Contraste del gasto energético diario entre atletas de baloncesto masculino, categoría 15-16 años, con estudiantes becarios de igual edad y sexo |
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Facultad de Cultura Física Ciego de Ávila (Cuba) |
Lic. Damaris Hernández Gallardo damaris@cfisica.unica.cu Lic. Ricardo Arencibia Moreno pff_ricardo@cfisica.unica.cu Lic. Fidelina Maira Díaz Hernández fmaira@cfisica.unica.cu |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 11 - N° 99 - Agosto de 2006 |
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Introducción
Una adecuada nutrición es imprescindible para el mantenimiento de la salud y calidad de vida de los individuos, y especialmente para el rendimiento del deportista, con independencia de otros factores que actúan como estímulos de carácter socio-económicos, cultural, ambiental, fisiológico y psicológico.
Por lo que la alimentación se convierte en determinante para el logro y mantenimiento del rendimiento deportivo, ya que debe incluir todas las sustancias químicas nutrimentales que el organismo necesita para su adecuado funcionamiento, así como establezca las reservas nutrimentales y homeostáticas que posibiliten su desarrollo y sostenga el nivel de actividad física que se le imponga, considerando las características del entrenamiento en cuanto al tiempo de duración y carga física aplicada según la etapa en que se encuentre.
De acuerdo con lo expresado sostenemos que el gasto energético de los individuos lo definen fundamentalmente el tipo de actividad física que realizan y la etapa del desarrollo ontogenético en que se encuentran, considerando la adolescencia un momento crucial debido a los cambios drásticos que se generan en la anatomía y fisiología del organismo en desarrollo, en ocasiones constatable a simple vista, como ocurre con las dimensiones corporales, expresadas en un aumento en la estatura y el peso corporal y otras menos ostensibles como el alcance de su madurez sexual, con un incremento de la producción hormonal.
Así, las necesidades de energía alimentaria de un individuo están representadas por la dosis ingerida que compensa el gasto energético, cuando el tamaño, composición del organismo y el grado de actividad física de este son compatibles con un estado duradero de buena salud, y que permita, además, el mantenimiento de la actividad física que sea económicamente necesaria y socialmente deseable. (Porrata Maury C y col (1997).
Si valoramos que el atleta adolescente de las Escuelas de Iniciación Deportiva cubanas (EIDE), es ante todo un ser social que no solo se dedica a las actividades propias de su preparación dentro de un deporte específico, sino que a su vida se agregan otras actividades como la traslación, con y sin el empleo de medios motorizados; la superación de su nivel de escolaridad y estudio, con el incremento del gasto de energía a nivel de funciones cerebrales; las de alimentación; de mantenimiento de la salud; de higiene personal o simplemente recreativas (excursiones, bailes, entre otras), debemos reconocer que incurren en un gasto energético adicional al ya acaecido por el entrenamiento realizado.
Situación que los acerca al de los estudiantes becarios con régimen de estudio-trabajo, que comprende algo más de tres horas diarias de labores agrícolas en sesión contraria de clases y que como parte de su formación integral, practican el deporte con carácter selectivo hacia la modalidad de su preferencia en horarios normados con denominación de "deporte opcional", aún cuando es destacable que los atletas citados, diferencian su actuar físico de los primeros, por los objetivos propias de su entrenamiento, pero no llegan a la condición de profesionales ni por el estado de desarrollo de su maestría deportiva, ni el de sus cuerpos e incluso dedican a ello períodos similares al utilizado por los becarios en su actividad agrícola y de ejercitación deportiva.
De acuerdo con lo expresado y teniendo en cuenta que el gasto energético de un grupo poblacional esta dado por el gasto energético individual de cada uno de sus integrantes, influenciado por la edad, el peso, la talla y las actividades físicas realizadas, así como el tiempo dedicada a las mismas, nos encontramos ante el siguiente problema científico: ¿Qué diferencias existirán entre el gasto energético de los atletas del equipo de baloncesto en la categoría 15-16 masculino de la provincia Ciego de Ávila y los estudiantes de pre universitario en régimen de estudio-trabajo, de igual edad, sexo y provincia?.
Siendo objetivo de nuestra investigación: Comparar el gasto energético de los atletas del equipo de baloncesto en la categoría 15-16 masculino de la provincia Ciego de Ávila, con el que tiene lugar en los estudiantes de pre universitario de régimen estudio trabajo de igual edad, sexo y provincia no acogidos a la práctica de un deporte específico.
