha de ser presidida por los criterios de realidad y éxito y por el de normalización de servicios y recursos educativos, tanto a nivel humano como material, técnico…
En cuanto a los profesionales que intervienen en su elaboración y puesta en marcha se ha procurar que las funciones de cada uno queden delimitadas, que se definan los canales de coordinación, y se considere un trabajo de equipo.
Los canales de participación con la familia han de quedar también definidos.
Al organizar la respuesta educativa hay que tener en cuenta los principios generales de intervención, que estarán inspirados en los principios de normalización e inclusión, entendiendo que únicamente de ese modo se garantiza el desarrollo y progreso de todos los alumnos, se favorece la equidad y se contribuye a una mayor cohesión global tal y como se concibe y refleja en nuestro sistema educativo.
Los alumnos con discapacidad visual deben llegar a la consecución de los mismos objetivos que el resto de los alumnos. La propuesta curricular a estas necesidades, se concretará en las medidas de acceso al currículo, medidas de apoyo a la diversidad contempladas en el Proyecto educativo y en las Programaciones docentes y en las adaptaciones curriculares individuales cuando sean necesarias.
4.2. Adaptaciones de acceso al currículo para alumnos/as con discapacidad visual
Con respecto a las adaptaciones de acceso al Currículo, la persona ciega o con discapacidad visual grave en edad escolar suele presentar N.E.E. de acceso al currículo de los tres tipos básicos que habla el informe Warnock:
Necesidades de Servicios Extraordinarios.
Necesidades de Medios Materiales Extraordinarios.
Necesidades de adaptación del ambiente físico.
En cuanto a los Servicios o recursos personales, además de los ordinarios en la escuela suelen precisar de apoyo de un equipo multiprofesional especializado que debe incluir: Psicopedagogo, Trabajador social, Técnicos en rehabilitaciones básicas (orientación, movilidad y autonomía), Profesores de apoyo especialistas en el tratamiento de personas ciegas o discapacidad visual graves, Maestro de Pedagogía terapéutica y logopeda, si fuese necesario.
En cuanto a los Medios Materiales Extraordinarios, incluyen tanto materiales didácticos convencionales adaptados al uso por personas sin visión (mapa en relieve, modelos anatómicos desmontables, brújulas adaptadas, ...) como otros materiales altamente específicos: auxiliares ópticos en casos de existir restos visuales, recursos de acceso a la información mediante el oído, (p. ej. textos grabados) y mediante el tacto, materiales específicos de lectura y cálculo para ciegos, materiales tiflotécnicos, etc.
En cuanto al Ambiente Físico, a los espacios, es preciso que se cuente con una eliminación arquitectónica de las barreras físicas, así como proceder a ciertas medidas de adaptación puramente ambiental: orden estable y regular del mobiliario, señalizaciones acústicas de ciertos puntos de referencia, colocación de objetos que sirvan como señalización de los lugares por el tacto (incluidos rótulos en Braille)
A continuación vamos a exponer los bloques de contenidos curriculares relacionados con las unidades didácticas del segundo Ciclo de Primaria, que posteriormente desarrollaremos a modo de ejemplo:
El bloque 1, El cuerpo imagen y percepción corresponde a los contenidos que permiten el desarrollo de las capacidades perceptivo-motrices. Está especialmente dirigido a adquirir un conocimiento y un control del propio cuerpo que resulta determinante tanto para el desarrollo de la propia imagen corporal como para la adquisición de posteriores aprendizajes motores.
El bloque 2, Habilidades motrices reúne aquellos contenidos que permiten al alumnado moverse con eficacia. Se verán implicadas por tanto adquisiciones relativas al dominio y control motor. Destacan los contenidos que facilitan la toma de decisiones para la adaptación del movimiento a nuevas situaciones.