Materiales y métodosLa presente investigación se desarrolló en la Escuela de Iniciación Deportiva de la provincia de Ciego de Ávila (Cuba), acogiendo como población de estudio al conjunto de los atletas organizados en el equipo de Baloncesto masculino categoría 15 - 16 años, los que alcanzan la cifra de 12.
Los resultados obtenidos del estudio diagnóstico aplicado a los mismos, fue contrastado con los correspondientes a parte de la muestra utilizada en la Investigación titulada "Evaluación del estado nutricional en adolescentes de edades comprendidas entre 15-18 años de la provincia Ciego de Ávila", correspondiente al informe de Tesis Doctoral de la autora del presente trabajo y caracterizada por:
Muestra representativa de tres centros preuniversitarios correspondientes al área de Ceballos (Ciego de Ávila).
Se utilizan solo las cohortes sexo-edad equivalentes a los rasgos sexo-edad de los atletas de baloncesto investigados.
Estudiante en régimen de becas (interno).
Adecuado estado físico que le permitiese la ejecución de las actividades físicas generales desarrolladas en el centro.
La cohorte usada corresponde a 97 estudiantes, todos del sexo masculino distribuidos del siguiente modo: 49 con la edad de 15 años y los restantes 48 en edad de 16 años.
Mediciones de gasto energético
Se aplicó la metodología del diario de actividades por recordatorio de 24 horas, con una regularidad de tres días alternativos de una misma semana, por un período de 4 de ellas (un mes) incluyendo uno de fin de semana (sábado o domingo) según el régimen de pase del centro de estudios, para estimar el régimen de vida y patrón de actividades del día anterior, así como el tiempo empleado en las mismas.
Con los datos obtenidos mediante el diario de actividades se realizó la determinación del gasto energético total o las necesidades calóricas diarias según las actividades físicas realizadas, para ello se calculó el producto del peso (en kg), el factor integrado de actividad física correspondiente a la desarrollada por el individuo y el número de minutos empleados en realizar la misma, según el reporte realizado por Carbajal (2002) y aunque se recomienda utilizar el joule en lugar de la caloría por este autor, se mantiene el empleo de la misma en la presente investigación a consecuencia de su uso común en trabajos de esta índole.
Se aplicó un segundo método para determinar el Gasto Energético Total (GET) o Requerimiento Estimado de Energía (REE), esta vez con el uso de la ecuación de predicción reportadas por M. Godnic (2002), según el Food and Nutrition Board (FNB), Institute of Medicine (IOM) (USA) para la edad que nos ocupa a través de la siguiente fórmula:
GET = A + B x Edad + AF x (D x Peso + E x Talla)
Donde GET (o REE) es expresado en kcal/día, edad en años, peso en kilogramos, y talla en metros. En esta ecuación A es el término constante, B es el coeficiente de la edad; AF es el coeficiente de actividad física que depende si el individuo es sedentario, poco activo, activo o muy activo en las categorías de NAF; D es el coeficiente del peso; y E el de la talla, que para los individuos entre 9 y 18 años se ha expresado como:
REE = 88,5 - 61,9 x edad [años] + AF x (26,7 x peso [kg] + 903 x talla [mt]) + 25 (kcal de depósito de energía)
Donde AF es el Coeficiente de Actividad Física:
AF = 1,00 si el NAF es estimado entre = 1,0 < 1,4 (sedentario)
AF = 1,13 si el NAF es estimado entre = 1.4 < 1.6 (poco activo)
AF = 1,26 si el NAF es estimado entre = 1.6 < 1.9 (activo)
AF = 1,42 si el NAF es estimado entre = 1.9 < 2.5 (muy activo)
La determinación del Nivel de Actividad Física se realiza a partir del cociente entre el Gasto Energético Total (GET) y la Tasa Metabólica Basal, por lo que realizamos el cálculo de esta última mediante la siguiente fórmula, propuesta por el comité de expertos y aceptada para la población cubana (M. Hernández Triana, 2005; FAO/OMS/UNU, 2004) por el INHA.
TMB (10-18 años) = 15,057 kg + 692,2
NAF= GET/TMB
Resultados y análisis de los resultadosAl determinar el gasto energético en atletas según el recordatorio de 24 horas se pudo constatar que el GET es de 4194.68 Kcal como promedio, siendo las actividades de mayor gasto energético las actividades físicas dedicadas al entrenamiento deportivo con un total de 2273.4 Kcal, seguidas por las actividades sedentarias1 con un valor de 1143.7 Kcal, las actividades de locomoción con 250.8 Kcal, las actividades recreativas con 236.8 Kcal, las de alimentación con 173.5 Kcal y por último las actividades de locomoción con 109.2 Kcal.
Al analizar el gasto energético según el diario de actividades en los estudiantes de pre universitarios se pudo constatar que la media es de 3227.75 Kcal, constatándose que las actividades de tipo laborales ocupan la primera posición, con un valor de 1130 Kcal, seguida de las actividades sedentarias* con 1036.94 Kcal (no siendo significativa estadísticamente la diferencia entre ellas), a continuación las deportivas y de "locomoción" (desplazamientos en las instalaciones), las cuales producen gastos por encima de las 200 kcal/1440 min, el resto que se ejecutan tienen un gasto inferior y en orden descendente son: recreativas, higiene personal, mantenimiento de la salud y de alimentación.
El gasto energético referido para los adolescentes masculinos es un reflejo de su realidad e incluso función social inmediata, en el caso de los atletas no realizan actividades de tipo laborales, su tiempo está dedicado fundamentalmente a la práctica del deporte con vistas a lograr una maestría deportiva, con un elevado consumo energético diario, y al estudio, dedicando un valor medio de cinco horas diarias a este último y el resto al descanso para su recuperación física. En el caso de los adolescentes de pre universitario, el mayor gasto se produce en las labores agrícolas, siguiendo en orden el estudio (entre seis y siete horas diarias).
Siendo un denominador común a ambos grupos, la disminución de las actividades físicas de manera muy drástica luego de cumplir con su tarea fundamental, lo que se refleja en el grupo de preuniversitario con la manifestación de valores de gasto energético inferiores para iguales actividades que en el caso de los atletas, así como la depresión de aquellas dirigidas al mantenimiento de la salud mediante el ejercicio físico, cuyo papel es sustituido por las de tipo laboral.
Debemos destacar que en el caso analizado en los adolescentes de pre universitario el gasto energético que manifiestan 3227.75 Kcal según el diario de actividades, no difiere del estimado para estas edades, siendo la recomendación de 3152 Kcal/día según lo propuesto por el FNB/USA, (M. Godnic, 2002) para individuos activos y aceptado para la población cubana, por lo que se puede afirmar según el estadígrafo Chi cuadrado (a=0.05) que no existen diferencias significativas entre lo recomendado y lo gastado atendiendo a los resultados de la encuesta realizada.
Sin embargo, al compararse lo recomendado por estos organismos y aceptado para la población cubana en adolescentes teniendo en cuenta talla y peso con el gasto energético obtenido en los atletas de la categoría 15- 16 del equipo de baloncesto de la provincia Ciego de Ávila se pudo constatar que si existen diferencias altamente significativas según el estadígrafo chi cuadrado, no siendo así al compararlo con lo recomendado para los deportes con pelotas en la categoría analizada oscilando la recomendación de 3906- 4427 (A.C. Grandjean, 1989b), valores entre los que se encuentra el gasto en los mismos.
Al analizar el gasto energético según el diario de actividades de los atletas de baloncesto y de los estudiantes de pre universitario, se determinó que las diferencias entre ambos son marcadamente significativas, según el estadígrafo Chi cuadrado (a=0.05), lo cual esta dado fundamentalmente por el régimen de vida que desarrollan, que difiere en el tipo de actividad que realizan en una de las sesiones del día, siendo mucha más intensa las actividades de los estudiantes de la EIDE provincial, quienes dedican entre tres horas y media o cuatro horas al entrenamiento deportivo, empleándose en el mismo un elevado número de Kcal.
Si bien estos atletas no son profesionales, dedican un tiempo a su preparación física general o especial con volúmenes y capacidades de carga variable y de relativa intensidad muy superior a la de otros adolescentes, y en ello estriba fundamentalmente la diferencia del gasto energético obtenidos, así si comparamos el tiempo dedicado a las actividades agrícolas laborales de los estudiantes de pre universitarios es prácticamente el mismo, pero nunca igual la intensidad de trabajo físico, aunque estos realizan labores como limpieza de los campos (deshierbe), recolección, siembra, entre otras, en los cuales se produce también un elevado gasto calórico.