5. Propuesta de sesiones adaptadas para el segundo ciclo
U.D. Mi Cuerpo |
Curso: 3º Primaria |
Sesión nº 1 |
Ciclo: Segundo |
Nº alumnos: 20 |
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Objetivos
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Contenidos
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Competencias Básicas a las que contribuye
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Discapacidad: Discapacidad visual: ceguera total. |
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Instalaciones
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Material
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Sesión práctica: Parte Inicial
Parte Principal
Vuelta a la calma
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6. Adaptaciones sobre la evaluación
En los procesos de evaluación, es también preciso realizar las adaptaciones necesarias, ya sea en los materiales de examen, en el procedimiento o en ambos aspectos
Las modificaciones en el cómo y cuándo evaluar pueden referirse a:
Utilización de procedimientos e instrumentos de evaluación variados y adaptados a las características del alumno
Realización de diferentes modalidades de evaluación en diferentes contextos.
Introducción de técnicas o instrumentos no previsto para la mayoría de loa alumnos
Cuando la prueba sea escrita en Braille, dejarle aproximadamente el 50% más de tiempo.
Para los alumnos con restos visuales, adaptar las condiciones físico-ambientales del aula para que estas no supongan un handicap.
Evaluar no considerando criteriales aquellos aprendizajes saturados de componentes visuales.
Realizar adaptaciones de los formatos de evaluación y de los contenidos, siempre que sea posible. En caso contrario, sustituirlos por otros relacionados con los canales sensoriales de entrada/respuesta que el alumno ciego sea capaz de utilizar en ese momento.
7. Adaptaciones en aspectos metodológicos
Entre otras, las modificaciones que hacen referencia a la metodología, serían:
Que las explicaciones verbales en clase sean lo más descriptivas y concretas posible, facilitando al alumno objetos que le ayuden a explorar ese contenido por otras vías sensoriales complementarias.
Evitar los aspectos gestuales del lenguaje usados sin otro tipo de referencia complementaria que ayude al alumno a captar ese aspecto del mensaje.
Cuando se usen medios audiovisuales, complementarlos con audio-descripción.
Introducir materiales adaptados o alternativos para que pueda participar el alumno con ellos en las actividades del aula (p. ej. en cálculo o conocimiento del Medio).
Situar al alumno con un compañero que pueda verbalizarle la información visual que, inevitablemente, quede fuera de su alcance.
En Educación Física, trabajar estando el alumno cerca del profesor.
Dedicar algún tiempo a la preparación y/o al refuerzo posterior de los aprendizajes con actividades complementarias individualizadas.
Cuidar el ruido ambiental, reduciéndolo al máximo posible.
Respetar su ritmo de aprendizaje, en general más lento que el del vidente.
Modificar la temporalización, tanto en la ejecución de las tareas y exámenes como en la consecución de los objetivos de curso o ciclo.
8. Conclusiones
El niño con discapacidad visual, es aquel que tiene mayores dificultades que el resto para acceder a la información del entorno que le rodea y necesita una respuesta educativa adecuada ofrecida por toda la comunidad. Como maestros, debemos de centrarnos en la prevención y/o detección de las necesidades educativas especiales que presentan estos alumnos y traducirlas en formas de intervención, apoyos, modificaciones y adecuaciones que favorezcan su pleno desarrollo.
La intervención educativa para todos los alumnos debe estar presidida por los Principios de Normalización, no discriminación e integración social, asegurando que estos alumnos alcancen los objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado. Para ello, será fundamental la coordinación entre todo el profesorado, y de estos con las familias, proporcionándoles una enseñanza de calidad, que les facilite la integración social y laboral.
Bibliografía
ARNAIZ, P. (1994): “Deficiencias visuales y psicomotricidad: Teoría y práctica”. Once. Madrid.
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VV.AA. (1990): “Deficiencia visual y acción educativa”. Málaga: Ed. Aljibe.
revista
digital · Año 13 · N° 129 | Buenos Aires,
Febrero de 2009 |