Los datos expuestos reafirman que las diferencias en los requerimientos diarios de energía entre adolescentes atletas y no atletas, depende del volumen o la cantidad total del entrenamiento y del costo de energía específico de sus rutinas físicas en el mismo, así como del conjunto del resto de las actividades que desarrollan en su actuar diario y no solo del tiempo dedicado a una actividad clasificable como fundamental.
Al determinarse el REE según las ecuaciones propuestas por el Food and Nutrition Board (FNB), Institute of Medicine (IOM) (USA) en los estudiantes de pre universitario y atletas los valores obtenidos fueron 2604.42 Kcal y 3440.71 Kcal respectivamente, los cuales son inferiores a los obtenidos según el diario de actividades, existiendo diferencias marcadamente significativas entre los mismos según el estadígrafo Chi cuadrado.
Debemos destacar que también se manifiestan diferencias altamente significativas entre los valores obtenidos de REE para adolescentes atletas y no atletas, las cuales están dadas fundamentalmente por las diferencias existentes entre la talla y el peso de los mismos, pues el AF o el Coeficiente de Actividad Física coincide en ambos casos con 1,42 (muy activo), pues el Nivel de Actividad Física (NAF) obtenido para los estudiantes es de 1.91 y de 2.29 en los atletas.
Al determinar la TMB, según la formula propuesta por el comité de expertos y aceptada por el INHA para la población cubana, nos encontramos que para el caso de los adolescentes no atletas es de 1686.36 Kcal, mientras que de 1831.38 l en los atletas, existiendo diferencias entre estos valores, aunque las mismas no son significativas según el estadígrafo chi cuadrado, en este caso solo se tiene en cuenta el peso corporal de los individuos, lo que marca la diferencia entre estos valores.
Se pudo constatar que la tasa metabólica basal de los adolescentes no atletas representa el 52,24% y en los atletas representa solamente el 43, 73% del gasto energético total, por lo que sí tenemos en cuenta que la termogénesis inducida por los alimentos representa aproximadamente el 10% de este gasto, se puede afirmar que el factor variante que eleva tanto dicho gasto es la actividad física desarrollada, representando el 37.76% en los primeros y 46.27% en estos últimos.
Debemos destacar que estos adolescentes presentan prácticamente el mismo régimen de vida, marcando la diferencia que unos realizan labores agrícolas en una sesión y los otros como practicantes de deporte, en este caso baloncesto, reciben preparación física general o especial, marcando esto la diferencia en cuanto a la intensidad de la carga física que aplican, pues presentan la misma edad y régimen de vida, influyendo en ello además su talla y peso, como consecuencia de una selección previa de los futuros deportistas de equipos nacionales.
Queremos destacar, que aunque se ha utilizado el término de atletas para diferenciarlos en realidad son también estudiantes que dedican el mayor tiempo de sus horas de vigilia a su preparación técnica pre profesional dentro de su "horario del día", pues no todos seguirán el camino del alto rendimiento deportivo, sino que se acogerán a estudios técnicos o universitarios del mismo modo que aquellos otros que desarrollan sus estudios pre universitario.
ConclusionesEl gasto energético de los atletas del equipo de baloncesto en la categoría 15-16 masculino de la provincia Ciego de Ávila, excede al de los estudiantes de pre universitario de régimen estudio trabajo de igual edad, aún cuando estos últimos dedican períodos de tiempo de actividad laboral agrícola y de deporte opcional similares a los utilizados por los primeros en las acciones propias de su entrenamiento.
Existe una tendencia a la disminución de las actividades físicas luego del período de entrenamiento en los atletas o de la actividad laboral agrícola en estudiantes de pre universitarios, lo que indica que cada uno de estos grupos asume un papel social y resta importancia a aquellas actividades que pudieran implicar gastos energéticos mayores.
Las diferencias en los requerimientos diarios de energía entre adolescentes atletas y no atletas, depende del volumen o la cantidad total del entrenamiento y del costo de energía específico de sus rutinas físicas en el mismo, así como del conjunto del resto de las actividades que desarrollan en su actuar diario y no solo del tiempo dedicado a una actividad clasificable como fundamental.
Nota:
(Dormir, asistencia a clases, estar sentado o parado conversando o alguna acción sin un objetivo específico).
Bibliografía
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Porrata Maury C y col (1997). Recomendaciones nutricionales y guía de alimentación para la población Cubana. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 30 p.
revista
digital · Año 11 · N° 99 | Buenos Aires, Agosto 2006 |